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Recuerdo que, cuando me registré en aquel imponente Resort, me pusieron un brazalete verde
manzana en mi muñeca. Me explicaron que no debía perderlo, pues, me daría acceso a todas
las instalaciones, que con ese brazalete podía disfrutar de todo lo que había de esa puerta en
adelante.
Y así fue. Cada día podía recorrer aquel increíble lugar y bañarme en cualquiera de sus
hermosas piscinas o en el mar.
En aquel lugar, también tenia acceso a los diferentes restaurantes que formaban parte del
complejo. Confieso que esto era la mejor parte, dado que en ellos había un surtido impresionante
de comidas, postres y bebidas de lo cual, podía comer sin restricción.
Solo había una regla: Nada se podía llevar, todo era para comer ahí.
*********
Así es la vida. Al nacer Dios nos pone un brazalete llamado “Vida”, y a través de ese brazalete,
tenemos acceso a este fascinante mundo creado por él.
Mientras su corazón palpite, tendra la oportunidad de disfrutar la vida, que Dios le regala. Pero al
igual que aquel Resort, en este mundo aplica la misma regia: “no es para llevar, todo es para
comer aquí”...
La diferencia entre un hotel y un Resort es que el primero se hizo solo para dormir y estar
encerrado y el segundo para recorrerlo y disfrutarlo. ¡La vida no es un hotel! Es un Resort 7
estrellas.
Por eso, NO se quede encerrado en la habitación de su mente, de sus problemas, en la
amargura, en el dolor o en la preocupación. Si está respirando es porque aún tiene el
brazalete…
Disfrute hoy de la naturaleza, de la compañía de sus seres queridos, de un rico postre, de un
abrazo o de un beso, de una sonrisa, de un buen descanso y sobre todo disfruta Vivir!!! ¡Porque
nadie vivirá por ti!.
ACTIVIDADES Y AVISOS PARROQUIALES
ACTIVIDADES Y AVISOS PARROQUIALES
Pastoral de Comunicación
Lecturas
de las escrituras y reflexiones
PALABRA
DE DIOS
GUÍA Y DIARIO DE ORACIÓN
De la carta de los hebreos 7, 1-3. 15-17
R. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba la Evangelio del Reino
y curaba las enfermedades y dolencias del pueblo.
R. Aleluya.
-¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?-
En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía
tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en
sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido: “Levántate y ponte allí en
medio”.
Después les preguntó: “¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien
o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo
morir?” Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza,
porque no querían entender, le dijo al hombre: “Extiende tu mano”. La extendió,
y su mano quedó sana.
Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del
partido de Herodes, para matar a Jesús.
Reflexión
En los Evangelios, muchas páginas hablan de los encuentros de Jesús con los
enfermos y su compromiso por sanarlos. Se presenta públicamente como un
luchador contra la enfermedad y que ha venido para sanar al hombre de todo
mal. El mal del espíritu y el mal del cuerpo. [...]
Cuántas veces vemos llegar al trabajo, y todos lo hemos visto, un hombre, una
mujer, con la cara cansada, con la actitud cansada. 'Pero, ¿qué pasa?' 'He
dormido solo dos horas, porque en casa nos turnamos', para estar cerca del
niño, la niña, enfermo, del abuelo, de la abuela. Y la jornada continúa con el
trabajo. Pero estas cosas son heroicas. ¡Son las heroicidades de las familias!
Esas heroicidades escondidas, que se hacen cuando uno está enfermo, cuando
el padre, la madre, el hijo, la hija están enfermos. Y se hacen con ternura y
valentía.
Preferencias Apostólicas
De Interés
Preferencias Apostólicas
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