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Universidad de Guayaquil

Facultad de Ciencias Administrativas

Escuela de Contaduría Pública Autorizada

Trabajo de Investigación

Tema:

Ventaja comparativa

Docentes cátedra:
 Ing. Eduardo Bautista Quijije

Autores:
 Arias Olivares Andreina Katiuska

 Méndez Diana

 Tigua Macías Alba Joselyne

 Zúñiga Aroca Mayra Lucineidy

Curso: 7-5
IIC 2019-2020
Guayaquil – Ecuador
Contenido
Ventaja Comparativa.......................................................................................................................3
Concepto........................................................................................................................................3
Teoría de la ventaja comparativa...................................................................................................3
¿Qué es la ventaja comparativa?...................................................................................................3
Ventaja comparativa aplicada a la vida cotidiana..........................................................................6
Principio de la ventaja comparativa...............................................................................................6
La ventaja Comparativa de Ricardo y sus implicaciones en la actualidad ¿Es China una evidencia de la
teoría ricardiana?...........................................................................................................................8
Ventaja Comparativa
Concepto

El concepto de ventaja comparativa es uno de los fundamentos básicos del comercio

internacional. Asume como decisivos los costes relativos de producción y no los absolutos. En

otras palabras, los países producen bienes que les supone un coste relativo más bajo respecto al

resto del mundo.

El modelo de la ventaja comparativa fue desarrollado por el economista David Ricardo como

respuesta y mejora de la teoría de la ventaja absoluta de Adam Smith. Según el punto de vista

aportado por Ricardo en el siglo XIX, los países se especializan en la producción y exportación

de aquellos bienes que pueden fabricar con costes relativamente más bajos.

Al comparar dos países, incluso si uno de ellos posee ventaja absoluta en la producción de dos

bienes en relación con el otro, puede ser posible para ambos países la obtención de un beneficio

al comerciar entre ellos. La clave reside en el hecho de que cada país solo debería producir aquel

bien que posea el menor coste de oportunidad. Cuando un país se especializa en los bienes en los

que posee ventaja comparativa, la producción total aumenta.

¿Qué es la ventaja comparativa?

La ventaja comparativa es una extensión de la teoría de la división del trabajo de Adam

Smith. Esta teoría fue ideada por David Ricardo en 1817 que trató de explicar las grandes

ganancias que puede llegar a generar el libre comercio. Según esta teoría aunque un país, dados

sus recursos, capital, trabajadores y demás, no adquiera una ventaja absoluta en la producción del

algún bien en concreto, le es conveniente especializarse en alguna producción y conseguir así

que su desventaja sea menor. Igualmente, aquellos países con una ventaja absoluta en la
producción de varios bienes deben especializarse en aquellos bienes cuya ventaja sea mayor. Así

se conseguirá la ventaja comparativa.

Es decir, se basa en la clásica teoría de la división del trabajo. En un mercado global, resulta

mucho más eficiente para un país especializarse en una producción determinada, aquella en la

que sea más productiva y comercializarla con el resto de países. Es decir, que aunque sea

productivo en varias actividades, le resulta más rentable especializarse en una determinada y

adquiera la producción en otras actividades a través de otros países especializados en esas

mismas.

Teoría de la ventaja comparativa

Cada país en cuestión se especializará en aquello en lo que sea más eficiente. A la misma vez,

importará el resto de productos en los que son más ineficaces en términos de producción.

Aunque un país no tenga ventaja absoluta al producir algún bien, podrá especializarse en

aquellas mercancías en las que encuentre una ventaja comparativa mayor y poder participar

finalmente en el mercado internacional. En este sentido, puede potenciar su comercio exterior.

Se trata entonces de la idea básica de que los países eligen especializarse para poder

comerciar en actividades donde tiene cierta ventaja. Es decir, en lugar de producir lo que hacen

mejor de forma absoluta, producen lo que hacen mejor de forma relativa. Por lo tanto, la

diferencia con la teoría de la ventaja absoluta radica en que no se produce lo que al país le cuesta

menos, sino aquel con menores costes comparativos.

Según la teoría de la ventaja comparativa, dicha ventaja procederá del coste de oportunidad al

que se enfrente en la producción de cada bien. En otras palabras y aplicando un ejemplo sencillo,

para producir plátanos debe sacrificar menos dejando de lado la producción de manzanas.
Formalmente, el país produce un bien y lo exporta porque tiene un coste relativo menor al de

otro país ya que prescinde de la producción de menor cantidad de bien.

