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Acta Bioethica

Continuación de Cuadernos del Programa Regional de Bioética OPS/OMS


Año VI - Nº 1
ISSN 0717-5906.*

Representante Legal : Fernando Lolas Stepke

Dirección : Avenida Providencia 1017, Piso 7, Providencia


Casilla 27 141, Correo 27, Las Condes, Santiago, Chile.
Teléfono: (56-2) 236-0330
Fax: (56-2) 346-7219
E-mail: bioetica@chi.ops-oms.org

Editores : Reinaldo Bustos Domínguez


Sergio Zorrilla Fuenzalida.

Editor Invitado : Paulina Taboada

Traducciones : Francés: Inés Betancourt Muñoz


Inglés: Haydée Cisterna Cockett
Portugués: José Eduardo de Siqueira

Consejo Asesor : José Acosta (Cuba); José Eduardo De Siqueira (Brasil);


Gabriel D’Empaire (Venezuela); Mahal Da Costa (Chi-
le); Jaime Escobar (Colombia); Ana Escribar (Chile);
Omar Franca (Uruguay); Gonzalo Figueroa (Chile);
Alejandro Goic (Chile); Guillermo Hoyos (Colombia);
Miguel Kottow (Chile); Florencia Luna (Argentina);
Roberto Llanos (Perú); Alfonso Llano (Colombia);
Alberto Mainetti (Argentina); Patricio Silva (Chile);
María Angélica Sotomayor (Chile); Carlos Trejo (Chi-
le); Ricardo Vacarezza (Chile); Manuel Velasco-Suárez
(México); Sergio Zorrilla (Chile).

Edición y Redacción : Haydée Cisterna Cockett

Corrección de Pruebas : Carolina Echevarría M.

Normalización Bibliográfica : Bárbara Lobos Larenas

Secretaria : Beatriz Ticuna Cordero

Diseño Gráfico : Sixto Correa Ortega

Impresión : LOM Ediciones

* El ISSN de esta revista corresponde al número que aparece en esta página y no al de portada.
TABLA DE CONTENIDOS

Editorial
Fernando Lolas Stepke 5

Presentación
Sergio Zorrilla Fuenzalida 7

• Medicina Paliativa: Filosofía y Consideraciones Éticas


Robert Twycross 27

• El Final de la Vida: Situaciones Clínicas y Cuestionamientos Éticos.


Gustavo G. De Simone 47

• Cuidados Paliativos en el Domicilio


Hugo Antonio Fornells 63

• Sedación en Cuidados Paliativos: Reflexiones Éticas


Josep Porta i Sales 77

• El Derecho a Morir con Dignidad


Paulina Taboada 89

• Elementos para una Antropología del Dolor: El Aporte de David Le Breton


Reinaldo Bustos 103

• La Muerte y el Suicidio en la Poesía de Rainer Maria Rilke


Otto Dörr Zegers 113

Interfaces 123

• La Consideración de los Nuevos Derechos Humanos


en la Legislación sobre Reproducción Asistida
Juan José Puerto 125

• Bioética Hermenéutica
Raúl Villarroel 141
Recensiones
Fernando Lolas S. 159

Suplemento
Radiografía Bioética de un País 163

Radiografía Bioética de Brasil


Volnei Garrafa 165

Radiografia Bioética de um País - Brasil


Volnei Garrafa 171

A Bioethical Radiograph of Brazil


Volnei Garrafa 177

Guía de Exigencias para los Manuscritos


e Instrucciones a los Autores 183

Nota de la redacción: Los artículos representan la opinión de sus autores y no constituyen


necesariamente la opinión oficial del Programa Regional de Bioética de la Organización
Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud.
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

EDITORIAL

Poco tiempo después de establecerse el malinterpretada a veces en un sentido dog-


Programa Regional de Bioética OPS/OMS mático y confesional — permite rotular
sobre la base de un acuerdo tripartito entre “algo” que efectivamente preocupa y apa-
la Organización Panamericana de la Salud, siona. Sin duda alguna, el desafío no es so-
el gobierno de Chile y la Universidad de lamente tener “más” ciencia y “más” tecno-
Chile, empezó la publicación de “Cuader- logía sino “mejor” ciencia y tecnología “más
nos del Programa Regional de Bioética”. humana”. A tal fin contribuye la bioética
Esta revista sirvió como vehículo para tra- como movimiento social, como disciplina y
ducciones de textos relevantes, artículos pre- como herramienta.
parados por autores latinoamericanos y co- La publicación de Acta Bioethica repre-
mentarios sobre avances de interés para Amé- senta una renovación del estímulo inicial para
rica Latina y el Caribe. Fue distribuida am- brindar a la comunidad académica y al pú-
pliamente y sus contenidos han servido de blico interesado una fuente pluralista de pers-
material docente y de difusión en muchos pectivas. Especialmente orientado a la región
contextos. Se prepara una versión integral de latinoamericana y caribeña quiere sin embar-
los siete primeros números en forma de disco go aportar y no solamente recibir ideas y es-
compacto a fin de preservar tales textos. tudios relevantes a la bioética como disci-
En conjunto con el boletín “Bioética In- plina e instrumento de transformación social.
forma”, los Cuadernos representaron la prin- Es una revista que acogerá posiciones diver-
cipal forma de difusión de contenidos, acti- sas y ninguno de sus artículos firmados re-
vidades y proyectos relacionados con la na- presenta la opinión del Programa Regional
ciente bioética latinoamericana. de Bioética, la Organización Panamericana
de la Salud, la Universidad de Chile o cual-
La voz “bioética” debe considerarse una
quier otra institución. Los autores tienen no
importación al ámbito cultural de los países
solamente la responsabilidad por sus datos e
de América Latina y el Caribe. Representó
informaciones sino también por las conclu-
la identificación de un cuerpo de dilemas y
siones que de ellos deriven, sus recomenda-
problemas relacionados con el impacto de
ciones e indicaciones.
las ciencias y las tecnologías sobre la vida
humana y la reflexión que acompaña la trans- Junto con artículos formales, revisados
formación social derivada de ese impacto. por asesores externos y miembros de un co-
Se ha consolidado en revistas, cursos, insti- mité editorial amplio, Acta Bioethica aco-
tuciones y aprecio social. Deriva hacia te- gerá también recensiones de libros, comen-
mas más amplios que los inicialmente deba- tarios sobre seminarios y congresos y noti-
tidos. Se hace más próxima a las necesida- cias importantes. Como una sección espe-
des cotidianas de científicos, profesionales cial se ha concebido la “Radiografía
de la salud, responsables de decisiones polí- bioética de un país”, en la cual reputados
ticas y público en general. Su rápida difu- especialistas serán invitados a presentar la
sión y el explosivo aumento del interés en situación en una nación determinada con
su cultivo indican que la palabra — referencias a la historia y orígenes de la dis-

5
Editorial - F. Lolas

ciplina, las formas de su cultivo y los cen- en la formulación y resolución de los princi-
tros formadores. Por cierto, será tarea de pales dilemas generados por el progreso
quienes redacten tales artículos brindar una tecnocientífico, en la legitimación cultural-
perspectiva amplia, balanceada y substan- mente aceptada de principios y acciones y
tiva, a fin de comparar y proyectar desarro- en la concreción de los ideales propios de
llos que sirvan a los expertos de otras lati- las sociedades pluralistas: la tolerancia y la
tudes tanto como a los habitantes de la Re- equidad. Junto a sus tareas en el terreno de
gión de Latinoamérica y el Caribe. la microbioética, vinculadas con las relacio-
El Programa Regional de Bioética OPS/ nes entre personas, aborda también temáti-
OMS, evaluado recientemente en el 42º. cas en la macrobioética, referidas a los desa-
Consejo Directivo de la Organización Pana- fíos comunitarios, ecológicos y políticos. Su
mericana de la Salud, es un organismo téc- calidad de organismo técnico de apoyo per-
nico hasta ahora sin réplica en otras regio- mite el examen desapasionado de todas las
nes de la Organización Mundial de la Salud. posturas y el esfuerzo de integración
Su finalidad es incrementar la capacidad para multidisciplinar que requiere la conciencia
el análisis bioético en personas y organis- postmoderna.
mos con el fin de lograr la “sostenibilidad Acta Bioethica espera publicar números
ética” de las políticas y acciones en ciencia monográficos y artículos sometidos a revi-
y salud. Sus logros deben verse en el con- sión, como asimismo cartas e informes. La
texto de una actitud proactiva y no reactiva única exigencia será la calidad del material.

Fernando Lolas Stepke

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PRESENTACIÓN

Sergio Zorrilla Fuenzalida


Doctor en Salud Pública, Universidad Católica de Lovaina, Bélgica.
Magíster en Filosofía, Universidad Católica de Lovaina, Bélgica.
Profesor de la Facultad de Ciencias Médicas, Universidad de Santiago, Chile.
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

PRESENTACIÓN

Sergio Zorrilla Fuenzalida

El presente número de la Revista Acta cesario colocar en el centro de la discusión o


Bioethica se consagra de manera prioritaria bien intentando desplazar el punto de equili-
a la medicina paliativa. Esta opción se justi- brio sobre el cual se manifiesta el contexto y
fica por la legítima ambición de contribuir, se desprenden los desafíos vehiculados por
desde el campo de la bioética, al fortaleci- una determinada temática. La propuesta
miento de quienes en nuestra región se han monográfica será un aporte en la medida que
comprometido con el desarrollo de la medi- los objetivos se encuentren suficientemente
cina paliativa, proponiendo referencias tan- identificados por los editores y adecuadamen-
to reflexivas como técnicas a fin de clarifi- te representados por los diferentes artículos.
car y elucidar dilemas, desafíos y riesgos en Es evidente que si lo que se quiere es
el espacio de las prácticas. contribuir desde el ámbito de la bioética al
Nos pareció que nuestra responsabilidad desarrollo de la medicina paliativa en nues-
con la presente introducción se resolvía a tra- tro continente hubiera sido necesario esta-
vés de una presentación de las afirmaciones blecer un cierto balance sobre el desarrollo
más relevantes de los distintos autores que de la medicina paliativa en nuestra región,
han participado en la elaboración de esta mo- lo que supone en cualquier escenario iden-
nografía. Esta presentación permitirá al lec- tificar claramente los obstáculos, las forta-
tor —nos decíamos— tomar contacto con las lezas, los desafíos y sus respectivas rela-
distintas contribuciones y facilitará la co- ciones. Este balance, necesario por muchas
nexión de los distintos puntos de vista en la razones, lo es también desde el punto de
perspectiva de una elaboración personal y vista de la proposición de reflexiones y dis-
crítica. Pero, como en la elaboración de esta cursos, puesto que genera (metafóricamen-
presentación me surgieron inevitablemente te hablando) una cierta cartografía al inte-
una serie de dudas e interrogantes, en co- rior de la cual se distribuyen la importancia
nexión directa o indirecta con las diferentes y la pertinencia de cada una de las proble-
contribuciones —lo que puede acontecerle máticas, discusiones y/o polémicas respec-
a cualquier lector—, me permito comenzar to de la medicina paliativa.
este texto con una serie de observaciones pro- Desde la perspectiva de un cierto balan-
vocadas por la lectura de esta monografía. ce del desarrollo de la medicina paliativa en
nuestra región, creo que la monografía, in-
Balance y desafíos dependientemente de la calidad de cada una
de las contribuciones, es relativamente dé-
Es cada vez más común que diversas re- bil. Se tiene además la sensación de muchas
vistas orienten sus publicaciones hacia el tra- reiteraciones, lo que es el signo de la ausen-
tamiento monográfico de distintas temáticas. cia de diálogo entre los textos. Los énfasis
El objetivo, en especial a través de la contri- de cada uno de los autores son claramente
bución interdisciplinaria, es de acotar ciertas perceptibles, a pesar que uno tiene el dere-
temáticas promoviendo, por ejemplo, ciertos cho de preguntarse cómo éstos se relacio-
aspectos técnicos y/o específicos que es ne- nan con nuestras propias realidades.

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Presentación - S. Zorrilla

En realidad, cabría incluso afirmar que ninguna manera mi intención, a pesar que
la ausencia de una cierta representación/re- podría entender dicho sentimiento. Ello es
flexión sobre el desarrollo de la medicina posible, simplemente, porque a las afirma-
paliativa en nuestra región —de sus fortale- ciones anteriores les falta el contexto ade-
zas y debilidades— es parte del balance, de cuado gracias al cual pueden adquirir su ver-
manera más específica, de la ausencia de una dadera dimensión. Este contexto se relacio-
escena/escenario en la cual se escriban los na con la significación y la mutación impli-
relatos, se identifiquen ciertos déficit, que cada por la instauración de la medicina pa-
conviene reconocer, en el marco de nuestro liativa y con las importantes diferencias que
continente, para contribuir a superarlos des- han permitido y facilitado, por ejemplo, el
de el espacio en el cual uno se encuentre. desarrollo de esta medicina en los países del
No me corresponde en esta introducción hemisferio norte y las realidades con las que
emprender la elaboración de un cierto ba- la gente de nuestra región ha debido nego-
lance, puesto que no poseo ni la competen- ciar constantemente.
cia, ni los antecedentes, ni las informacio- Patrick Verspieren, en un texto importante
nes necesarias. Pero creo que es posible ha- para el desarrollo de la medicina paliativa
cer un cierto número de afirmaciones gene- en ciertas regiones de Europa, señala que:
rales, con el fin de precisar la pertinencia de “Durante siete años, de 1974 a 1980 asisti-
la contribución de la bioética. En realidad mos en Francia a un fenómeno sorprenden-
éstas podrían expresarse de forma resumida te. Después de un largo periodo de silencio,
de la siguiente manera: en esta última déca- de un golpe se multiplicaron declaraciones
da la experiencia en nuestro continente es y publicaciones referentes a los problemas
concluyente en el ámbito de la utilización planteados en las sociedades occidentales por
de terapias de alivio del dolor y en la imple- la muerte y las condiciones en las cuales ella
mentación de diferentes formas instituciona- se desarrolla. Recordemos solamente tres
les de medicina paliativa, las cuales en la acontecimientos significativos, aún presen-
mayor parte de los casos han tenido lugar en tes en las memorias. La publicación en 1974
el marco de sistemas sanitarios carentes de del “Manifiesto de los Premios Nobeles a fa-
recursos, lo que ha sido suplido por el com- vor de la Eutanasia”; la aparición en 1977
promiso del personal involucrado. del libro de L. Schwartzenberg y P. Viansson-
Es posible brevemente imaginar la masa Ponté, “Cambiar la muerte”, del que la opi-
enorme de energías, de recursos y compro- nión pública ha retenido sobre todo una de-
misos, permitiendo la conclusión de esta ex- fensa de la eutanasia; y la introducción en
periencia, cuyo dinamismo y resorte inter- abril de 1978 de la ley M.H. Caillavet bus-
no, por una serie de razones, es extrañamen- cando obtener el reconocimiento legal de “los
te anónimo, puesto que sin una gran coordi- testamentos de vida” a través de los cuales
nación la gente ha utilizado los resquicios sanos o enfermos podrían solicitar que su
existentes para viajar y adquirir competen- vida no sea prolongada artificialmente, lue-
cias y luego ha negociado con sus institu- go que se hubiera establecido un diagnósti-
ciones, con los poderes locales y/o centra- co de enfermedad incurable. Todas estas de-
les, generando los espacios gracias a los cua- claraciones y proposiciones provocaron múl-
les las diferentes creaciones institucionales tiples debates, en los cuales participaron las
han sido posibles. diferentes familias filosóficas, espirituales y
religiosas”... Además “este periodo fue mar-
Más de alguna/o se dirá, sin embargo, que
cado... por el descubrimiento de dos expe-
la afirmación anterior es demasiado general
riencias de una riqueza incomparable y cuyo
y su carácter resumido tendería a subestimar
aporte es extremadamente precioso: los tra-
el esfuerzo realizado por muchos. No es de

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

bajos de Elisabeth Kûbler-Ross... y la fun- el ámbito de los hospicios, a través del


dación de los Hospicios ingleses”i. creciente interés profesional y público por
La cita anteriorii me parece que ilustra la medicina paliativa y la temática de la
adecuadamente que la instauración de la me- muerte y el morir. La “acumulación” téc-
dicina paliativa en los países del hemisferio nica, profesional y espiritual producida
norte es el resultado de un amplio proceso en estos establecimientos permitió el rá-
cultural, antropológico y políticoiii. Se trata, pido desarrollo de la medicina paliativa
en realidad, de un proceso de mutación del en las instituciones regulares de salud;
“sentido” social-histórico de la muerte y el • Inscribir la reivindicación de una muerte
morir a través de la interrogación, el cues- digna y el establecimiento de límites res-
tionamiento, la crítica y nuevas formas pecto de una medicina demasiado activista
creativas de enfrentar el fenómeno. Esta ver- en el marco del progreso constante de los
dadera mutación del “sentido”, independien- derechos ciudadanos a través de la genera-
temente de las resistencias encontradas en ción de derechos de los usuarios de salud;
ciertos sectores del cuerpo médico, permitió • La integración en el campo de la educación,
en estos países: a todos los niveles, de la temática de la
• La generación de múltiples legitimidades muerte y el morir, gracias al aumento de la
que posibilitaron el desarrollo institucio- información, de la discusión y de la expre-
nal y cultural de la medicina paliativa. Se sión de esta temática en el espacio público;
dio incluso el caso, un poco trágico-có- • El aumento extraordinario de la interpre-
mico, de formas de competencia entre di- tación a través de publicaciones de todo
versas instituciones hospitalarias en fun- tipo, lo que establece de forma incipiente
ción de la existencia o no de unidades de una “nueva alianza” entre la reflexión y
medicina paliativa; el mundo de las prácticas.
• El término de una cierta “marginalidad” • La profundización de la crisis de la “idea
de las distintas acciones emprendidas en de progreso”, la cual en el ámbito de la
i
Verspieren, Patrick s.j. Sur la pente de l’euthanasie.
muerte y el morir se expresó a través del
Revista Etudes, extraído del número de enero de convencimiento de que ningún tipo de
1984, París, págs. 1-2. trascendencia y/o utopía ideológica, in-
ii
Conviene agregar a lo dicho por Verspieren, en el cluyendo el despliegue de la tecnociencia
marco de la cultura francesa y no me cabe duda a todos los niveles (en los ámbitos de la
que esto es válido para otros países del hemisferio salud, de la explotación de la naturaleza
norte, las publicaciones de: Morin, E, L’homme et
la mort, Seuil, París, 1970; Aries Ph., L’homme
y recientemente de los transgénicosiv),
devant la mort, Seuil, París 1977;; Jankelevitch V., justifica la pérdida de derechos y el sa-
La mort, Flammarion, París, 1977; Menahem R., crificio de la dignidad de la vida indivi-
La mort apprivoisée, Ed. Universitaires, París dual, incluso en la cercanía de la muerte.
1973; Raimbault G., L’enfant et la mort, Privat,
Toulouse, 1977; Ziegler J., Les vivants et la mort, • Una parte importante de la bioética euro-
Seuil, París, 1975, Thomas, L-V., Anthropologie pea se explica también por este proceso
de la mort, Payot, París, 1975, La mort aujourd’hui, cultural, antropológico y político, lo que
Anthropos, 1977, Mort et Pouvoir, Payot, París, la vuelve atenta y sensible no sólo a los
1978, Civilisations et divagations (mort, fantasme,
science-fiction) Payot, París, 1979; etc. aspectos de regulación en un sentido es-
iii
El Dr. Robert Twycross, señala más adelante que “a
tricto, sino que además profundamente
fines de los ‘70 y comienzos de los ’80, el movi-
miento hospice en los Estados Unidos era una orga- iv
Sobre este tema consultar revista “Sentidos – Éti-
nización popular, comunitaria, dirigida por volunta- ca y seguridad alimentaria”, en particular, Dides,
rios y enfermeras, que con frecuencia desincentivaban C., Hevia, A, Zorrilla, S. “Alimentación, ética y
o limitaban la participación de los médicos”. consumo”, Santiago, septiembre 2000.

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Presentación - S. Zorrilla

dependiente de la interpretación pectiva interpretativa no debe, sin embargo,


interdisciplinaria y de los procesos socia- conducirnos a ignorar nuestra realidad, así
les y culturales. como las múltiples manifestaciones de com-
Si fuera necesario reforzar la enumera- promiso ético de parte de los terapeutas, las
ción anterior —no exhaustiva, por supues- manifestaciones profundas de solidaridad y
to—, convendría agregar que en los países de sensibilidad respecto del sufrimiento de
del hemisferio norte, involucrados en este enfermos y moribundos que se han traduci-
proceso, una serie de “frases” se integraron do en la decisión de desarrollar la medicina
al repertorio cultural que sostienen conver- paliativa a pesar de las dificultades y los es-
saciones y reflexiones, tales como: la medi- collos. En realidad, las vivencias y experien-
cina moderna tiene tendencia a negar la cias de los terapeutas involucrados en los cui-
muerte, a ignorarla, a expropiar el tiempo de dados paliativos son también una pista im-
su propio desarrollo en función del encarni- portante para explicarse lo acontecido duran-
zamiento u obstinación terapéutica; es te estos últimos diez años.
constatable la desaparición de la muerte Me parece casi una exigencia ética lograr
como un fenómeno “natural” con connota- que los aspectos positivos que se desprenden
ciones sociales y culturales, al considerarla del balance de esta última década, luego que
de forma exclusiva como manifestación de han sido ampliamente reconocidos, no contri-
la enfermedad; la tecnociencia, a propósito buyan a disimular los déficit y debilidades.
de la muerte y el morir, invade los espacios Estos se expresan en varios niveles. He aquí
más recónditos de la intimidad, lo que legi- algunos que me parecen más significativos:
tima y promueve la necesidad de derechos. • En primer lugar, la capacidad de poder in-
Me parece que es en la perspectiva de lo tegrar la medicina paliativa a los sistemas
dicho que es necesario entender nuestro pro- sanitarios de la región implica heredar los
pio balance, el desarrollo de la medicina pa- déficit y contradicciones de estos sistemas,
liativa en nuestra región, lo que evidentemen- lo que dificulta su desarrollo: a) Evidente-
te realza sus resultados, puesto que muy po- mente son constatables dificultades finan-
cos de los aspectos identificados como cons- cieras, de infraestructura, de personal, de
titutivos del proceso que permitió instaurar formación; b) No todos los sistemas sani-
esta medicina en los países del hemisferio tarios de la región reconocen el “interés”
norte se encuentran presentes de forma ma- de los cuidados paliativos a domicilio, da-
siva en nuestra región. Esta ausencia de con- das las carencias financieras; c) Los admi-
diciones óptimas para el desarrollo de la me- nistradores y directores hospitalarios, en de-
dicina paliativa, como expresión de una ver- terminados países donde se reconocen es-
dadera mutación del sentido, nos exige for- tos cuidados, los interpretan de forma su-
mas finas de interpretación para explicarnos perficial, negándose, como es el caso de al-
adecuadamente lo acontecido durante esta gunas instituciones en Santiago de Chile, a
última década a fin de orientar nuestras for- poner ambulancias a la disposición de los
mas de intervención. servicios y unidades, bajo el supuesto que
Es evidente que la actitud de la OMS res- los pacientes terminales no tienen grandes
pecto de la medicina paliativa permite ex- necesidades médicas. En otro servicio de
plicar muchas de las iniciativas desarrolla- la misma región los administradores se ne-
das, puesto que independientemente de la garon a aceptar la hospitalización de una
existencia o no del proceso anteriormente paciente terminal atendida a domicilio, cuya
identificado, ella puede ser acogida en el etapa final generaba conflictos imposibles
marco de las actuales estructuras sanitarias, de ser sobrellevados en el hogar, bajo el
a través de políticas específicas. Esta pers- pretexto de que el interés de los cuidados

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

domiciliarios era reducir el gasto hospita- gunta general por la ética y la bioética, es
lario; d) En muchos casos las unidades de constatable un cierto embarazo y en mu-
alivio del dolor sólo existen gracias al chos casos una especie de decepción por
voluntariado de los terapeutas puesto que la vaguedad y el carácter grandilocuente
los administradores tardan en hacer los del discurso ético y bioético. Para algunos
nombramientos que se imponen. equipos es mucho más adecuado, desde el
• En segundo lugar, por razones que se ex- punto de vista de su propia estabilidad
plican por los puntos anteriores, es emocional e institucional, definir su tra-
constatable una cierta discontinuidad en bajo como una parte más de las múltiples
el desarrollo de muchas unidades de me- respuestas de la medicina; para otros, la
dicina paliativa. Esto explica que los equi- dimensión ética es ampliamente destaca-
pos y las unidades consolidadas no logran da, a pesar que se tenga la sensación que
satisfacer las necesidades de una pobla- no es un discurso presente todos los días.
ción que proviene desde distintos secto- • En séptimo lugar, se hace sentir la ausen-
res geográficos. cia de usuarios conscientes de sus dere-
• En tercer lugar, muchos equipos, en par- chos y con la información necesaria para
ticular aquellos consolidados, que logran inscribirse adecuadamente en los proce-
generar en torno a ellos un cierto presti- sos generados por la medicina paliativa.
gio, se encuentran habitualmente sobre- En un hospital de Santiago, donde recu-
pasados y sobrecargados, lo que les im- rre gente de modestos recursos y donde
pide estrechar las relaciones con la aten- existe una unidad incipiente de alivio del
ción primaria y organizar grupos de vo- dolor, me enteré que los usuarios de esta
luntarios que además de asumir un cierto unidad eran enviados por cirujanos: es-
número de tareas repercutan la medicina tos pacientes pensaban que luego de la
paliativa en el resto de la población. operación pasaban a otra etapa en su pro-
ceso de curación. En realidad, estos pa-
• En cuarto lugar, las Facultades de Ciencias
cientes no vuelven a ver nunca más al
Médicas no logran aún integrar adecuada-
médico que los había internado.
mente la medicina paliativa, encargándose
en los cursos donde sea necesario, de la te- • Finalmente —lo que puede ser conside-
mática de la muerte y el morir; estas mis- rado como una paradoja—, la existencia
mas facultades se muestran aún reacias para real, aunque no generalizada de la medi-
integrar verdaderamente las significaciones cina paliativa en nuestra región, vuelve
y transformaciones implicadas por la no- urgente, desde el punto de vista de la jus-
ción de promoción en salud. ticia social, su extensión al conjunto de
la población que la precisa.
• En quinto lugar, es muy probable que las
resistencias en nuestra región al desarro- Luego de lo afirmado, sobre todo a pro-
llo de la medicina paliativa de parte del pósito de las debilidades y déficit de la me-
cuerpo médico sean menores que las dicina paliativa en nuestra región, las pre-
constatadas en varios países del hemisfe- guntas que se imponen, a lo menos para quie-
rio norte. No obstante la experiencia nes se inscriben en el campo de la bioética,
muestra que las unidades de alivio del son: ¿debemos esperar la emergencia de otro
dolor permiten a muchos médicos aban- contexto para desarrollar la medicina palia-
donar sus responsabilidades respecto de tiva como queremos, conformarnos con lo
sus enfermos en estadio terminal. que tenemos o identificar en nuestras pro-
pias circunstancias oportunidades que
• En sexto lugar, cuando se plantea a mu-
aglutinen voluntades y proyectos? O, de ma-
chas unidades de medicina paliativa la pre-

13
Presentación - S. Zorrilla

nera mucho más general: ¿Cómo se relacio- Contribución de la bioética al


na la voluntad o el deseo que las cosas ocu- desarrollo de la medicina paliativa
rran de otra manera, con las determinacio-
nes antropológicas, culturales, sociales y Son muchas las intervenciones en nues-
políticas que son las nuestras? tra región de la bioética en el campo de la
medicina paliativa, de la muerte y del morir.
Estoy consciente que las preguntas ante- Estas intervenciones se expresan a través de
riores son demasiado vastas para ser aborda- reflexiones y/o temáticas que dan lugar a re-
das en el marco de este texto, pero me parece uniones, discusiones y en ciertas circunstan-
que ellas contribuyen a dibujar adecuadamen- cias a polémicas que generan corrientes al
te el contexto en el cual se plantea la inter- interior de la bioética. No es mi pretensión
vención de la bioética respecto de las necesi- proponer una lista exhaustiva de estas inter-
dades y desafíos de la medicina paliativa. Es venciones. Lo que verdaderamente me inte-
también con este propósito que me parece in- resa es visualizar lo que podría ser la “perti-
teresante introducir otro texto que se preocu- nencia” de la bioética, es decir, establecer
pa de un tipo distinto de realidades. En éste una correlación entre sus intervenciones y
podemos leer: “La percepción de estar sumer- el contexto en el cual ellas se expresan y la
gidos en un proceso fuera de control motiva manera cómo sería posible para la bioética
distintas reacciones. Hay quienes se dejan lle- asumir una parte de los desafíos que en nues-
var por la corriente, confiado en la existencia tra región se plantean con el fin de asegurar
de un piloto automático que los conduzca a el desarrollo de la medicina paliativa.
un mañana exitoso, sin preguntarse siquiera
acerca del rumbo emprendido. Algunos bus- El problema de la pertinencia de la
can escapar de la angustia refugiándose en una bioética, es decir, de su capacidad de resol-
visión nostálgica del pasado, creyendo encon- ver los desafíos que se le proponen al inte-
trar en el “antes” un soporte firme en medio rior de circunstancias sociales, culturales y
del torbellino del “ahora”. Y otros descreen psíquicas/individuales que no son necesaria-
de todo. Adoptan una posición escéptica para mente coherentes con sus significaciones, ha
instalarse en el aquí y ahora, indiferentes tan- preocupado a más de alguno desde su naci-
to al porvenir como al pasado. Las tres reac- miento. Esta preocupación, importante en
ciones tienen un denominador común: son pa- ciertos momentos de la historia de la bioética,
sivas. Renuncian a influir en el modelamiento disminuye evidentemente en la medida en
del proceso social... Un nuevo contexto exige que a la bioética se le reconoce un espacio
una nueva mirada. Para... apropiarse del futu- socio/cultural y que diferentes formas de ins-
ro, han de visualizar(se) las tensiones inhe- titucionalización aseguran su permanencia,
rentes al proceso de transformaciones. Hay incluso en los más altos niveles de los Esta-
que saber descubrir y reflexionar sobre los dos y de las Organizaciones Internacionales.
desafíos. Sólo así se les podría dar forma de Reconocimiento que, también es necesario
tal modo de potenciar las opciones brindadas constatar, es relativamente más fácil en el mar-
y de restringir o amortiguar sus amenazas”v. co de sociedades donde la comunidad se dis-
tribuye en segmentos visibles y con estatutos
reales con el fin de reconocer y representar
adecuadamente sus necesidades, establecien-
do procedimientos que aseguren la negociación
y la elaboración de consensos entre los
v
interlocutores y la sociedad en su conjunto.
Programa de las Naciones Unidas para el Desa-
rrollo (PNUD), Desarrollo Humano en Chile 2000, No obstante la disminución del interés por
Santiago de Chile, marzo 2000, pág. 24. la pertinencia de la bioética, existen muchos

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

críticosvi de ésta y, en particular, de la actual trabajo permanente de la interpretación. Por


preocupación por la ética, que me parece un ello, independientemente de los objetivos es-
deber intelectual no ignorar. Lo que es habi- pecíficos de la bioética, hemos intentado
tualmente criticado es la “libertad” que se con- definirla como experiencia interdisciplinaria
fieren muchos bioéticos y/o éticos para igno- que permite la actualización singular “de tres
rar las determinaciones antropológicas o la nociones: aquella de interpretación, de com-
“creencia” casi mágica respecto de la realiza- promiso y de juicio”x. Donde interpretación
ción de los propios enunciados. Estas críticas y compromiso se implican mutuamente a tra-
se ven además ampliamente confortadas por vés de nociones tales como capacidad de do-
la facilidad con que diferentes sectores de la minar y cabalgar sobre las paradojas y la
sociedad se apropian de la palabra ética y la ausencia de saturación del sentido; tentativa
utilizan para calificar comportamientos que permanente e infinita de representación y
en otras épocas se designaban de forma más apropiación de un mundo que no es necesa-
clara y categórica. riamente coherente con nuestros deseos.
Frente al desafío planteado por la perti- La temática de la pertinencia en nuestra
nencia de la bioética, algunos autores, como región se sostiene y se encuentra ampliamen-
Gilbert Hottois, han postulado la necesidad te ocultada por la legitimidad que nos provie-
de un humanismovii sin ilusión, entendido ne de otras latitudes. Lo que puede ser consi-
como “el ejercicio activo de la prudencia con derado como útil y positivo si permite el de-
la lucidez de nuestra inevitable ignorancia”viii sarrollo de la bioética. Pero, lo queramos o
o más recientemente, en un contexto cerca- no, la pertinencia, en el ámbito de la comuni-
no, han planteado la urgente necesidad de dad de los/las bioéticos (a veces me pregunto
“implementar un ‘principio de precaución’ si realmente existe dicha comunidad) se
amplio, en el que la opinión de los científi- replantea con fuerza cuando se trata de deci-
cos tenga su contraparte humanista e inclu- dir sobre la contribución de la bioética al de-
ya la opinión ciudadana”ix. Para otros, entre sarrollo de la medicina paliativa en la región.
los cuales me incluyo, esta tensión perma- Me parece que esta temática de la perti-
nente entre mundo real y mundo esperado nencia se plantea, a lo menos, en cuatro ni-
sólo puede asumirse a través de un esfuerzo veles: 1) A través de la capacidad de definir
permanente al interior de la bioética, a fin el contexto, sus ocasiones y fragilidades, al
de evitar que las tendencias fundacionales interior de ciertos límites, que permite el de-
y/o fundamentalistas impidan y estorben el sarrollo de la medicina paliativa en la región.
2) A través de la identificación de temáticas
vi
Consultar sobre el particular, Castoriadis, C. “El Ta- comunes que sean prioritarias, proponiendo
parrabos de la Ética”, en Boletín n°2 - Cibisap, Mayo
1996, Badiou, A., “L’Ethique. Essai sur la conscience
iniciativas que engloben la región y permi-
du mal”, Hatier, París, 1993, Jacques Rancière, “La tan una real transferencia de conocimientos
Mésentente”, Ediciones Galilée, París, 1995, y experiencias. 3) A través de la capacidad
Lajeunesse, Y. – Sosoe, L., “Bioéthique & Culture de adecuar los discursos de la bioética a las
Démocratique, Harmattan, Montreal, 1996.
necesidades de los terapeutas, a fin de evitar
vii
Sobre la temática del humanismo, me parece nece- que estos sientan sus discursos como inúti-
sario consultar: Todorov, T., “El jardín imperfecto
– Luces y sombras del pensamiento humanista”, les y completamente inaplicables en el ám-
Paidós, Barcelona, Buenos Aires, México, 1999.
x
viii
Hottois, G., “ Le signe et la technique”, Aubier, Zorrilla, S. “Quelles sont les chances de l’éthique
1984, pág. 202. de peser dans les affaires du monde? Comment la
ix
bioethique peut-elle rendre visible une telle
Testart J. “OGM: no provocar a la naturaleza”, en exigence?”, en L’éthique: interprétations et
Le Monde Diplomatique, Número 2, Edición chi- positionnements multiples, Editions E.C.C.E. Bru-
lena, octubre 2000, pág. 24. selas, 1994, pág. 32.

