Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Han pasado ya 169 años y aún se mantiene fresca y lozana como una jovencita
ilusionada por el primer amor. Un amor que nunca se cansa y para el que el tiempo se detiene
en un permanente te quiero.
Ella es capaz de todo porque a todos tiene por iguales y es momento de traer aquí lo
que hace algún tiempo dije en otro foro. Alguien comentaba allí, no sin una legítima
exasperación, la escalofriante fotografía del salvaje atentado en la Casa Cuartel de Zaragoza y
en la que un guardia de tráfico, ensangrentado, lleva en sus brazos el cuerpo desmadejado de
una niña. Una imagen que con solo verla una vez se queda grabada en la memoria. ¡Claro que
la fotografía invoca a la rebeldía! pero le dije que lo verdaderamente impresionante de esa
foto es que, dado el caso, el guardia también lo habría hecho con el cuerpo del terrorista. Esa
es la grandeza de la Guardia Civil. Por eso es distinta y por eso la queremos con toda nuestra
alma.
Y ella, la guardia Civil, además es tenaz y se mantiene siempre, siempre, de pie ante las
embestidas feroces que han abierto en su seno heridas difíciles de cauterizar si no es en el
crisol de quien todo lo soporta con alma benemérita pero que por saber entregarse con una
generosidad sin límites también es capaz de luchar hasta la extenuación ante cualquier ataque
que sufra aquello por lo que ella misma vive.
Hoy es trece de mayo y es el cumpleaños de la Guardia Civil. En Jaén, ¡cómo no! que es
provincia “civilera” por los cuatro costados, la Comandancia va a celebrar con sobriedad y
solemnidad esta efeméride. Allí se recordará la necesidad imperiosa de mantener a toda costa
el espíritu fundacional que es el apasionado idilio que para bien de todos comenzó allá por
1844. Por llevar muy dentro este espíritu y por ser heraldos valientes y comprometidos con el
legado de Ahumada un grupo de buenos guardias civiles y el Presidente del Círculo de Amigos
de las Fuerzas Armadas, mi buen amigo el Dr. Alfonso Rojas Salcedo, van a ser distinguidos con
la Cruz al Mérito de la Guardia Civil, con distintivo blanco. Un acierto más de la Benemérita y
de nuestro Teniente Coronel pues no me cabe la más mínima duda que cada uno de ellos va a
lucir en su pecho la condecoración como un espejo en el que se va a reflejar lo que en su
corazón atesoran: amor sin medida a la Guardia Civil. El que ella misma nos entrega sin tasa a
todos. Y amor con amor se paga.