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La historia de Perú 

no difiere mucho de la de
otras naciones hispanoamericanas. Fue
conquistado por los españoles en 1524
después de que una devastadora epidemia de
viruela barriese la población del imperio incaico
y arruinase su estabilidad política. La cultura
peruana tiene unas raíces muy firmes en su
pasado colonial, como la lengua mayoritaria.
Durante ese periodo de la historia peruana, la
explotación de recursos naturales dio lugar a
una expansión económica que llevó a Lima a
convertirse en una distinguida capital colonial.
El Virreinato del Perú fue el último reducto de
poder español en América del Sur.

La República del Perú fue declarada


oficialmente en 1821. A continuación se
sucedieron una serie de conflictos y disputas
territoriales en lo que fue uno de las etapas
más sangrientas de la historia de Perú. El
siglo XX fue época de inestabilidad en
la historia peruana: los gobiernos militares
abundaron durante todo el siglo, tolerados a
menudo desde el exterior debido a que Perú
fue el primer país de Hispanoamérica que
declaró su alianza con Estados Unidos durante
la Segunda Guerra Mundial.  El periodo de
postguerra fue protagonizado por varios
alzamientos militares y no fue hasta 1985 que
hubo una sucesión de poder democrática por
primera vez en cuarenta años de historia
peruana.

n 1532, empezó la conquista del


Tahuantinsuyo, por obra de los conquistadores
españoles conducidos por Francisco Pizarro,
que contaron con el apoyo valioso de muchas
naciones sometidas por los incas, como
los huancas, los chachapoyas y los cañaris.
Esta guerra de conquista finalizó en 1572, con
la captura y ejecución del último de los Incas de
Vilcabamba, Túpac Amaru I.

Luego de las guerras civiles entre


conquistadores, se dio el definitivo
establecimiento del Virreinato del Perú, cuyo
organizador fue el virrey Francisco de Toledo.
La llegada de los europeos y la era virreinal
significó la introducción de la Iglesia católica y
un intenso mestizaje entre españoles,
indígenas y negros trasladados en calidad de
esclavos desde África. Durante el siglo XVII, la
explotación minera dominó la
economía mercantilista del virreinato,
especialmente alrededor de Potosí.

La implementación de las agresivas Reformas


Borbónicas en el siglo XVIII fomentaron
sucesivas rebeliones que desembocaron en la
violenta rebelión de Túpac Amaru II (1780-
1781). La invasión francesa en España fomentó
las ideas libertarias en el Perú, que declaró
su Independencia en 1821, pero se consolidó
tres años después en la batalla de
Ayacucho en 1824 con la ayuda de los
movimientos libertadores del sur y del norte.

El inicio de la República del Perú está marcado


por la instalación del primer Congreso
Constituyente del Perú en 1822. Las primeras
décadas de la República se caracterizaron por
el predominio del militarismo en la escena
política. Entre 1836 y 1839 el Perú estuvo
unido con Bolivia a través de la Confederación
Perú-Boliviana, entidad política que sucumbió
ante la reacción de peruanos nacionalistas
apoyados por Chile.

Entre los años 1840 y 1860 se produjo el boom


guanero, que supo capitalizar el
presidente Ramón Castilla, iniciando la
modernización del Estado y las grandes obras
públicas. Luego de una victoriosa guerra con
España (1865-1866), sobrevino una severa
crisis económica, que derivó en el desarme de
la nación, que fue aprovechada por Chile para
desatar la guerra del Pacífico (1879-1883), en
su ambición por apoderarse de las riquezas
guaneras y salitreras del sur peruano. Esta
guerra ha sido la mayor catástrofe bélica que
ha sufrido el Perú a lo largo de su historia
republicana.

Finalizada la guerra con Chile, empezó


la Reconstrucción Nacional, resurgiendo el
militarismo en la vida política, hasta 1895,
cuando, tras el triunfo de
la revolución de Nicolás de Piérola, se inició
una etapa de predominancia civil, llamada
la República Aristocrática (1895-1919). Esta
etapa se caracterizó por el predominio del
capitalismo inglés y el impulso a las
exportaciones agroindustriales (azúcar,
algodón) y a la extracción del caucho.
Otro caudillo civil, Augusto Leguía, inició la
etapa conocida como el Oncenio (1919-1930).
El gobierno de Leguía, tachado de dictatorial y
corrupto, y de estar sometido a los intereses de
los Estados Unidos, tuvo sin embargo la virtud
de empezar la modernidad del país y de
resolver los litigios territoriales con Colombia y
Chile. El litigio con Ecuador se solucionó tras
la guerra del 41 y la firma del Protocolo de Río
de Janeiro en 1942.

Luego del Oncenio, sobrevino una etapa de


crisis política, social y económica,
caracterizada por gobiernos militares y civiles
que se intercalaron a lo largo de cincuenta
años. Surgieron nuevos partidos como
el Apra y el Partido Comunista Peruano, que
centraron sus reclamos en el cambio de las
estructuras socioeconómicas.

El Gobierno Revolucionario de la Fuerza


Armada de 1968 a 1980, fue un intento de
cambiar los viejos moldes de la sociedad
peruana y en muchos sentidos lo logró; no
obstante, fracasó en el aspecto económico. Los
gobiernos populistas de la década de 1980
(Fernando Belaúnde Terry y Alan García) no
hicieron sino agravar la crisis económica y no
supieron contener el embate del terrorismo de
extrema izquierda.

El gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000)


afrontó la crítica situación orientando la
economía del país al neoliberalismo y
derrotando al terrorismo, aunque cayendo en el
autoritarismo y la corrupción. A partir de 2001
se inició un nuevo periodo de continuidad
democrática.

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