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Presentación - S. Zorrilla

bito de la práctica. 4) Asumiendo la exigen- ámbito de las iniciativas me parece necesa-


cia de solicitar y provocar el sentido impli- rio velar por el desarrollo de actividades co-
cado por la medicina paliativa, la muerte y munes entre las instituciones de bioética y
el morir, en el conjunto de las disciplinas na- las instituciones de medicina paliativa.
turalmente involucradas. Al final de estas notas volveré sobre la
Respecto del primer punto considero que temática de la medicalización de la muerte
la tarea primordial es asegurar en la región, que me parece importante para el desarrollo
de la manera más extensa y masiva, el desa- de la medicina paliativa.
rrollo combinado de unidades de alivio del En lo que atañe al tercer nivel, me parece
dolor y de cuidados paliativos a domicilio, interesante referirme brevemente al texto del
sin discriminación de ningún tipo de enfer- Dr. Fernando Lolas “El aprendizaje de la éti-
medad terminal. Asumiendo el compromi- ca médica mediante la formulación de políti-
so, desde los espacios institucionales y de cas”, con el cual éste introduce al libro de
poder que ocupamos, para que estas iniciati- James Dranexi. El Dr. Lolas señala que: “To-
vas sean suficientemente repercutidas en la das las decisiones sobre vida y muerte son de-
sociedad y se apliquen sin las contradiccio- cisiones éticas. Las profesiones que trabajan
nes e incoherencias que se desprenden de con personas son profesiones éticas; esto sig-
nuestros sistemas sanitarios. Por otra parte, nifica que sus “productos” son relaciones en-
las fragilidades financieras de estos mismos tre personas y están sometidos a la mudanza
sistemas sanitarios nos han, a lo menos, pre- propia de los asuntos humanos y a la diversi-
servado de una obstinación o encarnizamien- dad de reglas entre personas y grupos”xii. Más
to generalizado de los cuidados de salud. Lo adelante agrega que: “La moderna bioética es
que en parte explica la ausencia de resisten- una respuesta al carácter maleable de la reali-
cias al desarrollo de la medicina paliativa. dad social”... y... “Aunque nacida bajo el sino
Comprometerse con las unidades de ali- de lo polémico y lo espectacular, como prác-
vio del dolor y los cuidados paliativos a do- tica social se mueve hacia el trabajo cotidia-
micilio no implica condenar el desarrollo de no y la experiencia de las personas comunes
otras formas de medicina paliativa, tales y corrientes enfrentadas a decisiones impor-
como unidades de cuidados continuos en tantes... No es este lugar propicio para histo-
cancerología, donde el/la médico tratante riar o narrar; solo para advertir que entre la
acompañe a su enfermo/a hasta los últimos profesionalización rígida del discurso bioético
momentos, y/o formas incipientes de hospi- y su imbricación con la práctica, esta segun-
cio, que en el marco de nuestro continente da opción es preferible. Existe el riesgo de
parecen económicamente imposibles, a lo generar una nueva casta de “expertos” que,
menos, para el conjunto de la población. como los “psicoexpertos” en su momento o
Respecto del segundo nivel, me parece los “estadísticos” y “economistas” en otros,
que las temáticas e iniciativas implicadas son se caractericen por la gran precisión de sus
múltiples. Pero muchas de las temáticas prio- acciones y el dominio creciente de perspecti-
ritarias para permitir el desarrollo de unida- vas cada vez más estrechas... La profesiona-
des de alivio del dolor y de cuidados paliati- lización de la bioética es concebible en el
vos domiciliarios se relacionan paradójica- medio académico como disciplina. No es tan
mente con aquellas de la justicia y del dere- xi
Drane, James, El cuidado del enfermo terminal.
cho a morir dignamente. Lo que incluye una Ética clínica y recomendaciones prácticas para ins-
vigilancia constante a fin de que nuestros ser- tituciones de salud y servicios de cuidados dis-
vicios sanitarios sean racionales y coheren- ciplinarios. Organización Panamericana de la Sa-
tes en la distribución de los recursos. En el lud, 1999, Canadá.
xii
Idem. Pág. 11.

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obvia ni necesaria en la arena de la práctica Esto se expresa a través de la decisión de


de la medicina, la enfermería, el servicio so- publicitar las investigaciones existentes o
cial u otras profesiones vinculadas al bienes- generar el interés social y cultural suficiente
tar y la salud”xiii. como para que antropólogos, sociólogos y
Finalmente el Dr. Lolas agrega que: “En- psicoanalistas nos abran las puertas a una
señar ética mediante la formulación de direc- adecuada reflexión sobre la muerte y el mo-
trices es una de las aportaciones más substan- rir en la región.
tivas del trabajo de Drane. Sin desdeñar la
reflexión y la teoría, más sabiéndolas implí- La “medicalización de la muerte”
citas en los comportamientos, Drane se con-
centra en estos. Cada vez que un equipo de Quisiera terminar estas notas prelimina-
trabajo formula una regla o concuerda en un res con un cierto número de afirmaciones
procedimiento está elaborando una teoría éti- provocativas. Varios de los autores que cons-
ca que no necesita escribirse para ser eficaz. tituyen la presente monografía advierten so-
Tal es el sentido de las formulaciones que se bre el riesgo de la medicalización de los cui-
resumen en las políticas (“policies”). Hemos dados paliativos. Existe el temor de que des-
traducido esta palabra por “políticas” remi- pués de haber logrado instaurar la medicina
tiéndonos a la sexta acepción del Diccionario paliativa, gracias a sacrificios considerables,
de la Real Academia Española en su vigési- esta pueda ser recuperada a través de la
ma primera edición: “Orientaciones o direc- tecnociencia. Es evidente que es imposible
trices que rigen la actuación de una persona o no sentir una profunda simpatía y solidari-
entidad en un asunto o campo determinado”. dad con este sentimiento y protesta.
Esperamos que al usar una palabra usual con Todos sabemos, más o menos claramen-
un sentido poco usual ayudaremos a recordar te, la realidad supuesta por la expresión
la aportación docente del método: ‘enseñar “medicalización de la muerte”. Ella se ma-
ética formulando políticas’.”xiv nifiesta a través de un cierto número de afir-
Me parece que las citas anteriores ilus- maciones innegables, que Louis-Vincent
tran adecuadamente sobre la existencia de Thomas resume magistralmente en un libro
discursos y “estilos” que incluyen de forma póstumoxv, cuando afirma la persistencia y
satisfactoria el quehacer y las vivencias de coexistencia en nuestra sociedad de una ac-
los profesionales comprometidos con la me- titud “tanatofílica (procurar voluntariamen-
dicina paliativa. No me anima ningún deseo te la muerte) y tanatofóbica (la negación de
de censura. Pero me parece que nos corres- la muerte es aún actual). Esta situación pa-
ponde, a quienes trabajamos en el campo de radójica adopta aun otros aspectos: o bien se
la bioética, diferenciar el estilo y las exigen- abandona al moribundo en su soledad; o bien
cias de la reflexión con el desafío, en el ám- nos esforzamos en prolongar su estado re-
bito social y cultural, de la instauración de tardando el momento inevitable de la muer-
la bioética y la ética. te, gracias a una tecnología sofisticada; pero,
en los dos casos, el aspecto humano del mo-
Finalmente, el cuarto nivel busca asumir
rir arriesga ser ocultado o desplazado a un
desde la bioética, en la medida en que esta
segundo lugar de las preocupaciones”xvi.
es eminentemente interdisciplinaria, la exi-
gencia de superar los déficit de interpreta-
ción en el ámbito de la muerte y el morir.
xv
Thomas, Louis-Vincent, “Les chairs de la mort.
Corps, mort, Afrique”, Colección Les empêcheurs
xiii
Idem, págs 12 – 13. de penser en rond, París, 2000.
xiv xvi
Idem pág. 15. Idem, pág. 103.

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Presentación - S. Zorrilla

La imagen misma de la medicalización da por la técnica,... inventar de nuevo la re-


de la muerte es la muerte burocratizada del lación del ser humano consigo mismo. La
hospital. Al respecto Thomas afirma: “El medicina, sabiendo que la relación del ser
hombre moderno nace en el hospital. Es en humano con su muerte es uno de los crite-
el hospital que muere, sobre todo en los rios mayores de la invención de las cultu-
EEUU. En las grandes ciudades del mundo ras y que la muerte del ser humano moder-
occidental, 80% de decesos tienen lugar en no es de más en más medicalizada, se en-
una institución pública o privada. El enfer- cuentra en posición de contribuir a esta in-
mo es retirado de su familia ‘secuestrado por vención cultural. La cuestión es medir, por
la institución que se encarga no del indivi- lo tanto, los riesgos, pero, también las po-
duo sino que de su mal, objeto aislado, trans- sibilidades abiertas por la medicalización
formado o eliminado por los técnicos encar- de la muerte”xx.
gados de la defensa de la salud como otros Me parece que la tentativa de Cadoré se
se encargan de la defensa del orden o de la sostiene legítimamente en tres aspectos: en
propiedad’ (Michel de Certeau, “Écrire primer lugar, la medicalización de la muerte
l’innommable”, en Traverses, nº1, septiem- no es sólo responsabilidad de la institución
bre 1975, p.9)”xvii. médica, ni de la socio-política que pretende
Los movimientos de opinión que han rei- reducir esta institución a una institución dis-
vindicado el derecho a una muerte digna a ciplinaria, soporte del régimen imperante
través de la contribución o creación de insti- (como lo sostienen algunos de los escritos
tuciones que han demostrado que esta rei- de Michel Foucault). Es incluso posible iden-
vindicación era posible, conducen a Thomas tificar un sufrimiento sordo y de fuga en los
a enunciar un objetivo fundamental: “El ideal terapeutas por deberse “encargar” de lo que
que el hombre de hoy día debería exigir con la sociedad no quiere ver ni escuchar.
todas sus fuerzas, mejor que la eutanasia En realidad acontece, de cierta manera, en
liberadora, que la legalización de lo que Jo las sociedades del siglo que acaba de termi-
Roman llama el “suicidio racional” y las nar, lo contrario de lo postulado por Foucault.
“instituciones de partida”, es el reconoci- También nos encontramos lejos, por ejemplo,
miento oficial del derecho a la dignidad en de la realidad descrita por José Gil en un tex-
la vida, por lo tanto en la muerte, a través de to particularmente sugestivo, cuando afirma:
la humanización de los últimos momentos. “Los dioses y los muertos asustan por su po-
Después del buen nacer, de una vida decen- tencia: el miedo que provocan en los hom-
te, la certeza de una muerte apaciguada y, bres es no sólo un instrumento de ‘control
por qué no, ‘feliz’”xviii. social’ por la obediencia que inducen, sino que
No obstante lo anterior, Bruno Cadoréxix, también un medio de liquidar un exceso de
compartiendo todas las críticas sobre la fuerza que en los seres vivos es generadora
medicalización de la muerte, tiene la valen- de conflicto... Si los dioses y los muertos son
tía de plantear el tema desde otra perspecti- depósitos de poderes sociales, es natural que
va. En particular postula, a través de esta el poder político busque apropiarse. Las rela-
temática, que le compete a la “medicina mo- ciones entre los dos se limitan a veces a una
derna, como cualquier actividad atravesa- división ordenada (autoridad religiosa de los
sacerdotes, poder político de los reyes, a ve-
xvii
Idem, pág. 107. ces una acumulación, a veces también tensio-
xviii
Idem, págs. 123-124. nes y oposiciones)... Parece ser que ningún
xix
Cadoré, Bruno, “Medicalización de la muerte: Estado moderno haya resuelto de forma sa-
¿Negación o creatividad?, en revista Ethica
Clinica, Bélgica, marzo 1998. xx
Idem, pág. 20.

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

tisfactoria esta cuestión. Pero, la historia es En la perspectiva de lo dicho, nos parece


reveladora: incapaz de darse un fundamento necesario y saludable reconocer que existe
religioso, el Estado transferirá los atributos una dimensión de la medicalización que es
de la soberanía y de la autoridad hacia la ‘na- relativamente rescatable: la muerte en el
ción’; y ésta lo asentará sobre el poder de los mundo actual tiene una dimensión hospita-
muertos: el Estado buscará reemplazar la Igle- laria, sanitaria ineludible, ampliamente legi-
sia en la gestión de los muertos... El Estado timada, en la medida en que no se convierta
moderno administrará los “muertos por la en un obstáculo y al contrario facilite el de-
patria” acaparando el poder que ellos repre- sarrollo de una muerte verdaderamente hu-
sentan. Administrar la muerte para someter mana. Es aquí donde se sitúa la observación
mejor a los vivientes”xxi. de Bruno Cadoré que nos parecía importan-
El poder de las sociedades modernas, te consignar. Es, además, en esta particular
construyéndose paradójicamente en el nom- perspectiva, que los esfuerzos de la bioética
bre del bienestar de los individuos pero a por volver visible la muerte y el morir, para
través de múltiples abstracciones y trascen- explicitar los derechos de los/las usuarias,
dencias que “representan” a los individuos aparecen como pertinentes; estos esfuerzos
concretos, ignorando su calidad de seres en- pueden constituirse en un buen mecanismo
carnados, abandonará sus prerrogativas res- de control (en el buen sentido de la palabra)
pecto de la muerte. Ésta, negada e ignorada de una parte de la inevitable gestión sanita-
por la mayoría, legitimando el progreso in- ria de la muerte.
cesante de la tecnociencia, se refugiará en
la institución médica que tenderá a tradu- La contribución de los
cirla y a entenderla como una manifesta- diferentes autores
ción más de la enfermedad.
En segundo lugar, conviene señalar que Lo que sigue es un breve resumen de los
una gran cantidad de análisis éticos sobre la distintos autores a la presente monografía.
medicina paliativa, buscan fundarla al inte- Conviene agregar que he evitado el procedi-
rior de la institución médica. Para muchos la miento de las comillas puesto que las refe-
medicina paliativa es concebida como una rencias exactas pueden ser encontradas en
ocasión de re-fundación de la medicina o bien los diferentes artículos.
como un espacio que al interior de las institu- El texto del Dr. Robert Twycross, Medi-
ciones de salud representa una tentativa por cina Paliativa: Filosofía y consideraciones
la humanización y por el establecimiento de éticas, propone una serie de observaciones
límites del accionar de la tecnociencia. que permiten comprender la medicina palia-
Finalmente, en el marco de los cuidados tiva como un intento, en el marco de una
paliativos se tiende a disminuir el papel de medicina altamente tecnificada, para resta-
la técnica médica. Pero, por un lado, ésta no blecer el rol tradicional de médicos y enfer-
desaparece completamente y por otro lado, meras: “curar a veces, aliviar frecuentemen-
emergen nuevas terapias como quimiotera- te, confortar siempre”.
pias paliativas, extremadamente caras, pero Históricamente la medicina paliativa se
que prolongan la vida sin disminuir su cali- sostiene del ethos que anima el movimiento
dad. Lo que demuestra que los terapeutas y hospice. Movimiento que en Estados Unidos
la institución de salud continúan jugando un fue, inicialmente y durante muchos años,
papel relevante. prevalentemente anti-médico. A fines de los
70 y comienzo de los 80 este movimiento se
xxi
Gil, José, “Métamorphoses du corps”, Essais, Edi- manifestaba esencialmente como una orga-
ciones de la Difference, París, 1985, Págs. 52-53-54. nización popular, comunitaria, dirigida por

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Presentación - S. Zorrilla

voluntarios y enfermeras, los que con frecuen- Para el Dr. Gustavo G. De Simone, en el
cia limitaban la participación de los médicos. texto El final de la vida: situaciones clínicas
En la mayoría de los países desarrolla- y cuestionamientos éticos, es posible hablar
dos el movimiento hospice, así como los pri- el día de hoy de medicina preventiva, curati-
meros pasos dados por la medicina paliati- va y posventiva. Es en este último género que
va, se encontraron con la resistencia de los se inscribe la medicina paliativa, así como
oncólogos y con la indiferencia de los todas aquellas prácticas terapéuticas orienta-
estamentos médicos. Actitudes reforzadas, en das al aumento de la calidad de vida.
el caso particular de los Estados Unidos, por Sin embargo, al igual que lo plantea el Dr.
las empresas aseguradoras, las que conside- Twycross, la actitud paliativa también puede
raban la oferta de cuidados paliativos como desembocar en la medicalización de la muer-
una pérdida de ingresos para los médicos y te, es decir, en el tratamiento de ésta como un
para los hospitales. Ciertos prejuicios y re- problema técnico-tanatológico, en vez de un
sistencias aún persisten a pesar que en la ac- drama íntimo y existencial. Este riesgo vuelve
tualidad los cuidados paliativos en Estados urgente la adopción de un enfoque antropoló-
Unidos son por ley un componente de los gico y personalizado que permita considerar el
programas de las aseguradoras de salud. sufrimiento, el dolor y la muerte como expe-
Desde el punto de vista de la historia de la riencias vitales dignas de ser vividas. Este en-
medicina, la decisión de limitar la terapia cu- foque permite develar el carácter injustificado
rativa y ofrecer cuidados paliativos es una de- de las propuestas —alejadas de la más pura
cisión crucial: los intentos por curar lo incura- tradición hipocrática— que pretenden justifi-
ble no van en el mejor interés del paciente. La car y alentar aun, abiertamente, la eliminación
actitud de la OMS respecto de estos cuidados, sistemática de personas moribundas.
desde mediados los años ochenta, ha sido, por En los hechos, la Medicina Paliativa, im-
otra parte, fundamental para instaurar y legiti- pulsando la formación de profesionales que
mar el desarrollo de la medicina paliativa. combinen actitudes humanitarias con apti-
tudes científicas, constituye un cuestiona-
El desarrollo creciente en el mundo de los
miento del modelo positivista puesto que
cuidados paliativos ha despertado en algunos
conduce al reconocimiento que el arsenal téc-
el temor que se convierta en una “técnica” más
nico disponible no garantiza el éxito del acto
en el contexto de una medicina altamente
médico. Los pacientes terminales son la
tecnificada; una técnica gracias a la cual los
“prueba” que el conocimiento experto sobre
profesionales puedan nuevamente esconderse
una determinada entidad nosológica no al-
y ejercer nuevos “poderes”. Este peligro pue-
canza para comprender a la totalidad de la
de evitarse si la medicina paliativa continúa
persona que enferma, sufre y muere.
siendo una forma de acompañamiento de pro-
fesionales calificados respecto de quienes mue- El desarrollo constante de la Medicina Pa-
ren. Manteniendo el imperativo de procurar una liativa permite acumular una serie de “certe-
atención personalizada, reconociendo el espa- zas” e identificar ciertos problemas y desa-
cio social, cultural, psicológico, espiritual y fí- fíos que merecen ser abordados de manera
sico en el cual se encuentran los pacientes, es urgente, tales como:
necesario intentar irradiar vida y alegría en Carece de sustento la idea que la informa-
medio de la muerte y de la angustia, a través ción a los pacientes terminales sobre su situa-
de actividades muy a ras de tierra, que tienen ción genera depresión severa o constituye sim-
su origen en la compasión humana práctica, plemente un prejuicio. La llamada “conspira-
como son los cuidados de enfermería, el ma- ción del silencio”, equivalente a un pacto del
nejo de los síntomas y el apoyo psicológico. profesional con la familia para no informar al
paciente, trae más problemas que beneficios.

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Es evidente que la enfermedad terminal ción de servicio, organización del sistema de


afecta no sólo al individuo enfermo sino tam- salud y conocimientos científicos adecuados.
bién a los miembros de la familia. Una es- Los beneficios de la atención domiciliaria
trategia adecuada para brindar cuidados pa- son evidentes, puesto que disminuyen hospi-
liativos considera las vivencias del enfermo talizaciones largas y de alto costo, evitando el
y abarca al grupo familiar, identificando sus riesgo de tratamientos innecesarios, disminu-
necesidades, problemas y recursos. yendo incluso la posibilidad de caer en
Las dificultades principales de los equi- encarnizamientos terapéuticos. En sistemas
pos comprometidos en los cuidados paliati- sanitarios deficitarios, como ocurre en muchos
vos han sido reducidas por algunos autores países latinoamericanos, el ahorro económico
a tres grupos básicos: en primer lugar, la in- sería importantísimo. Lo que vuelve incom-
capacidad de los terapeutas de asumir la prensible que en Argentina, por ejemplo, se fi-
muerte propia como fenómeno inherente a nancie un tratamiento de quimioterapia equi-
la vida; en segundo lugar, la ausencia de en- valente a $ 3.000, que no traerá beneficios a un
trenamiento de los profesionales, tanto des- paciente en estadio terminal, pero no se reco-
de un punto de vista teórico y práctico, para nozcan los cuidados paliativos domiciliarios.
ayudar a morir; y finalmente, la falta de ex- Existe una serie de factores que pueden
periencia personal respecto de la muerte. provocar un inadecuado cuidado domicilia-
Se hace urgente y necesario el desarrollo rio. A menudo se solicita el alta médica de
de la educación, tanto a nivel del público en un paciente terminal, ya que los costos para
general, como de los pacientes y sus fami- el sistema sanitario son elevados, pero esta
lias, en temas de alivio del dolor y del con- decisión se toma sin que exista una atención
trol de síntomas. En el ámbito profesional, domiciliaria preparada. Por tal razón es ne-
esta educación es crucial. cesario ir programando paulatinamente el
La inclusión de la Medicina Paliativa en cuidado domiciliario, mientras el paciente
los sistemas de salud implica un desafío para está aún internado. Lo que es equivalente a
toda la sociedad, comenzando por las mis- la existencia de un equipo de atención que
mas instituciones. Sus objetivos quedarían conozca al paciente y que disponga de un
distorsionados si se pretendiera “medicalizar adecuado soporte familiar que permita man-
la muerte” reduciendo la atención de la per- tener comunicados a la familia, el equipo tra-
sona muriente a un conjunto de recomenda- tante y el médico de cabecera del hospital.
ciones elaboradas por especialistas. Mientras en nuestros países no existan
Finalmente, desde un punto de vista ético, políticas sanitarias sobre los cuidados palia-
se encuentra justificado discontinuar el uso de tivos domiciliarios, la atención domiciliaria
técnicas para prolongar la vida cuando su apli- dependerá exclusivamente de esfuerzos in-
cación significa una carga, un sufrimiento para dividuales regionales. Actualmente se em-
el paciente, desproporcionado respecto del be- plean recursos financieros en terapias cura-
neficio esperado. La vida no es un bien abso- tivas y métodos de diagnóstico altamente
luto: no existe una obligación de emplear tra- sofisticados. En general, los profesionales de
tamientos cuando su uso puede ser descrito la salud y el sistema sanitario vigente están
como una prolongación de la agonía. preparados para tratamientos agudos y la
enfermedad incurable es aún vivida como un
El Dr. Hugo Antonio Fornells, en su tex-
fracaso. En oncología, por ejemplo, se esti-
to Cuidados paliativos en el domicilio abor-
ma que en países en vías de desarrollo se
da una temática crucial. Es claro que conju-
curarán menos del 30% de los pacientes con
gar los cuidados paliativos con la atención
cáncer. Sin embargo, los medios económi-
domiciliaria es una tarea que requiere voca-

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Presentación - S. Zorrilla

cos se emplean en financiar tratamientos Estado asegura un poder adquisitivo mínimo,


oncológicos activos, como quimioterapia y el acceso universal a los recursos sanitarios,
en muy pocos casos se reconocen los trata- pero también hacemos los mal llamados se-
mientos paliativos, especialmente aquellos guros de vida. En resumidas cuentas, un gran
realizados en el domicilio del paciente. avance con innegables beneficios, pero bajo
“Promocionar” los cuidados paliativos en toda esta cosmética que hace la vida más
la población en general parece ser un paso bonita y agradable, subsiste la vulnerabili-
difícil de dar. Sin embargo, darlos a conocer dad humana, la enfermedad, el sufrimiento y
a través de los diferentes medios de difusión la muerte. Frente a estas episeguridades, la
masiva es necesario, con el fin de terminar pseudo-omnipotencia médica y la fragilidad
con la práctica no científica y muchas veces humana, se ha establecido una dialéctica que
deshumanizada respecto de los pacientes ter- permitió hace unos veinte años reconocer que
minales. hay y continúan habiendo enfermos termina-
les, los cuales tienen necesidades que es pre-
Las esperanzas y, al mismo tiempo, las
ciso atender. A este redescubrimiento se le ha
debilidades de los cuidados paliativos a do-
bautizado como cuidados paliativos.
micilio vuelven imprescindible, en los paí-
ses de América Latina y el Caribe, una En cuidados paliativos, la sedación se ha
redistribución más lógica de los recursos definido cono la administración de fármacos
económicos, permitiendo que el accionar en psicoactivos, con la intención de controlar al-
el ámbito de los cuidados paliativos se trans- gunos síntomas físicos, psicológicos o produ-
forme en un trabajo íntegro y satisfactorio cir la pérdida de la conciencia en ciertas situa-
para los profesionales dedicados exclusiva- ciones dramáticas, así como dormir al pacien-
mente a esta tarea. te, sin su conocimiento y/o consentimiento.
El Dr. Josep Porta i Sales aborda en su texto En el ámbito popular la sedación tiene
sobre Sedación en cuidados paliativos: re- connotación de acción definitiva. La reali-
flexiones éticas, algunos de los dilemas que dad clínica es diferente, puesto que la seda-
se desprenden del desarrollo de la medicina ción admite matices, puede ser una sedación
paliativa. El uso de la sedación como estrate- profunda o superficial, continuada o inter-
gia terapéutica proporciona, en particular, ele- mitente. La sedación profunda y continuada
mentos para la reflexión ética, debido que se define como “sedación terminal”. Esta
puede conculcar algunos principios. Esta te- definición incorpora algunos puntos claves
mática es introducida por una serie de afir- que es necesario considerar a la hora de la
maciones que conviene consignar, puesto que toma de decisiones sobre la sedación, tales
también contribuyen a contextualizar la me- como: la voluntariedad (maniobra delibera-
dicina paliativa. El Dr. Porta señala que el de- da) de la acción de sedar por parte del equi-
sarrollo científico general de los últimos 50 po, el consentimiento del paciente y el no
años y en particular de la medicina, junto con disponer de otras posibilidades terapéuticas.
una situación social globalmente más justa, La sedación está indicada en aquellas si-
ha contribuido a que vivamos posiblemente tuaciones de sufrimiento evidente e incontro-
la mejor época de la historia de la humanidad lable. Las causas más frecuentes invocadas
(al menos para los nacidos en el primer mun- por los equipos son la disnea, el dolor y el
do). Esta magnificencia y esplendor ha pro- delirio, dicho de otra manera, en aquellas si-
ducido un cierto deslumbramiento ante los as- tuaciones de sufrimiento evidente e incontro-
pectos íntimos de la vida y la muerte. La indi- lable, lo que se define como síntoma refracta-
gencia humana se ha maquillado con epise- rio. La pregunta que aquí se impone es la si-
guridades. Aseguramos el hogar, el coche, el guiente: ¿es realmente inaliviable el síntoma?

22
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

A propósito de la sedación en cuidados nasia; esta forma de medicina, como modelo


paliativos, los autores que han publicado sus de atención en salud, posee además un poten-
series reconocen que la sedación es utiliza- cial innovador, capaz de conducir la medici-
da en aproximadamente 1 de cada 5 pacien- na contemporánea a un cambio de paradig-
tes en los últimos días de vida, pero no hay ma: desde una medicina dominada por la ló-
información en la literatura sobre el proceso gica del “imperativo tecnológico” hacia una
que lleva a tomar esta decisión. Tampoco se medicina verdaderamente personalista.
da cuenta de la sedación intermitente y del Las estadísticas actualmente disponibles
consentimiento del paciente y la familia. en Holanda, primer país en despenalizar la
En el caso de los cuidados paliativos el práctica de la eutanasia, muestran que des-
uso de la sedación plantea de manera parti- pués de una primera etapa en la que el res-
cularmente aguda el problema de la inten- peto por la autonomía del paciente se consi-
cionalidad y el resultado. La reflexión ética dera una condición justificante para acabar
consistente en saber a quién se beneficia con con la vida de las personas que lo solicitan,
la sedación es válida puesto que la pregunta viene una segunda etapa en la que la realiza-
sobre el beneficio del paciente y la familia ción de estas prácticas se extiende a situa-
se encuentra siempre planteada. El equipo ciones en las que ya no es el paciente el que
debe tener presente el beneficio del paciente las pide, sino que la iniciativa viene de la
y velar por que los intereses de la familia familia o de los mismos profesionales de la
sean escuchados y atendidos, puesto que es salud, que consideran que se está ante una
su responsabilidad tomar la determinación condición de vida no digna. De este modo,
sobre la sedación y no pasarla a una familia en los debates médicos y jurídicos ya no se
atenazada por el dolor y la incertidumbre. discute tanto sobre el carácter lícito o ilícito
Conviene no olvidar que somos moral- de la eutanasia, sino más bien sobre su ma-
mente responsables no tanto del resultado (la yor o menor conveniencia en casos concre-
muerte) sino que del proceso que nos ha lle- tos, sobre las normas que deberían regular
vado a tomar la decisión de sedación. Es en su aplicación y sobre su mayor o menor acep-
este proceso de toma de decisiones que la tación social y política, poniendo en eviden-
consideración de todos los aspectos impli- cia la conveniencia de evaluar la eutanasia
cados permitirá que una decisión sea en términos de un cálculo costo/beneficio.
éticamente buena o mala. Ciertos defensores de una determinada in-
La Dra. Paulina Taboada, en su texto so- terpretación del derecho a una muerte digna
bre El derecho a morir con dignidad, abor- postulan implícitamente la idea que la liber-
da la significación cultural y social que se tad frente a la muerte es posible, que ésta no
tiene a propósito del morir con dignidad, lo podría ser considerada como un fenómeno
que en el caso de muchos autores incluye el puramente pasivo, respecto del cual somos
derecho a disponer de la propia vida median- impotentes. Sin embargo, es evidente que el
te la eutanasia. Esta última en determinadas morir no cae en el ámbito de nuestra libertad:
circunstancias podría confundirse con un inevitablemente cada uno de nosotros mori-
acto de compasión (beneficencia) y negarse rá. Por tanto, con relación a nuestra propia
a su realización podría suponer una forma muerte, lo único que podría estar sujeto a la
de maleficencia. libertad es la actitud que adoptemos ante ella.
La medicina paliativa, respecto del dere- Es constatable en el caso holandés, que
cho a morir con dignidad, aparece como una disponer de una salida “fácil” ante situacio-
alternativa a las diferentes interpretaciones que nes difíciles, disminuye la creatividad de los
terminan por legitimar la práctica de la euta- médicos para buscar nuevas soluciones a la

23
Presentación - S. Zorrilla

problemática planteada por los pacientes en ción total del hombre con el mundo. En el
la etapa final de su vida, dificultando al mis- marco de la psiquiatría el dolor como sínto-
mo tiempo la comprensión del verdadero pa- ma es la pantalla donde se dibuja la búsque-
pel de la libertad personal frente a la muerte. da obstinada de amor y reconocimiento. En
La medicina paliativa puede representar la actualidad es común la presencia de indi-
un profundo cambio en la cultura médica viduos que han sufrido un accidente laboral
contemporánea, en la medida que se respe- y que persisten con dolores más allá de la
ten la importancia y la relevancia de a lo convicción clínica de que no tienen nada or-
menos cinco principios éticos presentes en gánico comprometido. Son “paranoias del
el morir, tales como; el principio de veraci- cuerpo”, como las definió Roa.
dad; el principio de proporcionalidad tera- El dolor es múltiple, garantía de una rei-
péutica; el principio del doble efecto en el vindicación, sustituto de amor para paliar la
manejo del dolor y la supresión de la con- ausencia, modo de expiación, medio de pre-
ciencia; el principio de prevención; y, el prin- sión. En la medida en que el cuerpo y el dolor
cipio de no-abandono. no escapan a la construcción social y cultural
El Dr. Reinaldo Bustos en Elementos para es constatable la eficacia simbólica del efecto
una antropología del dolor: el aporte de Da- placebo, como prueba que la realidad corpo-
vid Le Breton, aborda la relación entre dolor y ral se enraíza en el corazón de un mundo sim-
antropología, partiendo del enunciado, que se bólico y cultural. En realidad el placebo se
sostiene en una serie de trabajos sociológicos, localiza en el centro del vínculo social, donde
que existe una probada influencia de la cultura el dolor es una caja de resonancia de signifi-
en la percepción y manifestación del dolor. La caciones personales y sociales.
determinación cultural del dolor no impide afir- La relación del dolor y del sufrimiento
mar al mismo tiempo que la experiencia del con la cultura se expresa también en la “bús-
dolor es siempre singular. El umbral de sensi- queda” de la cultura para conferir un sentido
bilidad de cada individuo es diferente. a estas experiencias colectivas y singulares.
La anatomía o la fisiología, frente a la in- Ello explica lo que afirma el Dr. Bustos cuan-
fluencia cultural y a la singularidad de la ex- do señala que el dolor se construye social-
periencia del dolor, no poseen la capacidad mente y se ritualiza socialmente.
de explicar las diferencias o variaciones cul- La modernidad en la medida que conci-
turales, sociales, personales o de circunstan- be el dolor sólo como un anacronismo y
cias que afectan a un individuo con ocasión vehicula la fantasía de su supresión total
de un acontecimiento doloroso. El dolor es el induce de forma imperceptible una indife-
producto de un contexto y se encuentra ínti- rencia por la vida.
mamente relacionado con la socialización. De Finalmente, el Dr. Otto Dorr Zegers, en su
hecho la investigación contemporánea, pro- texto La muerte y el suicido en la poesía de R.
ducto de la colaboración entre médicos y cien- M. Rilke aborda la temática del suicidio, el cual
tíficos sociales, hace justicia a la compleji- se comprende como la interrupción violenta del
dad del fenómeno doloroso mostrando que proceso natural que es el morir. La muerte es
entre el estímulo que lo provoca y el dolor el fin de la vida, pero no al modo de un termi-
experimentado existen numerosos filtros, que nar cualquiera, como termina un camino o una
disminuyen o acentúan su intensidad. melodía, por cuanto la muerte pertenece a la
El dolor induce en cada sujeto una meta- vida. No hay vida sin muerte, porque ésta nos
morfosis, explicita la impotencia y la fragi- da, entre otras cosas, la posibilidad del tiempo.
lidad, no sólo altera la relación con el cuer-
po sino que termina contaminando la rela-

24
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Rilke aborda esta temática por medio de en este mundo, pero al mismo tiempo, como
poemas y elegías. A través de éstas se mani- lo que le da sentido. En el libro “Cartas a
fiesta la idea que nuestra “misión” de huma- una amiga veneciana” Rilke afirma: “Hay
nos es salvar las cosas gracias a las palabras, que aprender a morir. En eso consiste la vida,
dándoles un sentido, eternizándolas. El poe- en preparar con tiempo la obra maestra de
ta considera que lo único que podemos lle- una muerte noble y suprema, una muerte en
varnos al más allá es un extraño equipaje sólo la que el azar no tome parte, una muerte con-
compuesto por dos elementos: el sufrimien- sumada, feliz y entusiasta, como sólo los
to y el amor. santos supieron concebirla...”
El suicido perturba profundamente a Rilke El Dr. Otto Dorr termina afirmando que
puesto que significa desconocer el valor del la lucidez del poeta puede ayudar a los mé-
sufrimiento y del amor, más aún, implica des- dicos que deben asistir a los enfermos ter-
conocer la permanente posibilidad de alegría minales, puesto que, aun cuando todavía no
que se esconde detrás del dolor. En el momen- seamos “terminales”, desde que fuimos cons-
to menos pensado el sufrimiento se invierte, cientes de lo que significa nuestra profesión
dando paso al consuelo y aun a la felicidad. hemos tenido que acostumbrarnos a la idea
El fin de la vida es la muerte en un doble de que pertenece esencialmente a nuestra
sentido: como término de nuestra existencia condición humana el vivir desahuciados.

