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TEMAS

Los monográficos de
TEMAS 103

1er trimestre 2021 · N.o 103 · 6,90 € · investigacionyciencia.es

TEMAS
Cartas
científicas
La historia de la ciencia a través
del intercambio epistolar
Por José Manuel Sánchez Ron

Newton • Halley • Franklin • Linneo • Mutis • Lavoisier


CARTAS CIENTÍFICAS

Volta • Ørsted • Ampère • Laplace • Virchow • Pasteur


Darwin • Huxley • Maxwell • Lodge • Cajal • Hertz • Planck
Einstein • Hahn • Meitner • Fisher • Pauling • Gödel • Hilbert
103
NUESTRAS PUBLICACIONES

INVESTIGACIÓN Y CIENCIA MENTE Y CEREBRO


Desde 1976, divulga el desarrollo de la Desde 2002, divulga los avances
ciencia y la técnica con la colaboración más sólidos en el dominio
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ESPECIAL
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Presentación
por José Manuel Sánchez Ron

Elogio de la
correspondencia
L
a ciencia necesita, probablemente más que cualquier esa espontaneidad y libertad —a la que obviamente no todos los
otra disciplina, el intercambio de conocimientos e corresponsales deseaban ajustarse— que las correspondencias
ideas. Es una empresa comunal que se desarrolla a de científicos constituyen un instrumento precioso para recons-
lo largo del tiempo, afinando siempre sus contenidos. truir lo más fielmente posible el pasado de la ciencia. Y no solo
Esos intercambios se pueden dar, se han dado, de formas dife- de la historia de la ciencia, sino también de la historia general,
rentes. Antes de la invención de la imprenta de tipos móviles a pues los científicos —constituye una obviedad decirlo— no son
mediados del siglo xv (Gutenberg), la difusión de la ciencia se ajenos al mundo en el que viven. También, evidentemente, esas
llevaba a cabo bien mediante manuscritos que recogían obras cartas personales, a veces íntimas, nos enseñan mucho acerca
concretas y que podían pasar por diversas manos, copiándose de la psicología humana.
también, o por intercambios directos por vía oral o epistolar. Todo esto ha sido bien entendido, pues existe un importante
Cuando se dispuso de la imprenta, la circulación de esas obras, número de ediciones de correspondencias, la mayor parte de
en principio en forma de libros, aumentó radicalmente, pero grandes científicos, de algunas de las cuales se han beneficiado
los intercambios personales no perdieron su importancia, y de —han hecho posible— los capítulos incluidos aquí.
hecho la han conservado. Abundan, como digo, los ejemplos de correspondencias edi-
Para esos intercambios, la vía oral planteaba problemas, ya tadas. La preparación de algunas de ellas ha ocupado extensos
que requería la coincidencia espacial de los interlocutores; tal períodos de tiempo, y un considerable trabajo para localizar el
dificultad no se aplicaba, en cambio, a las cartas enviadas, a la mayor número posible de cartas, antes de que llegasen a ver
correspondencia. Ofrecía esta, además (al igual, por supuesto, la luz de la imprenta (ahora ya, cada vez en mayor número de
que las conversaciones), varias ventajas. La primera, que era los repositorios digitales). Los siete volúmenes que componen
más rápida que la publicación de un libro, o de un artículo la correspondencia de Isaac Newton se publicaron (Cambridge
cuando nacieron las revistas científicas (las primeras fueron University Press para la Real Sociedad inglesa) entre 1959 y
las Philosophical Transactions de la Real Sociedad inglesa, cuyo 1977, mientras que, por poner otro ejemplo notorio, la magna
primer número apareció en marzo de 1665; le siguieron Acta empresa de la edición de la correspondencia de Charles Darwin,
Eruditorium, que comenzó a editarse en 1682, y, a partir de 1698, iniciada en 1985 cubriendo los años de 1821 a 1836 (Cambridge
el Nouvel Journal des Sçavans). La segunda ventaja era, es, que University Press) aún no ha concluido, después de veintisiete
las cartas podían permitir a sus autores ser más espontáneos, gruesos tomos (el último, de 2019, reproduce las cartas enviadas
más arriesgados en sus planteamientos. Es precisamente por o recibidas en 1879). También se halla en curso de publicación,

HOMBRE ESCRIBIENDO UNA CARTA, DE GABRIËL METSU (1665), GALERÍA NACIONAL DE IRLANDA, DOMINIO PÚBLICO

2  TEMAS 103
INVESTIGACIÓN Y CIENCIA
DIRECTORA EDITORIAL
como parte del conjunto de sus escritos, científicos y generales, Laia Torres Casas
EDICIONES
la correspondencia de Albert Einstein: hasta el momento se
Anna Ferran Cabeza, Ernesto Lozano Tellechea,
han publicado (Princeton University Press) quince volúmenes, Yvonne Buchholz
el primero en 1987 y el último en 2018, de los cuales nueve DIRECTOR DE MÁRQUETIN Y VENTAS
Antoni Jiménez Arnay
contienen cartas de o a el creador de la teoría de la relatividad. DESARROLLO DIGITAL
La mayor parte de los protagonistas de la Revolución Cien- Marta Pulido Salgado
tífica (el período comprendido entre los siglos xvi y xvii, en el PRODUCCIÓN
M.a Cruz Iglesias Capón, Albert Marín Garau
que se sentaron las bases de la ciencia moderna) han sido objeto SECRETARÍA
de ediciones de sus correspondencias, habitualmente dentro de Eva Rodríguez Veiga
sus Opera omnia: Brahe, Kepler, Galileo, Descartes, Huygens… SUSCRIPCIONES
Olga Blanco Romero
Particularmente valiosa de este transcendental período de la
historia de la ciencia es la correspondencia de Henry Oldenburg
(13 volúmenes, de 1965 a 1986), secretario de la Real Sociedad EDITA
inglesa desde 1662 hasta su muerte en 1667. Una de las funciones Prensa Científica, S. A.
Valencia, 307 3.o 2.a
de Oldenburg era ocuparse de la correspondencia de la Sociedad,
08009 Barcelona (España)
tarea que, además de representar una especie de notaría para Teléfono 934 143 344
certificar descubrimientos, significaba hacer circular noticias precisa@investigacionyciencia.es
www.investigacionyciencia.es
entre la comunidad científica europea, algo en lo que, de hecho,
Oldenburg llevaba empeñado desde antes. Una auténtica plé-
yade de científicos aparece en este invaluable repositorio, entre SCIENTIFIC AMERICAN
ellos Boyle, Huygens, Leeuwenhoek, Hooke, Newton, Leibniz, EDITOR IN CHIEF  Laura Helmuth
PRESIDENT  Stephen Pincock
Flamsteed, Malpighi, Wallis o Hevelius.
EXECUTIVE VICE PRESIDENT  Michael Florek
Si los siglos xvi y xvii fueron capitales, no menos lo fue el
siguiente, el de la Ilustración o Siglo de las Luces, en el que la
ciencia newtoniana se consolidó y se produjo una nueva re-
volución científica, esta vez en la química, de cuya génesis y
desarrollo podemos adquirir informaciones preciosas a través DISTRIBUCIÓN
de la correspondencia de su impulsor, Antoine-Laurent de La- para España:
LOGISTA, S. A.
voisier, lo mismo que permiten en otras disciplinas las edicio- Pol. Ind. Polvoranca - Trigo, 39 - Edificio B
nes de misivas de gigantes como Euler, D’Alembert, Laplace 28914 Leganés (Madrid)
o Lagrange. Y ya inmersos en la ciencia de los siglos xix y xx Tel. 916 657 158

contamos, afortunadamente, con ediciones de las corresponden- para los restantes países:
Prensa Científica, S. A.
cias de luminarias como Michele Faraday (6 volúmenes, de 1991 Valencia, 307 3.o 2.a
a 2012), James Clerk Maxwell (3 volúmenes, de 1990 a 2002), 08009 Barcelona
Louis Pasteur (4 volúmenes, de 1946 a 1951) o Wolfgang Pauli PUBLICIDAD
(6 volúmenes, de 1979 a 2001). He seleccionado estos últimos Prensa Científica, S. A.
ejemplos porque esas ediciones han aspirado a incluir todas las Teléfono 934 143 344
cartas conocidas, lo que nunca significará, desgraciadamente, publicidad@investigacionyciencia.es

«completitud»; más frecuente es disponer de muestras de cartas


ATENCIÓN AL CLIENTE
que aparecen en obras en las que se estudian aspectos de los
Teléfono 935 952 368
científicos en cuestión, o que únicamente pretenden ser seleccio- contacto@investigacionyciencia.es
nes; es el caso, entre muchos otros, de las de Thomas H. Huxley,
William Thomson (lord Kelvin), Rudolf Virchow, Heinrich Hertz,
Santiago Ramón y Cajal, Niels Bohr o Werner Heisenberg.
Este volumen, que recoge buena parte de los artículos pu- Portada: Joven escribiendo, de Jean Louis Ernest Meissonier (1852),
blicados en la sección «Correspondencias» de Investigación Alamy / Artepics
y Ciencia, pretende ofrecer algunos ejemplos de las inmensas
posibilidades que ofrece la correspondencia de científicos, y los
muchos aspectos de su vida y obra a los que nos permiten acce-
der. Atisbamos de esta manera un océano que alberga todo tipo Copyright © 2021 Prensa Científica S.A.
de sorpresas, no pocas todavía por descubrir. Valencia, 307 3.o 2.a 08009 Barcelona (España)

Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción en todo o en parte


por ningún medio mecánico, fotográfico o electrónico, así como cualquier clase
de copia, reproducción, registro o transmisión para uso público o privado, sin la
previa autorización escrita del editor de la revista. El nombre y la marca comer-
cial SCIENTIFIC AMERICAN, así como el logotipo correspondiente, son pro-
piedad exclusiva de Scientific American, Inc., con cuya licencia se utilizan aquí.
José Manuel Sánchez Ron, miembro de la Real ISSN edición impresa: 1135-5662 ISSN edición digital: 2385-5673
Academia Española y catedrático emérito de Dep. legal: B-32.350-1995
historia de la ciencia en el Departamento de
Imprime Rotimpres - Pla de l’Estany s/n - Pol. Ind. Casa Nova
Física Teórica de la Universidad Autónoma
17181 Aiguaviva (Girona)
de Madrid, es el autor de la sección
«Correspondencias» de Investigación y Ciencia. Printed in Spain -­­ Impreso en España

Neutrinos  3
Cartas
científicas
Por José Manuel Sánchez Ron

4  TEMAS 103
TEMAS 1.er trimestre 2021 · N.o 103

2 Presentación: Elogio de la correspondencia TEMAS


6 Newton, Halley y los Principia 54 Oliver Lodge y la relatividad
Sobre los obstáculos que debió superar la publicación O los problemas que tuvo la «vieja guardia»
de una de las obras maestras de la ciencia. para entender la revolucionaria teoría de Einstein.

12 La ciencia de Benjamin Franklin 58 La difusión de la obra de Cajal


Polifacético, observador e imaginativo, cosechó Una red de fieles colegas se esforzaron por hacer
­numerosos inventos y hallazgos en campos diversos. llegar a la comunidad internacional los resultados
del histólogo hispano.
18 Linneo y Mutis
Unidos por la naturaleza. 64 Las cartas familiares de Heinrich Hertz
El camino a las ondas hertzianas.
22 Las revoluciones de Lavoisier
Del Traité élémentaire de chimie a la guillotina. 68 Max Planck y los «caballeros del continuo»
Reacciones ante la discontinuidad cuántica.
27 Volta, Ørsted y Ampère
Un recorrido por los instrumentos y los experimentos 72 Einstein y la filosofía
que llevaron al nacimiento del electromagnetismo. La influencia del pensamiento filosófico en la
­construcción de las teorías de la relatividad.
32 Laplace, la Revolución y Napoleón
Ciencia y política en tiempos difíciles. 76 Hahn y Meitner en la Alemania nazi
Relaciones personales y políticas tras el descubrimiento
38 Rudolf Virchow, activista médico y social de la fisión del uranio.
El padre de la teoría celular fue también un gran
reformador de la salud pública. 80 Ronald Fisher: genética y matemáticas
El renacimiento de la teoría de la evolución.
42 Pasteur, el científico prudente
El nacimiento de la vacunación moderna vino marcado 84 Linus Pauling: compromiso
por los temores y las precauciones de su inventor. con la ciencia y la paz
Su visión transdisciplinar iluminó la química y la
46 Entre Darwin y Huxley biología molecular con las ideas de la mecánica cuántica.
Sobre cómo fue recibida la teoría de la evolución
de las especies. 90 Gödel, Hilbert y el teorema
de incompletitud
50 El camino hacia la electrodinámica Cuando se arruinaron las esperanzas de hacer
de Maxwell de la matemática una disciplina segura y reducible
El valor (científico) de la amistad. a pilares básicos.
GETTY IMAGES / STUDIO-ANNIKA / ISTOCK

Neutrinos  5
Newton, Halley
y los Principia
Sobre los obstáculos que debió superar la publicación
de una de las obras maestras de la ciencia

S
eguramente no existe libro más importante en la historia de la ciencia que Philoso-
phiae naturalis principia mathematica («Principios matemáticos de la filosofía na-
tural», 1687), de Isaac Newton (1642-1727). En esta obra, escrita en latín, se introdu-
cían las tres leyes del movimiento: la de la inercia; la que dice que fuerza es igual a
masa por aceleración, y la de acción y reacción. Además, en el Libro Tercero, el del
«Sistema del mundo», se explicaba, a través de la gravitación universal (representada en la ley
del inverso del cuadrado de la distancia), cómo caen los cuerpos en la Tierra y se mueven los
cuerpos celestes. Estos contenidos, así como la transcendencia de la obra, son bien conocidos;

GRABADO DE T. O. BARLOW (1868) A PARTIR DE UNA PINTURA DE SIR G. KNELLER (1689). COLECCIÓN WELLCOME/CC BY 4.0
en cambio, lo es menos el curso que llevó a su publicación. Sobre este proceso arrojan luz las
cartas que Newton intercambió con Edmund Halley (1665-1742), quien actuó como lo que hoy
podríamos denominar «editor»; un editor sabio y generoso.

Halley y De motu Christopher Wren, arquitecto, filósofo de la naturaleza y emi-


Recordado hoy sobre todo por dar nombre a un célebre cometa nente científico (además de miembro de la Real Sociedad y su
(fue en uno de sus libros, Astronomiae cometicae sinopsis, pu- presidente de 1680 a 1682, fue catedrático de astronomía en el
blicado en 1705, donde predijo, a partir de la teoría gravitacional Colegio Gresham de Londres de 1657 a 1661 y profesor savilia-
de Newton, que el cometa que había sido visto en 1682 volvería no de astronomía en Oxford de 1661 a 1673). En un momento
a hacerse visible en la Navidad de 1758), en la época que ahora determinado, la conversación giró en torno al problema del
nos interesa Halley dirigía la publicación de las Philosophical movimiento planetario. Wren terminó ofreciendo un premio
Transactions, la revista de la Real Sociedad londinense. Hasta de un libro valorado en 40 chelines a quien pudiese deducir
1704 no consiguió un puesto más distinguido (y remunerado): la forma de las órbitas planetarias, suponiendo que la fuerza
profesor saviliano de geometría en la Universidad de Oxford. En de atracción ejercida por el Sol fuese inversa al cuadrado de la
1713 se convirtió en Secretario de la Real Sociedad y en 1721, tras distancia y proporcional al producto de las masas.
la muerte de John Flamsteed, en Astrónomo Real. Esa fue la pregunta que Halley planteó a Newton cuando le
La historia a la que me voy a referir comenzó con una reu- visitó en Cambridge en agosto. La respuesta del profesor luca-
nión que tuvo lugar en enero de 1684 en la sede londinense de siano fue inmediata: una elipse (como había sostenido Kepler).
la Real Sociedad. Allí se encontraron Halley, Robert Hooke y Preguntado como lo sabía, contestó que lo había calculado hacía

6  TEMAS 103
ISAAC NEWTONen 1689.

Cartas científicas  7
tiempo. Buscó los papeles correspondientes, pero no los encon- al gran honor que les hace con su dedicatoria que inmediata-
tró. Prometió a Halley que reharía los cálculos y se los haría mente ordenaron que se le agradezca de todo corazón, y que un
llegar. En parte, cumplió su promesa, ya que en noviembre le consejo se debería reunir para deliberar acerca de su impresión;
envió un manuscrito que contenía la demostración. También pero debido a que el presidente se encuentra con el Rey y a la
en noviembre, Halley visitó a Newton en Cambridge y el 10 de ausencia de nuestros vicepresidentes, a los que el buen tiempo
diciembre anunciaba en la Real Sociedad que este le había en- ha llevado fuera de la ciudad, no ha tenido lugar ningún consejo
señado «un curioso tratado, De motu [Sobre el movimiento]». El auténtico para resolver este asunto: de manera que el último
23 de febrero de 1685 el manuscrito en cuestión era entregado a miércoles la Sociedad, en su reunión, juzgando que la publi-
la Sociedad, donde fue registrado de forma conveniente. cación de tan excelente trabajo no debería sufrir más retraso,
De motu es un tratado breve, muy lejos de los Principia. resolvió imprimirlo a su propia costa, en cuarto grande, con una
En él no aparece, por ejemplo, la ley de la acción y la reacción, letra bella; y que esta su resolución debería serle transmitida
sin la cual no puede haber gravitación universal (para que a usted pidiéndole su opinión, y que todo debe ser hecho a toda
exista hay que suponer que no es solo el Sol el que ejerce una velocidad. Yo estoy encargado de controlar su publicación y me
fuerza gravitacional sobre los planetas, sino que estos también ocuparé de que todo sea realizado lo mejor posible, solamente
actúan sobre él, y en esto consiste, precisamente, la acción y necesitaré sus instrucciones acerca de lo que crea necesario para
reacción). Ahora bien, por breve e incompleto que fuese, De su mejor presentación...
motu muestra que la mente de Newton había entrado en fun-
cionamiento y que el problema del movimiento de los cuerpos,
incluido el de los cuerpos sobre los que actuaba la gravitación A continuación, Halley se refería a una cuestión que Robert
(problema acerca del cual había pensado intermitentemente Hooke había sacado a colación: su pretensión de haber sido él
en el pasado), pasaba al centro de sus intereses. Sin embargo, el inventor de «la regla de la disminución de la gravedad». Pre-
parece que no hubo más noticias sobre el particular hasta más viendo una reacción airada de Newton —que ya había tenido en
de un año después. el pasado un enfrentamiento similar con Hooke en relación con
En la reunión ordinaria de la Real Sociedad del 28 de abril sus trabajos en óptica—, Halley escribía: «Debo pedirle perdón
de 1686, Nathaniel Vincent, miembro de la Sociedad y miembro por ser yo quien le envíe esta información, pero pensé que era
honorario sénior del Colegio Clare de Cambridge, presentaba a mi deber comunicársela, para que usted pueda actuar como
la Sociedad un manuscrito de lo que se suponía sería la primera corresponda».
parte de un libro que llevaba como título Philosophiae naturalis Conocía bien Halley a Newton, quien en su respuesta (27
principia mathematica. Se ordenó que se escribiese a Newton de mayo) se extendía en explicaciones de que no debía nada a
una carta de agradecimiento y que el Consejo informase acerca Hooke: «En los papeles que usted tiene en sus manos, no hay
de la conveniencia de editar la obra, para lo cual se pasaba el ninguna proposición de la que él pueda pretender [ser respon-
manuscrito a Halley, quien debía informar al Consejo. Con el in- sable]». En su obvia irritación, Newton no aludía para nada al
forme favorable de este, la Real Sociedad decidió «que la Phi- manuscrito de los Principia.
losophiae naturalis princi­pia pathematica del Sr. Newton se El 7 de junio, Halley enviaba a Newton «una prueba del
imprima en cuarto, con una letra bonita; y que se le escriba una primer pliego de su libro, que pensamos imprimir en este pa-
carta transmitiéndole la resolución de la Sociedad y solicitando pel y con estos caracteres; si tiene usted alguna objeción, se
su opinión acerca del volumen, grabados, etcétera». cambiará; y si lo aprueba, continuaremos». Resulta, sin em-
bargo, que Newton no había enviado más que una parte de
Preparación y publicación lo que debía ser su libro y por ello Halley le pedía «por favor,
La oferta de costear la edición era generosa, pero la situación suminístrenos la segunda parte, o lo que queda de esta, tan
económica de la Sociedad no permitía cumplir con semejante pronto como la haya terminado; ya que la aplicación de esta
deseo. Y fue en Halley en quien recayó la carga. Es cierto que parte matemática al sistema del mundo es lo que hará [al libro]
su familia era rica, pero hay que tener en cuenta que su padre aceptable a todos los naturalistas, al igual que a los matemá-
había fallecido en 1684 y que en 1686 Halley ya tenía una familia ticos, y constituirá una gran ayuda para la venta del libro».
a su cargo y ningún ingreso fijo (la Real Sociedad le pagaba en Añadía, asimismo, que ya había corregido las pruebas que le
libros, no en libras), de manera que su situación financiera no era enviaba, pero que no estaba seguro de si había advertido todos
tan buena como en el pasado. Con todo, aceptó el compromiso; los errores. «Cuando ya haya pasado por sus ojos —añadía— no
el económico y el editorial, porque también estuvo a su cargo dudo de que estará libre de erratas. El impresor le pide excusas
supervisar la edición. por los diptongos, que son de un tamaño un poco mayor, pero
Es posible seguir ese proceso editorial a través de las cartas tiene algunos tipos del tamaño exacto. Al ser este pliego una
reproducidas en el segundo de los siete volúmenes de la mag- prueba, no es tan clara como debería ser; pero la letra es nueva
nífica edición de la correspondencia newtoniana, publicado por y he visto un libro de un tipo muy adecuado que fue la última
Cambridge University Press en 1960 bajo la dirección de Herbert cosa impresa con este tipo de letra; de manera que espero que
Westren Turnbull: The correspondence of Isaac Newton, que cu- la edición le satisfaga.»
bre el período entre 1676 y 1687. El 20 de junio, Newton volvía a la carga con su polémica con
El 22 de mayo de 1686, desde Londres, Halley escribía a Hooke, en una extensa carta al pobre Halley: «No es justo que
Newton, informándole de la decisión de la Sociedad: me pida ahora que confiese a través de la imprenta ignorancia
acerca de la proporción doble en los cielos por no otra razón
que porque él me la haya dicho en el caso de los proyectiles, y
Su incomparable tratado titulado Philosophiae naturalis princi- así con fundamentos equivocados me acuse de esta ignorancia».
pia mathematica fue presentado por el Dr. [Nathaniel] Vincent Afortunadamente, en la última parte de su carta ya se refería
a la R. Sociedad el pasado 28 [de abril], y fueron tan sensibles a los Principia:

8  TEMAS 103
EJEMPLAR DE LA PRIMERA EDICIÓNde los Principia con anotaciones manuscritas
del propio Newton para la segunda edición.

Me gustó mucho la prueba que me envió. He diseñado todo [el Estoy profundamente apenado de que en este asunto, en el que
texto] para que esté compuesto de tres libros; terminé el segundo toda la humanidad debería manifestar su deuda con usted, se
el verano pasado y es corto y solo resta transcribirlo y dibujar encuentre con algo que le perturbe, o que cualquier disgusto le
adecuadamente los grabados. Desde entonces he pensado en al- haga pensar en desistir de sus pretensiones a una señorita de
gunas proposiciones nuevas, que también puedo dejar fuera. cuyos favores usted tiene tantos motivos para alardear. No vea
Quiero que el tercero sea la teoría de cometas. El pasado otoño en esto sino la envidia de su felicidad que ostentan sus rivales,
empleé dos meses en cálculos sin fruto por falta de un buen que pretenden perturbar su pacífico disfrute; cuando considere
método, lo que me hizo volver al primer libro y ampliarlo con todo esto, espero que verá motivos para alterar su anterior
varias proposiciones relativas a cometas y otras a cosas diferen- resolución de suprimir su tercer libro, al no haber nada que
tes que encontré el último invierno. Ahora pienso en suprimir el usted pueda haber compilado en él por el que el mundo de los
tercero. La filosofía es una señorita litigante tan impertinente instruidos no esté preocupado, no sea que se les prive de ello;
que para un hombre es mejor ocuparse de asuntos de leyes que aquellos señores de la Sociedad a los que he informado están
tener que ver con ella. Me di cuenta de esto antes, y ahora, nada muy preocupados por ello, y porque este infeliz asunto le haya
más acercarme de nuevo a ella, me avisa. Los dos libros sin el molestado...
tercero no llevarán tan bien el título de Philosophiae naturalis
principia mathematica y por consiguiente lo he cambiado a este,
De motu corporum libri duo; pero después de pensármelo de Y continuaba con explicaciones acerca de cuáles eran las con-
nuevo retengo el título anterior. Esto ayudará a la venta del libro. tribuciones reales de Hooke, para terminar rogándole «que no
© ANDREW DUNN/WIKIMEDIA COMMONS/CC BY SA 2.0

deje que su resentimiento sea tan grande como para privarnos


de su tercer libro, con la aplicación de su doctrina matemática a
El asunto está claro: Newton, extremadamente molesto con la teoría de cometas y varios curiosos experimentos, que, según
las reclamaciones de Hooke, había decidido no incluir en su libro puedo imaginar a partir de lo que usted escribe, debe compo-
la tercera parte, lo que finalmente sería «El sistema del mundo», nerlo». (El que en varias ocasiones tanto Halley como Newton
cuya discusión debería girar en torno a la ley de la gravitación refiriesen que el Libro Tercero contenía la teoría de cometas
universal (la ley del inverso del cuadrado de la distancia, preci- está justificado en alguna medida en tanto que finalmente casi
samente la que era objeto de reclamación por parte de Hooke). la mitad de esa parte de los Principia trataba del movimiento
Al recibir esta carta, Halley se alarmó y el 29 de junio escribía de los cometas, en los que las trayectorias elípticas están mucho
al susceptible Isaac: más marcadas que en los planetas.)

Cartas científicas  9
Todo aquello calmó aparentemente la ira y las amenazas promete tenerlo listo en 7 semanas, formando unos veinte plie-
newtonianas, y el proceso siguió su camino. El 14 de octubre, gos. El primer libro tendrá alrededor de 30, que se terminarán
Halley manifestaba a Newton que «debido a que usted no desea aproximadamente al mismo tiempo. Esta semana tendrá el plie-
que su libro sea publicado antes del trimestre de Hillary [uno go 18, según solicitó».
de los períodos lectivos en los que se dividía, y divide aún, la A estas alturas Newton todavía no había entregado la ter-
enseñanza en la universidad de Cambridge], la impresión no cera parte, que había amenazado con no incluir, y Halley se lo
se ha acelerado todo lo que podría haberse hecho; pero espero recordaba:
que eso sea lo más correcto para proceder tan lentamente. Le
envío con el carruaje que saldrá mañana por la mañana todos
los pliegos que se han compuesto, deseando que quiera seña- En este segundo [libro], menciona su tercer libro, De systemate
lar todas las erratas que encuentre, de forma que, si hubiese mundi, que a partir de primeros principios, que lo precedente ha
alguna, el lector sea avisado, pero esto es decisión suya». Y a establecido, no pueden sino proporcionar satisfacción universal.
continuación trataba algunos detalles del contenido de la obra, Suponiendo que esté preparado, y que no sea demasiado extenso
señalando puntos que consideraba que no estaban claros ni eran como para que se imprima al mismo tiempo, envíelo si le parece
totalmente correctos, cuestiones a las que Newton respondió bien. Me encargaré de que una tercera mano lo prepare, estando
el 18 de octubre, prometiendo, asimismo, leer las pruebas que resuelto a no implicarme en ningún otro asunto hasta que todo
acababa de recibir. esté hecho: deseando librarme de toda imputación de negligencia,
en un asunto en el que estoy muy satisfecho de participar, para
dar al mundo algo que todas las edades futuras admirarán.

Al menos en esta
De nuevo era Halley quien escribía a Newton el 14 de mar-
ocasión, el casi siempre zo: «Ahora le he enviado el pliego 18 de su libro, pero no pude
cumplir mi palabra debido a las extraordinarias complicaciones
egoísta e indiferente a con el último pliego, que fue la razón por la que no fui capaz de
terminarlo a tiempo de enviárselo la última semana. He querido
los sentimientos ajenos intentar librarlo de erratas, pero me doy cuenta de que, a pesar
de mi cuidado, algunas se habrán introducido, aunque espero

Newton reconoció los que no sean importantes. Por favor, examínelo usted y señale
qué errores se han cometido, de manera que se puedan señalar
al final; si son muy importantes, se volverá a componer el plie-
esfuerzos de Halley go [...] Espero enviarle otros tantos pliegos en unos quince días
y tener muy pronto terminada la primera parte».
Seguramente aliviado, el 5 de abril Halley comunicaba a New-
La siguiente carta que Halley recibió del catedrático lucasia- ton que «no he recibido la última parte de su divino tratado has-
no, en la que este se refería a los Principia, iba fechada el 13 de ta ayer, aunque llegó a la ciudad hace una semana, debido a que
febrero de 1687, año en el que el libro finalmente aparecería. En he estado fuera de la ciudad la última semana. La primera parte
ella le decía que tenía dispuesto el segundo libro desde otoño, estará terminada en tres semanas y considerando que el tercero
pero que no se lo había enviado porque sabía que Halley había es más breve que el segundo, la misma imprenta que hizo el pri-
dejado sus labores en la secretaría de la Real Sociedad y espe- mero lo hará tan pronto como el segundo esté terminado, pero
raba noticias. Y añadía que le habían informado de que John encuentro algunas dificultades en que la letra sea exactamente
Wallis «ha enviado algunas cosas sobre proyectiles bastante la misma». Al igual que venía haciendo, Halley no se limitaba
parecidas a las mías en los papeles que el Sr. Paget le enseñó a cuestiones editoriales sino que continuaba su carta señalando
a usted y que se le ordenó que debería consultarme sobre si algunas dificultades con, en este caso, el método que empleaba
pretendo imprimir las mías. Las he incluido al comienzo del Newton para determinar la órbita de un cometa; mencionaba
segundo libro con otras de esa clase». Halley contestó el 24 de que, aunque no dudaba de que sus principios funcionarían, «una
febrero. «Ahora —explicaba— no haré nada más hasta que todo proposición o dos relativas a estas cuestiones añadirán mucho
esté terminado, lo que espero será poco después de Pascua; y a la belleza y perfección de su teoría de cometas».
para recuperar el tiempo que he perdido, emplearé otra im- Y así, por fin, terminó la composición e impresión de Phi-
prenta que se ocupe de la segunda parte, la cual me complace losophiae naturalis principia mathematica, como comunicaba
saber que usted ha perfeccionado; por favor, envíemela lo antes Halley a Newton el 5 de julio de 1687:
posible. En cuanto la tenga pondré al impresor a trabajar en
ella y no dejaré de cumplir con mi parte para que aparezca al
mundo de manera que usted quede satisfecho. Me entristece Honorable Señor,
que la Sociedad aparezca ante usted tan inestable y que piense
que cambia con frecuencia, pero no sucede esto; y me enorgu- Por fin he llevado su libro a su final y espero que le guste. Las
llece decir que les sirvo a su satisfacción.» últimas erratas llegaron justo a tiempo para insertarlas. En-
El 1 de marzo, Newton anunciaba a Halley que recibiría «el tregaré de su parte los libros que desea a la R. Sociedad, al Sr.
segundo libro el jueves por la noche o el viernes con el carrua- [Robert] Boyle, al Sr. [Edward] Paget, al Sr. [John] Flamsteed
je». Este llegó, efectivamente, tal y como Halley le informaba el y si hay alguien más en la ciudad a quien usted quiera grati-
7 de marzo, al mismo tiempo que le notificaba que lo «pondría ficar de esta manera; le he enviado 20 ejemplares para que los
a imprimir, al haber acordado con uno [un impresor] que me regale a sus amigos de la universidad, le ruego que los acepte.

10  TEMAS 103


Como vemos, Halley intentaba recuperar el dinero que ha-
bía invertido en la edición los Principia, ocupándose también
de la distribución, para la que pedía ayuda a Newton, por si
conocía a algún librero adecuado en Cambridge. No obstante,
las tareas de distribución resultaron ser demasiado compli-
cadas para el esforzado Halley, que recurrió a un librero de
Londres, Samuel Smith. No se sabe si Halley llegó a recuperar
la inversión realizada.
Tampoco sabemos exactamente cuántos ejemplares de los
Principia se compusieron; parece que entre 300 y 400, cada uno
a un precio, como vimos, de entre 9 y 5 chelines por 511 páginas.
En un censo realizado en 1953 se identificaron 189 ejemplares
existentes: 124 en Europa, 63 en Estados Unidos, 1 en Australia
y 1 en Sudáfrica. Pronto fue un libro muy solicitado: en 1703, el
ejemplar de Halley fue vendido por 2 libras, 3 chelines y 6 peni-
ques, mientras que en 1707 un tal Sir William Browne se quejaba
de haber tenido que pagar 2 guineas por uno. Nada comparable,
sin embargo, con lo que sucedió en 1998, cuando la casa de su-
bastas Christie’s sacó a la venta un ejemplar. El precio de partida
fue de 80.000 dólares, y se vendió por 321.500.
El manuscrito de los Principia, por cierto, ha sobrevivido:
se encuentra en la biblioteca de la Real Sociedad. Aunque con-
tiene correcciones debidas a las plumas de Newton y de Halley,
sus 460 páginas no fueron escritas por Newton, sino por su
amanuense, Humphrey Newton, con el que, a pesar de lo que
pueda sugerir el apellido común, no le unía ningún parentesco.
Al menos en esta ocasión, el casi siempre egoísta e indiferente
a los sentimientos ajenos Newton reconoció los esfuerzos de
Halley. En el «Prefacio al lector» que incluyó en los Principia
escribió:

En la publicación de este trabajo, Edmond Halley, un hombre


de la mayor inteligencia y de saber universal, fue una ayuda
enorme; no solo corrigió los errores tipográficos y controló la
preparación de los grabados de madera, sino que fue él quien
me inició en el camino hacia esta publicación. Desde que hubo
obtenido mi demostración de la forma de las órbitas celestes,
nunca dejó de pedirme que lo comunicase a la Real Sociedad,
y su subsiguiente ánimo y amable patronazgo me llevaron a
EDMUND HALLEYalrededor de 1687.
pensar en publicarlo.

En el mismo paquete recibirá 40 más que, al no tener a nadie Tras la primera edición de 1687 hubo una segunda, que apa-
conocido en Cambridge, le tengo que pedir que ponga en ma- reció entre el 11 y el 14 de julio de 1713, en la que Roger Cotes
nos de uno o más de sus mejores libreros para que dispongan (1682-1716) desempeñó un papel similar a Halley (editor, pero sin
de ellos: pienso que el precio de los encuadernados en piel de arriesgar su dinero), y luego una tercera (31 de marzo de 1726) a
vaca y con letras impresas sea aquí de 9 chelines; los queries cargo de Henry Pemberton (1694-1771). Las dos fueron revisadas
[cuadernillos que forman un libro, equivalente a 24 o 25 hojas por Newton, que introdujo cambios, y las dos se escribieron
PINTURA DE THOMAS MURRAY/WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO

de papel para escribir] que le envío los valoro en 6 chelines, aún en latín (la primera edición en inglés apareció en Londres
para recuperar mi dinero según se vendan, o en 5 chelines de en 1729). De la segunda se imprimieron 750 copias, y 1250 de
precio [si se paga inmediatamente o en poco tiempo]; porque la tercera, señal inequívoca de que el libro iba consolidándose
pienso que no hay manera de tratar con libros sin interesar a como lo que en realidad fue desde el primer momento: una obra
los libreros y estoy dispuesto a que vayan a medias conmigo, maestra de la ciencia.
en vez de que su excelente trabajo sufra con sus combinaciones.
Espero que no se arrepienta de los esfuerzos que se ha tomado PARA SABER MÁS
en una pieza tan loable, tanto para usted mismo como para el
The correspondence of Isaac Newton. Vol. 2 (1676 y 1687).Herbert Westren
crédito de las naciones, y que, después de que se haya recuperado Turnbull. Cambridge University Press, Nueva York, 1960.
un poco con otros estudios, reanude esas consideraciones, en las
EN NUESTRO ARCHIVO
que tanto éxito ha tenido, e intente perfeccionar la teoría lunar,
que servirá de forma prodigiosa en navegación, al igual que de Newton.N. Guicciardini. Colección TEMAS de IyC, n.o 50, 2007.
profunda y sutil especulación.

Cartas científicas  11
La ciencia de
Benjamin Franklin
Polifacético, observador e imaginativo, cosechó numerosos inventos
y hallazgos en campos diversos

E
n la historia de la ciencia abundan personajes singulares, pero seguramente ningu-
no mostró tantas habilidades en tantos ámbitos diferentes como Benjamín Franklin
(1706-1790). Impresor, editor, escritor, político, diplomático, inventor y científico fi-
guran entre las actividades por las que le recuerda la historia.
Seguramente para la mayoría su nombre está asociado a que este había publicado en 1687, Philosophiae naturalis principia
fue uno de los cinco hombres a los que el Segundo Congreso Con- mathematica. Pemberton es recordado también por sus esfuer-
tinental de lo que entonces eran colonias británicas encargó que zos en la complicada tarea de hacer más accesible el contenido
redactasen la que sería la Declaración de Independencia de los de los Principia, algo que consiguió con la publicación de su
Estados Unidos. El borrador inicial lo escribió Thomas Jefferson; libro, View of Sir Isaac Newton’s philosophy (1728), una de las
los otros cuatro responsables (John Adams, Roger Sherman y tres mejores introducciones populares a la ciencia newtoniana
Robert Livingston, además de Franklin) se limitaron a proponer que se publicaron en el siglo xviii (las otras dos fueron Account of
algunas enmiendas. La más célebre provino de Franklin: el texto Sir Isaac Newton’s philosophical discoveries, de Colin M ­ aclaurin,
de Jefferson, «sostenemos que estas verdades son sagradas e y Élements de la philosophie de Newton, de Voltaire). Cuando
innegables», Franklin lo cambió por una frase memorable, que el libro de Pemberton se publicó, Franklin ya había regresado
se ha inscrito en los anales de la historia: «Sostenemos como a Norteamérica, pero en 1732 su amigo Peter Collinson, que
evidentes estas verdades». Las verdades en cuestión eran «que era miembro (fellow) de la Real Sociedad londinense, se lo en-
los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador vió como regalo. Contribuyó así a la formación científica de
de ciertos derechos inalienables, y que entre estos están la vida, Franklin, cuya escasa educación matemática le imposibilitaba
la libertad y la búsqueda de la felicidad». estudiar el libro de Newton. Las aportaciones de Franklin a la
De hecho, se ha argumentado que la idea de verdades «evi- ciencia se basaron siempre en la observación, experimentación
dentes» se basaba menos en John Locke, uno de los filósofos y su muy poderosa imaginación.
favoritos de Jefferson, que en el determinismo científico de la El viaje de Franklin a Inglaterra no tuvo, en principio, nada
física de Isaac Newton (también en el empirismo analítico de que ver con la ciencia. Lo realizó con la ayuda del gobernador
David Hume, amigo de Franklin). Se da la circunstancia de que de Pensilvania, sir William Keith, que deseaba contar con una
Franklin estuvo a punto de conocer personalmente a Newton. En buena imprenta en Filadelfia, por lo que sugirió al joven Franklin
su famosa autobiografía, y refiriéndose al período que pasó en —que había aprendido las técnicas impresoras con uno de sus
Inglaterra (fue su primer viaje a Gran Bretaña: llegó a Londres hermanos en Boston, pero que buscó emanciparse de la rígida
WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO

en los últimos días de 1724 y permaneció allí hasta bien entra- tutela de este trasladándose a Filadelfia— que viajara a Londres
do 1726), recordó que el doctor Henry Pemberton le «prometió para que comprase allí la maquinaria necesaria y aprendiera de
hacer lo posible por presentarme a sir Isaac Newton, cosa que otros impresores.
yo deseaba ardientemente y que por desgracia nunca ocurrió». Fue a partir de 1743 cuando Franklin —por entonces ya con
La recomendación era buena, puesto que Pemberton esta- los suficientes recursos económicos para dedicarse a lo que le
ba preparando entonces, con la ayuda del propio Newton (que gustaba— comenzó a producir resultados científicos que atra-
falleció en 1727), la tercera edición (1726) del gran tratado que jeron la atención de los estudiosos europeos. Y lo hizo primero

12  TEMAS 103


BENJAMIN FRANKLINen Londres, 1767.

Cartas científicas  13
en el campo de la electricidad, por el que comenzó a interesarse se electriza positivamente y A negativamente, o, más bien, que
durante una visita que realizó a Boston en el verano de aquel B se electriza más y B menos.
año. Asistió entonces a unas charlas de un científico escocés,
Archibald Spencer, que se ganaba la vida dando conferencias,
y que mostró algunas curiosidades —de las que tanto atraían No se limitó Franklin a esta contribución —teórica, pero ca-
en los salones ilustrados franceses e ingleses— protagonizadas rente de aparato matemático— en el dominio de la electricidad.
por fenómenos eléctricos. Ayudándose de botellas de Leiden Es bien conocido que fue el inventor del pararrayos, al que aludía
(botellas recubiertas de metal tanto por el interior como por el al comienzo de la anterior carta a Collinson:
exterior, que almacenaban electricidad; un modelo primitivo
del condensador), Franklin llegó a la conclusión de que la elec-
tricidad era un fluido, que podía pasar de un cuerpo a otro me- Muy señor mío:
diante la transferencia de lo que suponía «cargas eléctricas» (la
unidad de electricidad, el electrón, fue identificada por Joseph Tal como le informaba en mi anterior carta, durante el transcur-
J. Thomson en 1897). El cuerpo que recibía esa carga quedaba so de nuestras experiencias en materia eléctrica hemos observa-
cargado positivamente, mientras que el que la perdía se cargaba do algunos fenómenos especiales que para nosotros resultaban
negativamente. Fue, pues, el primero en introducir los concep- inéditos y de los que prometí darle noticia, aun a sabiendas de
tos de «carga eléctrica positiva» y «carga eléctrica negativa». que quizá le resultarían familiares en atención a lo abundante
En una carta que envió el 11 de julio de 1747 a Peter Collinson, de sus propias experiencias con agua.
Franklin le explicaba un experimento que había llevado a cabo:
El primer efecto maravilloso que he observado es que los cuer-
pos afilados son especialmente idóneos para atraer y repeler
1. Una persona de pie sobre cera, que se frote con un tubo [una electricidad.
forma de, en principio, electrizarse], y otra que también esté
sobre cera y atraiga la chispa (siempre que no se toquen una a
otra), parecen estar electrizadas para quien las observa desde el Y a continuación le explicaba el experimento que había rea-
suelo. Recibirá esta persona una chispa cuando se aproxime a lizado.
cualquiera de esas personas con los nudillos por delante. Uno de sus escritos (no una carta) de 1753 contiene unas
«instrucciones para la construcción de pararrayos». Merece la
2. Pero si las personas que están sobre la cera se tocan mientras pena citarlo:
se excita el tubo, ninguna parecerá electrizarse.

