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DÍA 6: TU MISIÓN EN LA TIERRA ES TEMPORAL

Señor, recuérdame qué breve será mi tiempo en la


tierra. Recuérdame que mis días están contados y que
mi vida es huidiza.
Salm. 39

Hace algunos días escuché un dicho que, a propósito


de lo que hemos reflexionado en estas meditaciones,
te quiero compartir: “La vida es demasiado corta para
vivir infelices, y si es demasiado corta, ¿Cuánta vida
te queda?”

Cuando lo escuché no te voy a negar que me preocupé


un poco y ya te explico por qué: según el Consejo
Nacional de Población (Conapo), en un informe
publicado en 2020, la media de vida del mexicano es
de aproximadamente 75 años, yo tengo 31 años, así
que según estas estadísticas, en exactamente 6 años
estaré más o menos a la mitad de mi vida
DÍA 6: TU MISIÓN EN LA TIERRA ES TEMPORAL

Justo en ese momento tomé conciencia de lo finita que


es nuestra vida, vino a mi mente una pregunta que
nunca antes había reflexionado con seriedad: si hoy
fuera mi último día de vida ¿Cómo me iría de este
mundo?, ¿Habré cumplido con la misión que Dios me
encomendó?, ¿Respondí de manera generosa a su
amor y al amor de mi prójimo?...

Teniendo claro que nuestro paso por esta tierra es


temporal, comprendemos que lo importante no es
cuánto dure sino cómo habremos administrado lo que
se nos dio, como vimos en la parábola de los talentos:
“¡Bien hecho siervo bueno y fiel! Has sido fiel con
unas pocas cosas; te pondré a cargo de muchas cosas.
Ven y comparte la felicidad de tu Señor” (Mt 25, 23).
DÍA 6: TU MISIÓN EN LA TIERRA ES TEMPORAL

Pero si queremos ser buenos administradores


necesitamos comprender que nuestro trance por esta
vida es como la de un peregrino, no estaremos aquí
por mucho tiempo, por ello, no conviene apegarse
mucho a las cosas de esta vida. En una ocasión David
oró: "Señor, ayúdame a comprender lo breve que será
mi tiempo en la tierra. Ayúdame a comprender que
estoy aquí sólo por un momento más" (Sal. 39, 4).
Deberíamos vernos más como viajeros que como
residentes, pues somos únicamente “embajadores de
Cristo” (2, Cor, 5, 20), y nuestra misión consiste en
llevar un mensaje de amor, pero no de forma oral o
escrita, sino con nuestros hechos. Es poner la vida al
servicio del pobre, del que sufre a causa de la
injusticia o la enfermedad, es hacer de tu vida un
evangelio vivo pues a eso has sido llamado, llamada.
DÍA 6: TU MISIÓN EN LA TIERRA ES TEMPORAL

En su libro autobiográfico “Historia de un alma”,


santa Teresita del Niño Jesús compartía cómo en una
ocasión siendo consciente de las necesidades del
mundo, pensó: “si yo fuera sacerdote, haría tal cosa”,
“si yo fuera médico, haría esto otro”, y así continuó
hasta que finalmente dijo: “Amado, Señor, ya sé qué
es lo que quiero ser, yo quiero ser el amor”.

Sin importar tu edad estás llamado a ser el amor


mismo, puedes ser muy joven como Santo Domingo
Savio o San José Sánchez del Río, o muy adulto como
Santa Teresa de Calcuta y San Juan Pablo II. El
llamado siempre será el mismo: servir a los demás,
siempre servir, ya que en el servicio es donde se
muestra el amor verdadero.
DÍA 6: TU MISIÓN EN LA TIERRA ES TEMPORAL

¿Sabías que el propósito de la creación es manifestar


la gloria de Dios?, pues bien, como la creación
cumbre de Dios que somos formamos parte medular
de este propósito, pues en la medida que
manifestamos la gloria de Dios alcanzamos nuestra
felicidad plena… Pero ¿Cómo manifestar la gloria de
Dios? Hay múltiples maneras de hacerlo, hoy quiero
compartirte cinco: manifiestas la gloria de Dios
cuando le adoras no sólo de palabras sino con tus
actos de amor, cuando amas a tu prójimo y procuras su
bien; manifiestas también la gloria cuando te haces
otro Cristo, cuando buscas tener los mismos
sentimientos de tu Señor; cuando sirves a los demás a
través de tus dones y también cuando le hablas de
Dios a otros, más no de forma proselitista, sino con el
fin de sembrar consuelo y darle un sentido de
esperanza a aquéllos que no le conocen.
DÍA 6: TU MISIÓN EN LA TIERRA ES TEMPORAL

Como te habrás dado cuenta, en estos primeros seis


días hemos hablado de la eternidad para la que fuimos
creados y también de que en nuestro breve paso por
esta vida, lo que hagamos en ella determinará si
alcanzamos la eternidad prometida. Lo que sigue
ahora es un tiempo de silencio en el desierto ¿En qué
consiste? Vendrá un momento en donde estarás sólo
con el Maestro, durante los siguientes dos días no
recibirás reflexión alguna, en este tiempo de silencio
podrás rumiar cada una de las reflexiones hasta el
momento vistas, podrás observar aquellas en las que
quizá haga falta detenerse un poco más y
posiblemente replantear ciertas realidades internas.

Te invitamos a aprovechar al máximo estos dos días


de silencio para decirle al Señor como el profeta
Samuel: “Habla Señor que tu siervo escucha”... Te
compartimos las siguientes preguntas que podrán
enriquecer tu meditación:
DÍA 6: TU MISIÓN EN LA TIERRA ES TEMPORAL

● ¿Qué he hecho con los dones y la vida que Dios


me ha dado?
● ¿Me siento conforme con lo hecho hasta ahora?
● ¿Por qué?

Que entre las dunas de este desierto espiritual puedas


experimentar el Soplo de Dios acompañándote con su
amor y su ternura.

¡Hasta pronto!

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