25
MEDICINA PALIATIVA: FILOSOFÍA Y
CONSIDERACIONES ÉTICAS

Robert Twycross, DM FRCP FRCR


Macmillan Clinical Reader in Palliative Medicine, Oxford University, U.K.

Correspondencia: Dr. Robert Twycross, M.D. The Oxford International Centre for
Palliative Care, Churchil Hospital, Oxford, OX 3 7LJ, UK. Fax: (44-1865) 225599
e-mail: rob.twycross@st-peters.oxford.ac.uk
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

MEDICINA PALIATIVA: FILOSOFÍA Y


CONSIDERACIONES ÉTICAS*

Robert Twycross

Resumen Resumo
Después de resumir el origen histórico y el Após resumir a origem histórica e o
desarrollo que tuvieron los antiguos hospicios, desenvolvimento que tiveram os antigos
el autor analiza la filosofía que ha inspirado a hospitais, o autor analisa a filosofia que
la Medicina Paliativa desde sus inicios hasta inspirou a Medicina Paliativa, desde seus
nuestros días en las diferentes partes del mun- primórdios até nossos dias em diferentes par-
do. La aparente paradoja que supone encon- tes do mundo. O aparente paradoxo que per-
trar vida y alegría en medio de la muerte y del siste ao tentar-se encontrar vida e alegria na
sufrimiento se explica por el ethos peculiar que morte e no sofrimento explica o ethos parti-
orienta el trabajo en equipo, un ethos fundado cular que orienta o trabalho em equipe, um
en la compasión humana práctica. A pesar de ethos fundado na prática da compaixão hu-
enfatizar que la ética de la Medicina Paliativa mana. Apesar de enfatizar que a ética de Me-
no es otra que la de la medicina en general, el dicina Paliativa não é outra que não a da
autor se detiene a analizar algunos de los dile- própria medicina, o autor detem-se na análise
mas éticos más relevantes en el acompañamien- de alguns dilemas éticos relevantes no
to a los pacientes moribundos, como son la co- acompanhamento de pacientes moribundos,
municación de la verdad, la identificación de quais sejam: a comunicação da verdade, a
las terapias apropiadas, el suministro de nutri- idenficação de tratamentos adequados, o
ción e hidratación y el debate en torno a la eu- oferecimento de nutrição e hidratação. Levan-
tanasia y el suicidio médicamente asistido. El ta, também, o debate em torno da eutanásia e
hilo conductor del trabajo es la necesidad de do suicídio assistido. O fio condutor do
brindar a los pacientes terminales un acompa- trabalho prende-se à necessidade de propor-
ñamiento profesional interdisciplinario, alta- cionar aos pacientes terminais um
mente calificado y personalizado, que tome en acompanhamento profissional interdisciplinar
cuenta la totalidad de las dimensiones tanto del qualificado e personalizado e que leve em
paciente como de su familia. conta a totalidade das dimensões humanas do
paciente e de seus familiares.
PALABRAS-CLAVE: Medicina
Paliativa; Muerte y moribundos; Actitudes
sociales hacia la muerte; Atención a
moribundos; Enfermo terminal; Final de
la vida; Eutanasia; Bioética.

*
Texto traducido del inglés por la Dra. Paulina Taboada,
Centro de Bioética, P. Universidad Católica de Chile.

29
Medicina Paliativa: Filosofía y Consideraciones Éticas - R. Twycross

Abstract Résumé
After summarizing the historical back- Après avoir résumé l’origine historique et
ground and development of former hospices, le développement des hospices anciens,
the author analyses the philosophy that has l’auteur analyse la philosophie qu’inspire la
inspired Palliative Medicine from its selfsame Médicine Palliative, depuis ses origines
origins up to the present in different countries jusqu´à nos jours et ce dans les différents
in the world. The apparent paradox that parties du monde. L’apparent paradoxe que
supposes to find life and joy amidst death and consiste à trouver la vie et la joie au milieu de
suffering explains the peculiar ethos that guides la mort et de la souffrance, est expliquée par
teamwork, an ethos grounded on practical l’ ethos particulier que guide le travail en equi-
humane compassion. Despite emphasizing that pe, un ethos fondé sur la compasion humaine
Palliative Medicine ethics is not different from pratique. L’auteur, en dépit de souligner que
the one of general medicine, the writer pauses l’éthique de la Médicine Palliative n’est pas
to consider some of the most relevant ethical différente de celle de la médicine en générale,
dilemmas related to accompaniment of dying analyse quelques uns des dilemmes éthiques
patients, such as truth disclosure, identification le plus importants dans l’accompagnement
of appropriate treatments, nutrition and des patients moribons, tels que la
hydration supply, and the debate on euthanasia communication de la vérité, l’identification
and physician assisted suicide. The connecting des thérapies adéquates, la nutrition et
theme of the work is the necessity of providing l’hydratation et le débat à propos de
terminal patients with an interdisciplinary l’euthanasie et du suicide médicalement
professional accompaniment —highly assisté. Le fil conducteur du travail est le
qualified and personalized— intended to besoin de donner aux patients en phase
consider the totality of patients’ and families’ terminale un accompagnement personalisé et
human dimensions. multidisciplinaire de la part des professionels
KEY-WORDS: Palliative Medicine; hautement qualifié, qui tiennent compte de la
Death and dying; Social attitudes towards totalité des dimensions impliquées, aussi bien
death; Care for dying; terminally ill; End- du patient que de la famille.
of-life; Euthanasia; Bioethics. MOTS CLÉS: Médicine Palliative; Mort
et Moribons; Attitudes sociales envers la
mort; Assistance aux moribonds; Malade ter-
minal; Fin de la vie; Euthanasie; Bioéthique.

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Introducción Filosofía de los cuidados paliativos


La Medicina Paliativa es la atención ac- La Medicina Paliativa se ha desarrolla-
tiva y total a los pacientes y a sus familias, do, en gran parte, como resultado de la vi-
por parte de un equipo multiprofesional, sión e inspiración inicial de Dame Cicely
cuando la enfermedad ya no responde a tra- Saunders, fundadora del Hospicio St.
tamientos curativos y la expectativa de vida Christopher en Londres, en 1967. Hace si-
es relativamente corta. La palabra “paliati- glos, “hospicio” significaba lugar de reposo
va” deriva del vocablo latino pallium, que para viajeros o peregrinos. La palabra sobre-
significa manta o cubierta. Así, cuando la vivió en conexión con hospitales conventua-
causa no puede ser curada, los síntomas son les o asilos. A Dame Cicely le atrajo este
“tapados” o “cubiertos” con tratamientos nombre pues quería proveer un tipo de aten-
específicos, como por ejemplo, analgésicos ción que combinara las habilidades de un
y antieméticos. Sin embargo, la Medicina hospital con la hospitalidad reposada y el
Paliativa es mucho más amplia y profunda calor de un hogar. En un hospicio, el centro
que la mera “sintomatología”. El término de interés se desplaza desde la enfermedad
implica un enfoque holístico que considera hacia el paciente y su familia; desde el pro-
no sólo las molestias físicas, sino también ceso patológico, hacia la persona.
las preocupaciones psicológicas, sociales y Los pacientes con enfermedades termi-
espirituales. Sus principales objetivos son: nales frecuentemente necesitan más atención
que aquellos cuya enfermedad es curable.
• Aliviar el dolor y los otros síntomas mo- Así, la Medicina Paliativa ofrece un “cuida-
lestos que presentan los pacientes; do terminal intensivo”. Requiere de habili-
dades profesionales de alto nivel y de un
• Atender psicológica y espiritualmente a
cuidado experto, individualizado para cada
los pacientes para que puedan aceptar su
paciente, atento a los detalles y sensible, que
propia muerte y prepararse para ella en
consume mucho tiempo. La Medicina Palia-
la forma más completa posible;
tiva es distinta de la geriatría y a la atención
• Ofrecer un sistema de apoyo que ayude a de pacientes crónicos, dos especialidades con
los pacientes a llevar una vida lo más ac- las que frecuentemente se la compara:
tiva y creativa posible hasta que sobre-
venga la muerte, promoviendo de este “contiene muchas de las gratificaciones
modo su autonomía, su integridad perso- de la cirugía, pues opera en el contexto
nal y su autoestima; de intervención de crisis; de la medicina
interna, pues invita a la fina titulación de
• Brindar un sistema de apoyo que ayude a
los esquemas terapéuticos para síntomas
las familias a afrontar la enfermedad del pa-
molestos; de la psiquiatría, pues trata con
ciente y a sobrellevar el período de duelo.
ansiosos, deprimidos y deudos”i.
La Medicina Paliativa se desarrolló como
La Medicina Paliativa afirma la vida y una reacción frente a la medicina moderna
reconoce que el morir es un proceso normal. altamente tecnificada. Halina Bortnowska —
No busca ni acelerar ni posponer la muerte. una filósofa polaca, escritora y voluntaria en
No está dominada por la “tiranía de la cura- un hospicio— ha contrastado el ethos de la
ción”, y se opone también firmemente a la
eutanasia.
i
Esta y las siguientes citas corresponden a una tra-
ducción propia (P.T.) de la cita original en inglés
(nota de la traductora).

31
Medicina Paliativa: Filosofía y Consideraciones Éticas - R. Twycross

curación con el ethos de la atenciónii. Esta Orígenes


escritora define ethos como “una constelación
a) Hospicios medievales
de valores sostenidos por la gente”. El ethos
de la curación incluye las virtudes militares El origen de los hospicios se remonta a
del combate: no darse por vencido y perseve- Fabiola, matrona romana que en el siglo IV
rancia; contiene necesariamente también algo abrió su casa para los necesitados, practican-
de dureza. El ethos de la atención, en cambio, do así las “obras de misericordia” cristianas:
tiene como valor central la dignidad humana, alimentar a los hambrientos y sedientos, vi-
enfatizando la solidaridad entre el paciente y sitar a los enfermos y prisioneros, vestir a
los profesionales de la salud, una actitud que los desnudos, acoger a los extraños. En ese
resulta en una “compasión efectiva”. En el tiempo, la palabra “hospicio” significaba tan-
ethos de la curación “el médico es el gene- to anfitrión, como huésped; “hospitium” in-
ral”, mientras que en el de la atención “el pa- cluía tanto el lugar donde se daba hospitali-
ciente es el soberano”. Es importante otorgar dad, como la relación que resultara de ello.
al paciente el poder de decidir lo más posible, Este énfasis es central para la Medicina Pa-
mientras sea posible. liativa hasta el día de hoy. Más tarde, la Igle-
Así, la Medicina Paliativa busca evitar sia procuró llevar la carga del cuidado de los
que los últimos días se conviertan en días pobres y de los enfermos, hecho que conti-
perdidosiii, ofreciendo un tipo de atención nuó hasta la Edad Media. En Gran Bretaña
apropiada a las necesidades del moribundo. esto tuvo un término abrupto con la disolu-
A pesar de haber sido descrita como “de baja ción de los monasterios en el siglo XVI. Nin-
tecnología y alto contacto”, la Medicina Pa- guno de los primitivos hospicios se inició
liativa no se opone intrínsecamente a la tec- específicamente con el fin de atender a los
nología de la medicina moderna, pero busca moribundos; sin embargo, ellos invitaban a
asegurar que sea el amor y no la ciencia la la gente a quedarse mientras necesitara ayu-
fuerza que oriente la atención al paciente. Las da, incluyendo así a los moribundos. Des-
investigaciones y los tratamientos de alta tec- pués de la disolución muchas personas tie-
nología sólo se utilizan cuando sus benefi- nen que haber muerto en su casa en gran
cios superan claramente las posibles cargas. pobreza y disconfort.
La ciencia se utiliza al servicio del amor y
no viceversa. La Medicina Paliativa es un b) Hospicios para moribundos
intento por restablecer el rol tradicional de
médicos y enfermeras: “curar a veces, ali- El primer hospicio fundado específica-
viar frecuentemente, confortar siempre”. mente para moribundos es probablemente el
de Lyon, en 1842. Después de visitar pacien-
tes cancerosos que morían en sus casas,
Madame Jeanne Garnier abrió lo que ella lla-
mó un hospicio y un Calvario. Continuó
abriendo muchos otros, la mayoría de los
cuales aún existen. En Gran Bretaña, el re-
ii
El autor utiliza aquí un juego de palabras en in-
nacimiento de esta palabra ocurrió en 1905,
glés, que no es posible conservar en la traducción con el hospicio St. Joseph de las Hermanas
al castellano: “... contrasted the ethos of cure with de la Caridad, en Hackney. Su fundadora, la
the ethos of care...” (nota de la traductora). Madre Mary Aikenhead, había abierto ante-
iii
El texto inglés introduce aquí un juego de pala- riormente un hospicio para moribundos en
bras que no es posible conservar en la traducción
Dublín en 1879, pero al parecer no hubo nin-
al castellano: “...to prevent last days becoming lost
days ...” (nota de la traductora). guna conexión entre ella y Madame Garnier.

32
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

En ese mismo período se abrieron en Lon- mente morfina y diapomorfina— para ali-
dres otros hogares, incluyendo el hospicio viar el dolor severo relacionado al cáncer.
St. Columba, en 1885, el Hostal de Dios, en Para la antigua graduada en inglés de Oxford,
1892, y el St. Luke‘s Home para pobres mo- fue necesario estudiar ciencias e ingresar a
ribundos, en 1893. la escuela de Medicina. Después de recibir-
El St. Luke’s Home fue el único fundado se, Dr. Saunders se convirtió en la primera
por un médico, el Dr. Howard Barret. De doctora de tiempo completo que trabajó en
todos estos hogares, el del Dr. Barret era, en el hospicio St. Joseph, donde introdujo el uso
principio, el más similar a los “hospicios regular de analgésicos orales a horarios en
modernos”, lleno de un interés particular y vez del uso de inyecciones a demanda (o
personal por los pacientes. El Dr. Barret dejó PRN). También desarrolló otros aspectos del
una serie de Reportes Anuales, en los que manejo de síntomas y comenzó a planear su
escribe no de “los pobres” o de “los mori- propio hospicio.
bundos” en general, sino de personas indivi- El hospicio St. Christopher se abrió en
duales y de sus desoladas familias, que que- 1967, al sur de Londres, con 54 camas y aco-
daban en la casa sin apoyo. Posteriormente, modación adicional para 16 personas ancia-
en 1911, Douglas Macmillan, un empleado nas frágiles. Atrajo mucho interés desde el
civil, fundó la National Society for Cancer exterior y pronto se convirtió en el punto de
Relief, que concede donaciones económicas encuentro para un movimiento de protesta
a familias de pacientes cancerosos moribun- que anhelaba un mejor trato para los mori-
dos en sus casas, permitiéndoles acceder a bundos, rechazados por un sistema de salud
ciertas medidas de confort extra como fra- que a mediados del siglo XX se había deja-
zadas, calefactores y comida. do seducir progresivamente por el glamour
de las terapias curativas y el resplandor de la
alta tecnología.
c) Hospicio St. Christopher
Quizás el siguiente evento con más sig-
d) Evolución posterior
nificado fue el creciente interés de una asis-
tente social en las necesidades de los pacien- Debido a que la gente con SIDA tiene fre-
tes moribundos del hospital St. Thomas, en cuentemente necesidades físicas y no-físicas
Londres. Su nombre era Cicely Saunders y diferentes, en muchas ciudades se han esta-
su interés había sido gatillado en 1948 por blecido servicios de cuidados paliativos se-
su encuentro con David Tasma, un judío re- parados para ellos. Sin embargo, en la ma-
fugiado de Polonia que estaba muriendo de yoría de los establecimientos la atención de
cáncer. Juntos habían discutido sobre el tipo los pacientes con SIDA se realiza junto a los
de institución que mejor podría satisfacer sus pacientes con cáncer. Un número creciente
necesidades. Además del alivio del dolor, él de hospicios está atendiendo también a pa-
quería la “cercanía de alguien que lo consi- cientes en estadios terminales de enferme-
derara como persona”. Este paciente le dejó dades respiratorias, cardíacas y renales, a
a Cicely la suma de 500 libras esterlinas en pesar de que los números son todavía relati-
herencia “para ser una ventana en tu hogar”. vamente pequeños.
El camino desde 1948 a 1967 fue largo y Desde mediados de 1980 se han estable-
duro. Cicely Saunders trabajó por las tardes cido varios hospicios para niños. El primero
como enfermera voluntaria en el St. Lukes de ellos fue la Helen House, situada en el
Home durante 7 años. Mientras estaba allí, terreno de un convento de Oxford. Se cons-
aprendió el valor de utilizar opioides fuertes truyó como resultado del entusiasmo y com-
por vía oral en esquema horario —especial- promiso de la Hermana Francisca Domini-

33
Medicina Paliativa: Filosofía y Consideraciones Éticas - R. Twycross

ca, entonces Madre Superiora de la Orden. la mayoría de los hospicios proveen solamen-
Los hospicios de niños son muy distintos a te apoyo para la atención domiciliaria. Ade-
los de adultos. Generalmente tienen sólo más, mientras que el director médico de un
ocho camas y mayores facilidades para los hospicio en Inglaterra es generalmente un
miembros de la familia. Muchos de los ni- médico de jornada completa (o casi comple-
ños tienen enfermedades neurológicas ta), en Estados Unidos el director médico ha-
degenerativas, frecuentemente asociadas a bitualmente tiene una jornada parcial y al-
alteraciones metabólicas congénitas. La ma- gunas veces meramente nominal. De hecho,
yoría de las internaciones están destinadas a el ethos del movimiento hospice en Estados
conceder un descanso a la familia y se repi- Unidos fue inicialmente y durante muchos
ten a intervalos regulares cada 2 a 3 meses, años prevalentemente anti-médico. A fines
durante algunos o incluso muchos años. El de los ‘70 y comienzos de los ‘80, el movi-
número de defunciones por año es relativa- miento hospice en los Estados Unidos era
mente pequeño. En contraste con los adul- una organización popular, comunitaria, diri-
tos, los niños con leucemia o con cáncer que gida por voluntarios y enfermeras, que con
no se curan son mantenidos en los servicios frecuencia desincentivaban o limitaban la
especializados (pediatría) de los grandes participación de los médicos.
hospitales, ofreciendo una atención extendi- Esta reacción inicial se debió parcialmen-
da a la casa cuando se desea y siempre que te a que las enfermeras fueron más rápidas
sea posible. en captar la visión de los hospicios y tam-
La Asociación de Medicina Paliativa de bién en parte a que el cuerpo médico adoptó
Gran Bretaña e Irlanda se formó en 1985 y generalmente una postura contraria. En los
dos años más tarde el Reino Unido se con- Estados Unidos, la atención de salud se basa
virtió en el primer país en reconocer la Me- mayoritariamente en empresas aseguradoras,
dicina Paliativa como especialidad médica. existiendo un considerable desincentivo eco-
Todas las escuelas de enfermería y medicina nómico tanto para los médicos como para
del Reino Unido incluyen los cuidados pa- los hospitales, ya que inicialmente la aten-
liativos como parte de su currículo. También ción en hospicios no era cubierta por los se-
se han establecido programas de postgrado guros. Esto significaba que ofrecer cuidados
en cuidados paliativos, que incluyen varios paliativos a un paciente suponía una pérdida
diplomados y cursos conducentes a grados de ingresos para los médicos y para los hos-
académicos. pitales cuando el paciente necesitaba ser in-
ternado. A pesar de que en la actualidad los
cuidados paliativos son por ley un compo-
Desarrollo internacional
nente de los programas de las aseguradoras
a) Estados Unidos de Norteamérica de salud, las antiguas actitudes y prejuicios
La influencia de Cicely Saunders se ex- aún persisten. Parte de la reticencia de los
tendió progresivamente a otros países y su médicos americanos para aceptar la Medici-
“llama” fue tomada y llevada a la práctica na Paliativa parece venir de la reticencia que
por un ejército de entusiastas de segunda y tiene la American Medical Asociation a re-
tercera generación. Inevitable, pero acerta- conocer los logros realizados por el movi-
damente, lo que se ha desarrollado ha sido miento hospice en Estados Unidos durante
con frecuencia sustancialmente distinto del los últimos 20 años. En la actualidad, cerca
modelo británico. En Estados Unidos, a pe- de 2000 hospicios están afiliados a la
sar del desarrollo temprano de un servicio American National Hospice Organization.
de internación en el hospicio de Connecticut,

34
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

b) Polonia trar la respuesta. Muchos países han funda-


do asociaciones nacionales multiprofesio-
En Polonia, en cambio, la Medicina Pa-
nales de Medicina Paliativa. Existe, además,
liativa floreció a comienzos de 1980 con la
una asociación nórdica y otra europea de
prohibición de la unión obrera Solidaridad
Medicina Paliativa.
por parte del gobierno comunista de esa épo-
ca. Los doctores de las academias médicas
que se hacían miembros de Solidaridad eran d) La Organización Mundial de la Salud
removidos de sus cargos y obligados a tra-
Desde mediados de los 80, otro lobby
bajar en hospitales estatales de menor pres-
poderoso para la Medicina Paliativa ha sido
tigio. En Gdansk, cuna de Solidaridad, mu-
la Organización Mundial de la Salud (OMS).
chos de estos doctores decidieron desarro-
Bajo el visionario liderazgo del Dr. Jan
llar un programa de hospicios bajo la pro-
Stjernsward, la Unidad de Cáncer de la OMS
tección de la Iglesia Católica, como una for-
ha llevado a cabo una campaña estimulando
ma de manifestar su oposición al gobierno.
a los países a desarrollar programas exhaus-
En éstas y en otras organizaciones volun- tivos de control del cáncer, que incluyen:
tarias similares los médicos desempeñaban
la mayoría de los roles. De este modo, los
médicos paliativistas polacos eran original- • Prevención
mente algo así como un combinación entre • Detección precoz y tratamiento curativo
un médico general sustituto y una enferme- • Alivio del dolor y Cuidados Paliativos.
ra especializada en cuidados paliativos. En
la actualidad existen en Polonia muchos gru-
La publicación de Alivio del Dolor en
pos de paliativos y algunos servicios de in-
Cáncer, en 1986 (Organización Mundial de
ternación hospitalaria. Sin embargo, para los
la Salud, 1986), ha sido un catalizador im-
médicos se trata aún de un servicio volunta-
portante en este sentido. Este libro, que in-
rio en la mayoría de los casos, debiendo ga-
corpora el método de la OMS para el alivio
nar su sustento mediante su especialidad bá-
del dolor relacionado con cáncer, es la se-
sica y trabajando horas extraordinarias en los
gunda publicación más traducida de la OMS.
hospicios.
Además del inglés, está disponible en 19
otras lenguas: árabe, brasilero, búlgaro, chi-
c) Una red en expansión no, croata, checo, francés, alemán, guajiri,
En otros países, el desarrollo de la Me- hindú, húngaro, italiano, japonés, portugués,
dicina Paliativa ha reflejado también las ne- ruso, español, tailandés, turco y vietnamés.
cesidades, oportunidades y recursos loca- Esta publicación, con más de un cuarto de
les. En algunos países, la Medicina Paliati- millón de copias vendidas y distribuidas, re-
va es, en mayor o menor grado, una copia fleja una creciente conciencia del problema
del modelo británico (p. ej. Canadá, Aus- del dolor en cáncer. El método de la OMS
tralia, Nueva Zelandia); en otros, refleja más enfatiza que un pequeño número de drogas
el modelo americano y polaco. En todas relativamente baratas, incluyendo la morfi-
partes se ha encontrado con la resistencia na, son los principales apoyos para el mane-
inicial de los oncólogos y con la indiferen- jo del dolor en cáncer. Pruebas en terreno
cia de los estamentos médicos. Las razones han demostrado la eficacia de estas orienta-
para ello son debatibles, pero el contraste ciones en la mayoría de los pacientes con
entre el ethos de la curación y el ethos de la cáncer. El método original de la OMS ha sido
atención planteado por Halina Bortnowska actualizado y publicado en la segunda edi-
probablemente ofrece la clave para encon- ción de Alivio del Dolor en Cáncer.

35
Medicina Paliativa: Filosofía y Consideraciones Éticas - R. Twycross

Estrategia general tes que se benefician de tratamientos palia-


tivos y de cuidados paliativos simultánea-
En la práctica, la mayoría de los pacien-
mente. En estos casos, lo adecuado es ofre-
tes tratados en hospicios o por equipos de
cer un paquete de cuidados compartidos,
cuidados paliativos tiene cáncer. La Medi-
involucrando tanto al equipo de oncología
cina Paliativa es parte de un enfoque glo-
como al de Medicina Paliativa.
bal para el control del cáncer. El tratamien-
to curativo mediante cirugía, radioterapia
y/o quimioterapia frecuentemente tiene que Una paradoja
ser agresivo (“radical”) si se quiere que sea
Aquellos que visitan un hospicio por pri-
exitoso. Este tipo de tratamiento se justifi-
mera vez frecuentemente comentan que no
ca solamente:
es el lugar oscuro y deprimente que habían
imaginado. Encuentran, en cambio, un lu-
• Cuando la curación es posible; gar que irradia vida e incluso alegría. Es un
• Cuando hay una posibilidad realista de descubrimiento que resulta extraño: vida y
prolongar la sobrevida; alegría en medio de la muerte y la angustia.
Sin embargo, es quizás precisamente en esta
• En ensayos clínicos sobre un método de tra-
paradoja donde reside el “secreto” de la
tamiento nuevo, potencialmente efectivo.
Medicina Paliativa.
Procurar crear (artificialmente) una pa-
La decisión de limitar la terapia curativa radoja de esta naturaleza es probablemente
y ofrecer cuidados paliativos es una decisión imposible. Irradiar vida y alegría en medio
crucial; los intentos por curar lo incurable de la muerte y de la angustia es el resultado
no van en el mejor interés del paciente que final de realizar actividades muy a ras de tie-
realmente necesita cuidados paliativos. rra, que tiene su origen en una compasión
Incluso, el tratamiento anti-canceroso no humana práctica, como son los cuidados de
radical (llamado tratamiento paliativo) no enfermería, el manejo de los síntomas y el
debería ofrecerse a menos que exista una apoyo psicológico. Esto es, a su vez, pro-
posibilidad real de que las cargas físicas, ducto de una actitud de respeto por el pa-
psicológicas y financieras del tratamiento ciente y de una actividad corporativa en la
sean sobrepasadas por los potenciales bene- que el individualismo es balanceado por el
ficios que ella ofrece al paciente. Desde el trabajo en equipo y viceversa. La “casa del
punto de vista del paciente, prolongar la vida hospicio” (Fig. 1) es una buena imagen para
por unas semanas o meses, generalmente no expresar esto, con sus piedras angulares de
es una justificación adecuada para iniciar una aceptación (“pase lo que pase no te abando-
terapia cuyo costo será una calidad de vida naré”) y de afirmación (“puedes estar mu-
marcadamente reducida durante la mayor riendo, pero tú eres importante para noso-
parte del tiempo extra, a causa de los efectos tros”). El cemento que mantiene unidos los
adversos o de la ruina económica inducida distintos componentes de la casa está dado
por los gastos incurridos. En la mayoría de por la esperanza, la apertura y la honestidad.
los países desarrollados, a pesar de que la Cuidar de los moribundos no es fácil. Un
sobrevida general del cáncer a cinco años médico lo describió como “extremadamente
plazo excede el 50%, cerca del 70% de to- doloroso pero muy recompensante”. Es difí-
dos los pacientes con cáncer aún necesita, cil pero, paradójicamente, con frecuencia tie-
tarde o temprano, cuidados paliativos. En ne una nota positiva, no sólo para los profe-
países en vías de desarrollo la cifra alcanza sionales de la salud. Después de la muerte de
el 90%. En la práctica, hay algunos pacien- su mujer, un periodista escribió lo siguiente:

36
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

“Por supuesto que un cáncer terminal es un compromiso previo de apertura y hones-


inefablemente horrible. Este aspecto no ne- tidad. Por tanto, para muchos médicos el pri-
cesita ser enfatizado. Sin embargo, la ben- mer desafío ético es el equiparse a sí mis-
dición que es corolario de ese horror re- mos de buenas habilidades de comunicación
sulta más difícil de imaginar... Yo creo que y de sensibilidad. Afortunadamente, la con-
mi esposa supo más de nuestro amor y no- ciencia de esta necesidad ha ido creciendo,
sotros más del suyo durante esos meses pero la carencia global de entrenamiento en
espantosos, que en cualquier otro tiempo... este campo es algo aún muy difundido.
El sufrimiento de una enfermedad larga y
terminal no es un desperdicio. Nada que
a) Tratamiento apropiado
pueda crear esa ternura puede ser un des-
perdicio. Como destructor, al cáncer no le Los médicos tienen una responsabilidad
gana nadie. Pero también es un sanador; dual, a saber: preservar la vida y aliviar el
un agente de sanación”. sufrimiento. Sin embargo, hacia el final de
Un paciente moribundo con una enferme- la vida el alivio del sufrimiento adquiere una
dad de motoneurona (parálisis) llamaba a la importancia mayor en la medida en que la
enfermedad terminal “enfermedad del en- preservación de la vida se hace progresiva-
cuentro”. Después de varias semanas hospi- mente imposible. Parte del arte de la medi-
talizado en el hospicio St. Cristopher dijo: cina es decidir cuándo el soporte vital es
“Lo he visto una y otra vez: paciente y fami- esencialmente inútil y, por tanto, cuándo se
lia; paciente y paciente; paciente y equipo debe permitir que sobrevenga la muerte sin
médico… enfermedad del encuentro”. mayores impedimentos. Un médico no está
obligado ni legal ni éticamente a preservar
la vida “a toda costa”. La vida debe ser sos-
Ética de la medicina paliativa tenida cuando desde el punto de vista bioló-
La ética de la Medicina Paliativa es, por gico es sostenible. Las prioridades cambian
supuesto, la misma que la de la medicina en cuando un paciente está claramente murien-
general. Quizás el mayor desafío que enfren- do; no hay obligación de emplear tratamien-
tan los médicos en relación a la Medicina tos cuando su utilización puede ser descrita
Paliativa es la cuestión acerca de la veraci- —en el mejor de los casos— como una pro-
dad con los pacientes terminalmente enfer- longación del proceso de morir. Un médico
mos. La reticencia a compartir con los pa- no tiene ni el deber ni el derecho de prescri-
cientes la verdad acerca de su condición se bir la prolongación de la muerte.
origina, en última instancia, en el miedo que De este modo, la pregunta no es si “tratar
tiene el propio médico a la muerte y en las o no tratar”, sino “cuál es el tratamiento más
presiones culturales asociadas. Aún se afir- apropiado”, de acuerdo a las perspectivas
ma con frecuencia que decirle al paciente que biológicas del paciente y a sus circunstan-
está terminalmente enfermo destruirá su es- cias personales y sociales. El tratamiento que
peranza y lo llevará irreversiblemente a la es apropiado para un paciente agudamente
desesperación y a la depresión. En realidad, enfermo puede no ser apropiado para un mo-
con frecuencia ocurre lo contrario: son la ribundo (Fig. 2 y 3). Las sondas nasogástri-
mentira y la evasión lo que aísla a los pa- cas, las infusiones intravenosas, los antibió-
cientes tras un muro de palabras o de silen- ticos, la resucitación cardiopulmonar y la res-
cio, que les impide acceder al efecto tera- piración artificial son medidas de soporte que
péutico que tiene el compartir sus miedos, deben ser utilizadas en enfermedades agu-
sus angustias y sus otras preocupaciones. No das o agudas sobre crónicas para asistir al
es posible practicar la Medicina Paliativa sin paciente a través de la crisis inicial hacia la