3. Si se tocan una a otra tras excitar el tubo y hacer saltar la Dios ha permitido en su magnanimidad para con la humani-
chispa, tal como se ha dicho, se producirá una descarga entre dad que por fin se descubriese el sistema de defender las vi-
ellas mayor que la que se produciría entre cualquiera de ellas y viendas contra las calamidades de los rayos. El método para
la tercera persona que esté en el suelo. lograrlo consiste en lo siguiente: se coloca una pequeña varilla
de hierro (puede valer la que se utiliza para la fabricación de
4. Después de la descarga, ninguna de ellas notará que está clavos), de tal largo que un extremo se clave en la tierra húmeda
electrizada. unos tres o cuatro pies, y el otro sobresalga de seis a ocho pies
sobre la parte más alta del edificio. En la parte alta de la varilla
Para nosotros, todo este experimento significa lo siguiente. Como se conecta un pie de alambre de latón del calibre de las agujas
se ha explicado, la corriente eléctrica es un elemento común que corrientes de calceta, y se afila su parte superior. La varilla se
las personas descritas tienen en igual proporción antes de que se fija al edificio con unas cuantas grapas [...] El edificio dotado
haga ninguna operación con el tubo. La persona A que está de con tal artilugio no será dañado por el rayo, que será atraído
pie sobre la cera y frota el tubo eléctrico recoge corriente eléctrica por las varillas puntiagudas y llegará a tierra a través de los
de ella misma y la lleva al tubo. Como su comunicación con la cables, sin causar perjuicio alguno.
masa se interrumpe a causa de la cera, su cuerpo no vuelve a
cargarse. B (que también está sobre la cera), al pasar los nudillos
cerca y a lo largo del tubo, recibe la corriente recogida allí de A; En otra de sus cartas a Collinson, esta del 19 de octubre de
y como su comunicación con tierra está también cortada por la 1752, le explicaba que «la atracción del fuego eléctrico de las
cera, retiene la mayor cantidad que ha recibido. A la persona C, nubes por medio de varillas de hierro puntiagudas instaladas
que está sobre el suelo, le parece que las dos anteriores están en edificios altos» podía lograrse de una manera diferente. Y
electrizadas, pues por tener solamente ella la cantidad media pasaba a explicar su célebre experimento con una cometa.
de corriente eléctrica, recibe una descarga al aproximarse a la
persona B, que está sobrecargada, pero da otra cantidad a A, que Un científico polivalente
tiene menos carga. Si A y B se aproximan y entran en contacto, Cuando se repasa la correspondencia de Franklin, las cartas que
la descarga es aún mayor porque la diferencia de carga eléctrica envió y las que recibió, se constatan los diversos campos en los
entre ellos es más grande. Después de ese contacto ya no salta que dejó huella. Entre estos mencionaré, por ejemplo, que en
más descarga entre ninguno de ellos y C porque se ha igualado sus viajes transatlánticos identificó la corriente del Golfo: el 29
la carga eléctrica en todos. Y si se tocan mientras se están car- de octubre de 1769 informaba a Anthony Todd en este sentido,
gando, la igualdad nunca se interrumpe y el fluido eléctrico se y años más tarde, cuando regresaba de Francia a Norteamérica
limita a circular. De esto hemos deducido algunas proposiciones. (fue su viaje final), realizó medidas que mostraban que la tempe-
Decimos que B (y cualquier cuerpo en sus mismas condiciones) ratura de la corriente disminuía con la profundidad, lo que venía

14  TEMAS 103


a decir que se trataba de una especie de río que circulaba por el Lo que decía en esta carta Lavoisier no carece de interés
océano. Desde el barco en que viajaba, escribía en agosto de 1875 histórico, pues el tipo de «aire» que había identificado Priestley
a David Le Roy que «esta corriente se genera probablemente por desempeñó un papel muy importante en la nueva química que
la gran acumulación de agua en la costa del este de América entre creó Lavoisier, quien bautizó al «aire desflogisticado» de aquel
los trópicos, por los vientos alisios que circulan constantemente como «oxígeno».
por allí». Otro invento suyo especialmente celebrado fue el de
las lentes bifocales. Globomanía
Mantuvo contacto con algunos de los científicos más des- Los años que Franklin permaneció en París le permitieron asis-
tacados de su tiempo. Joseph Priestley, el teólogo y activista tir al nacimiento de un nuevo fenómeno: la «aerostación», o
social que se convirtió en científico y se instaló en Norteamérica, navegación aérea por medio de globos (aerostatos). La era de
recordado especialmente por sus aportaciones al estudio de «los la navegación aérea comenzó en junio de 1783, cuando los her-
aires» presentes en la atmósfera (identificó el oxígeno, para él manos Joseph-Michel y Jacques-Étienne Montgolfier lanzaron
«aire desflogisticado»), conoció a Franklin en 1765, al comienzo cerca de Lyon un globo no tripulado relleno de aire caliente, que
de la segunda estancia de este en Inglaterra (que se prolongó se elevó a algo menos de dos kilómetros de altura. Franklin no
hasta 1770). En una carta que Priestley envió a Franklin el 1 de asistió a aquella demostración, pero sí a la que se llevó a cabo a
julio de 1772, le explicaba el famoso experimento que hizo con finales de agosto con un globo, también no tripulado, que utili-
ratones y que difundió más tarde en su libro Experiments and zaba hidrógeno. El 30 de agosto, informaba de lo que había visto
observations on different kinds of air (1774): al botánico y viejo conocido suyo, Joseph Banks, presidente de
la Real Sociedad inglesa:

Querido señor:
Sir:
Imagino que ya habrá llegado a Londres y me gustaría aprove-
char esta oportunidad para informarle de que nunca he estado El miércoles 27, el Sr. Charles, profesor de filosofía experimental
más ocupado ni he tenido tanto éxito realizando experimentos en París, repitió el nuevo experimento aerostático, inventado por
como después de haber tenido el placer de verle en Leeds. los Sres. Montgolfier de Annonay.

Estoy completamente seguro de que el aire que se ha convertido Con lo que en Inglaterra se llama seda aceitosa, y aquí tafetán
en altamente nocivo debido a la respiración [al emitir dióxido gommée, se formó un globo hueco de 12 pies de diámetro, habien-
de carbono], recupera [sus propiedades] si se hace crecer en él do sido impregnada la seda con una solución de goma elástica
ramitas de menta [que emiten oxígeno]. Probablemente recorda- en, como se dice, aceite de linaza. Las partes se pegaron con la
rá el floreciente estado en que vio una de mis plantas. El sábado goma mientras estaban húmedas, y parte de esta se pasó después
después de que usted se fuese, puse un ratón en el aire en el que por las junturas, para hacer que fuese lo más hermético posible.
estaba creciendo [la planta] desde hacía siete días, y continuó allí
durante cinco minutos sin mostrar ningún signo de molestia, tras Después se lo rellenó con gas inflamable [era hidrógeno] que se
lo cual lo saqué [del receptáculo cerrado en el que ratón y planta produjo echando aceite de vitriolo sobre limaduras de hierro,
se encontraban] mostrándose bastante fuerte y vigoroso, mien- hasta que se vio que tenía una tendencia a ascender tan fuerte
tras que un ratón murió después de apenas dos segundos cuando como para poder levantar un peso de 39 libras, además de su
estaba en la misma cantidad de aire que se había mantenido propio peso, que era de 25 libras, y del peso del aire que contenía.
en las mismas condiciones pero sin ninguna planta dentro. El
mismo ratón que vivió bien en el aire restaurado, apenas se pudo Se lo llevó temprano por la mañana al Campo de Marte, un
recuperar tras permanecer no más de un segundo en el otro aire. lugar en el que a veces se realizan revistas militares, en la parte
que se halla entre la Escuela Militar y el río. Allí se lo mantu-
vo abajo sujetándolo con una cuerda, hasta las 4 de la tarde,
También conoció a Lavoisier. Fue durante los años que vivió cuando se dejó que se elevase, pero manteniéndolo aún atado
en París (1776-1785) defendiendo como embajador los intereses a tierra. Antes de esa hora, se tuvo cuidado de reemplazar la
de Estados Unidos, que pugnaban por afirmar su recientemente parte de gas inflamable, o de su fuerza, que se había perdido,
declarada independencia de Gran Bretaña. El 8 de junio de 1777, inyectando más.
Lavoisier escribía a Franklin:
Se supone que se reunieron no menos de 50.000 personas para
ver el experimento. El Campo de Marte estaba rodeado de mul-
Sir: titudes y había un gran número de personas en el lado opuesto
del río.
Hemos reservado el próximo jueves, 12 de este mes, para repetir
algunos de los principales experimentos del señor Priestley A las 5 en punto se avisó a los espectadores disparando dos ca-
sobre los diferentes tipos de aire. Si usted está interesado en ñones, y se cortó la cuerda. Y se vio al globo elevarse [...] Hacía
estos experimentos, nos sentiríamos muy honrados contando un poco de viento, pero no era muy fuerte. Lo había mojado
con su presencia. Proponemos comenzar a la una en punto y algo de lluvia, de manera que relucía, dándole una aparien-
reanudarlos inmediatamente después de comer. Deseo sincera- cia agradable. Disminuyó en su tamaño aparente según iba
mente que pueda aceptar esta invitación; solamente estarán los elevándose, hasta que penetró en las nubes, cuando me pareció
señores Le Veillard, Brisson y Beront —demasiadas personas apenas mayor que una naranja, y pronto se hizo invisible, al
no son, en general, convenientes para el éxito del experimento. ocultarlo las nubes.

Cartas científicas  15
La multitud se disgregó, todos muy satisfechos y muy felices con cho que tendrá 110 pies de diámetro. Varios señores han encarga-
el éxito del experimento, y entreteniéndose con conversaciones do globos pequeños para su entretenimiento; uno ha encargado
sobre las posibles aplicaciones que se le podía dar, algunas muy cuatro, cada uno de 15 pies de diámetro; no sé con qué propósito;
extravagantes. Posiblemente abra el camino a descubrimientos pero tal es el entusiasmo por promover y mejorar este descu-
en filosofía natural que ahora no imaginamos. brimiento que probablemente pronto se realizará un progreso
considerable en el arte de construir y utilizar estas máquinas.
Se puso una nota, asegurándose de que no la pudiese deteriorar
el tiempo, detallando la hora y el lugar de la partida, y rogando Entre las conversaciones para entretenerse a que ha dado ori-
a quienes lo pudiesen encontrar que enviasen un informe de gen este tema, algunas suponen que con esto se ha inventado
su estado a ciertas personas de París. No se supo nada hasta el vuelo, y que como las personas pueden ser mantenidas en el
el día siguiente, cuando se recibió información de que había aire, lo único que falta son algunos instrumentos fácilmente
caído un poco después de las 6 en Gonesse, a unas 4 leguas de disponibles para darles movimiento y para dirigirlos. Algunos
distancia; se hallaba rasgado, y algunos dicen que tenía hielo. piensan que con ellos se avanzará en los movimientos sobre la
Se supone que había explotado debido a la elasticidad del aire tierra, y que una persona o un caballo colgado o suspendido
que contenía cuando este ya no pudo comprimirse más en una de uno de estos globos, de manera que no ejerza con sus pies
atmósfera tan pesada. más peso sobre el suelo que tal vez 8 o 10 libras, podrá, con un
viento razonable, atravesar en línea recta países con la misma
El propio Sr. Montgolfier está preparando uno de 38 pies de diá- rapidez que el viento, y pasar sobre setos, zanjas y hasta sobre
metro, a cuenta de la Academia, que se elevará dentro de unos aguas. Incluso se ha imaginado que con el tiempo la gente ten-
pocos días. Se dice que se construirá con lino y papel, y que se drá estos globos anclados en el aire, y mediante poleas podrán
rellenará con un aire diferente, aún no hecho público, pero más subir carne de caza para conservarla en frío, y agua para que se
barato que el producido por el aceite de vitriolo, del cual se nece- congele cuando se desea hielo. Y para ganar dinero, se ofrecerá
sitaron 200 pintas parisinas para rellenar el primero. a la gente una amplia vista del país, subiéndolos en un sillón
a una altura de una milla por una guinea, etcétera, etcétera.
Se dice que durante algunos días después de haberlo rellenado,
se comprobó que el globo perdía una octava parte de su poder de
ligereza en 24 horas. Si ello se debe a imperfecciones en la imper- No parece, sin embargo, que Banks quedase muy impresionado
meabilidad del globo o a un cambio en la naturaleza del aire, es por las noticias que recibió de Franklin (y de otros). Al menos esto
algo que se podrá descubrir fácilmente mediante experimentos. es lo que se deduce de lo que escribió en su contestación a Franklin
(en la que acuñó el término ballonmania, esto es, «globomanía»):
Pensé que era mi deber, sir, enviar pronto un informe de este
extraordinario hecho a la Sociedad [la Real Sociedad de Londres]
que me hace el honor de contarme entre sus miembros; y me es- Creo que observo entre las partes más respetables de la Real So-
forzaré por hacerlo más perfecto según reciba más información. ciedad una inclinación, que ha prevalecido, a protegerse de la
globomanía y a no apoyar los globos por el mero hecho de que son
capaces de elevarse en la atmósfera, hasta que se proponga que
Y añadía en una posdata: se realice con ellos algún experimento que pueda probablemente
resultar beneficioso para la Sociedad o para la ciencia.

Acabo de saber que algunos observadores dicen que el globo tardó


150 segundos en elevarse, desde que se cortó la cuerda hasta que Como vemos por estos meros apuntes, la biografía de Benja-
se ocultó en las nubes; que su altura era entonces de 500 toesas mín Franklin solo se puede calificar de extraordinaria.
[medida francesa equivalente a 1,946 metros], pero que al salirse
de la perpendicular debido al viento, tuvo que inclinarse forman-
do un triángulo, cuya base en la tierra era de unas 200 toesas. Se
dice que los campesinos que lo vieron caer se asustaron mucho,
pensando al verlo botar un poco cuando tocó tierra que había PARA SABER MÁS
algún animal vivo dentro; lo atacaron con piedras y cuchillos,
The ingenious Dr. Franklin. Selected scientific letters of Benjamin Franklin.
de manera que quedó bastante destrozado; pero ahora ha sido Edición de Nathan G. Goodman. University of Pennsylvania Press, Filadelfia, 1956.
traído a la ciudad y será reparado. A scientific autobiography of Joseph Priestley (1773-1804). Selected
scientific correspondence.Edición de Robert E. Schofied. The MIT Press,
Se dice que el grande del Sr. Montgolfier será lanzado, desde Ver- Cambridge, Massachusetts, 1966.
Autobiografía y otros escritos.Benjamin Franklin. Edición de Luis López
salles, en unos 8 o 10 días. No es un globo, ya que tiene una for- Guerra. Editora Nacional, Madrid, 1982.
ma diferente, más adecuada para penetrar el aire. Tiene una Experimentos y observaciones sobre electricidad.Benjamin Franklin. Edición
capacidad de 50.000 pies cúbicos y se le supone una fuerza de de Joaquín Summers Gámez. Alianza Editorial, Madrid, 1988.
elevación igual a un peso de 1500 libras. Un filósofo de aquí, Benjamin Franklin: An American life.Walter Isaacson. Simon & Schuster,
M. Pilatre de Rozier, ha solicitado formalmente a la Academia ir Nueva York, 2003.
en él, para realizar algunos experimentos. Se le alabó por su celo EN NUESTRO ARCHIVO
y coraje a favor de la promoción de la ciencia, pero se le advirtió Electrificación en las tormentas.Earle R. Williams en IyC, enero de 1989.
que esperase hasta que la experiencia hiciese más conocidos El papel del oxígeno: 1777-1782.Marco Beretta en «Lavoisier», Colección
y seguros estos globos. Dicen que rellenarlo a la manera del Temas de IyC n.o 64, 2011.
Sr. Montgolfier no costará más de media corona. Alguien ha di-

16  TEMAS 103


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Los monográficos de
Linneo y Mutis
Unidos por la naturaleza

C
arl Linnaeus (1707-1778), conocido después de haber sido ennoblecido como Carl
von Linné (castellanizado Carlos Linneo) es uno de los grandes nombres de la his-
toria de las ciencias naturales, uno que difícilmente será olvidado. Estudió en la
Universidad de Uppsala, en la que comenzó a dar clases de botánica en 1730. Sin
embargo, abandonó su patria y vivió en el extranjero entre 1735 y 1738, año en que
regresó a Suecia en calidad de catedrático de medicina en su alma mater, en la que desarrolló
el resto de su carrera. De hecho, su primer gran libro, Systema naturae per regna tria natu-
rae, secundum clases, ordines, genera, speciescum characteribis, diferentiis, synonymis, locis
(1735), lo publicó en Holanda. En él estableció los principios que habrían de regir el sistema
taxonómico de clasificación de especies.
En las plantas, su verdadera especialidad, el método con- ciones figura la de haber organizado y dirigido una gran Real
sistía en contar el número de estambres (órganos masculinos) Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada). Después de
para determinar la clase, y luego contar el número de pistilos ejercer como médico en España, Mutis se trasladó a América,
(órganos femeninos) para determinar el orden. Era sencillo, al al Nuevo Reino de Granada, en 1760 como médico de Pedro
alcance de cualquiera. Solo había que contar. A continuación Messía de la Cerda, que acababa de ser nombrado virrey de
creó un sistema para nombrar las especies, que presentó en otro allí. En una carta que escribió desde Cartagena de Indias en
libro, Species plantarum (1753): la denominada nomenclatura mayo de 1763 a un corresponsal desconocido, explicaba algunos
binomial, formada por dos nombres, el género y la especie. pormenores del traslado:
El género expresa la pertenencia a un grupo de plantas o
de animales, mientras que la especie distingue a los del mismo
género y puede venir definida por epítetos que se refieren a muy Desde que salí de Madrid me he entregado enteramente a un
diversas cosas: origen geográfico, características cromáticas, estudio serio de la historia natural, para cumplir con las miras
estructura del organismo, una persona, etcétera. Por ejemplo, que me propuse cuando tomé la resolución de pasar al Nuevo
Solanum es el término latino (el latín era el idioma que utili- Mundo, con una suerte tan oportuna como la honrosa compañía
zaba, y exigía, Linneo) para un género (formado por unas 1400 de un virrey. Sin embargo, no he abandonado dichos estudios,
RETRATO REALIZADO EN 1882 POR CIPRIANA ÁLVAREZ DURÁN DE MACHADO,

especies) que incluía árboles, arbustos y herbáceas; la patata, en cuyos ejercicios me entretiene la obligación de mi facultad,
que pertenece a este género, se denomina Solanum tuberosum y otro nuevo destino. Lo cierto es que, deseando juntar mate-
(«que produce tubérculos subterráneos»), y el tomate es Sola- riales para la relación completa de mi viaje, no me acomodo a
num lycopersicum («melocotón de lobo»). dispensarme de todas aquellas cosas que pueden contribuir a
Para llevar a cabo su programa, cuyo alcance era inmenso, ilustrar mis observaciones, especialmente en ciencias naturales;
pues se trataba de nombrar y clasificar a todos los organis- embebido en estas ideas he ido aumentando mi afición a estos
REAL ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA

mos vivos presentes en la naturaleza, Linneo necesitaba ayuda estudios y puliendo aquellos rudos conocimientos que adquirí
de otros. Por ello recurrió a discípulos —como Pehr Löfling en España. En mi peregrinación desde Madrid a Cádiz recogí
(1729-1756), al que envió a España y América, donde falleció varias semillas, que remití a Suecia. Esta colección de semillas,
(en Venezuela) a la temprana edad de 27 años— al igual que que no pude hacer sin grandes trabajos, me facilitó la honro-
corresponsales extranjeros. Uno de estos fue el gaditano José sa correspondencia del señor Linneo. Yo estaba en Santafé [la
Celestino Mutis (1732-1808), seguramente el mayor naturalista actual Bogotá], ciudad de mi destino, y corte de los Virreyes
que haya nacido jamás en España (entre sus muchas aporta- del nuevo reino, cuando inesperadamente me hallé con una

18  TEMAS 103


JOSÉ CELESTINO MUTISobservando
un ejemplar de Mutisia, la especie que le
dedicó Linneo hijo.

Cartas científicas  19
carta de aquel grande naturalista solicitando eficazmente mi a vuesamerced de nuevo, por la vía de Caracas […] Le adjunté
correspondencia y franqueándome el título de miembro de la algunas descripciones de plantas, con un informe de mi reciente
Academia de Upsal [Uppsala]; vea vuesamerced las primicias viaje a Cartagena, en compañía del virrey.
de mi trabajoso viaje.

Continuaba más adelante refiriéndose a otras misivas (hasta


La relación epistolar con Linneo tuvo un intermediario, Clas seis) que le había escrito, mencionando que en la sexta, de enero
Alströmer, discípulo de Linneo que se encontraba viajando por de 1764, y «para que esta carta no le parezca completamente
España, al que Mutis conoció en Cádiz en agosto de 1760. Muy inútil», le había enviado «una lámina con algunas de las flores
poco después, el 6 de septiembre, Alströmer escribía a Linneo de la corteza de la quina peruana».
desde Sevilla informándole de que había conocido a Mutis, un Esa es la carta que, por fin, recibió Linneo, quien respondió
médico muy interesado en la botánica que se dirigía a América, con otra (no datada):
portando en su equipaje algunas obras de aquel. Entre ellas
citaba Philosophia botanica y Systema naturae, que le había
proporcionado otro discípulo de Linneo en Cádiz, Fréréric Logié Carlos Linneo saluda al ilustrísimo y expertísimo varón, el señor
(Mutis reciprocó regalándole algunas plantas y semillas que doctor José Celestino Mutis.
había recogido en su viaje de Cádiz a Madrid, para que se las
enviara a Linneo). «Nada animaría más a este señor Mutis», Oportunamente recibí, hace ocho días, tu carta con fecha de
aconsejaba Alströmer en su carta al maestro de Uppsala, «que 24 de septiembre de 1764, y fui en alto grado emocionado y
un recordatorio con algún consejo escrito de puño y letra por el alegrado por ella: contenía, en efecto, un bellísimo dibujo de la
señor Arquiatra [título que el rey de Suecia confirió a Linneo]. A corteza de quina, junto con hojas y flores. Estas flores, que yo
cambio, él informaría al señor Arquiatra de sus investigaciones nunca había visto anteriormente, me dieron una idea verda-
y le haría llegar algunas colecciones.» dera de este rarísimo género, muy distinto de la que me había
Se sabe que Linneo escribió inmediatamente a Mutis en fe- formado por las figuras del señor Condamine. Por todas estas
brero de 1761, pidiéndole que fuese su corresponsal en Nueva cosas, y por cada una en particular, te quedo profundamente
Granada y que explorase el territorio colombiano, prometiéndole agradecido.
además que le nombraría miembro de la Academia de Ciencias
de Uppsala. Sin embargo, los intercambios epistolares entre Si en adelante quisieras seguir favoreciéndome con tus cartas, te
ambos, tan alejados geográficamente el uno del otro, resultaron ruego que el rótulo venga dirigido a la Real Sociedad de Ciencias
muy difíciles, con constantes pérdidas de cartas. En este sentido, de Uppsala: así las recibiré con toda certeza, y además libres de
el 6 de octubre de 1763 Mutis se dirigía a Linneo desde Santafé gastos; por la última tuya tuve que pagar al correo nada menos
de Bogotá (se comunicaban en latín): que un ducado belga.

En estos días ha entrado en prensa una nueva edición de Sys-


He meditado muchas veces qué puede, tan inesperadamen- tema naturae, que resultará casi dos veces más extensa que las
te, haberme privado de su correspondencia, lo que puedo atribuir anteriores. El primer tomo contiene más de seis mil animales, y
a inconstancia o negligencia de mi parte. Estoy absolutamente así sucede en los demás. Espero que esta edición quede terminada
seguro de no haber procurado lo más mínimo para privarme de antes de un año. Si tienes alguna cosa que aumente esta colec-
sus cartas. Me aventuro, pues, a molestarlo con otra breve carta ción, te pido por favor que me la comuniques en tiempo oportuno,
para expresarle mis ansiosas esperanzas de que mis anteriores y verás hecha honorífica mención de tu nombre en cada caso.
hayan llegado a sus manos, y mis temores de que vmd. no co-
nozca aún en cuánto aprecio su buena opinión […] Envío esta carta en sobre dirigido al señor Pellman, porque ig-
noro por qué otro camino te pueda llegar con seguridad, pues
He pedido últimamente a Mr. Bellmann [Pellman], cónsul sueco veo por tu carta que no has recibido las mías, con excepción de
en Cádiz, el favor de saludarle en mi nombre a fin de que no la última.
crea que lo he olvidado. Ahora seguro de conservar su amistad,
pienso remitirle, muy pronto, copias de cuatro cartas que en
varias ocasiones le he escrito. Interesante es, asimismo, otra carta que Linneo dirigió a Mu-
tis el 20 de mayo de 1774, casi un año después de la del gaditano:

Pero seguían sin llegarle cartas de Linneo, y el 24 de septiem-


bre de 1764 Mutis volvía a la carga, refiriéndose a «aquella carta He recibido puntualmente en estos días tu carta con fecha del 6
suya, tan llena de bondades, que recibí cuando estaba pensando de junio de 1773, con mayor gusto nunca en toda mi vida, pues
en entablar correspondencia con vuesamerced» y lamentándose contenía una riqueza tal de plantas raras y aves que me he
de seguir sin noticias suyas. Señalaba, asimismo: quedado completamente pasmado.

Te felicito por tu nombre inmortal, que ningún tiempo futuro


Recuerdo haberle escrito por segunda vez, en marzo de 1762, podrá borrar.
comunicándole algunas de mis observaciones sobre las hormigas
americanas. Le mencionaba en esta carta mi ansiedad por con- En los últimos ocho días he examinado, al derecho y al revés, de
seguir la segunda edición de su Fauna suécica, de la que estuve día y de noche, estas cosas, y he saltado de alegría cuantas veces
muy necesitado. En el transcurso de julio, del mismo año, escribí aparecían nuevas plantas, nunca vistas por mí.

20  TEMAS 103


Plantas: N o. 21 [en el reverso de la carta de Linneo aparece una Y, a continuación, detallaba algunas preguntas:
lista numerada de 146 nombres de plantas y animales]. La lla-
maré Mutisia. Jamás he visto una planta más rara: su yerba
es de clemátide; su flor, singenésica. ¿Quién había oído hablar ¿De qué árbol se saca el bálsamo del Perú? […] ¿De dónde la
de una flor compuesta con tallo trepador, zarcilloso, pinado, en goma elástica, o aquella resina elástica que se dobla y estira
este orden natural? como el cuero? […] En el país en que ahora te hallas, ¿crece por
ventura aquella hermosísima planta que mi padre consagró a tu
[…] Contesté puntualmente a tus cartas; me duele que no te nombre, llamándola Mutisia, según te anunció en otro tiempo?
hayan llegado […] Si así fuere, quisiera pedirte otro ejemplar mejor; porque el que
tenemos aquí está maltratado en las partes de la flor por las
No hagas nombres de géneros de los de tus amigos o de otras injurias del camino.
personas que no tienen merecimientos en esta ciencia; en efecto,
vendrá un tiempo que los borrará del modo que fácilmente
prevén. El gran Linneo no vivió mucho. Y fue otro corresponsal de
Mutis, que servía de intermediario en las difíciles comunica-
ciones epistolares entre América y Suecia, citado en la carta
Mutis y Linneo hijo anterior, el naturalista y cónsul de Suecia en Cádiz Hans Jacob
Pero la vida, la edad, no tiene en cuenta lo poco o mucho que Gahn, quien le notificó la triste nueva en una carta fechada
las personas hayan podido ofrecer al patrimonio común de la desde Estocolmo el 15 de abril de 1778:
humanidad. Linneo sufrió no mucho después de la anterior carta
el devastador paso del tiempo, como explicaba su hijo, también
de nombre Carlos Linneo, a Mutis el 6 de noviembre de 1777: Ya se murió el viejo Linneo. Sé lo que lo sentirá vuesamer-
ced, como lo sentimos todos, tarde tendrá su igual; pero su
hijo, quedándose con el gabinete, manuscritos y la instrucción
Muchos años ha, varón muy célebre, que traigo frecuentemente más inmediata, hará lo que podrá por mantener la claridad
a la memoria las hermosísimas cosas de historia natural que de aquel nombre y, si me atrevo a decirlo, la Presidencia de
has remitido a mi padre; pero, entre todas, aquella hermosísi- aquella ciencia.
ma colección de plantas. Desde entonces no ha vuelto a recibir
otra carta mi padre, ni, al desconocer en qué país te hallas, ha
podido escribirte. Fue para mí gustosísima la conversación que Mutis expresó su pesar al joven Linneo con una extensa carta
sobre este asunto tuve hace poco con nuestro cónsul de Cádiz, (de la que no se conserva la fecha):
mi estimadísimo amigo el señor [Hans Jacob] Gahn, quien me
refirió que todavía te hallabas en América; y me franqueó la
ocasión de poderte escribir. Mi padre fue acometido este año de Apenas puedo dar principio a esta carta por el golpe de lágrimas
una apoplejía, que finalmente vino a degenerar en perlesía del que bañan mis ojos en esta ocasión que recibo la tuya, ¡oh varón
lado derecho, de modo que ni puede escribir ni aun leer; pero su humanísimo!, pensando yo en otro tiempo escribirte lleno de gozo
entendimiento no está muy debilitado. Sus cargos públicos de y complacencia. Al tiempo de abrir un pliego en que incluía a mi
enseñanza de la botánica, zoología, materia médica y nutrición amado hermano, que habita en Cádiz, una carta con inscripción
se me han transferido con permiso del rey; hallándome ya cons- de mano extranjera, aún no pude cerciorarme de quién fuese; y
tituido profesor público de estas ciencias en la Universidad de leyendo la de mi hermano, con bastante sobresalto comencé yo
Uppsala, y prefecto del huerto académico. Para cumplir bien y a sospechar que estaba ya en peligro o ya del todo extinguida
desempeñar estos cargos, considero cuanto necesito y cuán útil la vida preciosísima del caballero Linneo. En efecto, después
me sea (habiendo ya dado principio a mi profesión en este año) de bien leída, me acabé de enterar con bastante pena que ya
un extendido comercio literario con los eruditos de Europa. Será había muerto aquel grande hombre, como se anunciaba en los
para mí de mucho gusto si logro entablarlo también contigo. escritos públicos; quiero decir que falleció tu amado padre, cuya
En el año siguiente pienso hacer una nueva edición de Systema fiel amistad tuve el grande honor de cultivar por muchos años,
naturae, y también un suplemento. Si para este tiempo me qui- venciendo la grande distancia que media entre los habitantes
sieres mandar algunas plantas, me será de mucha complacencia, del polo y del ecuador.
quedando a mi cuidado citarte en las que hallase nuevas.

¿Has logrado ver la nueva edición que hizo mi padre, y sus Desgraciadamente, tampoco vivió mucho el joven Linneo,
Mantisas, en que se halla citado tu nombre frecuentemente? Si que tanto prometía. Falleció, de una enfermedad hepática, en
no tienes estas obras te las remitiré luego que yo sepa. 1783. Tenía 42 años.

He sabido que has hallado nuevamente la Cinchona oficial cerca


de Santafé. Quisiera tener un ejemplar de ella. Lo consiguió
el señor Gahn, pero lo perdió en el camino. Tenemos también
muchos remedios en las oficinas farmacéuticas (son las boticas) PARA SABER MÁS

cuya naturaleza se ignora botánicamente, quiero decir, se igno- Archivo epistolar del sabio naturalista don José Celestino Mutis. Tomos I,
ran las plantas de donde se toman. Tú, ¡oh! varón muy célebre, III y IV.Edición dirigida por Guillermo Hernández de Alba. Editorial Kelly,
Bogotá, 1968 (tomo I), 1975 (tomo III) y 1978 (tomo IV).
tienes la fortuna de habitar en ese felicísimo país en donde se
pudieran descubrir e ilustrar estas cosas.

Cartas científicas  21
Las revoluciones
de Lavoisier
Del Traité élémentaire de chimie a la guillotina

E
n un libro que es ya un clásico de la historia y metodología de la ciencia­,
La estructura de las revoluciones científicas (1962), el físico reconvertido en

GRABADO DE W. C. SHARPE A PARTIR DE UNA PINTURA DE J. L. DAVID. COLECCIÓN WELLCOME/CC BY 4.0 (CREATIVECOMMONS.ORG/LICENSES/BY/4.0/LEGALCODE.ES)
historiador de la ciencia Thomas S. Kuhn explicó que antes de que prolife­raran,
a comienzos del siglo xix, los libros de texto científicos en los que se exponían
los cuerpos de las teorías aceptadas, «muchos de los libros clásicos famosos
de la ciencia desempeñaban una función similar. La Física de Aristóteles, el
­Almagesto de Ptolomeo, los Principia y la Óptica de Newton, la Electricidad de Franklin, la Quí-
mica de Lavoisier y la Geología de Lyell, estas y muchas otras obras sirvieron implícitamente,
durante cierto tiempo, para definir los problemas y métodos legítimos de un campo de inves-
tigación para generaciones sucesivas de estudiantes».
Todas esas obras —salvo, si acaso, la de Franklin— influyeron llegó hasta la segunda mitad del siglo xviii. Resulta ilustrativa
poderosamente en las ciencias a las que estaban dedicadas. Pero la entrada dedicada a la «química» en el tomo III, publicado en
una de ellas posee el añadido especial del momento en el que se 1753, de la Encyclopédie ou dictionnaire raisonné des sciences,
publicó y del destino que aquel mundo político produjo en su des arts et des métiers, dirigida por Diderot y D’Alembert, de la
autor, el químico Antoine Laurent de Lavoisier (1743-1794), «el que fue responsable el médico, farmacéutico y químico francés
Newton de la química», el «padre» de la química moderna. El Gabriel François Venel (1723-1775): «Está claro que la revolución
título completo de ese libro es Traité élémentaire de chimie, pre- que situará a la química en el rango que merece, que la pondrá al
senté dans un ordre nouveau et d’après les decouvertes modernes menos al lado de la física, que esta revolución, digo [Venel], no
(«Tratado elemental de química, presentado en un orden nuevo puede ser producida más que por un químico hábil, entusiasta y
según los descubrimientos modernos») y vio la luz, en París, atrevido que, encontrándose en una situación favorable y apro-
en 1789, el mismo año en que se inició la Revolución francesa. vechándose hábilmente de algunas circunstancias felices, sepa
despertar la atención de los sabios, primero con una ostentación
Antoine Laurent de Lavoisier brillante, con un tono decidido y afirmativo, y después con argu-
La manipulación de elementos y compuestos químicos tiene una mentos si sus primeras armas hubieran atacado algún prejuicio».
larga historia. En este sentido, la química posee raíces lejanas en Los deseos de Venel no tardarían en cumplirse: Antoine
el tiempo. En cambio, no ocurre lo mismo en lo que se refiere a Laurent de Lavoisier, que entonces contaba solo diez años, se
disponer de un sistema teórico organizado y eficaz, pues esto no llamaría ese químico «hábil, entusiasta y atrevido».

22  TEMAS 103


ANTOINE LAURENT DE LAVOISIER

Cartas científicas  23
Hijo de un próspero abogado de París, Lavoisier estudió en la combustión y la calcinación, que pasaron a convertirse
derecho, aunque terminó brillando en la ciencia. Sin embar- en procesos que implicaban la absorción o combinación de un
go, no descuidó asuntos más mundanos: fue accionista de la nuevo elemento, un aire al que bautizaría con el nombre de
Ferme Générale, una institución privada en la que la coro- «oxígeno». El aire común, o atmosférico, no era una sustancia
na francesa había delegado la recaudación de impuestos. Lo simple, sino que se componía de dos o más elementales, algo
que hizo para entrar en ella fue comprar un tercio de una que ya habían comprobado, con diferentes grados de certi-
participación. En calidad de férmier (recaudador), Lavoisier dumbre, Stephen Hales (1677-1761), Henry Cavendish (1731-1810),
estaba obligado a realizar giras de inspección e informar de Joseph Black (1728-1799), Wilhelm Scheele (1742-1786) y el ci-
sus observaciones a los directores de la compañía, férmiers tado Priestley.
más veteranos como Jacques Paulze, con cuya hija Marie-Anne Otro apartado destacado de la nueva química de Lavoisier
Pierrette Paulze (1758-1836) se casó en 1771, el mismo año que tuvo que ver con el agua, el componente más universal de la
Lavoisier incrementó su participación en la Ferme: con una naturaleza, que, al igual que el aire atmosférico, dejó de ser
inversión de 780.000 francos —una fortuna— adquirió la mitad considerada una sustancia simple (logro en el que también par-
de una participación. ticipó Cavendish). «Hasta nuestros días —escribió Lavoisier en
Como buen ilustrado, Lavoisier no fue ajeno a la actividad su Traité élémentaire de chimie, en donde explicó el procedi-
pública. En 1775 fue nombrado uno de los cuatro directores de miento que había seguido en este descubrimiento (que publicó
la Real Fábrica de Pólvoras (Régie des Poudres), la institución en 1781)—, el agua se había considerado un cuerpo simple, y los
estatal encargada de la producción de pólvoras y salitres, puesto antiguos no tuvieron dificultad alguna en llamarla elemento.
que mantuvo hasta 1791; en 1787 fue elegido representante del Para ellos era, sin duda, una sustancia elemental, puesto que
Tercer Estado en la Asamblea Provincial de Orleans, y en 1789, no habían conseguido descomponerla o, al menos, porque las
diputado suplente por la nobleza de Bois en los Estados Gene- descomposiciones del agua que tenían lugar diariamente ante
rales y miembro de la Comuna de París. su vista escapaban de sus observaciones. Pero ahora [...] el agua
En lo que se refiere a la química, los conceptos fundamen- ya no es para nosotros un elemento».
tales que encabezaron la revolución fueron los relativos a dos
procesos básicos: la combustión y la calcinación. La combustión El Traité élémentaire de chimie
(según la visión actual, la reacción química entre el oxígeno Más allá de ser un espléndido libro de química, el Traité cons-
y un material oxidable acompañada de desprendimiento de tituyó el vehículo mediante el cual su autor presentó a una
energía) pasó, gracias a él, a explicarse de una forma muy dis- audiencia más amplia el nuevo sistema químico que había de-
tinta a como se hacía en la teoría más influyente de la química sarrollado. Desde este punto de vista, se trataba de una obra que
precedente, la del flogisto. Según esta —que tuvo entre sus se imponía escribir. De hecho, la correspondencia de Lavoisier
principales defensores al alemán Georg Stahl (1659-1734)—, contiene muestras de que así fue; más aún, también otros quí-
la capacidad que tiene un cuerpo para arder se debe a la exis- micos pensaron en los mismos términos. El 17 de enero de 1789,
tencia en su composición de una sustancia llamada flogisto Jean-Baptiste van Mons (1765-1842), maestro farmacéutico de
(del griego filox, esto es, «llama»; por consiguiente, literal- Bruselas y entusiasta partidario de la nueva química de La-
mente «principio de la llama»). Asimismo, para que un metal voisier, así como adepto vigoroso de las ideas revolucionarias,
se calcine (la calcinación corresponde a la transformación por escribía a Lavoisier:
oxidación de un metal a su mineral o cal), era indispensable
que el flogisto formara parte de su composición. En las dos
operaciones, combustión y calcinación, tenía lugar el mismo Señor,
proceso: desprendimiento de flogisto de las sustancias que lo
contenían. Cuando la combustión y la calcinación se llevaban La inclinación de los animales de costumbre a favor de lo que
a cabo en recipientes cerrados, llegaba un momento en que el es antiguo, el odio nacional, la envidia acaso nacional tam-
proceso se detenía; la teoría explicaba este hecho postulando bién, pero siempre personal y, como acaba de decir un flogístico
que el aire contenido en el recipiente se saturaba del flogisto poco considerado, el temor de los químicos a ver olvidadas sus
desprendido y no admitía más adiciones. obras, se encuentran entre los obstáculos que el tiempo y la ra-
A finales de 1772, Lavoisier demostró que tanto el fósforo zón deberán vencer antes de que vuestra teoría sea adoptada
como el azufre se combinaban con el aire durante la combustión, universalmente.
y que los productos obtenidos (los ácidos fosfórico y sulfúrico)
pesaban más que el fósforo y el azufre iniciales. Se trataba, por Considerando estos obstáculos desde más cerca, es fácil iden-
consiguiente, de un proceso de adición, en lugar de uno en el tificar su causa. Alemania jamás verá con buenos ojos que se
que se producía un desprendimiento (de flogisto). A lo largo le arrebate un niño nacido y educado en su seno, e Inglaterra
de los dos años siguientes, comprobó que la calcinación era no será la primera en poner esta corona sobre la cabeza de un
un proceso similar a la combustión; esto es, que cuando un rival [Van Mons aludía a la teoría química del flogisto, en cuya
metal se calcinaba, se unía a una parte del aire circundante, cabeza se hallaba el alemán Stahl, y a los trabajos pioneros de
aumentando de peso. los ingleses Black y Priestley].
En octubre de 1774, Joseph Priestley (1733-1804) comunicó
a Lavoisier que había estudiado un gas que resultaba más apto Con todo esto, señor, no concibo cómo se puede tener buena fe y
que el «aire común» para mantener la combustión. Dado que aun así rechazar la obviedad. Pero tal parece ser la debilidad del
podía recibir mucho flogisto —creía todavía en esta teoría—, espíritu humano cuando se le anuncia una evidencia manifiesta;
favoreciendo la combustión de otros cuerpos, le había dado acostumbrado a la oscuridad, e incapaz de soportar el brillo de
el nombre de «aire desflogisticado». Lavoisier comprendió esta viva luz, se desvía y se aparta durante algún tiempo ante
pronto el papel fundamental que este nuevo gas desempeñaba la claridad que le deslumbra.

24  TEMAS 103


Entre las causas que más retrasan
la propagación de vuestra doctri-
na se encuentra, como he observado
bastantes veces en conversaciones
particulares que he tenido con sa-
bios en este país y sobre todo con
los profesores holandeses, el que
muchas personas no poseen más
que un conocimiento imperfecto de
los principios sobre los que reposa.
Una explicación un poco más am-
plia me ha permitido convencerlos
siempre.

Para eliminar en parte este obs-


táculo, hace algún tiempo he leído
en la Sociedad de Física Experi-
mental, nuevamente establecida
en esta villa bajo los auspicios de
Su Majestad, una memoria sobre la
diferencia entre las dos doctrinas
y la preeminencia de la vuestra y
cuento con ofrecer al público en los LOS RECAUDADORES GENERALESante el tribunal revolucionario, el 8 de mayo de 1794.
próximos días una pequeña obra
bajo el título Essai sur les principes
de la nouvelle theorie chymique en la que reuniré las partes correspondientes al año 1786. Al mismo tiempo, M. Dionis du
dispersas de vuestra doctrina, ¡intentando presentarla con orden Sejour presentó el segundo volumen de su tratado analítico de
y claridad! Este ensayo también será traducido al holandés por los movimientos aparentes de los cuerpos celestes y M. Lavoisier
el famoso profesor Rumpel [probablemente se trataba del médico un tratado elemental de química con planchas y descripciones
y químico John Dalrymple, conocido como Rumpel]. de todos los aparatos relativos a los descubrimientos modernos.
Esta obra se pondrá a la venta en el corriente mes de marzo en
la librería Cuchet, de la calle y hotel Serpente.
Van Mons no llegó a publicar la obra que mencionaba, que
finalmente pensaba titular Essai sur les principes de la chi-
mie antiphlogistique. La inminente publicación del Traité de El ejemplar que Lavoisier presentó al rey (conservado en la
Lavoisier, del que Van Mons parecía no tener noticia, lo hizo actualidad en la Biblioteca Nacional francesa, encuadernado
innecesario. En este sentido, el 2 de febrero Lavoisier contes- con el escudo de armas de María Antonieta) pertenece a una
taba a Van Mons: edición preliminar del Traité, la única encuadernada en un solo
volumen (558 páginas). Debieron imprimirse pocos ejemplares
de esta edición, que Lavoisier distribuyó en el mes de marzo.
Le agradezco mucho, Señor, el interés que ha tenido a bien testi- A esta siguió, parece que en mayo si no en abril, la edición
moniarme por una doctrina que yo he creado y que espero que canónica, en dos tomos.
no tardará en producir una completa revolución en la forma
de enseñar la química. No hay por qué asombrarse de que estas Víctima de la guillotina
novedades asusten; hace falta un punto de madurez y el de la 1789, el año de la publicación del Traité, no fue un año cualquie-
doctrina moderna me parece que lo proporciona. Es de desear ra, sino el que alumbró la Revolución francesa: el 14 de julio
que buenos espíritus como usted quieran encargarse de propagar masas parisinas tomaron la Bastilla, el odiado símbolo de un
los conocimientos y espero con impaciencia que tenga usted a régimen que ya no se quería. Lavoisier, entonces en la cumbre
bien comunicarme la memoria que ha leído en la sociedad de de su poder y prestigio, científico y público, no pudo permanecer
física experimental establecida en Bruselas. Por mi parte, trabajo al margen de aquel proceso, en el que las ansias de libertad e
en un tratado elemental de química que sigue la nueva doctrina igualdad a menudo se combina­ron con la crueldad, el vandalis-
y que va a aparecer pronto. mo y el terror.
Durante algún tiempo, el nuevo régimen contó con él. Fue
nombrado miembro del Bureau de Consultation des Arts et
Y realmente apareció pronto, como muestra el contenido de Métiers (Departamento de Consultas de Artes y Oficios), orga-
la nota que el 15 de febrero Lavoisier enviaba a Jean-Gaspard nismo creado el 13 de septiembre de 1791 para proporcionar
Dubois de Fontanelle (1727-1812), desde 1784 redactor del perió- al Gobierno informes sobre los inventos útiles y establecer
dico Gazette de France: las correspondientes recompensas. Preparó varios informes y
asistió a sus sesiones hasta el mismo día que fue arrestado, el
28 de noviembre de 1793 (8 de Frimario del año I, de acuerdo
LE SCIENZE

La Academia Real de Ciencias ha tenido el honor de presentar al con la nueva cronología revolucionaria), poco más de un mes
Rey, a la reina y a la familia real el volumen de sus memorias después de haber sido, el 2 de octubre, nombrado presidente

Cartas científicas  25
del Bureau. En el registro de la prisión de Port Libre (poste- SI TE INTERESA ESTE TEMA...
riormente Hospital de la Maternidad) en la que fue confinado,
se anotó simplemente: Descubre Lavoisier: La revolución
química, el monográfico de nuestra
El 8 de Frimario, colección TEMAS que ofrece un
Lavoisier, hasta ahora férmier général. extenso recorrido por la vida y
Motivo: para rendir cuentas. el legado científico de quien fue el
Orden de la policía. padre de la química moderna.

Ser férmier era, como vemos, la gran acusación. El mismo día,


su suegro, Jacques Paulze (que entonces tenía 71 años), también www.investigacionyciencia.es/revistas/temas
fue hecho preso. Unos días antes, el 4 y 5 de Frimario, lo habían
sido otros férmiers. El resto lo sería poco después.
En una nota que escribió durante los meses que pasó en
prisión, Lavoisier defendió (refiriéndose a sí mismo en tercera más por mi familia; es por haber sido desposeído de todo y
persona) con orgullo su carrera como científico y ciudadano: no poderles dar ni a ella ni a vosotros ninguna prueba de mi
cariño y agradecimiento.

Lavoisier, miembro de casi todas las academias de Europa, ha Es cierto que el ejercicio de todas las virtudes sociales, de servi-
consagrado su vida principalmente a trabajos relativos a la cios importantes prestados a la patria, una carrera empleada
física y a la química. con provecho para el progreso de las artes y los conocimientos
humanos no bastan para protegerme de un fin siniestro y para
Durante los veinticinco años que ha sido miembro de la Acade- evitar perecer como un culpable.
mia de Ciencias, ha hecho imprimir en sus Actas más de 80 me-
morias, de las que una gran parte contienen descubrimientos Te escribo hoy porque mañana tal vez ya no me será permitido
importantes para las artes, las ciencias y la humanidad. Ha hacerlo y porque para mí, en estos últimos momentos, es un
consagrado a este fin una parte importante de su fortuna. dulce consuelo ocuparme de vosotros y de las personas que me
son queridas. No me olvidéis junto a aquellos que se interesan
Se ha ocupado principalmente de experimentos de agricultura por mí; que esta carta sea común. Es verdaderamente la última
muy onerosos que ha continuado durante quince años y en los que os escribo.
cuales ha sacrificado más de 120.000 libras; se propone incesan-
temente publicar una obra importante sobre este tema. Lavoisier

No esperó en ningún momento la época de la Revolución para


manifestar sus principios sobre la libertad y la igualdad. Al día siguiente, tal y como sospechaba o sabía, después
de interrogar a los acusados (de conspirar contra el pueblo de
Francia), 28 férmiers, el tribunal revolucionario los condenó a la
Sin duda, creía lo que escribió, que había amado la libertad y pena de muerte, que se debía ejecutar dentro de las siguientes
la igualdad siempre, solo que la libertad e igualdad del férmier 24 horas. Sin embargo, no se esperó demasiado: fueron ejecuta-
général no era, claro, la libertad e igualdad del pueblo llano, de dos, en la guillotina, el mismo 8 de mayo, siguiendo el orden que
los sans-culottes que tomaron la Bastilla. Si estos —impulsados, aparecía en el acta de acusación. Lavoisier era el quinto, justo
no hay que olvidarlo, entre otros, por filósofos ilustrados— de- después de su suegro, cuya cabeza vio, por consiguiente, caer.
sencadenaron un proceso político que influiría poderosamente Sus restos fueron arrojados al cementerio de la Madeleine. Al
en el curso posterior de la historia de la humanidad, también día siguiente, Lagrange le dijo a Delambre: «No ha hecho falta
hizo lo mismo, aunque en otros apartados, el contenido del Trai- más que un instante para cortar esa cabeza, puede que cien años
té élémentaire de chimie. Pero los revolucionarios que se unieron no basten para producir otra igual». Dadas las circunstancias,
en la entrada del suburbio de Saint-Antoine para marchar hacia constituyó un buen epitafio.
la Bastilla no estaban interesados en esa obra, fuera del alcance
de la comprensión de la mayoría, entre otras razones porque
muchos no sabrían leer.
El 7 de mayo de 1794 (el 18 de Floreal del año II) Lavoisier
PARA SABER MÁS
escribió a su primo Augez de Villers:
Lavoisier, 1743-1794, d’aprés sa correspondance, ses manuscrits, ses
papiers de famille et d’autres documents inédits.Édouard Grimaux.
Félix Alcan, París, 1888.
He desarrollado una carrera razonablemente larga, y de bas- Oeuvres de Lavoisier, Correspondence, vol. VI (1789-1791).Dirigido por
tante éxito, y creo que mi memoria será acompañada con algu- Patrice Bret. Académie des Sciences-Librairie Albert Blanchard, París, 1997.
nos lamentos, acaso con alguna gloria. ¿Qué más podría haber Oeuvres de Lavoisier, Correspondence, vol. VII (1792-1794).Dirigido por
Patrice Bret. Académie des Sciences-Éditions Hermann, París, 2012.
deseado pedir? Los sucesos de los que me encuentro rodeado
probablemente me evitarán los inconvenientes de la vejez. Mo- EN NUESTRO ARCHIVO
riré todo entero, lo que todavía constituye una ventaja que debo Lavoiser. La revolución química.Marco Beretta. Colección TEMAS de IyC,
contar con respecto a aquellos con los que disfruté. Si experi- n.o 64, 2011.
mento algunos sentimientos penosos, es por no haber hecho

26  TEMAS 103


Volta, Ørsted
y Ampère
Un recorrido por los instrumentos y los experimentos
que llevaron al nacimiento del electromagnetismo

L
a ciencia busca establecer leyes lo más generales posible a las que obedezcan los
fenómenos que se dan en la naturaleza. Esta es la tarea a la que se dedican, bási-
camente, los científicos teóricos. Sin embargo, es imposible encontrar tales leyes
sin mirar lo que sucede, esto es, sin realizar experimentos. La naturaleza es mucho
más «imaginativa» que la más fecunda y creativa de las mentes humanas. Y si ha-
blamos de experimentos, hay que hacerlo de instrumentos. Los hay y ha habido de todo tipo,
desde las humildes reglas de medir hasta los gigantescos y complejos aceleradores de partí-
culas o telescopios espaciales, pasando por otros menos abrumadores como termómetros, te-
lescopios, microscopios, barómetros o ultracentrifugadoras. Todos ellos han abierto puertas al
conocimiento de la naturaleza antes vedadas. De uno de ellos, cuya repercusión fue extraordi-
naria, me voy a ocupar aquí: la pila (o batería) eléctrica inventada en 1800 por el físico de la
Universidad de Pavía Alessandro Volta (1745-1827).

En realidad, lo que hizo Volta fue reaccionar ante los resulta- musculari («Comentario sobre los efectos de la electricidad en
dos obtenidos por el médico Luigi Galvani (1737-1798). En 1786, el movimiento muscular», 1791).
mientras estudiaba la influencia de la electricidad en la irritabi- La tesis de Galvani fue criticada por Volta, que advirtió que
lidad de los nervios de animales, Galvani observó que cuando los las contracciones musculares eran mucho más enérgicas cuando
nervios lumbares de una rana muerta se comunicaban con el vínculo entre las dos partes de la rana estaba formado por dos
los músculos crurales por medio de un circuito metálico, estos metales unidos. Dedujo, en consecuencia, que la electricidad se
se contraían violentamente. Sabedor al menos desde 1780 de que producía en el contacto entre ambos metales y que las partes
las descargas producidas en máquinas eléctricas daban lugar a animales no desempeñaban más papel que el de conductores,
conmociones análogas sobre ranas muertas, Galvani atribuyó sirviendo al mismo tiempo como detectores de electricidad muy
el fenómeno que observó en 1786 a la existencia de una electri- sensibles. En base a esta idea, construyó un «generador de elec-
cidad inherente al animal, que, en su opinión, era «producida tricidad», completamente diferente a la botella de Leiden. Se
por la actividad del cerebro, y extraída muy probablemente de la componía de una serie de discos apilados unos sobre otros en la
sangre, y transmitida a los músculos a través de un fluido eléc- estructura siguiente: un disco de cobre, otro de cinc, una rodaja
trico», como manifestó en su libro Viribus electricitatis in motu de paño empapada en agua acidulada, luego un disco de cobre,

Cartas científicas  27
VOLTA EXPERIMENTANDO con la pila y otros
instrumentos científicos en su laboratorio.

28  TEMAS 103


otro de cinc, una nueva rodaja de paño, y así sucesivamente Italiano; elevado a la dignidad de conde y a la de senador del
en el mismo orden, cuidando de sostener los discos mediante reino lombardo. Cuando [una representación italiana] se pre-
tres cilindros aislantes de vidrio. Se trataba de un instrumento sentaba en el palacio, si Volta, por casualidad, no se encontraba
revolucionario, ya que producía corriente eléctrica de manera allí, surgían las bruscas preguntas, “¿Dónde está Volta? ¿Estará
continua, y no mediante descargas. Ello abría de par en par las enfermo? ¿Por qué no ha venido?”, que mostraban con dema-
puertas al estudio de los fenómenos eléctricos. siada claridad que a los ojos del soberano los otros miembros,
Para difundir su invención, Volta escogió el formato de una a pesar de sus saberes, no eran más que simples satélites del
carta, pero una para hacerla pública, no limitada a un único co- inventor de la pila».
rresponsal. La envió a Joseph Banks, presidente de la Real Socie-
dad inglesa, quien hizo que se publicase (en su original francés, Hans Christian Ørsted
aunque bajo el título en inglés «On the electricity excited by Uno de los científicos que tuvo pronta noticia del invento de
the mere contact of conducting substances of different kinds») Volta fue el danés Hans Christian Ørsted (1777-1851), que el
en las Philosophical Transactions de la Sociedad. Enseguida 5 de septiembre de 1789 había defendido su tesis doctoral uti-
fue traducida al inglés para su publicación en el Philosophical lizando para ello, traducido al latín, un trabajo suyo titulado
Magazine. La carta comenzaba como sigue: Grundtraekkene af Naturmetaphysikken («Fundamentos de la
metafísica de la naturaleza»). Se trataba de una exposición de
carácter filosófico en la que primaba la idea de que el atomismo
Después de un largo silencio, por el cual no ofrezco ninguna no podía competir en la explicación de la naturaleza, incluida
excusa, tengo el placer de comunicarle a usted, y a través suyo la materia, con una teoría que se basase en fuerzas. El deseo
a la Real Sociedad, algunos resultados notables que he obtenido de crear una ciencia de la naturaleza general, de entender la
continuando con mis experimentos sobre la electricidad excitada naturaleza como un todo orgánico, guio todos los intereses de
por el mero contacto mutuo entre diferentes tipos de metales, e Ørsted a lo largo de su carrera.
incluso por el de otros conductores, también diferentes entre sí, Aunque en su tesis aludía en ocasiones a fenómenos y expe-
ya sean líquidos o contengan algún líquido, a los que se debe rimentos físicos, acaso el joven Hans Christian no habría ido
propiamente su poder conductor. El principal de estos resultados, mucho más allá de sus divagaciones filosóficas; esto es, no se
que prácticamente comprende todo el resto, es la construcción de habría adentrado en el territorio de la experimentación. Pero
un aparato que se parece en sus efectos (esto es, en la conmoción poco después de finalizar sus estudios universitarios, aproxima-
que es capaz de producir en los brazos, y otras experiencias) a damente al tiempo que Volta construía su pila, Ørsted fue encar-
la botella de Leiden o, más bien, a una batería eléctrica carga- gado de dirigir una próspera farmacia en Copenhague mientras
da débilmente que actúa incesantemente, y que se cargase a sí su propietario, Johan Georg Ludvig Manthey (1769-1842), hacía
misma después de cada explosión; en una palabra, que tuviese un largo viaje por el extranjero. Manthely conocía a Ørsted por-
una carga inagotable, una acción o impulso perpetuo o impulso que había enseñado durante un tiempo química farmacéutica
sobre el fluido eléctrico. en la Academia de Cirugía y le había tenido como alumno. La
oportunidad fue magnífica porque entre las amplias facilidades
de la farmacia figuraba un laboratorio, en el que Ørsted pudo
Hay desarrollos científicos que tardan en difundirse, en ser iniciarse en las prácticas galvánicas. Le ayudaron en este sentido
aceptados por la comunidad científica. El de Volta no fue uno los trabajos del físico y filósofo alemán Johann Wilhelm Ritter
de ellos. Y él ayudó a que así fuera. (1776-1810), cuyas investigaciones experimentales pretendían
En septiembre de 1801, Volta partió hacia París con el objetivo comprender los fenómenos eléctricos, galvánicos, magnéticos
de dar a conocer su descubrimiento, que también había anun- y químicos no aislados, sino a través de sus relaciones mutuas.
ciado en una revista francesa. No era, en absoluto, un francófilo, Ørsted compró y leyó con pasión el libro de Ritter Beweis, dass
sino un anglófilo, como demuestra el que enviase las primeras ein beständiger Galvanismus den Lebensprozess in Thierreich
noticias de la pila a Inglaterra. De hecho, su comportamiento begleite («Demostración de que un galvanismo continuo acom-
únicamente se puede entender en clave política. Cuando anun- paña los procesos de la vida en el reino animal», 1798).
ció al presidente de la Real Sociedad su hallazgo, Austria, alia- Una vez que Manthey regresó, fue Ørsted quien emprendió
da de los británicos, había recuperado momentáneamente el una gira europea. En agosto de 1801 partió en un viaje que le
control de Lombardía, que los franceses habían tomado en la llevó a Alemania, Francia y Holanda. El 18 de septiembre se
primavera de 1796. Los franceses cerraron entonces la Universi- entrevistó con Ritter; en su diario anotó: «Este hombre ha
dad de Pavía y Volta perdió su empleo y salario. Y cuando viajó hecho grandes hallazgos de los que solamente pocos son cono-
OBRA DE ALESSANDRO RINALDI, CORTESÍA DE JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ RON

a París, en el otoño de 1800, las tropas galas habían vuelto a cidos; una parte de sus descubrimientos han sido publicados
controlar Italia. También, por supuesto, hay que tomar en cuenta por otros como si fueran suyos, y él es muy reservado. No ha
que, entonces, a ojos de muchos era París, y no otras ciudades sido sino después de varias entrevistas como he ganado su
como Londres, el centro mundial de la ciencia. confianza». Y no hay duda de esa familiaridad: de las 631 pá-
En París se entrevistó con Chaptal, Berthollet, Monge, Four- ginas del segundo volumen de la correspondencia de Ørsted,
croy y Cuvier, siendo asimismo invitado a presentar sus resulta- 254 reproducen cartas que intercambiaron. Dado que Ritter
dos en el Instituto de Francia. Napoleón asistió a las tres demos- es especialmente recordado por haber construido en 1802 una
traciones que realizó Volta en el Instituto y propuso que se le batería electroquímica formada por 50 discos de cobre separa-
otorgase una medalla de oro. La propuesta del primer cónsul se dos por discos de cartón empapados con una solución salina
aceptó. François Arago explicó años más tarde que «el profesor (fabricó una gran pila de Volta que acumulaba electricidad), la
de Pavía se convirtió para Napoleón en el prototipo del genio. inferencia de que Ørsted conoció la pila de Volta a través de los
Así le hemos visto condecorado con la Cruz de la Legión de Ho- escritos de Ritter no es arriesgada. Asimismo, Ritter defendía la
nor y con la Corona de Hierro; nombrado miembro del Consejo Naturphilosophie, el movimiento filosófico romántico alemán,

Cartas científicas  29
uno de cuyos elementos era la unidad de las fuerzas presentes hábiles con las manos para preparar el experimento; le ayudé
en la naturaleza, tesis que Ørsted compartía y que facilitaría a menudo de esta manera, como un oyente. Ya en el siglo ante-
su descubrimiento de 1820. rior, muchos pensaban que existía una gran conformidad y tal
Así fue como Ørsted se inició en unos estudios que harían vez identidad entre las fuerzas eléctrica y magnética; solamente
de él, dos décadas más tarde, uno de los nombres que ninguna era cuestión de demostrarlo experimentalmente. Ørsted había
historia de la física puede dejar de citar. El 21 de abril de 1820, intentado colocar el cable de su batería galvánica perpendicular
durante una clase (desde 1806 era profesor en la Universidad (en ángulo recto) sobre la aguja magnética, pero no advirtió
de Copenhague), Ørsted demostró que la variación de electri- ningún movimiento apreciable. En una ocasión, después del
cidad afecta al magnetismo. Abría así la puerta al estudio de final de su clase, como había utilizado una batería galvánica
la interacción entre ambas fuerzas, una senda en la que se dis- potente para otros experimentos, dijo: «Como la batería está
tinguieron Michael Faraday (1791-1867) y James Clerk Maxwell en uso, intentemos ahora colocar el cable paralelo a la aguja».
(1831-1879), quien produjo una gran síntesis electromagnética. Al hacer esto, se sorprendió al ver que la aguja oscilaba mucho
El experimento fue en realidad sencillo. Empleó solo un circui- (casi en ángulos rectos con el meridiano magnético). Entonces
to, una pila de Volta y una brújula situada al lado del circuito. dijo: «Invirtamos el sentido de la corriente», y la aguja se desvió
Cuando se cerraba el circuito con la pila, en el momento en que en la dirección contraria. Así se hizo la gran detección; y se ha
comenzaba a circular la electricidad, la aguja de la brújula se dicho, no sin razón, que «se realizó accidentalmente». Antes,
movía. La electricidad afectaba al magnetismo; por consiguiente, él [Ørsted] pensaba como cualquier otra persona que la fuerza
de alguna manera estas dos fuerzas estaban relacionadas. debería ser transversal. Pero como en una ocasión parecida dijo
Al igual que había hecho con su tesis, Ørsted escribió prime- Lagrange de Newton: «Estos accidentes solo se dan en personas
ro una memoria, muy breve, en latín, a la que siguió otra más que lo merecen».
extensa, Experimenta circa effectum conflictus electrici in acum
magneticam («Experimentos sobre el efecto del conflicto eléctri- Usted [Faraday] completó la detección, invirtiendo el experimen-
co en una aguja magnética»), que envió a sociedades y científicos to, demostrando que una corriente eléctrica puede ser excitada
extranjeros. Fue traducida y publicada inmediatamente al inglés, por un imán; y esto no fue un accidente, sino una consecuencia
alemán, italiano y francés, lengua en la que se publicó en el tomo de un idea clara.
14 del Journal de Physique, de Chimie, d’Histoire Naturelle et des
Arts, bajo el título de «Expériences sur l’effet du conflict électri-
que sur l’aiguille aimantée». La Academia de Ciencias parisina, Efectivamente, en 1821, poco después de saber de los trabajos
en un acto no muy diferente al que veinte años antes había de Ørsted, Faraday demostró que un hilo por el que pasa una
dedicado a Volta, lo honró con un premio. El 5 de abril de 1822, corriente eléctrica puede girar de manera continua alrededor
Jean-Baptiste Delambre, secretario permanente de la sección de de un imán (y viceversa). Con ello se vio que era posible obtener
Ciencias Matemáticas, le escribía al respecto: efectos mecánicos (movimiento) de una corriente que interac-
ciona con un imán. Sin pretenderlo, había sentado el principio
del motor eléctrico. Pero en su trabajo de 1821 aún no había
Es con el mayor placer, Señor, que tengo el honor de anunciaros demostrado el efecto recíproco al obtenido en 1820 por Ørsted;
que queriendo recompensar vuestro descubrimiento de la acción esto es, que la variación del magnetismo puede afectar a la
de la pila voltaica sobre la aguja imanada, que proporciona un electricidad. Esto lo conseguiría una década después, en 1831,
nuevo principio a las matemáticas aplicadas, y que ya ha dado prácticamente al mismo tiempo que el físico estadounidense
lugar a aplicaciones interesantes, que la Academia os ha conce- Joseph Henry (1797-1878), aunque este se demoró en hacer pú-
dido el premio de matemáticas de este año, consistente en una blicos sus resultados.
medalla de oro de tres mil francos de valor.

El premio será anunciado solemnemente en la sesión pública


del 8 de este mes y podrá hacer retirar el valor en la secretaría
del Instituto por la persona que juzgue conveniente, mediante
la acreditación correspondiente.

Las presentaciones públicas de los trabajos científicos no son


necesariamente fiables en lo relativo a cómo se llegó a ellos. Ni
siquiera cuando se trata de un experimento aparentemente tan
sencillo como el que llevó a cabo Ørsted en 1820. Por fortuna,
disponemos de una carta que un antiguo colaborador de Ørsted,
el noruego Christopher Hansteen (1784-1873), escribió a Faraday
el 30 de diciembre de 1857, mucho tiempo después, cierto es, del
WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO

descubrimiento. A pesar de una distancia temporal tan amplia,


arroja luz sobre las circunstancias en que este se realizó:

El profesor Ørsted era un hombre de genio, pero un muy pobre


experimentador; no podía manipular instrumentos. Tenía que
tener siempre un ayudante o uno de sus oyentes, que fuesen ØRSTEDmostrando que la electricidad afectaba al magnetismo.

30  TEMAS 103


André-Marie Ampère ¡Continúa tomando nota de todas las plantas que encuentres
Fue en Francia donde los científicos reaccionaron más rápi- en tu viaje! Si puedo conseguir algunas en el Jardín del Rey,
damente ante el experimento de Ørsted. El 3 de noviembre de las cultivaré en el mío y las verás allí en recuerdo de Suiza. […]
1820, desde París, el zoólogo Henri-Marie Ducrotay de Blainville,
editor desde 1817 de la revista Journal de Physique, de Chimie, 25 de septiembre por la tarde. —He cometido un grave error y me
d’Histoire Naturelle et des Arts (donde se había publicado la arrepiento mucho de no haber enviado esta carta hace tres días.
traducción del artículo de Ørsted) y bien informado de lo que No encontraría consuelo si no pensase que enviándola mañana
sucedía en la ciencia europea, anunciaba al científico danés que: aún te encontrará en Ginebra, […] pero todos mis momentos han
«Sobre todo, M. Ampère, quien ya le profesaba una verdadera estado ocupados con una circunstancia importante de mi vida.
estima después de vuestra obra sobre la identidad de las fuerzas Desde que oí hablar por primera vez del bello descubrimiento
químicas y eléctricas, que le había proporcionado nuestro común del Sr. Ørsted, profesor en Copenhague, acerca de la acción de
amigo M. Chevreul, ha entrado con audacia en el campo que us- corrientes galvánicas sobre la aguja imanada, he pensado conti-
ted ha descifrado, y parece que su esfuerzo ha sido recompensado nuamente en ello y no he hecho más que escribir una gran teoría
por descubrimientos importantes». sobre estos fenómenos y todos los ya conocidos sobre el imán,
Básicamente, la dinámica de la recepción de la noticia del e intentar experimentos adecuados para esta teoría, todos los
trabajo de Ørsted fue como sigue. Arago, que había estado via- cuales han tenido éxito haciéndome conocer otros tantos hechos
jando por el extranjero y sabido del descubrimiento de Ørsted nuevos. He leído el principio de una memoria en la sesión del
mientras estaba en Ginebra, llevó en persona la noticia a París: lunes, hoy hace ya ocho días. Los días siguientes, he realizado,
el 11 de septiembre de 1820 describió el experimento en una bien con Fresnel bien con Despretz, experimentos que la confir-
de las sesiones de la Academia. El físico y matemático André- maban; he repetido todos el viernes en casa de Poisson, donde
Marie Ampére (1775-1836), miembro de la Academia y profesor se habían reunido los dos, De Mussy, Rendu, varios alumnos
en la Escuela Politécnica, que estaba presente en la sesión, se de la Escuela Normal, el general Campredon, etc. Todo funcionó de
dedicó enseguida a ahondar en las relaciones entre magnetismo maravilla; pero el experimento decisivo que yo había concebido
y electricidad. Una de las ideas a las que llegó fue la posibilidad como prueba definitiva exigía dos pilas galvánicas; lo intenté
de que circuitos eléctricos ejercieran fuerzas entre sí. Pero esto en mi casa, junto a Fresnel, con dos pilas bastante débiles, pero
no se podía deducir del experimento de Ørsted. Había que in- no tuve ningún éxito. Por fin, ayer conseguí de Dulong que per-
tentar demostrarlo experimentalmente, tarea a la que se dedicó mitiera a Dumotier que me vendiera una gran pila que se había
enseguida. Una semana después del anuncio de Arago, consi- construido para el curso de física de la facultad y que acababan
guió demostrar que dos cables por los que pasa una corriente de terminar. Esta mañana el experimento se ha hecho en casa de
se atraen si las corrientes circulan en ambos circuitos en el Dumotier con éxito total y repetido hoy a las 4 en la sesión del
mismo sentido, y se repelen si lo hacen en sentidos opuestos. Instituto [de Francia]. Ya no me han hecho ninguna objeción y
Es la famosa ley de Ampére, una pieza importante de la electro- aquí tengo una nueva teoría del imán que, de hecho, relaciona
dinámica. Publicó este resultado, junto a otros relacionados, en todos los fenómenos con los del galvanismo.
el decimoquinto volumen del Journal de Physique, de Chimie,
d’Histoire Naturelle et des Arts bajo el título «Conclusions d’un Esto no se parece en nada a lo que se decía hasta ahora. Se lo
mémoire sur l’action mutuelle de deux courans électriques, sur explicaré mañana de nuevo al Sr. Von Humboldt, y pasado ma-
celle qui existe entre un courant électrique et un aimant, et ñana al Sr. Laplace en la Oficina de Longitudes.
celle de deux aimans l’une sur l’autre; lu à l’Académie Royale
de Sciences, le 25 septembre 1820». Inmediatamente, otros dos
físicos franceses, Jean-Baptiste Biot y Félix Savart, presentaron Como vemos, en París existía una extensa comunidad de
resultados también importantes derivados del experimento de científicos. Era entonces la «capital de la ciencia», y electricidad
Ørsted. De todo esto informaba también Blainville a Ørsted en y magnetismo se beneficiaron ampliamente de ello.
la citada carta de noviembre. Pero, conforme a lo que pretende
esta sección epistolar, terminaré citando una carta que Ampère
escribió a su hijo, Jean-Jacques, que se encontraba en Ginebra,
el 19 septiembre de 1820, en medio de los anteriores desarrollos,
y que arroja luz sobre algunos detalles de lo que hizo Ampère y
de las ayudas que recibió: PARA SABER MÁS

On the electricity excited by the mere contact of conducting substances


of different kinds.Alessandro Volta en Philosophical Magazine, n.o 7,
Nada me ha dado más placer, mi buen hijo, mi amigo más que- págs. 289-311, 1800.
Alexandre Volta. Oeuvres de François Arago, vol. I (Notices
rido, que tus dos cartas desde Lucerna [del 9 de septiembre].
biographiques).François Arago. Gide y J. Baudry, París, 1854.
Me atormentaba no tener más noticias tuyas y, cuando las leí, Correspondance de H. C. Ørsted avec divers savants, vol. II.Dirigido
era como un hombre famoso al que le llevan una excelente cena por M. C. Harding. H. Aschehoug & Co., Copenhague, 1920.
con dos servicios llenos de manjares deliciosos; estos manjares Correspondance du grand Ampère, vol. II.Dirigido por L. De Launay.
eran pensamientos, pinturas, sentimientos, que me atrapaban, Gauthier-Villars, París, 1936.
The correspondence of Michael Faraday, vol. 5 (1855-1860).Dirigido
me hacían participar de las impresiones que tú has sentido en por Frank A. L. J. James. Institution of Engineering and Technology,
esa bella Suiza y me encantaban por su parecido con las mías. Londres, 2008.
Pintas admirablemente los lugares que has recorrido, y los de-
EN NUESTRO ARCHIVO
talles relativos al eclipse me han interesado particularmente.
Espero tu regreso como un momento muy feliz de mi vida. Por André-Marie Ampère.L. Pearce Williams en IyC, marzo de 1989.
lo que me dices, lo espero en tres semanas.

Cartas científicas  31
Laplace,
la Revolución
y Napoleón
Ciencia y política en tiempos difíciles

P
ierre Simon de Laplace (1749-1827), o conde De Laplace, posteriormente pri-
mer marqués De Laplace, fue uno de los grandes científicos de la Ilustración
e inicios del siglo xix. Sus contribuciones a la ciencia más notables las realizó
en los campos de la mecánica celeste y la teoría de las probabilidades, pero
también fueron numerosas sus aportaciones a apartados de la física y la ma-
temática. En su monumental Traité de mécanique céleste (1799-1825), forma-
do por cinco tomos, desarrolló y consolidó la mecánica que Isaac Newton ha-
RETRATO PÓSTUMO DE MADAME FEYTAUD (1842), DOMINIO PÚBLICO

bía presentado en Philosophiae naturalis principia mathematica (1687), así como el análisis
matemático.

Fundamentales como fueron las aportaciones de Laplace a la Laplace en los tiempos de la Revolución
ciencia, su biografía también sirve para ilustrar los complicados Entre los acontecimientos que no pueden faltar en ninguna
tiempos en que vivió y que pudo superar con notable éxito (re- historia universal, figura, destacada, la Revolución francesa. De
cibió algunos de los mejores honores que Francia podía otorgar ella sabemos muchas cosas, especialmente las de orden político
a un pensador: miembro de la Academia Real de Ciencias desde y social. Pero ¿cómo afectó la época revolucionaria a la vida y
1773 y de la Academia Francesa, donde ocupó en 1816 el sillón 8, el trabajo de los científicos franceses? En el caso de Laplace,
que había pertenecido entre 1743 y 1759 a otro científico emi- su extensa correspondencia muestra que pudo continuar las
nente, Pierre Louis Moreau de Maupertuis). investigaciones y seguir ocupando los puestos docentes que

32  TEMAS 103


PIERRE SIMON DE LAPLACE

Cartas científicas  33
­ esempeñaba antes de 1789. La relación que había mantenido
d En Francia, todos los espíritus, todos los pensamientos se dirigen
con Lavoisier, con quien había publicado en 1780 un impor- actualmente a los asuntos públicos. Veo con dolor que las cien-
tante trabajo sobre el calor en Memoires de l’Académie des cias sufren con esta distracción. No digo nada sobre los grandes
Sciences, no le pasó factura. Aquella relación fue particular- cambios que se operan en nuestra constitución; tenemos una
mente satisfactoria para Laplace, como revela una carta que gran experiencia y el futuro nos dirá si nuestros legisladores
este dirigió al gran químico el 7 de marzo de 1782; una carta, han estado acertados. Sea lo que sea, le felicito por vivir bajo
además, que muestra cuáles eran los verdaderos intereses cien- un Gobierno que ha adquirido desde hace tiempo una gran con-
tíficos de Laplace, así como la relación que Lavoisier mantuvo sistencia, y que me parece ser una de las bellas combinaciones
con la física: del espíritu humano. Fue aproximadamente en la misma época,
hacia finales del último siglo, cuando los ingleses establecieron
los verdaderos fundamentos del sistema del mundo y del sistema
Permítame hacerle algunas observaciones sobre el compromiso social. Nosotros hemos combatido el primer sistema en Francia
que he tomado de realizar junto a usted una serie de experimen- y hemos terminado por aceptarlo. Acaso ocurrirá también lo
tos e investigaciones sobre la dilatación, el calor y la electricidad mismo con su sistema social.
de los cuerpos. Empiezo por agradecerle esta asociación, que no
puede más que adular mi amor propio, y que es muy ventajosa
desde todos los puntos de vista para mi reputación […] Puedo Se refería a la mecánica y teoría de la gravitación universal
asegurarle que si alguna cosa puede dirigirme hacia la física, que Newton había establecido en 1687 y que encontró una gran
eso será el trabajar junto a usted. Pero debo advertirle que mi resistencia en Francia, donde dominaba la cosmología ideada
gusto me dirige hacia la geometría, y que este gusto, junto a una por René Descartes, basada en la existencia de un plenum (vór-
pereza que me es natural, me deja demasiada poca libertad de tices), un universo en el que el vacío de las acciones a distancia
espíritu para ocuparme de otras cosas. newtonianas no tenía cabida. François Marie Arouet de Voltaire,
que había vivido en Inglaterra, exiliado de Francia por motivos
políticos entre 1725 y 1728, resumió la situación en sus Lettres

La mecánica de Newton philosophiques, ou Lettres anglaises (1734), en cuya «Carta de-


cimocuarta: sobre Descartes y Newton», escribió: «Un francés
que llega a Londres encuentra las cosas muy cambiadas tanto
encontró una gran en filosofía como en todo lo demás. Ha dejado el mundo lleno
[referencia al plenum cartesiano]; aquí lo encuentra vacío [las

resistencia en Francia,
acciones a distancia]. En París se considera el universo compues-
to de materia sutil [la que nutría los vórtices de Descartes]; en
Londres no hay nada de esto». De hecho, la primera traducción
donde dominaba la de los Principia al francés, que realizó la marquesa de Châtelet,
no se publicó hasta 1759.
El primer francés que tuvo el coraje de declararse abierta-
cosmología ideada por mente newtoniano fue Maupertuis (1698-1759). Lo hizo con la
publicación en 1732 del Discours sur les différentes figures des

René Descartes astres avec une exposition des systèmes de MM. Descartes et
Newton. Decimos «coraje» porque, aunque las ideas cartesianas
iban agonizando, en Francia había que tener cuidado al criticar-
las. Documentos preciosos en este sentido son dos cartas que
Hasta ahora he cultivado la física para mi distracción y sin pre- Maupertuis envió a Johann Bernoulli en 1731. En la primera (18
tensiones. He leído muy pocas obras sobre esta ciencia, y lo poco de mayo), y después de criticar una teoría vorticial publicada
que sé de ella lo he recogido principalmente de sus conversaciones en 1707 por Philippe Villemot, escribía:
y de las de algunos otros excelentes físicos. Pero para escribir
sobre estos temas, me sería necesario estudiar y compulsar to-
das las obras de física y de química, que han aparecido en gran Entre nosotros, [mis colegas franceses] se consideran a sí mis-
número, sobre todo en los últimos tiempos, y usted sabe que no mos más conocedores sobre esto de lo que realmente son, y en
siempre se han escrito con toda la concisión que se podría desear, general creen que todo lo que se necesita para resolver cualquier
y a menudo se encuentran pocas verdades en esos gruesos volú- problema es imaginar más vórtices.
menes. Así que no me siento ni con el coraje ni con la voluntad
para emprender una lectura tan prodigiosa que, por otra parte,
me distraería de mis trabajos geométricos y de algunas obras Maupertuis se daba cuenta de que cualquier trabajo que de-
que desearía publicar sobre el análisis. fendiese las fuerzas a distancia newtonianas a través de un vacío
irritaría a algunos de sus colegas más veteranos, especialmente si
se presentaba en términos matemáticos avanzados. Preocupado
El deseo de vivir en otra situación política, más pacífica, por no perjudicar sus posibilidades de ser admitido en la Aca-
que Laplace sentía ante lo que estaba sucediendo en Francia se demia como pensionado (lo consiguió en julio de aquel mismo
trasluce por cartas como la que dirigió el 15 de julio de 1970 al año), o simplemente buscando un lugar más receptivo, decidió
geólogo y meteorólogo suizo Jean-André Deluc (1727-1817), que enviar un trabajo claramente newtoniano a la Real Sociedad
era miembro correspondiente de la Academia de Ciencias, y en londinense (apareció en 1732 en Philosophical Transactions). El
la que incluía detalles científicos interesantes: 11 de julio escribía al respecto a Bernoulli: «La doctrina en la

34  TEMAS 103


que me baso aquí es algo odiosa en este país, en el que pensé al
principio darla a conocer». Había preparado una «justificación
[apologie]» para la audiencia parisina, pero decidió suprimirla.
«No tuve el coraje de presentarla en un país en el que parece
que no piensan de manera suficientemente profunda y donde
no hacen justicia al sistema del Sr. Newton.»
Bernoulli no objetó la decisión de su colega, aunque le mostró
su preocupación en una carta del 26 de junio:

No sé si agradará, de hecho, más a sus compatriotas publicando


su trabajo sobre la atracción en Inglaterra que si lo hubiese pu-
blicado en París, ya que ¿no teme ser considerado un desertor, al
ir a defender a otra parte una opinión que se tiene en su patria
como física herética?

Animado por la favorable opinión de Bernoulli y ya pen-


sionado de la Academia, Maupertuis decidió presentar a sus
compatriotas sus ideas favorables a Newton. Tal fue el origen
del citado discurso de 1732.
De todas maneras, lo que convenció de que el sistema de
Newton era mejor que el de Descartes fueron las sucesivas apli-
caciones de la teoría newtoniana que científicos como Mauper-
tuis y Alexis-Claude Clairaut (1713-1765) realizaron en las déca-
das de 1740 y 1750 a problemas del tipo de cuál era la verdadera
figura de la Tierra, el retorno del cometa Halley (previsto por
Clairaut en 1758), el movimiento de la Luna y las trayectorias
de las órbitas de Júpiter y Saturno.

Napoleón
La revolución que se inició el 14 de julio de 1789 fue un proceso
muy complejo. La Convención (iniciada el 28 de julio de 1794 con PRIMER TOMOdel Traité de mécanique céleste (1799-1825).
la caída de Robespierre) se disolvió a sí misma el 26 de octubre
de 1795, cuando entró en vigor una nueva constitución. A partir
de entonces, Francia fue gobernada por un Directorio de cinco
miembros, que se mantuvo hasta noviembre de 1799, cuando lo
abolió el golpe de Estado del 18 de brumario (9 de noviembre) Napoleón y Laplace
que instauró el Consulado. Una de las personas que resultó clave Napoleón es uno de los mejores ejemplos de gobernante que amó
en este proceso fue Napoleón Bonaparte (1769-1821). En marzo la ciencia. Representativas en este sentido son unas manifesta-
de 1796 se produjo un momento decisivo en su carrera militar y ciones que consignó el naturalista Étienne Geoffroy Saint-Hilai-
política: fue nombrado comandante del Ejército francés en Italia, re, quien formó parte de la expedición a Egipto que comandó el
al mando de 50.000 hombres. Allí, sus victorias se sucedieron con militar corso: «Aquí estoy», declaró el general, «conquistando
rapidez. Derrotados los austríacos, firmado con sus representan- Egipto como hizo Alejandro; sin embargo, me habría gusta-
tes un tratado preliminar de paz en abril de 1796, y establecida la do más seguir los pasos de Newton. Este pensamiento me ocupó
República Cisalpina, Bonaparte regresó a París el 5 de diciembre desde que tenía quince años».
de 1797, donde se encontró con la adulación, pero también con No fue, está claro, un gran científico; ni siquiera un cien-
la sospecha, si no con el temor, hacia él por parte de los cinco tífico. Aun así, y debido a sus éxitos militares en la campaña
miembros del Directorio. Dominada Italia, solo Gran Bretaña de Italia, el 25 de diciembre de 1797 fue elegido miembro de
estaba en guerra con Francia, y el Directorio nombró a Napoleón la Sección de Mecánica de la Primera Clase del Instituto Na-
comandante del Ejército para arrebatar Egipto a los ingleses. cional de Ciencias y Artes, sustituyendo al ingeniero y político
Aunque la campaña de Egipto (en la que participaron nume- Lazare-Nicolas-Marguerite Carnot, expulsado por el Directorio.
rosos científicos franceses) no fue tan exitosa como la de Italia, El día siguiente, Napoleón aceptaba su elección con las siguien-
el regreso de Bonaparte a Francia fue triunfal y constituyó el tes hermosas palabras: «Las verdaderas conquistas, las únicas
primer paso hacia el poder absoluto que llegó a alcanzar. Con- que no producen ningún pesar, son las que se realizan sobre la
sumado el mencionado golpe de Estado de 1799, unas pocas ignorancia. La ocupación más honorable al igual que la más útil
semanas después un referéndum aprobaba una nueva constitu- para las naciones es la de contribuir a la difusión de las ideas
ción que daba a Napoleón un poder casi ilimitado durante diez humanas. El verdadero poder de la República francesa debe
años. Fue nombrado uno de los tres cónsules, con autoridad para consistir en no permitir que exista una sola idea nueva que no
designar a los ministros y al Consejo de Estado, que él mismo le pertenezca».
presidía. En 1802 se convirtió en primer cónsul perpetuo, y en La relación de Napoleón con Laplace databa de antes, de
1804, en emperador. cuando en octubre de 1784 se incorporó como alumno a la Es-

Cartas científicas  35
cuela Militar Superior de París, donde, por cierto, sobresalió es una hipótesis de la que no tengo necesidad», dicen que le
en matemáticas. Laplace, que formaba parte del claustro de la contestó. No creo que a Bonaparte le molestase la opinión de
Escuela, fue quien le evaluó en el examen final. Laplace. Es posible, incluso, que comprendiese bien que un cien-
Una vez Napoleón en el poder, el ascenso de Laplace fue tífico pensase de tal forma. Llegaría, no obstante, el momento en
meteórico. Primero fue ministro del Interior, cargo para el que que Bonaparte no mostraría la misma comprensión. Si tenemos
Bonaparte lo nombró el 9 de noviembre de 1799. Aquel puesto en cuenta que los primeros tomos del Traité de mécanique céleste
tenía facultades relacionadas con la ciencia; así, el 13 de no- aparecieron en 1799, es de suponer que la pregunta de Napoleón
viembre, el matemático Gaspard Monge le escribía en su calidad y la respuesta de Laplace se produjeron por entonces. Pero las
de director de la Escuela Politécnica, el centro de enseñanza responsabilidades políticas de Bonaparte no hicieron sino cre-
superior más prestigioso de Francia: cer, culminando en 1804 cuando fue proclamado emperador. Y
desde las alturas que proporciona un trono, no se contemplan
necesariamente con la misma benevolencia las manifestaciones
Ciudadano Ministro, de un científico que pueden ser interpretadas como defensa
del ateísmo. El ya emperador vio que algunos científicos no se
Tengo el honor de informarle de que el ciudadano Lagrange ha recataban en este punto, entre ellos uno de sus enemigos, Joseph
presentado su dimisión de instructor. Su mala salud parece ser Jérôme Lalande, profesor del Colegio de Francia desde 1760 y
el único motivo que le ha llevado a esta marcha, dolorosa bajo autor de un voluminoso Traité d’astronomie que constituía la base
todos los puntos de vista para el Consejo de la Escuela. obligada para los estudios de los futuros astrónomos. El político,
el monarca, no podía permitir tal comportamiento. La ciencia
El Consejo cree que tiene que proponerle, siguiendo los deseos del era una cosa; pero la política, otra muy diferente, un territorio
ciudadano Lagrange, que realice una designación para una 3.a en el que no convenía molestar a quienes profesaban confesiones
plaza de instructor de análisis, cuyas funciones son regulares religiosas. Y el 13 de diciembre de 1805, Napoleón escribía a su
y diarias. El ciudadano [Sylvestre-François] Lacroix, miembro ministro del Interior, Champagny:
del Instituto, ha reunido la unanimidad de votos en la sesión
del Consejo de la Escuela, de la que le pasaré el acta.
Es con un sentimiento de dolor que me entero de que un miembro
En nombre de todos los miembros del Consejo y en el mío, le del Instituto, célebre por sus conocimientos, pero que ha vuelto
invito, ciudadano Ministro, a que confirme el nombramiento hoy a la infancia, no tiene la suficiente sabiduría para callarse
del ciudadano Lacroix por la Comisión Consular. y busca que se hable de él, tanto por manifestaciones indignas
de su antigua reputación y del cuerpo al que pertenece como
El Consejo desea que el nombramiento que ha hecho esté de acuer- por profesar el ateísmo, principio destructor de toda organi-
do con sus opiniones y el interés que usted tiene por el éxito de zación social, que quita al hombre todos sus consuelos y todas
la Escuela Politécnica. sus esperanzas. Mi intención es que llame usted al Presidente y
al Secretario del Instituto, para que se encargue de hacer saber
a este ilustre cuerpo, del que tengo honor de formar parte, que
Lacroix fue elegido, y Laplace se lo comunicaba el 18 de no- debe ordenar a Lalande [...] que no publique nada más, y no
viembre, expresándole sus deseos de que «este nombramiento, oscurezca en sus años postreros lo que hizo en sus días de más
en el que ha reunido los votos del Consejo de la Escuela y los vigor para obtener la estima de los sabios; y si estas invitaciones
de los Cónsules de la República, os parezca digna recompensa fraternales no fuesen suficientes, me vería obligado a recordarle
a sus talentos y los servicios que ha prestado constantemente a que mi primer deber es impedir que se envenene la moral de mi
la instrucción pública». pueblo. Porque el ateísmo es destructor de toda moral, si no en
Sin embargo, el 24 de diciembre, Napoleón informaba a su los individuos, al menos en las naciones.
antiguo profesor de que dejaba de ser ministro:

En la confrontación entre las necesidades políticas y los ar-


Los servicios para los que está llamado a servir a la República, gumentos científicos, una de las manifestaciones de la relación
ciudadano, en las eminentes funciones que le son conferidas, entre poder y ciencia, venció en este caso —como en muchos
disminuyen mi pesar al verle alejado de un ministerio para el otros— la política.
que concilió todos los votos. Tengo el honor de informarle de que
he escogido al ciudadano Lucien Bonaparte como su sucesor.

Aquel cese no significó que perdiese importancia. Después PARA SABER MÁS

de ministro, Laplace fue miembro del Senado y canciller de esta Correspondance de Pierre Simon Laplace (1749-1827).Dirigido por Roger
institución a partir de 1802. Y en 1808 dio un nuevo salto, acce- Hahn. 2 volúmenes. Brepols. Turnhout, 2013.
diendo a la nobleza imperial como conde del imperio; además, Correspóndance de Napoleón.Tomo XI. Plon-Dumaine. París, 1858-1869.
recibió múltiples honores que hicieron de él un hombre muy EN NUESTRO ARCHIVO
influyente en la «nueva Francia». Y continuó relacionándose Ciencia en la campaña egipcia de Napoleón.Charles C. Gillispie en IyC,
con Napoleón. noviembre de 1994.
Para finalizar recordaré una anécdota famosa. Parece ser que Las revoluciones de Lavoisier.José Manuel Sánchez Ron, en este mismo
Napoleón preguntó a Laplace el motivo por el que en su gran número.
Traité de mécanique céleste no aparecía la noción de Dios. «Sire,

36  TEMAS 103


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Rudolf Virchow,
activista médico
y social
El padre de la teoría celular fue también
un gran reformador de la salud pública

E
l siglo xix fue decisivo para la renovación de la medicina. La fisiología,
la teoría microbiana de algunas enfermedades, la vacunación, la afirma-
ción de la teoría celular, la introducción de la anestesia y los cuidados ba-
sados en la asepsia cambiaron radicalmente la medicina, haciéndola más

FOTOGRAFÍA DE J. C. SCHAARWÄCHTER, COLECCIÓN WELLCOME. ATTRIBUTION 4.0 INTERNATIONAL (CC BY 4.0)


segura y científica. Asociados a estos avances se hallan nombres como los
de Johannes Müller, Hermann von Helmholtz, Claude Bernard, Louis Pas-
teur, Robert Koch, Joseph Lister, Santiago Ramón y Cajal, Edward Jenner,
Ignaz Semmelweis y Rudolf Virchow (1821-1902).

Virchow hizo de la fisiología patológica su principal hogar ihrer Begründung auf physiologische und pathologische Gewe-
científico. Entre sus descubrimientos se encuentran los de la belehre («La patología celular basada en la histología fisiológica
leucemia y la mielina, y realizó estudios experimentales funda- y patológica»), publicado en 1858. Nadie antes que Virchow
mentales sobre la trombosis, la flebitis o la triquinosis. Como había defendido con tanta fuerza, y apoyándose en todo tipo
patólogo, para averiguar dónde residían los problemas, los ma- de hechos, el papel central de la unidad celular en la vida. «Al
les, en los tejidos de los órganos de los enfermos, Virchow basó igual que un árbol constituye una masa dispuesta de una manera
sus trabajos en un viejo instrumento, el microscopio, que en definida», escribió allí, «en la que, en todas sus partes, en las
el siglo xix abrió nuevas puertas a la observación gracias a los hojas al igual que en las raíces, en el tronco al igual que en los
avances técnicos que experimentó. Considerado el auténtico brotes, se descubre que las células son los elementos últimos,
«padre» de la teoría celular, el lugar en el que presentó de así ocurre con todas las formas de vida animal. Todo animal se
manera completa sus ideas y resultados es uno de los grandes presenta como una suma de unidades vitales, cada una de ellas
libros de la medicina del siglo xix: Die Cellularpathologie in manifestando todas las características de la vida.»

38  TEMAS 103


RUDOLF LUDWIG KARL VIRCHOWen 1891.

Cartas científicas  39
Cartas al padre: la formación de Virchow profundo del interior de la garganta. No hace falta que diga
Natural de la pequeña ciudad de Schivelbein, que formaba parte que tuve que girar la cabeza, o más bien el cráneo, boca abajo
de Pomerania (Prusia), la familia de Virchow no disponía de y luego meter mi mano a través de la garganta en la cavidad
medios económicos suficientes para que su brillante hijo único faríngea. Puede imaginarse el olor tan horrible que surgía de la
pudiese estudiar una carrera universitaria. Sin embargo, existía garganta. No obstante, recientemente hemos tenido un olor aún
una posibilidad: la escuela de medicina del ejército de Prusia, el peor. Müller levantó los músculos de la espalda y del abdomen,
Instituto Friedrich-Wilhelms de Berlín (también conocido como y utilizó para hacerlo un cuerpo entero cuyas piernas habían
la Pépinière), fundado en 1795, proporcionaba educación gra- sido seccionadas por la mitad de los muslos. Estuvo enseñando
tuita (más un pequeño salario) a algunos alumnos destacados sobre esto desde el martes hasta el sábado, y el lunes tuvimos re-
a cambio de que cuando finalizasen sus estudios se uniesen al paso. El aspecto de la muestra era digno de ver; ¡el cuello estaba
ejército en calidad de médicos. Por cada año que los alumnos desgarrado, hecho jirones, el pecho yacía abierto, el abdomen
pasasen en el Instituto debían servir dos en el ejército prusiano. colgaba en piezas y los intestinos sobresalían! Pero el olor era
En consecuencia, después de completar un año como internos aún peor. Incluso el cirujano jefe, que estaba explicando la teoría
en el Hospital de la Charité y pasar los correspondientes exáme- de las hernias sobre el abdomen medio putrefacto, luchaba en
nes, estaban obligados a ocho años de servicio militar. En 1839, varias ocasiones por respirar. No puedo decir que me espantase
Virchow superó el examen y en octubre entró en la Pépinière. semejante visión; es solo el olor lo que me perturba, porque es
Situado en el centro de Berlín, el Instituto estaba estrechamente insoportable. Pero puesto que es inevitable, me aguanto. No
asociado a la Facultad de Medicina de Berlín y a la Charité, la necesita preocuparse por esto.
institución para la educación médica más antigua de Prusia (fue
fundada en 1710).
Gracias a las cartas que el joven Virchow envió a su padre, Vemos en esa carta que Virchow fue alumno de Johannes
Carl Christian Siegfried Virchow (1785-1865), es posible obte- Müller (1801-1858), el maestro de una generación de científicos
ner datos sobre la formación del futuro patólogo y reformador que cambiaron la fisiología (entre sus discípulos, además de
médico. Así, en una carta fechada el 5 de diciembre de 1839, Virchow, se cuentan figuras como Helmholtz, Emil du Bois‑Rey-
Rudolf le explicaba la dureza de las lecciones y prácticas de mond, Ernst Brücke, Carl Ludwig y Jakob Henle). Antes incluso
anatomía, una información que sirve para apreciar cómo eran de los exámenes finales, Virchow fue nombrado «cirujano de
estas enseñanzas en aquella época: compañía (militar)» en la Charité. Allí se inició en la práctica
médica, parece que con éxito entre los pacientes, que le llamaban
«el pequeño doctor». El 17 de marzo de 1843 escribía a su padre
Por último, respondiendo a su tercera pregunta relativa a la contándole sus experiencias:
disección de cadáveres, no hemos llegado a eso todavía. Como
le escribí en mi última carta, asisto a las lecciones de anatomía
todos los días de 2 a 3 de la tarde. Por supuesto, solo se utilizan Debido a la enfermedad y temprana jubilación de un colega de
para esto ejemplares frescos, ya que sería imposible mostrar los la sección sénior, se produjo en la Pascua de Resurrección una
músculos (esto es, la carne del cuerpo humano) de un cuerpo vacante para un cirujano en la Charité y era obvio que debía
que es viejo, seco o conservado en alcohol. A veces únicamente ser ocupada por alguien de nuestra sección, que se encuentra
hay cabezas, otras brazos o piernas, un tronco cortado, parte ahora en su último semestre. Me preguntaron si estaba dispuesto
de una espalda con un pierna o parte del pecho con un brazo; a aceptar esta prestigiosa oferta, y después de algunas dudas
en resumen, todas las variaciones posibles. El problema es que decidí aceptarla con la condición de que se me permitiese con-
los cadáveres ahora escasean. De los 150 estudiantes que se tinuar en la Charité año y medio. Hoy informé al Generalarzt
supone que deben diseccionar, solamente 70 pueden mantenerse Lohmayer, que se encarga de los asuntos personales de los médi-
ocupados durante la semana, y con mucha frecuencia entre 8 y cos militares, y al Hausstabsarzt de la Charité, de quien supe que
15 trabajan en un mismo cuerpo. Por el mismo motivo, incluso había sido destinado a la sala de pacientes de ojos, la denomina-
el profesor [Johannes] Müller no puede variar sus ejemplares da clínica ocular, encabezada por el famoso oftalmólogo Jünken.
con la suficiente frecuencia, sino que tiene que trabajar con el Esta noticia fue muy satisfactoria porque a pocos de nosotros nos
mismo el mayor tiempo posible. Actualmente tenemos lecciones asignarán a esta sala en concreto, y esta rama de la medicina
de anatomía cada día de 7 a 8 de la mañana en el Instituto, y se está convirtiendo ahora en mi principal interés. A partir de
utilizamos las mismas muestras que ha empleado el profesor mañana me uniré a las rondas de la mañana y de la tarde para
para su clase magistral del día anterior. En ocasiones, si se familiarizarme con los pacientes actuales y los asuntos de la
necesita una parte del cuerpo de mayor tamaño, que evidente- clínica, y el 1 de abril efectuaré definitivamente el cambio. De
mente es demasiado pesada para ser transportada, tomamos esta forma me perderé un agradable semestre durante el cual
las clases en el propio Instituto Anatómico. En estas clases, el pienso que habría llenado grandes vacíos en mi conocimiento
cirujano jefe docente acude a un alumno y le pide que haga él teórico; me pierdo cursos clínicos de maestros renombrados y
la demostración de la muestra. Pero si sucede que los músculos el tiempo para preparar con calma mis exámenes. Pero espero
se hallan demasiado profundos, bajo dos o tres capas de otros que la ganancia no será insignificante y los beneficios materiales
músculos, evidentemente tiene que doblar estos hacia atrás a superarán todo lo demás.
fin de poder mostrar los músculos de interés. Recientemente
también ha sucedido que Müller impartió su clase magistral Ahora estoy interesado en obtener un doctorado tan pronto como
sobre los músculos utilizando una única cabeza durante toda sea posible ya que, cuando uno se halla entre un gran núme-
la semana, y como el tiempo fue caluroso durante esa semana, ro de colegas graduados, no disponer de un título resulta en
la cosa apestaba de manera horrible. Durante una clase, el una desagradable discriminación […] Por este motivo, querría
cirujano jefe docente me pidió que mostrase un músculo muy preguntarle que me dijese definitivamente si podría enviarme

40  TEMAS 103


el dinero necesario en julio, cuando nos darán permiso para dar clases pero sin recibir de la universidad más salario que
doctorarnos. el procedente de los estudiantes que se matriculasen en los
cursos que ofreciera) en Berlín. Su conferencia inaugural, que
Disponiendo ya de alguna experiencia, el 7 de abril explicaba presidió Müller, versó sobre la osificación patológica, y su cla-
a su padre sus quehaceres clínicos: se de prueba, sobre la inflamación muscular. En el invierno
de aquel mismo año se declaró una terrible epidemia de tifus
que devastó la Alta Silesia. Virchow recibió el encargo de es-
Mi posición personal es perfectamente satisfactoria […] Mis pa- tudiar la situación, por lo que permaneció en la zona entre el
cientes, en este momento 29 en total, están acomodados en dos 20 de febrero y el 20 de marzo. Aquella experiencia despertó
grandes salas y en dos habitaciones pequeñas; han asignado su conciencia social, haciendo de él un activista en defensa de
a mi servicio tres enfermeros y una enfermera. Dos veces al una salud pública eficiente. Acuñó entonces el aforismo: «La
día, a las 9 por la mañana y a las 5 por la tarde, acompaño medicina es una ciencia social, y la política no es nada más que
al Stabsarzt [oficial médico] en sus rondas mientras prescribe medicina a gran escala.»
los tratamientos. Antes de estas rondas visito por mi cuenta a Acababa de regresar de Silesia cuando estalló en Berlín una
pacientes para estudiar su situación, cambiar sus vendas, etc. revolución, la Revolución de 1848, cuyos objetivos eran el Go-
Además, cada mañana tenemos que ocuparnos de la denominada bierno prusiano, las autoridades municipales e incluso el rey.
clínica ambulatoria, donde los pacientes de ojos de la ciudad Virchow describió la situación detalladamente a su padre el
buscan nuestra ayuda y tratamiento y después regresan a su 19 de marzo, sin dejar de señalar que «Mi participación en el
casa. También hay que ocuparse de mucho papeleo: informes levantamiento fue relativamente insignificante. Ayudé a levan-
diarios, mensuales y cuatrimestrales, registros diarios de pa- tar algunas barricadas. Pero entonces, como no pude conseguir
cientes, y otras cosas del estilo; el volumen de todo esto puede una pistola, no me fue posible hacer mucho, ya que los solda-
medirse por el hecho de que en el último año diecinueve médicos dos disparaban desde muy lejos, y, dado el pequeño número de
de la Charité utilizaron 36.000 hojas con membrete. Aunque esta ciudadanos, el combate mano a mano era imposible, al menos
cifra no parece desmedida considerando que actualmente son en mi barricada.» Finalmente, los revolucionarios fueron derro-
1036 los pacientes del hospital. tados, y Virchow, expulsado de la Charité. Sin embargo, el año
siguiente obtuvo su primera cátedra, de anatomía patológica,
en la Universidad de Wurzburgo.
Teniendo en cuenta que trabajaba en una clínica de ojos, no Su actuación en 1848 muestra que, además de un gran cien-
es sorprendente que cuando, también en 1843, obtuvo el título tífico, Virchow fue también un hombre con intensas preocu-
de doctor en medicina (dirigido por el propio Müller, que era paciones sociopolíticas, entre las que figuraba la situación de
entonces el decano de la Facultad de Medicina), su tesis —en la salud pública en Alemania. Es significativa en este sentido
latín, siguiendo la costumbre de entonces— se titulase Sobre la una serie de artículos sobre las reformas médicas en la salud
enfermedad reumática, particularmente de la córnea. pública que publicó en 1848 en Die Medizinische Reform. Esta
Tal y como deseaba, la estancia de Virchow en la Charité se revista semanal, que él mismo fundó junto al psiquiatra Ru-
prolongó. En otra de sus cartas a su padre, esta del 15 de octubre dolf Leubuscher, se convirtió en portavoz de un movimiento
de 1845, le explicaba cuál era su situación: nacional de reforma médica que abogaba por un progreso ad-
ministrativo que se correspondiese con, y pudiese explotar, los
avances científicos. Allí, en el número de septiembre, defendió
La siguiente meta que me he propuesto es ganar reconocimiento ideas que muestran lo poco humanitaria que era la época en
general a través de una serie de publicaciones. Le adjunto mi que lo escribió: «En lo que se refiere a la frase “para cada uno
primer artículo sobre la fibrina, el componente de la sangre que según sus necesidades”, en ningún lugar se aplica con mayor
permite que se coagule […] claridad y rotundidad que en la atención que se brinda en
la salud pública, de la que constituye uno de sus principios
Entre tanto, debo completar los exámenes estatales. La posibili- básicos. La admisión en un hospital debe estar abierta a todo
dad de fracasar originaría, por supuesto, un terrible problema. paciente que lo necesite, con independencia de si es judío o
Una vez que haya terminado los exámenes, mi situación en ateo. Si alguien solicita la admisión, el único criterio debe ser
la Charité, donde, por cierto, pronto tendré mi propia habita- si está enfermo, y qué circunstancias justifican su admisión
ción, cambiará, si no formalmente, sí al menos de facto. Como en un hospital. Hasta ahora, sin embargo, era lo contrario; la
le escribí anteriormente, intentaré el próximo verano dar clases primera pregunta era si la persona podía pagar, o si alguna otra
privadas, y, si es posible, también que se me asignen algunos persona era responsable de pagar por ella».
pacientes para que les atienda personalmente. De esta forma,
acaso pueda extender mi estancia en la Charité, aunque esta
esperanza sea pequeña. De cualquier manera, la opción estaría
siempre abierta, incluso en el futuro, de solicitar un tratamiento
PARA SABER MÁS
preferencial en lo militar; de hecho, incluso podría pedir la baja
anticipada con una buena posibilidad de que se me aceptase si Rudolf Virchow. Doctor, statesman, anthropologist.Erwin H. Ackerknecht.
The University of Wisconsin Press, 1953.
se me ofreciesen otras perspectivas más favorables.
Rudolf Virchow. Letters to his parents, 1839 to 1864.Dirigido por Marie
Rabl. Science History Publications, 1990.
EN NUESTRO ARCHIVO
Activista social y médico
La carrera de Virchow estaba comenzando. Y lo haría con ra- Rudolf Virchow (1821-1902).J. M. López Piñero en MyC, no. 18, 2006.
pidez. En 1847 se convirtió en Privatdozent (habilitado para

Cartas científicas  41
Pasteur,
el científico
prudente
El nacimiento de la vacunación moderna vino marcado
por los temores y las precauciones de su inventor

F
ue uno de los nombres importantes de la historia, no ya de la ciencia única-
mente, sino de la humanidad, de la cual es considerado uno de sus grandes
benefactores. La obra de Louis Pasteur (1822-1895) cubre diversos campos y
fenómenos: destaca la estereoquímica, disciplina que estudia las formas tri-
dimensionales alternativas de las moléculas a la que dedicó su tesis doctoral
(1847) y en la que continuó trabajando hasta 1857; también la fermentación y
la generación espontánea, que demostró que no existía (1857-1865); las enfer-
medades del gusano de seda (1865-1870); la elaboración de la cerveza (1871-1876), y las enfer-
medades infecciosas (1876-1895).

En 1880, tras aislar el microorganismo responsable del cólera se produciría posterior­mente fue la introducción de vacunas
de las gallinas (un mal que podía matar hasta el 90 por ciento obtenidas por ingeniería genética, que se iniciaron en 1983 y
de un gallinero), Pasteur consiguió disminuir su virulencia si­ cuyo primer producto comercializado fue la vacuna contra la
guiendo la técnica que había desarrollado Edward Jenner en hepatitis B, en 1986).
1798; esto es, inyectando en las gallinas microbios debilita­dos. Esta historia, la del valor y pericia de Pasteur al atreverse a
Estimulado por los resultados favorables que obtenía, aplicó tratar a Joseph Meister, se ha repetido y repetirá, justificadamen-
FOTOGRAFÍA DE PAUL NADAR (CA. 1985), DOMINIO PÚBLICO

el principio de la debilita­ción de los gérmenes para preparar te, miles de veces, pero aquí, y recurriendo a dos de las cartas que
vacunas contra la rabia, enfermedad infeccio­sa mortal, que afec- escribió, veremos otra faceta, la de sus temores y precauciones.
ta a los perros pero que también pueden contraer (mediante Disponemos de su correspondencia gracias a los esfuerzos que
mordedu­ras de estos) las personas. Sus primeros estudios en este hizo por localizarla y reunirla uno de sus yernos. Nos referimos
campo comenzaron en diciembre de 1880, cuando un veterina­ al escritor y primer biógrafo de Pasteur René Vallery-Radot,
rio le llevó dos perros rabiosos y le pidió su opinión. Solo había marido de Marie-Louise, una de las cuatro hijas de Pasteur (tuvo
experimen­tado con perros cuando en julio de 1885 le llevaron también un hijo). Continuó esa tarea Pasteur-Vallery-Radot (así
un niño de nueve años, Joseph Meister, que había sido mordido firmaba), hijo de René, quien fue responsable de la publicación,
por un perro rabioso. A pesar de no ser médico, Pasteur aceptó el en cuatro volúmenes, de la correspondencia de su abuelo.
desafío y experimentó la vacuna en el niño. Fue un éxito. Había El 14 de diciembre de 1884, Pasteur escribía a un inidentifi-
nacido la vacunación moderna (la única gran modificación que cado «X» (Correspondance, vol. 3, págs. 445-446):

42  TEMAS 103


LOUIS PASTEUR

Cartas científicas  43
Señor y muy respetado colega, en que se hallan mis investigaciones no me permite todavía actuar
sobre el hombre.
Lamento profundamente no poder decirle que me traiga a París
ese querido niño. No me atrevo todavía a intentar nada con el Diga con claridad a esas bravas gentes que la mordedura de un
hombre. Un fracaso comprometería todo el futuro posible. ¡Ah!, perro rábico está lejos de anunciar siempre el mal. Tienen más
si toda mordedura de un perro rabioso implicase fatalmente la de 80 buenas posibilidades sobre 100 de no adquirirlo.
muerte por la rabia, yo no dudaría. Mis experiencias de intentos
por conseguir el estado refractario sobre los perros después de la Que no hagan nada, que no se dediquen a ningún remedio. No
mordedura van bien; pero tengo todavía muy pocos resultados. hay ninguno.
Desde hace cinco meses me he visto muy retrasado debido a
dificultades imprevistas, felizmente superadas, gracias a una En su lugar, haga que un médico vigile atentamente a las perso-
instalación que debe permitirme multiplicar a partir de enero nas a fin de identificar los menores cambios de carácter, excita-
mis pruebas de profilaxis. ción nerviosa, dolores de cabeza… y que me envíen un telegrama
con las señales.
Resumido, este es el estado de mis estudios:
La muerte es invencible cuando comienzan los primeros sínto-
Usted me dirá: aquí están veinticinco perros, ¿puede usted mas, en general después de seis semanas, o dos meses. No existe
asegurarme que si yo hago que les muerdan perros rabiosos, entonces ningún escrúpulo para actuar y yo intentaré cualquier
podría, sin lugar a dudas, hacer a los veinticinco refractarios cosa sin dudar, aunque sepa que en este momento es muy tarde
a la rabia antes que se desarrolle el mal, como consecuencia para que funcione.
de la mordedura? Y yo me vería obligado a responder que
no puedo contestar que ninguno de los veinticinco no sufra Estoy desolado por no poder decir que haga venir a estas perso-
algún accidente de vacunación. Es solamente cuando yo pue- nas, pero la prudencia me ha aconsejado que los métodos muy
da decir que soy capaz de vacunar con seguridad después de simples que empleo no habrán recibido el perfeccionamiento
la mordedura a un número cualquiera de perros mordidos, que espero.
cuando me atreveré a pasar al hombre. Y todavía mi mano
temblará, porque lo que es posible para los perros puede no Reciba, Señor, la seguridad de mi consideración muy distinguida
serlo para el hombre. De todas maneras, no tendré ya escrú-
pulos científicos.  L. Pasteur

Reciba, señor, la seguridad de mis sentimientos muy distin-


guidos. Los consejos de Pasteur se siguieron y los afectados, vigilados
cuidadosamente, no presentaron ninguna señal de la infecciosa
 L. Pasteur rábica. Menos de un mes después, el 6 de julio, Pasteur llevaba
a cabo la primera vacunación antirrábica de la historia.
Que la familia del niño no se alarme excesivamente. ¡Hay tan- El éxito obtenido con Meister atrajo al laboratorio de Pasteur
tas mordeduras, incluso no cauterizadas, que no tienen un fin a personas no solo de Francia, sino también de otras partes del
fatal! La cauterización después de 24 horas puede ser muy útil mundo (sobre todo de Europa). El contenido de una carta que
y eficaz. envió al cirujano y fisiólogo inglés Victor Horsley en agosto de
1886 nos da idea de la magnitud de ese éxito (Horsley viajó a
No olvide, se lo ruego, escribirme cómo se porta el niño en un París en 1886, como secretario de una comisión establecida por
mes, en seis semanas y ulteriormente en dos o tres meses. el Gobierno británico para estudiar los procedimientos de Pas-
teur en la inmunización contra la rabia; los experimentos que
posteriormente realizó Horsley confirmaron el descubrimiento
En los meses siguientes Pasteur continuó experimentando
con perros. Seguía sin atreverse con personas. Una carta­ que
escribió el 12 de junio de 1885 al alcalde de Levier (Doubs), quien
le había escrito preguntándole si consentiría en cuidar a dos
habitantes de esa localidad a los que había mordido un perro
La historia del valor
rabioso, así lo muestra (Correspondance, vol. 4, págs. 21-22):
y pericia de Pasteur
Señor, al atreverse a tratar a
He recibido su carta de ayer, 11 de junio, relativa a ese niño y a
su padre, mordidos los dos por un perro rabioso y sobre lo que
Joseph Meister se ha
habría que hacer.
repetido y repetirá,
Siento mucho informarle que todavía no puedo intentar llevar el
estado refractario a la rabia a los seres humanos. Lo hago fácil- justificadamente,
mente con perros, incluso después de que han sido mordidos. No
me encuentro lejos de osar hacerlo sobre el hombre pero el punto miles de veces
44  TEMAS 103
y método de Pasteur, como señaló en un informe posterior)
(Correspondance, vol. 4, págs. 94-95):

Al 22 de agosto de 1886, han sido tratados en mi laboratorio


preventivamente contra la rabia, después de mordeduras por
animales que tenían rabia o que se sospechaba que la tenían:

Mortalidad

Francia y Argelia.....1324 4, Pelletier, Peytel,


Lagut, Clédières
Inglaterra.......................68 0
Austria-Hungría..........43 0
Alemania..........................9 0
América.......................... 18 0
Brasil................................2 0
Bélgica............................50 0
España............................ 75 2, Guardia Ribes
(13 años) y Pita (70 años)
Grecia.............................. 10 0
Portugal..........................24 0
Holanda.......................... 14 1, Meulenick (13 años)
Italia.............................138 0
Rusia.............................186 8, de lobos sobre 50 tratados
4, de perros sobre 136 tratados
Rumania........................20 2
Suiza.................................2 0
Turquía.............................2 0
Bombay............................ 1 0

Total...............1986 21, de los cuales


8 lo fueron por lobos.
Y el resto (13) por perros

Esto representa una mortalidad de alrededor del 1 por 100, inclu-


yendo las mordeduras de lobos. Y una mortalidad de alrededor
PASTEUR MIRA CON ANSIEDADcómo se administra por primera
del 1 por 150 por mordeduras de perros.
vez a una persona (el niño de nueve años Joseph Meister) la vacuna
antirrábica que él ha ensayado con éxito en perros.
Si no consideramos más que los 1324 tratados de Francia y Arge-
lia, con 4 muertos, la proporción es de 1 muerto por cada 330. De
manera que la proporción más baja de muertes por rabia sobre
100 mordidos que habían osado invocar las personas hostiles al
descubrimiento, del 5 por ciento, es completamente errónea. En
cualquier caso, incluso con esta misma proporción del 5 por 100,
los 1324 mordidos de Francia y Argelia habrían correspondido
a 65 muertos.

En mi comunicación del 1 de marzo de 1886 [«Résultats de


l’application de la méthode pour prévenir la rage après mor-
PARA SABER MÁS
sure»], dí la proporción de 16 muertos por 100 mordidos. Mi
Correspondance.Reunida y anotada por Pasteur Vallery-Radot:
convicción es que esta proporción no es exacta todavía y que
Vol. 1. Lettres de jeunesse: L’étape de la cristallographie (1840-1857).
es demasiado reducida. Con esta estimación, los 1324 mordidos Grasset, París, 1946.
de Francia y Argelia habrían producido 112 muertos por rabia. Vol. 2. La seconde étape: Fermentations, générations spontanées, maladies
des vins, des vers a soie, de la bière (1857-1877).Flammarion, París, 1951.
En definitiva, la eficacia del método es tal que solo en 4 casos ha Vol. 3. L’étape des maladies virulentes: Virus-vaccins du choléra des poules,
du charbon, du rouget, de la rage (1877-1884).Flammarion, París, 1951.
LITOGRAFÍA DE ROGER VIOLLET

sido ineficaz el tratamiento. Vol. 4. L’étape des maladies virulentes (suite): Vaccination de l’homme
contre la rage. Dernières années (1885-1895).Flammarion, París, 1951.

EN NUESTRO ARCHIVO
La difusión del método de Pasteur fue tal que en 1907 al
menos 51 institutos, distribuidos por Europa, Asia, América y Louis Pasteur (1822-1895).J. M. López Piñero en MyC n.o 34, 2009.
África, utilizaban ya vacunas contra la rabia.

Cartas científicas  45
Entre Darwin
y Huxley
Sobre cómo fue recibida la teoría de la evolución de las especies

P
ara comprender cabalmente el desarrollo de la ciencia es preciso ahondar
en diferentes apartados. Hay que ocuparse, por supuesto, de los científicos
que participaron en el asunto del que se trate y de cuáles fueron sus aporta-
ciones, teóricas o experimentales (en cuyo caso habrá que estudiar los instru-
mentos que utilizaron). También hay que fijarse en cómo llegaron a ellas, lo
que conlleva indagar en la historia anterior, esto es, en sus precursores —si
los hubo— y en los investigadores de su tiempo con los que se relacionaban.
Es necesario, asimismo, reparar en las instituciones a las que estuvieron vinculados. Y, dado

FOTOGRAFÍA DE W. & D. DOWNEY, COLECCIÓN WELLCOME/CC BY 4.0 (CREATIVECOMMONS.ORG/LICENSES/BY/4.0/LEGALCODE.ES)


que las aportaciones dependen también del modo en que son recibidas, no se debe pasar por
alto la acogida que tuvieron.

Por sus implicaciones sociales y religiosas, un caso particular- FitzRoy, el capitán del Beagle. Aunque se esgrimían razones cien-
mente interesante en ese sentido es el del libro (puesto a la venta tíficas, con frecuencia se insistía en (o subyacían con fuerza) los
el 24 de noviembre de 1859) en el que Charles Darwin presentó su argumentos teológico-religiosos.
teoría de la evolución de las especies: On the origin of species by Pero hubo un acontecimiento particularmente notorio: el
means of natural selection, or the preservation of favoured races célebre, casi mítico, debate que tuvo lugar en Oxford el sábado
in the struggle for life («Sobre el origen de las especies por medio 30 de junio de 1860, durante una de las sesiones de la reunión
de la selección natural, o la preservación de especies favorecidas anual, a la que asistían siempre cientos de personas, científicos
en la lucha por la vida»). al igual que ciudadanos interesados en la ciencia, de la Aso-
La aparición de esta obra suscitó de inmediato grandes pa- ciación Británica para el Avance de la Ciencia. (Esta organiza-
siones, en las que los argumentos científicos se mezclaban con ción había sido establecida en 1831 siguiendo el modelo de la
consideraciones de índole religiosa o, incluso, política. Abundan Sociedad Alemana de Ciencias Naturales y Medicina, fundada
los ejemplos y los protagonistas de tales discusiones tempranas. en 1822 en Leipzig a instancias sobre todo del biólogo Lorenz
Entre los principales opositores recordaré a Richard Owen, espe- Oken. Más tarde llegaron otras similares, como la Asociación
cialista en anatomía comparada que había ayudado a Darwin en Americana para el Avance de la Ciencia en 1848, la Sociedad
la clasificación de los fósiles que trajo de su viaje de cinco años Italiana para el Progreso de la Ciencia en 1907 y la Asociación
en el Beagle; el zoólogo y geólogo suizo afincado en Estados Uni- Española para el Progreso de las Ciencias en 1908.) En aquella
dos Louis Agassiz, y dos viejos conocidos de Darwin: el geólogo ocasión se enfrentaron el obispo de Oxford, Samuel Wilberforce
Adam Sedgwick, que fue profesor suyo en Cambridge, y Robert (1805-1873), y Thomas Henry Huxley (1825-1895).

46  TEMAS 103


THOMAS HENRY HUXLEY

Cartas científicas  47
Thomas Henry Huxley ocuparse del onus probandi [«carga de la prueba»], esto es, de
Especialista en anatomía comparada y paleontología, Huxley demostrar que las especies no aparecen en la forma que usted
había conocido a Darwin en 1851. Aunque al principio no agradó supone.
particularmente a este —le pareció demasiado crítico, agrio y bri-
llante—, pronto comenzaron a cartearse con frecuencia. Además, Pero siento que todavía no he comprendido completamente las
Darwin reconoció en el informado, agudo y bien relacionado implicaciones de esos muy notables y originales capítulos III,
Huxley un excelente crítico para reseñar sus libros. Así, el 11 de IV y V [«Leyes de la variación»], y no escribiré ahora nada más
abril de 1853 le escribía: acerca de ellos.

Las únicas objeciones que se me han ocurrido son: primero, que


Hablaba usted como si hubiera tenido intención de reseñar mis se ha cargado usted con una dificultad innecesaria al adoptar de
Cirrípedos [se refería aquí a A monograph of the subclass Cirri- manera tan firme el Natura non facit saltum [«La naturaleza no
pedia, vol. 1, The Lepadidae, publicado en 1851]: es muy indecoro- da saltos»]; y segundo, no veo claro por qué, si las condiciones
so por mi parte decirlo así, pero me causaría gran placer ver mi físicas que se mantienen constantes tienen tan poca importancia
trabajo revisado por alguien tan capaz como usted de encomiar como usted supone, debe producirse la variación.
todo lo que puede merecer alabanza, y criticar los errores que
sin duda contiene. Mi principal razón para desearlo es que, de No obstante, debo leer el libro dos o tres veces más antes de su-
lo contrario, creo que ningún extranjero conocerá su existencia. poner que comienzo a encontrar agujeros en él.
Lleva un año publicado y ningún zoólogo ha tomado nota de
ella, excepto, brevemente, Dana [James Dwight Dana, geólogo y Confío en que no se permitirá disgustarse en modo alguno por
zoólogo estadounidense, editor del American Journal of Science el considerable abuso y malinterpretaciones que, a menos que
and Arts desde 1846 y a partir de 1856 catedrático de geología yo esté muy equivocado, le esperan. Se ha ganado usted la gra-
en la Universidad Yale]. titud permanente de todos los hombres juiciosos. Y en cuanto a
las maldiciones que se ladrarán y gritarán, debe recordar que,
de cualquier manera, algunos de sus amigos están provistos de
Huxley ha sido denominado, con razón, «el bulldog de Dar- una combatividad que (aunque a menudo usted ha reprochado)
win», por la energía y habilidad que desplegó en defensa de la puede ser buena para usted. Yo estoy afilando mis garras y picos
teoría darwiniana. Conocemos la impresión que la lectura de para tenerlos dispuestos.
The origin of species produjo en Huxley gracias a una carta que
este envió a Darwin el 23 de noviembre, esto es, el día antes de
que el libro apareciese en las librerías —como a otros colegas Que tenía bien afiladas sus garras para defender a Darwin
cuya opinión e influencia valoraba, Darwin le había enviado y su teoría es algo que se comprobó pronto, en la mencionada
un ejemplar; se sabe que fueron al menos 47 (entre ellos Louis reunión de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia
Agassiz, Robert FitzRoy, Asa Gray, John Henslow, John Herschel, celebrada en Oxford entre el 27 de junio y el 4 de julio de 1860,
Joseph Hooker, Charles Lyell, Richard Owen, Adam Sedwick, en el espléndido Museo de Historia Natural inaugurado aquel
Herbert Spencer y Alfred Russel Wallace) los que recibieron mismo año.
uno de estos ejemplares por cortesía del autor:
La confrontación en Oxford
Existen varias descripciones de la confrontación que tuvo lugar
Mi querido Darwin, he terminado su libro ayer; su lectura me entre el obispo Wilberforce y Huxley, pero desgraciadamente una
ha proporcionado unas pocas horas de placer continuo. Desde carta que Huxley envió a Darwin con su versión no se ha con-
que leí los ensayos de Von Bär [Ernst von Baer], hace nueve años, servado. En las voluminosas actas de la reunión publicadas (574
ningún trabajo en la ciencia de la historia natural que haya en- páginas), Report of the thirtieth meeting of the British Association
contrado me ha producido una impresión mayor, y le felicito de for the Advancement of Science (John Murray, Londres 1861),
todo corazón por la gran cantidad de nuevas perspectivas que me aparecen solo resúmenes de dos intervenciones en las que se
ha proporcionado. Nada, pienso, puede ser mejor que el tono del mencionó la teoría de Darwin: la de C. J. B. Daubeny, catedrático
libro; impresiona a aquellos que conocen el tema. Con respecto a de botánica en Oxford («Remarks on the final causes of the se-
su doctrina, estoy dispuesto a ir la hoguera, si es necesario, para xuality of plants, with particular reference to Mr. Darwin’s work
apoyar el capítulo IX [«La imperfección del registro geológico»] “On the origin of species by natural selection”») y la del químico
y la mayor parte de los capítulos X [«La sucesión geológica de de origen británico instalado en Estados Unidos John William
los seres orgánicos»], XI-XII [«Distribución geográfica»], y el Draper («On the intellectual development of Europe, considered
capítulo XIII [«Clasificación, morfología, embriología y órganos with reference to the views of Mr. Darwin and others, that the
rudimentarios»]. Gran parte del contenido es admirable, pero progression of organisms is determined by law»).
en uno o dos puntos hago una advertencia hasta que pueda ver Una de las descripciones existentes es la del reverendo
todos los lados de la cuestión. William H. Fremantle (1807-1861), que asistió a aquella sesión.
Se reprodujo tanto en el libro que Francis Darwin compuso para
Con respecto a los primeros cuatro capítulos [«Variación en recordar a su padre, Charles Darwin: His life told in an autobio-
estado doméstico», «Variación en la naturaleza», «Lucha por la graphical chapter, and in a selected series of his published letters
existencia» y «Acción de la selección natural»], estoy de acuerdo (1892), como en otro similar, Life and letters of Thomas Hen-
completa y profundamente en los principios que presenta en ry Huxley, editado por Leonard Huxley. «El obispo de Oxford
ellos. Creo que ha demostrado una causa verdadera para la —escribió Fremantle— atacó a Darwin, al principio de manera
producción de especies, y son sus adversarios quienes deben juguetona, pero después con inexorable formalidad [...] ¿Qué

48  TEMAS 103


ha aportado [la teoría darwiniana]?», exclamó [...] Y entonces intención de asistir, que no veía ninguna razón en abandonar
comenzó a burlarse: «Querría preguntar al profesor Huxley, que la paz y tranquilidad para ser golpeado episcopalmente. Cham-
está sentado a mi lado, y está dispuesto a hacerme picadillo en bers replicó con vehementes contrargumentos y dijo que yo los
cuanto me siente, acerca de su creencia de que desciende de abandonaba. Entonces dije: «¡Oh!, si se lo va a tomar así, iré y
un mono. ¿Procede esta ascendencia del lado de su abuelo o tendré mi parte de lo que vaya a suceder».
del de su abuela?» Y entonces, adoptando un tono más grave,
afirmó, en una solemne perorata, que las ideas de Darwin eran De manera que fui, y, por casualidad, me senté cerca del viejo
contrarias a lo revelado por Dios en las Escrituras. El profesor Sir Benjamin Brodie [notable cirujano]. El obispo comenzó su
Huxley no tenía ganas de responder; pero fue solicitado, y habló discurso, y para mi sorpresa, muy pronto demostró que era tan
con su habitual penetración y con algo de desdén: «Estoy aquí ignorante que no sabía cómo manejar su propio caso. Mi espíritu
solamente en interés de la ciencia», dijo, «y no he oído nada se animó proporcionalmente y cuando se volvió hacia mí con su
que pueda perjudicar los intereses de mi augusto defendido insolente pregunta, le dije por lo bajo a Sir Benjamin: «El Señor
[...]». Por último, con relación a descender de un mono, dijo: lo ha puesto en mis manos».
«No sentiría ninguna vergüenza de haber surgido de semejante
origen; pero sí que me avergonzaría proceder de alguien que Ese sagaz viejo gentleman me miró como si yo hubiese perdido
prostituye los dones de cultura y elocuencia al servicio de los los nervios. Pero, de hecho, el obispo había justificado mi réplica
prejuicios y la falsedad». más severa, y me preparé para que la tuviese. Fui cuidadoso,
Charles Lyell, el gran geólogo, autor del seminal Principles sin embargo, en no levantarme para responder hasta que los
of Geology («Principios de geología»; 3 volúmenes, 1830-1833) asistentes me lo pidieran. Entonces, me dejé llevar.
que tanto influyó en Darwin —quien durante años se consideró
geólogo más que naturalista— en la manera en que este leyó Siendo justos con el obispo, debo confesar que no era malicioso
los sedimentos que albergaban los fósiles testigos de las formas y que fue siempre cortés cuando nos encontrábamos ocasional-
de vida que habían existido en el pasado, también se refirió al mente en años posteriores. Hooker y yo abandonamos juntos
debate entre Wilberforce y Huxley. Lo hizo en una carta que la reunión, y recuerdo haberle dicho que esta experiencia ha-
envió al botánico y paleobotánico Sir Charles Bunbury el 4 de bía cambiado mi opinión acerca del valor práctico del arte de
julio. En ella, y después de señalar que aunque había estado hablar en público, y que a partir de entonces lo cultivaría con
en la reunión de Oxford y que no pudo asistir a la sesión en la cuidado y trataría de dejar de odiarlo. Hice aquello, pero nunca
sección de zoología y botánica en la que se produjo la discusión, tuve éxito en dejar de odiarlo.
había sabido de cómo se desarrolló esta, resumía lo que le dije-
ron de ella. Básicamente, coincidía con la versión de Fremantle,
pero añadía un comentario: Así lo hizo, efectivamente. Y se convirtió en un hábil confe-
renciante y temido contrincante. Una de las tareas que asumió
especialmente a partir de entonces fue la defensa de Darwin.
Muchos culparon a Huxley por su irreverente libertad; pero to- Así, en una carta fechada el 21 de enero de 1860, Darwin escri-
davía más, aquellos a los que escuché hablar del enfrentamien- bía a Huxley:
to, y entre ellos Hugh Falconer [paleontólogo y botánico], me
aseguraron que el vicecanciller [de la Universidad de Oxford,
Francis] Jeune (un liberal) manifestó que el obispo obtuvo nada He indicado a [John] Murray [el editor de sus obras] que le
más que lo que merecía. El obispo había sido muy aplaudido, envíe un ejemplar de la segunda edición de mi libro. Debía
pero antes de que la abarrotada sesión terminase (mucha gente haber hecho esto antes, ya que usted ha sido, por encima de
no pudo entrar) estaban bastante inclinados hacia el otro lado. cualquier otro o de casi cualquiera, el más cálido y el más
importante defensor de él.

Bastantes años después, el 27 de junio de 1891, el propio


Huxley ofreció algunos detalles de su intercambio con Wilber-
force en una carta que dirigió a Francis Darwin:
PARA SABER MÁS

Life, letters and journals of Sir Charles Lyell, vol. II.Dirigido por K. M. Lyell.
John Murray, Londres 1881.
Debo decir que el relato de Fremantle es sustancialmente Life and letters of Thomas Henry Huxley, vol. I.Leonard Huxley. MacMillan,
correcto […]. Londres, 1900.
The correspondence of Charles Darwin, vol. 5 (1851–1855).Dirigido
La parte singular del asunto es que yo no habría estado pre- por Frederick Burkhardt y Sydney Smith. Cambridge University Press,
Cambridge, 1989.
sente excepto por Robert Chambers [editor, escritor y geólogo].
The correspondence of Charles Darwin, vol. 7 (1858-1859).Dirigido
Había oído de la intención del obispo de utilizar la ocasión. por Frederick Burkhardt y Sydney Smith. Cambridge University Press,
Sabía que tenía la reputación de ser un polemista de primera Cambridge, 1991.
clase, y yo era bastante consciente de que si él jugaba sus cartas The correspondence of Charles Darwin, vol. 8 (1860).Frederick Burkhardt,
propiamente, con semejante audiencia deberíamos tener pocas Duncan M. Porter, Janet Browne y Marsha Richmond. Cambridge University
Press, Cambridge, 1993.
posibilidades de realizar una defensa eficaz. Más aún, yo estaba
muy cansado y quería unirme a mi esposa, el sábado, en la casa EN NUESTRO ARCHIVO

de campo de su cuñado cerca de Reading. El viernes me encontré El origen de la mente.Darwin. Barbara Continenza. Colección TEMAS de IyC
con Chambers en la calle y, en respuesta a algunos comentarios n.o 54, 2008.
suyos referentes a que iba a la reunión, le dije que yo no tenía

Cartas científicas  49
El camino hacia
la electrodinámica
de Maxwell
El valor (científico) de la amistad

J
ames Clerk Maxwell (1831-1879) es uno de los grandes científicos de la historia.
En física, es posible argumentar que únicamente Isaac Newton y Albert Einstein
le preceden en una hipotética escala de excelencia. El mismo Einstein reconoció la
importancia de algunas de las aportaciones de Maxwell en un libro que celebraba
el centenario de su nacimiento: «Se produce entonces [mediados del siglo xix] el
gran cambio, que para siempre estará asociado a los nombres de Faraday, Maxwell
y Hertz. En esta revolución, la parte del león corresponde a Maxwell. Demostró
que el conjunto de lo que por entonces era conocido acerca de la luz y de los fenómenos electro-
magnéticos se podía expresar mediante su famoso doble sistema de ecuaciones en derivadas par-
ciales, en las que los campos eléctrico y magnético aparecen como las variables dependientes».

Maxwell nació en Edimburgo, en el seno de una familia aco- mecánico del calor, C la función de Carnot y M el calor absorbido
modada. En su momento, heredó una gran finca, Glenair, al su- por unidad de volumen, manteniendo constante la temperatura).
roeste de Escocia. Aunque estudió derecho, el principal interés de Durante los cinco años que pasó en la Academia de Edimbur-
su padre, John Clerk Maxwell, era la tecnología. Sin embargo, no go, Maxwell dio muestras de su inteligencia: a la edad de quince
fue a su progenitor a quien James debió sus primeras enseñanzas: años escribió su primer artículo científico, un trabajo sobre la

GRABADO DE G. J. STODART (1881) A PARTIR DE UNA FOTOGRAFÍA DE JOHN FERGUS. COLECCIÓN WELLCOME/CC BY 4.0
durante sus primeros ocho años de vida la mayor parte de la geometría de curvas cónicas. En noviembre de 1847 entró en
educación que recibió procedió de su madre, Frances Cay, quien la Universidad de Edimburgo, donde siguió los tres primeros
en 1839 desgraciadamente murió de cáncer, la misma enfermedad cursos de una carrera que constaba de cuatro. Esto quiere decir
de la que fallecería su hijo, cuarenta años más tarde. que no completó sus estudios y que, por consiguiente, no obtuvo
ningún título. Semejante comportamiento ni fue involuntario, ni
Estudios universitarios era infrecuente: se trataba de una maniobra habitual para poder
En noviembre de 1842 Maxwell comenzó sus estudios formales en estudiar en la más prestigiosa en ciencia de las universidades
la Academia de Edimburgo. Allí encontró algunos condiscípulos británicas de la época, la de Cambridge, que no admitía como
que se convirtieron en sus amigos para toda la vida. Uno de ellos alumnos a quienes ya poseyesen un título universitario.
fue Peter G. Tait (1831-1901), que llegó a ser catedrático de «filoso- En los años que pasó en la universidad escocesa, Maxwell no
fía natural» (el nombre con el que todavía se designaba en el Reino solo se dedicó a avanzar en sus estudios de física y matemáticas;
Unido a la física) en la Universidad de Edimburgo. A la amistad también se interesó por la filosofía. A través de las cartas de ju-
que mantuvo con Tait se sumó la de William Thomson (lord Kelvin ventud se puede comprobar que sus lecturas de filosofía fueron
a partir de 1892), catedrático en Glasgow y una de las figuras más numerosas. En una de esas epístolas, fechada el 26 de abril de
notables de la física y la tecnología del siglo xix. Los tres mantuvie- 1850 y dirigida a su amigo Lewis Campbell, mencionaba que se
ron frecuentes intercambios epistolares. En sus cartas, Thomson y proponía leer, entre otras obras, la Crítica de la razón pura de
Tait firmaban como, respectivamente, T y T’, y Maxwell como dp/ Kant (en alemán) y el Leviathan de Hobbes.
dt, puesto que en uno de los libros de Tait (Sketch of thermodyna- En Cambridge, el título más prestigioso se obtenía a través
mics, 1868) la segunda ley de la termodinámica se escribía con las de un competitivo examen denominado Mathematical Tripos.
iniciales de Maxwell: dp/dt=JCM (donde J denotaba el equivalente El alumno que obtenía los mejores resultados se convertía en

50  TEMAS 103


JAMES CLERK MAXWELL

Cartas científicas  51
senior wrangler, el siguiente en second wrangler y así sucesi-
vamente. La mayoría de los principales físicos británicos que
trabajaron entre, aproximadamente, 1820 y 1900, estudiaron
en Cambridge y pasaron el Mathematical Tripos. A pesar de
su gran capacidad en matemáticas y física, Maxwell, que se
examinó en 1854, no fue senior wrangler sino second, detrás
de Edward Routh, científico notable pero cuya obra en modo
alguno se acercó a la suya.
Un año después de superar el Tripos, Maxwell fue nombrado
miembro (fellow) de su colegio universitario, el Trinity. Aque-
llo significaba la seguridad de poder continuar en Cambridge,
con muy pocas obligaciones, dedicándose a investigar en lo que
desease. Sin embargo, no utilizó mucho tiempo tal privilegio,
ya que en 1856 pasó a ocupar la cátedra de filosofía natural del
Colegio universitario Marischal de Aberdeen, en donde perma-
neció cuatro años. Fue entonces cuando contrajo matrimonio
con Katherine Mary Dewar, hija del director del colegio. Kathe-
rine tenía siete años más que Maxwell y parece que su salud
fue delicada, aunque sobrevivió a su esposo: falleció en 1886.
No tuvieron hijos. MODELO MECÁNICOdel campo electromagnético basado en
vórtices, que Maxwell publicó en Philosophical Magazine en 1861.
Electromagnetismo
En 1860 Maxwell tuvo que abandonar su cátedra de Aberdeen,
debido a lo que ahora denominaríamos un «reajuste de plantilla», he oído hablar de «líneas magnéticas de fuerza» y parece que
consecuencia de la unión del Colegio Marischal con el King, la Faraday hace gran uso de ellas, pero otros parecen preferir la
otra institución universitaria de Aberdeen. Pero enseguida obtuvo noción de atracciones directas [esto es, acciones a distancia]
una cátedra del Colegio King de Londres, en donde permaneció de elementos de corrientes.
hasta 1865, un período que resultó muy provechoso para sus in-
vestigaciones sobre los fenómenos eléctricos y magnéticos.
Una cuestión importante es cuándo inició el estudio de esos Maxwell se refería a un trabajo que William Thomson publicó
fenómenos, más aún habida cuenta de que ni en Edimburgo en 1842, en el que había demostrado que las ecuaciones que
ni en Cambridge había estudiado formalmente electricidad y describen el flujo uniforme de calor en un medio homogéneo
magnetismo. Una carta que escribió a William Thomson el 13 son formalmente idénticas a una versión de las ecuaciones que
de noviembre de 1854 ayuda a responder a tal pregunta: representan leyes de atracción que varían con el inverso del
cuadrado de la distancia, como ocurre en la ley newtoniana de
la gravitación universal. Semejante procedimiento no era, en
Querido Thomson, última instancia, sino una forma de demostrar la equivalencia
entre una acción a distancia y una acción continua (o, mejor,
He sabido muy poco de ti desde hace tiempo, excepto a través de «contigua», correspondiente a la transmisión del calor en el
Hopkins y Stokes, pero supongo que estás trabajando en Glasgow medio homogéneo).
como siempre. ¿Recuerdas una larga carta que me escribiste En una nueva carta que Maxwell dirigió a Thomson el 13 de
sobre electricidad, que he olvidado si te agradecí? Pronto me septiembre de 1855, vemos que continuaba elaborando sus ideas,
introduje en el tema, pensando al mismo tiempo en todas sus sin haber enviado a la imprenta ningún trabajo:
vertientes, y he sido recompensado últimamente encontrando
que toda la masa de confusión está comenzando a despejarse
bajo la influencia de unas pocas simples ideas […] He obtenido mucho de ti en temas eléctricos, directamente al igual
que a través de la imprenta y editor, y también he utilizado otras
Obtuve los principios fundamentales de la electricidad de ten- ayudas, y leído los tres volúmenes de investigaciones de Faraday
sión bastante fácilmente. Me ayudó mucho la analogía de la [Experimental researches in electricity, 1839-1855]. Mi intención
conducción del calor, que creo que es invención tuya, al menos al hacer esto era, naturalmente, saber lo que se ha hecho en la
no la he encontrado en ninguna otra parte. A continuación ciencia eléctrica, matemática y experimental, e intentar compren-
intenté obtener una teoría de atracciones de corrientes, pero der esto de una manera racional, ayudándome de cualquier idea
aunque pude ver cómo se podrían determinar los efectos, no que pudiese atornillar en mi cabeza. Buscando tales nociones,
quedé satisfecho con la forma de la teoría que trata de las me he encontrado con algunas ya preparadas, de las que me he
corrientes elementales y de sus acciones recíprocas, y no vi apropiado. Entre estas se encuentran la teoría de la polaridad
WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO

cómo se puede formar a partir de ella una teoría general. de Faraday, que adscribe esa propiedad a toda parte de una
Leí este trimestre las investigaciones de Ampère [Théorie des esfera de acción de los cuerpos magnéticos o eléctricos, también
phénomènes électro-dynamiques, uniquement déduite de sus nociones generales sobre «líneas de fuerza».
l’éxperience, 1826] y las admiré mucho, pero pensé que [las
obtuvo, después de que] se hubiese convencido a sí mismo,
[para] favorecer sus puntos de vista acerca de la indagación No fue hasta 1856 cuando Maxwell comenzó a publicar tra-
filosófica, y como un ejemplo de lo que debería ser […] Ahora te bajos sobre las propiedades de los fenómenos eléctricos y mag-

52  TEMAS 103


néticos y la relación entre ellos. Ya solo el título de su primer Supongo que el «medio magnético» está dividido en partes pe-
artículo, «On Faraday’s lines of force», revela la gran deuda que queñas o células, estando compuestas las divisiones o células-
Maxwell tenía con Michael Faraday, más concretamente con la paredes de un solo estrato de partículas, siendo estas partículas
noción de líneas de fuerza que este había introducido en 1831, «electricidad». Supongo que la sustancia de las células es alta-
cuando demostró que la variación magnética producía electrici- mente elástica, tanto con respecto a la compresión como a la
dad, el efecto opuesto al que Oersted había encontrado en 1820. distorsión, y que la conexión entre las células y las partículas
Y Faraday se dio cuenta del uso que Maxwell había hecho de su en las paredes de las células es tal que la rodadura es perfecta,
idea; así, en una carta datada el 25 de marzo de 1857, Faraday le sin que se produzca deslizamiento entre ellas, y que actúan entre
agradecía el envío de «On Faraday’s lines of force»: sí tangencialmente.

Mi querido Sr. Y a continuación se extendía en detalles sobre el modo en


que esa estructura producía los efectos electromagnéticos ob-
He recibido su artículo, y se lo agradezco mucho. No me atrevo servados. Explicaba también a Thomson que había calculado
a agradecerle por lo que dice sobre «Lines of force», porque sé la velocidad de las «ondulaciones transversales» del campo
que lo ha hecho en el interés de la verdad filosófica; pero debe electromagnético y había observado que era «muy próxima a
suponer que es un trabajo grato para mí, y que me anima mucho la velocidad de la luz»:
a seguir pensando. Al principio casi estaba asustado cuando vi
tal fuerza matemática aplicada al tema, y entonces comencé a
ver que todo sobrevivía bien. Desarrollé las ecuaciones en el campo antes de tener sospecha
alguna de la proximidad entre los dos valores de la velocidad
de propagación de efectos magnéticos y el de la luz, de forma
El «susto» de Faraday tuvo que deberse a sus limitaciones que creo que tengo motivo para creer que los medios magnético
matemáticas, una de las grandes diferencias que le separaba y luminífero son idénticos.
de Maxwell.
Por su parte, Maxwell escribía a Faraday el 9 de noviembre
de 1857: En las últimas líneas aparece otro de los grandes, e inespera-
dos, hallazgos de Maxwell en la serie de artículos «On physical
lines of force», un hallazgo con el que se unificaba la óptica con
A mi entender usted es la primera persona en quien la idea de la electricidad y el magnetismo. Después de completar las dos
cuerpos que actúan a distancia, poniendo en estado de cons- primeras partes de su artículo, Maxwell había probado con la
tricción el medio circundante, ha surgido como un principio idea de dotar de elasticidad al modelo para intentar explicar los
en el que se puede creer realmente. Se nos han propuesto flujos fenómenos electromagnéticos, de manera que se transmitieran
de ganchos y anillos volando alrededor de los imanes, e incluso mediante ondas (el campo electromagnético se ondulaba, era
dibujos que los representan acosados de este modo; pero nada dinámico). Y al calcular la velocidad de esas ondas (a partir
resulta más claro que sus descripciones de todas las fuentes de del cociente entre parámetros asociados a las fuerzas eléctricas
fuerza manteniendo un estado de energía en todo su alrededor y magnéticas), encontró el valor conocido para la velocidad de la
[…] Parece que esté usted viendo las líneas de fuerza curvándose luz. Más de siglo y medio después, todavía se puede apreciar
alrededor de los obstáculos, dirigiéndo se rectas hacia los conduc- la excitación que Maxwell debió de sentir cuando escribió: «Di-
tores o retorciéndose según ciertas direcciones en los cristales, y fícilmente podemos evitar la inferencia de que la luz consiste
transportando consigo hacia todas partes la misma cantidad de de ondulaciones transversales del mismo medio que es la causa
poder atractivo, difundiéndose con mayor holgura o concentra- de los fenómenos eléctricos y magnéticos.» Fue la segunda gran
ción según las líneas se ensanchen o compriman. unificación de la física, después de la que Newton introdujo en
1687 cuando demostró que la fuerza que hacía que los cuerpos
cayesen en la Tierra y la responsable del movimiento de los
Finalmente, en una serie de artículos (titulados «On physical cuerpos celestes era la misma: la gravitación universal.
lines of force» y publicados entre 1861 y 1862), Maxwell llegó a
su gran éxito, el que le ha asegurado la inmortalidad científica
—aunque no hay que olvidar sus fundamentales contribuciones
a la física estadística—: el conjunto de ecuaciones que gobiernan
el medio continuo (campo electromagnético) que transmite las PARA SABER MÁS
fuerzas eléctrica y magnética, electromagnética en realidad. Un
The life of James Clerk Maxwell, with a selection from his correspondence.
punto importante es que en esos artículos Maxwell utilizó un Lewis Campbell y William Garnett. Macmillan, Londres, 1882.
método que antes había intentado seguir William Thomson: Origins of Clerk Maxwell’s electric ideas.Dirigido por Joseph Larmor.
construir modelos mecánicos del campo electromagnético. El Cambridge University Press, Cambridge, 1937.
que le dio mejor resultado fue uno en el que el campo estaba The scientific letters and papers of James Clerk Maxwell (3 volúmenes).
Dirigido por P. M. Harman. Cambridge University Press, Cambridge, 1990-2002.
compuesto por un conjunto de vórtices o torbellinos, entre los
que se interponían capas de pequeños círculos, que representa- EN NUESTRO ARCHIVO
ban a la electricidad y que desempeñaban un papel parecido a El mundo de la termodinámica.Enrico Bellone en Calor y movimiento,
rodillos de fricción entre los remolinos hidráulicos. En una carta Colección TEMAS de IyC, n.o 16, 1999.
que escribió a Thomson el 10 de diciembre de 1861 se refirió a El señor de la física.Simon Schaffer en IyC, junio de 2011.
estas estructuras:

Cartas científicas  53
Oliver Lodge
y la relatividad
O los problemas que tuvo la «vieja guardia»
para entender la revolucionaria teoría de Einstein

D
urante los tres primeros lustros del siglo xx se produjo una de las dos gran-
des revoluciones (la otra fue la cuántica) que conmocionaron el aparentemen-
te sólido edificio de la física. Me refiero a la teoría de la relatividad; especí-
ficamente, la teoría de la relatividad especial (1905) y la teoría general de la
relatividad (1915), ambas debidas a Albert Einstein. Si bien es posible argu-
mentar —así se hace habitualmente— que las dos teorías (pero especialmente
la relatividad especial) constituyeron la culminación de la «física clásica», ambas introdujeron
elementos que chocaban con conceptos, o instrumentos matemáticos, afincados firmemente en
la visión que de la física tenían hasta entonces la práctica totalidad de los físicos.

FOTOGRAFÍA DE LAFAYETTE LTD., COLECCIÓN WELLCOME. CREATIVECOMMONS.ORG/LICENSES/BY4.0/LEGALCODE


Hallamos un magnífico ejemplo de ello en Oliver Lodge El éter y la relatividad especial
(1851-1940), quien, después de licenciarse (1875) y doctorarse Como buen maxwelliano, un concepto básico para Hertz era el
(1877) en el Colegio Universitario de Londres, desarrolló una de «campo» electromagnético o, más bien, el básicamente equi-
notable carrera académica y científica que le llevó a figurar entre valente «éter», el medio a través del cual se transmitía, según
la élite de los físicos británicos. Fue catedrático (professor) de Maxwell, la interacción electromagnética. Así, en el prefacio de
física y matemáticas en el Colegio Universitario de Liverpool un libro en el que pretendía resumir su filosofía, My philosophy
de 1881 a 1900, momento en que abandonó el puesto para irse (1933), Lodge escribió:
a la Universidad de Birmingham. Allí permaneció el resto de
su carrera, durante la cual desempeñó funciones docentes y
administrativas, y hasta su jubilación en 1919 (en 1898 la Real El del éter del espacio ha sido el estudio al que he dedicado
Sociedad le otorgó la prestigiosa medalla Rumford y en 1902 mi vida, y constantemente he urgido que se le preste atención.
fue ennoblecido con el título de Sir). He vivido a través de la época de lord Kelvin, con sus modelos
El universo científico de Lodge se centró en el electromag- mecánicos de un éter, hasta el día en que para algunos físicos el
netismo, campo en el que fue un firme seguidor de la obra de universo parece disolverse en matemáticas, y la idea de un éter
James Clerk Maxwell, el creador, en la década de 1860, de la resulta superflua, si no despreciable. Siempre tuve la intención
teoría del campo electromagnético. Fue lo que se ha denominado de escribir algún día un tratado científico sobre el éter del espa-
un maxwelliano. Y estuvo cerca de conseguir, antes que él, lo cio; pero cuando en mi ancianidad me puse a escribir este libro,
que Heinrich Hertz hizo en 1888: demostrar la existencia de la me di cuenta de que el éter penetraba todas mis ideas, tanto las
radiación (ondas) electromagnética. de este mundo como las del siguiente. Ya no podría mantener mi

54  TEMAS 103


SIR OLIVER LODGE

Cartas científicas  55
tratado dentro de los confines científicos; escapaba en todas las Pero existe una salida por la puerta trasera para esto; y por esa
direcciones, y ahora ha crecido convirtiéndose en una afirmación puerta trasera fuimos algunos. Larmor, por ejemplo, y Poynting
completa de mi filosofía. y yo. Sin embargo, la gente de la «relatividad», inicialmente
Einstein en Alemania, cerró de golpe esa puerta trasera, y no
dijo «sí», pero abrió una nueva salida: que el éter no existe o,
No era en absoluto Lodge el único físico británico tan ape- al menos, que nunca podremos saber nada de él; que todo lo
gado al concepto de éter. Muchos otros compartían semejan- que podríamos saber jamás es el movimiento relativo de mate-
te visión, entre ellos J. J. Thomson, director del Laboratorio ria con respecto a materia; y que el movimiento absoluto, o el
Cavendish de Cambridge y el primero en identificar, en 1897, movimiento con respecto a algo, no la materia, no tiene sentido.
la existencia del electrón. En la conferencia inaugural que A lo cual yo respondo, popularmente, «entonces Galileo sufrió
pronunció en el congreso de la Asociación Británica para el en vano».
Avance de la Ciencia celebrado en Winnipeg en 1909, Thomson
manifestaba: «El éter no es una creación fantástica del filósofo
especulativo; es tan esencial para nosotros como el aire que Y después de algunos comentarios más, añadía:
respiramos».
Cuando Lodge estudió la teoría de la relatividad especial,
topó con el problema de que esta no contemplaba el concepto de Al hablar de Einstein y de otros defensores de la doctrina, debo
éter (o campo). Todo lo contrario, lo descartaba. Recordemos el añadir que son matemáticos y gente brillante, y no deben ser
párrafo que Einstein incluyó en la introducción a su artículo de dejados de lado a la ligera; esto es lo que ha causado que su
1905, «Sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento», doctrina se haya afirmado.
en el que presentó la que luego se denominaría «teoría de la
relatividad especial»: «La introducción de un “éter luminífero”
se mostrará superflua, puesto que la idea que se va a desarro- Seguramente Einstein (y también su antiguo profesor en el
llar aquí no requerirá un “espacio en reposo absoluto” dotado Politécnico de Zúrich, Hermann Minkowski) habría sonreído al
de propiedades especiales, ni asigna un vector velocidad a un ser considerado un brillante matemático, ya que su formulación
punto del espacio vacío donde están teniendo lugar procesos de la relatividad especial no requirió altas matemáticas, como
electromagnéticos». se puede apreciar simplemente ojeando «Sobre la electrodiná-
Podemos apreciar lo que Lodge pensaba de esta teoría eins- mica de los cuerpos en movimiento» —la relatividad general
teiniana a través de una carta que envió el 21 de febrero de 1915 fue otra cosa.
a su amigo Arthur Hill, con quien le unía un profundo interés En lo que se refiere a los experimentos que Lodge mencio-
por los supuestos fenómenos espiritistas (la escribió antes de naba (que hicieron mucho por impulsar su reputación como un
que Einstein completase, en noviembre de aquel mismo año, la brillante físico experimental y cuyos resultados publicó entre
teoría general, cuyas imperfectas presentaciones anteriores es 1891 y 1893), terminaron siendo entendidos en términos de la
razonable pensar desconocía Lodge, ya que Einstein trabajaba propia teoría de la relatividad especial, la formulación que con-
en Alemania, y Lodge, en Inglaterra, naciones entonces enfren- tenía elementos que él pretendía refutar.
tadas en la que se denominaba «Gran Guerra», «Primera Guerra
Mundial» después): La relatividad general
En noviembre de 1915, Einstein completó la búsqueda de una
teoría relativista de la gravitación, a la que se había dedicado
Con respecto al principio de relatividad, es un asunto mucho plenamente a partir de 1911. La mayoría de los físicos de élite de
más técnico de lo que pueda pensar. Me temo que me tomaría la época la aceptaron y admiraron. A la cabeza de ellos, el más
demasiado explicarlo, aunque me gustaría ofrecerle un apunte. respetado de todos, Hendrik Antoon Lorentz (1853-1928), que,
No es una cuestión de mecánica elemental sobre el movimiento a pesar de lo mucho que estaba entroncado con la física del si-
relativo de un cuerpo con respecto a otro, es algo fundamental glo xix, había sabido adaptarse y entender la nueva física, hasta
—parecida en este respecto a la disipación de la energía—. Se tal punto que sus opiniones eran apreciadas y buscadas por sus
originó en Alemania [fue de hecho en Berna, Suiza, donde traba- colegas. Aunque Lorentz tardó en aceptar la relatividad especial,
jaba entonces Einstein], pero ha captado la atención en muchas no ocurrió lo mismo con la relatividad general, como podemos
partes del mundo y se han escrito sobre ella extensos libros, así ver por el siguiente párrafo de una carta que su discípulo Adriaan
como mucha matemática, alguna de esta de alto nivel; pero para Fokker escribía a Niels Bohr el 3 de febrero de 1916, poco después
obtener alguna idea de ella no es necesario entrar en todo esto. de que Einstein llegase a su solución definitiva:
Expresado brevemente, se puede decir que puede considerarse
una revolución contra la existencia del éter del espacio, aunque
también tiene que ver con las relaciones entre éter y materia. Recientemente Einstein ha acabado su teoría de la gravitación.
La velocidad de la luz es su dato fundamental, y se basa sobre Encontró la manera de poner sus ecuaciones en una forma
todo en dos experimentos negativos que se oponen entre sí: uno absolutamente covariante y de explicar el movimiento secular
llevado a cabo por Michelson y Morley en América, y otro, sobre del perihelio de Mercurio. Lorentz se ha entusiasmado mucho
el que se pone mucho menos énfasis, por mí mismo en Liverpool. [con la teoría de Einstein] después de un período de duda y
Por «experimentos» no necesito decir que no me refiero a algo cálculos de prueba. Ehrenfest [sucesor de Lorentz en la cáte-
sencillo, sino al resultado de dos o tres años de trabajo en el la- dra de este en Leiden] cree que tal vez después de cien años se
boratorio, y muchos aparatos especiales. El objetivo es averiguar demostrará que el descubrimiento de Einstein ha tenido, con
si el éter se mueve con la Tierra o no. Mi experimento dice «no»; mucho, más importancia que esta guerra [la Primera Guerra
el de Michelson y Morley supuestamente dice «sí». Mundial] sin final.

56  TEMAS 103


Al contrario de Lorentz, que siempre supo adaptarse y con- significado físico a los conceptos usados por esta, dejándola en
tribuir al desarrollo de la nueva física, no pocos miembros de manos «puramente matemáticas». Así, confesaba a Larmor el
la «vieja guardia» fueron incapaces de abandonar totalmente 9 de septiembre de 1922:
el marco de la física decimonónica. Un ejemplo lo proporcionan
Joseph Larmor (1857-1942), catedrático lucasiano en Cambridge
(la cátedra que había ocupado Newton), y Lodge. El 20 de octu- El análisis matemático deja correctamente el mundo detrás y se
bre de 1916, Larmor escribía a Lodge: eleva a una región propia. Un escritor en el suplemento litera-
rio de The Times ha dicho recientemente que la música hace lo
mismo, y de forma bastante iluminadora comenta que esta es
Einstein está tan poco satisfecho con un éter y el movimiento la razón por la que puede haber niños prodigio en música y en
relativo con respecto a él que ha hecho del campo gravitacional matemáticas que no tienen posibilidad de experiencia real. La
una modificación del espacio que lo rodea […] Y nuestro amigo relatividad nos enfrenta al intento de enlazar estos vuelos mate-
Lorentz está fascinado por ello, más bien como un ejercicio ma- máticos con el hecho físico. Es extraño que los fenómenos físicos
temático que como una teoría filosófica. se permitan ser expresados de esta manera. Pero no puede ser la
única. Debe de haber también un método dinámico. Pero hasta
que hayamos desarrollado la dinámica del éter, encontramos
Larmor, producto del exigente Mathematical Tripos de Cam- que podemos proceder por métodos no dinámicos, precisamente
bridge, no tenía dificultades con la matemática (la geometría como MacCullagh encontró hace tiempo.
riemanniana o el cálculo tensorial) de la relatividad general, pero
sí con su contenido. Diferente, y no exento de cierto dramatismo,
era el caso de Lodge. En una fecha tan tardía como el 27 de mayo (Lodge se refería aquí a James MacCullagh, quien desarrolló en
de 1929, Lodge confesaba a Edmund Whittaker, catedrático en la 1839 una teoría dinámica del éter en la que introdujo un nuevo
Universidad de Edimburgo, sus problemas con la nueva física, tipo de sólido elástico.)
basados en sus carencias matemáticas: En cierto sentido, Lodge se veía a sí mismo y a Larmor
como misioneros en una tierra extraña, la tierra de la física ma-
temática y la relatividad expresada matemáticamente. Su obli-
Le agradezco que me haya enviado su conferencia titulada «¿Qué gación era dar sentido físico a la teoría: «Era seguro», escribía
es la energía?» [que Whittaker pronunció en la Sociedad de también en la última carta mencionada, «que el matrimonio
Física de la Universidad de Edimburgo el 16 de marzo de 1929]. intentado entre la física genuina y la hipergeometría iba a lle-
Pero estoy aterrado al encontrar que no puedo seguirla, esto es, var a confusiones. Sin duda se resolverán, básicamente quizá
entenderla, en absoluto. Más bien me sorprende que haya que con nuestra ayuda. Pues yo no conozco a nadie más que pueda
introducir tensores en relación con algo tan fundamental como empuñar ambas armas con igual facilidad».
la energía. Ni siquiera sé lo que es un tensor. Sé que un vector Sin embargo, a pesar de sus lagunas matemáticas e igno-
es un escalar con dirección además de magnitud. Uno ha tenido rancia del contenido físico de la relatividad general, Lodge no
que acostumbrarse a los vectores. Supongo que un tensor es un dudaba en entrar en discusiones con otros acerca de lo que
vector con algo añadido. Pero ¿qué? ¿Es un giro, o lo que Robert significaba la teoría o de cuáles eran sus consecuencias. Es una
Ball llamaba un tirón? A mi edad ya no voy a aprender el cálculo suerte que fuera un hombre de este tipo, pues nos ayuda a
tensorial pase lo que pase. Y estoy muy sorprendido de que la descubrir lo que pensaban sobre la relatividad ya en 1917 otros
conservación de la energía tenga que mezclarse con la conserva- científicos británicos como James Jeans. En respuesta a una
ción del momento para hacer un enunciado completo [...] carta de Lodge, el 14 de agosto de 1917 Jeans (físico, astrónomo
y matemático muy laureado) afirmaba:
Es la parte final de su conferencia la que me hace desesperar
de entender la visión moderna. Siento que, más tarde o más
temprano, debe haber una manera más simple de especificar Estoy totalmente de acuerdo respecto a la complejidad de la
cosas fundamentales. Matrices y tensores no son el tipo de armas presentación de la relatividad. Einstein no es un matemático
matemáticas que yo pueda imaginar que utilice la posteridad adiestrado o sospecho que podría haber presentado mucho mejor
con satisfacción, incluso si son necesidades provisionales. Pero todo el tema.
veo que usted va más allá de las necesidades provisionales y no
nos saca del barrizal preparado por Dirac y otros [un año antes,
Paul Dirac había utilizado matrices en su ecuación relativista
PARA SABER MÁS
del electrón]. Hay muy poco consuelo en admitir que la materia
es una forma de energía, si la energía resulta no ser nada con- Letters from Sir Oliver Lodge: Psychical, religious, scientific and personal.
Edición de J. Arthur Hill. Cassell and Co., Londres, 1932.
creto sino solo una abstracción matemática.
Past years: An autobiography.Oliver Lodge. Charles Scribner’s Sons, Nueva
York, 1932.
My philosophy: Representing my views on the many functions of the ether
«Ni siquiera sé lo que es un tensor», decía. Así que, ¿cómo of space.Oliver Lodge. Ernest Benn, Londres, 1933.
iba a poder entender la relatividad general? Experimenting on the ether: Oliver J. Lodge and the great whirling
machine.Bruce Hunt en Historical Studies in the Physical Sciences, vol. 16,
Aparte de ignorancia matemática, había también una anti- n.o 1, págs. 111-134, 1986.
patía muy británica por las teorías «meramente matemáticas». Larmor versus general relativity.José Manuel Sánchez Ron en The expanding
Como la mayoría de los científicos del siglo xix, Lodge pensaba worlds of general relativity. Dirigido por Hubert Goenner et al. Birkhäuser,
que uno debería entender los fenómenos naturales a la mane- Boston, 1999.
ra (dinámica) de la física «tradicional», no desposeyendo de

Cartas científicas  57
La difusión
de la obra de Cajal
Una red de fieles colegas se esforzaron
por hacer llegar a la comunidad internacional
los resultados del histólogo hispano

E n la nómina de los «grandes de todos


los tiempos» de la ciencia figura Santia-
go Ramón y Cajal (1852-1934). Su obra
histológica, con la teoría neuronal a la
cabeza, continúa vigente y es citada con
frecuencia. Da idea de su grandeza la car-
ta que le dirigió el 23 de marzo de 1921 el holandés Cornelius
Ubbo Ariëns Kappers, director del Instituto de Investigación
Neurológica de la Real Academia Holandesa de Ciencias (en
francés en el original):
al menos, algunos de los colegas que admiraba, y también, claro,
para poder acceder a las instalaciones y materiales que poseían.
Es fácil adivinar un punto de envidia, y de amargura, en una
carta que escribió el 1 de enero de 1885 a uno de sus primeros
discípulos, el jesuita Antonio Vicent Dolz (1837-1902), quien, des-
de finales de 1884, se encontraba en Lovaina para completar su
formación con el citólogo Jean Baptiste Carnoy:

Mi querido P. Vicent,

Recibí la suya con gran contento, si bien no dudaba nunca que


Estimado y gran maestro: me escribiría usted y por ella veo lo satisfecho y complacido que
usted está al lado de esos sabios.
Su carta del 15 de marzo me ha producido una gran satisfacción,
que le agradezco de todo corazón. Yo quisiera también imitarle a usted pero las circunstancias me
lo impiden, teniendo que resignarme a ver y seguir aunque de
Le estoy agradecido, además, por haberme enviado la admirable lejos el movimiento científico de la Alemania y de la Bélgica […]
colección de sus Trabajos.
¡Ah! ¡Quién tuviera esos magníficos objetivos a que Fle[m]ming,
No, no me falta ningún volumen y estoy orgulloso de que mi Ins- Strassburger y Carnoy deben sus descubrimientos! ¡Quién pudie-
tituto los haya recibido de usted mismo, el más grande neurólogo ra poseer un Seibert 1/6 o un Zeiss 1/18! Aquí desgraciadamente
que ha existido y que probablemente jamás existirá. las facultades no tienen material y, aunque yo me empeñara en
pedir uno de esos objetivos, no me lo permitiría el decano por
falta de fondos. Mucho envidio más aún esa riqueza de medios
Unos comienzos difíciles técnicos de que Vs. gozan, con la que se hace cuanto se quiere.
Las relaciones de Cajal con la comunidad neurocientífica inter- Yo tengo que resignarme con un objetivo 8 de inmersión Verick
nacional comenzaron realmente con su participación en el Con- y este gracias a que es de mi propiedad, que por la facultad no
greso de la Sociedad Anatómica Alemana, celebrado en Berlín tendría más que un 5 o un 6 Nachet.
COLECCIÓN WELLCOME/CC BY 4.0

en octubre de 1889. Hasta entonces, se tuvo que contentar con


seguir a distancia la obra de los neurocientíficos extranjeros más
destacados. Sumido en la penuria económica, las obligaciones El microscopio Verick al que alude se lo había comprado
docentes y familiares, al igual que en sus propias investigacio- Cajal en 1877, después de cursar las asignaturas del doctorado
nes, él no se pudo permitir lo que algunos compatriotas suyos con Maestre de San Juan. Aquel mismo año, sin embargo, se
hicieron: marchar al extranjero para conocer personalmente a, hizo con un Zeiss, regalo de la Diputación de Zaragoza en agra-

58  TEMAS 103


SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL

Cartas científicas  59
decimiento al informe que había preparado sobre la epidemia de Historia Natural], estoy dispuesto a traducirlo del español
de cólera y las campañas de vacunación emprendidas por Jaume al alemán, ya que he aprendido bastante bien su idioma, por la
Ferrán. «Al recibir aquel impensado obsequio», escribió en sus necesidad de estudiar sus memorias.
Recuerdos, «no cabía en mi de satisfacción y alegría. Al lado de
tan espléndido Statif, con profusión de objetivos, entre otros el Solamente le ruego que encargue copiar su manuscrito a una
famoso 1,18 de inmersión homogénea, última palabra entonces persona que tenga una letra clara, porque me resulta bastante
de la técnica amplificante, mi pobre microscopio Verick parecía difícil leer la suya. Estaré en Wurzburgo hasta los primeros días
desvencijado cerrojo. Me complazco en reconocer que, gracias a del mes de agosto y me haría falta tener antes su manuscrito.
tan espiritual agasajo, la culta corporación aragonesa cooperó
eficacísimamente a mi futura labor científica, pues me equiparó
técnicamente con los micrógrafos extranjeros mejor instalados, Kölliker cumplió su promesa y la traducción del artículo de
permitiéndome abordar, sin recelos y con la debida eficiencia, Cajal apareció publicada («Beiträge zur feinere Anatomie des
los delicados problemas de la estructura de las células y del Grossen Hirns. I. Über die feinere Struktur des Ammonshor-
mecanismo de su multiplicación.» nes») en Zeitschrift für wissenschaftliche Zoologie (1893).

Reconocimiento internacional
Las noticias del reconocimiento que los trabajos de Cajal recibie-
Cajal no se pudo ron en Berlín se difundieron pronto en la comunidad científica.
El 11 de enero de 1890, Mihály Lenhossék, entonces disector y

permitir lo que algunos profesor asociado en el Instituto Anatómico de la Universidad


de Basilea, escribía a su colega español una carta que ayuda a

compatriotas suyos
comprender los obstáculos con los que este se había encontrado
hasta entonces:

hicieron: marchar al Los descubrimientos innovadores que recientemente viene usted


extranjero publicando sin interrupción me han llenado de admiración
hacia su talento, tanto por el hallazgo de hechos nuevos como
por representarlos gráficamente de modo perfecto. Considero
sus hallazgos las aportaciones más importantes que conozco
desde hace décadas en el terreno de la anatomía microscópi-
El congreso de Berlín ca. Esta admiración la comparten los señores His y Kölliker,
En octubre de 1889, pagándose el viaje con su propio dinero, con quienes he tenido largas conversaciones aquí en Basilea
Cajal viajó a Berlín para participar en el Congreso de la Sociedad durante los meses de octubre y noviembre, y también otros
Anatómica Alemana y presentar allí los resultados de sus investi- colegas. Debo decir cuánto lamento no haber comprendido todo
gaciones microscópicas sobre la estructura neuronal del sistema el significado de sus descubrimientos enseguida, cuando usted
nervioso. Aquel suceso fue decisivo en su carrera. Albert Kölliker hace aproximadamente dos años tuvo la amabilidad de en-
(1817-1905), el histólogo más notable de su época, catedrático viarme su trabajo sobre la médula, y haberme expresado tan
de anatomía humana y director de los Institutos Anatómicos escépticamente acerca de ellos hasta hace menos de un año;
de la Universidad de Wurzburgo, fue el primero en aceptar sus espero que no tenga usted en cuenta mi escepticismo. Ha sido
hallazgos. Además, estaban presentes allí científicos de la talla una buena lección para que en mi futura actividad científica
y prestigio de Gustav Retzius, Wilhelm His, Wilhelm Waldeyer, me abstenga de opinar sobre datos de contenido factual sin
Gustav Schwalbe y Karl Bardeleben. haberlos comprobado antes.
Después del congreso, Kölliker continuó mostrando gran
interés por los resultados que iba obteniendo don Santiago.
Así lo muestra la carta que le escribió desde Wurzburgo el 29 Claro que tampoco era siempre fácil reproducir los resulta-
de mayo de 1893: dos de Cajal. En una carta que le escribió el 9 de diciembre de
1890 Arthur van Gehuchten, profesor de Anatomía de Lovaina,
señalaba este punto:
Mi querido amigo:

En primer lugar, le expreso mi más vivo agradecimiento por el Distinguido y muy sabio colega:
envío de su grande y bella obra sobre la retina [se debe referir al
artículo, «La rétine des vertebrés», que Cajal publicó en 1892 en Lleno de admiración por los bellos resultados que usted ha con-
La Cellule], que hace innecesarias otras observaciones. Le quedaré seguido y por los espléndidos descubrimientos que ha hecho en
muy agradecido si me envía algunas de sus preparaciones, que la cuestión tan difícil, tan oscura y, sin embargo, tan importante
muestren los aspectos principales. Le devolveré estas prepara- de la estructura microscópica del sistema nervioso central, he
ciones, ya que no quiero privarlo de sus materiales de estudio. intentado ya muchas veces hacer una serie de preparaciones
demostrativas, que podría utilizar en mis lecciones sobre el sis-
En cuanto al trabajo sobre el asta de Ammon que me anuncia tema nervioso del hombre. Sin embargo, no sé cómo explicarle
[debe de ser «Estructura del asta de Ammon y fascia dentata», que una verdadera mala suerte me persigue y no consigo nunca
que Cajal publicó en 1893 en Anales de la Sociedad Española resultados satisfactorios.

60  TEMAS 103


He aplicado su método a médulas de embriones de pollo y a entre nuestros presidentes y la discusión sobre el sistema ner-
médulas de animales recién nacidos y apenas si consigo aquí y vioso ha estado en parte animada.
allá una célula nerviosa coloreada o algunas fibras que muestran
una o dos colaterales.
His también contribuyó a difundir los resultados de Cajal
Le quedaría muy agradecido, distinguido colega, si me diera a través de su privilegiada relación con el Archiv für Anatomie
personalmente algunas indicaciones acerca de la forma en que und Physiologie. Así, el 25 de febrero de 1893 se dirigía a su
usted trabaja, e incluso me permito preguntarle si, entre las nu- colega español agradeciéndole «su nueva publicación sobre el
merosas preparaciones que usted ha debido hacer para conseguir sistema nervioso» [se trataba de «El nuevo concepto de la his-
sus importantes descubrimientos, no tendría por ahí algunas tología de los centros nerviosos», conferencias pronunciadas
sobrantes que quisiera fueran de utilidad para sus colegas con en la Academia y Laboratorio de Ciencias Médicas de Cataluña
el máximo interés por el tema. y publicadas en la Revista de Ciencias Médicas de Barcelona en
1892], y haciéndole la siguiente proposición:

El propio Cajal se daba perfecta cuenta de la dificultad aso-


ciada a sus investigaciones, no solo por cuestiones de habilidad Desde que tengo la satisfacción de conocer sus trabajos histoló-
técnica sino por la complejidad de la materia sobre la que traba- gicos, que han hecho progresar tanto nuestros conocimientos del
jaba. A Gustav Retzius, al que volveré más adelante, le confesaba sistema nervioso, lamento que dichos trabajos solamente sean
el 28 de enero de 1900: conocidos en el ambiente alemán a través de las citas ofrecidas
por los señores Kölliker, Waldeyer y otros.

La estructura cerebral humana es de una complicación enor- Las notas que usted ha publicado en el Anatomischer Anzeiger
me, mucho más grande de lo que el examen del cerebro de los no han podido dar más que una idea incompleta de sus trabajos.
mamíferos nos había hecho presumir. Y lo más grave de todo Opino, por tanto, que sería muy favorable para la ciencia y para
es que el cerebro adulto no permite teñir ninguna arboriza- usted mismo si publicara en alemán una memoria semejante al
ción nerviosa terminal (el cromato de plata o el método de «Nuevo concepto» que acaba de editar.
Cox impregnan solo dendritas y axones, no ramas nerviosas
terminales). Aun en el niño de un mes es raro hallar arbori- Si le parece bien esta idea, me encargaría de corregir la tra-
zaciones procedentes de fibras de la sustancia blanca. No hay ducción de su memoria y de que se imprimiera en el Archiv für
pues más remedio que combinar los resultados obtenidos en Anatomie und Physiologie (anat. Abt.), del que soy redactor. Le
fetos (donde se ven particularmente los plexos sensoriales) con propongo traducir el «Nuevo concepto» tal como pienso, aunque
los logrados en el niño y en el adulto, aunque se corre el riesgo quizá prefiera usted incluir algunos cambios, dando mayor ex-
de tomar por definitivas no pocas disposiciones que deben tensión a una u otra de sus exposiciones, añadiendo datos más
cambiar mucho con la salud. recientes. En cuanto a las figuras, podemos encargar su copia
aquí, bien a partir de sus dibujos originales o a partir de los
ejemplares de su «concepto».
Otro de los que se esforzaron en difundir los trabajos de Cajal
fue el suizo Wilhelm His, discípulo de Rudolf Virchow y de Kö-
lliker, al que Lenhossék mencionaba en su carta. His era catedráti- Cajal aceptó la propuesta y envió a His su manuscrito, que
co de anatomía en la Universidad de Leipzig desde 1872 (también este hizo que tradujeran, publicándose el mismo año [«Neue
era director de la revista Archiv für Anatomie und Entwicke- Darstellung vom histologischen Bau des Centralnervensys-
lungsgeschichte, la sección anatómica del Archiv für Anatomie tems», Archiv für Anatomie und Entwickelungsgeschichte,
und Physiologie). El 14 de agosto de 1890, His escribía a Cajal: Supplementband, 1893]. Lejos estaban ya, como vemos, los
tiempos en los que Ramón y Cajal tenía que pagar de su propio
bolsillo las publicaciones y enviárselas a científicos extranjeros
Distinguido colega: con la esperanza de que estos reparasen en ellas. Ahora con-
taba con una red, cada vez más extensa, de fieles colegas que
De regreso del congreso de Berlín desde hace días, he venido a se esforzaban por difundir en la comunidad científica interna-
pasar mis vacaciones a Suiza y aprovecho el primer momento cional (principalmente en la germano parlante) los resultados
libre para informarle brevemente sobre la sección anatómica del del histólogo hispano.
Congreso [Internacional de Medicina]. He mostrado sus bellas
preparaciones en el Instituto Anatómico, sobre todo las divisio- Cajal y Retzius
nes de las fibras sensoriales y sus colaterales, las células de la Otra conexión importante fue la del sueco Gustav Magnus
sustancia gris, las células epiteliales de la médula y las células Ret­zius, una figura destacada en el dominio científico (realizó
bipolares de los ganglios raquídeos. En mi comunicación sobre contribuciones notables a la embriología, fisiología y anatomía
la histogénesis de los elementos nerviosos y sus relaciones mu- descriptiva del sistema nervioso), a quien Cajal conoció, como
tuas he tenido ocasión de referirme varias veces a sus bellos apunté, en el Congreso Anatómico de Berlín de 1889. Catedrá-
descubrimientos, así como al del Sr. Golgi. Espero poder enviar- tico de anatomía en el Real Instituto Médico-Quirúrgico Caro-
le dentro de unas semanas un ejemplar de mi comunicación. lino (más tarde Instituto Karolinska), Retzius fue, junto con
Kölliker, uno de los primeros conversos a la «causa cajaliana».
En general, se ha lamentado mucho su ausencia. Ha habido una Entre la correspondencia que ambos intercambiaron se hallan
sección muy brillante. Los señores Kölliker y Golgi han figurado cartas muy interesantes. Así, el 25 de junio de 1891, Retzius se

Cartas científicas  61
dirigía a Cajal desde Estocolmo (le escribía en alemán, mien- míferos», Anales de la Sociedad Española de Historia Natural,
tras que la mayor parte de los científicos citados hasta ahora 1894; «Algunas contribuciones al conocimiento de los ganglios
lo hacían en francés): del encéfalo», Anales de la Sociedad Española de Historia Na-
tural, 1894].

Distinguido colega, Al mismo tiempo le comunico que me he permitido dedicarle el


sexto volumen de mis Biologische Untersuchungen [«Investi-
Muchas gracias por su amable carta y los interesantes envíos. gaciones Biológicas», 1894], como testimonio de mi profundo
Cada nuevo trabajo suyo nos ofrece luz en grandes cuestiones reconocimiento de sus grandes servicios en el terreno de la neu-
oscuras. Como yo también me ocupo de investigaciones en el rología. El volumen en cuestión está ya terminado y se lo enviaré
terreno del sistema nervioso, sus trabajos me interesan muy dentro de algunos días.
especialmente. Ya he informado a menudo en las sociedades y
academias científicas de aquí sobre sus descubrimientos y le
he propuesto como miembro de nuestra Asociación de Médicos. Desde Madrid, el 28 de diciembre, Cajal agradecía el honor
Espero que reciba pronto el diploma […] que Retzius le hacía:

Espero, distinguido colega, poder iniciar una relación más estre-


cha y alguna vez verlo entre nosotros en Suecia [¿una alusión, Agradezco en el alma la distinción que usted me hace con de-
tal vez, a que podría recibir el Premio Nobel de Medicina (que dicarme el 6.° tomo de sus monumentales y admirables Bio-
obtuvo en 1906)?]. logische Untersuchungen, asociando mi humilde nombre al
de usted por tantos títulos ilustre y autorizado en las ciencias
anatómicas. La edad, lejos de hacerle cejar en sus empeños, le
El 16 de diciembre de 1894, Retzius informaba a Cajal: presta a usted nuevas fuerzas para los trabajos de laboratorio;
de tal modo que si continúa usted así durante algunos años sus
obras vendrán a formar una verdadera biblioteca de anatomía
Distinguido colega: e histología comparadas.

Acabo de recibir dos trabajos suyos extraordinariamente in- Yo trabajo ahora en la estructura del tálamo óptico y tubércu-
teresantes sobre los ganglios cerebrales, que le agradezco cor- los cuadrigéminos. He recogido ya algunos datos, pero necesito
dialmente [«Estructura del ganglio de la habénula de los ma- mucho más tiempo de investigación para finalizar mis estudios,
que formarán una monografía bastante voluminosa y con al-
gunas láminas.

Al igual que Kölliker, Retzius se esforzaba por aprender es-


pañol para leer a Cajal, como se comprueba en la carta que le
escribió el 14 de mayo de 1896:

Querido colega y amigo:

Acabo de recibir el volumen I de la Revista Trimestral Micro-


gráfica, que me ha enviado y que agradezco cordialmente. Con
esta nueva publicación veo que ha iniciado usted la edición
de una nueva revista. Es una gran empresa con la que sin
duda piensa dar un nuevo impulso a la ciencia española. Ha
hecho usted otro gran servicio a su patria, por el que le felicito
cordialmente.

A nosotros, pobres extranjeros, nos plantea una cierta dificul-


tad: poder leer correctamente el idioma español. Conociendo
las lenguas latina y francesa que estudiamos en la escuela, no
nos resulta imposible entender y estudiar también la españo-
la. Hace tiempo compré un diccionario español para leer sus
trabajos. De vez en cuando se tropieza con dificultades, pero no
son insuperables.
CORTESÍA DEL AUTOR

Oposición a la teoría neuronal


Otra carta interesante es la que Retzius envió a Cajal el 31 de di-
ciembre de 1898, y ello por lo que señalaba sobre ciertos rechazos
NOTAS AUTÓGRAFASde Cajal sobre sus críticas a Golgi. que se estaban produciendo a la teoría neuronal:

62  TEMAS 103


Me ha dicho Von Lenhossék que los neurólogos alemanes, con
[Franz] Nissl a la cabeza, han iniciado una batalla contra la
nueva teoría nerviosa, la llamada teoría de la neurona, de cuya
formulación responsabilizamos a usted por encima de todos. El
señor Nissl se apoya en Apáthy y Bethe. Sin embargo, esto es
SciLogs
totalmente inadecuado. Apáthy ha comprobado haces fibrilares La mayor red de blogs
claros en las células ganglionares de los vertebrados y Bethe los de investigadores científicos
ha podido imitar. Las demás teorías y especulaciones de Apáthy
y Bethe no se basan, sin embargo, en hechos reales sino que, en
su mayor parte, están sacadas del aire. Las fibrillas celulares Fotografiando el cerebro
pueden conciliarse muy bien con las experiencias que se han Explorando el sistema nervioso a través
realizado con el método de Golgi. de las imágenes
Ángel García de Lucas
Es muy extraño que histólogos que no han trabajado con el mé-
Universidad de Turku
todo de Golgi pretendan acabar con los grandes e innovadores
hallazgos que se han conseguido con él. Ahora es necesario de-
fender la admirable teoría nerviosa de tales ataques. Lenhossék Arida cutis
se prepara para ello. No obstante, antes que nadie debe también Ecología de las zonas áridas
defender la fortaleza usted, que fue la cabeza de la formulación Fernando T. Maestre, Santiago Soliveres
de la teoría. y Jaime Martínez Valderrama
Universidad de Alicante

Entre los que se oponían a la teoría neuronal de Cajal a la


que se refería Retzius, figuró Camillo Golgi (con quien Cajal En perspectiva
compartió el Nobel), el responsable de la introducción del Del mundo subatómico al cosmos
método de coloración argéntica para teñir células nerviosas. Cristina Manuel Hidalgo
Pero la historia de esta batalla (de la que resultó victorioso Instituto de Ciencias del Espacio
el científico español) es demasiado larga para poder intentar
siquiera esbozarla aquí. Simplemente diré que Cajal la tuvo
siempre muy presente. De hecho, uno de sus últimos trabajos Antropológica Mente
(fue publicado en 1933 bajo el título «¿Neuronismo o reticu- Antropología, cerebro y evolución
larismo? Las pruebas objetivas de la unidad anatómica de las Emiliano Bruner
células nerviosas») estuvo dedicado a, como él mismo señaló Centro Nacional de Investigación
en la introducción: «Una exposición sucinta de las observa- sobre Evolución Humana
ciones contrarias a la concepción de Apáthy, Bethe y Held. Mi
propósito es describir brevemente lo que yo he visto en cin- Homo nanus
cuenta años de trabajo y lo que cualquier observador, exento Una visión del futuro
de prejuicios de escuela, puede fácilmente comprobar, no en desde la nanotecnología
tal o cual célula nerviosa, acaso mal fijada o de tipo anormal,
Alberto Luis D’Andrea
sino en millones de neuronas vigorosamente coloreadas por
Universidad de Buenos Aires
diversos métodos de impregnación».

Cuantos completos
Tecnologías cuánticas y mucho más
Carlos Sabín
Instituto de Física Fundamental del CSIC

PARA SABER MÁS

Recuerdos de mi vida.Santiago Ramón y Cajal. 3.a edición. Imprenta de Juan Y muchos más...
Pueyo, Madrid, 1923.
Santiago Ramón y Cajal.José María López Piñero. Publicacions de la
Universitat de Valencia, 2006.
¿Eres investigador
Epistolario.Juan Fernández Santarén, Santiago Ramón y Cajal. La Esfera de los y te gustaría unirte a SciLogs?
Libros, 2014.
Envía tu propuesta a
EN NUESTRO ARCHIVO
redaccion@investigacionyciencia.es
Hace 100 años. Efemérides relativa a Santiago Ramón y Cajal.J. M. López
Piñero en IyC, noviembre de 1988.
Cajal y la estructura histológica del sistema nervioso.J. M. López Piñero
en IyC, febrero de 1993.
El punto de partida de la obra neurohistológica de Cajal.J. M. López Piñero
en MyC n.o 1, 2002.

www.scilogs.es
Cartas científicas  63
Las cartas familiares
de Heinrich Hertz
El camino a las ondas hertzianas

S i Isaac Newton fue afortunado porque logró lo que ya nadie podría en el futuro repetir —ver que lo que une a
los planetas y hace caer a los cuerpos hacia la superficie de la Tierra es la misma fuerza, y formular las ecuaciones
básicas de la dinámica y de la teoría de la gravitación, aunque siglos después estas se viesen mejoradas gracias
a Albert Einstein—, otro tanto se puede decir de James Clerk Maxwell, que desarrolló el conjunto de ecuaciones
que rigen el comportamiento de la interacción electromagnética y que hoy denominamos, en su honor, «ecua-
ciones de Maxwell». Con su teoría del campo electromagnético, o electrodinámica, Maxwell logró, además, unir
en un mismo marco teórico la electricidad, el magnetismo y la óptica. Los dos primeros no son sino diferentes manifestaciones
de un mismo sustrato físico, electromagnético, como demostró poco menos de medio siglo después con mayor claridad Einstein,
al formular la teoría especial de la relatividad. Y los fenómenos ópticos, como la luz, resultaron no ser sino ondas electromagné-
ticas, algo que advirtió el propio Maxwell.

Sin embargo, los resultados teóricos de Maxwell estaban en de caminos donde debo bien dedicarme a ellas completamente
su tiempo muy por delante de los conocimientos experimentales. o dejarlas y abandonar toda pérdida de tiempo superflua con
Como él mismo señalaba, restaba por demostrar que los efectos ellas, si no quiero descuidar mis estudios y convertirme en un
electromagnéticos se transmitían mediante ondas que se pro- ingeniero mediocre. Cuando recientemente me di cuenta de esto,
pagaban a la velocidad de la luz. Fue un discípulo de Hermann mientras organizaba mi plan de estudios, y, además, sin sombra
von Helmholtz quien lo consiguió: Heinrich Hertz (1857-1894). de duda, mi primer pensamiento fue renunciar a todas las in-
necesarias preocupaciones sobre las matemáticas y las ciencias
Múnich: de la ingeniería a la ciencia de la naturaleza; pero entonces me di cuenta de repente que no
Tendemos a pensar que los grandes científicos, aquellos que de- podía hacerlo, que hasta entonces solo me había ocupado de estas
jaron una huella imborrable, tenían claro desde el principio que materias y que únicamente pensaba en ellas —todo lo demás me
a lo que querían dedicarse era a la ciencia, a hacerla avanzar parecía anticuado— y me di cuenta de esto tan de repente que
mediante sus investigaciones. Pero no siempre ha sido así. Paul quería haber saltado y escribiros de inmediato, pero me contuve
Dirac, por ejemplo, uno de los creadores de la mecánica cuántica, durante unos pocos días y lo medité. Y no pude llegar a otra
estudió ingeniería eléctrica en Bristol, y se graduó en 1921. Algo conclusión. No puedo comprender por qué no me di cuenta antes,
similar le ocurrió al protagonista de este artículo. ya que incluso cuando vine aquí era con la mejor intención de
Hertz llegó a Múnich, en octubre de 1877, para comenzar sus estudiar matemáticas y ciencias de la naturaleza y sin pensar
estudios en la Escuela Politécnica. Sin embargo, no tardó mucho en absoluto en agrimensura, construcción de edificios, materiales
en darse cuenta de que no quería ser ingeniero, sino científico. de construcción, etcétera, que se suponía debían ser mis temas
Explicó por qué tomaba esta decisión en una carta que escribió principales. También es una pena que la idea no se me ocurrie-
a sus padres el 1 de noviembre de 1877: ra mientras estaba en casa, porque entonces podríamos haber
hablado de ella y hacer planes mejores que ahora; pero ¿para
qué sirve pensar en esto? Ya no puede ayudar. También me he
COLECCIÓN WELCOME [CC BY 4.0]

Puede que os sorprenda que esta carta siga tan rápidamente a la repetido a mí mismo algo que había pensado antes a menudo,
anterior; no pretendía escribir tan pronto, pero esta vez se trata que mejor ser un científico importante que un ingeniero impor-
de un asunto importante que no permite un largo retraso. Es tante, aunque sea preferible ser un ingeniero no importante que
para mí una confesión vergonzosa, pero debo hacerla. Querría un científico no importante. Y, ahora que estoy en el borde, creo
cambiar de caballos ahora, en el último momento, y dirigirme que lo que dijo Schiller es verdad: «Si no te atreves a arriesgar
a las ciencias de la naturaleza. En este semestre llego a un cruce tu vida, nunca puedes esperar ganar la batalla», y que sería una

64  TEMAS 103


HEINRICH RUDOLF HERTZ

Cartas científicas  65
locura tomar demasiada precaución. No se me escapa el hecho porcionado alguna información sobre la bibliografía; creo que
de que convertirme en ingeniero me daría antes una seguridad también encontraré en el laboratorio lo que necesite.
y lamento que probablemente tendré que depender de vuestra
ayuda, querido papá, mucho más tiempo que si siguiera el otro
camino. Pero todo esto es superado por una cosa: que siento que Hertz lo hizo tan bien en Berlín que el 8 de agosto de 1880
puedo dedicarme completamente y con entusiasmo a las ciencias recibía la siguiente carta de Hermann von Helmholtz:
de la naturaleza y que estas me harán sentirme realizado, y me
doy cuenta ahora de que las que se denominan ciencias de la
ingeniería no son suficientes para mí y que constantemente estoy El 1 de octubre, uno de los puestos de ayudante de mi Instituto de
buscando ocupaciones adicionales. Física queda vacante y, por consiguiente, me tomo la libertad de
preguntarle si estaría inclinado a asumir el puesto que el Dr. Kay-
ser ha ocupado hasta ahora. Los deberes consisten principalmente
Y, ya casi al final de su carta, anunciaba que: en encargarse de la preparación de mis clases y posiblemente
también en ayudar con mis propios experimentos, además de
ocuparse de la biblioteca; y, si surgiese el caso, sustituir a otros
Veré a los profesores del Politécnico y les pediré que eliminen mi ayudantes. El nombramiento se renueva cada dos años, la remu-
nombre de sus listas (todavía no había completado los trámites neración llega a los 1110 marcos anuales en metálico y alojamiento
de matriculación, así que, al menos, no perderé el dinero de los gratuito, lo mismo que calefacción, gas y agua. El puesto en cues-
cursos, que es considerable); me matricularé en la Universidad y tión dejaba al Dr. Kayser mucho tiempo libre, pero naturalmente
veré a los profesores de física de la Universidad o del Politécnico usted no sería tan libre como si no tuviera un puesto.
y les pediré consejo acerca de cómo distribuir mi tiempo y qué
programa sería mejor que siguiera.
Hertz aceptó. ¿Cómo no aprovechar la oportunidad de traba-
jar con el gran Helmholtz, el científico posiblemente más respeta-
Además de asistir a los cursos habituales en una carrera do de Alemania, el hombre que ya había transitado con distinción
de física y matemáticas, Hertz se preocupó de estudiar a «los por los campos de la fisiología, la matemática y la física?
clásicos». «Recientemente», explicaba a su familia en una car-
ta fechada el 4 de febrero de 1878, «he estado a menudo en la En Kiel y Karlsruhe
sala de lectura, hojeando en los volúmenes del Acta erudito- Bajo la tutela de Helmholtz, Hertz continuó floreciendo científica-
rum de Leipzig de 1682, en la que hay una cantidad extraor- mente en Berlín. Tanto, que en 1883 recibió la oferta de comenzar
dinaria de materiales interesantes, sobre todo artículos de su carrera docente en Kiel en calidad de privatdozent (puesto
Leibniz; por ejemplo, los primeros estudios sobre el cálculo universitario que permitía ofrecer cursos, por los que se recibía
diferencial que contienen la propia invención». una retribución en función de los alumnos que se matriculasen;
Unos días después, el 15 de febrero, insistía en estos intereses: en general, la universidad no pagaba a este tipo de profesores
«Recientemente he terminado los cuatro gruesos volúmenes asociados). Así lo explicaba a su padre el 1 de marzo de 1883:
en cuarto de [Jean-Étienne] Montucla [se refiere a la Histoire
des mathematiques (1758; segunda edición aumentada, 1799-
1802)], e incluso me he centrado en las dos primeras partes, que Querido papá, te estoy escribiendo un poco antes de lo habi-
contienen la historia de las matemáticas hasta comienzos del tual para pedirte tu consejo en el siguiente asunto. Sabes lo
siglo ­xviii […]. En el resto del semestre planeo ocuparme sobre incómodo que me siento por tener que prepararme para la
todo de la Mécanique céleste de Laplace, además de otros libros habilitación [trabajo superior a una tesis doctoral, que facul-
más breves. A pesar de la dificultad del tema, esta obra no es taba para poder enseñar en la universidad] aquí, donde ya
particularmente difícil de comprender, debido a la devoción de hay muchos profesores asociados [Privatdozenten], y cuánto
Laplace a una gran claridad de expresión. Es bastante diferente deseo un cambio general. El Geheimrat [título honorífico muy
de lo que esperaba, ya que, desde el principio hasta el final, prestigioso] Kirchhoff vino a verme hace dos días después de su
contiene solo cálculos.» clase y me dijo que se quiere un profesor asociado para física
matemática en Kiel […]. El ministro le ha preguntado a él, y
Estudiante en Berlín en particular al Prof. Weierstrass, si es posible encontrar una
En octubre de 1878, Hertz dejó Múnich para continuar sus es- persona adecuada, y han pensado en mí.
tudios en Berlín, aprovechando las posibilidades que ofrecía el
sistema universitario germano. El 31 de octubre informaba a la
familia de su llegada a la capital prusiana: Después de algunas negociaciones, Hertz aceptó presentar
su habilitación en Kiel, donde permaneció hasta 1885. Esperaba
ser promovido a profesor (catedrático) en Kiel, pero surgió una
Mi curso, esto es, el que imparte Kirchhoff, comienza el lunes; oferta de Karlsruhe. El 30 de noviembre de 1884 daba a sus
otro no empezará hasta el siguiente miércoles. Además, después padres las primeras noticias de esa posibilidad:
de todo me he apuntado para el laboratorio; como uno de los
premios de este año cae más o menos en mi campo, intentaré
abordarlo. Esta no era mi intención al principio, porque el curso Estaba equivocado respecto a la pregunta del Prof. [Albert] La-
de mineralogía que quería seguir entraba en conflicto con él, denburg, ya que pensé que se había creado una cátedra aquí;
pero he decidido dejarlo para el próximo semestre. Ya he hablado de hecho, un colega de Karlsruhe le había pedido información
sobre esto con el Prof. Helmholtz, que amablemente me ha pro- y le dijo que habían puesto la vista en mí. No sé para qué. De

66  TEMAS 103


nuevo estoy insatisfecho, porque preferiría tener una seguridad 26 de diciembre. Experimentos por la tarde y obtención
a dos posibilidades y veo el futuro con cristales tan oscuros que de confirmación de resultados.
subjetivamente estoy convencido de que ninguna de estas ni de 28 de diciembre. Experimentado y observado el efecto de
otras posibilidades se cumplirán, y me torturo con estos espectros las ondas electromagnéticas hasta 14 metros.
y monstruos de mi imaginación. 29 de diciembre. Experimentos. Efecto de sombra en hojas
metálicas, reflexión de la pared, etc.
30 de diciembre. Seguido el efecto a través del auditorio.
A pesar de sus temores, la oferta de Karlsruhe se concretó. Le 31 de diciembre. Cansado de experimentar. Noche en la
llegó el 20 de diciembre. La aceptó y en Karlsruhe (a donde se casa de mis suegros. Recordado el pasado año con placer.
incorporó en marzo de 1885) llegaría su mayor éxito científico:
la demostración de la existencia de las ondas electromagnéticas No es sorprendente que esos resultados le permitieran mirar
predichas por Maxwell. al pasado con alegría. Había hecho historia. El 26 de diciembre
escribía a sus padres:
Las ondas electromagnéticas existen
Fue en Karlsruhe donde abordó una cuestión que, como seña-
laba en una carta que dirigió a Helmholtz el 5 de noviembre La noche anterior a Nochebuena recibí un gran regalo en mi
de 1887, este le había «urgido investigar hace algunos años y trabajo, al menos es lo que parece; la naturaleza parece estar algo
que he tenido en mente desde entonces, pero que hasta ahora más amablemente dispuesta hacia mí de lo que parecía antes.
no he encontrado forma de estudiarla con algún tipo de éxito
inequívoco.» En la carta que envió el 23 de diciembre de 1887 a
sus padres, daba algunos detalles de sus esfuerzos: Esos experimentos entrañaban una gran dificultad. Simplifi-
cando mucho, lo que hizo fue separar un aparato (el transmisor)
que producía el «efecto electromagnético» de un receptor (un
Para mi gran satisfacción, las vacaciones están aquí y en los dos espejo reflector formado por una hoja de cinc) tanto como lo
primeros días, miércoles y jueves, he seguido trabajando vigo- permitía la mayor sala de que disponía (el auditorio de su insti-
rosamente. De nuevo tengo mucho material para un artículo, y tuto, 14 metros) y comprobar que el efecto electromagnético se
me gustaría mucho terminarlo. Pero en las últimas cinco sema- propagaba con la misma velocidad que la luz, y que ese efecto
nas no he avanzado. Necesito varias horas de preparación para eran realmente ondas.
mis experimentos, y solo los puedo llevar a cabo en mi habita- Orgulloso, el 29 de enero de 1888 escribía a sus padres:
ción más grande, el auditorio, donde no se puede hacer nada
mientras se estén dando clases. A veces he intentado hacerlos
en los sábados libres, pero para cuando tenía todo a punto se Helmholtz ha confirmado ahora que ha recibido mi manuscrito
había ido el día, y los aparatos que había preparado con tanta y añade: «Le felicito de todo corazón por este éxito».
dificultad tenían que ser desmontados de nuevo. La cuestión que
me ha estado ocupando se refiere a la velocidad de propagación
de los efectos eléctricos en el aire. De acuerdo con una importante Hertz abrió una puerta que no pretendió explorar: la de las
y bella teoría [la de Maxwell], estos efectos se propagan con una aplicaciones técnicas de las ondas electromagnéticas, aplicacio-
velocidad finita, que es la velocidad de la luz; y yo no he dudado nes que, pocos años después de su muerte, desarrollarían sobre
nunca de que esta visión es correcta. Ahora puedo medir incluso todo Guglielmo Marconi y Ferdinand Braun.
una velocidad tan grande. Esto difícilmente habría sido posible Consecuencia de su logro es que en 1889, Hertz cambió Karls-
con anterioridad. Una vez, hace veinte años, Helmholtz intentó ruhe por la más prestigiosa Universidad de Bonn. No pudo, sin
estos experimentos y estableció con gran dificultad que la veloci- embargo, disfrutar mucho allí. En 1892 tuvo que ser operado
dad de propagación era mayor que 42 millas por segundo. ¡Pero varias veces debido a una infección que se le manifestó después
aquí estamos tratando con 42.000 millas! ¿Cuál es el inesperado de varios ataques de migraña.
y, para mí, desagradable resultado de estos experimentos? Que la El 1 de enero de 1894 fallecía de septicemia. Tenía 36 años, pero
velocidad no es la de la luz, sino mucho mayor, acaso infinitamen- dejó una huella imborrable en la ciencia. Su gran éxito cambió
te grande, y, en todo caso, no medible. Incluso si fuese tres veces una parcela esencial para nuestra civilización: la de las comunica-
mayor, todavía podría ser medida, pero todo tiene sus límites. Y ciones. Hoy, cuando la capacidad de informarnos y comunicarnos
no se puede argumentar con la naturaleza; debe ser como es. Pero, casi no conoce límites, puede que olvidemos que hace poco menos
ciertamente, me habría gustado más obtener un claro resultado de siglo y medio no era, en modo alguno, así. La hermandad entre
positivo y no este negativo. Y las «teorías eléctricas más prome- teoría y experimento, ejemplificada en este caso por Maxwell y
tedoras» sobre las que escribí mi último artículo de repente ya no Hertz, cambiaron ese mundo. Para siempre.
parecen prometedoras. Es verdad que hay que ser cauteloso, pero,
de nuevo, los experimentos me parecen demasiado claros.
PARA SABER MÁS

Electric waves.Heinrich Hertz. Dover, Nueva York, 1962.


Pero esa misma tarde comprobó que se había equivocado y
Erinnerungen, Briefe, Tagebücher (Memoirs, Letters, Diaries).Heinrich
que todo funcionaba como había esperado. En su diario anotó: Hertz. Dirigido por Johana Hertz. Physik Verlag y San Francisco Press, 1977.
EN NUESTRO ARCHIVO
23 de diciembre de 1887. Experimentos. Obtenida por la
tarde una indicación de la velocidad finita de la propa- Heinrich Hertz.Manuel García Doncel en IyC, enero de 1994.
gación del efecto de inducción.

Cartas científicas  67
Max Planck
y los «caballeros
del continuo»
Reacciones ante la discontinuidad cuántica

L
a mecánica cuántica violenta más que ninguna otra teoría científica nuestras
formas intuitivas, observacionales, de comprender la naturaleza. No se trata solo,
ni siquiera sobre todo, de su carácter probabilístico, sino de elementos como la
dualidad onda-corpúsculo o de lo que se defiende en su interpretación más ex-
tendida, la denominada «interpretación de Copenhague»: antes de que lo ob-
servamos, un sistema se encuentra en todos sus estados posibles; únicamente
al medir, al observarlo, se concreta en uno de esos estados posibles, y la teoría solo puede de-
cirnos la probabilidad de que suceda así.

El «acto de desesperación» de Planck Doblegarse ante el planteamiento de Boltzmann, aceptar que el


Estrictamente, obviando desarrollos anteriores que la propicia- crecimiento de la entropía estaba asociado con probabilidades,
ron, la revolución cuántica comenzó en 1900 cuando Max Planck, era para Planck particularmente doloroso.
catedrático de física en la Universidad de Berlín, se vio obligado a Más de treinta años después, en una carta que escribió el
introducir unos «elementos discretos de energía» en la radiación 7 de octubre de 1931 al físico estadounidense Robert Williams
electromagnética para poder explicar la expresión matemática Wood, Planck recordó que:
que había encontrado, de forma heurística, para la distribución
de la radiación de un cuerpo negro. Asociados a una fórmula hoy
universalmente conocida, E = hν (donde E representa la energía, Resumido brevemente, se puede describir lo que hice como un
h una constante, luego denominada «constante de Planck», y ν acto de desesperación. Por naturaleza soy pacífico y rechazo
la frecuencia de la radiación, entendida hasta entonces como toda aventura dudosa. Pero por entonces había estado luchando
una onda), esos «elementos discretos de energía» resultaban de sin éxito durante seis años (desde 1894) con el problema del
utilizar la ley que Ludwig Boltzmann había desarrollado en 1877 equilibrio entre radiación y materia y sabía que esta cuestión
para la entropía y que implicaba que esta (magnitud física que tenía una importancia fundamental para la física; también
expresa la tendencia al desorden en cualquier sistema cerrado, conocía la fórmula que expresa la distribución de la energía en
incluido el universo) podía no aumentar siempre, como requería los espectros normales. Por consiguiente, había que encontrar,
la física clásica; que se trataba únicamente de una «probabili- costase lo que costase, una interpretación teórica. Tenía claro
dad», esto es, que podía suceder —aunque la probabilidad fuese que la física clásica no podía ofrecer una solución a este pro-
DOMINIO PÚBLICO

pequeña— que en un sistema aumentase el orden con el paso blema, puesto que con ella se llega a que, a partir de un cierto
del tiempo. Pero para Planck, para quien la física era la bús- momento, toda la energía será transferida de la materia a la
queda de absolutos, el uso de probabilidades no era aceptable. radiación. Para evitar esto se necesita una nueva constante que

68  TEMAS 103


MAX PLANCK

Cartas científicas  69
asegure que la energía no se desintegre […] En mi caso, el punto abstracto de la teoría, que se había formulado prescindiendo de
de partida fue el mantener las dos leyes de la termodinámica. todo tipo de modelo «visual» para la descripción de los procesos
Hay que conservar, me parece, estas dos leyes bajo cualquier atómicos. A Einstein, el formalismo matricial de Heisenberg
circunstancia. Por lo demás, estaba dispuesto a sacrificar cual- le parecía, como manifestó en una carta que envió el 25 de di-
quiera de mis convicciones anteriores sobre las leyes físicas. ciembre de 1925 a su íntimo amigo el ingeniero Michele Angelo
Boltzmann había explicado cómo se establece el equilibrio ter- Besso, un «cálculo de hechicería, donde aparecen determinantes
modinámico mediante un equilibrio estadístico, y si se aplica infinitos (matrices) en lugar de las coordenadas cartesianas.
semejante método al equilibrio entre la materia y la radiación, Esto es eminentemente ingenioso y, a causa de su complicación,
se encuentra que se puede evitar la continua transformación de está suficientemente protegido contra toda demostración de
energía en radiación suponiendo que la energía está obligada, falsación».
desde el comienzo, a permanecer agrupada en ciertos cuantos. De tono parecido eran los juicios emitidos por Max von Laue,
Esta fue una suposición puramente formal, y en realidad no otro miembro de la élite berlinesa, cuando se quejaba a Schrö-
pensé mucho en ella. dinger el 12 de octubre de 1926, del «monstruoso tratamiento»
que Wolfgang Pauli había dado al problema del átomo de hidró-
geno utilizando el método matricial de Heisenberg.
El «acto de desesperación» al que se refería fue, como él mis- Ante los sentimientos de repulsa y frustración que los trabajos
mo señalaba, adoptar la formulación estadística de la entropía de los físicos «matriciales» suscitaron entre los físicos berlineses,
propuesta por Boltzmann. se puede comprender el alivio que estos —y otros— experimenta-
ron cuando Schrödinger presentó, menos de medio año después
Los «caballeros del continuo» de la teoría cuántica matricial, una mecánica ondulatoria que
La discontinuidad que Planck no aceptaba terminó convirtién- prometía un retorno a la más familiar física que describía los
dose en un elemento fundamental en la mecánica que se esta- fenómenos físicos en forma causal mediante ecuaciones en de-
ba buscando para entender la radiación y el microcosmos. Fue rivadas parciales en el espacio y en el tiempo.
un entonces joven y desconocido en el mundo científico, que Aquellos a los que repugnaba renunciar a la máxima clásica
trabajaba en la Oficina de Patentes de Berna, Albert Einstein, natura non facit saltus recibieron con entusiasmo las contribu-
quien mostró en 1905 la necesidad de la discontinuidad de la ra- ciones de Schrödinger. Einstein (carta a Schrödinger, 26 de abril
diación electromagnética, dando de esta manera un paso firme de 1926) estaba seguro de que Schrödinger había «realizado un
hacia la introducción de la «dualidad onda-corpúsculo». Veinte avance decisivo con su formulación de la condición cuántica, de
años después llegaba la primera formulación de una mecánica la misma manera que estoy convencido de que el camino abierto
cuántica, de la que fue responsable otro joven, pero que ya for- por Heisenberg-Born es erróneo»; Planck (carta a Schrödinger
maba parte de la comunidad internacional de físicos: Werner del 2 de abril de 1926) leyó los artículos de 1926 «igual que un
Heisenberg. Y el año siguiente, 1926, Erwin Schrödinger ofrecía niño curioso escucha con suspense la solución de un rompeca-
otra versión de mecánica cuántica, pero aparentemente muy bezas que le ha preocupado durante mucho tiempo, y también
diferente de la de Heisenberg: mientras la abstracta formulación estoy encantado con la belleza que salta a la vista»; y Hendrik
de este (la mecánica de matrices, en la que la imagen física de Lorentz (carta a Schrödinger del 27 de mayo de 1926) señalaba
órbitas no figuraba entre los constructos de la teoría), desarro- que si «tuviese que escoger ahora entre su mecánica ondulatoria
llada con la ayuda de Max Born y Pascual Jordan, hacía hincapié y la mecánica matricial, daría preferencia a la primera, debido
en la discontinuidad y utilizaba un apartado matemático en- a su mayor claridad intuitiva».
tonces poco frecuente (matrices de infinitas filas y columnas), De hecho, el entusiasmo de Planck llegó a tal punto que,
la de Schrödinger (la mecánica ondulatoria) daba preferencia próxima ya su jubilación, eligió a Schrödinger como su sucesor
a la continuidad y se basaba en las familiares ecuaciones en en la cátedra de Berlín, puesto del que este tomó posesión el 1
derivadas parciales. de octubre de 1927, y al que sumaría en febrero de 1929 el de
Ante esas dos formulaciones se produjo una manifiesta división miembro de la Academia Prusiana de Ciencias. Sin embargo,
en la comunidad de físicos, entre los que podríamos denominar pronto se descubrió que la interpretación de Schrödinger (que
físicos «cuánticos-clásicos» y los «radicalmente cuánticos». Re- pretendía entender las partículas como paquetes de ondas) no
presentativo en este sentido es lo que Einstein escribió el 7 de se podía mantener, como se encargó de demostrar Lorentz, quien
marzo de 1926 en una carta a Hedwig Born, esposa de Max Born: en la carta a Schrödinger del 27 de mayo de 1926 había mostrado
no solo que entendía perfectamente la idea física que subyacía
al artículo de Schrödinger, sino también sus problemas:
Los conceptos de Heisenberg y Born nos han dejado a todos sin res-
piración y han producido una profunda impresión en todos aque-
llos orientados a la teoría. En lugar de sombría resignación, ha Su conjetura de que la transformación que tendrá que expe-
surgido en nosotros, gente de sangre espesa, una singular tensión. rimentar nuestra dinámica será similar a la transición de la
óptica de rayos a la óptica ondulatoria resulta muy tentadora,
pero tengo algunas dudas al respecto.
La altamente matemática y abstracta formulación de Heisen-
berg-Born-Jordan no suscitó demasiadas simpatías entre ellos, Si le he entendido correctamente, entonces una «partícula», un
especialmente entre los físicos de Berlín, que, con «admiración electrón por ejemplo, sería equiparable a un paquete de ondas
y desconfianza a la vez, observaban el desarrollo de la mecánica que se mueve con la velocidad de grupo.
cuántica» (Einstein a Ehrenfest, 28 de agosto de 1926). Esta
postura de los «caballeros del continuo», como Heisenberg los Pero un paquete de ondas, a la larga nunca puede permanecer
llamaba en sus cartas a Pauli, se debía al carácter excesivamente unido ni confinado a un pequeño volumen. La más pequeña

70  TEMAS 103


dispersión en el medio lo disgregará en la dirección de propa- mente se dirige hacia cuestiones filosóficas, y pronto uno no sabe
gación, e incluso sin esa dispersión se abrirá más y más en la si sostiene realmente la posición que él está atacando o si debe
dirección transversal. Debido a esta inevitable dispersión del atacar la posición que él está defendiendo.
paquete de ondas, no me parece que sea muy adecuado para
representar cosas a las que queremos adscribir una existencia
individual permanente. Por su parte, Bohr daba cuenta del intercambio que había
mantenido con Schrödinger en una carta que envió a Ralph H.
Fowler el 26 de octubre:
Por consiguiente, la dispersión de los paquetes de ondas hacía
casi imposible el sostener la interpretación de las partículas
como ondas. Ahora bien, los problemas con la interpretación Hemos disfrutado mucho con la visita de Schrödinger. Las discu-
física de Schrödinger de la mecánica ondulatoria no significa- siones se centraron gradualmente en el problema de la realidad
ban que el formalismo de la teoría fuese incorrecto, solamente física de los postulados de la teoría atómica. Todos estuvimos de
que había que descartar esa interpretación particular. Esto fue acuerdo en que una teoría continua en la forma indicada en su
confirmado por el descubrimiento, debido al propio Schrödinger, último artículo conduce en un cierto número de puntos a expecta-
de la identidad matemática, formal, de la mecánica ondulatoria tivas fundamentalmente diferentes a las de la habitual teoría dis-
y la mecánica matricial. continua. El propio Schrödinger mantiene su esperanza de que la
Por su parte, los «paladines de la discontinuidad» no du- idea puede prescindir completamente de los estados estacionarios
daban de su abstracto y discontinuo enfoque. Como escribía y de las transiciones, pero creo que al final conseguí convencerlo de
Heisenberg el 8 de junio a Pauli: que para que este deseo se haga realidad debe estar dispuesto a pa-
gar un precio, en lo que se refiere a la reformulación de conceptos
fundamentales, un precio formidable comparado con los contem-
Cuanto más pienso en la parte física de la teoría de Schrödinger, plados hasta ahora por aquellos que apoyan la idea de una teoría
más abominable la encuentro. Lo que Schrödinger escribe acerca continuista de los fenómenos atómicos. Entiendo que Schrödinger
de la claridad a duras penas tiene sentido; en otras palabras, ha estado trabajando bajo la impresión de que la característica
pienso que es basura. esencial de la mecánica matricial era el reconocimiento final de
la imposibilidad de adscribir una realidad física a un estado es-
tacionario individual, pero creo que esto es confundir los medios
Pero por mucho que les desagradase la formulación de Schrö- con los fines de la teoría de Heisenberg. Precisamente ahora en la
dinger, no era posible dejarla de lado. Y los «caballeros del mecánica ondulatoria poseemos los medios para representar un
discontinuo» reaccionaron apropiándose del aparato formal estado estacionario individual, que sirven para todos los fines
de la mecánica ondulatoria y modificando radicalmente la in- que sean consistentes con los postulados de la teoría cuántica. De
terpretación que había dado Schrödinger. Un suceso represen- hecho, esta es la verdadera razón de la superioridad que en ciertos
tativo de la intensidad de semejante apropiación se produjo a aspectos exhibe la mecánica ondulatoria cuando se la compara
finales de 1926, cuando Schrödinger viajó a Copenhague invitado con el método matricial, que en otros aspectos es tan maravillo-
por Bohr [véase «Heisenberg y Bohr en Copenhague», por José samente adecuado para mostrar la auténtica correspondencia
Manuel Sánchez Ron; Investigación y Ciencia, junio de 2020]. entre la teoría cuántica y las ideas clásicas.
En su auto­biografía, Heisenberg comentó aquella visita en los
siguientes términos: «Las discusiones entre Bohr y Schrödinger
empezaron ya en la estación de Copenhague, y se alargaron cada El último, y definitivo, «asalto de apropiación» de la mecáni-
día desde las primeras horas de la mañana hasta muy avanzada ca ondulatoria provino de Max Born, quien dio a la función de
la noche. Schrödinger vivía en casa de los Bohr, de forma que, onda de Schrödinger la interpretación probabilista, que todavía
por razones externas, apenas había ocasión para interrumpir el mantiene, en un artículo titulado «Sobre la teoría cuántica de las
diálogo. Bohr era siempre singularmente respetuoso y afable en colisiones (comunicación preliminar)», que llegó a la redacción
el trato con los demás. Sin embargo, en esta ocasión se comportó, del Zeitschrift für Physik el 25 de junio de 1926 (fue publicado
a mi juicio, como un fanático empedernido, que no estaba dis- en el número del 10 de julio).
puesto a hacer concesión alguna a su interlocutor o a permitir la
más mínima falta de claridad». Las discusiones se prolongaron,
sin llegar a un acuerdo, con tal intensidad que «a los pocos días,
Schrödinger, debilitado por las discusiones, se puso enfermo y
tuvo que guardar cama por un resfriado con fiebre. La señora PARA SABER MÁS
Bohr le cuidaba y le llevaba té y pasteles, pero Bohr se sentaba
Letters on wave mechanics.A. Einstein et al. Dirigido por K. Przibram. Vision
al borde la cama y retornaba al tema con Schrödinger: “Usted
Press, Londres, 1967.
tiene que comprender que...”». Wissenschaftlicher Briefwechsel mit Bohr, Einstein, Heisenberg u.a. Band I:
Tras abandonar Copenhague, Schrödinger escribió a Wilhelm 1919-1929.Dirigido por A. Hermann, K. von Meyenn y V. F. Weisskopf.
Wien (21 de octubre): Springer-Verlag, Nueva York, 1979.
Niels Bohr collected works. Foundations of quantum physics I (1926-1932),
vol. 6.Dirigido por J. Kalckar. North-Holland, Amsterdam, 1985.

... la aproximación de Bohr a los problemas atómicos [...] es EN NUESTRO ARCHIVO

realmente llamativa. Está completamente convencido de que Einstein y los comienzos de la física cuántica: de la osadía al desencanto.
cualquier comprensión en el sentido habitual de la palabra es L. Navarro Veguillas en IyC, noviembre de 2004.
imposible. Por consiguiente, la conversación casi inmediata-

Cartas científicas  71
Einstein y la filosofía
La influencia del pensamiento filosófico
en la construcción de las teorías de la relatividad

L
a relación entre ciencia y filosofía se remonta lejos en el pasado. De hecho,
la ciencia nació de la filosofía tal y como esta se concibió en la antigua Grecia.
Filósofo pero también científico fue Aristóteles —aunque en su física y cosmogo-
nía dominó la especulación, más que la observación o la cuantificación—. Habida
cuenta de semejante conexión genética, cabe preguntarse cuál fue esa relación
una vez que la ciencia se configuró tal y como la entendemos en la actualidad;
más concretamente, en qué medida los creadores de las grandes teorías científicas se vieron
influidos por consideraciones, personajes o teorías procedentes de la filosofía.

Albert Einstein constituye un magnífico ejemplo en este sen- Bernhard Riemann, parte de la Crítica de la experiencia pura
tido, ya que es posible identificar algunas de esas influencias en de Richard Avenarius, Sobre la naturaleza de las cosas en sí
el camino que le llevó a construir sus dos teorías de la relativi- mismas de William K. Clifford, ¿Qué son los números y para
dad: la especial y la general. qué sirven? de Richard Dedekin, La ciencia y la hipótesis de
Henri Poincaré —un libro que, señalaba Solovine, «nos impre-
Hume, Mach y la relatividad especial sionó profundamente y mantuvo en vilo durante semanas»—,
Finalizados sus estudios en la Escuela Politécnica Federal (ETH) y bastantes obras más, entre ellas literarias, como la Antígona
de Zúrich, Einstein pretendió seguir una carrera universitaria. de Sófocles, los Cuentos de Navidad de Dickens y El Quijote.
Sin embargo, fracasó en su deseo y tuvo finalmente que aceptar En lo que se refiere a la influencia que tuvieron en la creación
en 1902 un empleo en la Oficina de Patentes de Berna. En esa de la teoría de la relatividad especial, dos autores destacan:
ciudad entabló amistad con un rumano con intereses dispersos Hume y Mach. Una carta que Einstein escribió el 6 de enero de
(que al mismo tiempo que los cursos universitarios de filosofía, 1948 a otro de sus amigos de Berna, y del resto de su vida, el
literatura y filología griegas, seguía otros de matemáticas, física, ingeniero italo-suizo Michele Angelo Besso (1873-1955), arroja
geología, así como uno sobre la fisiología de los sentidos) de luz sobre ello:
nombre Maurice Solovine (1875-1948), y con un suizo, Conrad
Habicht (1876-1958), que había ido a Berna a terminar sus estu-

FERDINAND SCHMUTZER. BIBLIOTECA NACIONAL DE AUSTRIA. WIKIMEDIA COMMONS/DOMINIO PÚBLICO


dios de matemáticas. Querido Michele:
Los tres solían reunirse en casa de Einstein. Una de las acti- Tu carta es verdaderamente muy interesante, pero no es tan sen-
vidades de ese pequeño círculo, al que denominaron Academia cilla de responder. En lo que se refiere a Mach, debo distinguir
Olimpia, era seleccionar libros para leerlos y comentarlos. Solovine entre su influencia en general y el efecto que produjo sobre mí.
se refirió a esas lecturas en la introducción al volumen en el que Mach realizó importantes trabajos especializados (por ejemplo,
reunió la correspondencia que mantuvo con Einstein entre 1906 y el descubrimiento de las ondas de choque, que se basa en un mé-
1955: «Hablando con él un día, le dije: “¿No crees que sería bueno todo óptico verdaderamente genial). Sin embargo, no queremos
que leyésemos juntos alguna obra de un gran maestro y que discu- hablar de esto, sino de su influencia sobre la actitud general en
tiésemos sobre los problemas que se tratan en ella?”. “Esta es una relación con los fenómenos de la física. Su gran mérito es haber
idea admirable”, me dijo. Le propuse entonces leer La gramática flexibilizado el dogmatismo que reinaba en los siglos xviii y xix
de la ciencia de Karl Pearson, lo que Einstein aceptó con placer». sobre los fundamentos de la física. Trató de mostrar, sobre todo en
Al libro de Pearson le siguieron el Análisis de las sensaciones la mecánica y en la teoría del calor, cómo los conceptos surgen de
y el Desarrollo histórico-crítico de la mecánica de Ernst Mach, la la experiencia. Defendió con convicción el punto de vista según el
Lógica de John Stuart Mill, el Tratado de la naturaleza humana cual estos conceptos, incluso los más fundamentales, no extraen
de David Hume, la Ética de Baruch Spinoza, algunas de las con- su justificación más que de la experiencia, y no son, en modo
ferencias y memorias de Hermann von Helmholtz, capítulos del alguno, necesarios desde el punto de vista lógico. Su acción fue
Ensayo sobre la filosofía de las ciencias de André-Marie Ampère, particularmente beneficiosa en tanto que mostró claramente que
Sobre las hipótesis que sirven de fundamento a la geometría de los problemas más importantes de la física no son de naturaleza

72  TEMAS 103


ALBERT EINSTEINen una
conferencia celebrada en
Viena, 1921.

Cartas científicas  73
matemático-deductiva; los más importantes son los que se refie- Hans Hahn, Edgar Zilsel y Victor Kraft) y tuvo relación con Hans
ren a los principios básicos. Yo veo su punto débil en el hecho de Reichenbach y Karl Popper. (Cabe mencionar que Carnap, Frank,
que creía poco más o menos que la ciencia consistía únicamente Gödel, Reichenbach y Popper incluyeron la relatividad einstei-
en poner en orden el material experimental, es decir, que ignoró niana en no pocos de sus escritos.) En una carta que Einstein
el elemento constructivo libre en la elaboración de un concepto. dirigió a Schlick (entonces Privatdozent de filosofía en la Uni-
De alguna manera pensaba que las teorías son el resultado de un versidad de Rostock) desde Berlín el 14 de diciembre de 1915,
descubrimiento y no de una invención. Iba incluso tan lejos que y en la que comentaba un artículo que este había publicado
consideraba las «sensaciones» no solamente como un material sobre el significado filosófico de la teoría de la relatividad («Die
concebible, sino también, en cierta medida, como los materiales philosophische Bedeutung des Relativitätsprinzips», Zeitschrift
de construcción del mundo real; creía poder llenar así el abismo für Philosophie und philosophische Kritik, 1915), se lee:
que existe entre la psicología y la física. Si hubiese sido comple-
tamente consecuente, no debería haber rechazado solamente el
atomismo, sino también la idea de una realidad física. Su presentación de que la teoría de la relatividad se sugiere en el
positivismo, aunque sin que la requiera [necesariamente], es [...]
En lo que se refiere a la influencia de Mach sobre mi pensamiento, muy correcta. En esto también vio usted correctamente que esta
ciertamente ha sido muy grande. Me acuerdo muy bien de que línea de pensamiento tuvo una gran influencia en mis esfuerzos
fuiste tú quien me llamó la atención sobre su tratado de mecánica y, más concretamente, E. Mach, e incluso más Hume, cuyo Tratado
y su teoría del calor, en los tiempos de mis primeros años de estu- sobre la naturaleza humana había estudiado con avidez y con
dios, y que estas dos obras me produjeron una gran impresión. admiración poco antes de descubrir la teoría de la relatividad.
Hasta qué punto han influido sobre mi propio trabajo es algo que,
francamente, no veo claro. Por lo que recuerdo, D. Hume ejerció
sobre mí una influencia directa más grande. Lo leí en Berna en Particularmente próximos al contenido de la teoría de la
compañía de Conrad Habicht y de Solovine. Pero, como acabo de relatividad especial son algunos de los contenidos del Desarrollo
decir, no soy capaz de analizar aquello que quedó anclado en mi histórico-crítico de la mecánica de Mach, en el que se criticaban
subconsciente. Por lo demás, es interesante señalar que Mach re- las ideas que sobre el espacio y el tiempo Isaac Newton había
chazó con encarnizamiento la teoría de la relatividad restringida. desarrollado en sus Principia, considerándolos absolutos. Sobre
(Ya no vivía en la época de la teoría de la relatividad general.) Le el tiempo, por ejemplo, afirmaba que era «absoluto, verdadero
parecía que la teoría sobrepasaba en especulación todo cuanto y matemático, [que] en sí y debido a su naturaleza, fluye uni-
está permitido. No sabía que este carácter especulativo pertenece formemente y sin referencia a ningún objeto exterior». Para
a la mecánica de Newton y, en general, a toda teoría imaginable. Mach, sin embargo, «el tiempo es más bien una abstracción a
No hay más que una diferencia de grado entre las teorías, en la la cual llegamos por la variación de las cosas, debido a que no
medida en que los caminos [que sigue] el pensamiento desde los está señalada ninguna medida determinada, por estar todas
principios básicos hasta las consecuencias comprobables por la las cosas vinculadas entre sí». Y otro tanto venía a decir acerca
experiencia son de longitud y complicación diferentes». del espacio: «Nadie puede decir algo sobre el espacio absoluto
o sobre el movimiento absoluto que no sean meras abstraccio-
nes sin manifestación posible en la experiencia. Todos nues-
Hume, decía, ejerció sobre él una influencia mayor que Mach. tros enunciados fundamentales de la mecánica, como lo hemos
Para entender la naturaleza de esta influencia hay que recurrir mostrado detalladamente, son experiencias sobre posiciones y
a la obra cumbre del filósofo escocés, Tratado sobre la natu- movimientos relativos de los cuerpos».
raleza humana (1738). Allí, sobre el «espacio» decía que «no Las ideas que sostenía Mach eran coherentes con la filosofía
tenemos idea de ninguna extensión real sin llenarla con objetos antimetafísica que defendía. Las resumió en Análisis de las sen-
sensibles» y que «la idea de espacio o extensión no es otra cosa saciones (1886), donde sostenía que ya que toda la información
que la idea de puntos visibles o tangibles dispuestos en cier- que poseemos acerca del mundo exterior procede de las sensa-
to orden». En lo referente al «tiempo», afirmaba: «Allí donde ciones de nuestros sentidos, estas deben constituir los elementos
no tengamos percepciones sucesivas no tendremos noción del básicos sobre los que se construyan las teorías científicas. Para
tiempo, aunque haya una sucesión real en los objetos. A partir él, el conocimiento científico de la naturaleza debía consistir en
de estos fenómenos, así como de otros muchos, podemos con- encontrar las descripciones más simples posibles de las cone-
cluir que el tiempo no puede aparecer ante la mente, ni aislado, xiones o relaciones existentes entre sensaciones.
ni acompañado por un objeto constantemente inmutable, sino En la teoría de la relatividad especial que Einstein presentó
que se presenta siempre mediante una sucesión perceptible de en 1905, espacio y tiempo eran relativos; dependían del estado
objetos mudables». de movimiento (inercial) del observador. Reivindicaban, en este
En la carta a Solovine, Einstein se mostraba crítico con Mach, sentido, tanto a Hume como a Mach.
aunque reconocía la influencia que ejerció sobre él. Pero hay
que tener en cuenta que la misiva en cuestión data de 1948, Mach y la relatividad general
y que, como veremos enseguida, la teoría de la relatividad gene- La teoría de la relatividad general es, al contrario que la especial
ral distanció a Einstein del físico-filósofo austríaco. (cuyos principios afectan a todas las fuerzas físicas presentes en
Más cercano al momento en el que creó la teoría relativista la naturaleza), un edificio teórico que rige únicamente a la fuerza
especial es lo que escribió a Moritz Schlick (1882-1936), un filó- gravitacional. Completarla llevó a Einstein muchos esfuerzos y
sofo que hizo su tesis doctoral bajo la dirección de Max Planck. tiempo (lo logró en noviembre de 1915). Una de las guías a las que
Schlick fundó el influyente Círculo de Viena (del que también recurrió en esa búsqueda fue una idea que Mach empleó para
formaron parte Rudolf Carnap, Otto Neurath, Herbert Feigl, combatir el espacio absoluto newtoniano, la de que «una teoría
Philipp Frank, Kurt Gödel, Friedrich Waismann, Karl Menger, razonable [de] la inercia [...] debería descansar en la interacción

74  TEMAS 103


de las masas», idea que vino en denominarse «principio de Mach». Yo no prorrumpo en invectivas contra el caballito de Mach, pero
Así, el 25 de junio de 1913 Einstein escribía al propio Mach: sabes lo que pienso de él. No puede engendrar nada viviente, solo
puede exterminar parásitos dañinos.

Probablemente haya recibido usted recientemente mi nueva


publicación sobre relatividad y gravitación, que por fin ter- A partir de entonces, Einstein no dejó de mostrar la distan-
miné después de un trabajo inacabable y penosas dudas. El cia que le separaba de la filosofía machiana; esto es, de hacer
próximo año se verá en el eclipse solar si los rayos de luz son explícito cómo habían cambiado su filosofía de la ciencia, epis-
curvados por el Sol o, en otras palabras, si la suposición básica temología y metodología científicas. Así, en una carta que dirigió
y fundamental de la equivalencia entre la aceleración de un desde Princeton el 10 de abril de 1938 a Solovine, manifestaba:
sistema de referencia y un campo gravitacional es realmente
válida. Si es así, sus inspiradas investigaciones sobre los fun-
damentos de la mecánica recibirán —a pesar de las injustas En tiempos de Mach, un punto de vista materialista dogmático
críticas de Planck— una espléndida confirmación. Ya que es ejercía una dañina influencia sobre todo; de la misma forma,
una consecuencia necesaria [de mi teoría] el que la inercia en la actualidad el punto de vista subjetivo y positivista ejerce
tiene su origen en una especie de interacción mutua entre cuer- una influencia demasiado fuerte. Se dice que la necesidad de
pos, totalmente en el sentido de su crítica al experimento del concebir la naturaleza como una realidad objetiva constitu-
cubo de Newton. ye un prejuicio superado, mientras los teóricos cuánticos se va-
naglorian. Los hombres son más sensibles a las influencias que
los caballos, y cada período está dominado por una moda, con
(El eclipse de Sol al que se refería Einstein iba a observarlo, el resultado de que la mayoría de las personas no son capaces
desde Rusia, Erwin Freundlich. La expedición astronómica se de ver al tirano que las dirige.
organizó y Freundlich marchó a Rusia, pero con tan mala suerte
que el mal tiempo y el comienzo de la Primera Guerra Mundial
conspiraron por dos veces para que fracasara en sus intentos No se trataba, sin embargo, de que también él hubiese su-
de conseguir las fotografías del eclipse. Todo su material fue cumbido a una moda filosófica imperante cuando era un joven
confiscado y él mismo encarcelado, hasta que fue canjeado por e inexperto estudiante y científico primerizo. No. Hume y Mach
algunos rusos detenidos en Alemania. Estaba de nuevo en Berlín realmente ayudaron a Einstein en la elaboración de la teoría
a primeros de septiembre de 1914. Con el experimento del cubo, especial de la relatividad así como en algunos apartados de la
Newton pretendía demostrar que el espacio era absoluto.) general. Lo que sucede es que, tras haber completado la rela-
El entusiasmo de Einstein por Mach duraba todavía en 1916, tividad general (un logro que le fascinó —con razón— mucho
esto es, después de que hubiese llegado a la formulación final más que cualquier otro de los que llevó a cabo a lo largo de su
de la relatividad general. El 19 de febrero de 1916, Mach fallecía, carrera científica), Einstein se dio cuenta de que esta construc-
y en el obituario que Einstein preparó sobre él («Ernst Mach», ción teórica se armonizaba mal con los principios machianos:
Physikalische Zeitschrift, 1916), escribía: «No es improbable que un ente fundamental de la teoría general era el concepto de
Mach hubiera llegado a la teoría de la relatividad si, cuando su campo, que no se puede reducir a las sensaciones machianas.
mente estaba todavía joven y fresca, la cuestión de la constancia Para la teoría de la relatividad especial valían las ideas de Mach,
de la velocidad hubiese atraído a los físicos [...]. Sus pensamien- pero, en cierto sentido, esa teoría no constituía sino un primer
tos relativos al experimento del cubo de Newton demuestran lo paso en la explicación científica del mundo. Y cuando se avan-
cerca que estuvo su espíritu de exigir la relatividad en general zaba por este camino era preciso distanciarse, cada vez más, de
(relatividad de aceleraciones)». los datos empíricos (de las «sensaciones») que nos suministra
Pronto, no obstante, ese entusiasmo desapareció, como de- la naturaleza. Era, es, necesario, en definitiva, inventar —una
muestra el siguiente intercambio epistolar entre Einstein y Besso. palabra maldita para Mach— conceptos, que introducimos en
Einstein a Besso (29 de abril de 1917): nuestras teorías.

[Friedrich Adler] cabalga el pobre caballito de Mach hasta el


agotamiento. PARA SABER MÁS

Lettres a Maurice Solovine.Albert Einstein. Gauthier-Villars, París, 1956.


The collected papers of Albert Einstein. Volume 5, The Swiss years:
(Friedrich Adler era un físico y militante socialista revolu- Correspondence, 1902-1914.Albert Einstein et al. Princeton University
Press, 1993.
cionario que fundó y dirigió el Partido Socialdemócrata aus-
Correspondencia con Michele Besso (1903-1955).Albert Einstein. Editado
tríaco. El 21 de diciembre de 1916 asesinó al primer ministro por Pierre Speziali. Tusquets, Barcelona, 1994.
austríaco, el conde Karl von Stürgkh.) The collected papers of Albert Einstein. Volume 8, The Berlin years:
Besso a Einstein (5 de mayo de 1917): Correspondence, 1914-1918.Albert Einstein, et al. Princeton University
Press, 1998.
EN NUESTRO ARCHIVO
En lo que se refiere al caballito de Mach, no deberíamos insul- Sobre la teoría generalizada de la gravitación.Albert Einstein en IyC,
tarlo, puesto que ¿no hizo él posible la infernal jornada a través noviembre de 2015 (artículo histórico publicado por Einstein en Scientific
de las relatividades? American en abril de 1950 y traducido al español con ocasión del centenario
de la relatividad general).
Y Einstein a Besso (13 de mayo de 1917):

Cartas científicas  75
Hahn y Meitner
en la Alemania nazi
Relaciones personales y políticas
tras el descubrimiento de la fisión del uranio

L
os hallazgos científicos no solo nos permiten entender mejor qué existe en la
naturaleza (la terrestre y la cósmica) y cómo se comportan los objetos y fenóme-
nos que se dan en ella, sino que también afectan a nuestras vidas de innumera-
bles maneras, unas más aparentes que otras. El descubrimiento de la fisión del
uranio a finales de 1938 es uno de esos en los que esas consecuencias se hicie-
ron manifiestas de manera particularmente notoria.

Los hechos puramente científicos se pueden resumir con el Anschluss, en marzo de 1938. Fue, por consiguiente, debido a
facilidad. Dentro de un programa de investigación establecido una circunstancia política por lo que Meitner no compartió con
desde hacía años, a finales de 1938 el químico nuclear Otto Hahn Hahn el mérito del descubrimiento de la fisión del uranio.
(1879-1968) realizó una serie de experimentos con su colaborador
Fritz Strassmann (1902-1980) en el Instituto de Química de la La explicación teórica de la fisión
Asociación Káiser Guillermo en Dahlem, en las cercanías de Ber- Al abandonar Alemania, Meitner se instaló en Suecia. Encontró
lín. El procedimiento que utilizaron se basaba en bombardear acomodo profesional en Estocolmo, en el instituto dirigido por
con neutrones lentos el uranio. Para su sorpresa, observaron que Manne Siegbahn, que había recibido en 1924 el Nobel de física
obtenían bario (número atómico 56), un elemento mucho más por «sus descubrimientos e investigación en el campo de la es-
ligero que el uranio (número atómico 92). Parecía que el núcleo pectroscopía de rayos X». Cuando Meitner recibió en su exilio,
de uranio se había partido en dos; que se había fisionado. Pero a través de una carta de Hahn, la noticia del descubrimiento
jamás se había observado algo parecido. Las transmutaciones de la fisión del uranio, se encontraba pasando las vacaciones
atómicas descubiertas hasta entonces involucraban transforma- de Navidad en Kungälv (cerca de Gotemburgo) junto a su so-
ciones de un elemento en otro cercano a él en la tabla periódica. brino, también físico, también exiliado forzoso, Otto R. Frisch
El 6 de enero de 1939 publicaban el correspondiente artículo ­(1904-1979), entonces en el Instituto de Física dirigido por Niels
en el que manifestaban dudas ante sus «peculiares resultados Bohr en Copenhague. Utilizando una idea que George Gamow
CHURCHILL ARCHIVE CENTRE/CHURCHILL COLLEGE CAMBRIDGE

[…] Como químicos, debemos afirmar que los nuevos produc- había sugerido años atrás y que Niels Bohr había desarrollado, la
tos corresponden a bario […] Sin embargo, como químicos nu- de que el núcleo podía ser como una gota líquida, comprobaron
cleares, que trabajan muy próximos al campo de la física, no que la carga eléctrica del núcleo de uranio era suficiente para
podemos decidirnos a dar un paso tan drástico que va en contra superar casi por completo el efecto de la tensión superficial (que
de todos los experimentos realizados anteriormente en la física se opone a que una gota se divida), de manera que el núcleo se
nuclear. Acaso se hayan dado una serie de coincidencias poco hacía inestable, listo para dividirse a la menor provocación, como
habituales que nos han proporcionado indicaciones falsas». podría ser el impacto de un solo neutrón. Y con la ayuda de la
Strassmann sustituía a Lise Meitner (1878-1968), quien du- fórmula einsteiniana E = mc2 pudieron explicar otros detalles,
rante treinta años había compartido, en pie de igualdad, la in- llegando a la conclusión de que eran capaces de entender el
vestigación con Hahn, pero que como austríaca de origen judío fenómeno descubierto por Hahn y Strassmann, ¡y todo antes de
había tenido que abandonar Alemania tras la anexión de Austria, que se hubiese publicado el artículo de estos!

76  TEMAS 103


OTTO HAHN Y LISE MEITNER
en el laboratorio en el que
entonces, 1909, investigaban, del
Instituto de Química de Berlín,
dirigido por Emil Fischer.

Cartas científicas  77
Poco después, Frisch regresó a Copenhague, donde informó a Aquí, naturalmente, todos y todo se ve afectado por los radica-
Bohr, que estaba a punto de embarcar rumbo a Estados Unidos les cambios políticos. Hoy es la ceremonia de inauguración del
para pasar tres meses en la Universidad de Princeton. Con él Reichstag en Potsdam. La semana pasada ya recibimos instruc-
iban su hijo Erik y su estrecho colaborador Léon Rosenfeld. El 16 ciones de la Asociación Káiser Guillermo para poner la bandera
de enero, el barco llegaba a Nueva York, donde le esperaban John esvástica al lado de la negra-blanca-roja bandera imperial. La
Wheeler y Enrico y Laura Fermi. Nada más desembarcar, Bohr Asociación Káiser Guillermo cubre el coste de las banderas.
dijo unas palabras a Wheeler sobre las noticias que Frisch le
había traído. Niels y Erik se fueron entonces con los Fermi para La esposa del canciller privado Schiemann y Edith [Hahn, la
una breve estancia en Nueva York, antes de trasladarse a Prince- esposa de Otto] estuvieron aquí para escuchar la emisión de
ton, a donde Wheeler llevó a Rosenfeld. En el camino, Wheeler radio de la ceremonia de Potsdam. Todo fue amigable y digno.
convenció a este para que diese una charla en Princeton sobre Hindenburg dijo unas pocas frases y después dejó que hablase
el descubrimiento de Hahn y Strassmann, la interpretación de Hitler, que profirió con mucha moderación, tacto y de manera
Meitner y Frisch, y la conclusión, que Bohr había desarrollado personal. Probablemente, las cosas continuarán así. Si la sensa-
con Rosenfeld durante la travesía, de que el nuevo proceso en- tez puede prevalecer entre los líderes, entre los que hay que contar
cajaba de manera natural con la teoría del núcleo compuesto sobre todo con [Franz von] Papen [el político que ayudó a que el
de las reacciones nucleares. La descripción de Rosenfeld causó presidente Hindenburg nombrase a Hitler canciller], entonces
una gran excitación, y malestar a Bohr cuando supo de ella, ya existe la esperanza de que todo termine bien al final. Los períodos
que quería proteger el trabajo de Meitner y Frisch hasta que de transición casi inevitablemente producen, por supuesto, todo
fuese publicado (lo sería el 11 de febrero). tipo de torpezas. Todo depende ahora de la moderación racional.
Entre los mecanismos que utilizaron los físicos estadouniden-
ses para difundir la noticia no faltaron las cartas. El 28 de enero, Seguramente ha sido difícil para Haber tener que izar la bandera
Robert Oppenheimer, entonces profesor en Berkeley y futuro esvástica. Me alegró enterarme por casualidad de que él perso-
líder del Proyecto Manhattan, escribía a William A. Fowler, uno nalmente encargara a Kühn [el superintendente del edificio] que
de sus discípulos en el Instituto de Tecnología de California, se ocupase de lo referente a izar la nueva bandera.
donde Oppenheimer pasaba la mitad del año: «El asunto del
U [uranio] es increíble. Nos enteramos de él en primer lugar
por los periódicos, telegrafiamos pidiendo más información y El ejemplo de Fritz Haber
hemos recibido muchos informes desde entonces. Ya sabes que Fritz Haber, el gran químico-físico, dirigía el instituto en el que
comenzó con el hallazgo de Hahn de que lo que había tomado investigaban Hahn y Meitner. Y sí, debió de ser doloroso para
por Ra [radio] en una de las actividades del U resultó ser Ba él, ferviente patriota alemán, que la bandera germana tradicio-
[bario] […] Muchos puntos están todavía oscuros […] ¿de cuán- nal tuviera que compartir protagonismo con la esvástica. Haber,
tas maneras se rompe el U? ¿Aleatoriamente, como se podría recordemos, había sido el promotor de que Alemania utilizase
esperar, o solamente de ciertas maneras? Y, lo más importante gases asfixiantes en la Primera Guerra Mundial; asimismo, el
de todo, ¿se emiten muchos neutrones de la ruptura o de las proceso Haber-Bosch para la síntesis del amoníaco aseguró a
piezas resultantes?». Alemania la producción de explosivos, municiones y abonos du-
Ese último punto era esencial, ya que si en la fisión del uranio rante la contienda.
se producía más de un neutrón, entonces era imaginable pensar Haber era de origen judío, pero podía acogerse a una de
que se podía desatar una reacción en cadena (los neutrones libe- las excepciones previstas por la ley del 7 de abril de 1933 por
rados podían colisionar con otros núcleos de uranio, liberando la que se apartaba de sus puestos a todos los funcionarios que
en cada caso energía y neutrones, y así sucesivamente). Pronto no fueran de origen ario. La excepción en cuestión se aplicaba
se abordó la cuestión: en París, Frédéric Joliot-Curie obtuvo el «a aquellos funcionarios que lo fuesen el 1 de agosto de 1914,
valor medio de 3,5, mientras que, en la Universidad de Columbia, o que hubiesen luchado en el frente defendiendo al Imperio
Fermi contabilizaba 2 neutrones. Alemán o a sus aliados durante la [Primera] Guerra [Mundial],
o cuyos padres o hijos hubiesen caído en la Guerra». Pero Ha-
Meitner, Hahn y la Alemania de Hitler ber no quiso utilizar esa posibilidad y el 30 de abril envió una
Pero el caso del descubrimiento de la fisión del uranio no se carta al ministro para la Ciencia, Arte y Educación, en la que
limita a la dimensión científica. También lleva asociadas otras le solicitaba su jubilación, con fecha del 1 de octubre de 1933,
de índole personal y política, relativas a las relaciones que Meit- de su puesto de director del instituto, así como de su cátedra
ner y Hahn mantuvieron entre sí y con la Alemania nazi. Y lo en la Universidad de Berlín. «Mi decisión de pedir la jubila-
primero que hay que señalar es que Meitner no siempre vio el ción», escribía, «ha surgido del contraste entre la tradición
nuevo régimen con los ojos con los que terminó contemplán- investigadora en la que he vivido hasta ahora y los puntos de
dolo. Resulta ilustrativa, en este sentido, la carta que escribió vista diferentes que usted, Sr. Ministro, y su Ministerio defien-
a Hahn (entonces invitado en la Universidad de Cornell) el 21 den como protagonistas del actual gran movimiento nacional.
de marzo de 1933, esto es, poco después de que Hitler se hiciera En mi puesto científico, mi tradición exige que al escoger mis
con el poder: colaboradores tenga en cuenta solamente las credenciales pro-
fesionales y personales de los solicitantes, independientemente
de sus ascendientes raciales».
Querido Otto Hahn, Tras abandonar sus puestos, Haber se trasladó a Inglaterra,
Ayer llegó tu primera carta del 10 de este mes y un par de días invitado por la Universidad de Cambridge. Aparentemente, ni
después la que enviaste desde Nueva York. Gracias cordiales el ambiente ni el clima ayudaron a levantar su estado anímico
por ambas. Me alegra que en conjunto te sientas a gusto en y energías. Falleció el 30 de enero de 1934, cuando se dirigía a
América […] Basilea para pasar unas vacaciones.

78  TEMAS 103


La carta de Meitner a Hahn solución para ti sería que realizases una declaración pública
Hahn permaneció en la Alemania nazi, participando de hecho manifestando que eres consciente de que con tu pasividad has
en el poco exitoso proyecto atómico germano. En 1945 recibió adquirido una responsabilidad compartida por lo que ha su-
el premio Nobel de química correspondiente a 1944 por, según cedido y que sientes la necesidad de ayudar a corregirlo, en la
especificaba la comunicación oficial de la Academia sueca, «el medida en que sea posible con algo que ya ha tenido lugar. Pero
descubrimiento de la fisión de núcleos pesados». Meitner nunca muchos piensan que es demasiado tarde para esto. Estas per-
recibió semejante galardón. El 27 de julio de 1945, esto es, tras sonas dicen que has traicionado primero a tus amigos, después
la derrota alemana, Meitner escribía la siguiente carta a Hahn: a tus compañeros e hijos permitiendo que pusieran en peligro
sus vidas en una guerra criminal, y finalmente que también has
traicionado a Alemania, porque ni siquiera luchaste contra la
Querido Otto, absurda destrucción de Alemania cuando ya no existía ninguna
Tu última carta está fechada el 25 de marzo. Puedes imaginar lo esperanza en la guerra.
ansiosa que estaba de recibir noticias de todos vosotros. He segui-
do constantemente los acontecimientos a través de los informes Esto suena inmisericorde y, no obstante, créeme, es debido a la
de guerra de la prensa inglesa, y creo poder suponer que la zona verdadera amistad por lo que te escribo esto. No puedes real-
en la que estáis tú y tu familia y [Max von] Laue fue ocupada mente esperar que el resto del mundo tenga piedad de Alemania.
sin ninguna lucha. Por consiguiente, deseo con todo mi corazón Las inconcebibles atrocidades en los campos de concentración de
que ninguno de vosotros haya sufrido personalmente. Natural- las que se ha informado estos días sobrepasan todo lo que ha-
mente, será muy difícil para ti ahora, pero esto es inevitable, por bíamos temido. Cuando escucho en la radio inglesa los muy rea­
supuesto. Por otra parte, estoy muy preocupada por los Planck, listas informes de ingleses y americanos sobre [Bergen]-Belsen
ya que en su zona se han producido terribles combates. ¿Sabes y Buchenwald, comienzo a llorar y no puedo dormir en toda la
algo de ellos y de los amigos de Berlín? Un americano te llevará noche. Deberías haber visto a las personas que llegan aquí proce-
esta carta. La recogerá pronto, de manera que estoy escribiendo dentes de estos campos. Alguien debería obligar a hombres como
apresuradamente; y sin embargo, tengo tanto que decir cercano Heisenberg y a muchos otros millones a que vean estos campos y
a mi corazón. Por favor, ten en mente esto y, por favor, lee lo que a las personas martirizadas allí. Su aparición [de Heisenberg]
escribo con la seguridad de mi inquebrantable amistad. en Dinamarca en 1941 no se puede olvidar.

Te he escrito muchas cartas mentalmente durante los últimos Puede que recuerdes que mientras que yo estaba todavía en Ale-
meses, porque estaba claro para mí que incluso personas como tú mania —y hoy me doy cuenta de que no solo fue estúpido sino
y Laue no os habéis dado cuenta de la situación real. Me he dado muy injusto por mi parte no haberme ido inmediatamente— a
cuenta de ello con claridad cuando Laue me escribió con ocasión menudo te decía: las cosas no irán mejor en Alemania mien-
del fallecimiento de [el biólogo Fritz von] Wettstein afirmando tras que solamente seamos nosotros los que pasemos noches sin
que su muerte constituía también una pérdida en un sentido más dormir y no ocurra esto con todos. Pero tú no pasabas ninguna
amplio, ya que debido a su talento diplomático W[ettstein] podía noche sin dormir. No querías ver; era demasiado molesto. Po-
haber sido muy útil al final de la guerra. ¿Cómo un hombre que dría demostrártelo con muchos ejemplos, pequeños y grandes.
nunca objetó a los crímenes de los recientes años puede ser útil Por favor, créeme que todo lo que he escrito aquí es un intento
a Alemania? Esta es, por supuesto, la desgracia de Alemania; el de ayudaros a todos.
hecho que todos vosotros habéis perdido la noción de la justicia
y de lo correcto. Tú mismo me dijiste en marzo de 1938 que [el Con saludos muy afectuosos para todos. Tuya,
químico especializado en la química aplicada a la medicina Lise.
Philipp H.] Hörlein te había dicho que se estaban haciendo co-
sas terribles con los judíos. De manera que él sabía de todos los
crímenes que se habían planeado y después ejecutado, y a pesar La amistad que Meitner sentía por Hahn no impidió que le
de ello era miembro del Partido. Y tú mismo lo considerabas una juzgase. Se puede perdonar, pero no olvidar. Hahn, por cierto,
persona muy decente —también a pesar de ello— y permitías que nunca realizó la declaración que Meitner le pidió.
influyese en ti con relación a tu comportamiento con tu mejor
amigo [seguramente se refería a ella misma].

Todos vosotros también habéis trabajado para la Alemania nazi


y nunca habéis intentado una resistencia pasiva. Ciertamente,
para engañar a vuestras conciencias de vez en cuando habéis
ayudado a alguna persona que lo necesitaba, pero habéis per-
mitido que millones de personas inocentes fuesen exterminadas PARA SABER MÁS
sin efectuar la menor protesta. From my life.Richard Willstätter. W. A. Benjamin, Nueva York 1965.
Robert Oppenheimer. Letters and recollections.Dirigido por Alice K. Smith
Tengo que escribirte esto, por tu propio beneficio y por el de Ale- y Charles Weiner. Harvard University Press, Cambridge, 1980.
mania, que depende totalmente de que comprendáis lo que habéis Physics and national socialism. An anthology of primary sources.Dirigido
por Klaus Hentschel. Birkhäuser, Basilea 1996.
permitido que suceda. Aquí, en la neutral Suecia, mucho antes
del final de la guerra se ha discutido acerca de lo que debería EN NUESTRO ARCHIVO
hacerse con los intelectuales alemanes una vez que finalizase la Lise Meitner y el descubrimiento de la fisión nuclear.Ruth Lewin Sime en IyC,
guerra. ¿Qué es lo que pensarán sobre el particular los ingle- marzo de 1998.
ses y americanos? Yo y también muchos otros piensan que una

Cartas científicas  79
Ronald Fisher:
genética
y matemáticas
El renacimiento de la teoría de la evolución

A
unque en la actualidad la teoría de la evolución de las especies que Charles
Darwin presentó en The origin of species (1859) sea mayoritariamente acepta-
da, formando parte, además, de lo que puede denominarse «cultura general»,
después de su publicación pasó por un largo periodo en el que no era aceptada
por gran parte de los naturalistas, biólogos y paleontólogos. David M. S. Wat-
son, catedrático de zoología y anatomía comparada en el Colegio Universitario
de Londres, ofrece un buen ejemplo en este sentido. En la conferencia que pronunció en ca-
lidad de presidente de la Sección de Zoología de la reunión de la Asociación Británica para el
Avance de la Ciencia que se celebró en 1929, manifestó lo siguiente: «Las únicas dos “teorías
de evolución” que han obtenido alguna atención, la de Lamarck y la de Darwin, se apoyan en
una base muy poco segura; la validez de las suposiciones en que se basan ha sido examinada
pocas veces y no interesan a la mayoría de los zoólogos jóvenes».
Darwin hablaba de competencia entre poblaciones de espe- ro del 10 de julio de 1908 de la revista Science: «Proporciones
cies, pero no utilizó ningún procedimiento preciso para rela- mendelianas en una población mixta». Al mismo resultado de
cionar esa competencia con la generación de nuevas especies. Hardy llegó también, el mismo año y de forma independiente
No fue capaz de aplicar técnicas estadístico-matemáticas a sus (publicó su estudio en Jahreshefte des Vereins für vaterländis
formulaciones naturalistas, algo que sí hizo el monje agustino y che Naturkunde in Württemberg), el médico Wilhelm Weinberg.
botánico Gregor Mendel (1821-1884), el fundador de la genética. De ahí el nombre por el que esa formulación se conoce como
Los experimentos que realizó con guisantes le condujeron a «ley de Hardy-Weinberg».
WALTER STONEMAN, REAL SOCIEDAD DE LONDRES

proponer una teoría de la herencia, que, básicamente, es la que, El problema del que se ocupaba esa ley surgió en los primeros
desarrollada, se impondría. intentos de aplicar modelos matemáticos —aunque muy senci-
El primer paso en la dirección de enriquecer la formulación llos— a la aparición de modificaciones en la descendencia de una
darwiniana con un tratamiento matemático procedió de una pareja, producidos si los padres se desviaban en cierto grado de
persona inesperada, un hombre nada interesado en las posibles la media de la población. Los análisis teóricos demostraban que
aplicaciones de la matemática: Godfrey Harold Hardy. Lo que tales desviaciones terminaban desapareciendo, debilitadas en los
hizo este matemático inglés fue aplicar sus conocimientos a cruces entre individuos. Así que, ¿cómo explicar la aparición de
la entonces incipiente genética mendeliana. Publicó su trabajo nuevas especies? En sus artículos, Hardy y Weinberg demostra-
en una nota, de apenas una página, que apareció en el núme- ron que si se supone, con Mendel, que existen unidades discretas

80  TEMAS 103


RONALD A. FISHERen 1946.

Cartas científicas  81
que transmiten de padres a hijos los caracteres hereditarios, se Me pregunto si cualquier biólogo seguirá el argumento del pri-
mantienen solo nuevos rasgos, que finalmente acaso produzcan mer capítulo. Primero, porque siempre se espera de un primer
especies diferentes, si aparecen fuerzas externas perturbadoras capítulo que sea no solo elemental sino trillado, y segundo,
como la selección o la mutación. Sin ellas, y tal y como lo expre- porque todos hemos crecido en la mayor confianza de que sa-
saba Hardy en su nota, «no existe el menor fundamento para bemos todo lo que Darwin significa. Estoy muy cansado de
la idea de que un carácter dominante puede mostrar tendencia ver expresadas algunas perogrulladas excesivamente vagas,
a extenderse sobre una población completa, o que uno recesivo tales como «todo tigre defectuoso debe ser devorado por tigres»,
tienda a desaparecer». presentada como prueba «de argumento darwiniano común»
Hardy y Weibnerg fueron los primeros en observar que la ma- y ahora creo que en el prefacio debo haber martilleado con la
temática avanzada podía servir bien a los intereses de la genéti- afirmación de que en círculos biológicos las ideas de Darwin
ca y el análisis de poblaciones. No fueron los únicos, ni tampoco habitualmente se malinterpretan groseramente, aunque esto
los más destacados de los que seguirían esta vía. Así, en la déca- molestará a muchas personas.
da de 1920 surgieron las aportaciones de Alfred Lotka (1880-
1949) y de Vito Volterra (1860-1940), que introdujeron sus ahora
clásicos modelos del comportamiento dinámico de especies que Julian Huxley (1887-1975), otro conocido biólogo evolutivo,
compiten (presas-depredadores). Notables son en este sentido sus además de activo escritor, humanista y eugenista, que, como
respectivos libros: Elements of physical biology (1924, posterior- Leonard Darwin, pertenecía a una familia de abolengo en las
mente tomó el título, más adecuado, de Elements of mathematical ciencias naturales (era nieto del gran defensor de la teoría de
biology), de Lotka, y Leçons sur la théorie mathématique de la Darwin, Thomas Henry Huxley), también recibió un ejemplar
lutte pour la vie (1931), de Volterra. de The genetical theory of natural selection, que agradecía a
Fisher en una carta del 4 de mayo de 1930:
The genetical theory of natural selection
Un año antes de la aparición del libro de Volterra, se publicó un
texto más fundamental para comprender los procesos evolutivos. Acabo de recibir su nuevo libro —desde el miércoles, cuando
Nos referimos a The genetical theory of natural selection (1930), volví a casa, le he dedicado todo mi tiempo libre— y debo es-
del estadístico, genetista y eugenista británico Ronald A. Fisher cribirle y felicitarlo por él. Me parece el libro más importante
(1890-1962), que entonces trabajaba en la Estación Experimental sobre evolución que ha aparecido este siglo.
Rothamsted (en 1933 se convirtió en director del Departamento
de Eugenesia del Colegio Universitario de Londres, y en 1943 Tendré que volver de nuevo sobre partes de él —las matemáticas
pasó a ocupar la cátedra Balfour de Genética de la Universidad no son mi punto fuerte, y eso aparte de que encuentro algunos
de Cambridge). The genetical theory of natural selection fue un pasajes muy oscuros ¡si se lo puedo decir!—, especialmente el
libro capital en el renacimiento de la teoría de la evolución de capítulo sobre propiedades métricas.
Darwin. Lo que hizo Fisher fue aplicar los métodos matemáticos
propios de la estadística para introducir la teoría de la selección Desearía haber sabido que estaba preparando este libro —me
natural de Darwin en el único territorio en el que realmente hubiera gustado que hubiéramos hablado sobre el asunto de
tiene lugar la evolución, el de la genética de poblaciones. Al ha- la selección sexual— porque tengo ideas definidas acerca del
cerlo, contribuyó a elaborar una síntesis, informada por análisis valor de pájaros territoriales monógamos […]. No puedo en-
matemáticos rigurosos, de la genética creada por Mendel y la tender cómo puede omitir usted cualquier discusión sobre los
teoría de Darwin. artículos de Haldane. ¿No entran en su esquema? Tampoco
Sin embargo, el uso de un nuevo método para estudiar los menciona las ideas de [Charles Sutherland] Elton [en 1927
procesos evolutivos, un método que iba más allá de la biología y había publicado Animal ecology]; me gustaría saber lo que
las ciencias naturales adentrándose con firmeza en el territorio de piensa de estos […].
la matemática, no tuvo una aceptación fácil. Muchos de los pro-
fesionales de las ciencias biológico-naturales no comprendieron Está también el efecto selectivo de la migración. Por ejemplo,
el enfoque de Fisher. Uno de los hijos del autor de The origin of los Padres Peregrinos [el grupo religioso inglés que migró en
species, Leonard Darwin (1850-1943), a quien, de hecho, estaba América en 1620] no eran un ejemplo aleatorio de británicos,
dedicado el libro («En gratitud por el ánimo dado al autor, duran- ni los primeros colonos australianos.
te los últimos quince años, discutiendo muchos de los problemas
que se tratan en este libro»), se dio cuenta del problema y, tras
recibir The genetical theory of natural selection, que Fisher le Las cartas anteriores apoyan la idea de que eran escasos los
había enviado, escribió a este el 9 de junio de 1930: biólogos de la época que comprendían las matemáticas del libro,
o que estaban acostumbrados al estilo matemático de razonar.
Ello explica que, de las 1500 copias que se imprimieron, única-
No he tenido tiempo o cerebro para enfrentarme a su libro en mente un tercio se vendieran el primer año, no agotándose el
serio. He leído el primer capítulo [...] con el resultado de que mi resto hasta 1947. Hoy, The genetical theory of natural selection es
impresión de que será reconocido lentamente como una contri- reconocido como una obra fundamental en la biología y genética
bución muy importante al tema se ve confirmada. Sin embargo, evolutivas, que facilitó la aparición, bastantes años después, de
no debe desanimarse con la recepción que reciba, sino confiar otros textos fundamentales que seguían líneas parecidas, como
en los resultados últimos. The theory of island biogeography (1967), del ecólogo dotado
matemáticamente Robert MacArthur (1930-1972) y el entomó-
logo Edward O. Wilson (n. 1929), un texto clásico, fundacional
En su respuesta (12 de junio), Fisher apuntaba: de la ecología moderna.

82  TEMAS 103


Julian Huxley se sorprendía de que Fisher ignorase en su ponsales como el escritor, hermano de Julian, Aldoux Huxley,
libro las contribuciones de John Burton S. Haldane (1892-1964), quien escribía a Fisher el 26 de septiembre de 1931:
autor de otra obra influyente: The causes of evolution (1932).
Haldane, Fisher y el estadounidense Sewall G. Wright (1889-
1988) forman el gran trío de los fundadores de la genética de «Después de leer en su libro los efectos en la población hu-
poblaciones. De hecho, Fisher y Haldane fueron compañeros mana de una organización social basada en la recompensa
durante algunos años en el Colegio Universitario de Londres. económica, ¡creo que tenemos derecho a una buena medida de
Aunque fue después de la publicación de The genetical theory oscuridad y alarma!».
of natural selection, estaban en desacuerdo con frecuencia. Esas
opiniones diferentes afloraban en una carta que Haldane remitió
a Fisher el 23 de marzo de 1930, cuando decía: Fisher y T. H. Morgan
Los años entre 1930 y 1932 fueron testigos de la publicación
de un pequeño puñado, tres, de libros fundamentales para el
Discrepo de la afirmación de que los valores de los vínculos son «renacimiento» de la teoría darwiniana de la evolución de las
eminentemente susceptibles de modificación selectiva […]. La especies. Además de The genetical theory of natural selection y
parte social es altamente controversial. Si usted me convence de The causes of evolution de Haldane, el genetista estadouni-
tendré que convertirme en una forma extrema de socialista, dense Thomas Hunt Morgan (1866-1945), recordado sobre todo
ya que la herencia de la propiedad debe tender a promover por encontrar en la mosca Drosophila melanogaster un instru-
poblaciones infértiles, incluso con pensiones en el salario del mento ideal para la experimentación genética, publicó en 1932
12 por ciento por hijo. otra obra importante, aunque destinada más al lector general
que al especializado: The scientific basis of evolution. Después
de recibir un ejemplar del libro, el 11 de octubre de 1932 Fisher
De todas maneras, Haldane recibió bien el libro de Fisher: escribía a Morgan:
en una reseña que publicó en Mathematical Gazette (1930) decía
que The genetical theory of natural selection establecía los fun-
damentos de una nueva rama de la ciencia y «debería servir no Como ve, me he tomado algún tiempo para considerar el gran
solo para llevar la discusión del problema de la evolución a un libro [The scientific basis of evolution] que usted fue tan amable
nivel más alto, sino también para introducir a los matemáticos de enviarme. Pensé, sin embargo, que preferiría esto en lugar de
en un nuevo apartado de su disciplina». que yo me formase una idea precipitada y por consiguiente in-
Ante la buena recepción que su libro tuvo en Huxley y Hal- adecuada. Creo que estará de acuerdo conmigo en que una de
dane, Fisher escribía al primero el 6 de mayo de 1930: las principales razones por las que, a pesar de levantar tanto
polvo, no estamos progresando más rápidamente en esta genera-
ción es porque no nos damos unos a otros tiempo para asimilar
Me siento extremadamente feliz de que opine bien de mi libro, y realmente las ideas de los demás, de forma que todos los puntos
quiero agradecerle especialmente que haya escrito tan rápida difíciles, las cosas sobre las que realmente merece la pena pen-
y amablemente sobre él. La importancia que usted y Haldane sar, tienen que ser pensadas individualmente algunos cientos de
le adjudican —y no existen en este país dos opiniones a las que veces, con grandes variaciones en eficiencia y éxito.
yo otorgue más peso— me dan mucho placer, aunque no poco
embarazo porque si hubiese tenido un propósito tan grande como No querrá usted que diga, lo que es obviamente cierto, que su
escribir un libro importante sobre la evolución, habría tenido libro constituirá durante muchos años un hito en el progreso de
que intentar ofrecer una descripción de muchos trabajos sobre la genética, y en su aplicación a los problemas de la evolución.
los que no estoy realmente cualificado para dar una opinión útil.

Todavía hoy, casi un siglo después de aquellos intercambios,


Y más adelante reconocía: «Una cosa que lamento mucho es la evolución de las especies esconde aspectos que deben clarifi-
no haber mencionado en el prefacio el estudio de Haldane como carse, aunque ahora cuenta con una herramienta extraordinaria,
un ejemplo de trabajo preparatorio en los problemas biológicos, la biología molecular.
que me parecen tan necesarios».

Genética y futuro de la sociedad


El comentario crítico de Haldane antes citado revela otra faceta
de The genetical theory of natural selection (cuyos últimos cinco
capítulos incidían en apartados de naturaleza «social»; sus títu-
los eran Hombre y sociedad, La herencia de la fertilidad humana, PARA SABER MÁS

Reproducción en relación a la clase social, Selección social de la Natural selection, heredity, and eugenics. Including selected correspon-
fertilidad y Condiciones de una civilización permanente): que dence of R. A. Fisher with Leonard Darwin and others.Dirigido por
J. H. Bennet. Clarendon Press, Oxford, 1983.
para Fisher (también para Haldane), la genética de poblaciones
The genetical theory of natural selection.R. A. Fisher. Editado por Henry
podía, y debía, arrojar luz sobre un asunto entonces en boga, la Bennet. Oxford University Press, 2007.
eugenesia, materia a la que estaba dedicada la cátedra de Fisher
EN NUESTRO ARCHIVO
en el Colegio Universitario de Londres.
La correspondencia de Fisher sobre estos asuntos incluía Vito Volterra.Ana Millán Gasca en IyC, junio de 2009.
(además de Haldane, Julian Huxley o Leonard Darwin) corres-

Cartas científicas  83
Linus Pauling:
compromiso con
la ciencia y la paz
Su visión transdisciplinar iluminó la química
y la biología molecular con las ideas de la mecánica cuántica

E
n la historia de la química del siglo xx, Linus Carl Pauling (1901-1994) ocupa
una posición de privilegio, por sus contribuciones concretas pero también, aca-
so más, por mostrar la importancia que el nuevo «instrumento» procedente
de la física, la mecánica cuántica, tenía para la química y, asimismo, por llevar
sus conocimientos e intereses a la biología, que también enriqueció. Por si fue-
ra poco, fue un hombre que se involucró en algunos de los problemas sociopo-
líticos que afectaban al mundo. De la notoriedad y distinción que alcanzó tanto en la ciencia
como en su activismo social da fe el que obtuvo dos premios Nobel: el de química en 1954 por
su investigación sobre la naturaleza del enlace químico y su aplicación a dilucidar la estructu-
ra de sustancias complejas, y el de la Paz en 1962.
Linus Pauling de la cristalografía y difracción de rayos X, sin olvidar algunas
Pauling nació en Portland (Oregón) y estudió ingeniería quí- más biológicas. Para él, la biología molecular era «una parte
mica en el Colegio Universitario de Agronomía del Estado de de la química estructural, un campo que estaba comenzando
Oregón. Completados estos estudios, en 1922 se trasladó al a desarrollarse cuando empecé a trabajar en la determinación
Instituto de Tecnología de California (Caltech), en Pasadena, de estructuras de cristales mediante difracción de rayos X en
con el propósito de doctorarse. El Caltech era entonces un el Instituto de Tecnología de California en 1922». Francis Crick,
centro de excelencia en física, astronomía y químico-física. Allí el codescubrior de la estructura del ADN en 1953, resumió la
ARCHIVO DEL INSTITUTO SMITHSONIANO, VIA WIKIMEDIA COMMONS

estaba Gilbert Newton Lewis (1875-1946), personaje destacado importancia de Pauling para la biología molecular cuando es-
en la químico-física mundial, que en 1916 había propuesto cribió que: «Pauling fue en biología molecular una figura más
una teoría de enlace químico (covalente) basada en electrones importante de lo que a veces se cree. No solo hizo algunos des-
compartidos por átomos diferentes. En una institución joven cubrimientos clave (por ejemplo, que la anemia falciforme era
como era el Caltech, aún no excesivamente dividida en com- una enfermedad molecular), sino que tenía la aproximación
partimentos (departamentos) estancos, existía la posibilidad teórica exacta a estos problemas biológicos. Creía que mucho
de relacionarse con otros campos, como sería el caso de la de lo que quedaba por saber podía explicarse utilizando ideas
biología, que llegó al Caltech en 1928 de la mano del genético químicas bien fundadas, en especial la química de las macromo-
Thomas H. Morgan. léculas, y que nuestros conocimientos sobre los diversos átomos,
El estilo científico de Pauling fue deudor de la educación que especialmente el carbono, y sobre los enlaces que mantienen los
recibió y el ambiente en que se movió en Pasadena. Mezcló con- átomos juntos […] serían suficientes para desvelar los misterios
sideraciones cuánticas sobre el enlace químico con las propias de la vida».

84  TEMAS 103


LINUS PAULING

Cartas científicas  85
El director de tesis de Pauling, Roscoe Gilkey Dickinson, he corregido varios errores sustanciales. Además, he realizado
era un especialista en cristalografía de rayos X. Con él Pauling los cálculos que proporcionan la interpretación de dos átomos
determinó la estructura de algunos cristales complejos, como de helio […].
la molibdenita (MoS2). Y una vez dominada la técnica, se lanzó
en esta dirección: antes de doctorarse en 1925 había publica- He traducido la disertación de Goudsmit y, juntos, la estamos
do, solo o en colaboración, siete artículos sobre estructuras ampliando ahora para formar una monografía, «The atomic
cristalinas. model and the structure of line spectra», que, creo, aparecerá
durante este verano. He trabajado con Goudsmit en Copenhague
Química cuántica en problemas espectrales, y he encontrado que un conocimiento
En 1926 Pauling obtuvo una beca de la Fundación Guggenheim de la teoría de los espectros resulta muy útil para atacar el pro-
que utilizó para ampliar estudios en Europa durante un año. blema que más me interesa: la naturaleza del enlace químico.
Conocedor de las posibilidades de la nueva física cuántica (en
el Caltech pudo escuchar las enseñanzas de los físicos europeos
Paul Ehrenfest y Arnold Sommerfeld, que visitaron el centro e El libro con Goudsmit al que se refería Pauling en esta
impartieron cursos sobre diferentes aspectos de la física cuánti- carta vio la luz, pero más tarde de lo que preveía: lo publicó
ca), escogió como destino europeo el Instituto de Física dirigido McGraw-Hill en 1930 en la colección dirigida por F. K. Richt-
por Sommerfeld en Múnich, al que llegó en abril. Allí permaneció myer International Series in Physics. Se tituló, The structure
la mayor parte del tiempo pero, al final, en la primavera de 1927, of line spectra.
pasó algunas semanas en el Instituto de Física de Niels Bohr en En 1931 Pauling publicó una descripción detallada de la me-
Copenhague. Allí se relacionó sobre todo con Samuel Goudsmit, cánica cuántica del enlace covalente. Estos estudios y trabajos le
con quien, como veremos, escribiría posteriormente un libro. condujeron a publicar en 1935, en colaboración con Edgar Bright
De allí se trasladó a Zúrich, donde pasó el verano, aunque no Wilson, una introducción a la mecánica cuántica destinada a
fue con Peter Debye ni con Erwin Schrödinger con quien más químicos: Introduction to quantum mechanics, with applica-
se relacionó, sino con dos jóvenes ayudantes, Walter Heitler y tions to chemistry. Mucho más importante que este texto fue
Fritz London, quienes a principios de 1927 habían publicado su célebre tratado de 1939: The nature of the chemical bond and
una teoría del enlace covalente, que aplicaron a la más simple the structure of molecules and crystals. El libro estaba dedicado
de las moléculas, la del hidrógeno. «Inmediatamente», escribió a Gilbert Newton Lewis. Este debió hacer llegar a Pauling su
años más tarde Pauling, «comencé a aplicar la teoría de Heitler satisfacción por la dedicatoria, y el 20 de agosto de 1939 Linus
y London a sistemas más complicados, y en 1928 publiqué un escribía a Lewis:
breve artículo sobre la teoría del par de electrones compartidos
en el enlace químico [...]». Entonces, desde el otoño de 1927, ya
estaba de regreso en el Caltech, donde fue nombrado profesor Querido Profesor Lewis,
ayudante de química teórica.
En una carta que escribió a Gilbert N. Lewis el 7 de marzo Me hace muy feliz saber que está contento con mi libro, y que
de 1928 se refería al artículo al que aludía en la cita anterior, piense que es lo suficientemente bueno como para habérselo
dentro del contexto de las aportaciones de Lewis: dedicado. Sabe usted, por supuesto, que le he tenido en mente
continuamente mientras lo escribía y que he estado deseando
que aceptara mi tratamiento.
Querido Profesor Lewis:
Estoy esperando ver el artículo sobre el color que usted y Calvin
Sin duda habrá visto el reciente artículo de London en el Zeits- van a publicar en el número de octubre de Chemical Reviews. He
chrif für Physik [«Zur Quantentheorie der homoopolaren Va- estado trabajando durante algunos meses en la teoría del color
lenzzahlen», 1928] y habrá observado que los resultados que en tintes y hablé de mis resultados preliminares en Chicago.
deriva de la mecánica cuántica concernientes a compartir elec- Mencioné brevemente en mi capítulo del libro Química orgánica
trones son en lo principal equivalentes a las reglas que usted dirigido por Gilman una idea fundamental sobre el color de los
había obtenido previamente. Es, por supuesto, su prerrogativa tintes, y hace algunos meses pensé en una forma de efectuar
señalar esto; pero en la creencia de que probablemente no lo cálculos aproximados mecanocuánticos —la dificultad se halla,
hará, me he tomado la libertad de referirme a este hecho en por supuesto, en encontrar un tratamiento aproximado que sea
la primera parte de una nota sobre algunos desarrollos de la razonablemente simple y, no obstante, suficientemente bueno
teoría que he enviado a Proceedings of the National Academy como para ser significativo.
(incluyo una copia) [«The shared-electron chemical bond»,
1928]. Si esto no recibe su aprobación, haré los cambios que
desee. En un artículo más extenso para el Journal of the Ame- Un detalle interesante, y revelador de que Pauling estaba
rican Chemical Society señalaré con mayor detalle la sustan- pensando para la audiencia de su libro no solo en los químicos
ciación que da la mecánica cuántica a su teoría. Me satisface sino también en los físicos, es que en la carta que envió el 13
mucho que en el nuevo modelo atómico los rasgos que resultan de junio a un miembro, W. S. Schaefer, de la editorial que lo
del átomo de Lewis se hayan reproducido tanto como los del había publicado (Cornell University Press), con una lista de
átomo de Bohr. personas a las que quería se enviasen ejemplares, aparecían,
entre otros, William Bragg, Robert Millikan, Niels Bohr y Wer-
En las clases que he estado impartiendo este año sobre mecánica ner Heisenberg.
cuántica con aplicaciones químicas, he revisado detenidamente Es difícil, tantos años después, darse cuenta de lo que sig-
el trabajo sobre la molécula de hidrógeno y el ion molecular, y nificó aquel texto para, entre muchos otros, aquellos que pug-

86  TEMAS 103


naban por desentrañar las estructuras de moléculas biológicas. estando en Oxford y obligado a permanecer en cama debido a
En un ensayo que escribió poco después del fallecimiento de una fuerte gripe (hizo pública su idea el año siguiente, en el Cal-
Pauling, Max Perutz manifestó sobre el particular: «En la Na- tech). Entre las virtudes de semejante estructura se encontraba
vidad de 1939, una amiga me regaló un vale de compra para la de que permitía interpretar las fotografías de difracción de
libros que utilicé para adquirir La naturaleza del enlace quími- rayos X de fibras proteínicas de cabellos, uñas y músculos (esto
co de Linus Pauling, que había aparecido poco antes. Ese libro es, sustancias que contienen proteínas, como la queratina) que
transformó el panorama químico romo de los textos anteriores otro de los pioneros de la aplicación de las técnicas de difracción
en un mundo de estructuras tridimensionales […]. El libro de rayos X a sustancias orgánicas, William Thomas Astbury,
de Pauling reforzó mi convicción, inspirada por J. D. Bernal, había obtenido en la Universidad de Leeds, donde era profesor
sobre la importancia de conocer la estructura tridimensional, en física de textiles.
y de que jamás se comprendería la célula viva sin conocer las A partir de entonces, la estructura helicoidal se puso de moda.
estructuras de las grandes moléculas que la componen [...]. El Se ha argumentado que la doble hélice del ADN de James Watson
enfoque creativo de Pauling, su síntesis de la química estruc- y Francis Crick constituye buena muestra de esa influencia, pero
tural, teórica y práctica, su capacidad de integrar una amplia ambos realizaron manifestaciones un tanto contradictorias al
gama de observaciones para sustentar sus generalizaciones, así respecto. Así, Watson, en su célebre libro The double helix (1968)
como su prosa ágil, reunió por primera vez los datos llanos de recordaba: «Las hélices estaban entonces en el centro del interés
la química en una trama intelectual coherente para mí y para del laboratorio [Cavendish], principalmente debido a la hélice α
miles de estudiantes». de Pauling». Y unas pocas páginas antes había escrito una frase
que hay que insertar en las precedentes: «A los pocos días de mi
Pauling y la biología molecular llegada [al Cavendish], sabía lo que hacer: imitar a Linus Pauling
En 1932, Pauling presentó a la Fundación Rockefeller una pro- y batirle en su propio juego». [Véase «Diálogo con James Watson
puesta de investigación en química estructural. Aunque preten- en el cincuentenario del descubrimiento de la doble hélice», por
día dedicarse sobre todo a estudiar sustancias inorgánicas, seña- John Rennie; Investigación y Ciencia, marzo de 2003.]
ló la necesidad de determinar también la estructura de moléculas Los recuerdos de Crick fueron un tanto diferentes: «Se ha
orgánicas. «Este conocimiento,» apuntó, «puede ser de gran dicho que el modelo de Pauling de la hélice α, o su modelo
importancia para la bioquímica, resultando en la determinación incorrecto del ADN, nos sugirió la idea de que el ADN era una
de estructuras de proteínas, hemoglobina y otras sustancias or- hélice. Nada más lejano de la realidad. Las hélices estaban
gánicas complicadas.» La Fundación decidió financiar el proyec- en el ambiente y había que ser muy obtuso o muy obsti-
to durante dos años. Transcurrido ese período, Pauling supo que nado para no pensar en líneas helicoidales. Lo que Pauling
la Rockefeller no tenía intención de seguir apoyando el campo de nos enseñó es que la construcción meticulosa y exacta de un
la química inorgánica estructural, pero que recibiría con agrado modelo podía representar una limitación que, en cualquier
propuestas de proyectos para investigar sustancias importan- caso, la respuesta final debía satisfacer. En algunas ocasiones­,
tes para la biología. Cuando la Fundación impuso sus condi- esto podía conducir a la estructura correcta, empleando solo
ciones, Pauling ya había adquirido el conocimiento suficiente un mínimo de pruebas experimentales directas. Esta fue la
para abordar el estudio de las macromoléculas que aparecen lección que recibimos y que Rosalind Franklin y Maurice Wil­
en la materia viva. Posiblemente el fruto más notable fue el que kins no supieron apreciar cuando intentaron descifrar la es­
llegó a comienzos de la década de 1950, cuando Pauling publicó tructura del ADN».
una serie de ocho artículos sobre la estructura de las proteínas, En lo que se refiere a Pauling, parece claro que consideró que
el primero de los cuales (escrito en colaboración con Robert el descubrimiento de la estructura del ADN le debió mucho, y
Corey y Herman Russell Branson, «The structure of proteins: no solo por la hélice α, sino también por haberse aproximado a
Two hydrogenbonded helical configurations of the polypeptide la idea de «estructuras complementarias» que desempeñan un
chain», Proceedings of the National Academy of Sciences, 1951) papel central en los procesos de replicación hereditaria. Así, en
comenzaba con las siguientes palabras: uno de sus artículos en los que pasó revista a sus aportaciones,
escribió:

Durante los últimos quince años hemos estudiado el problema de


la estructura de las proteínas de diversas maneras. Una de estas Hacia 1948 [y aquí se citaba a sí mismo: L. Pauling, «Molecular
formas es la completa y precisa determinación de la estructura architecture and the processes of life; The 21st Sir Jesse Boot
cristalina de aminoácidos, péptidos y otras sustancias simples Lecture»] fui capaz de escribir sobre el gen: «El mecanismo
relacionadas con las proteínas, para obtener la información detallado por medio del cual un gen o una molécula vírica
sobre las distancias interatómicas, ángulos de enlaces y otros pa- producen réplicas de sí mismas no se conoce todavía. En gene-
rámetros que permitiese predecir con fiabilidad configuraciones ral, el uso de un gen o de un virus como plantilla conduciría a
razonables de la cadena de polipéptidos. Ahora hemos utilizado la formación de una molécula no con idéntica estructura sino
esta información para construir, para la cadena de polipéptidos, con una complementaria. Puede suceder, por supuesto, que una
dos configuraciones helicoidales con enlaces de hidrógeno; pensa- molécula pudiese ser al mismo tiempo idéntica y complemen-
mos que es probable que estas configuraciones constituyan una taria con la plantilla en el que es moldeada. Sin embargo, me
parte importante tanto de la estructura de las proteínas fibrosas parece muy poco probable que este caso sea válido en general,
y globulares como de las de polipéptidos sintéticos. excepto de la siguiente manera. Si la estructura que sirve como
una plantilla (el gen o la molécula vírica) está formada de,
digamos, dos partes, que son ellas mismas complementarias en
La estructura helicoidal que mencionaban es la denominada su estructura, entonces cada una de estas partes puede servir
«hélice α», que, de hecho, se le había ocurrido a Pauling en 1948, como el molde para la producción de una réplica de la otra

Cartas científicas  87
parte, y el complejo de dos partes complementarias puede ser- La segunda carta la dirigió Pauling al Comité Nobel para
vir por tanto como el molde para la producción de duplicados química (con copia a Bragg), el 15 de marzo de 1960:
de él mismo.» Ocho años más tarde, los dos filamentos fueron
identificados como polinucleótidos (moléculas de ADN) no en
Pasadena, sino en Cambridge, por Watson y Crick, con la ayuda Señores:
de Jerry Donohue. Donohue, la única persona a la que Watson
y Crick agradecían en su primer artículo, había pasado varios El Profesor Sir William Bragg me ha enviado una copia de su
años en el departamento de química del Instituto de Tecnología nominación de J. D. Watson, F. H. C. Crick y M. H. F. Wilkins
de California, y sabía mucho más sobre enlaces de hidrógeno y para el premio Nobel de química correspondiente a 1960, por
moléculas conjugadas, como las de las purinas y pirimidinas sus trabajos sobre la estructura del ácido desoxirribonucleico,
del ADN, que Watson o que Crick. y ha sugerido que exprese mi opinión.

La doble hélice con un enlace de hidrógeno para el ADN propues-


Y añadía, en una manifestación que algunos considerarán ta por Watson y Crick ha ejercido una muy gran influencia en el
exagerada: pensamiento de los genéticos y otros biólogos, y creo que su idea
es valiosa. Mi opinión es que existen pocas dudas de que las mo-
léculas de ácido nucleico tienen una estructura complementaria
Este fue el comienzo de la era del ADN en la biología; la biología parecida en su naturaleza general a la propuesta por Watson
se había convertido finalmente en una rama de la química. y Crick, y que la complementariedad está determinada por la
formación de enlaces de hidrógeno. Sin embargo, pienso que
la naturaleza detallada de la estructura del ADN es todavía
La importancia de estos descubrimientos hizo que no se tar- incierta en alguna medida, mientras que las cadenas polipep-
dara demasiado en considerar la posibilidad de que merecería tídicas de las proteínas son ahora ciertas.
algún premio Nobel. William Lawrence Bragg, el gran experto
en la utilización de la difracción de rayos X para determinar La primera estructura detallada propuesta para los ácidos nu-
estructuras cristalinas, se dirigió a Pauling preguntándole su cleicos era una estructura en triple hélice, con enlaces de hidró-
opinión. Se han conservado dos cartas de este que abordaban geno entre los grupos fosfatados, en lugar de entre las bases ni-
la cuestión. La primera está fechada el 15 de diciembre de 1959, trogenadas. Esta estructura fue propuesta por el profesor Robert
y en ella se lee: B. Corey y por mí en Proceedings of the U.S. National Academy
of Sciences 39, 84-87 (1953). Watson y Crick dispusieron de este
manuscrito antes de su publicación y puede que haya estimula-
Querido Bragg: do hasta cierto punto la formulación de su estructura en doble
hélice, al igual que por las fotografías de rayos X de Wilkins.
He estado considerando con mucho gusto el asunto planteado
en su carta del 9 de diciembre. La estructura detallada propuesta por Watson y Crick ha sido
revisada por Wilkins. Además, Corey y yo hemos señalado que
Con respecto a Perutz y Kendrew, debo decir que la nomina- es probable que la citosina y la guanina formen enlaces con tres
ción para un premio Nobel me parece prematura. El trabajo hidrógenos, en lugar de dos como proponen Watson y Crick.
está adquiriendo más y más relevancia, pero los artículos más
significativos aún no se han publicado. Incluso después de su
publicación tendrá que pasar algún tiempo antes de que se pueda Y, tras unas líneas en las que añadía algunos comentarios
conseguir evaluarlos. Espero con interés la publicación de los y precisiones sobre la aportación de Watson y Crick, añadía:
artículos que menciona en el resumen de sus trabajos.

El trabajo de Watson y Crick pertenece a una categoría diferente, Es mi opinión que el conocimiento actual de la estructura de
y estaría dispuesto a escribir una carta de recomendación para las cadenas polipeptídicas en proteínas es tal que justifica la
su nominación a un premio Nobel. Sin embargo, me parece que concesión del premio Nobel en este campo, en el futuro cercano,
su trabajo constituye una contribución al campo de la biología, a Robert B. Corey por sus investigaciones fundamentales sobre
más que a la química, y creo que sería apropiado que se les la estructura molecular detallada de aminoácidos y cadenas
concediese un premio Nobel de fisiología y medicina, en lugar polipeptídicas de proteínas, o posiblemente dividido entre él y
de un premio Nobel de química. Kendrew y Perutz. Por otra parte, creo que puede ser prematuro
otorgar un premio Nobel a Watson y Crick debido a las incerti-
Con respecto a la difracción de rayos X y la química, tengo una dumbres existentes sobre la estructura del ácido nucleico. Yo mis-
propuesta que hacerle, y me gustaría conocer su opinión sobre mo creo que la naturaleza general de la estructura de Watson y
ella. Me gustaría proponer a Dorothy Hodgkin y J. M. Bijvoet Crick es correcta pero que existen dudas acerca de ciertos detalles.
para un premio Nobel de Química, que se divida entre ellos. El
premio sería por la utilización que han hecho de la difracción Con respecto a Wilkins, puedo decir que reconozco su virtuo-
de rayos X en la solución de problemas químicos, la determi- sismo habiendo crecido mejores fibras de ADN que las que se
nación de la estructura de la penicilina y la cobalamina, en el habían crecido antes y sacado mejores fotografías de rayos X
caso de Dorothy Hodgkin, y la determinación correcta de las que las disponibles antes, pero dudo que su trabajo represente
configuraciones de moléculas asimétricas, en el caso de Bijvoet. una contribución suficiente a la química como para permitirle
¿Apoyaría usted esta propuesta? ser incluido entre los receptores de un premio Nobel.

88  TEMAS 103


En un último párrafo, Pauling añadía que lamentaba que Existe un acuerdo general entre los biólogos sobre los efectos bio-
W. M. Latimer y W. H. Rodebush hubiesen muerto y que sus lógicos de la radiactividad. Nadie puede negar que los productos
contribuciones de gran importancia al estudio del enlace de de fisión ocasionados por estas pruebas en la atmósfera dan
hidrógeno en las moléculas de organismos vivos así como en lugar a mutaciones genéticas que conducirán al nacimiento de
sustancias sencillas les harían, en su opinión, merecedores de niños con graves defectos. El número de niños con estos defectos
un premio Nobel de química. originados por los productos de fisión y por la radiación de alta
La carta de Pauling al Comité Nobel de química muestra energía no puede en general ser estimado con precisión. Las es-
varias cosas. Sobre todo, que ya no parecía estar tan seguro timaciones más fiables realizadas por los genéticos americanos,
como en la carta anterior de que Watson y Crick merecieran el que también están de acuerdo con las estimaciones del Comité de
premio Nobel, y sí Robert Corey (que trabajaba en su labora- las Naciones Unidas para este asunto, hablan de unos 1000 niños
torio y había colaborado con él) —de alguna forma, aunque no con defectos graves por megatón de fisión.
se atreviera a decirlo, debía de pensar que él, Pauling, también
merecía el Nobel—, quien acaso debiera recibirlo compartido (la Además, el carbono 14 producido por los neutrones emitidos
mitad para él) con Kendrew y Perutz. Otro detalle significativo en la explosión, incluso en las explosiones de las denomina-
es que ignoraba que las fotografías de rayos X, que tan impor- das «bombas limpias», causará, según las estimaciones mejor
tantes habían sido para descubrir la estructura del ADN, no las valoradas, un número considerablemente mayor de niños con
había tomado Wilkins —a quien no consideraba merecedor del defectos graves que los productos de fisión, siempre que la raza
premio Nobel— sino Rosalind Franklin (que había fallecido en humana continúe existiendo en la Tierra durante la vida de los
abril de 1958). núcleos de carbono 14.
En 1962, la Fundación Nobel concedió a Watson, Crick
y Wilkins el premio Nobel de medicina, mientras que Max Por otra parte, muchos científicos, aunque no todos, piensan que
Perutz y John Kendrew compartieron el Nobel de química es altamente probable que los productos de la fisión radiactiva
por, respectivamente, sus «investigaciones sobre la estructu- y el carbono 14 dañen a los humanos que ahora viven, al igual
ra de proteínas globulares (en particular la hemoglobina)» que a los de generaciones futuras, en formas tales que ocasionen
y por «la determinación de la estructura de la mioglobina» leucemia, cáncer de huesos y otras enfermedades.
[véase «La estructura de la hemoglobina y el transporte res-
piratorio», por M. F. Perutz; Investigación y Ciencia, febrero No dudo que podríamos destruir a la Unión Soviética con las
de 1979]. Ni Robert Corey ni Johannes M. Bijvoet recibieron bombas que tenemos ahora, incluso después de un ataque inicial,
el Nobel. Sí Dorothy Crowfoot Hodgkin, que obtuvo el de y creo que nuestro peligro no aumentaría en absoluto si nos
química en 1964 «por sus determinaciones mediante técni- refrenásemos de probar bombas en el futuro imaginable. Entre
cas de rayos X de la estructura de importantes sustancias tanto, nuestros esfuerzos por lograr una paz y desarme se ha-
bioquímicas». rían más eficaces por nuestra posición moral y por la mejora de
nuestra postura con las naciones neutrales si nos contuviéramos
Pacifista de llevar a cabo más pruebas con armas nucleares.
Ningún escrito dedicado a Linus Pauling podría estar media-
namente completo si no se hiciera referencia en él a la gran Le urjo a que no se ordenen más pruebas de armamento nuclear,
actividad social que desarrolló en pro del pacifismo, tareas que y que en su lugar se haga un esfuerzo mayor para lograr un
le granjearon un segundo premio Nobel, el de la paz. Existen acuerdo de pruebas nucleares, con controles e inspecciones inter-
numerosos documentos relativos a sus actividades en este do- nacionales, y otros acuerdos encaminados al fin de un desarme
minio, de los que, como muestra, ofreceremos únicamente una completo con control e inspección.
carta que envió al presidente John F. Kennedy el 26 de enero
de 1962:
Linus Pauling fue un científico extraordinario, y merece por
ello ser recordado, pero aún más lo merece por su compromiso
Querido Sr. Presidente: con la paz mundial.

Le urjo a que no ordene la reanudación de las pruebas atmosfé-


ricas de armamento nuclear por parte de Estados Unidos.

Hasta el momento Estados Unidos ha realizado alrededor del


PARA SABER MÁS
doble de pruebas de explosiones de armas nucleares que la
Unión Soviética. El megatonaje de las bombas probadas por Early days of molecular biology in the California Institute of Technology.
Linus Pauling en Annual Review of Biophysics and Biophysical Chemistry, vol. 15,
la Unión Soviética es aproximadamente un 60 por ciento su- págs. 1-10, junio de 1986.
perior al de las bombas probadas por Estados Unidos, pero Force of nature. The life of Linus Pauling.Thomas Hager. Simon & Schuster,
es el número de pruebas, más que el megatonaje total, lo que 1995.
determina la cantidad de información que se obtiene. No hay Linus Pauling, scientist and peacemaker.Dirigido por Clifford Mead y Thomas
Hage. Oregon State University Press, 2001.
duda de que Estados Unidos todavía va muy por delante de la
Archivo sobre Pauling en la Universidad Estatal de Oregon: scarc.library.
Unión Soviética en tecnología de armamento nuclear. oregonstate.edu/coll/pauling
EN NUESTRO ARCHIVO
No es necesario para la protección de Estados Unidos y del pueblo
americano que nuestro Gobierno reanude las pruebas nucleares Linus C. Pauling: por delante de su tiempo.John Horgan en IyC, abril de 1993.
en la atmósfera.

Cartas científicas  89
Gödel, Hilbert
y el teorema
de incompletitud
Cuando se arruinaron las esperanzas de hacer de la matemática
una disciplina segura y reducible a pilares básicos

H
ay resultados científicos que conmueven los cimientos de una disciplina
eincluso, puede, de la visión del mundo mayoritariamente aceptada antes
que ellos. La teoría de la evolución que Charles Darwin dio a conocer en
El Origen de las especies (1859), el artículo que Albert Einstein publicó en
1905 —luego conocido como el de la teoría de la relatividad especial— o el
de ­James Watson y Francis Crick de 1953 en el que explicaban la estructura
de la molécula de la herencia, el ADN, constituyen buenos ejemplos en este sentido.
Otro botón de muestra corresponde a un artículo que publicó cos (París, agosto de 1900). De los 23 problemas que en ella pre-
en 1931 el lógico natural de Brünn, entonces parte del Imperio sentó, el segundo tenía el siguiente enunciado: «La compatibili-
austrohúngaro (hoy en la República Checa), Kurt Gödel (1906- dad de los axiomas de la aritmética: Demostrar que los axiomas
1978). El trabajo conmocionó tanto a la matemática como a la no son contradictorios; es decir, demostrar que basándose en los
filosofía, y arruinó las esperanzas de hacer de la matemática axiomas no se podrá llegar jamás a resultados contradictorios
una disciplina segura, reducible a pilares tan básicos como los mediante un número finito de deducciones lógicas».
que proporciona la aritmética. Pero para entender el origen de En 1928, Hilbert volvió al tema que había planteado en 1900.
la aportación de Gödel es preciso antes referirse a otra de las Lo hizo durante otro Congresos Internacional de Matemáticos,
grandes luminarias de la matemática de finales del siglo xix y el octavo, celebrado en Bolonia —fue entonces cuando los ma-
primeras décadas del xx: David Hilbert (1862-1943). temáticos alemanes decidieron volver a participar en aquellos
encuentros, a los que no habían asistido desde después de la
David Hilbert y los fundamentos de la matemática Primera Guerra Mundial—. Allí pronunció una conferencia,
Lo que hizo Gödel fue dar una respuesta negativa a cuestiones «Problemas de la lógica matemática», en la que trató del «pro-
DOMINIO PÚBLICO

que Hilbert planteó a comienzos del siglo xx, comenzando con la blema de la decisión» (Entscheidungsproblem): «Demostrar si
célebre conferencia «Problemas futuros de la matemática», que existe un algoritmo para decidir si una proposición matemática
pronunció en el Segundo Congreso Internacional de Matemáti- es una consecuencia lógica de otras».

90  TEMAS 103


KURT GÖDEL

Cartas científicas  91
El enfoque de Hilbert se englobaba en lo que se denomina puede probar desde dentro del sistema, de manera análoga, en
«programa formalista», que exigía la formalización de la ma- cierto sentido, a la paradoja lógico-lingüística que tanto afectó a
temática clásica. Para lograr esto, Hilbert tenía que, en primer Russell: «Supongamos que un hombre dice: “Soy un mentiroso”.
lugar, reemplazar los conceptos matemáticos por signos gráficos, Si es mentiroso, su afirmación es verdadera. Si no es mentiroso,
las ideas por hileras de signos, los razonamientos por meras entonces, al decir que es mentiroso, es mentiroso, luego dice la
manipulaciones combinatorias de esas hileras y las demostra- verdad (no es mentiroso). Por consiguiente, cualquier hipótesis
ciones por deducciones formales conforme a reglas lógicas «me- implica su contradictoria».
cánicas». A continuación, había que demostrar la consistencia Estrictamente, el artículo de Gödel contiene dos resultados:
de esos sistemas formales. Esto era, en realidad, lo que había el primer y el segundo teorema de incompletitud. El primero
hecho para la geometría en su libro Grundlagen der Geometrie afirma que «cualquier teoría matemática recursiva que sea con-
(«Fundamentos de la geometría», 1899). sistente es incompleta», entendiendo que un sistema formal,
A, es completo «si y solo si para cualquier sentencia, ψ, de su
sistema formal sucede que ψ es deducible en A o que no-ψ es
Las consecuencias deducible en A», y que es incompleto «si y solo si existe alguna
sentencia, ψ, tal que ni ψ ni no-ψ son deducibles en A». El se-
prácticas del teorema gundo teorema afirma que es imposible demostrar la consisten-
cia de un sistema formal (que satisfaga condiciones mínimas)

de Gödel no fueron lo utilizando todos los recursos y razonamientos incorporados en


el sistema o, lo que es lo mismo, que es imposible demostrar la

devastadoras que se
consistencia de un sistema formal dentro del propio sistema.
En una larga, y en general de carácter técnico, carta que Gödel
envió a otro de los gigantes de la lógica matemática de aquella
puede imaginar, dado su época, Ernst Zermelo (1871-1953), el 12 de octubre de 1931, en
respuesta a otra anterior de este del 21 de septiembre (ambos
desmoralizador fondo se habían conocido aquel mismo septiembre durante la reunión
anual de la Sociedad Matemática Alemana; fue la única vez que
coincidieron), aparecen unos pasajes en los que aquel resumía
El espíritu que animaba a Hilbert —al igual que a la práctica cómo veía su contribución:
totalidad de los matemáticos de su tiempo y de los precedentes—
se resume bien en un pasaje de su conferencia de 1900 en París,
cuya esencia repitió en otras ocasiones: «La convicción de la po- Me gustaría todavía señalar que yo veo el punto esencial de mi
sibilidad de resolver todo problema matemático representa para resultado no en que alguien pueda de alguna manera abandonar
nosotros un estímulo precioso durante el trabajo. Escuchamos cualquier sistema formal (esto se sigue ya del procedimiento
siempre resonar en nosotros el siguiente llamamiento: Aquí está diagonal), sino que para todo sistema formal de metamatemá-
el problema, busquemos la solución. Tú puedes encontrarla me- tica existen proposiciones que se pueden expresar dentro del
diante el razonamiento puro. Jamás, en efecto, el matemático se sistema pero que no se pueden decidir a partir de los axiomas
verá reducido a decir: “Ignorabimus”». En matemáticas, sostenía de ese sistema, y que esas proposiciones son incluso de un tipo
Hilbert, no existe ignorabimus; siempre será posible contestar relativamente simple, a saber, pertenecientes a la teoría de los
a preguntas con sentido. Reaccionaba así a la expresión latina números enteros positivos. Que uno no puede capturar toda la
Ignoramus et ignorabimus («desconocemos y desconoceremos») matemática en un sistema formal ya se sigue del procedimiento
que había utilizado el fisiólogo alemán Emil du Bois-Reymond diagonal de Cantor, pero sin embargo continúa siendo concebi-
en su libro Über die Grenzen des Naturerkennens («Sobre los ble que uno pueda al menos formalizar completamente ciertos
límites de nuestra comprensión de la naturaleza», 1872). subsistemas (en el sentido sintáctico). Mi prueba demuestra
que también es imposible si el subsistema contiene al menos los
Kurt Gödel conceptos de adición y multiplicación de números enteros. (Por
Nuestra mente es objetiva y la matemática, es cierto, constituye formalización debe entenderse: capacidad de retrotraerse a un
uno de los más firmes reductos de la racionalidad, pero lo que número finito de axiomas y reglas de inferencia.) Sin duda, las
no esperaba Hilbert es que se pudiese llegar a conclusiones como relativamente indecidibles proposiciones son siempre decidi-
la que obtuvo Gödel solo tres años después de su conferencia bles en sistemas superiores, a los que también aludí expresa-
en Bolonia: que en matemáticas sí existen ignorabimus, esto mente en mi artículo (p. 191, nota a pie de página 48a), pero
es, proposiciones que son indecidibles, cuya verdad o falsedad incluso en esos sistemas superiores permanecen proposiciones
no es posible demostrar; más específicamente, que los sistemas indecidibles del mismo tipo, y así ad infinitum.
formales aritméticos, de carácter muy general, establecidos por
Alfred North Whitehead y Bertrand Russell en su seminal —pero
a la postre fallido— Principia Mathematica (1910, 1912, 1913; su John von Neumann y Gödel
demostración también servía para la aritmética formal de Pea- El artículo de Gödel se publicó en 1931 en la revista Monatshef-
no, la teoría axiomática de conjuntos y una amplia variedad de te für Mathematik und Physik bajo el título «Sobre sentencias
sistemas formales) son, aun siendo consistentes, incompletos, o, formalmente indecidibles de Principia Mathematica y sistemas
en otras palabras, que en ellos existen proposiciones indecidibles afines», pero antes Gödel ya había avanzado su contenido. Lo
(que un sistema sea consistente equivale a decir que no es posible hizo durante la Segunda Conferencia sobre Epistemología de las
demostrar a la vez una proposición y su contraria). Un sistema Ciencias Exactas que se celebró en Königsberg (ahora Kalinin-
como la aritmética contiene proposiciones cuya verdad no se grado, en Rusia) en septiembre de 1930. Entre los asistentes a

92  TEMAS 103


ALBERT EINSTEINcelebra su septuagésimo cumpleaños en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, en 1949.
De izquierda a derecha: Howard P. Robertson, Eugene P. Wigner, Hermann Weyl, Kurt Gödel, Isidor Isaac Rabi, Einstein,
Rudolf Ladenburg, J. Robert Oppenheimer y Gerard M. Clemence.

aquella reunión se hallaba un polivalente matemático húngaro, Estaría muy interesado en conocer su opinión sobre esto […]
John von Neumann (1903-1957), cuyo nombre figura, destacado, ¿Cuándo aparecerá su artículo, y cuándo estarán disponibles
en los libros de historia de la matemática, física (mecánica cuán- las pruebas de imprenta? Esto tiene también un interés técnico
tica), computación, neurociencia y economía. para mí, ya que querría seguirle lo más cerca que fuese posible,
El primer día de la reunión, Rudolf Carnap, miembro del tanto en sustancia como en notación, y por otra parte me gus-
célebre Círculo de Viena y uno de los filósofos más destacados taría publicar [un artículo sobre estas cuestiones] tan pronto
del positivismo lógico (en 1935 emigró a Estados Unidos), y como fuese posible.
Arend Heyting, matemático partidario de la lógica intuicionis-
ta encabezada por Luitzen Brouwer, abordaron las, respectiva-
mente, posiciones logicistas e intuicionistas, mientras que Von Sabemos que Gödel le respondió, pero su carta no se conser-
Neumann habló sobre el programa formalista de Hilbert, que va. Sin embargo, todo indica que en ella comentaba que había
exigía la formalización de la matemática clásica. demostrado el segundo teorema de incompletitud. Sí se conserva
El último día llegó el turno de Gödel. Fue entonces cuando lo que Von Neumann respondió, el 29 de noviembre, a esa carta
presentó parte de los resultados que le harían famoso (estric- perdida:
WIKIMEDIA COMMONS CC BY 3.0, HTTPS://CREATIVECOMMONS.ORG/LICENSES/BY/3.0/LEGALCODE

tamente, lo que presentó fue una versión del primer teore-


ma de incompletitud). Es muy probable que de todos los que
escucharon su presentación fuera solo Von Neumann quien Muchas gracias por su separata [se debe referir al artículo que
entendiera su profundo significado. El 20 de noviembre, este Gödel publicó en 1930 en el volumen 67 de Anzeiger der Akade-
escribía a Gödel: mie der Wissenschaften in Wien, «Einige metamathematische
Resultate über Entscheidungsdefinitheit und Widerspruchsfrei-
heit»]. Como usted ha establecido el teorema de la indemostra-
Querido Sr. Gödel: bilidad de la consistencia como una continuación natural y
Recientemente he estado ocupándome de nuevo de la lógica, uti- profundización de sus anteriores resultados, está claro que yo
lizando métodos que usted ha empleado con tanto éxito para no publicaré sobre este asunto. […]
mostrar propiedades indecidibles. Al hacer esto, he obtenido un
resultado que me parece notable. A saber, he sido capaz de demos- Por consiguiente, creo que su resultado ha resuelto negativa-
trar que no se puede probar la consistencia de las matemáticas. mente la cuestión fundamental: no existe justificación lógica
para la matemática clásica. Qué sentido debemos atribuir a
nuestra esperanza, según la cual es de facto consistente, es
A continuación le explicaba lo que había hecho, para pasar algo que no sé, pero en mi opinión esto no cambia el hecho
después a decirle que: completado.

Cartas científicas  93
Estoy deseando con gran interés recibir sus pruebas de imprenta. confusa. N. b. Me entristece especialmente que mientras que el
nombre de Gödel está constantemente en los labios de Carnap,
es obvio que él no comprende en absoluto el significado real de
Por lo que decía en esta carta, parece que Von Neumann los resultados de Gödel.
también había logrado demostrar el segundo teorema de in-
completitud, lo que da idea de su talla como matemático puro.
Lo que está claro es que los resultados obtenidos por Gödel le Gödel a Constance Reid sobre el programa de Hilbert
impresionaron. A Carnap le escribía unos meses después, el 7 Aunque los resultados de Gödel de 1931 demostraban que,
de junio de 1931: frente a lo que sostuvo Hilbert, en la matemática existen ig-
norabimus, esto no quiere decir que el fondo del empeño de
este, su programa sobre los fundamentos de las matemáticas,
He sabido de Gödel (al que usted tal vez también conoce) sobre sus quedara destruido. Esta era, al menos, la opinión del propio
resultados en Königsberg y después mediante correspondencia. Gödel, como explicó en una carta que envió el 22 de marzo de
Estos teoremas (que desde entonces ya se han publicado) demues- 1966 a Constance Reid (1918-2010), conocida especialmente por
tran que ciertas afirmaciones lógicas y matemáticas, tales como, sus biografías de Hilbert, Richard Courant, Jerzy Neyman, Eric
por ejemplo, la consistencia del análisis, no se pueden demostrar Temple Bell y su hermana, la matemática Julia B. Robinson.
en ciertos sistemas formales lógicos […] Por consiguiente, hoy Reid había escrito a Gödel el 1 de septiembre de 1965 mientras
mi opinión es que: preparaba su biografía de Hilbert, preguntándole si había co-
nocido personalmente a este y tenido alguna conversación con
(1) Gödel ha demostrado que el programa de Hilbert es irrea- él relativa a su trabajo. En su contestación, Gödel explicaba que
lizable. «nunca había coincidido con Hilbert, ni mantenido correspon-
dencia con él», y añadía:
(2) No existen más razones para rechazar el intuicionismo (si
uno no toma en cuenta el tema estático, que en la práctica para
mí también será el factor decisivo). Me gustaría llamar su atención a un punto frecuentemente des-
deñado, a saber, el hecho de que el esquema de Hilbert para los
fundamentos de las matemáticas continúa siendo muy intere-
En 1931 parece que Von Neumann respetaba a Carnap lo sante e importante a pesar de mis resultados negativos.
suficiente como para mantener alguna correspondencia con él
sobre el importante asunto de los resultados de Gödel. Si era así, Lo que se ha demostrado es únicamente que el objetivo específi-
en 1939 la situación había cambiado, como demuestra una carta camente epistemológico que Hilbert tenía en mente no se puede
que escribió el 18 de julio de aquel año al físico húngaro (fue obtener. Este objetivo era demostrar la consistencia de los axio-
catedrático de física teórica en la Universidad Pazmany Peter de mas de la matemática clásica en base a una prueba tan concreta
Budapest), amigo de la familia de Von Neumann, Rudolf Ortvay: e inmediatamente convincente como la aritmética elemental.

Sin embargo, contemplando la situación desde un punto de vis-


Yo también pienso que los resultados de Gödel significan que no ta puramente matemático, pruebas de consistencia en base a
existe un sistema axiomático «completo», ni siquiera en mate- presuposiciones metamatemáticas más fuertes adecuadamente
máticas, y creo que actualmente no hay ninguna otra interpre- escogidas (como han sido dadas por Gentzen y otros) son igual-
tación consistente de esta compleja cuestión. Desde el punto de mente interesantes, y conducen a perspectivas muy importantes
vista de la discusión y evaluación de lo verdaderamente mate- sobre la demostración de la estructura teórica de la matemática.
mático, esto es, de las cuestiones lógico-matemáticas que hay que Más aún, permanece abierta la cuestión de si, y en qué medida,
discutir y evaluar, considero que las cosas de Carnap son naifs y es posible, en base al enfoque formalista, demostrar «construc-
débiles. Sencillamente, Carnap no posee el conocimiento mínima- tivamente» la consistencia de la matemática clásica; esto es,
mente necesario para considerar estos asuntos, menos aún para reemplazar sus axiomas sobre entidades abstractas de un ámbito
decir algo nuevo. Así, por ejemplo, expresa con un aire de terrible platónico objetivo por ideas relativas a las operaciones dadas
autoimportancia puntos de vista totalmente naifs y simplistas de nuestra mente.
sobre la cuestión de la «completitud» de la axiomática de la
matemática («categoricidad»). Si las cosas fuesen tan sencillas En lo que se refiere a mis resultados negativos, aparte de las
como él imagina, entonces no se necesitaría la «investigación consecuencias filosóficas mencionadas antes, yo vería su im-
en los fundamentos de la matemática» (Grundlagenforschung), portancia sobre todo en el hecho de que en muchos casos hacen
¡al menos desde el punto de vista de la matemática! ¿Piensa imposible juzgar, o imaginar, si se puede llevar adelante alguna
que Carnap tiene algo nuevo o científicamente interesante que parte específica del programa de Hilbert en base a presuposicio-
decir sobre la estructura de los lenguajes o, más generalmente, nes metamatemáticas dadas.
que lo que hace acaso pueda ser considerado como estar prepa-
rando el terreno para trabajos posteriores más serios? Yo soy Pienso que, en alguna ocasión adecuada, publicaré esto, o algu-
totalmente incapaz de juzgar si Carnap merece algún crédito na descripción similar sobre la relación entre mi trabajo y el
para que su influyente «escuela» de filósofos pueda abordar programa de Hilbert.
con seriedad cuestiones filosóficas en las ciencias naturales y
exactas. Obviamente, muchos aquí piensan que la respuesta
es «sí». De cualquier manera, es una pena que tengamos que Como nunca llegó a cumplir con semejante intención, su
informarnos sobre un asunto muy sólido por una fuente tan carta a Reid constituye un documento particularmente valioso.

94  TEMAS 103


Repercusión del teorema de Gödel
Con independencia de que el teorema de Gödel figure entre los
más importantes resultados de toda la historia de la ciencia,
ESPECIAL
con implicaciones que van más allá de la matemática (afecta
profundamente a la filosofía y teoría del conocimiento), sus con- MONOGRÁFICOS DIGITALES
secuencias prácticas para la investigación matemática no fueron
Descubre los monográficos digitales que reúnen nuestros
lo devastadoras que se puede imaginar, dado su desmoralizador
fondo. Von Neumann recalcó este hecho en un artículo titulado mejores artículos (en pdf) sobre temas de actualidad
«El matemático»:

Al desaparecer [debido a los resultados de Gödel] la principal


esperanza de una justificación de la matemática clásica —en
el sentido de Hilbert o de Brouwer y Weyl—, entonces la mayor
parte de los matemáticos decidieron utilizar de todas maneras
ese sistema [el «clásico»]. Después de todo, la matemática clásica
estaba produciendo resultados que eran tanto elegantes como
útiles, e incluso aunque uno no pudiese estar completamente
seguro de su certidumbre, se apoyaba en una base tan razona-
ble al menos como, por ejemplo, la existencia del electrón. En
consecuencia, si se está dispuesto a aceptar las ciencias, se debe
admitir también el sistema clásico de matemáticas. Este punto
de vista fue aprobado incluso para algunos de los protagonis-
tas más originales del sistema intuicionista. En la actualidad,
la controversia sobre los «fundamentos» no está ciertamente
cerrada, pero parece muy improbable que el sistema clásico se
abandone salvo por una pequeña minoría.

Otro ilustre matemático, Paul Halmos (1916-2006), insistió


en este importante punto en su autobiografía: «Con respecto
a los espectaculares teoremas (Gödel y Cohen), los admiramos,
pero no han cambiado nuestro trabajo, nuestra filosofía, nuestra
vida. Si alguien lograse demostrar que la hipótesis de Riemann
es indecidible, nos chocaría, tanto como nos chocó cuando se
demostró que el postulado de las paralelas era indecidible, pero
nos recuperaríamos. Probablemente proseguiríamos y descubri-
ríamos y estudiaríamos las teorías de los números no riemannia-
nos y viviríamos felices para siempre después».

PARA SABER MÁS

Problèmes futures des mathématiques.David Hilbert en Compte rendu


du Deuxième Congrès International des Mathématiciens, tenu a Paris du
6 au 12 août 1900. Gauthier-Villars, París, 1902.
The mathematician.John von Neumann en The works of the mind. Dirigido
por R. B. Heywood. University of Chicago Pres, Chicago, 1947.
I want to be a mathematician.Paul Halmos. Springer-Verlag, Nueva York,
1985.
Kurt Gödel collected works, vol. V (Correspondence H-Z).Dirigido por
S. Feferman, J. W. Dawson, jr., W. Goldfarb, Ch. Parsons y W. Sieg. Clarendon
Press, Oxford, 2003.
Kurt Gödel: Obras completas.Dirigido por Jesús Mosterín. Alianza Editorial,
Madrid, 2006.
EN NUESTRO ARCHIVO

Gödel y los límites de la lógica.John W. Dawson Jr. en IyC, agosto de 1999.


Ordenadores, paradojas y fundamentos de las matemáticas.Gregory
J. Chaitin en IyC, julio de 2003.
Gödel y la verdad axiomática.Agustín Rayo en IyC, febrero de 2014.
El problema sin solución.Toby S. Cubitt, David Pérez-García y Michael Wolf
en IyC, diciembre de 2018. www.investigacionyciencia.es/revistas/especial

Cartas científicas  95
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