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Juan: Se encuentra en escena. Mirando a cada rato hacia el cielo, en algún momento silva y
sigue mirando al cielo y a lo lejos, otro momento puede cantar un pedacito de una canción y
sigue mirando al cielo y a lo lejos.
Juan: Pero, ¿qué pasa? Debe ser que hoy no me lo va a mandar. Oh. Habrá caído más lejos,
tengo que ir a mirar. ¡No, mejor espero acá, por ahí viene y me lo deja y yo no estoy!
Hermana mayor: ¿y qué pediste el sábado pasado? ¿Quedaron en traértelo hasta acá?
Juan: Pedí un autito nuevo, pero con control remoto. El otro que tengo ya me cansé de usarlo.
También pedí otro conjunto de ropa deportiva, porque ese que tengo se le fue un poco el color.
Y también pedí por los vecinos para que consigan la ropa que necesitan porque, me parece,
tienen frío. Ahhhhhh también pedí una rica torta de chocolate!!!!!!.
Hermana mayor: ¿Pero a quién le pediste todo eso? ¿Y te parece que te van a traer todo a casa?
…
Juan: Le pedí todo a Dios. El sábado aprendimos en el Culto Infantil a orar, y las seños nos
enseñaron la oración que Jesús les dejó a sus discípulos, se llama Padrenuestro.
Juan: Las seños dijeron que todo lo que pedimos en oración, Dios nos lo va a dar.
Hermana mayor: Pero Juan ¿a vos te parece que Dios te va a hacer una torta de chocolate y te la
tira del cielo?
Juan: Sí ¿por qué no? Dios todo lo puede, dijo la seño.
Hermana mayor: Sí, Dios todo lo puede hacer, pero no te lo va a tirar del cielo. A parte me
parece que no me estas contando todo lo que te enseñaron en el Culto Infantil.
Juan: SI, las seños dijeron que tenemos que orar y todo se va a resolver.
Hermana mayor: Sí, Dios es bueno con todos nosotros, pero me parece que el miércoles pasado
te mandaste una macana grande con los vidrios, y el viernes en la escuela me parece que a tus
amigos no les gusto mucho que….
Juan: Bueno ya está, no hace falta que enumeren todas las macanas que hago. Las seños dijeron
algo sobre perdonar y pedir perdón, y que teníamos que portarnos bien, y que el Reino de Dios
es bueno y justo, pero también dice que teníamos que pedir por el pan de cada día, por eso pedí
la torta de chocolate. Pero… bueno todo eso fue muy largo y entonces yo resumí un poco, y me
aprendí la oración del Padrenuestro y listo la digo todas las noches. Ahora espero que me lo
mande.
Hermana mayor: que mezcolanza tenés en el marote, hermano mío. Primero las cosas no
llueven del cielo porque vos las pidas en oración. Dios nos da lo que necesitamos para vivir y
siempre, de alguna manera, responde a nuestras oraciones pero nosotros tenemos que estar
atentos a las respuestas de Dios, porque no siempre viene de la manera que las pedimos, Dios
tiene muchas formas de contestar las oraciones. Además tenemos que ser buenos hijos de Dios,
saber pedir perdón cuando lastimamos a alguien y también perdonar a los otros cuando nos
hacen mal ¿te acordás de la vecina y sus lindas flores?
Hermana mayor: Lo que hiciste bien en la oración fue pedir por los vecinos….
Juan: Sí, la seño dijo que el pan es todo. Comida, ropa, un lugar donde vivir…. Y cuando
pedimos no debemos pensar sólo en nosotros sino también en los demás.
Juan: ¿Y cómo va a mandarme la ropa para los vecinos si no caen del cielo?
Juan: Que bueno sería vivir en el Reino que Dios quiere para nosotros. Si todo lo hiciéramos
con amor tal vez algo de ese Reino podríamos ver.
Juan: Yo abuela, ¡¡¡¡yo sé!!! Hay unos chicos en el barrio que necesitan la ropa.
Abuela: Juan, mi amiga Josefa dice que si querés cortarle el césped hoy a la tarde. Te dejó unos
pesos sobre la mesa para que te compres algo.
Juan: Doña Josefa en muy generosa, voy a cortarle el césped, con lo que me dejó puedo
comprarme yo un equipo de gimnasia.
Hermana mayor: Que buena idea Juan y podes darle el otro a Felipe que no tiene.
Juan: No hermana ya lo pensé mejor voy a comprar un equipo de gimnasia nuevo y se lo voy a
dar a Felipe, el mío está bien, me gusta así.
Abuela: Mis nietos queridos hay algo más para ustedes, acabo de terminar una rica torta de
chocolate, vamos a compartirla.
Juan: Chicos no se olviden de hablar con Dios, El sabe lo que cada uno necesita, pero le gusta
que oremos pidiendo por nuestras necesidades y las de los demás.
FIN