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UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

FACULTAD DE CIENCIAS HISTÓRICO SOCIALES Y


EDUCACIÓN
ESCUELA PROFESIONAL DE ARQUEOLOGÍA

Preguntas Semana 10: Las sociedades del Intermedio Tardío:


Chachapoyas y, Cajamarca. Antecedentes, primeras nociones y estado
actual de investigaciones. Producción material e inmaterial.

Docente:

Mg. Carlos Eduardo Wester La Torre.

Integrantes:

o Ventura Navarro, Aarom


o Rufasto Vásquez Yuli
o Guerrero Córdova Christian
o Collantes Ramírez José Jesús

Curso:

Arqueología Peruana IV
Ciclo de estudios:
VIII

Semestre universitario:
2022 – II
Ventura Navarro ¿De qué manera se entiende la cerámica Cajamarca en el Estilo
Cajamarca Cursivo Floral?

La tradición Cajamarca se desarrolló en la sierra norte del Perú, llegando hasta el norte a las
tierras altas en el Lambayeque, estableciendo así medio camino entre la sierra y la costa.
Aunque es de reconocer que el núcleo de la tradición Cajamarca fue la cuenca interandina de
Cajamarca, donde se ubica la actual ciudad de Cajamarca.

Su característico estilo cerámico, ha sido expresado en platos, cucharas y jarras de fina calidad,
fue prestigioso y asociado al poder de las élites en todas estas regiones. Son Kazuo Terada y
Ryozo Matsumoto que dan las definiciones a los estilos Cajamarca poniéndola en un marco
Estilístico-Temporal (1985), ayudando así a la conexión entre la cronología del desarrollo
cultural como es Cajamarca Inicial, Temprano, Medio, Tardío y Final. Y su propia definición de
estilos que mantienen correlación con la cronología propuesta: Cursivo Clásico, Cursivo
Rectilíneo, Cursivo Floral para el Cajamarca Medio y Semicursivo para el Cajamarca Tardío.
(Bernuy y Bernal, 2008, pag. 72)

El rasgo distintivo de la producción alfarera Cajamarca es la cerámica blanca hecha con arcilla
de caolín. El color blanco de esta arcilla es producto de la alteración hidrotermal de la roca
volcánica, es decir, que el hierro y otros minerales de la roca volcánica que dan color a la
cerámica son disueltos con el agua de las constantes lluvias (Watanabe 2009). Es precisamente
debido a la gran cantidad de agua que se requiere para que ocurra este proceso que solo ciertas
zonas del Perú, específicamente ciertas zonas de los departamentos de Cajamarca y Ancash
tienen fuentes de arcilla de caolín.

Como hemos explicado la definición de Cajamarca Cursivo Floral, se le dio a un estilo


característico dentro una etapa de proceso cultural (CM). Adentrándonos más en su explicación
manufacturera, en la mayoría de los casos, la forma recurrente sobre la que se aplicaron estos
diseños fueron los platos, sin embargo, también se han registrado cuenco en la dimensión
morfológica. Los fragmentos de platos son de pasta crema o blanca y de textura porosa, de
paredes cóncavas y, en menor cantidad, de paredes rectas, con base anular o trípode corto. Toda
la superficie se encuentra engobada de color crema o anaranjado y presentan pulido horizontal
en ambas caras. Si hay algo que debemos atender en la cerámica Cajamarca es sin duda alguna
su diseño, en cuanto a este, en la mayoría de casos encuentra en ambos lados dando muestra del
uso de colores negro, beige y matices de marrón. Por otro lado, revisando lo que ocurre en la
zona interior, podemos apreciar decoraciones de tipo geométricas, lineales y «signos verbales»;
además motivos de seres zoomorfos con apéndices que salen de su boca. En la zona exterior, se
puede generalizar que todos presentan motivos «radiales» en la parte superior de los platos.
Estos se componen de líneas cruzadas de diferentes colores (marrón, beige y negro), a  las que
en algunos ejemplares se les agrego líneas en zig-zag paralelas. (Prieto; Cusicanqui y
Fernandini, 2007, pag. 167-168)

Como se vio en este estilo los Cajamarca tienen un amplio manejo de la decoración, llevando a
impregnar en ambas caras de la cerámica su destreza del arte y si algo podemos decir de ello es
que este tipo de diseño que se ve reflejado en este tiempo es un “arte fluido”, es decir no hay
una complicación de vectores confusos o complejos que sobre rellene el cuerpo de la cerámica,
sino que seria mas una forma libre y fresca de diseñar patrones que aunque no son muy
extensos, si se ven agradables al observar.
Rufasto Vásquez ¿Cómo eran las tradiciones de arquitectura doméstica que se
encontraban en Chachapoyas al momento de la llegada de los Inkas?

