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Cuentos
Cuentos
Había una vez una familia que vivía al norte de una Ciudad
llamada San Jorge, esa familia estaba conformada por: el
papá Juan Carlos, la mamá Trisha; y los dos hijos, Melanie
y Geovanni.
Un día la madre se enfermó de una gripe fuerte y no podía
salir de la cama, el padre debía ir a trabajar y los hijos a
la escuela, entonces decidieron ponerse de acuerdo:
Geovanni haría el desayuno, mientras Melanie dejaba
adelantado el almuerzo y el padre planchaba la ropa
antes de irse al trabajo y los hijos a la escuela. En la tarde
Melanie termina el almuerzo, mientras Geovanni barre y
sacude, al terminar de hacer todo esto Melanie lava los
trastes y Geovanni trapea y cuida a su mamá. En la noche
llega el padre y hace la cena, mientras que los hijos hacen
sus tareas, y al terminar todo esto la familia cuida a
mamá.
EL SANDWICH DE ROSS:
Había una vez en un día laboral cualquiera en una oficina
común y corriente, en el área de computadoras y
contaduría había un sujeto llamado Ross Geller, que
todos los días llevaba su almuerzo, conformado por un
sándwich, café y un snack.
Ese día Ross estaba a punto de ir a almorzar cuando se
dio cuenta que un su compañero se quedó solo sentado
en su escritorio sin ir a almorzar, entonces llega y le dice:
-Oye!!, ¿Por qué no vas a almorzar?
A lo que su compañero responde con mucha pena:
-Es que estoy mal económicamente que hoy no me
alcanzó para mi almuerzo.
Entonces Ross responde:
-Si quieres te puedo dar la mitad de mi sándwich, se que
no es mucho, pero va de todo corazón.
Y su compañero en medio de la necesidad lo tomó y se
portó muy agradecido.
Al día siguiente antes de ir a almorzar Ross pasó en el
lugar de su compañero y se dio cuenta de que otra vez no
tenía almuerzo, entonces se acercó y le dijo:
-Mira te traje hoy tu propio sándwich!!!
Su compañero estaba muy agradecido al ver que Ross
había pensado en el.
Desde ese día comparten y almuerzan juntos, la situación
económica del compañero de Ross mejoró y logró
invitarlo a almorzar en otras ocasiones.