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Miles de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron el Congreso Nacional, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema, exigiendo una intervención militar para derrocar al presidente Lula da Silva. Las fuerzas de seguridad retomaron el control de los edificios después de 3 horas y detuvieron a 300 personas. Lula da Silva prometió un "castigo ejemplar" contra los "vándalos" y "fascistas" responsables del asalto sin precedentes. Decretó la intervención federal en la seguridad de Brasilia.
Miles de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron el Congreso Nacional, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema, exigiendo una intervención militar para derrocar al presidente Lula da Silva. Las fuerzas de seguridad retomaron el control de los edificios después de 3 horas y detuvieron a 300 personas. Lula da Silva prometió un "castigo ejemplar" contra los "vándalos" y "fascistas" responsables del asalto sin precedentes. Decretó la intervención federal en la seguridad de Brasilia.
Miles de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron el Congreso Nacional, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema, exigiendo una intervención militar para derrocar al presidente Lula da Silva. Las fuerzas de seguridad retomaron el control de los edificios después de 3 horas y detuvieron a 300 personas. Lula da Silva prometió un "castigo ejemplar" contra los "vándalos" y "fascistas" responsables del asalto sin precedentes. Decretó la intervención federal en la seguridad de Brasilia.
Asalto al Congreso de Brasil en directo | Las fuerzas de seguridad retoman
el control de los edificios institucionales y detienen a 300 personas
Miles de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro han invadido este domingo la sede del Congreso Nacional, el Palacio Presidencial de Planalto y la Corte Suprema, los tres poderes del Estado, y han reclamado una intervención militar para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que ha decretado la intervención federal para imponer un "castigo ejemplar" a los "vándalos": "Este asalto no tiene precedentes". Tres horas después de que comenzara el ataque, las fuerzas de seguridad han retomado el control de los tres edificios institucionales. Diferentes grupos de bolsonaristas radicales, que defiende tesis golpistas, superaron las barreras policiales y se enfrentaron con los agentes de seguridad, que respondieron al asalto con gases lacrimógenos. Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, entraron en las oficinas del Palacio Presidencial, tomaron los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado, y arrancaron la puerta del presidente de la Corte Supremo, en unas imágenes que recuerdan al asalto al Capitolio por los seguidores de Trump hace dos años. En una intervención desde Araraquara, en el estado de Sao Paulo, Lula ha prometido un "castigo ejemplar" contra los "vándalos" y "fascistas" que han tomado los edificios de los principales poderes del Estado en un asalto que, ha asegurado, "no tiene precedentes en la historia de Brasil". "Pagarán con la fuerza de la ley. Serán encontrados y castigados", ha afirmado. Y, para ello, ha decretado la intervención federal en el área de la seguridad de Brasilia, a donde el presidente brasileño regresará en las próximas horas. Guerra Ucrania - Rusia, última hora | Sin evidencias hasta ahora del ataque en el que Rusia dice haber matado a 600 militares de Ucrania No hay indicios que confirmen hasta ahora la que podría ser la acción más cruenta de la guerra en Ucrania. El ministerio de Defensa de Rusia había anunciado en un comunicado al filo de las dos (hora de la Península y Baleares) la muerte de 600 militares ucranianos en Kramatorsk, en el este del país. Se encontrarían durmiendo en dos edificios alcanzados por el bombardeo de la fuerzas de Moscú, que ha presentado ese ataque como "una represalia" por la muerte de al menos 89 de sus hombres en Makiivka. Varias horas después, un portavoz del ejército de Ucrania ha señalado a la BBC que el anuncio era "propaganda". Más significativo resulta que periodistas de Reuters que han llegado hasta los edificios que habrían sido alcanzados no han encontrado allí cadáveres ni rastros de sangre.