Las tradiciones de arquitectura doméstica que se encontraban en Chachapoyas al momento de la


llegada de los inkas no siempre habían estado presentes en esta región, sino que parecen haberse
desarrollado en un momento particular a fines del Horizonte Medio o principados del Período
Intermedio Tardío. Las fechas más tempranas asociadas a un edificio circular se remontan a un
poco antes de 1000 d.C., siendo el ejemplo más temprano la Estructura 51 de Monte Viudo, la
cual fue fechada en 861-1018 d.C. (Guengerich 2014).

La tradición de la arquitectura circular de piedra duró más de quinientos años, aunque es difícil
saber cuándo se desvaneció debido a la continuación de su uso bajo el dominio Inka y tal vez
después. Aun en el siglo XIX, los viajeros Arthur Werthemann (1892), Charles Wiener (1894) y
Louis Langlois (1939) describieron una vivienda circular que seguía en uso en la ciudad de La
Jalca.

En el sitio de Tosán, en Luya, Koschmieder (2012: 37) encontró huecos de poste de madera en
excavaciones asociadas a fechas de 370-535 d.C. A partir de estos datos, postula que antes del
desarrollo de la arquitectura de piedra, existió una tradición de arquitectura de materiales
perecederos, como la quincha. Las excavaciones en Monte Viudo, en la cuenca del río Atuén,
también revelaron rasgos que posiblemente representan huecos de poste. Estos fechaban en 391
a.C.-110 d.C. (Guengerich 2014a: 97), unos siglos antes de los huecos de postes descritos por
Koschmieder.

Después de 1000 d.C., se desarrollaron dos características que se encontraban en las


arquitecturas locales de todo Chachapoyas. Primero, la piedra empezó a utilizarse como el
principal material constructivo para los muros y los basamentos. Segundo, en todos los sitios de
la región, la gran mayoría de los edificios fueron construidos según un plano circular, o a veces
con forma ligeramente ovoide o irregular de acuerdo con el terreno. Generalmente se
caracterizaban por diámetros internos de 4 a 6 metros, pero también existen ejemplos de
construcciones circulares con diámetros de 10 metro a más las cuales posiblemente sirvieron
para otros propósitos diferentes de las actividades domésticas.

Frecuentemente, la mampostería de los muros incorporaba la roca madre, mostrando una técnica
y un aspecto estético mejor conocido en la arquitectura inka (cf. Dean 2010). En casi todos los
asentamientos, se encuentran viviendas con hornacinas en las paredes interiores, que tenían
forma rectangular, cuadrada, o ligeramente trapezoidal. También se encuentra con frecuencia
una serie de huecos cuadrados de aproximadamente 8 por 8 centímetros, que trazan una línea
horizontal sobre la pared interior, a un metro o más sobre el nivel del piso. Se ha propuesto que
sostuvieran vigas para colgar utensilios domésticos, o que apoyaban un recinto superior o el
techo mismo. En cuanto a los techos, generalmente ha sido aceptado el modelo de Morgan
Davis (1996), quien utilizó las descripciones de los viajeros Charles Wiener (1894) y Louis
Langlois (1939) sobre la última estructura circular en uso continuo a fines del siglo XIX para
reconstruir una estructura circular con techo cónico de paja y madera en el pueblo de Colla
Cruz.
Córdova Guerrero ¿Cuáles son las obras que dieron a los Cajamarca más realce en su
desarrollo cultural y político?

Sin duda, uno de sus mayores referentes es Cumbemayo, quizás su complejo más importante.
En su interior se encuentra el Canal de Cumbemayo, que destaca por ser una obra hidráulica
sorprendente para la época. Se trata de un canal de regadío situado a 3760 msnm y con una
extensión cercana a los 8 kilómetros, de los cuales 4500 metros fueron labrados en piedra. Esta
construcción es considerada el primer trasvase de la cuenca del Atlántico a la del Pacífico a
través de la captación de agua de la niebla y la condensación acumulada en los pastizales de las
alturas de los Andes.

De otro lado, encontramos Layzón, segundo referente de esta civilización que se ubica muy
cerca de Huacayloma. Su construcción principal es una pirámide de un área aproximada de
3000 metros cuadrados, aunque la superficie total del complejo alcanza las 8 hectáreas.