37
Medicina Paliativa: Filosofía y Consideraciones Éticas - R. Twycross

recuperación de la salud. Usar esas medidas cluyen tanto la vulnerabilidad y ambivalen-


en pacientes que están próximos a la muerte cia de los pacientes, como el hecho de que la
y sin expectativas de recuperar la salud es mayoría de los pacientes que solicitan suici-
habitualmente inapropiado (y, por tanto, mala dio asistido o eutanasia cambian de opinión
medicina). cuando se les proveen cuidados paliativos de
La atención médica es un continuo que buena calidad. Otra razón es la aparente im-
va desde la curación completa, por un lado, posibilidad de contener esta práctica dentro
hasta el alivio sintomático, por el otro. Mu- de ciertos límites si llegara a legalizarse.
chos tipos de tratamientos abarcan el espec- El término “eutanasia indirecta” ha sido
tro completo, como es el caso de la radiote- usado para describir la administración de
rapia y, en menor medida, de la quimiotera- morfina a pacientes cancerosos con dolor.
pia y de la cirugía. Por tanto, es importante Esto es incorrecto; dar una droga para dis-
tener claramente presente el objetivo de la minuir el dolor no puede ser equiparado a
terapia al emplear cualquier forma de trata- dar deliberadamente una sobredosis de ella
miento. Los puntos clave que se deben tener para terminar con una vida. Acortar
en cuenta para decidir qué es apropiado, son: marginalmente la vida por el uso de morfina
o drogas relacionadas constituye un riesgo
aceptable en estas circunstancias (principio
• Las perspectivas biológicas del paciente;
del doble efecto). Sin embargo, cuando son
• El propósito terapéutico y los beneficios usadas correctamente estas drogas son mu-
de cada tratamiento; cho más seguras de lo que comúnmente se
• Los efectos adversos del tratamiento; supone. Por otro lado, existe evidencia cir-
• La necesidad de no prescribir una pro- cunstancial de que aquellos pacientes cuyo
longación de la muerte. dolor ha sido aliviado viven más que aque-
llos cuya nutrición y reposo siguen siendo
A pesar de que la posibilidad de una me- interferidos por un dolor persistente.
joría inesperada o una recuperación no deben
ser ignoradas, hay muchas ocasiones en las c) Nutrición e hidratación
que es apropiado “darle una oportunidad a la
muerte”. No obstante, muchos médicos en- Cuando el paciente se aproxima a la muer-
cuentran extremadamente difícil cambiar de te, la ingesta de comida y fluidos generalmen-
un modus operandi orientado a la curación a te disminuye. Es en este punto cuando surge la
uno centrado en las medidas de confort. Qui- pregunta acerca de la administración de flui-
zás sea ésta una de las razones por las que la dos por medios artificiales. La opinión tradi-
“voluntad antecedente” está siendo una prác- cional de los hospicios es que cuando el inte-
tica cada vez más popular en muchos países. rés por la comida y los fluidos se hace míni-
mo, un paciente terminal no debería ser forza-
do a recibirlos. De hecho, comer y beber pue-
b) Oposición a la eutanasia de no ser relevante para un paciente en esas
La oposición casi unánime de los médi- circunstancias, en que la atención está volcada
cos y enfermeras paliativistas al suicidio hacia el interior o hacia el “más allá”. Sin em-
médicamente asistido y a la eutanasia, nace bargo, muchos pacientes moribundos reciben
de la observación de la realidad de innume- automáticamente fluidos endovenosos cuando
rables pacientes moribundos. En vez de ate- no son capaces de mantener un balance hídrico
nuar las actitudes hacia esas opciones, esta normal. La principal razón de ello es que pare-
observación parece endurecer el antagonis- ce existir la creencia que la deshidratación cau-
mo. Las razones para ello son muchas e in- saría angustia en una persona cercana a la muer-

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

te. Sin embargo, el personal de los hospicios joría cognitiva después de retirar la
generalmente opina que la deshidratación pue- hidratación.
de ser beneficiosa, mientras que la hidratación Entre las indicaciones para rehidratar es-
puede ser incluso perjudicial. Se afirma, así, taría que el paciente sienta sequedad de boca
que con la deshidratación el volumen urinario a pesar de un buen cuidado oral. La sequedad
disminuye, existiendo menos necesidad de ori- oral es común en los pacientes con cáncer y
nar o cateterizar la vía urinaria y menos episo- no se relaciona sólo con la deshidratación, sino
dios de “cama mojada”. Se dice que la reduc- también con otras causas como las drogas, las
ción de las secreciones pulmonares disminui- infecciones orales, la radioterapia local, la
ría la tos, las sensaciones de asfixia y ahogo y oxigenoterapia y la respiración bucal. Por tan-
la necesidad de aspiraciones de la vía aérea. to, es improbable que la sola hidratación arti-
Asimismo, la disminución de las secreciones ficial resuelva el síntoma de sequedad bucal
gastrointestinales resulta en menos episodios en la mayoría de los pacientes. Por otro lado,
de vómitos en pacientes con obstrucción intes- la sequedad de boca puede ser aliviada en gran
tinal. El dolor también puede disminuir a cau- medida por una higiene oral cuidadosa y con
sa de una reducción del edema que rodea las la administración de 1 - 2 ml. de agua me-
masas tumorales. diante una pipeta o jeringa en la cavidad oral
La hidratación endovenosa también tiene cada 30 a 60 minutos.
efectos psicosociales negativos, pues la infu-
sión actúa como una barrera entre el paciente
Rehabilitación
y su familia. Es más difícil abrazar al cónyu-
ge que está conectado a un tubo plástico, y A pesar de que para los extraños resulte
los médicos y enfermeras tienden a distraerse probablemente sorprendente, la rehabilitación
de los aspectos más humanos de la atención es una parte integral de la Medicina Paliativa.
por controlar el balance de fluidos y la quími- Muchos de los pacientes terminales están res-
ca sanguínea. Con frecuencia, la familia se tringidos innecesariamente, con frecuencia
angustia cuando los pacientes próximos a la por parte de sus mismos familiares, incluso
muerte disminuyen drásticamente su ingesta aunque sean capaces de un mayor grado de
oral. Hay que establecer, entonces, cuáles son actividad e independencia. El potencial máxi-
sus sentimientos hacia la terapia endovenosa mo de un paciente sólo se alcanzará si se ali-
y el significado que le atribuyen, para expli- vian los síntomas molestos y si un médico
carles la racionalidad de discontinuar esa te- dedicado lo anima amablemente.
rapia. La decisión acerca de la conveniencia No todos los médicos aprecian las oportu-
de rehidratar debe centrarse más en el confort nidades de rehabilitación que existen en pacien-
del paciente que en el objetivo de proveer una tes con cáncer avanzado. Esto se debe, en par-
óptima nutrición e hidratación. te, a la inexperiencia que ellos tienen en cuida-
Por otro lado hay quienes afirman que la dos paliativos, pero posiblemente también a las
administración de fluidos por vía hipodér- actitudes excesivamente negativas que aún
mica (500-1500 ml/24hrs.) evita muchas de existen en relación al cáncer. Se puede vivir 5
las objeciones que se hacen a los otros mé- o más años con metástasis óseas de un cáncer
todos de hidratación. Sin embargo, hasta la de mama. La hormonoterapia puede cambiar
fecha no hay evidencia de que la rehidrata- radicalmente el pronóstico de un paciente con
ción logre que los pacientes estén general- cáncer de próstata diseminado recientemente
mente más confortables. Se ha reportado que diagnosticado. La sobrevida media después del
los fluidos hipodérmicos podrían aliviar el diagnóstico de un cáncer de páncreas puede
delirio en algunos pacientes moribundos. Por ser menor a 6 meses, pero eso significa que la
otro lado, también se ha reportado una me- mitad de los pacientes vivirá más que eso y

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Medicina Paliativa: Filosofía y Consideraciones Éticas - R. Twycross

unos pocos incluso mucho más. Además, el cos y enfermeras que trabajan en Medicina
solo alivio de los síntomas puede producir una Paliativa proponían significativamente más
considerable mejoría a corto plazo. metas a sus pacientes que sus contrapartes
Como ya se ha dicho, en muchas unida- en un hospital general. Pero la esperanza tam-
des de cuidados paliativos alrededor del 50% bién está relacionada con otros aspectos de
de los pacientes admitidos por primera vez la vida y de las relaciones personales (Tabla
son dados de alta hacia su casa con sus fa- 1). La comunicación de verdades dolorosas
miliares. Ello muestra que el objetivo de los no tiene por qué ser equivalente a destruir la
cuidados paliativos de proveer un sistema de esperanza; la esperanza de la recuperación
soporte que ayude a los pacientes a vivir lo puede ser reemplazada por una esperanza
más activa y creativamente posible hasta la alternativa. En los pacientes próximos a la
muerte, no es un sentimiento vacío. El con- muerte la esperanza tiende a centrarse en:
cepto de que se puede vivir con cáncer hasta
que sobrevenga la muerte es aún extraño para • En el ser más que en el lograr;
muchos de los pacientes y sus familiares,
• Las relaciones con otros;
pero también lo es para muchos médicos y
enfermeras. El cáncer es un espectro de alte- • La relación con Dios o con un “ser supe-
raciones e incluso cuando es curable las ta- rior”.
sas de progresión pueden variar.
No obstante, no todas las unidades de cui- Es posible, por tanto, que la esperanza
dados paliativos adoptan un enfoque aumente cuando una persona se aproxima a
rehabilitador en el cuidado de los pacientes. la muerte, siempre que se mantengan una
Algunas asumen un enfoque sobreprotector, atención y un confort satisfactorios. Cuando
tendiendo a mantener hospitalizaciones más queda poco que esperar, aún se puede espe-
prolongadas y menos altas. En otras, en cam- rar no ser dejado solo a la hora de morir, y
bio, se fomenta la independencia de los pa- morir en paz.
cientes.
En el mejor de los casos, la Medicina Acompañamiento calificado
Paliativa estimula a los pacientes a ser crea-
tivos, restaurando o mejorando así su Algunos han expresado temor de que la
autoestima. El énfasis en “hacer” en vez de Medicina Paliativa se convierta en una “téc-
“ser atendido” ayuda a los pacientes a vivir nica” más dentro de la gran corriente de me-
y a morir como personas. En muchos casos, dicina altamente tecnificada; una técnica tras
un estímulo amable e imaginativo es todo lo la cual los profesionales puedan esconderse
que se necesita para que un paciente inicie y a través de la que puedan ejercer “poder”.
una actividad que lo lleve a un sentimiento Este peligro se puede evitar si la Medicina
de mayor bienestar. Consecuente con ello, Paliativa continúa siendo una forma de
algunas unidades de cuidados paliativos es- acompañamiento: el acompañamiento de
timulan la creatividad a través de la escritu- profesionales calificados a aquellos que es-
ra de poemas y del arte en general. tán muriendo.
En las crisis todos necesitamos compa-
ñía. Al morir necesitamos una compañía que
Esperanza pueda explicarnos por qué tenemos dolor,
Crear metas realistas con los pacientes es dificultad para respirar, constipación, debi-
una forma de restablecer y mantener su es- lidad, etc.; alguien que pueda explicarnos en
peranza. En un estudio se vio que los médi- términos simples lo que está sucediendo. La

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

explicación es clave en la terapia, pues re- Una enfermera observó que hay dos ti-
duce psicológicamente la magnitud de la en- pos de médicos: “Médicos al lado de la cama,
fermedad y de los síntomas. La situación deja que se interesan por el paciente y médicos a
de estar rodeada de un total misterio cuando los pies de la cama, que se interesan por la
hay alguien que puede explicar lo que está condición del paciente”. Desafortunadamen-
pasando. Eso es tranquilizador. te, muchos médicos usan “comportamientos
La gente suele comentar a las personas que distanciadores” específicos cuando tratan
trabajan en cuidados paliativos: “Supongo que con sus pacientes. Los médicos necesitarían
ustedes se endurecen con el tiempo y desa- modificar su comportamiento si quieren ser
rrollan un muro protector”. La respuesta es un verdadero apoyo para los pacientes mo-
un enfático: “¡No!” Obviamente, el médico y ribundos y sus familias. Es necesario apren-
la enfermera paliativistas están más familia- der a “escuchar activamente” para facilitar
rizados con los muchos y variados desafíos la expresión de las emociones negativas y
que impone una enfermedad terminal y ad- de los temores. Una forma de abrir la puerta
quieren así una cierta confianza. Sin embar- a las preocupaciones no expresadas del pa-
go, eso no es lo mismo que endurecerse. En ciente es plantear preguntas abiertas, como
muchos casos la verdad es justamente lo con- por ejemplo: “¿cómo está hoy?”, “¿cómo ha
trario: a medida que pasan los años se sienten estado desde la última vez que nos vimos?”,
cada vez más vulnerables. La Medicina Pa- “¿cómo ha reaccionado su familia ante la
liativa es, y siempre será, extremadamente enfermedad?”.
demandante de los recursos emocionales de
los prestadores de salud. Es difícil decirle a Hacia una atención totalmente
un paciente: “Sí, es cáncer” o “ Sí, parece que personalizada
la enfermedad está ganando”. Y especialmente
difícil cuando el paciente tiene 16 ó 26 años. El alivio del dolor y de los otros sínto-
Incluso a los 76 u 86, no es fácil. De hecho si mas angustiosos es considerado, con razón,
alguna vez parece fácil el médico puede estar el fin primario de la Medicina Paliativa. Allí
seguro de que ya no está siendo de mucha donde se ha introducido la Medicina Paliati-
utilidad para sus pacientes. va, la expertise en el manejo de los síntomas
Cómo una persona puede brindar apoyo a ha significado que los pacientes puedan es-
otra es en última instancia un misterio. La in- perar estar prácticamente libres de dolor.
vestigación en el campo del consejo ha mos- También se puede esperar un alto grado de
trado que para que una relación terapéutica alivio de muchos otros síntomas. Sin embar-
sea lo máximo de beneficiosa es necesario que go, al no estar distraídos y agotados por un
el terapeuta manifieste empatía, calidez y dolor no aliviado, los pacientes pueden ex-
autenticidad. Debe enfatizarse, además, el va- perimentar mayor angustia emocional y es-
lor del contacto físico. En Anatomía de una piritual cuando contemplan la proximidad de
enfermedad el autor escribe sobre: su muerte. Son pocos los que hacen esto con
equilibrio; la mayoría se defiende a sí mis-
“el total vacío creado por la añoranza mos psicológicamente de diversas formas; y
inerradicable, persistente y recurrente de algunos se ven sobrepasados por la angus-
un contacto humano cálido. Una sonrisa tia, la rabia o el miedo a lo que les está pa-
cariñosa y un apretón de manos tenían sando. En consecuencia, se ha sugerido que
más valor incluso que las ofertas de la un hospicio es un “lugar seguro para sufrir”.
ciencia moderna, pero estas últimas eran Los pacientes deben saber que la confusión
mucho más asequibles que lo primero”. y la angustia son un signo de que están ex-
perimentando una reacción de ajuste mayor

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Medicina Paliativa: Filosofía y Consideraciones Éticas - R. Twycross

y no de que se están volviendo locos, ya que “¿He vivido una buena vida?”
el miedo a la locura con frecuencia supera al “Nunca le he hecho daño a nadie”
miedo a la muerte.
“¿Por qué me ocurre esto a mí?”
Es necesario ofrecer una atención total-
“¿Qué he hecho para merecer esto?”
mente personalizada (Tabla 3). El equipo
debe procurar ayudar a que el paciente dé lo
mejor de sí, según su personalidad, su fami- Sólo una pequeña minoría conversa so-
lia, su cultura, sus creencias, su edad, su en- bre estos temas con su médico. Sin embar-
fermedad, sus síntomas, sus ansiedades y sus go, la mayoría lo hace con una enfermera,
temores. Es necesaria la flexibilidad; hay que una asistente social o con parientes o ami-
saber encontrar a los pacientes allí donde se gos cercanos. La gente es muy perceptiva y
encuentran social, cultural, psicológica, es- es poco probable que los pacientes
piritual y físicamente. No existe algo así involucren al personal de salud si sienten que
como el paciente moribundo típico. la comunicación a este nivel puede causar-
les disconfort.
Lo “espiritual” abarca la esencia de lo que
Aspectos espirituales del cuidado
significa ser humano; incluye aquellas ex-
Históricamente, los hospicios modernos periencias de la vida humana que trascien-
tienen su raíz en la fe cristiana, aunque en la den los fenómenos sensibles. Con frecuen-
práctica debería decirse más ampliamente: cia estas experiencias dan origen a reflexio-
en el teísmo. El compromiso de los judíos nes teológicas, respuestas religiosas y creen-
ha sido evidente desde los primeros momen- cias éticas. Muchas de las características de
tos y ahora existe también una asociación de la “casa de los hospicios” (Fig.1) se relacio-
hospicios budista. El trabajo con los mori- nan con la dimensión espiritual del hombre:
bundos exige fe en la vida. Esto es verdad aceptación, afirmación, belleza, creatividad.
tanto si ella se expresa como si no. Se esti- Aquellos que se acercan al final de su vida a
ma que la vida tiene un sentido y un propó- menudo tienen necesidad de perdón y de re-
sito aun durante una enfermedad terminal. conciliación; de restablecer “buenas relacio-
Esta convicción se manifiesta más en las nes”.
actitudes y acciones que en las palabras; más
en el modo de responder a los moribundos y
cuidar de ellos, que en lo que decimos. Trabajo en equipo
Se ha escrito mucho sobre las necesida- El trabajo en equipo es un componente
des emocionales de los moribundos; pero esencial de la Medicina Paliativa. Trabajo en
mucho menos sobre los aspectos espiritua- equipo significa práctica integrada. Sin em-
les de su atención. Sin embargo, la vida hu- bargo, sería ingenuo juntar un grupo de per-
mana no está gobernada simplemente por sonas altamente diversas y esperar que por
instintos y hormonas. Los deseos humanos el solo hecho de llamarlo equipo funcionara
se extienden más allá de las necesidades bá- como tal. Así como existe la ciencia del ma-
sicas de comida, confort y compañía. La gen- nejo de los síntomas y el apoyo psicosocial,
te se cuestiona; y las criaturas que se cues- así existe también una ciencia del trabajo en
tionan, preguntan: “¿por qué?” Como dice equipo. El trabajo en equipo implica coordi-
Nietzsche, “aquel que tiene por qué vivir nación de esfuerzos; facilita la identificación
puede soportar casi cualquier cómo”. Cuan- de los recursos disponibles y evita la dupli-
do está muriendo, mucha gente se cuestiona cación estéril. En Medicina Paliativa, el nú-
su vida por primera vez: cleo del equipo generalmente está dado por
una enfermera, un médico, una asistente so-

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

cial y un clérigo. A pesar de que cada profe- cias establecidas. En relación a la evolución
sión tiene una contribución específica que de la Medicina Paliativa en el Reino Unido
hacer, inevitablemente existen áreas de so- durante los últimos 25 años, Dame Cicely
breposición. Esto es especialmente válido Saunders fue claramente una influencia ca-
con la enfermería y la medicina. La rismática inicial, que fue replicada subse-
“difuminación de los roles” es una caracte- cuentemente por liderazgos similares en otras
rística inevitable del trabajo en equipo; tam- localidades:
bién lo es el conflicto y la necesidad de ma- El liderazgo inherentemente carismático
nejarlo en forma constructiva y creativa. e inestable, es lo que no tiene una “ma-
Tener una meta común unifica. Pero aun- quinaria” organizada a su disposición y
que pueda ser fácil coincidir en el objetivo cuyo poder no ha sido ganado a través de
general de alcanzar la mejor calidad de vida procedimientos institucionales... Esen-
posible para la persona moribunda, el con- cialmente creativo e intromisor, promue-
senso acerca de lo que constituye una buena ve una nueva orientación valórica, que
calidad de vida es más difícil de alcanzar. choca inevitablemente con la existente....
No obstante, una ventaja del trabajo en equi- Según Weber, el liderazgo puede perma-
po es que la situación del paciente puede ser necer carismático solamente mientras el
percibida de un modo más global que lo que número de seguidores es pequeño, es de-
generalmente ocurre en el caso de profesio- cir, al comienzo de un movimiento exi-
nales aislados. toso. Cuando se expone a la vida diaria,
Cuando el personal de un hospicio funcio- los movimientos carismáticos se ven con-
na bien como equipo, juntando sus habili- frontados inevitablemente con la necesi-
dades y recursos —cuidando unos de otros, dad de crear una maquinaria administra-
así como también de los pacientes y sus tiva, con la adquisición de fondos y con
familias— parece existir un sentimiento el problema de la sucesión, y así comien-
de rectitud; una especie de alegría y de za el proceso de rutinización.
plenitud que muy raramente se encuentran ¿Estará pasando la Medicina Paliativa
en los lugares de trabajo hoy en día. desde la influencia creativa e innovadora del
carisma al cómodo ambiente de la
rutinización? Ojalá que no. La mayoría de
Carisma versus rutinización
los programas de Medicina Paliativa aún no
Se ha sugerido que cualquier sociedad al- han alcanzado la meta de una atención total-
terna entre la rutinización a que la lleva la mente personalizada. Para que la Medicina
burocracia y el carisma que irrumpe como Paliativa continúe desarrollándose es nece-
un fenómeno recurrente. En este contexto, sario mantener una tensión creativa entre el
carisma se refiere a la habilidad de indivi- carisma y la rutinización. De otro modo, el
duos excepcionales de actuar como catali- movimiento de los hospicios de finales del
zadores de cambio social; es el reconoci- siglo XX acabará degenerando en un tran-
miento del impacto que puede tener la per- quilo monumento que descansa precariamen-
sonalidad en la producción de innovaciones te sobre los laureles marchitos, como ha ocu-
radicales en las instituciones y en las creen- rrido con tantos otros antes que él.

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Medicina Paliativa: Filosofía y Consideraciones Éticas - R. Twycross

Tabla 1: Factores que influencian la esperanza en los pacientes terminales

Disminución Aumento
Sentirse devaluado Sentirse valorado
Abandono y aislamiento: Relaciones significativas:
“conspiración del silencio” recuerdos
“no hay nada más que hacer” humor
Falta de orientación/ metas Metas realistas
Dolor y disconfort no controlados Alivio del dolor y síntomas

44
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Tabla 2: Necesidades de los moribundos

Dimensión Necesidad
Física Alivio de los síntomas
Psicológica
Seguridad Sentimiento de seguridad
Comprensión Explicación de los síntomas y la
enfermedad: oportunidad para
conversar sobre el proceso de morir
Autoestima Participación en la toma de
decisiones, particularmente
cuando aumenta la dependencia
física de otros; oportunidades
para dar y recibir
Social
Aceptación Actitudes no condenatorias de los
profesionales, independientemente
de su ánimo, sociabilidad y
apariencia
Pertenencia Sentirse necesitado y conectado;
no ser una carga
Desprendimiento Oportunidad para despedirse de
aquellas personas o cosas de las
que se está apegado; amarrar los
“cabos sueltos” en materia de
familia y negocios; traspasar
la responsabilidad a otros
Espiritual
Amor Expresiones de afecto; contacto
humano, por ejemplo, tacto
Reconciliación Oportunidad de sanar las
relaciones heridas y de buscar
el perdón
Autovaloración Conocimiento de que uno es
querido y valorado
Sentido Sentimiento de que la propia
vida aún tiene un sentido y
orientación

45
Medicina Paliativa: Filosofía y Consideraciones Éticas - R. Twycross

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46
EL FINAL DE LA VIDA: SITUACIONES
CLÍNICAS Y CUESTIONAMIENTOS ÉTICOS

Gustavo G. De Simone
Médico Especialista en Oncología Clínica, Universidad de Buenos Aires.
Diploma en Medicina Paliativa, University of Wales College of Medicine. UK.
Coordinador de la Sección Medicina Paliativa del Hospital “Dr. Bonorino Udaondo”.
Director del Centro de Estudios PALLIUM en Medicina y Cuidados Paliativos
Director de la Carrera de Médico Especialista en Oncología Clínica,
Universidad del Salvador, Buenos Aires

Correspondencia: Dr. Gustavo G. De Simone, Centro de Estudios PALLIUM.


Buenos Aires, Argentina
CC 33 Suc. 35-B (1435) Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Argentina
Tel/Fax +54 (11) 4306 7608
pallium@ibm.net
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

EL FINAL DE LA VIDA: SITUACIONES CLÍNICAS Y


CUESTIONAMIENTOS ÉTICOS

Gustavo G. De Simone

Resumen Resumo
Los Cuidados Paliativos surgen como una Os cuidados paliativos surgiram como
modalidad de asistencia para personas que modalidade de assistência para pessoas que
padecen enfermedades en etapa avanzada, con sofrem enfermidades em fases avançadas,
el objetivo de responder a sus necesidades com a finalidade de atender suas necessidades
biológicas, psicosociales y espirituales y bio-psico-espirituais, assim como orientar e
orientar y apoyar a sus familiares. La asisten- apoiar seus familiares. Os cuidados no final
cia en el final de la vida presenta determina- da vida apresentam determinadas caracterís-
das necesidades y problemas, requiriendo la ticas que exigem a implementação de
implementación de conocimientos específicos conhecimentos específicos e aplicação de re-
y la aplicación de recursos apropiados. Tanto cursos apropriados. Pacientes e seus familia-
los pacientes como sus familiares, y también res, bem como instituições e as equipes
el equipo profesional y las instituciones, con- profissionais, apresentam-se como protago-
figuran los protagonistas esenciales de situa- nistas especiais em situações onde o
ciones donde el sufrimiento aparece como te- sofrimento é a temática central. Somente uma
mática central. Sólo una aproximación am- avaliação ampla do problema, que inclua além
plia al problema, que incluya no sólo la apti- da qualificação científica, a necessária postu-
tud científica requerida sino también una ac- ra humanitária, permitirá encontrar respostas
titud profundamente humanitaria, permitirá que contemplem a dignidade do ser humano
encontrar respuestas a la altura de la dignidad que sofre. Fundamental, portanto, considerar
del hombre que sufre, tanto en el aspecto téc- os aspectos técnicos, assim como, os dilemas
nico como en los dilemas éticos subyacentes. éticos subjacentes. Apresenta-se um caso clí-
La referencia a un caso clínico y la reflexión nico acompanhado de reflexão ética que visa
pertinente pretende facilitar la comprensión facilitar a compreensão desse desafio.
global de este desafío.
PALABRAS CLAVE: Cuidados Palia-
tivos; Proceso salud-enfermedad; Dolor; Co-
municación; Futilidad médica; Necesidad
médica.

49
El Final de la Vida: Situaciones Clínicas y Cuestionamientos Éticos - G. de Simone

Abstract Résumé
Palliative Care emerges as a modality of Les soins palliatifs surgissent comme une
assistance for terminally ill patients, aiming modalité d’assistance des personnes que
at responding to their biological, psychosocial subissent des maladies dans un stade avancé,
and spiritual needs, as well as to train and give avec l’objectif de répondre à leurs besoins
support to their families. End-of-life assistance biologiques, psychosociaux et spirituels et
poses specific necessities and problems that d’orientation et soutient à leurs familles.
require the implementation of specific L’assistance des malades en fin de vie explicite
knowledge and appropriate use of resources. des besoins et des problèmes déterminés, en
Patients and their families, in addition to home requérant la mise en place des conaissances
care professional team and agencies constitute spécifiques et l’application de ressources
the main protagonists of situations where appropiés. En tennant la souffrance comme
suffering appears as a central issue. Only a thématique central, autant les patients, les
comprehensive approach to the problem, familles, l’équipe professionnel comme les
including scientific qualification and a deeply intitutions deviennent des protagonistes
humane attitude will permit to find responses essentiels. Seul un approche élargie du
in accordance with the suffering being’s problème, ce qu’y inclut une attitude
dignity. Therefore, it appears as fundamental scientifique adéquate et une attitude
the consideration of technical aspects and profondément humaine, nous permettront de
underlying ethical dilemmas. Reference is trouver des réponses à la hauter de la dignité
made to a clinical case and resulting ethical de l’homme souffrant, tant dans les aspects
reflections in order to facilitate the global techniques comme dans les dilemmes éthiques
understanding of this challenge. sous-entendus. La référence et la réflexion
KEY-WORDS: Palliative Care; Health- pertinente d’un cas clinique essaient de
disease process; Pain; Communication; faciliter la compréhension globale de ce défi.
Medical futility; Medical necessity. MOTS CLÉTS: Soins palliatifs; Procès
santé-maladie; Douleur; Communication;
Futilité médicale; Besoin médicale.

50
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Introducción dad de vida (y de muerte) en pacientes con


enfermedades crónicas sin expectativas de
Los Cuidados Paliativos fueron definidos
curación o restitución ad integrum. La pro-
como “la atención activa y completa de los
puesta es el cuidado continuo y la rehabili-
pacientes cuya enfermedad no responde al tra-
tación integral (4).
tamiento curativo” (1). Su objeto es facilitar
al paciente y a su familia la mejor calidad de En el panorama actual de las disciplinas
vida posible (2). Los principios fundamenta- socio-sanitarias, la medicina paliativa impli-
les que sustentan esta modalidad son: ca el capítulo de la ética en el final de la vida,
el problema del buen morir, la muerte digna
y la eutanasia. Si bien la actitud paliativa se
• Reafirmar la importancia de la vida, con- aleja tanto de la “mistanasia” (abandono del
siderando a la muerte como un proceso moribundo) como de la “distanasia” (asalto
natural; tecnológico de la agonía), puede ella tam-
• Establecer una estrategia que no acelere bién incurrir en la medicalización de la muer-
la llegada de la muerte ni tampoco la pos- te, vale decir, el tratamiento de ésta como un
ponga; problema técnico-tanatológico, en vez de un
• Proporcionar alivio del dolor y de otros drama íntimo y existencial. En Un mundo
síntomas angustiantes; feliz se anticipa esa banalización de la muer-
• Integrar los aspectos psicológicos y espi- te mediante el condicionamiento del morir
rituales del tratamiento del paciente; en un Hospital de Moribundos (5). ¿Es ésta
la muerte “feliz” o confortable que procura
• Ofrecer un sistema de apoyo para ayudar a la medicina del deseo?
los pacientes a llevar una vida lo más acti-
va posible hasta que sobrevenga la muerte; La adopción de un enfoque antropológi-
co y personalizado permite considerar al su-
• Extender ese apoyo a la familia, para que frimiento, al dolor y a la muerte como expe-
pueda afrontar la enfermedad del pacien- riencias vitales dignas de ser vividas. La
te y sobrellevar el período de duelo. medicina paliativa implica la adquisición de
conocimientos y habilidades técnicas que
El análisis de estas premisas nos permite permiten combatir síntomas múltiples (do-
deducir que se trata de una Medicina del cui- lor, náuseas, dificultad respiratoria, insom-
dado antes bien que de la cura. Atenta al con- nio, etc.) así como una técnica de acompa-
fort y calidad de vida de los pacientes en eta- ñamiento que cuenta a los profesionales
pa terminal, la paliación recupera una clási- como actores principales, sumando una ac-
ca proporcionalidad en el arte de curar titud humanitaria a la aptitud científica (6).
—“curar, a veces; aliviar, a menudo; conso- Este tipo de asistencia no está proporciona-
lar, siempre”— y reactualiza con el movi- do exclusivamente por médicos, sino que
miento hospice una hospitalidad más anti- también incluye a otros miembros del equi-
gua que el hospital. Su filosofía se apoya en po sanitario —profesionales y voluntarios
el control de síntomas y en el sanar como apropiadamente entrenados— y conforman-
dimensión espiritual del proceso salud-en- do un equipo de trabajo.
fermedad (3). El tradicional enfoque naturalista positi-
Podemos hablar hoy de medicina preven- vo de la enfermedad orgánica no sugiere qué
tiva, curativa y posventiva. En este último hacer con las personas enfermas en etapa in-
género, al que pertenece la medicina paliati- curable, avanzada y progresiva; su empeño
va, se incluyen todos aquellos objetivos te- por buscar las causas anátomofisiopatológi-
rapéuticos orientados a la mejoría de la cali- cas de las afecciones no resuelve los proble-

51
El Final de la Vida: Situaciones Clínicas y Cuestionamientos Éticos - G. de Simone

mas concretos de estos individuos enfermos. final de la vida, proponemos simplemente una
Teniendo a la mano múltiples recursos téc- visita a cualquier hospital o centro asistencial,
nicos para sostener o reemplazar las funcio- escenario donde tradicionalmente se desarro-
nes vitales, la medicina positiva no sabe sin lla la acción médica. Sin embargo, estas esce-
embargo hasta cuándo deben prolongarse nas no se contraponen con la existencia real
esos artificios ni qué cuidados mínimos de- de muchas otras situaciones de agonía que
ben mantenerse, sea cual fuere el estado pa- ocurren fuera del ámbito sanitario institucio-
tológico del enfermo. Si este modelo positi- nal (en los hogares, en las calles...) donde vi-
vista está en revisión es porque se ve forza- ven (y mueren) personas en condiciones muy
do a reconocer que el arsenal técnico dispo- variadas de asistencia, las más de las veces
nible no garantiza el éxito del acto médico. carentes de cuidados mínimos de confort.
Es aquí donde los pacientes murientes nos
sirven otra vez como piedra de toque: el co-
1. El paciente
nocimiento experto sobre una determinada
entidad nosológica no alcanza para compren- El mundo en que se mueven los “sanos” no
der a la totalidad de la persona que enferma, es el mismo que internamente experimentan
sufre y muere. los pacientes en situaciones críticas. A ellos la
Las enfermedades terminales nos mueven muerte se les aparece amenazante y ante su
hoy a la reflexión, porque las controversias inminencia, diversos temores comienzan a aflo-
desatadas respecto de qué tratamientos corres- rar. Esos miedos a veces son negados intelec-
ponde implementar para combatirlas no se han tualmente pero de todas formas representan un
resuelto todavía. Las últimas décadas han sido papel activo que debe ser identificado y com-
pródigas en propuestas —alejadas de la más prendido por el equipo tratante. La negación
pura tradición hipocrática— que pretenden jus- que temporariamente suelen ejercer los pacien-
tificar el cese de cuidados y aun alentar abier- tes no debe inducir una negación similar al
tamente la eliminación sistemática de perso- equipo tratante, pues muchas veces los pacien-
nas moribundas. En contraposición con ellos y tes no solicitan información sobre su estado y
acicateados por planteos extremos, un número esto no significa despreocupación sino un te-
creciente de estudiosos ha reformulado en cla- mor por lo que se les pueda llegar a decir. En
ve bioética la antigua ética del cuidado y del otros casos, el miedo es aceptado, convirtién-
acompañamiento al muriente (7). Este movi- dose en angustia, tristeza o depresión.
miento se manifiesta a favor de una evalua- Los moribundos se enfrentan con un pro-
ción moral de las técnicas en uso, y puede ser ceso concreto de deterioro físico y psíquico
interpretado como cambio fundamental en la que los pone en condición real de morir;
actitud general frente a las ciencias y como un mientras que nosotros sabemos de la muerte
componente normativo de la decisión política. en tercera persona, por el solo hecho de ha-
Compartimos este camino de búsqueda ber visto morir a los demás. Ellos se avienen
de mejores aplicaciones para los progresos a lo desconocido, sin certeza de lo que suce-
técnicos en beneficio de toda la sociedad, derá después. Esta aprensión se conjuga con
tomando en consideración aspectos no me- un temor al sufrimiento, que con frecuencia
ramente instrumentales y económicos, sino involucra la pérdida de la imagen corporal
también sociales, culturales y filosóficos. (8). Tales miedos gozan de cierta generali-
dad y se entrelazan con las características es-
pecíficas de cada persona en particular: en
Cuidados paliativos: la escena resumen, se presentan siempre asociados a
Para identificar a las diferentes personas una persona concreta, en sus condiciones so-
involucradas en la situación del cuidado en el ciales, religiosas, culturales, etc.

