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Sería un insulto
Alabar al tan nombrado amor
¿El que te llena de cicatrices?
¿O el que hace que tu corazón,
Sea cocido con el hilo de la soledad?
Se ha marchado,
Dejando el lado de la cama
Sin sueño,
Pero soy incapaz de ponerlo
En venta a cualquiera;
Porque aun espero que vuelva
Y se la lleve con ella.
Devastada no es la palabra,
El problema es que no la he encontrado
Aquello que describa
Mi corazón deshilachado;
Porque he perdido diez amores
En menos de una año
Y me he mudado de ciudad
Como forastero desdichado.
Un recital de palabras
Dejaste escrito en el espejo,
Por eso estoy muerta en vida
Porque no quiero ver tu reflejo.
La locura es bella,
Es el arte retratable de la imaginación;
Expresada en incoherencias,
Imposibles de describir,
Como el verdadero arte.
La demencia debería
Dejar de ser tratada como una enfermedad,
Y más bien como un pintor;
Si, un simple y gran pintor;
Porque se olvida de la realidad,
Para cuásar daño,
Una sensación que aporta dolor,
El sentimiento con más hilos sueltos,
Para formar un bello lienzo.
Así que declarare con orgullo,
Que soy loca de atar,
Loa pájaros,
Cantan antes de entrar a la realidad,
De un planeta que espera más,
Y damos cada vez menos;
Para recordarnos,
Que la sonrisa,
Aún obligada por la conciencia,
Es suficiente para ayudar,
Al hogar de un cercano futuro.
Simplemente el mundo,
Nos da todo lo necesario,
Para llegar a la dicha;
Para darnos cuenta,
Que entre la guerra,
Si se puede tener esperanza;
Para un mundo
Sin crueldad.
IBA EN CONTRA DEL UNIVERSO
Iba a decirlo,
Pero me quede estupefacta;
Iba a decírtelo,
Pero no sabía si entenderías.
Tomaría el riesgo,
Aun sabiendo las consecuencias
Y arriesgando mi pobre pensamiento,
A vagar por tu conciencia.
Iba a contártelo,
Pero era inútil el grito,
Cuando necesitaba que tus ojos,
Se fijaran unos cuantos segundos en mí.
Sería un suicida
Con valor inútil,
La cual saltaría al océano
Para llegar al silencio,
Y a la muerte,
Con zozobra.
Iba a decírtelo,
Pero solo quedaba un ogro,
Que no me dejaba
Cruzar el puente hacia ti.
Iba a aceptar,
Que sin ninguna probabilidad,
El estúpido corazón,
Había tomado por deporte,
Tener una fijación,
En tus absurdos chistes,
Y tu manía de tomarlo todo,
Por un juego de ajedrez.
Iba a proclamar
Que me encantabas,
Que te seguía y era tu vigía;
Lo que sucedió,
Es que lamentablemente,
Aún seguía dormida.
TORTURA VIGENTE
Han pasado diez amargos años,
En los que la pienso,
Día y noche
Y solo la puedo llorar
Una vez al año.
Me enseño,
Como se anudaba una corbata
Y a planchar una camisa;
Me enseño a pedir la bendición a mi madre,
Ya teniendo yo,
Hilos plateados en mi cabeza.
Me enseñó a amar,
Después de una vida llena de muerte,
Con más de mil días de calvario,
Desde su partida.
La humedad de cristales
Color azul cielo.
Es perpetua como los mares,
Y vertiginosa como el viento.
Porque yo juraba
Que eras tú,
Esperaba que fueses
El que parara mi mundo,
Pero a la vez aceleraras mi corazón
El que hiciera mi vida simple
Ante los problemas,
Pero promiscua
Con los sentimientos
Pero aunque luche,
No fuiste eso lamentablemente.