Otra y la que llama la atención es el desarrollo que lograron con la cerámica, debido a que
utilizaron como materia prima una arcilla blanca conocida como caolín. Decoraron sus vasijas
empleando pinceles finos con los que dibujaron figuras geométricas y animales a los que dieron
vida con colores rojizos claros, negros y marrones.

Sus principales objetos fueron cuencos con bases de pedestal, botellas con base anular, vasos,
tazas y hasta cucharas. La historia señala que sus productos fueron exportados a lejanos destinos
de Sudamérica.

Collantes Ramírez ¿Qué cambios ocurrieron en los chachapoyas durante la hegemonía


inca?

Después de 1470 d.C. El territorio Chachapoya fue integrado al Tawantinsuyu. La hegemonía


inka tuvo consecuencias graves para las poblaciones autóctonas. Por las constantes rebeliones
de los Chachapoya, las cuales fueron reprimidas con rigor, muchos habitantes perdieron la vida
o fueron trasladados a regiones lejanas como mitmaq, mientras miembros de otras etnias
ocuparon sus lugares para ejercer un control efectivo sobre las poblaciones restantes ( Espinoza
1967).

 Los inkas construyeron centros administrativos en el territorio Chachapoya e introdujeron su


idioma (el quechua) y su cosmovisión; los Chachapoya tomaron de ellos leyes y costumbres.
(Lerche 1995; Schjellerup 2005).

Uno de los muchos efectos de la hegemonía inka fue la reorganización del sistema sociopolítico
de los Chachapoyas. Las poblaciones fueron agrupadas en curacazgos de diferentes tamaños,
organizados mediante un sistema decimal. Bajo el mando de Tupac Topa Yupanki, la provincia
de Chachapoyas fue subdividida en unidades administrativas de tributarios, denominadas huno
(10.000 unidades domésticas), huaranca (1000 unidades domésticas), y pachaca (100 unidades
domésticas). La cantidad de curacas principales o hunocuraca fue reducida a dos o tres
individuos hasta el tiempo de la conquista española (Espinoza 1967, etal).
BIBLIOGRAFÍA

BERNUY QUIROGA KATIUSHA & BERNAL RODRÍGUEZ VANESSA. (2008). La


tradición Cajamarca en San José de Moro: Una evidencia de interacción interregional durante el
horizonte medio. "Este volumen corresponde al tomo 21 de la colección 'Actes & mémoires de
l'Institut français d'études andines'"--Tp verso.

DEAN, C. (2010) A culture of stone: Inka perspectives on rock, Duke University, Durham

ESPINOZA, W (1967). Los señoríos étnicos de Chachapoyas y la alianza hispano-chacha,


Revista Histórica 30, 224-333.

GUENGERICH, A. (2014a) Thee architect’s signature: the social production of a residential


landscape at Monte Viudo, Chachapoyas, Peru, Journal of Anthropological Archaeology 34, 1-
16.

KOSCHMIEDER, K. (2012)  Jucusbamba: investigaciones arqueológicas y motivos


Chachapoya en el norte de la Provincia de Luya, Departamento Amazonas, Perú, Auto-
publicado, Lima.

LERCHE, P. (1995). Los Chachapoya y los símbolos de su historia, Servicios Editoriales César
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PRIETO GABRIEL; CUSICANQUI SOLSIRÉ Y FERNANDINI FRANCESCA. (2007).


Estudio de la Cerámica Cajamarca Tardía y de la Cerámica de estilos Huari del Área 35, San
José de Moro, valle de Jequetepeque.   Programa Arqueológico San José de Moro, Temporada
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SCHJELLERUP, I. (2005). Incas y españoles en la conquista de los chachapoyas, Fondo


Editorial PUCP/Instituto Francés de Estudios Andinos, Lima.
https://doi.org/10.4000/books.ifea.4903 

TERADA KAZUO Y RYOZO MATSUMOTO. (1985). «Sobre la cronología de la tradición


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TOOHEY JASON L. Y CHIRINOS PATRICIA. (2018). La tradición Cajamarca y la sierra


norte del Perú; En Perú Prehispánico: un estado de la cuestión. Castillo y Mujica (eds.)

WATANABE, SHINYA. (2009). La cerámica caolín en la cultura Cajamarca (sierra norte del
Perú): El caso de la fase Cajamarca Medio. Bulletin de l'Institut Français d'Études Andines
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