52
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Los pacientes —en forma más o menos el advenimiento de una de las líneas de ac-
manifiesta— demuestran miedo ante el apa- ción privilegiadas en el campo de los cuida-
gamiento de su personalidad, detestan ser una dos terminales: el control de los síntomas.
carga para los demás, se muestran recelosos Con este nombre se denomina a un con-
con una medicación que suponen los torna- junto de estrategias que permite el alivio del
rá dependientes, sufren por no poder com- dolor en más del ochenta por ciento de los
pletar una tarea, temen por el futuro de su enfermos, tanto como el control adecuado de
familia y por el funcionamiento de su hogar otros síntomas discapacitantes. La estrategia
cuando ellos ya no estén. Ayudarlos a global para el control de los síntomas abarca,
verbalizar esas molestias, inducirlos al diá- genéricamente, una secuencia de etapas: eva-
logo, disipar sus aprensiones frente a los luación de las causas y las características de
métodos terapéuticos que se implementan y, cada síntoma, explicación simple tanto al pa-
ante todo, compartir sus sensaciones, es la ciente como a sus familiares, implementación
manera en que el equipo tratante colabora de métodos terapéuticos farmacológicos y no
con ellos para facilitarles una aceptación y farmacológicos, monitoreo de la prescripción.
adaptación apropiada. Estas recomendaciones generales no deben
El dolor es también un ingrediente del descuidar la atención a los detalles que facili-
mundo humano. A través de él el hombre se ten el alivio sintomático para cada enfermo
interroga sobre el sentido de su existencia y en particular (10).
sobre el paso del tiempo, buscando con de- La educación en temas de alivio del do-
sesperación un orden en el universo y aquella lor y control de síntomas debe realizarse tanto
fórmula que rige sus transformaciones. Pero a nivel del público en general, como de los
es el muriente el que establece en forma muy pacientes y sus familiares. En el ámbito pro-
especial su relación con el mundo de modo fesional, esta educación es crucial tanto en
doloroso, rechazando uno a uno los cambios el pregrado como a nivel de la atención pri-
externos a que se encuentra sometido porque maria y la educación de los diferentes espe-
los interpreta como una amenaza a su integri- cialistas y expertos (11). “La calidad de vida
dad. Se conjuga el dolor de causa orgánica y y el confort en el final de la vida pueden ser
corporal, con el sufrimiento psíquico y social. considerablemente mejorados con la imple-
Y éstos son apenas una parte de la crisis de mentación de una cantidad relativamente
sentido que se abate sobre él, comprometien- pequeña de recursos: sólo se requiere la vo-
do su existencia como un todo. A esta noción luntad de lograrlo” (12).
de dolor y sufrimiento, Saunders C. le otorga La comunicación con la persona enferma
el nombre de dolor total, y son muchos los en etapa incurable es uno de los problemas
especialistas en medicina paliativa que reco- cotidianos que aparecen para quienes lo acom-
gen tal concepto (8-9). pañan, incluyendo a los familiares, amigos,
Hasta hace pocos años, los médicos no vecinos... y a los profesionales tratantes. Si
contaban con normativas claras que en una época se polarizó el cuestionamiento
tipificaran la escalera analgésica que corres- entre informar o no informar la verdad sobre
pondía aplicar con los murientes. Era tradi- la gravedad de la situación, hoy es posible ac-
ción medicar lo menos posible porque se re- ceder a la experiencia acumulada y los cono-
conocía de antemano la inutilidad final de cimientos adquiridos para fundamentar pos-
ese esfuerzo. Frecuentemente se recurría a turas y argumentar racionalmente. En primer
la sedación del paciente para acallar su do- lugar, la mayoría de los enfermos murientes
lor, obnubilando la conciencia de un enfer- (y en especial los cancerosos y sidosos) ya
mo que ya se tornaba molesto hasta para su conocen o al menos presienten su diagnósti-
propia familia. Estas confusiones demoraron co y su pronóstico (13-14). También sabemos

53
El Final de la Vida: Situaciones Clínicas y Cuestionamientos Éticos - G. de Simone

hoy que el prejuicio sobre la aparición de de- suelen sorprender (y a veces molestar) a sus
presión severa o intentos suicidas en quienes familiares, amigos y también al equipo tra-
son informados sobre su situación carece de tante. La importancia que atribuía al desem-
sustento, mientras que la llamada “conspira- peño de su papel en el mundo se troca en
ción de silencio” que se traduce con frecuen- confusión; aparece enojado ante los demás;
cia en un pacto para no informar al paciente, sus silencios prolongados son interpretados
sellado entre el profesional y la familia sin el como hirientes... Podrá incluso desafiar al
consentimiento de aquel, trae más problemas poder médico faltando a las consultas, alte-
que beneficios (15-16). rando horarios establecidos para tomar la
Consideramos que el problema real no re- medicación, difiriendo el inicio de tratamien-
side en informar o dejar de informar el diag- tos o comportándose agresivamente con el
nóstico a los pacientes que corren un riesgo solo objeto de preservar su autoimagen.
de muerte cercana, sino en quién debe comu- El comportamiento de los enfermos con
nicar la noticia, de qué manera y en qué mo- pronóstico de muerte no es homogéneo: cada
mento. Más que un dilema ético, el problema persona imprime un sello personal a su do-
cotidiano suele ser técnico: referido a la habi- lencia. Algunos comparten cierta visión fi-
lidad para comunicar (17-18). La comunica- losófica, otros profesan una religión, los de-
ción debe girar alrededor de la voluntad del más mantienen una determinada conducta
paciente, y toda información ser orientada a frente a la existencia. También están quie-
satisfacer una demanda de acuerdo con los nes se rebelan contra su destino y no claudi-
intereses propios del afectado. Exceder ese can en ningún momento, mientras otros se
límite es tan nocivo como no considerarlo en abandonan en brazos de la muerte sin pre-
absoluto y contentarse con dar explicaciones sentar batalla. Tal diversidad no impide que,
detalladas sólo cuando una intervención encontrándose en situación de morir, expe-
mutilante debe ser justificada, o cuando se rimenten un sentimiento de pérdida irrepa-
teme una acción legal. Si se quiere conocer rable. Se desencadena entonces un reperto-
qué es lo que el paciente en verdad desea sa- rio de reacciones o de procesos psíquicos que
ber, no hay más remedio que escucharlo con diferentes investigadores analizaron y
atención, renunciando a toda otra actividad tipificaron (21-22).
que no sea observar, recibir sus preocupacio- Los profesionales de la salud debemos
nes, intercalar alguna pregunta con el objeto identificar y comprender estas reacciones y
de manifestarle interés. Estas entrevistas facilitar, para cada persona, una mejor adap-
semidirigidas son un aprendizaje de la escu- tación psíquica y social. Responder al enojo
cha y demostrarán su utilidad en el momento con enojo, juzgar peyorativamente un com-
de ir comunicando pérdidas parciales, de re- portamiento determinado, alentar expectati-
petir una y otra vez informaciones difíciles vas irrealistas, son ejemplos cotidianos de
de asimilar, de brindar sin subterfugios un iatrogenia en la asistencia de pacientes con
diagnóstico claro y sencillo, siempre que el enfermedad terminal.
paciente lo requiera. En forma verbal o
gestual, paciente, familiar y profesional irán
compartiendo niveles de información en un 2. Los familiares
proceso gradual y progresivo, que por momen- La enfermedad terminal afecta no sólo al
tos requiere la explicación verbal y en otros individuo enfermo sino también a los miem-
debe privilegiar el silencio, la mirada o el apre- bros de su familia. La proximidad de las rela-
tón de manos (19-20). ciones afectivas hace que la aparición o la pre-
La persona gravemente enferma presen- sencia de una enfermedad crónica la trastorne
ta habitualmente emociones y conductas que indefectiblemente. Por otra parte, el enfermo

54
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

suele sufrir tanto por la situación de sus fami- La colaboración recíproca entre el equi-
liares como por su propia enfermedad. La fa- po y la familia elimina situaciones tensas,
milia se constituye como un sistema de rela- competencias y pequeñas deslealtades. Al
ciones interpersonales que forma una unidad mismo tiempo proporciona un canal de co-
de funcionamiento, de modo tal que cualquier municación fluido y un mejor conocimiento
modificación que se introduce en una de sus de cada familiar, elementos de suma utili-
partes repercute en todas las restantes (23). dad para adaptar el caudal de información y
Una estrategia apropiada para brindar anticipar crisis. Si el hospital clásico se mues-
cuidados paliativos considera las vivencias tra aún hoy ciego ante la estructura, dinámi-
del enfermo y abarca al grupo familiar, iden- ca y patología familiar es porque el modelo
tificando sus necesidades, problemas y re- operativo consagrado resulta reduccionista.
cursos, buscando el consenso. Suele apare- Los cuidados paliativos incorporan a la
cer una sutil ambivalencia en la relación en- familia como unidad mínima de tratamien-
tre los profesionales y la familia del pacien- to, extendiendo la atención al período de
te, más marcada cuando el mismo está hos- duelo. Una medicina de tercer grado o
pitalizado. Bajo los pretextos de la eficien- posventiva, destinada a rehabilitar las rela-
cia y del reglamento se cierra el paso a la ciones interpersonales una vez que el daño
participación activa de los allegados: zonas ya se ha producido, aparece como un desa-
reservadas, horarios estrictos, falta de fío a los programas sociosanitarios (25).
privacidad, comodidad insuficiente, comu-
nicación escueta en los pasillos... Pero eno-
3. El equipo de salud
jo y reproches cuando un familiar no está
presente en el momento mismo en que el pro- La escena de la asistencia en el final de la
fesional desea entregarle una receta. vida se completa cuando médicos, enferme-
La familia que atraviesa un trance de esta ras y otros profesionales de la salud nos con-
naturaleza no se conforma con el “déjelo en frontamos con los pacientes murientes y sus
nuestras manos”. Ni aun sabiendo que se hará familias. A partir de ese momento vemos su-
“todo lo posible” se resignarán a asumir un cederse análisis y estudios sin medida, demo-
papel secundario en una obra que los recla- ras en la toma de decisiones, cambios frenéti-
ma como actores protagónicos. Y en verdad cos de un especialista a otro, depresiones y
les pertenece ese derecho a estar acompa- euforias injustificadas. Solemos movernos
ñando al que muere. Diversos estudios han entre el activismo terapéutico y el abandono,
demostrado una tasa de morbimortalidad más entre la desprotección institucional y la an-
alta entre los cónyuges y familiares directos gustia existencial. Institucionalmente se tien-
que no se ocuparon ellos mismos de la aten- de a sostener que los pacientes con enferme-
ción de su pariente (24). dad en estadio terminal están excluidos de
todo cuidado, y esta premisa lleva a la imple-
La disputa entre la familia y el equipo tra-
mentación de estrategias que no responden a
tante sobre la tenencia del enfermo no per-
las necesidades concretas que presentan los
judica exclusivamente a ambas partes sino
pacientes. Todas estas actitudes son síntomas
principalmente al enfermo. Es cierto que no
que indican la detención de un proceso de cre-
puede subordinarse el interés del paciente al
cimiento interno.
de sus familiares, pero tampoco el interés de
los profesionales ni el de la medicina debe Las dificultades principales han sido re-
anteponérsele. Una lucha por el poder entre ducidas por algunos autores a tres grupos bá-
estos estratos colabora a deteriorar el bien- sicos (26). El primero reúne a aquellas que
estar y obliga a un replanteo honesto de ob- hacen difícil asumir la muerte propia como
jetivos y estrategias. fenómeno inherente a la vida; el segundo a la

55
El Final de la Vida: Situaciones Clínicas y Cuestionamientos Éticos - G. de Simone

ausencia de entrenamiento de los profesiona- el sistema distrital de asistencia y la satis-


les, teórico y práctico, para ayudar a morir; y facción de los pacientes y sus familiares. Su
el tercero, a la falta de experiencia personal existencia no es sólo un buen indicador de
respecto de la muerte. A estas dificultades de- la eficiencia del sistema de salud sino tam-
bemos añadir las propias del trabajo en equi- bién de la dignidad de la sociedad”.
po, área ésta tan carenciada en los programas
de formación de los profesionales.
“Doctor: No quiero vivir más” (El
El control de los síntomas y el acompa- caso de la paciente Alicia)
ñamiento a los pacientes y sus familias se
implementan eficientemente cuando enfer- Alicia tiene 34 años, grandes ojos color
meras, médicos, trabajadores sociales y café y cabello oscuro. Es una hermosa mujer
psicoterapeutas asumen responsablemente a pesar de las consecuencias de su enferme-
esas dificultades y transitan juntos el cami- dad. Hace un año se le diagnosticó un carci-
no hacia la superación. Con ellos se integran noma de cuello uterino, en estadio localmen-
otros miembros con funciones complemen- te avanzado. Recibió radioterapia y quimio-
tarias (ministros de fe, nutricionistas, terapia en dosis completas y posteriormente
terapistas físicos, voluntarios, etc.). El cami- fue operada. Todos estos tratamientos no lo-
no de integración reconoce la necesidad si- graron erradicar su enfermedad.
multánea de proveer el cuidado al otro y ne- Alicia vive con su esposo, Héctor, y sus
cesitar a su vez ser cuidado, en un proceso cuatro hijos en el gran Buenos Aires, en una
dinámico que adquiere características pecu- modesta y linda casa de material. Los varo-
liares para cada equipo. nes, de 7 y 10 años, las niñas, de 9 y 4 años.
El desarrollo de los cuidados paliativos Tiene otro hijo de una relación anterior, Luis,
surge en el mundo como un intento por mo- de 16 años, que también vive con ella, aun-
dificar creativa y eficientemente la actitud y que pasa gran parte del tiempo con sus pri-
la habilidad de quienes trabajan con perso- mos, hijos de la única hermana de Alicia. Dos
nas murientes, aunque muchos aspectos del de los primos son drogadictos, con conducta
tratamiento paliativo son aplicables también social muy agresiva.
en las fases más tempranas de la enferme- En el último mes el deterioro físico de
dad. Su inclusión en los sistemas de salud Alicia ha sido notorio. Sólo se levanta de la
implica un desafío para toda la sociedad, cama un rato durante el día, no sale ya de la
comenzando por las mismas instituciones. casa. Con mucha dificultad intenta atender a
Sus objetivos quedarían distorsionados si se sus hijos: la limpieza y la comida para los
pretendiera “medicalizar la muerte”, redu- niños le resultan tareas casi imposibles de
ciendo la aproximación a la persona muriente realizar. Su esposo comparte con ella muy
a un conjunto de recomendaciones elabora- poco tiempo, ya que está fuera de la casa
das por especialistas. Tal como surge de las prácticamente todo el día.
conclusiones del informe del Proyecto De- Desde hace cuatro días Alicia viene so-
mostrativo de Cuidados Paliativos de la Or- portando un dolor intensísimo, no puede
ganización Mundial de la Salud en la región dormir. Además tiene vómitos y no orinó en
de Cataluña, podemos afirmar que “la im- las últimas 24 horas. Norma, la hermana de
plementación de Cuidados Paliativos agre- Alicia, la convence para ir al hospital.
ga valores importantes al sistema de salud,
En la Guardia del Hospital se comprueba
tales como la actitud hacia el cuidado inte-
que presenta una obstrucción de sus vías uri-
gral, la promoción de la autonomía y digni-
narias, por lo cual un médico propone una
dad de la persona enferma, la reintroducción
nueva intervención quirúrgica para intentar
de la familia, los equipos interdisciplinarios,

56
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

extirpar parte de la enfermedad. Otro espe- a los ojos, y le toma la mano. Los médicos
cialista opina que esa cirugía es un exceso estaban deliberando en la oficina; Norma
—dado lo avanzado de su tumor— y acon- había salido en busca de un teléfono público
seja el intento de colocación de un catéter de para llamar a Héctor a su trabajo.
derivación urinaria para impedir que la obs- - “Alicia: yo soy Marta, la enfermera del
trucción actual la lleve en horas o días a la equipo de Cuidados Paliativos. Sé que es-
muerte producida por insuficiencia renal. tás con mucho dolor, quizás aceptes que
Alicia no acepta ningún tratamiento. No te ayudemos para aliviarlo...” Las prime-
habla con los médicos, excepto para decirle a ras palabras de Marta hacia Alicia, pre-
uno de ellos: “Doctor, no quiero vivir más...” cedidas por el lenguaje gestual, le permi-
Un médico de la Guardia le dice a la her- tieron a la paciente, por primera vez des-
mana de Alicia: “Es mejor que la lleven a la de mucho tiempo, sentirse comprendida.
casa, no podemos hacer nada”. - “No quiero ya más operaciones, no pue-
El escenario donde transcurrió esta historia do más”. Alicia cambia su mirada y sus
real se tiñó no sólo con la dramática situación ojos están brillosos.
de la joven mujer en el final de su vida, sino - “Nadie va a hacer nada con tu cuerpo
también con la angustiante vivencia de sus fa- mientras te opongas. Me dices que no
miliares (los presentes y los ausentes) y con puedes más...”
las diferentes argumentaciones y propuestas de - “Estoy sufriendo mucho. El dolor es tre-
los profesionales inicialmente intervinientes. Se mendo... Vomito todos los remedios que
escucharon reclamos y opiniones muy diver- me habían dado. Ya no puedo hacer
sos, sustentando conocimientos científicos y nada... Hay tantos problemas...”
procedimientos técnicos tanto como cuestio-
- “Alicia: estás con mucho dolor y no duer-
namientos éticos y legales:
mes desde varias noches. Tienes vómi-
“Debiéramos llevarla a quirófano ya, hay tos, estás cansada, sientes que los proble-
una vida humana en juego”. mas son demasiados para tus fuerzas.
“Debemos convencer al marido: mánden- Podemos ayudarte a controlar tu dolor y
lo a llamar”. tus vómitos. Si lo aceptas, podemos tam-
“Si muere en quirófano, al menos lo in- bién conversar con tu familia...”
tentamos”. Alicia aceptó ser evaluada por el médico
“No podemos tenerla en casa: piense Ud. del Equipo de Cuidados Paliativos, quien con-
que hay niños”. juntamente con la enfermera Marta sopesaron
esta situación clínica de “dolor desbordante”.
“¿Para qué la traen al hospital si después
En consenso con los otros profesionales y el
no acepta la indicación del médico?”.
Comité de Ética, se estimó como necesidad
“Es inútil cualquier intento, permitamos prioritaria el alivio del dolor, propiciando ade-
que muera en paz...”. más la comunicación con el marido de Alicia.
“La eutanasia es ilegal. No nos pueden Se administró una dosis de 10 mg de morfina
pedir eso”. y 2,5 mg de haloperidol por vía subcutánea,
“¿No es conveniente solicitar la interven- para el control del dolor y de la emesis secun-
ción de un juez?”. daria al estado urémico, respectivamente.
“Debiéramos consultar al Comité de Ética”. Alicia descansó más de cuatro horas.
La enfermera se acerca a Alicia y se sien- Cuando se despertó, aliviada, se dirigió a la
ta a su lado, junto a la cama ubicada en un enfermera y, entre otros temas, le preguntó:
extremo de la sala de Guardia. Mira a Alicia “¿De qué se trata esa propuesta de un catéter
para orinar?”

57
El Final de la Vida: Situaciones Clínicas y Cuestionamientos Éticos - G. de Simone

Alicia aceptó la posibilidad de una deri- Es aquí donde aparece una dualidad: la
vación ureteral, que pudo realizarse ese mis- preservación de la vida y el alivio del sufri-
mo día exitosamente. Con los síntomas ade- miento. En el final de la vida, el alivio del
cuadamente controlados y el consentimien- sufrimiento tiene aún más importancia, en
to de Héctor y Norma, regresó a su hogar la medida que la preservación de la vida se
dos días después. El trabajo coordinado de torna progresivamente imposible, irreal. Es
diferentes miembros del equipo (trabajador por ello que una estrategia terapéutica apro-
social, enfermera, médico, ministro de fe...) piada para un enfermo agudo, potencialmen-
permitió facilitar una comunicación más te recuperable, puede ser inapropiada en la
abierta entre la paciente, los familiares y los etapa terminal (28).
profesionales. La preocupación prioritaria de La identificación de una demanda por ne-
Alicia era el cuidado de los hijos, especial- cesidad significa la existencia de una argu-
mente Luis. Pudieron organizar un mejor sis- mentación verdadera que pide ser satisfecha
tema de cuidados, adaptando las posibilida- de un modo inequívoco. La bioética se ocu-
des y los recursos psicosociales. pa de los pedidos de satisfacción de todo
El equipo continuó asistiendo a Alicia en aquello que impide a alguien ser libre de juz-
su domicilio hasta su muerte, acaecida dos gar preferencias y ejercer la voluntad para
meses después, por obstrucción intestinal. En convertirse en responsable. Es menester di-
los últimos días, Alicia y su familia decidie- ferenciar este criterio de necesidad de aquél
ron permanecer en el hogar. Los síntomas que se fundamenta en el deseo: mientras la
estaban controlados, pese al progresivo de- necesidad busca el bienestar en la realidad y
terioro en sus fuerzas físicas. Los niños en- se satisface cuando alcanza un objetivo rea-
contraron la posibilidad de manifestarse en lista y limitado, el deseo busca el bien abso-
sus sentimientos y fantasías, y Héctor pudo luto en fantasías inconscientes, no tiene ob-
—con la ayuda de todos— enfrentar la si- jeto real de satisfacción ni límites a su de-
tuación asumiendo sus responsabilidades de manda (29). La insatisfacción justificable de
esposo y padre de familia. la necesidad conduce a la persistencia de la
En encuentros posteriores con Héctor y demanda ética o al conflicto, mientras que
los niños no aparecieron signos de alarma la insatisfacción del deseo y su conflicto in-
durante la etapa inicial del duelo. Se facili- consciente no son materia de la ética sino de
tó orientación especializada para el trata- la cura psicológica. De esta forma, será in-
miento de los adolescentes con conducta fructuoso pretender una normativa ética para
adictiva, a través de un centro comunitario la resolución de aquellos conflictos psíqui-
de salud distrital. cos, así como será deshumanizante la des-
atención de las emociones y manifestacio-
nes psíquicas de los pacientes, sus familia-
Algunas reflexiones éticas res y los profesionales de la salud, que re-
La Bioética está orientada a resolver con quieren un abordaje apropiado en el contex-
rectitud y mediante el entendimiento los to psicológico.
problemas morales de toda demanda por ne- Los cuatro principios éticos cardinales de
cesidad en el cuidado de la vida (27). Este Beauchamp y Childress deben ser aplicados
objetivo implica reconocer que la ética de sobre un criterio de fondo de respeto por la
los cuidados paliativos es aquélla de las vida, pero también de aceptación de la inevi-
ciencias médicas en general, aunque es pre- tabilidad última de la muerte. En el proceso
ciso identificar cuáles son las necesidades de toma de decisiones en el final de la vida
específicas que surgen en el contexto del se involucran tres dicotomías que deben ser
final de la vida. consideradas en una forma balanceada (30):

58
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

• Los beneficios potenciales del tratamien- Los profesionales de la salud, especialmente


to deben ser balanceados contra los ries- los médicos, debemos comprender el signifi-
gos potenciales. cado de “éxito terapéutico”. Se trata de alcan-
• La decisión de preservar la vida debe con- zar un beneficio terapéutico para el paciente
frontarse, cuando ello se vuelve biológi- considerado como un todo, y no simplemente
camente fútil, con la provisión de con- de proveer un efecto sobre alguna parte del
fort en el proceso de morir. cuerpo. En definitiva, no se limita a una pre-
gunta sobre “tratar o no tratar”, sino sobre cuál
• Las necesidades del individuo deben ba-
es el tratamiento más apropiado para indicar a
lancearse con aquéllas de la sociedad.
un paciente, basándose en su pronóstico bio-
lógico, los objetivos y efectos adversos, y las
Deben hacerse todos los esfuerzos para circunstancias personales y sociales del enfer-
fortalecer la autonomía del paciente y de la mo (33). La corrección de la cifra plasmática
familia, a través de su participación en el de bilirrubina, el nivel sérico de hemoglobina
proceso de toma de decisiones respecto a las o de la presión arterial de oxígeno son efectos
terapéuticas planteadas. La explicación ho- que adquieren su justificación solamente en el
nesta y simple de los tratamientos permitirá contexto del beneficio concreto que signifique
a los pacientes expresar un consentimiento su corrección para los intereses del paciente.
informado o su rechazo informado, facilitán- Está éticamente justificado discontinuar el
doles una sensación realista y continua de uso de técnicas para prolongar la vida cuando
estar respaldados, proveyéndoles consejos su aplicación significa una carga o sufrimien-
apropiados y ayuda práctica. to para el paciente, desproporcionado al be-
La solicitud de consentimiento o rechazo neficio esperado. La vida no es un bien abso-
informado presupone una comunicación veraz luto: no existe una obligación de emplear tra-
y confidencial, y se sustenta en tres requisitos tamientos cuando su uso puede ser descripto
fundamentales: la competencia plena del pa- mejor como una prolongación de la agonía.
ciente, la información veraz sobre el tratamien- Llega un momento, en tiempo distinto para
to, y la libertad de decisión (31). En el marco cada paciente, cuando los esfuerzos basados
del sufrimiento en el final de la vida, es una en la tecnología pueden interferir con los va-
prioridad fortalecer la libertad de decisión a lores personales más importantes (34).
través de la resolución de aquellas necesida- El uso de sonda nasogástrica, infusiones
des básicas que, estando insatisfechas, se con- endovenosas, antibióticos y otras interven-
vierten en coacción y fuente de conflicto: el ciones como quimioterapia, cirugía y alimen-
alivio del dolor y los síntomas físicos que lo tación asistida o respiración artificial son
acompañan es una realidad frecuente que aún medidas de soporte para pacientes potencial-
no recibe respuestas eficientes. La soledad, la mente recuperables. El uso de estas medidas
incertidumbre, el desasosiego suelen ser parte en quienes no tienen expectativas de recu-
de esta escena huérfana de alivio. peración o están cercanos a su muerte es ge-
La angustiante experiencia de un paciente neralmente inapropiado (34).
que solicita su muerte, o aun que comete sui- No existe obligación de prescribir trata-
cidio, está habitualmente relacionada con la mientos fútiles, entendidos como aquellos los
presencia de dolor y/o depresión psíquica no que no tienen expectativa de proveer un be-
controlados. La provisión de cuidados palia- neficio terapéutico (35). El concepto de futi-
tivos es la respuesta apropiada de la sociedad lidad médica debe comprenderse como un
a las preocupaciones de la gente sobre el cui- criterio cualitativo, en cuanto a su impacto
dado y confort en el final de la vida, fortale- sobre la resolución de las necesidades fun-
ciendo la autonomía de los enfermos (32). damentales de los pacientes (calidad de vida).

59
El Final de la Vida: Situaciones Clínicas y Cuestionamientos Éticos - G. de Simone

En la mayoría de los países latinoameri- excesivas, puesto que se trata de un acto de


canos es todavía más frecuente que se ofrez- impericia médica. Del mismo modo que la
ca a los pacientes tratamientos con inten- corrección de la hipoglicemia en un paciente
ción curativa (o para controlar la enferme- diabético implica una correcta intervención
dad) que cuidados paliativos. Aquellas te- diagnóstica, fisiopatológica y terapéutica, el
rapias se justifican: control de síntomas en enfermos en etapa ter-
minal responde a criterios científicos estable-
cidos y orientados en la búsqueda del bien.
• Cuando la curación es médicamente po-
sible. Expertos convocados por el Centro Co-
laborador en Oxford de la Organización
• Cuando existe probabilidad demostrada
Mundial de la Salud publicaron una reco-
de prolongar la vida significativamente.
mendación general, con conceptos avalados
• En el contexto de investigación clínica por diferentes sociedades científicas, entida-
con nuevos métodos potencialmente efec- des sociales y credos religiosos (incluyendo
tivos, con el marco académico, ético y el catecismo de la Iglesia Católica): “Los
legal de la investigación. cuidados paliativos son la opción recomen-
dada cuando la enfermedad del paciente es
El concepto de futilidad médica se con- incurable y los tratamientos agresivos para
fronta con el de necesidad médica: todo prolongar la vida pueden producir morbili-
aquello que la medicina puede hacer para dad exagerada o alto costo personal, con es-
responder a lo que las personas reclaman caso beneficio significativo. Esta recomen-
como necesario. Este cuidado mínimo nece- dación se basa no sólo en elementos cientí-
sario abarca las acciones que han demostra- ficos y morales del cuidado del enfermo, sino
do proveer beneficio significativo sobre la también en una ética social relacionada con
salud. La provisión de cuidados paliativos el principio de justicia” (38).
ha dejado en claro su pertenencia a este con- Para afianzar decisiones más apropiadas
junto de medidas (36). en el cuidado en el final de la vida, será ne-
La implementación de terapéuticas palia- cesario que mejoremos el diálogo entre quie-
tivas para el control de los síntomas puede, nes desarrollan normativas éticas y quienes
en ocasiones, acelerar la muerte. Un trata- trabajamos al lado de la cama del enfermo,
miento paliativo con efectos adversos signi- que alentemos la discusión interdisciplinaria
ficativos es ética y legalmente aceptable si el de temas éticos, que atendamos tanto a los
objetivo es hacer el bien, aliviando el sufri- aspectos psicológicos como a la bioética en
miento (37). Esta consideración ética de rec- la toma de decisiones, que discutamos y di-
titud moral, conocida como principio del se- fundamos lineamientos-guía, y, finalmente,
gundo efecto, presupone la validez científica que tengamos la voluntad de avanzar desde
y pericia técnica en la implementación del tra- esos lineamientos hacia los cambios en las
tamiento: no puede justificarse moralmente prácticas y políticas de salud. Es un desafío
la sedación de un paciente a través de un que involucra a toda nuestra sociedad en el
“cocktel” de múltiples fármacos o en dosis inicio del tercer milenio.

60
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

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El Final de la Vida: Situaciones Clínicas y Cuestionamientos Éticos - G. de Simone

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62
CUIDADOS PALIATIVOS EN EL DOMICILIO

Hugo Antonio Fornells


Médico especialista en Clínica Médica y Oncología Clínica
Miembro fundador de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos
Ex Presidente de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos 1996/98.
Director del Módulo de Medicina Paliativa de la I Cátedra de Clínica Médica
de la Universidad Nacional de Rosario
Coordinador del área de Cuidados Paliativos del SID
(Servicio de Internación Domiciliaria)
Coordinador del área Cuidados Paliativos y tratamiento del dolor del sanatorio
Británico de Rosario.

Correspondencia : Dr. Hugo Antonio Fornells. Avenida de la Libertad 370,


6º. (2000) Rosario -Argentina. E-mail: fornells@satlink.com
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

CUIDADOS PALIATIVOS EN EL DOMICILIO

Hugo Antonio Fornells

Resumen Resumo
La atención domiciliaria en el área de los A atenção domiciliar referente à Cuidados
Cuidados Paliativos requiere una coordina- Paliativos requer coordenação entre o siste-
ción entre el sistema de salud regional, las ma regional de saúde, o sistema de internação
instituciones de internación hospitalaria y el hospitalar e a equipe de atendimento domici-
equipo de trabajo domiciliario. Existen requi- liar propriamente dita. Existem pré-requisi-
sitos indispensables para que el paciente pue- tos familiares e sociais indispensáveis para que
da permanecer en su casa, cumpliendo un rol o paciente possa permanecer em sua
principal la familia y el entorno social. No sólo residência. São beneficiários desses progra-
se benefician el paciente y su familia sino tam- mas: o paciente e sua família e, especialmen-
bién el sistema de salud, ya que se evitarán te, o sistema de saúde, pois reduzem-se
internaciones hospitalarias largas y de alto internações com seus elevados custos
costo en hospitales que están más preparados hospitalares, já que essas instituições estão
para curar que para cuidar a sus pacientes. mais preparadas para curar enfermidades do
Hemos demostrado un apropiado control de que, propriamente, cuidar das pessoas doentes.
síntomas de la persona enferma y logrado una Tem-se demonstrado que os serviços de cui-
alta conformidad de la familia cuando se rea- dados paliativos eficientes proporcionam con-
lizan los cuidados paliativos a través de un trole dos sintomas dos pacientes e oferecem
sistema organizado. Se describen factores que conforto aos familiares dos mesmos.
contribuyen a un incorrecto cuidado domici- Descrevem-se, também, os fatores que
liario: inapropiada transición hospital-domi- contribuem para uma inadequada assistência
cilio; insuficiente alivio del dolor y otros sín- domiciliar: transferência inapropriada do hos-
tomas; mala comunicación e inadecuado so- pital para a residência; insuficiente alívio da
porte familiar. Los principios de la ética: be- dor e outros padecimentos do enfermo;
neficencia, no maleficencia, autonomía, jus- relacionamento equipe de saúde-enfermo-
ticia y equidad, algunas veces más teóricos família insatisfatório; inadequado suporte fa-
que prácticos en la medicina moderna, se evi- miliar. Os cuidados paliativos domiciliares
dencian en los cuidados paliativos domicilia- permitem tornar práticos os, com frequência,
rios. La tarea no es simple, y se propone un teóricos princípios da beneficência, não-
cambio de política sanitaria y una actitud di- maleficência, autonomia, justiça e equidade.
ferente de los profesionales de la salud, acep- A tarefa não é simples. O que se pretende é
tando la incurabilidad de algunas enfermeda- uma mudança na política sanitária, assim
des y las necesidades del enfermo terminal. como, uma nova percepção pelos profissionais
PALABRAS - CLAVE: Atención domi- de saúde das reais necessidades do paciente
ciliaria - Cuidados paliativos - Trabajo en terminal e da incurabilidade de muitas
equipo - Enfermo terminal. enfermidades.

65
Cuidados Paliativos en el Domicilio - H. Fornells

Abstract Résumé
Domiciliary assistance in the context of L’attention à domicile dans le domaine
Palliative Care demands a coordinated action des soins palliatifs precise d’une
between the regional health system, coordination entre le système de santé
hospitalizing institutions and home care regionale, les institutions hospitaliers et
team. Basic requisites must be complied with l’équipe de travail domiciliare. Il existe des
when considering the patient’s staying at conditions pour que le patient puisse rester à
home, playing a major role in this setting, la maison, en accomplissant la famille et
the family and the social environment. Not l’entourage un rôle très important. Ce type
only the patient and his/her family are d’attention ne bénéfice pas seulement la
benefited, but also the health system, since famille et le patient, mais aussi le système
high-cost and lengthy hospitalizations —in de santé puisqu’on évitera des séjours
health institutions best prepared to cure than hospitaliers long et chèrs, dans des
to take care of patients— are reduced. It has institutions plus préparés à guérir qu’à
been proved that well-organized and soigner leurs malades. Nous avons montré
efficient palliative care provides an adequate que quand les soins palliatifs se développent
control of symptoms in terminally ill patients à travers d’un système organisé, d’un con-
and comfort to their families. Some factors trol adéquat de symtômes du malade on
implying an unsatisfactory home health care atteint une haute conformité de la famille.
are described: inappropriate home-hospital On identifie des facteurs que contribuent à
transition; insufficient pain and other des soins palliatifs inadéquats: transition
symptoms relief; poor communication and hospitalière inapropiée; soulagement
inadequate family support. Home palliative insuffisant de la souffrance et d’autres
care turns into practical the frequently symtômes; mauvaise communication et
theoretical ethical principles of beneficence, soutien inadéquat de la famille. Les principes
non-maleficence, autonomy, justice and de l’ éthique: bienfaisance, non malfaisance,
equity. The task is by no means simple . autonomie, justice et équité, parfois plus
Changes in health care policies are proposed théoriques que pratiques dans la médicine
and a new attitude and perception on the part moderne, deviennent évidents dans les soins
of health care professionals is encouraged in palliatifs à domicile. La tâche n’est pas facile
terms of recognizing and accepting et on propose un changement de la politique
terminally ill patients’ real needs and the de santé et une attitude différente des
incurability of certain diseases. professionels de la santé, en acceptant
KEY-WORDS: Home health-care; l’incurabilité de quelques maladies et les
Palliative Care; Teamwork; Terminally ill. besoins du malade terminal.
MOTS CLÉS: Attention à domicile;
Soins palliatifs; Travail en équipe; Malade
terminal.

66
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Introducción dido y a que no haya diferencias en la provi-


sión de servicios) debe ser práctica diaria
Conjugar los cuidados paliativos con la
dentro del sistema de atención domiciliaria.
atención domiciliaria es una tarea que requie-
re vocación de servicio, organización del sis- La definición de Cuidados Paliativos (1)
tema de salud, y conocimientos científicos refiere a la atención activa, global e integral
adecuados y actualizados. Los principios de de las personas que padecen una enferme-
la ética deberían aplicarse siempre —y más dad avanzada, progresiva e incurable y de
que nunca— en la atención clínica de perso- sus familias, cuyos objetivos básicos consis-
nas que cursan el estadio terminal de una ten en el control del dolor y demás síntomas,
enfermedad y cuya expectativa de vida es el apoyo emocional al enfermo y su familia
relativamente corta. Es en esos momentos y preocupación por su bienestar y calidad de
cuando el paciente y su familia transitan por vida. De tal definición se desprende que este
situaciones que afectan profundamente los tipo de cuidados se ofrecerá a todas las per-
aspectos psicológicos y emocionales. Tal vez sonas con diferentes enfermedades en un
sea ésta la primera vez que se enfrentan a estadio avanzado e incurable. Lo cierto es
una situación de muerte, y si bien la muerte que actualmente los servicios de cuidados pa-
es algo natural y estadísticamente la cosa más liativos se ocupan en mayor medida del cán-
normal del mundo, cuando ésta se introduce cer avanzado y en menor proporción de otras
en nuestras vidas, uno no la puede aceptar enfermedades terminales que incluyen pato-
como un simple hecho biológico. En gene- logías neurológicas, respiratorias, infeccio-
ral, por más que logremos admitirla, puede sas y cardiovasculares. Tal vez esto sea así
llegar a ser un hecho caótico que va a produ- por la alta incidencia del cáncer, la baja
cir confusión y desorden en nuestra existen- curabilidad del mismo, el grave deterioro
cia. Y la desesperación y el miedo llevan en funcional que va produciendo a quien lo pa-
muchas oportunidades a pacientes y sus fa- dece y el estrés psicológico del paciente y su
milias a buscar alternativas de tratamientos familia. Además, la Organización Mundial
promocionados como una opción a la medi- de la Salud recomienda que en los Progra-
cina standard. Éstas, además de no reunir mas Nacionales de Control del Cáncer se rea-
ninguno de los criterios científicos, pueden licen Cuidados Paliativos, incluyendo el cui-
ocasionar daño y en general forman parte de dado domiciliario (2). Es también notable
un negocio no ético que aprovecha, para lo- observar cómo en la década del 90, año tras
grar su acción, la desesperación y desilusión año, la Sociedad Americana de Oncología
de personas que están sufriendo. Clínica se ocupa cada vez más de los Cuida-
dos Paliativos, en Oncología. Esto es eviden-
Los principios de la ética, algunas veces
te, ya que en la Reunión Anual de esta So-
enunciados en forma teórica y en ocasiones
ciedad, a la que asisten miles de oncólogos
no llevados a la práctica en la medicina mo-
de todo el mundo, se presentan progresiva-
derna, forman parte de la política de salud y
mente más trabajos, talleres y se dictan más
deben estar incluidos en todo momento en
conferencias de Medicina y Cuidados Palia-
la atención de la persona terminalmente
tivos.
enferma, más aún en el cuidado domicilia-
rio. Actuar siempre en beneficio del enfer-
mo, sin incurrir en encarnizamientos terapéu- Lugar de atención del paciente con
ticos que producirán daño al mismo, preser- enfermedad terminal
vando su autonomía, es decir la capacidad
Estudios realizados en el Reino Unido (3),
para tomar decisiones, dentro de un régimen
en 1993, sobre una población de pacientes
de justicia y equidad (derecho a ser bien aten-
con enfermedad terminal y sus familiares,

67
Cuidados Paliativos en el Domicilio - H. Fornells

demostraron que un elevado porcentaje de Atención domiciliaria: beneficios


los mismos prefería pasar la última etapa de
Para el paciente (6)
su vida en su hogar. Otros estudios mues-
tran que de los enfermos fallecidos, el 29% Se encuentra dentro de un ambiente co-
lo hicieron en su domicilio y el resto en el nocido, manteniendo su intimidad, pudien-
hospital. De éstos, el 50% hubieran preferi- do realizar ciertas tareas laborales, continuar
do permanecer en su domicilio y sus con sus hábitos y algunos de sus hobbies. La
cuidadores hubieran deseado lo mismo si el alimentación es más variada y los horarios
sistema de salud fuera más competente para no son rígidos.
tal eventualidad (4).
Para la familia
Concepto de Hospice Logra mayor satisfacción por participar
Los primeros hospices para el cuidado de activamente en el cuidado. Puede realizar los
pacientes no curables, terminales, surgieron cuidados con más tranquilidad, sin apuros.
a fines del siglo XIX y a principio del siglo Siente que respeta la voluntad del paciente
XX, en Francia y Gran Bretaña. Estas institu- de permanecer en el domicilio. Se previene
ciones atendían caritativamente en un lugar el duelo patológico.
físico a los pacientes. En 1967, la Dra. Cicely
Saunders funda el St. Christopher Hospice, Para el sistema de salud
en Londres, donde se comienza a atender a la
persona terminalmente enferma con los con- Se disminuyen internaciones hospitalarias
ceptos de la medicina científica, sin olvidarse largas y de alto costo. Se evita realizar trata-
de su componente humano, haciendo hinca- mientos innecesarios, disminuyendo la po-
pié en el tratamiento del dolor. sibilidad de caer en encarnizamientos tera-
péuticos. En sistemas sanitarios deficitarios,
El concepto actual de hospice que existe
como ocurre en muchos países latinoameri-
en el Reino Unido (5) y que se ha extendido
canos, el ahorro económico que se produci-
a otros lugares del mundo, no es ya el de un
ría desplazando internaciones hospitalarias
edificio donde se atienden enfermos termi-
hacia el sector de atención domiciliaria con-
nales. Más bien es una filosofía de trabajo,
tinua, seguramente sería importantísimo.
cuya base está en la aceptación y afirmación
Este ahorro de divisas permitiría una mayor
de los valores personales del paciente. Sus
eficiencia en la salud pública y honorarios
pilares son el alivio de síntomas y el soporte
adecuados para los integrantes del equipo de
psicosocial, junto al trabajo en equipo, de-
cuidados paliativos en domicilio. Es difícil
biéndose también reconocer ciertos aspec-
comprender por qué obras sociales estatales
tos como la flexibilidad, evitando actitudes
en Argentina pagan un tratamiento de qui-
autoritarias, respetando al paciente como
mioterapia equivalente a $3.000, que no trae-
persona, ayudando a restaurar la creatividad
rá beneficios a un paciente en estadio termi-
del paciente y mantener su autoestima y con-
nal, pero no reconocen los cuidados paliati-
siderando circunstancias que muchas veces
vos domiciliarios.
olvida la medicina moderna, como lugares
de internación agradables con hospitales de
día con cuadros, flores, música, libros, que Requisitos necesarios para que el
seguramente ayudarán a atender las necesi- paciente permanezca en domicilio
dades espirituales del paciente.
Es necesario que el paciente desee estar
en su casa, que tenga un entorno social y fa-

68
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

miliar adecuado y que su familia lo pueda Uno de los principios de la ética es el de


atender. Se requiere de un equipo sanitario la justicia. La distribución justa de los recur-
de trabajo apto para realizar cuidados palia- sos médicos va a ser más probable, cuando
tivos domiciliarios. Por último, el sistema de se acepten los límites de la medicina, la
salud debería reconocer la prestación domi- incurabilidad de ciertas enfermedades y la
ciliaria del equipo. mortalidad del ser humano. Es nuestra mi-
sión hablar todos estos temas con las empre-
sas proveedoras de asistencia sanitaria y de-
Funcionamiento del equipo de
mostrarles que no hay nada más justo que
cuidados paliativos domiciliarios del un cuidado domiciliario adecuado para el
S.I.D. (Servicio de Internación paciente terminal y su familia, y que todos
Domiciliaria) Rosario, Argentina (7) consigamos tener una muerte digna cuando
El equipo de Cuidados Paliativos está for- ésta naturalmente llegue.
mado por un coordinador médico, dos médi-
cos de terreno, dos psicólogos, dos enferme- Modo de trabajo del equipo de
ros, dos kinesiólogos y una nutricionista. To- Cuidados Paliativos
das las semanas se realiza una reunión del
grupo donde se analizan todos los pacientes Cuando un paciente está por internarse
que están siendo asistidos, los problemas que en el domicilio, es visitado por el coordina-
surgen en control de síntomas y aspectos dor médico, quien evalúa cuáles son las ne-
psicosociales y las nuevas necesidades que se cesidades del paciente en ese momento y
presentan. Estas reuniones sirven también para programa la periodicidad de las visitas de los
afianzar conocimientos del área, ya que se diferentes profesionales. Si bien las visitas
actualizan temas de medicina y cuidados pa- son programadas, los pacientes pueden co-
liativos. Los profesionales del equipo, más allá municarse en forma directa con cualquiera
de la reunión semanal, presentan una comu- de los profesionales cuando lo crean nece-
nicación fluida entre sí, telefónica y a través sario, y solicitar visitas extras. Al domicilio
de la evolución diaria que se asienta en la se lleva un maletín en cuyo interior se en-
Historia Clínica del paciente, que permanece cuentra, bajo llave, un set básico de medica-
en el domicilio. mentos de emergencia, además de los fár-
El S.I.D. ofrece además la posibilidad de macos necesarios para cada paciente en par-
realizar análisis de laboratorio en domicilio, ticular. La historia clínica, donde se asenta-
radiografías y medicina transfusional, cuan- rá cada visita profesional, la evaluación, los
do se requiere. También es posible consultar controles realizados y las indicaciones, se
a otros profesionales, por ejemplo neurólo- hallan igualmente dentro del maletín, al cual
go, neumonólogo, que concurren al domici- tendrán acceso los miembros del equipo. Si
lio del paciente. se requiere, también se provee cama
ortopédica, tubo de oxígeno, nebulizador, pie
Los costos del servicio son, la mayoría de suero. Las obras sociales que realizan
de las veces, cubiertos por la obra social, lo convenios para atención de cuidados palia-
cual no implica ningún gasto para el pacien- tivos en domicilio brindan, además, la posi-
te. Aún no son muchas las obras sociales bilidad de estar en contacto con servicios de
prepagas que aceptan el cuidado paliativo do- emergencia médica. Solicitamos al familiar
miciliario, pero debido a gestiones periódi- que si es necesaria una atención de emergen-
cas que realizamos con personal jerárquico cia, una vez que lleguen profesionales mé-
de las mismas, cada vez son más los secto- dicos y paramédicos al domicilio, se comu-
res de la población hacia quienes es posible niquen éstos con nosotros para que los
brindar atención domiciliaria.

69
Cuidados Paliativos en el Domicilio - H. Fornells

interioricemos de la situación clínica del pa- una hoja para evaluación psicológica, una
ciente. En nuestra experiencia son muy po- hoja para evaluación nutricional, una hoja
cas las veces que se requiere la intervención para evaluación kinesiológica y una hoja
de servicios de emergencia. Esto probable- de enfermería (además de la evaluación,
mente ocurre porque actuamos de manera asienta allí el personal de enfermería los
proactiva, anticipándonos a los potenciales medicamentos utilizados para el control
problemas, y a la educación que se realiza interno y de la obra social). En próximas
con el paciente y la familia. historias clínicas incorporaremos una sec-
ción para el minimental test (evaluación
cognitiva).
Elementos necesarios para la
atención domiciliaria
Utilidad de la internación
Dentro de la valija, que permanece en el
domicilio y al cual tienen acceso los profe-
domiciliaria: análisis realizado en
sionales encargados del cuidado del paciente 1998 en Rosario, Argentina (8)
y el familiar cuidador principal se encuentra: Entre 1996 y 1998, cuarenta y seis pa-
• Butterfly nº 21, 23 y 25 (estos dos últi- cientes con cáncer en fase terminal fueron
mos para medicación o hidratación sub- atendidos por el equipo de S.I.D. Esta po-
cutánea). blación no representa el total de pacientes
• Jeringas de diferentes tamaños, para car- atendidos durante ese período, sino el grupo
gar y aplicar medicación (algunas veces que pudo ingresar a este sistema organizado
se dejan preparadas dosis de medicamen- porque lo autorizó su obra social.
tos que aplicará el familiar). Al momento de realizar este estudio, cua-
• Ampollas de agua destilada y solución fi- renta y un pacientes habían ya fallecido y
siológica para diluir medicación. cinco estaban vivos. Entre los fallecidos,
veintiocho (68,3%) lo hicieron en domici-
• Solución fisiológica y Dextrosa al 5%
lio, mientras que trece (31,7%) murieron in-
(para comenzar una hidratación si es ne-
ternados en el sanatorio. El motivo que lle-
cesario).
vó a estos pacientes a la internación fue la
• Perfuss nº 1 (para conectar el sachet de mayoría de las veces el colapso familiar por
hidratación al butterfly). agotamiento psicofísico y, en menor medi-
• Material para esterilizar piel (gasas y so- da, la dificultad en el control de síntomas. El
luciones antisépticas). número promedio de síntomas por paciente
• Medicamentos inyectables que pueden al momento del ingreso al servicio fue 10,5
realizarse por vía subcutánea (cl. Morfi- con un rango de 6 a 13 síntomas. Los más
na del 1 al 4% en frascos multidosis, frecuentes fueron: Astenia (92%), Anorexia
dexametasona, diclofenac, ketorolac, l- (88%), Dolor (78%), Disnea (65%), Depre-
hioscina, metoclopramida, haloperidol sión (61%), Náuseas y vómitos (58%). Tan-
fenobarbital, clorpromazina). to la frecuencia como el número de sínto-
mas concuerda con lo descripto por otros
• Historia clínica. Con todos los datos del
autores en pacientes en fase terminal de en-
paciente y hojas de evolución donde los
fermedad oncológica. El promedio de llama-
profesionales asientan la evaluación y la
das por paciente a un servicio de emergen-
práctica que se le realiza al paciente. Pre-
cias fue de 2,8, con un rango de 0 a 8 llama-
senta una hoja para evaluación periódica
das. El promedio de visitas realizadas por
de síntomas adaptada del ESAS
semana por parte del médico fue de 3,1 visi-
(Edmonton Symptom Assesment System),
tas, con un rango de 2 a 9 visitas.

70
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Luego de fallecido el paciente y previa familiares, y consideramos que un cuidado


comunicación con la familia se envió una paliativo adecuado disminuirá la incidencia
encuesta a 36 personas, ya que 5 familiares de duelo patológico de los familiares.
no fueron hallados y respondieron el test 32
familiares (88,8%). El test de conformidad
Factores que contribuyen a un
fue diseñado por nuestro grupo. Existen al-
gunos tests de evaluación con este fin, pero
inadecuado cuidado domiciliario
no hay ninguno que se considere estándar. Interface hospital-domicilio inadecuada (9)
Se evaluaron 5 ítems, que fueron:
Es muy frecuente que la auditoría del sis-
tema de salud solicite el alta médica de un
1. Control de síntomas paciente terminal, ya que los costos para el
2. Contención familiar sistema sanitario son elevados. Esta acción
3. Comunicación equipo-familia-paciente puede precipitar una externación, no exis-
tiendo una atención domiciliaria preparada.
3. Alivio del sufrimiento Por tal razón es necesario ir programando
4. Repercusión económica. paulatinamente el cuidado domiciliario,
mientras el paciente está aún internado. Es
La conformidad se evaluó a través de una decir, que exista un equipo de atención que
escala numérica de 0 a 6, donde 0 represen- conozca al paciente y un adecuado soporte
taba máxima disconformidad y 6 máxima familiar que haga posible mantener comuni-
conformidad. Con respecto al ítem econó- cados a la familia, el equipo tratante y el
mico, 0 representaba máxima repercusión médico de cabecera del hospital.
económica y 6 mínima. Se aclaró que la res-
puesta debía ser anónima. Falta de habilidad en manejo de dolor y
El score promedio obtenido en cada uno control de síntomas
de los ítems fue el siguiente: Muchas veces el control domiciliario recae
sobre médicos jóvenes con poca formación y
1. Control de síntomas: 5,6 baja experiencia en evaluación y tratamiento
2. Contención familiar: 5,6 de síntomas. Lo mismo ocurre con el personal
de enfermería que no ha sido capacitado para
3. Comunicación equipo-familia-pacien-
el manejo del paciente terminal. Con cursos
te: 5,7
universitarios, considerando especialmente los
4. Alivio de sufrimiento: 5,4 aspectos prácticos y con el apoyo de profesio-
5. Repercusión económica: 5,7 nales expertos en Cuidados Paliativos, es po-
sible ir mejorando esta situación.
Si bien consideramos que un proceso pe-
noso, como es la pérdida de un ser querido, Comunicación inadecuada
no puede ser medido con una escala numéri-
La falta de entrenamiento para adquirir ha-
ca, la uniformidad de los resultados en todos
bilidades en comunicación con el paciente y
los ítems evaluados nos lleva a pensar que el
la familia es un factor preponderante que pro-
grado de conformidad por parte de la fami-
duce inadecuado control domiciliario. Tam-
lia fue alto. Estos resultados nos permiten
bién es fundamental que los miembros del
estar satisfechos, ya que el cuidado paliati-
equipo se comuniquen entre sí periódicamen-
vo, por definición, es aquel que se realiza no
te, ya que el trabajo no debe ejecutarse en for-
sólo al paciente enfermo sino también a sus
ma paralela sino de manera conjunta.

71
Cuidados Paliativos en el Domicilio - H. Fornells

Inadecuado soporte familiar Aspectos éticos en cuidado


Algunas veces, el médico generalista rea- domiciliario (10)
liza una tarea óptima con el paciente contro- a) Comunicación con el paciente y la
lando adecuadamente sus síntomas y comu- familia
nicándose correctamente con él. Pero se ol-
vida de la familia. El familiar cuidador prin- En algunas culturas orientales, como en
cipal necesita que le informen que todo lo la sociedad china, por ejemplo, se admite que
que él hace por su ser querido es adecuado, el paciente no debe ser informado sobre su
pero también desea que le pregunten “cómo enfermedad terminal. En Estados Unidos, el
está usted?”. Necesita que le expliquen que familiar no tiene derecho a interponerse en
algunas veces es conveniente contratar a una la comunicación entre el médico y el pacien-
persona para que ayude en el cuidado de su te, aunque él considere que lo hace para pro-
familiar y que es preciso que descanse más. teger a su ser querido. En la cultura latina, si
Solicita que el profesional se siente y escu- bien existen diferentes posturas, considera-
che sus miedos, sus dudas. Tal vez esta es la mos que el paciente tiene el derecho a cono-
primera vez en su vida que enfrenta una si- cer sobre su enfermedad y su pronóstico y
tuación de tal naturaleza. Necesita saber admitimos que la comunicación es parte del
cómo tiene que hablar con los chicos. tratamiento. No se impondrá un diagnóstico
o un pronóstico que el paciente no desee co-
Dedicar un tiempo más a la familia nocer. Reflexionamos y aceptamos que el
redituará en mayor beneficio para una ade- problema no radica en decir o no decir una
cuada atención domiciliaria. verdad en una entrevista, sino en tener una
buena comunicación. No decir la verdad no
Emergencias domiciliarias significa que debamos mentir. La comuni-
cación es un proceso y antes de hablar debe-
Si bien no es el objetivo de este artículo
ríamos aprender a escuchar, conocer qué sabe
extenderse en este tema, es necesario reali-
el paciente sobre su enfermedad y qué desea
zar algunas consideraciones.
conocer de la misma. Con amabilidad, ha-
a) En Cuidados Paliativos el profesional blaremos con el familiar que se interpone en
debe ser proactivo más que reactivo, es una comunicación, explicaremos sobre lo
decir, anticiparse y prevenir situaciones negativa que es la conspiración del silencio
de crisis. y que estamos preparados para tener una
b) En el domicilio se debe contar con los comunicación adecuada con el paciente.
fármacos necesarios para administrar ante
diferentes situaciones. Si es necesario, se
b) Aspectos espirituales y religiosos
dispondrá también de oxígeno,
nebulizador y aspirador. Si bien también puede ser difícil para un
c) El familiar debe saber que puede contar con ministro de la fe estar junto a un paciente
un servicio de emergencias que se pondrá que está muriendo, no hay duda que tienen
en contacto con el médico tratante. una preparación mayor que los profesiona-
les de la salud para comprender aspectos
d) El familiar debe haber sido instruido en
espirituales del paciente. Además, el entre-
la manera de actuar si el paciente presen-
namiento del clero en esta área ha mejora-
tara una convulsión, delirio, disnea, do-
do en los últimos años con su participación
lor incidental severo.
activa en congresos y cursos de Cuidados
e) Los familiares deben saber que las emer- Paliativos. El médico no tiene el derecho
gencias son raras, pero si ocurren, esta- de revelar información confidencial del pa-
remos preparados para actuar.

72
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

ciente al sacerdote, pero puede sugerir cuán del familiar. Muchas veces, algún familiar
útil podría ser contactarse con él si es que considera que han visto suficiente y ya no
ya no lo ha hecho. pueden tolerar más preguntas y no pueden
aceptar más sufrimiento. Nos ocuparemos de
sus necesidades, pero sedar al paciente sólo
c) Tratar al paciente por consideración a
por deseo del familiar, es incorrecto.
los familiares
Hay pocas ocasiones en las cuales el
e) Mantener la vida a cualquier costo
médico encuentra que hará algún tratamien-
to al paciente, más para beneficio de los La Medicina Paliativa se focaliza más en
familiares que del propio paciente. Se rea- calidad que en cantidad de vida. Cuando una
lizará el tratamiento si éste no implica un terapia sólo prolongará una agonía sin me-
daño al paciente. Algunos ejemplos pueden jorar la calidad de vida (hidratación
ilustrar esta situación. El paciente que está intravenosa, nutrición parenteral, respiración
agonizando, inconsciente y tiene abundan- asistida) del paciente terminalmente enfer-
tes secreciones bronquiales, que están pro- mo, ésta será inaceptable, aun cuando la so-
duciendo una “muerte ruidosa”. Si bien el licite el familiar. Ya ha sido demostrado que
paciente no tiene conciencia de la situación, muchas veces en domicilio es más difícil para
ésta es vista por los familiares como asfixia los familiares aceptar la realidad que para el
o dificultad respiratoria. No es desacertado paciente mismo. Algunos médicos no fami-
realizar una hioscina subcutánea para dis- liarizados con medicina paliativa se sentirán
minuir las secreciones bronquiales y con- más cómodos con tratamientos activos, aun-
fortar a los parientes. En un paciente con que no se hayan planteado cuál es el objeti-
diagnóstico reciente de cáncer de pulmón vo final. El profesional experto en cuidados
con múltiples metástasis cerebrales, que paliativos deberá explicar a los familiares y
presenta convulsiones frecuentes y morirá a otros colegas que ciertos tratamientos son
en pocos días, no es inaceptable realizar un inadecuados en este estadio de la enferme-
tratamiento con corticoides, con el objeto dad. No se realizará determinada terapia in-
de mejorar los síntomas temporariamente y justificada. Eso no significa que se abando-
que viva unas semanas más, ya que los fa- nará al paciente. Al contrario, se le seguirá
miliares no están aún preparados para la cuidando adecuadamente hasta el final.
muerte inminente, y así podrán disfrutar los
últimos días con él.
Futuro de los cuidados paliativos
No es aceptable prescribir una mayor domiciliarios en América Latina y el
dosis de analgésicos a un paciente conscien-
Caribe
te, porque los familiares refieren que presenta
más dolor de lo que realmente él relata que Hasta tanto no existan políticas sanitarias
tiene. Diversos estudios han demostrado que adecuadas en nuestros países, la atención
los familiares perciben mayor nivel de dolor domiciliaria dependerá de esfuerzos indivi-
y ansiedad que la que realmente manifiesta duales regionales. Actualmente, se emplean
el paciente. recursos financieros en una gran mayoría en
terapias curativas y métodos de diagnóstico
altamente sofisticados. En general, los pro-
d) Sedación del paciente a pedido de los
fesionales de la salud y el sistema sanitario
familiares (11)
vigente están preparados para tratamientos
Si el paciente no desea mayor sedación agudos y es vista o vivida como un fracaso
es éticamente incorrecto realizarla a pedido la enfermedad incurable y progresiva. En

73
Cuidados Paliativos en el Domicilio - H. Fornells

oncología, por ejemplo, se estima que en sos económicos y que actuar en Cuidados
países en vías de desarrollo se curarán me- Paliativos se transforme en un trabajo ínte-
nos del 30% de los pacientes con cáncer. Sin gro y que satisfaga las necesidades de los
embargo, los medios económicos se vuelcan profesionales dedicados exclusivamente a
casi en exclusividad para financiar tratamien- esta tarea.
tos oncológicos activos, como quimiotera-
pia y en muy pocos casos se reconocen los
Conclusión
tratamientos paliativos, especialmente aque-
llos realizados en el domicilio del paciente. Es posible realizar Cuidados Paliativos en
La buena noticia es que cada vez es más Domicilio, idealmente con un equipo
firme el aumento de profesionales involucra- multiprofesional de trabajo que tenga la ca-
dos en Cuidados Paliativos, es mayor el nú- pacidad de ocuparse de todas las áreas de la
mero de personas que solicitan atención pa- persona enferma: somática, psicológica, so-
liativa especializada cuando “ya no hay nada cial y espiritual. Es necesario también incluir
más que hacer” y se va incrementando el a la familia del paciente en el cuidado domi-
número de cursos de pre y post-grado de ciliario. Los principios de la ética: beneficen-
Medicina Paliativa. Muchas regiones o ciu- cia, no maleficencia, autonomía, justicia y
dades de nuestros países ya cuentan con lí- equidad, están presentes en forma continua
deres expertos en esta área. cuando trabajamos con pacientes terminales,
sin omitir nunca el respeto por las personas y
Tal vez un paso que nos cuesta dar es
sus creencias, junto a una comunicación ho-
“promocionar” los Cuidados Paliativos en la
nesta y adecuada. Siempre debemos recordar
población general. Hacerlos conocidos a tra-
que aún en la era de la medicina moderna y
vés de los diferentes medios de difusión
en tiempos del postmodernismo sigue vigen-
masiva es una cuestión necesaria, igual que
te el viejo adagio: Curar algunas veces, ali-
tratar de terminar con la práctica no científi-
viar a menudo, acompañar siempre.
ca y muchas veces deshumanizada de trata-
miento de pacientes terminales, y procurar
enrolar en Cuidados Paliativos a profesio- Referencias
nales acreditados, solidarios y empáticos con 1. World Health Organization. Cancer Pain
el sufrimiento. Relief and Palliative Care. Geneva: WHO;
El único objetivo de un buen Cuidado 1990. (Technical Report Series 804).
Paliativo debe ser mantener la mejor cali- 2. World Health Organization. Recomendations
dad de vida posible para el paciente y su on implementing National Cancer Control
familia. Justamente el espacio donde ellos Programmes. Geneva: WHO; 1992.
eligen estar es su domicilio. Es su lugar, es 3. Townsend J, Frank AO, Fermont D, Dyer S,
donde mejor se desempeñan, es allí donde Karran O, Walgrove A, Piper M, et al. Termi-
se relacionan con los suyos, mantienen sus nal cancer care and patients preference for
roles y quieren vivir. Y porque quieren vi- place of death: a prospective study. British
vir dignamente hasta el fin, es a su domici- Medical Journal 1990; 301: 415-417.
lio donde debemos trasladarnos para asis- 4. Spiller J, Alexander D. Domiciliary care: a
tirlos, acompañarlos. Ya muchos profesio- comparison of views of terminally ill patients
nales hemos aceptado la invitación. Es ne- and their family caregivers. Palliative Medi-
cine 1993; 7: 109-15.
cesario que se sumen más personas a este
nuevo desafío. Es imprescindible que en los 5. Twycross RG. Care of the terminally ill
patient.[editorial] International School for
países de América Latina y el Caribe haya
Cancer Care 1993; Sept.
una redistribución más lógica de los recur-

74
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

6. Sergi-Swinehart P. Hospice Homecare: How to 9. Doyle D. Domiciliary palliative care. In:


get patients home and help them to stay there. Doyle D, Hanks GW, MacDonald N. Oxford
Seminars in Oncology 1985; 12 (4): 461-5. Textbook of Palliative Medicine. Oxford:
7. Fornells H, Pérez E. Cuidados Paliativos en Oxford University Press; 1998: 957-73.
la Argentina. En: Gómez Sancho, (ed). Me- 10. Gómez-Batiste X, Roca J, Trelis J, Borrell R,
dicina Paliativa en la Cultura Latina. Bue- Novelles A. Ética clínica y cuidados paliati-
nos Aires: Atlante; 1999. vos. En: Gómez Batiste y otros. Cuidados
8. Poggio N, Fornells H, Tatangelo M. Análisis Paliativos en Oncología, 1996.
de la utilidad de la internación domiciliaria 11. Doyle D. Ethical issues in domiciliary care. In:
en pacientes con cáncer en fase terminal. Bo- Doyle D, Hanks GW, MacDonald N. Oxford
letín Científico de la Asociación Argentina de Textbook of Palliative Medicine. Oxford: Oxford
Medicina y Cuidados Paliativos 1999; 5 (10). University Press; 1998: 970-971.

75
SEDACIÓN EN CUIDADOS PALIATIVOS:
REFLEXIONES ÉTICAS

Josep Porta i Sales MD, PhD.


Máster en Bioética

Correspondencia: Dr. Josep Porta i Sales, Unidad de Cuidados Paliativos


Hospital de la Sta. Creu
Rambla Hospital, 52
08500 Vic (Barcelona)
España
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

SEDACIÓN EN CUIDADOS PALIATIVOS:


REFLEXIONES ÉTICAS

Josep Porta i Sales MD, PhD.

Resumen Resumo
Se describe el marco en que los cuidados Apresentam-se situações de aplicação dos
paliativos deben manejar los diferentes pro- cuidados paliativos em circunstâncias que
blemas que los pacientes y las familias pue- pacientes e familiares devam enfrentar no
den tener al final de la vida. La sedación es final da vida. A sedação é uma conduta
una maniobra terapéutica utilizada con cierta terapêutica com frequência utilizada em
frecuencia en cuidados paliativos, que sin em- métodos paliativos e que poderá eventual-
bargo presentan el riesgo de conculcar algu- mente transgredir alguns princípios éticos.
nos principios éticos. Desde nuestro punto de Em nosso ponto de vista, a prática da sedação
vista, los principios de beneficencia y auto- pode afetar especialmente os princípios da
nomía son posiblemente los principios éticos beneficência e da autonomia. O presente
mayormente afectados cuando se considera trabalho propõe medidas que visam evitar
la sedación. Se discuten algunos de los as- eventuais transgressões éticas e oferece
pectos para prevenir la conculcación de los sugestões para as tomadas de decisões.
principios éticos, asimismo se proporcionan
algunas sugerencias para ayudar en la toma
de decisiones.
PALABRAS-CLAVE: Sedación, Cuida-
dos Paliativos, Bioética.

79
Sedación en Cuidados Paliativos: Reflexiones Éticas - J. Porta

Abstract Résumé
It is described the frame for applying On décrit le cadre où les soins palliatifs
palliative care to the different problems doivent faire face aux différents problèmes
encountered by patients and their families at que les patients en fin de vie et leurs familles
the end of life. Sedation is a therapeutic peuvent avoir. La sédation est une manoeuvre
manoeuvre frequently used in palliative me- thérapeutique utilisée avec une certaine
dicine, that could eventually infringe some fréquence en soins palliatifs, mais elle a le
ethical principles. From our standpoint, risque de nuire certains principes éthiques.
beneficence and autonomy are probably the Dès notre point de vue, les principes de
most affected principles when sedation is bienfaisance et d’ autonomie sont peut-être
considered. Some measures to prevent such les plus afectés lorsqu’on réfléchit à la
violations to occur are discussed, and sédation. On discute sur certains aspects pour
suggestions intended to guide in decision- prévenir l’oubli des quelques principes
making are proposed. éthiques. De la même façon, on propose
KEY-WORDS: Sedation; Palliative quelques idées pour aider à la prise de
Care; Bioethics décisions.
MOTS CLÉS: Sédation, Soins Palliatifs,
Bioéthique

80
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Introducción Epidemiológicamente, en el primer mun-


do y por razones ampliamente conocidas,
Tarde o temprano, el estado de difunto
como el aumento de la esperanza de vida,
nos será concedido a todos, el de enfermo
mejor control de las complicaciones de las
terminal queda reservado para una creciente
enfermedades crónicas y un estilo de vida
mayoría, al menos en los países desarrolla-
altamente competitivo y estresante, se ha lle-
dos o en vías de desarrollo. Esta afirmación
gado a que las causas principales de muerte
inicial se sustenta en un concepto clínico-
sean los accidentes de tránsito (paradigma
descriptivo y en un hecho epidemiológico.
de la muerte inesperada), el cáncer (paradig-
Conceptualmente y desde la perspecti- ma de la muerte esperada) y las enfermeda-
va clínica, hay personas que enferman de des cardio-vasculares, las cuales pueden
procesos morbosos incurables, al menos a adoptar, en general, ambos patrones de muer-
la luz de los conocimientos actuales de la
te. Si consideramos sólo el cáncer, en la ac-
medicina. Ello es así independientemente
tualidad, es causa de entre el 20 y el 25% de
del hecho de disponer de tratamientos que
los fallecimientos (según el lugar) lo cual su-
puedan posponer la historia natural de la en-
pone un incremento entre 10 y 15 puntos por-
fermedad hacia la muerte del paciente. A
centuales respecto a la mortalidad por cán-
menudo, en el transcurso del tiempo entre
cer de principios del siglo XX.
el diagnóstico y el fallecimiento se hacen
patentes los efectos deletéreos de la enfer- El desarrollo científico general de los últi-
medad sobre el cuerpo, afectando todas las mos 50 años y en particular de la medicina,
dimensiones de la persona. Este sufrimien- junto con una situación social globalmente
to no queda reducido, en forma alguna, al más justa, han contribuido a que vivamos
ámbito de la persona sino que afecta de for- posiblemente la mejor época de la historia de
ma directa a la familia y también al grupo la humanidad (al menos para los nacidos en
de personas que desde una perspectiva pro- el primer mundo). Esta magnificencia y es-
fesional intenta luchar contra su enferme- plendor ha producido un cierto deslumbra-
dad y sufrimiento. Por lo tanto, el conoci- miento ante los aspectos íntimos de la vida y
miento, no sólo cierto, sino inminente —a la muerte. La indigencia humana se ha ma-
menudo de meses—, de la salida del teatro quillado con episeguridades. Aseguramos el
de la vida, este exitus letalis, constituye la hogar, el coche, el Estado asegura un poder
fuente primigenia del sufrimiento y de la adquisitivo mínimo, el acceso universal a los
realidad témporo-espacial del paciente ter- recursos sanitarios, pero también hacemos los
minal. Las personas que mueren víctimas mal llamados seguros de vida. En resumidas
de los accidentes de tráfico, de procesos cuentas, un gran avance con innegables be-
patológicos agudos o de la violencia de neficios, pero bajo toda esta cosmética que
otros, difícilmente pueden considerarse hace la vida más bonita y agradable, subsiste
como enfermos terminales, ya que carecen la vulnerabilidad humana, la enfermedad, el
de este marco témporo-espacial donde se sufrimiento y la muerte.
desarrolla la enfermedad y se prevé la muer- Ante estas episeguridades, la pseudoom-
te. Estas personas no esperan una salida de nipotencia médica y la fragilidad humana,
escena inminente, su salida es instantánea, se ha establecido una dialéctica que permi-
fulgurante, podríamos considerar que han tió hace unos veinte años reconocer que hay
sido literalmente arrebatados de la vida, lo y que continúan habiendo enfermos termi-
cual no es menos traumático para los que nales, los cuales tienen necesidades que es
se quedan, antes al contrario, posiblemente preciso atender. A este redescubrimiento se
lo es más. Pero esta es otra cuestión, moti- le ha bautizado como cuidados paliativos.
vo de otras reflexiones.

81
Sedación en Cuidados Paliativos: Reflexiones Éticas - J. Porta

Los cuidados paliativos no tienen otra fi- nitiva, es decir, de una acción que producirá
nalidad que proporcionar la mejor calidad de la pérdida de la conciencia del paciente y
vida a los pacientes en situación terminal además de forma irreversible, este es el caso
hasta que llegue la muerte, afrontándola des- de una sedación profunda y continua. La rea-
de la visión del hombre multidimensional e lidad clínica es diferente, la sedación admite
intentando cubrir todos aquellos aspectos matices, puede ser una sedación profunda o
somáticos, psíquicos y transcendentes de la superficial, continuada o intermitente.
persona. Pero como cualquier avance, tam- Los datos de que se dispone sólo hacen
bién ha generado sus propios dilemas. referencia a una sedación profunda y conti-
El uso de la sedación como estrategia te- nuada que, de acuerdo con Barbero y Camell
rapéutica proporciona elementos para la re- (3), el mayor grado de discusión ética se es-
flexión ética, debido a que puede conculcar tablece con este tipo de sedación, debido
algunos principios. Este trabajo tiene la pre- posiblemente a que la muerte puede verse
tensión de reflexionar sobre tal hecho, par- acelerada en un paciente tan frágil.
tiendo de la descripción de aquellos conoci- Esta sedación profunda y continuada se
mientos médicos disponibles en la actualidad, definió como “sedación terminal”, la cual
el análisis de la toma de decisiones en cuida- hemos definido como: “La administración
dos paliativos y observar cómo pueden verse deliberada de fármacos para producir una dis-
afectados los principios éticos, especialmen- minución suficientemente profunda y
te el de autonomía y beneficencia. previsiblemente irreversible de la conciencia
en un paciente cuya muerte se prevé próxi-
El trasfondo clínico ma, con la intención de aliviar un sufrimiento
físico y/o psicológico inalcanzable con otras
La palabra sedación procede del latín medidas y con el consentimiento explícito,
sedare que significa calmar, aliviar. El implícito o delegado del paciente” (4). Esta
Diccionari Enciclopèdic de Medicina (1) de- definición incorpora algunos puntos clave que
fine sedación como “la acción producida por es necesario considerar a la hora de la toma
los sedantes”, y a estos como “sustancias que de decisiones sobre la sedación, tales como:
disminuyen la sensación de dolor, o más la voluntariedad (maniobra deliberada) de la
exactamente, la excitación del sistema ner- acción de sedar por parte del equipo, el con-
vioso central. La acción sedante de muchos sentimiento del paciente y el no disponer de
medicamentos está relacionada con sus cua- otras posibilidades terapéuticas (alivio inal-
lidades analgésicas, tranquilizantes e hipnó- canzable, síntoma refractario).
ticas, y el tipo de acción que se alcanza de-
La frecuencia en que la sedación ha esta-
pende de la dosis suministrada”.
do indicada como estrategia terapéutica varía
En cuidados paliativos, la sedación se ha de unos autores a otros, oscilando entre el 16%
definido como “la administración de fármacos y el 52% (ver tabla I), pero considerando glo-
psicoactivos, generalmente neurolépticos o balmente las series publicadas se puede pro-
benzodiazepinas, con la intención de controlar mediar en un 20% de los pacientes.
algunos síntomas físicos, psicológicos o pro-
Las causas que más frecuentemente lle-
ducir la pérdida de la conciencia en ciertas si-
van a los equipos a la sedación del paciente
tuaciones dramáticas, así como también el dor-
son la disnea, el dolor y el delirio (ver tabla
mir al paciente, sin su conocimiento y/o con-
II). La mirada fría de las cifras indica la gran
sentimiento” (2).
variabilidad según la muestra estudiada y
La sedación frecuentemente y a nivel posiblemente se puedan relacionar fácilmen-
popular tiene la connotación de acción defi- te con las posibilidades y limitaciones de

82
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

cada equipo en la atención de los pacientes En definitiva, en cuidados paliativos, los


y familias. En cualquier caso, sí se podría autores que han publicado sus series reco-
decir que aquellos síntomas que son capa- nocen que la sedación es utilizada en aproxi-
ces de producir un distrés, un sufrimiento madamente 1 de cada 5 pacientes en los últi-
más evidente son los que llevan al equipo a mos días de vida, pero no hay información
utilizar la sedación. Naturalmente, se podría en la literatura sobre el proceso que lleva a
leer al revés: la sedación está indicada en tomar esta decisión. Tampoco se informa de
aquellas situaciones de sufrimiento eviden- la frecuencia de uso de la sedación intermi-
te e incontrolable, lo que se ha definido como tente, de si había o no consentimiento del
síntoma refractario (5). paciente o de la familia y aunque la inten-
Existe una cuestión central y básica, que ción benevolente es posible, esta no queda
es la “refractariedad” del síntoma, es decir: especificada en ningún trabajo.
¿es realmente inaliviable el síntoma? Tal como
lo define Cherny et al, “el término refractario Reflexión ética
puede aplicarse a un síntoma cuando éste no
puede ser adecuadamente controlado a pesar Desde el punto de vista ético, Fondras (2)
de los intensos esfuerzos para hallar un trata- recoge las actitudes de médicos franceses
miento tolerable que no comprometa la con- responsables de unidades de cuidados palia-
ciencia”. En este sentido, un diagnóstico di- tivos respecto al uso de la sedación. Este
ferencial acertado y el uso de todas las medi- autor recopiló la opinión de 30 médicos, la
das terapéuticas disponibles constituyen los cual posiciona en tres grupos. Un 40% de
elementos básicos de buena praxis sin la cual los médicos era más próximo a una ética
no hay discusión ética posible. Un caso para- moral o deontológica, un 27,7% adoptaba
digmático es el delirio en la fase terminal de una posición más utilitarista y un 33% man-
una enfermedad, que en la literatura se ha de- tenía un pensamiento “intermedio”. En el
nominado de diversas maneras: agitación o grupo utilitarista se observaba una mayor
inquietud terminal o cuadro confusional indicación de la sedación que obedecía ma-
hiperactivo. El paciente que sufre un cuadro yoritariamente a una petición del paciente y
delirante, que por definición tiene un estado con escasa discusión con la familia. En este
cognitivo alterado, ofrece una imagen de ma- grupo, la sedación no se considera compara-
lestar y sufrimiento, puede estar agresivo con ble con la eutanasia o con el uso del cóctel
incontinencia verbal, no reconoce y responde lítico. Por el contrario, un 27% de los facul-
a los estímulos externos de forma incongruen- tativos de los grupos moralista e intermedio
te y alterada. La visión del mundo y la reali- pensaba que había una relación entre la se-
dad está nublada. Otros pacientes pueden ofre- dación y la eutanasia.
cer una imagen de intranquilidad, con una Más allá del trabajo descriptivo de Fondras,
afectación cognitiva ligera o inexistente, sen- el cual no hace otra cosa que ilustrar la dispari-
cillamente porque presentan movimientos dad de posiciones ante la sedación, es impor-
musculares incontrolados e involuntarios que tante reflexionar sobre el uso de una maniobra
son interpretados por la familia como sufri- terapéutica determinada que no tiene, en sí
mientos debido a su “comprensible” estado misma, otra consideración ética que la volun-
de ansiedad. Lo anterior es posible pero ge- tad, la intencionalidad con que es aplicada.
neralmente estaremos asistiendo a un cuadro En otras disciplinas como la anestesiología
de mioclonias multifocales. Es bueno saber o los cuidados intensivos, el no uso de la se-
que aún en estas circunstancias, aunque no dación sería maleficente. Quién puede pen-
siempre, los pacientes son susceptibles de tra- sar que un paciente que ha de sufrir una inter-
tamiento” (6). vención o una intubación, no esté sedado ya

83
Sedación en Cuidados Paliativos: Reflexiones Éticas - J. Porta

sea profunda o superficialmente, según sea el cae sobre si el beneficiario será el paciente.
procedimiento a seguir, o el caso del paciente En este punto hay un área de conflicto, a mi
psiquiátrico con un estado de excitación y an- modo de ver, ya que uno de los principios de
gustia que puede dañar a alguien o a sí mis- los cuidados paliativos dice que la unidad
mo. Seguramente en las situaciones anterio- de tratamiento es el paciente y la familia (7).
res la razón nos indica que no utilizar los Este enunciado da igual prioridad a la fami-
medios farmacológicos disponibles sería con- lia y al paciente, de acuerdo con Randall y
culcar el principio de beneficencia. Downie (8).
¿Qué ocurre en cuidados paliativos? ¿Qué El equipo siempre ha de tener en la men-
hace que todo se vea diferente? Cuando el te el beneficio del paciente e intentar que los
paciente puede sufrir los mismos problemas, intereses legítimos de la familia sean escu-
una disnea o un estado de angustia extrema chados y atendidos. Esto incluye que los
que no responde al tratamiento habitual. Una equipos han de esforzarse en recordar que
posible respuesta recae en dos puntos bási- un punto esencial de los cuidados paliativos
cos: la intencionalidad y el resultado. es mantener y preservar la dignidad y auto-
La intencionalidad, en los casos de los nomía del paciente, es decir, que se ha de
pacientes quirúrgicos, en estado crítico o dar al paciente la información necesaria para
psiquiátrico, en la práctica habitual queda que pueda tomar sus propias decisiones. No
bien definida a priori, evitar el mal. En estos hemos de ser deshonestos con los pacientes
casos, el sufrimiento del paciente. Más allá con tal de facilitar a los familiares una deci-
de cualquier ejercicio de la autonomía del sión difícil. En el caso de que el paciente no
paciente, ¿quién querría ser intervenido sin pudiese expresar su voluntad, lo cual no es
anestesia, a lo vivo? ¿Consentiría un ciruja- infrecuente, el equipo ha de velar por el be-
no llevar un paciente a un desbridamiento neficio del enfermo incorporando en los ele-
de una gangrena o a una laparotomía sin ase- mentos de decisión aquellas aportaciones que
gurar la confortabilidad del paciente some- desde la familia se puedan hacer sobre los
tiéndolo a una sedación más o menos pro- valores y deseos del paciente. También es
funda, aparte de otras consideraciones frecuente que la familia no se encuentre en
anestésicas? Seguro que no. ¿Qué familia condiciones emocionales o de conocimien-
consentiría en que un enfermo no estuviese to para tomar una decisión importante. En
sedado antes de afrontar los procedimientos este caso sería claramente maleficente hacia
mencionados? Ninguna. la familia forzarla a tomar una decisión para
la cual su grado de autonomía se halla tan
En cuidados paliativos la duda recae en
limitado. Es responsabilidad del equipo to-
que la intencionalidad sea, precisamente, no
mar esta determinación y no pasarla a una
maleficente. Que aquello buscado no sea el
familia atenazada por el dolor y la incerti-
bien del paciente. Por tanto, una primera
dumbre.
cuestión ineludible recae en responder a
quién se beneficia cuando se plantea la se- Respecto al resultado de la sedación, en
dación. ¿Es una huida hacia adelante del el contexto del paciente terminal, es altamen-
equipo? ¿Es la petición de un paciente o de te probable que sea la muerte. Este resulta-
una familia que no ha tenido la oportunidad do, por ser altamente previsible, es un punto
de contar con suficiente apoyo ante la pérdi- de conflicto, ya que a menudo se piensa que
da? Por tanto, una primera dimensión que no hay mayor mal que la muerte y es preciso
hay que explorar es si la omisión de la seda- evitarla. Siguiendo los ejemplos del pacien-
ción es maleficente, es decir, que la inten- te quirúrgico, crítico o psiquiátrico, pero es-
ción está en evitar el mal y, la segunda, re- pecialmente el del paciente crítico, la muer-
te no es un futuro improbable, más bien es

84
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

una expectativa factible que un paciente gra- nes son tanto a nivel del saber científico (his-
ve, sedado y en una unidad de cuidados in- toria natural de la enfermedad u opciones
tensivos pueda fallecer. En este caso la se- terapéuticas, disponibilidad de recursos),
dación no se plantea como algo relacionado como a nivel social (valores, creencias, en-
con la muerte del paciente, a pesar de su es- torno, entre otros). La integración de todo es
tado crítico y que la sedación y la intubación lo que ayudará a que la decisión final de ac-
también tienen sus efectos secundarios. ción u omisión sea éticamente consistente.
Si bien en el caso del paciente crítico la
muerte es una posibilidad no lejana consi- Conclusiones
derando su situación clínica, en el paciente
terminal la muerte es una certeza, porque su En definitiva, la sedación hay que consi-
enfermedad también le ha llevado a una si- derarla una maniobra más dentro del reperto-
tuación “crítica”. rio de los cuidados paliativos, pero atendien-
do su impacto sobre el paciente y, ante el ries-
No quisiera hacer juego de palabras, pero
go de conculcar diversos principios éticos, su
sí analizar un aspecto importante sobre la
utilización ha de ser claramente razonada, dis-
responsabilidad de los resultados. Hay ac-
cutida y plasmada. Existe el riesgo de ser
ciones u omisiones sobre los cuales pode-
maleficente, no ser beneficente con el paciente
mos ser moralmente responsables respecto
y desatender su autonomía. Estos serían los
a los resultados, sería el caso de administrar
valores en juego que es preciso respetar, por-
un veneno a una persona sana con el fin de
que de otra manera la sedación es una manio-
producirle la muerte. De la acción de dar el
bra éticamente inaceptable.
veneno se deriva inevitablemente y
causalmente la muerte de la persona. En el Nos atreveríamos a sugerir algunos pun-
caso del paciente terminal, la muerte no de- tos guía que pueden ser de ayuda a la hora
pende de nuestras acciones u omisiones, la de analizar éticamente la sedación:
muerte llegará inexorablemente. Los múlti- • Establecer un diagnóstico correcto.
ples factores involucrados en la muerte de • Sopesar los riesgos y los beneficios
los pacientes terminales son difíciles de va- (maleficencia/beneficencia).
lorar, hay excesivos parámetros a tener en • Asegurarse que la sedación es la única
cuenta para que se pueda declarar que una maniobra posible.
acción u omisión ha sido la causa de la muer-
te. En el supuesto que una acción como la • Obrar siempre en beneficio del paciente, ba-
sedación, bien indicada, se señale como cau- sándonos en el conocimiento (previo o ac-
sa de la muerte, sería falso, porque la muerte tual) de sus valores y objetivos (autonomía).
hubiese llegado igual y además con mayor En el enfermo no autónomo, recoger la
sufrimiento. Estaríamos hablando del doble información que nos puedan dar sobre los
efecto o de una valoración riesgo/beneficio. valores y objetivos del paciente, pero no
Donde somos moralmente responsables sobrecargar ni forzar a la familia a una
no es en el resultado (la muerte) sino en el toma de decisiones.
proceso que nos ha llevado a tomar la deci- • Discutir con el equipo la toma de decisio-
sión (la sedación) (6). Es en este proceso de nes y dejarlo escrito en la historia clínica.
toma de decisiones que el tener en cuenta • La sedación es un procedimiento que hay
todos los elementos en juego hará que una que tener en cuenta dentro del armamen-
decisión sea éticamente buena o mala. Los tarum, pero no se ha de establecer como
elementos para una buena toma de decisio- rutina.

85
Sedación en Cuidados Paliativos: Reflexiones Éticas - J. Porta

Tabla I: Frecuencia en que se indicó la sedación:


Autores Año %
Ventafridda et al. (9) 1990 52
Fainsinger et al. (10) 1991 16
Stone et al. (11) 1997 26
Ojeda et al. (12) 1997 19
Porta et al.(13) 1999 23

Tabla II: Causas por las que se indicó la sedación (en porcentajes)

Síntoma/autores Ojeda et al (12) Stone et al (11) Ventafridda et al. (9) Porta et al (13)

Disnea 74 20 41 23
Delirio 37 60 14 10
Hemorragia 8 - - 9
Dolor 6 20 39 23
Nausea/vómitos 3 - - 6
Angustia - 26 - 32

86
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Referencias
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Enciclopèdia Catalana; 1990: 1370. University Press; 1996.
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celona. Delegació de Pastoral de la Salut. El En prensa.

87
EL DERECHO A MORIR CON DIGNIDAD

Paulina Taboada R.
Profesor Auxiliar, Pontificia Universidad Católica de Chile
Centro de Bioética y Depto. Medicina Interna, Facultad de Medicina

Correspondencia: Dra. Paulina Taboada R., Centro de Bioética, P. Universidad


Católica de Chile, Casilla 114-D, Correo Central 1, Santiago-Chile. E-mail:
ptaboada@med.puc.cl
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

EL DERECHO A MORIR CON DIGNIDADi

Paulina Taboada R.

Resumen Resumo
Partiendo de una reflexión sobre los sig- Partindo de uma reflexão sobre os dife-
nificados divergentes que se atribuyen hoy rentes significados dados ao assim chamado
al llamado “derecho a morir con dignidad”, “direito a morrer com dignidade”, o presente
el trabajo analiza la respuesta que ofrece la trabalho analisa a proposta oferecida pela
Medicina Paliativa al debate sobre el final Medicina Paliativa no debate sobre o final da
de la vida humana. Luego de revisar las es- vida. Após revisar as estratégias disponíveis
tadísticas actualmente disponibles en Holan- na Holanda, primeiro país à despenalizar a
da —primer país en despenalizar la eutana- eutanásia, a autora expõe a proposta oferecida
sia—, la autora expone la solución que ha pela Medicina Paliativa. Para compreender
dado la Medicina Paliativa a la problemáti- adequadamente a tese é fundamental enten-
ca de la “muerte digna”. Para comprender der o processo de morrer como um “evento
adecuadamente esta respuesta, es necesario da vida humana”. Nesse contexto, a autora
entender el acto de morir como un “acto hu- indica cinco princípios morais que considera
mano”. En ese contexto, la autora menciona essenciais para conceber a dimensão ética do
cinco principios morales que considera es- morrer, quais sejam: o princípio da veracidade,
pecialmente relevantes para resguardar la da proporcionalidade terapêutica, do duplo
dimensión ética del morir. Ellos son: el prin- efeito, da prevenção e do não abandono. O
cipio de veracidad, de proporcionalidad te- trabalho conclui com uma proposta de
rapéutica, del doble efecto, de prevención y mudança do atual paradigma médico que pri-
de no-abandono. El trabajo concluye con una vilegia a medicina dominada pela lógica do
invitación a cambiar el actual paradigma “imperativo tecnológico” para um modelo de
médico, pasando de una medicina domina- “medicina personalista”.
da por la lógica del “imperativo tecnológi-
co” hacia una “medicina personalista”.
PALABRAS-CLAVE: Muerte digna;
Derecho a una muerte digna; Muerte y mo-
ribundos; Atención a moribundos; Enfermo
terminal; Final de la vida; Medicina Paliati-
va; Obstinación terapéutica; Eutanasia; Ac-
titudes sociales ante la muerte; Bioética.

i
El presente trabajo es fruto de un proyecto de in-
vestigación interdisciplinario que contó con el fi-
nanciamiento de la Dirección de Investigación y
Posgrado de la P. Universidad Católica de Chile
(DIPUC). Proyecto 98-II/16 CE: “El derecho a morir
con dignidad y el concepto de muerte digna”.

91
El Derecho a Morir con Dignidad - P. Taboada

Abstract Résumé
By starting with a reflection about the Le travail, en partant d’une réflexion sur
different meanings ascribed to the so-called les significations contradictoires attribuées
“right to die with dignity”, this work analyses aujourd’hui à ce que nous appelons le “droit
the response given by Palliative Medicine to de mourir avec dignité”, analyse la réponse
the end-of-life debate. After reviewing available qu’ offre la Médicine Palliative au débat sur
statistics from Holland —first country in la vie humaine finissante. Après consultation
legalizing euthanasia— the author explains the des statistiques que sont aujourd’hui
solution that Palliative Medicine has proposed disposées aux Pays-Bas -prémier pays où
to the issue of “death with dignity”. It is l’euthanasie est tolérée par la justice-,
necessary to perceive the act of dying as a l’autrice expose la solution que la Médicine
“human act” in order to understand that Palliative a donné à la problématique de la
response adequately. In this context five moral “mort digne”.
principles are mentioned, viewed as relevant Pour comprendre adéquatement cette
for safeguarding the ethical dimension of dying. réponse, il faut entendre l’acte de mourir
They are: the principles of veracity, comme “un acte humain”. Dans ce contexte,
therapeutical proportionality, double-effect, l’autrice mentionne cinq principes moraux
prevention and not-abandon. spécialement rélévants à fin de protéger la
The paper ends with an invitation to dimension éthique du mourir. Ils sont: le
change the present medical paradigm, principe de véracité, de proportionalité
shifting from a medicine controlled by the thérapeutique, du double effect, de prévention
logic of the “technological imperative” et de non-abandonnement. Le travail se termi-
towards a “personalized medicine”. ne avec une invitation à changer l’actuel
KEY-WORDS: Death with dignity; paradigme médicale, en passant d’une
Right to die with dignity; Death and the médicine dominée para la logique de
dying; Dying person; Dying person care; l’ “impératif tecnologique” à une “médecine
Terminally ill; End-of-life; Palliative Medi- personaliste”.
cine; Therapeutic obstinacy; Euthanasia; MOTS CLÉS: Mort digne; Droit à la
Social attitudes towards death; Bioethics. mort digne; Mort et moribonds; Attention
aux moribonds; Malade terminal; Fin de la
vie; Médicine Palliative; Obstination
thérapeutique; Euthanasie; Attitudes sociaux
devant la mort; Bioéthique.

92
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Introducción desde una medicina dominada por la lógica


del “imperativo tecnológico”iii, hacia una me-
La idea que el hombre tiene del “derecho a
dicina verdaderamente personalista.
morir con dignidad” ha dominado el debate
bioético contemporáneo relacionado con el fi-
nal de la vida humana. Muchos de los autores La “muerte digna” y el deseo de
que abogan por el derecho a una “muerte dig- controlar la muerte
na”, entienden que éste incluye el derecho a
La idea de que la muerte podría represen-
disponer de la propia vida mediante la eutana-
tar un alivio para una vida condenada a horri-
sia o el suicidio médicamente asistido, basán-
bles sufrimientos no es nueva. La encontramos,
dose para ello en el respeto a la libertad indivi-
por ejemplo, ya en la cultura griega. Esto, poé-
dual o autonomía del paciente. Se afirma, así,
ticamente expresado en el Mito del Centauro
que nadie tendría derecho a imponer la obliga-
Quirón, a quien el dios Apolo concedió el don
ción de seguir viviendo a una persona que, en
de la “mortalidad”, después de que en una ba-
razón de un sufrimiento extremo, ya no lo de-
talla con otros centauros, éstos le infringieran
sea. De acuerdo con esta línea de pensamien-
una herida incurable. Pero plantear que en cier-
to, en situaciones verdaderamente extremas, la
tas situaciones la muerte pueda ser percibida
eutanasia y la asistencia al suicidio representa-
como una bendición divina no equivale nece-
rían actos de compasión (beneficencia); negarse
sariamente a arrogarle al hombre el derecho
a su realización podría suponer una forma de
de acabar con la vida de una persona sufriente.
maleficencia. La fuerza de esta línea de argu-
Así lo percibió Hipócrates, quien en su famo-
mentación aumenta, en la medida en que el
so Juramento reclama de los médicos el com-
contacto con pacientes en situaciones límite nos
promiso de no dar a nadie una droga mortal
lleva a comprender la problemática existencial
aun cuando les sea solicitada, ni tampoco dar
que subyace a las solicitudes de eutanasia y
consejos con tal fin.
asistencia al suicidio.
La necesidad de pedir a los médicos un
El presente trabajo, luego de revisar las
compromiso formal en este sentido se aprecia
estadísticas actualmente disponibles en Ho-
hoy muy claramente al analizar las cifras del
landa, primer país en despenalizar la prácti-
informe de la Comisión Remmelick (1). Estas
ca de la eutanasia, plantea la respuesta alter-
estadísticas muestran que, en Holanda, un 15%
nativa ofrecida por la Medicina Paliativa a
de los fallecidos muere por eutanasia. De los
la problemática de la “muerte digna”. Esta
pacientes que solicitaron eutanasia activa du-
respuesta presupone un abordaje integral del
rante el período analizado (agosto-diciembre
enfermo terminal, en sus diferentes dimen-
de 1990), 56% lo hizo por un sentimiento de
siones: física, psicológica, espiritual y social.
pérdida de dignidad y 47% abogando tener un
Supone, además, considerar el acto de morir
dolor intratable. Este dato resulta doblemente
como un “acto humano”. En este contexto,
llamativo, puesto que, por un lado, el sentimien-
surgen algunos principios morales que pare-
to de pérdida de dignidad no figura entre las
cen ser especialmente relevantes en la aten-
condiciones de “eutanasia justificable” acep-
ción de pacientes moribundos, pues permi-
tadas por el Parlamento holandésiv. Por otro
ten resguardar la dimensión ética del morir.
La conclusión del trabajo es que la Medici- iii
La expresión “imperativo tecnológico” es de H.
na Paliativa podría ofrecer un modelo de Jonas (7).
atención en salud con un potencial innova- iv
En 1984 la Royal Dutch Medical Association propo-
dor, capaz de conducir a la medicina con- ne tres condiciones para la llamada “eutanasia justi-
temporánea a un cambio de “paradigma”ii: ficable”: 1º que la solicitud responda a una iniciativa
libre y consciente del paciente; 2º que el paciente
ii
Utilizo aquí el término “paradigma” en el sentido esté experimentando un sufrimiento inmanejable; 3º
acuñado por Kuhn (1). que exista consenso de al menos dos médicos.

93
El Derecho a Morir con Dignidad - P. Taboada

lado, aunque el dolor intratable sí es conside- El morir como un “acto humano” v (4)
rado como una condición justificante, el mis-
De acuerdo con la tradición judeo-cris-
mo informe pone en evidencia que —en opi-
tiana, el derecho a morir con dignidad es
nión de los médicos tratantes— en el 17% de
las solicitudes de eutanasia aún había alterna- parte constitutiva del derecho a la vidavi. Sa-
tivas terapéuticas paliativas que ofrecer a los bemos que esta tradición rechaza recurrir a
pacientes pero éstos las rechazaron. En otras la eutanasia y al suicidio asistido. Ello im-
palabras, no se podía hablar con propiedad de plica que el significado que se atribuye al
dolor intratable en esos casos. De hecho, la ra- concepto “morir con dignidad” se distingue
zón más importante que tuvo el 35% de los radicalmente del propuesto por los defenso-
médicos para rechazar solicitudes de eutana- res de la eutanasia. En efecto, lo que aquí se
sia fue su opinión personal de que el sufrimiento entiende por “derecho a una muerte digna”
del paciente no era intolerable. es el derecho a vivir (humanamente) la pro-
pia muerte. Esta afirmación lleva implícita
Las estadísticas actualmente disponibles en
la idea que ante la inevitabilidad de la muer-
Holanda (2) muestran que después de una pri-
te cabría un cierto ejercicio de nuestra liber-
mera etapa en la que el respeto por la autono-
tad. La muerte no podría ser considerada
mía del paciente se considera una condición
como un fenómeno meramente pasivo, que
justificante para acabar con la vida de las per-
ocurre en nosotros y frente al cual permane-
sonas que así lo solicitan, viene una segunda
cemos —por así decirlo— impotentes (“acto
etapa en la que la realización de estas prácticas
del hombre”), sino como un “acto humano”,
se extiende a situaciones en las que ya no es el
es decir, como un acto en el que nuestra li-
paciente el que las pide, sino que la iniciativa
bertad podría intervenir en alguna medida.
viene de la familia o de los mismos profesio-
nales de la salud, que consideran que se está Sin embargo, es evidente que el morir no
ante una “condición de vida no digna”. De este cae en el ámbito de nuestra libertad: inevita-
modo, en los debates médicos y jurídicos ya blemente cada uno de nosotros morirá. Por
no se discute tanto sobre el carácter lícito o ilí- tanto, en relación a nuestra propia muerte,
cito de la eutanasia, sino más bien sobre su lo único que podría estar sujeto a la libertad
mayor o menor conveniencia en casos concre- es la actitud que adoptemos ante ella. En este
tos, sobre las normas que deberían regular su sentido, la descripción de los diferentes ti-
aplicación y sobre su mayor o menor acepta- pos de reacciones emocionales observadas
ción social y política, poniendo en evidencia por la psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross
la conveniencia de evaluar la eutanasia en tér- (5) en los pacientes moribundos resulta
minos de un cálculo costo/beneficio. Así, fren-
te a una vida sufriente, terceros deciden dar v
Hago referencia aquí a la clásica distinción entre
muerte a una persona como la solución que ella “actos de hombre” y “actos humanos”, distinción
misma habría elegido. De este modo, la reali- que pertenece a la tradición ética aristotélico-
zación de la eutanasia ya no se justifica por tomista. En este contexto, la expresión “acto huma-
referencia a la autonomía del paciente, sino que no” designa aquellos actos en los que interviene la
libertad de la persona y que, por lo tanto, son objeto
pasa a ser considerada como un acto virtuoso, de estudio de la ética. Los llamados “actos del hom-
como afirma Sgreccia (3). Estas evidencias bre”, aunque ocurren en la persona, no están suje-
empíricas plantean la necesidad de reflexionar tos al influjo de la libertad y no caen en el campo de
sobre lo que constituye la dignidad de la per- estudio de la ética (ej. procesos fisiológicos,
sona humana, especialmente en relación con automatismos psicomotores, etc.) Para un análisis
más detallado de esta distinción cf. Wojtyla (4).
el sufrimiento y la muerte, dos realidades que vi
Este concepto se encuentra expresado, por ejem-
parecen poner a prueba nuestra concepción del plo, en la Declaración sobre la Eutanasia (4) de la
sentido de la vida. Iglesia Católica.

94
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

interesantevii. De acuerdo con esta observa- modo que consideran correcto. H.T.
ción, no siempre es fácil para los pacientes Engelhardt Jr.viii plantea que el recurso a la
llegar a una actitud interior de aceptación, tecnología avanzada con el propósito de
que les permita morir en paz. Por otro lado, prolongar la vida podría representar un ver-
es evidente que para comprender lo que una dadero “peligro moral”.
persona considera “morir bien”, se deben to- Con Marciano Vidal (8) proponemos que
mar en cuenta sus valores culturales y reli- la expresión “derecho a morir con dignidad”
giosos. Como ha dicho, entre otros Laín no se entienda como “una formulación de
Entralgo (6), la muerte no es primariamente un derecho, en el sentido preciso del orde-
un evento médico o científico, sino un even- namiento jurídico; más bien, tiene una refe-
to personal, cultural y religioso. Las convic- rencia al universo ético, es decir, expresa una
ciones morales y religiosas determinan lo que exigencia ética. Por otra parte, la expresión
se considere el comportamiento adecuado no se refiere directamente al ‘morir’, sino a
frente a la muerte, tanto para el que está mu- la ‘forma de morir’”. Así, en la situación del
riendo, como para los que lo atienden. ser humano muriente, el alcance de la ex-
Pero la atención de salud es hoy una ta- presión morir con dignidad supone una se-
rea cooperativa, que agrupa a personas de rie de exigencias por parte de la sociedad.
distintos orígenes culturales y religiosos. Blanco (9) señala las siguientes como las más
Podría suceder, entonces, que alguien que decisivas:
muera en un hospital, lo haga rodeado de • “Atención al moribundo con todos los
personas que tengan visiones distintas a la medios que posee actualmente la ciencia
suya de lo que significa morir bien. Ello po- médica: para aliviar su dolor y prolongar
dría llevar a que en algunos casos el equipo su vida humana;
de salud opte por recurrir a ciertos medios
• No privar al moribundo del morir en
que retarden artificialmente el momento de
cuanto “acción personal”: morir es la su-
la muerte con el fin de evitar toda duda de
prema acción del hombre;
un posible subtratamiento. Esta práctica —
conocida como “obstinación terapéutica” o • Liberar a la muerte del “ocultamiento” a
“ensañamiento terapéutico”— es rechaza- que es sometida en la sociedad actual: la
da por la mayoría de los eticistas como con- muerte es encerrada actualmente en la
traria a la dignidad de la persona. Sin em- clandestinidad;
bargo, sabemos que la medicina contempo- • Organizar un servicio hospitalario adecua-
ránea está constantemente sometida a la ten- do a fin de que la muerte sea un aconteci-
tación de considerar que es éticamente exi- miento asumido en forma conciente por
gible todo lo que es técnicamente posible, el hombre y vivido en clave comunitaria;
fenómeno que Hans Jonas (7) denominó • Favorecer la vivencia del misterio huma-
“imperativo tecnológico”. Verse envuelto en no-religioso de la muerte; la asistencia
esta corriente cultural —o en su opuesta: la religiosa cobra en tales circunstancias un
creciente aceptación de la eutanasia y el sui- relieve especial.”
cidio médicamente asistido— podría impo-
ner graves cargas morales en las personas
moribundas, no permitiéndoles morir del vii
Engelhardt. H.T., Jr. (manuscrito en vías de publi-
cación): If certain attempts to use high technology
health care involve a distortion of the moral life
vii
Las 5 fases de las reacciones emocionales descri- and the idolatry of mere physical survival, then
tas por la psiquiatra suiza E. Kübler-Ross son: 1º one would have established grods for regarding
ira, 2º negación y aislamiento, 3º pacto o negocia- some extraordinary or disproportionate care as
ción, 4º depresión y 5º aceptación. morally dangerous to the life of the Chistian”.

95
El Derecho a Morir con Dignidad - P. Taboada

La respuesta de la Medicina Paliativa lidad general u otras molestias similaresx.


Vemos, entonces, que los síntomas más fre-
La medicina se ha concebido tradicional-
cuentes en los enfermos terminales pueden
mente como una “relación de ayuda” al que
originarse en cualquiera de las dimensiones
sufreix (10,11). Lo que la sociedad espera de
de la persona enferma y tienden a afectarla
los médicos es que, atentos al sufrimiento de
en su globalidad. Si estas molestias no se
una persona, apliquen sus capacidades y toda
controlan adecuadamente, su intensidad y
la ciencia disponible para aliviarla. Por tanto,
prolongada duración pueden conducir a la
para un médico conocer las razones por las
persona a la fatiga emocional (burn-out).
que una persona solicita la eutanasia o la asis-
Ante esta realidad, la medicina contemporá-
tencia al suicidio, debería suponer un estímu-
nea ha respondido ofreciendo las terapias
lo para desarrollar estrategias adecuadas para
paliativas, que la OMS (17) define como “la
combatir esas causas y no una razón para aca-
atención activa y completa de los pacientes
bar con la persona que sufre.
cuya enfermedad no responde al tratamien-
Este desafío ha sido asumido por la Me- to curativo. [En esta atención] es sumamen-
dicina Paliativa que desde sus inicios —con te importante el control del dolor y de los
la fundación del hospicio St. Christopher en demás síntomas, como también de los pro-
Londres por Cecily Saunders (12, 13, 14, 15), blemas psicológicos, sociales y espirituales.
a fines de la década de los ‘60— se concibió El tratamiento paliativo tiene por objeto fa-
como una respuesta positiva frente a la pro- cilitar al paciente y a su familia la mejor ca-
blemática existencial que lleva a algunas lidad de vida posible ... [haciendo] hincapié
personas a pedir la eutanasia. En un artículo en el hecho de que la enfermedad no debe
reciente, Zylicz (16), médico paliativista ser considerada como una aberración fisio-
holandés, describe lo que él llama el ABC lógica aislada, sino en relación con el sufri-
de las solicitudes de eutanasia, es decir, las miento que conlleva y el impacto que causa
razones más habituales por las que los en- en la familia del enfermo.”
fermos terminales piden que se les ayude a
La Medicina Paliativa se concentra, por
acelerar su muerte. Ellas son:
tanto, en mejorar la calidad de vida y en ali-
A: Afraid (miedo) viar los síntomas en el marco de un equipo
B: Burn-out (desgaste emocional) multidisciplinario coordinado, formado por
C: Control of Death (deseo de controlar la médicos de diversas especialidades, enfer-
muerte) meras, psicólogos, asistentes sociales,
D: Depression (depresión) nutricionistas, fisioterapeutas, terapeutas
ocupacionales, etc. En algunos países se ofre-
E: Excrutiating pain (dolor insoportable) ce, además, terapia a través de la expresión
Diversos estudios muestran que los sín- artística —principalmente la música y la pin-
tomas que con mayor frecuencia se presen- tura— lo que permite a algunos enfermos
tan hacia el final de la vida tienden a ser encontrar una forma de comunicación no-
múltiples, multifactoriales, cambiantes, in- verbal de las dificultades, angustias y temo-
tensos y de larga duración. Se dice, así, que res que les pueda ocasionar el enfrentamiento
cerca del 90% de estos enfermos tienen do- con la muerte. A los pacientes que lo deseen
lor intenso, 80% depresión o ansiedad, 60% se les ofrece también una asistencia espiri-
dificultad para respirar y, casi todos, falta de tual. Dado que la familia se considera parte
apetito, sequedad bucal, constipación, debi-
x
Estas cifras se basan en la frecuencia de sínto-
ix
El concepto de la relación médico-paciente como mas encontrados en 300 pacientes terminales por
una “relación de ayuda” ha sido ampliamente de- el equipo del Dr. Hugo Fornells: ICO, Argentina
sarrollado por Bermejo (10,11.) (estudio inédito).

96
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

importante del equipo terapéutico, se procu- Principios éticos relevantes en


ra educarla para que pueda asumir un rol ac- medicina paliativa
tivo en el cuidado de la persona enferma.
También el acompañamiento en el duelo for- Sin pretender hacer un listado exhausti-
ma parte de la Medicina Paliativa. vo, me referiré a cinco principios éticos (18)
que me parecen especialmente relevantes en
En resumen, citando el informe de un la atención de pacientes terminales, si se
Comité de expertos de la OMS (17), pode- quiere respetar la dimensión ética del morir.
mos decir que los objetivos de los cuidados Ellos son el principio de veracidad, de pro-
paliativos son: porcionalidad terapéutica, del doble efecto,
• “reafirmar la importancia de la vida, de prevención y de no-abandono.
considerando a la muerte como un pro-
ceso normal;
a) Principio de veracidad
• establecer un proceso que no acelere la
llegada de la muerte ni tampoco la pos- La veracidad es el fundamento de la con-
ponga; fianza en las relaciones interpersonales. Por
• proporcionar alivio del dolor y de otros lo tanto, podríamos decir que, en general,
síntomas angustiosos; comunicar la verdad al paciente y a sus fa-
miliares constituye un beneficio para ellos
• integrar los aspectos psicológicos y espi- (principio de beneficencia), pues posibilita
rituales del tratamiento del paciente; su participación activa en el proceso de toma
• ofrecer un sistema de apoyo para ayudar de decisiones (principio de autonomía). Sin
a los pacientes a llevar una vida lo más embargo, en la práctica hay situaciones en
activa posible hasta que sobrevenga la las que el manejo de la información genera
muerte; especial dificultad para los médicos. Ello
• ofrecer un sistema de apoyo a la familia para ocurre especialmente cuando se trata de co-
que pueda afrontar la enfermedad del pa- municar malas noticias, como son el diag-
ciente y sobrellevar el período de duelo.” nóstico de enfermedades progresivas e in-
Todo lo anterior exige desarrollar un cuer- curables o el pronóstico de una muerte próxi-
po de conocimientos médicos que permita ma inevitable. En esas circunstancias, no es
aliviar efectivamente las molestias que pre- inusual —especialmente en los países lati-
sentan los pacientes. Este es precisamente el noamericanos— caer en una actitud falsa-
desafío actual de la Medicina Paliativa. En mente paternalista, que lleve a ocultar la ver-
tal sentido, cabe destacar la inquietud expre- dad al paciente. Se entra así, con alguna fre-
sada por el Dr. Zylicz (16) en el artículo ci- cuencia, en el círculo vicioso de la llamada
tado anteriormente, quien describe el efecto “conspiración del silencio” que, además de
negativo que la despenalización de la euta- representar nuevas fuentes de sufrimiento
nasia está teniendo para el desarrollo de la para el paciente, puede suponer una grave
Medicina Paliativa en su país (Holanda). El injusticia (principio de justicia).
disponer de una salida “fácil” ante situacio- Lo anterior no excluye la necesidad de re-
nes difíciles, está disminuyendo la creativi- conocer que existen situaciones en las que po-
dad de los médicos holandeses para buscar dría ser prudente postergar la entrega de la in-
nuevas soluciones a la problemática plantea- formación al paciente, en atención al principio
da por los pacientes en la etapa final de su de no-maleficencia, como podría ocurrir, por
vida, dificultando al mismo tiempo la com- ejemplo, en el caso de pacientes con depresio-
prensión del verdadero papel de la libertad nes severas que aún no hayan sido adecuada-
personal frente a la muerte. mente tratadas. Por tanto, para que la comuni-

97
El Derecho a Morir con Dignidad - P. Taboada

cación de la verdad sea moralmente buena, se de implementar todas aquellas medidas tera-
debe prestar siempre atención al qué, cómo, péuticas que guarden una relación de debida
cuándo, cuánto, quién y a quién se debe infor- proporción entre los medios empleados y el
mar. En otras palabras, para el manejo de la resultado previsible. Aquellas intervenciones
información en Medicina Paliativa se han de en las que esta relación de proporción no se
aplicar con prudencia los cuatro principios bá- cumple se consideran desproporcionadas y no
sicos de la ética clínica: no-maleficencia, be- serían moralmente obligatorias. Por tanto, para
neficencia, autonomía y justicia, guiados por determinar si una intervención médica es o
la virtud de la prudencia. no moralmente obligatoria en un determina-
do paciente, se debe realizar un juicio de pro-
porcionalidad. La relevancia moral de este
b) Principio de proporcionalidad
juicio estriba en que sería moralmente ilícito
terapéutica
omitir aquellas intervenciones médicas que se
Aceptar que nadie está obligado a utilizar juzguen como proporcionadas; ello represen-
todas las intervenciones médicas actualmen- taría una forma de eutanasia por omisión (la
te disponibles, sino sólo aquellas que le ofre- mal llamada “eutanasia pasiva”).
cen una razonable probabilidad de beneficio Para verificar si en una determinada si-
no resulta difícil. Mayor dificultad reviste la tuación se da o no esta relación de debida
pregunta por la licitud moral de rechazar tra- proporción, es necesario confrontar el tipo
tamientos potencialmente beneficiosos, pues de terapia —su grado de dificultad, riegos,
ella nos confronta con el problema de los lí- costos y posibilidades de implementación—
mites de nuestra obligación moral respecto de con los resultados esperables. En otras pala-
la salud. En un intento por ofrecer una guía bras, algunos de los elementos que siempre
que ayude a identificar las intervenciones deberían ser tomados en cuenta a la hora de
médicas que son moralmente obligatorias y juzgar la proporcionalidad de una interven-
las que no lo son, la Iglesia Católica (19) ha ción médica, son:
propuesto la clásica distinción entre medidas
• La utilidad o inutilidad de la medida;
“ordinarias” y medidas “extraordinarias”,
doctrina que hoy se conoce como principio • Las alternativas de acción, con sus res-
de proporcionalidad terapéutica (20). Sin em- pectivos riesgos y beneficios;
bargo, la idea de una debida proporcionali- • El pronóstico con y sin la implementa-
dad en las medidas médicas no es algo propio ción de la medida;
de la Iglesia Católica. Ya en la Antigüedad • Los costos: físicos, psicológicos, mora-
greco-romana encontramos testimonios de les y económicos.
filósofos —como Platón o Aristóteles— que
Es importante destacar aquí que el jui-
enfatizaban lo inadecuados que resultan aque-
cio acerca de la proporcionalidad de una de-
llos esfuerzos médicos que sólo lograrán pro-
terminada intervención médica debe hacer-
longar los sufrimientos. Los médicos griegos
se con referencia al beneficio global de la
aprendían a reconocer aquellas situaciones en
terapia y no sólo en relación a los posibles
las que la naturaleza está de tal modo enfer-
efectos fisiológicos que ella sea capaz de
ma, que inevitablemente conlleva el término
inducir. Así, por ejemplo, no basta que un
de la vida humana. Así, para los griegos la
determinado tratamiento sea útil en térmi-
muerte no era considerada como una falla de
nos de reducir o aumentar la presión arterial
la medicina, sino como el final natural de la
o el potasio en la sangre, si estos efectos no
vida humana.
significan un beneficio real para la evolu-
El principio de proporcionalidad terapéu- ción global del paciente. En tal sentido, vale
tica sostiene que existe la obligación moral la pena tener en cuenta que en la actualidad

98
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

se están desarrollando diferentes modelos c) Principio del doble efecto en el manejo


de pronósticos basados en datos objetivos, del dolor y la supresión de la conciencia
que pueden brindar información importan-
Es frecuente que los enfermos terminales
te para una mejor toma de decisiones (Me-
presenten dolor intenso, dificultad para respi-
dicina Basada en Pruebas, (23). Como es
rar o síntomas como ansiedad, agitación, con-
lógico, el juicio de proporcionalidad inclu-
fusión mental, etc. Para el manejo de estos
ye también la evaluación de los costos in-
síntomas muchas veces es necesario utilizar
volucrados, entendiendo por costos no sólo
drogas como la morfina, que puede producir
los gastos económicos, sino también todas
una baja en la presión arterial o una depre-
aquellas cargas físicas, psicológicas, mora-
sión respiratoria, u otros fármacos que redu-
les y/o espirituales que la implementación
cen el grado de vigilia o incluso privan al pa-
de una determinada medida pueda compor-
ciente de su conciencia. No es infrecuente que
tar para el paciente, para su familia y para
el uso de este tipo de terapias genere dudas en
el equipo de salud. En este sentido, puede
la familia y/o en el equipo de salud. Se teme
decirse que también consideraciones sobre
que los efectos negativos de esas intervencio-
la disponibilidad actual de una determina-
nes médicas puedan implicar una forma de
da medida en el lugar donde se está pres-
eutanasia. Ante esta inquietud cabe recordar
tando la atención y/o sobre el grado de difi-
que existe un principio ético (llamado volun-
cultad que su aplicación conllevaría, forman
tario indirecto o doble efecto) que señala las
parte de la evaluación de los “costos” en un
condiciones que deberían darse para que un
sentido amplio.
acto que tiene dos efectos —uno bueno y uno
Sin embargo, parece necesario precisar malo— sea lícito. Estas condiciones son:
aquí que emitir un juicio de proporcionalidad
• Que la acción sea en sí misma buena o, al
terapéutica no equivale al resultado de un
menos, indiferente;
mero cálculo costo/beneficio, como proponen
algunos defensores del Proporcionalismoxi. La • Que el efecto malo previsible no sea di-
valoración moral de nuestros actos no puede rectamente querido, sino sólo tolerado;
ser reducida a un mero balance de sus conse- • Que el efecto bueno no sea causado in-
cuencias positivas y negativas. Existen actos mediata y necesariamente por el malo;
que —por su misma naturaleza— son siem- • Que el bien buscado sea proporcionado
pre ilícitos. Ninguna buena consecuencia (so- al eventual daño producido.
cial o económica, por ejemplo) podría justifi- Si aplicamos estos requisitos al tratamiento
carlos. A nadie le está permitido matar o da- analgésico con drogas como la morfina ve-
ñar en su integridad corpóreo-espiritual a una mos que, si lo que se busca directamente es
persona inocente. En este sentido, podemos aliviar el dolor (efecto bueno) habiendo ago-
decir que el viejo aforismo médico “lo pri- tado otras terapias que carecen de los efectos
mero es no dañar” (primum non nocere) se negativos mencionados, no habría inconve-
encuentra aún plenamente vigente. Por tanto, nientes éticos en administrar morfina. Las cua-
cuando proponemos aplicar un juicio de pro- tro condiciones del voluntario indirecto se
porcionalidad en la toma de decisiones médi- cumplen: se trata de una acción buena (anal-
cas, damos por entendido que las opciones que gesia), cuyo efecto positivo no es consecuen-
involucran una acción intrínsecamente mala cia de los efectos negativos, que sólo son to-
quedan absolutamente excluidas del balance. lerados cuando no hay otras alternativas efi-
caces de tratamiento. En tales condiciones,
xi
Para un análisis de los problemas del Proporcio- esta forma de terapia representa, por tanto, el
nalismo, en cuanto corriente ético-filosófica con- mayor bien posible para ese paciente.
temporánea, sugiero revisar Juan Pablo II (22).

99
El Derecho a Morir con Dignidad - P. Taboada

En relación a la supresión de la concien- a su paciente y estableciendo una forma de


cia, que es necesaria a veces en caso de pa- comunicación empática podrá, tal vez, ha-
cientes muy agitados, por ejemplo, se aplica cer que el paciente recapacite, si ello fuera
el mismo principio. Dado que las facultades necesario.
superiores se consideran un bien objetivo de Pero existe otra forma más sutil de aban-
la persona, no es lícito privar a nadie de su dono, frente a la que este principio ético quie-
conciencia sin una razón justificada. Para que re prevenirnos. Tenemos, en general, mala
sea moralmente lícita, esta privación de con- tolerancia para enfrentar el sufrimiento y la
ciencia tiene que obedecer a un motivo tera- muerte. La atención de pacientes moribun-
péutico proporcionado y no debe ser directa- dos nos confronta, obligadamente, con estas
mente querida, sino sólo tolerada. realidades. Fácilmente podríamos caer en la
tentación de evadir su trato, que frecuente-
e) Principio de prevención mente genera una sensación de impotencia.
Esta tentación se ve reforzada por la menta-
Prever las posibles complicaciones y/o los lidad exitista imperante. Habrá que recordar,
síntomas que con mayor frecuencia se pre- entonces, que incluso cuando no se puede
sentan en la evolución de una determinada curar, siempre es posible acompañar y a ve-
condición clínica es parte de la responsabili- ces también consolar. El acompañamiento a
dad médica (deber de previsibilidad). Imple- pacientes moribundos nos recuerda, así,
mentar las medidas necesarias para prevenir nuestro deber moral de aceptar la finitud pro-
estas complicaciones y aconsejar oportuna- pia de la condición humana y pone a prueba
mente a los familiares sobre los mejores cur- la verdad de nuestro respeto por la dignidad
sos de acción a seguir en caso de que ellas se de toda persona, aun en condiciones de ex-
presenten permite, por un lado, evitar sufri- trema debilidad y dependencia, tarea que no
mientos innecesarios al paciente y, por otro, siempre resulta sencilla.
facilita el no involucrarse precipitadamente
en cursos de acción que conducirían a inter-
venciones desproporcionadas. Cuando no se Reflexiones finales
conversa oportunamente sobre las conductas Todo lo dicho me lleva a plantear que el
que se adoptarán en caso de que se presenten, modelo de atención que nos propone hoy la
por ejemplo, complicaciones como hemorra- Medicina Paliativa podría representar un pro-
gias, infecciones, dificultad para respirar, o fundo cambio en la cultura médica contem-
incluso un paro cardio-respiratorio, es frecuen- poránea. Frente a la lógica del “imperativo
te que se tomen malas decisiones, que des- tecnológico”, que con frecuencia nos impe-
pués es muy difícil revertir. le a considerar que es éticamente justifica-
ble —o incluso exigible— todo lo que es téc-
f) Principio de no-abandono nicamente posible, esta disciplina presenta
un modelo de salud que podríamos denomi-
Un último principio al que quiero hacer
nar personalista, es decir, un ethos profesio-
referencia aquí es el que algunos paliativistas
nal basado en un profundo respeto por la
han denominado principio de no-abandono.
persona, por lo que ella es y por su dignidadxii.
Este principio nos recuerda que, salvo casos
Este potencial renovador de la Medicina Pa-
de grave objeción de conciencia, sería ética-
liativa sólo podrá lograrse si la disciplina no
mente reprobable abandonar a un paciente
sucumbe ante el peligro inminente de trans-
porque éste rechaza determinadas terapias,
aun cuando el médico considere que ese re- xii
Styczen (23) propone que la norma moral más bá-
chazo es inadecuado. Permaneciendo junto sica y universal es: “Persona est affirmanda propter
seipsam et propert dignitatem suam”.

100
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

formarse en una técnica más —la técnica de 9. Blanco, LG. Muerte digna: consideraciones
controlar síntomas— se mantiene fiel a la bioético-jurídicas. Buenos Aires: Ad Hoc; 1997.
concepción global del ser humano que estu- 10. Bermejo J. Apuntes de relación de ayuda. Ma-
vo en su origen. Para ello es necesario tener drid: Centro de Humanización de la Salud; 1996.
presentes aquellos principios éticos que res- 11. Bermejo J. Metodología y contenidos para
guardan la dignidad de la persona, incluso una formación en relación de ayuda. Educa-
en condiciones de extrema debilidad, como ción Médica U.C. Anales de la Facultad de
suele ser la etapa final de la vida, y que pue- Medicina de la Pontificia Universidad Cató-
den resumirse en dos actitudes fundamenta- lica de Chile 1997; 15: 27-30.
les: respeto por la dignidad de la persona y 12. Saunders C. St. Christopher’s Hospice.
aceptación de la finitud de la condición hu- Nursing Times 1967 (28 July): 988-9.
mana. Pienso que estas actitudes son hoy 13. Saunders C. A Personal Therapeutic Journey.
necesarias para transformar nuestros están- British Medical Journal 1996; 313: 274-5.
dares de atención médica, de acuerdo con lo 14. Saunders C. Foreword. In: Doyle D, Hanks
expresado por la fundadora del movimiento GWC, MacDonald N. Oxford Textbook of
de los hospices: Palliative Medicine. Oxford: Oxford
University Press; 1998.
“Tú me importas por ser tú, importas has-
15. Saunders C, Kastenbaum R. Hospice care on
ta el último momento de tu vida y hare- the international scene. New York: Springer;
mos todo lo que esté a nuestro alcance, 1997.
no sólo para ayudarte a morir en paz, sino
16. Zylicz Z, Janssens M.J. Options in Palliative
también a vivir hasta el día en que mue- Care: dealing with those who want to die.
ras” (Cicely Saunders). Bailliere’s Clinical Anaestesiology 1998; 12
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Frankfurt A.M.: Insel Verlag; 1979. 23. Stycezen T. The ABC of ethics. Próximo 1981.
8. Vidal M. Bioética: estudios de bioética ra-
cional. Madrid: Tecnos; 1994.

101
ELEMENTOS PARA UNA ANTROPOLOGÍA DEL
DOLOR: EL APORTE DE DAVID LE BRETON

Reinaldo Bustos Domínguez


Magíster en Sociología U.C.
Doctor en Salud Pública-Bioética

Correspondencia : Dr. Reinaldo Bustos Domínguez. La Concepción 81,


Of. 218. Santiago. Chile
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

ELEMENTOS PARA UNA ANTROPOLOGÍA DEL


DOLOR: EL APORTE DE DAVID LE BRETONi

Reinaldo Bustos Domínguez

Resumen Resumo
En este artículo se recoge el aporte de Neste artigo recorre-se a contribuição de
David Le Breton a la antropología del dolor, David Le Breton à antropologia da dor através
a través del cual se puede comprender la ne- do qual pode-se compreender a necessidade
cesidad de una práctica ampliada de la me- de uma prática ampliada da medicina, já que
dicina, que a menudo se remite a una aproxi- a aproximação empírica e positivista vigente
mación empírica y positivista, conducente a conduz a uma intervenção sobre as
una intervención sobre las enfermedades enfermidades construída somente sobre rea-
concebidas sólo como realidades biológicas lidades biológicas puras. Do contrário, a
puras. Por el contrario, el análisis antropo- análise antropológica da dor nos leva a consi-
lógico del dolor nos lleva a la consideración derar a enfermidade não só com sua
de la enfermedad no sólo como una confi- caracterização de sinais clínicos, mas igual-
guración de signos clínicos, sino que como mente como uma síndrome de experiências
un síndrome de experiencias vividas, carga- vividas, carregadas de significações,
das de significaciones, interpretaciones y ex- interpretações e explicações mediadas pela
plicaciones, mediatizadas por la cultura y la cultura e subjetividades individuais.
subjetividad individual.
PALABRAS-CLAVE: Cuerpo, Dolor,
Antropología,Cultura.

i
Le Breton, D. “Anthropologie de la doleur”.
Métailié, Paris, 1995.

105
Elementos para una Antropología del Dolor: El Aporte de David Le Breton - R. Bustos

Abstract Résumé
The paper presents David Le Breton’s Dans ce texte on expose la contribution de
contribution to the anthropology of pain, as David Le Breton à l’antrhopologie de la
a proposal for a better understanding of the douleur, laquelle permet comprendre le besoin
necessity of a more comprehensive medical d’une pratique médicale élargie; souvent on
practice, since more often than not, it is comprend celle-ci dans une perspective
restricted to an empirical and positivist empirique et positiviste ce qui conduit à une
approach leading to intervene on diseases as intervention sur les maladies conçues
if they were mere biological realities. On the seulement comme réalités biologigues pures.
contrary, the anthropological analysis of pain Au contraire, l’analyse anthropologique de la
takes us to consider illness not only as the doleur nous conduit à considérer la maladie non
characterization of clinical signs, but also as seulement comme une configuration de signes
a syndrome of lived experiences, loaded with cliniques mais aussi comme un syndrome d’
significance, interpretations and explanations expériences vécues, chargées de significations,
influenced by culture and personal interprétations et explications interprétées à
subjectivity. l’aide de la culture et de la subjectivité
KEY-WORDS: Body, Pain, Anthropo- individualle.
logy, Culture. MOTS CLÉS: Corps; Douleur; Anthro-
pologie; Culture.

106
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Introducción Estos ejemplos paradigmáticos nos sirven


como introducción para afirmar que la ex-
En un par de trabajos clásicos de socio-
periencia del dolor siempre es singulariv: na-
logía médica, Zborowskiii en 1952 y Zolaiii
die reacciona frente al dolor de la misma for-
en 1966 mostraron la influencia de la cultu-
ma. Cada individuo responde de una mane-
ra en la percepción y manifestación del do-
ra diferente a una herida o a una afección,
lor. El primero, en una encuesta con sujetos
aunque éstas sean idénticas. El umbral de
sanos y enfermos de origen italiano, judío,
sensibilidad es diferente. La anatomía o fi-
irlandés y americano de “viejo cuño”, demos-
siología no son suficientes para explicar las
tró que los italianos y los judíos provenien-
diferencias o variaciones culturales, socia-
tes de Europa del Este tenían reacciones
les, personales o de circunstancias que afec-
próximas frente al dolor, marcadas por una
tan a un individuo con ocasión de un aconte-
sensibilidad excesiva y tendencia a la emo-
cimiento doloroso. Y ello es porque la acti-
tividad y la dramatización. En los judíos par-
tud frente al dolor no es una cosa meramen-
ticularmente, el dolor de uno de sus miem-
te mecánica o fisiológica sino que está me-
bros hace participar a toda su familia, ya que
diatizada por la cultura, las variaciones per-
no soportan el aislamiento o la impersonali-
sonales y la significación subjetiva atribui-
dad de las relaciones. El dolor es percibido
da a su presencia. El dolor es el producto de
como un signo nefasto, que provoca ansie-
un contexto, es la expresión de una educa-
dad y miedo del futuro, congruente con la
ción social. El personal de servicio en las
historia dolorosa y trágica del pueblo judío.
unidades de cuidados paliativos saben que
Los italianos, por su parte, viven el dolor con
una palabra amiga o su presencia en la cabe-
la inmediatez de la queja, con analgésicos se
cera del enfermo suelen ser los antiálgicos
tranquilizan y esperan. Los judíos, en cam-
más eficaces, aunque no suficientes.
bio, desconfían y a menudo son críticos de
los cuidados médicos. Los americanos de En la tradición aristotélica (Ética a
“viejo cuño” viven con desdén su dolor, que Nicómaco), el dolor era concebido como una
sólo molesta a los otros. Los irlandeses de forma particular de la emoción; era la medi-
confesión católica se parecen a los america- da del hombre tocado en lo más profundo de
nos. Unos y otros, testimonian una misma su intimidad. En los orígenes de la moderni-
capacidad de resistencia: el dolor es más una dad, Descartes concibe el dolor como mero
molestia que un síntoma. disfuncionamiento de la mecánica corporal.
La física corporal o la biología tendrán des-
Zola posteriormente, muestra lo mismo:
de entonces el privilegio del estudio de los
los pacientes italianos, ante igual diagnósti-
mecanismos del influjo doloroso, para des-
co, dramatizan más su dolor que los irlande-
cribirlo con la objetividad que se requiere
ses. Estos últimos viven su dolor en con-
para la comprensión de sus orígenes, su re-
gruencia con el sentimiento de que la vida
corrido, su punto de llegada. La psicología o
es dura y difícil, revelando con claridad la
la filosofía ocupan de ahí en adelante un lu-
pregnacia de los valores culturales en la vi-
gar secundario, restringidas tan sólo a la
vencia de la enfermedad.
anécdota de la subjetividad vivida del dolor.
Desde Aristóteles hasta Descartes, para Le
Breton, se inscribe una primera historia de
ii
Zborowski, M. “Reponses culturelles au doleur” transmutación del dolor, desde una forma de
en Sociologie Médicale”. