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2 MARCO TEÓRICO

1.3.2 Definición de vehículo eléctrico

Según García (2015), un vehículo eléctrico es aquel que es propulsado por uno o más motores
eléctricos de corriente alterna. Los vehículos eléctricos obtienen su capacidad de movimiento
por la energía eléctrica liberada por unas baterías, o bien por una célula de combustible de
hidrógeno o tomada directamente de una red eléctrica a la que están conectados
permanentemente

2.4 Motores eléctricos

Los motores más usados son motores síncronos de imanes permanentes, aunque, a veces,
también se usan motores asíncronos. Los motores que trabajan con corriente alterna son más
potentes que los de continua, más ligeros, y necesitan apenas mantenimiento, pero tienen el
“inconveniente de que su velocidad está determinada por la frecuencia de la corriente alterna
de alimentación” (Moreno, 2016). Los motores de corriente alterna (síncronos o asíncronos)
funcionan a velocidad constante. El control de los motores de corriente alterna es más
complejo y requiere de un inversor electrónico que genera, a partir de la corriente continua de
la batería, una corriente alterna de frecuencia variable. Para aumentar la velocidad, hay que
aumentar la frecuencia y, además, proporcionar el par necesario para acelerar el vehículo, lo
que requiere métodos de control más complejos. García (2015) menciona que, mientras un
vehículo eléctrico va frenando o bajando una cuesta, existe la posibilidad de invertir el
funcionamiento del motor, que pasa a trabajar como generador, y cargar la batería con la
energía cinética, en el caso de frenada, o con la energía potencial, en caso de bajada de una
cuesta.

2.5 Baterías

Las baterías han evolucionado modo que lo que se busca es almacenar suficiente energía, para
dar una potencia y autonomía suficiente para el vehículo eléctrico (Orbea, Toapaxi y Guano,
2017). Este tipo de baterías “tiene un generador eléctrico secundario que necesita un
suministro eléctrico para el proceso de carga y cumplen ciclos repetitivos” (Puentestar y
Rodríguez, 2011); es decir, se cargan y descargan hasta que terminan su ciclo de vida.

Las baterías más usadas en la actualidad en vehículos eléctricos son las de níquel metal hidruro
(NiMH) y la de ion litio.

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