Siguiendo este patrón de conducta el comercio tiene lugar. En consecuencia, hay países

importadores y exportadores que funcionan bajo la idea de eficiencia. Un esquema muy simple

pero que se convirtió rápidamente en uno de los pilares fundamentales en el estudio del comercio

internacional.

Ventaja Comparativa, es la capacidad de una empresa o individuo para producir bienes y/o

servicios a un costo de oportunidad más bajo que otras empresas o individuos. Una ventaja

comparativa da a la empresa la posibilidad de vender bienes y servicios a precios más bajos que

sus competidores y hacer os márgenes sobre ventas más fuertes.

Por ejemplo, los productores locales soportan menos gastos de transporte que los extranjeros

y, además, su cercanía al cliente le pueden permitir adaptarse con mayor facilidad a sus

necesidades (ventajas comparativas).

Tener una ventaja comparativa - o desventaja - puede dar forma a todo el enfoque de una

empresa. Por ejemplo, si una compañía de cruceros encontró que tenía una ventaja comparativa

con respecto a una empresa similar, debido a su proximidad cercana a un puerto, podría alentar a

sus competidores en centrarse en otros aspectos del negocio más productivos.


Es importante tener en cuenta que una ventaja comparativa no es la misma que una ventaja

absoluta. Esto último implica que uno es el mejor en algo, mientras que el primero se refiere más

a los costos de la empresa en particular.

Ventaja comparativa aplicada a la vida cotidiana

Pero esta teoría no solo ocurre en el comercio internacional, sino que también puede ser

aplicada a la vida cotidiana. Y para ello vamos a poner un ejemplo haciendo que resulte muy

fácil de comprender con un médico y una niñera. Un médico puede ser muy bueno ejerciendo

como tal y atendiendo a la salud de las personas e, igualmente, una niñera puede ser muy

eficiente haciéndose cargo del cuidado de los niños. Esta teoría determina que si suponemos que

el médico no solo es bueno ejerciendo como tal sino también cuidado de sus hijos mejor que la

niñera, sin embargo contrata a la niñera porque considera que su ventaja comparativa es la de

ejercer como médico. Cada hora que trabaja como médico le renta más que encargarse del

cuidado de los hijos ya que de esta forma adquiere dinero para poder cubrir gastos.

Principio de la ventaja comparativa

El principio de la ventaja comparativa explica por qué́ los países se benefician del comercio

internacional. Este término fue planteado por primera vez por Adam Smith al hacer referencia a la

especialización en la producción. Más tarde fue David Ricardo quien desarrolló el concepto tal y como se

entiende hoy en día, en su libro “On the Principles of Political Economy and Taxation” (Sobre los

principios de la economía política y los impuestos), publicado en 1817, donde desarrolla su propia teoría

del comercio.

Al comparar dos países, incluso si uno de ellos posee ventaja absoluta en la producción de

dos bienes en relación con el otro, puede ser posible para ambos países la obtención de un beneficio al

comerciar entre ellos. La clave reside en el hecho de que cada país solo debería producir aquel bien que
posea el menor coste de oportunidad. Cuando un país se especializa en los bienes en los que posee ventaja

comparativa, la producción total aumenta.

Siguiendo el ejemplo de Ricardo, Portugal puede producir tela y vino con menos factores productivos

que Inglaterra. Sin embargo, el coste de oportunidad de Portugal al producir vino es menor que al

producir tela, mientras que en el caso de Inglaterra el coste de oportunidad de producir tela es menor. Si

Portugal se especializa en la producción de vino e importa tela, e Inglaterra se especializa en la

producción de tela e importa vino, ambos países puede obtener un beneficio de su ventaja comparativa.

Veamos esto con un ejemplo numérico. Si Inglaterra requiere 10 unidades de trabajo para la

producción de una unidad de tela y 12 para la producción de una unidad de vino; mientras que Portugal

necesita 7 unidades de trabajo para producir una unidad de tela y 8 para una unidad de vino, Portugal

tiene una ventaja absoluta tanto en la producción de tela como de vino, como se muestra en la tabla.

Sin embargo, debemos considerar el coste de oportunidad de producir cada bien. Los costes

comparativos son 10/12=0,83 para Inglaterra y 7/8=0,875 para Portugal; estos se denominan relaciones de

intercambio.

Se puede ver fácilmente que Portugal produce a menor coste que Inglaterra: para la tela,

(10-7)/10=30% más barato y para el vino, (12-8)/12=33,3%. Como puede producir ambos bienes a un

coste menor, sabemos que Portugal posee ventaja absoluta en la producción de ambos bienes. Sin

embargo, también se puede ver que Portugal tiene una ventaja comparativa en la producción de vino ya

que es comparablemente más barato que la tela (33,3% para el vino y 30% para la ropa).
Podemos obtener el mismo resultado con el razonamiento contrario. Inglaterra produce a mayores

costes: para la tela (10-7)/7=42,8% más caro, y para el vino (12-8)/8=50% más caro. Por lo tanto,

Inglaterra posee ventaja comparativa en la producción de tela ya que es comparablemente más barato que

el vino (42,8% para la tela en lugar del 50% para el vino).

En este caso, el comercio beneficiará a ambos países siempre que los términos de intercambio se

mantengan entre 0,83 y 0,875 unidades de tela por vino. Como conclusión, el comercio puede beneficiar a

cualquier país, ya que permite a cada uno especializarse en la producción de bienes y servicios en los que

posee ventaja comparativa.

La ventaja Comparativa de Ricardo y sus implicaciones en la actualidad ¿Es China una


evidencia de la teoría ricardiana?

"Aquellos que luchan por la libre empresa y por la competición libre no defienden los intereses de

aquellos que son ricos hoy. Ellos quieren que se deje libertad a hombres desconocidos que serán los

emprendedores del mañana."  (Ludwig Von Mises).

Es esta, “la competición libre” lo que ha permitido que la historia cambie y el orden mundial

evolucione. A partir del siglo XXI la historia de la economía mundial se ha basado en el desempeño de

dos países potencias: Estados Unidos y La República Popular de China, la cual según proyecciones de

Goldman Sachs y Co,  pasará en 2050 a superar a Estados Unidos como la economía más grande del

mundo.

El comercio exterior es la base de  la  economía China, la misma que presenta superávits

extraordinarios año tras año. Según (Montero, 2016), la segunda mayor economía del mundo reportó

un superávit de poco más de 600 mil millones de dólares en 2015, esto debido a una merma de las

importaciones del país.

La ventaja comparativa según Ricardo se enfoca en que un país debe producir aquellos productos en

los que su desventaja es menor, y existen costos menores respecto a los demás países., La ventaja
comparativa de China  está dada por los bajos costos laborales para la producción, en especial de

manufactura. Actualmente todas las naciones en especial Estados Unidos basan sus relaciones

internacionales con el país con intereses en este sector productivo.

A primera vista parece ser obvio que el comercio ofrece beneficios a ambas naciones. China se ha

vuelto competitivo no solo en el ofrecimiento de mano de obra barata sino que también los ingresos

generados del comercio le permiten apostar  por el implemento de tecnologías, no solo limitándose a la

copia de distintos productos sino siendo partícipe de un crecimiento en la innovación y posicionamiento

de nuevas tecnologías. Es obvio que esta economía además de aprovechar su ventaja lo que hace es

construir  una ventaja absoluta que le permita una especialización futura como productor de distintos

productos del mercado apuntándose de mejor manera en el mercado internacional y posesionándose como

potencia.

Si limitamos la visión a un análisis microeconómico podemos darnos cuenta del papel que juega la

demanda en una relación comercial, ambos países se complementan en un proceso económico, Estados

Unidos constituye la gran demanda en especial de manufactura de China, mientras China se convierte en

el ofertante y abastecedor de lo que se demanda. El potencial de esta relación es jugada por los

individuos, una sociedad comunista y otra capitalista que se relacionan  de manera que hacen funcionar

este sistema. El consumismo en Estados Unidos es el corazón de esta relación comercial, mientras la

disminución del consumo en China quizá sea de algún modo estratégica. China está sesgada ante la

producción para una economía exterior, más no para la satisfacción de consumo del propio país.

Las relaciones comerciales de ambos países son una muestra clara de la necesidad del comercio

exterior. Habrá que evaluar cuáles son las estrategias de ambos países para beneficiar a sus economías a

partir de esta relación comercial. China debe apuntalar mejor sus inversiones en el crecimiento del nivel

de vida de sus habitantes, los beneficios deben ser apuntalados a que la calidad de vida de los trabajadores

sea mejor en cuanto crezca la economía es decir apuntar a un desarrollo sostenido. Es  ese el que debería

ser considerado el verdadero beneficio del  comercio, aquel que mejore  la calidad de vida de los
habitantes de una nación. China no demuestra una preocupación por el beneficio de sus habitantes, la

misma que es obvia en la baja calidad de la vida de los mismos al fijarse en sus remuneraciones, esto

puede significar una estrategia para China para no depender de otras regiones, pero de algún modo

debilita el desarrollo antes mencionado.

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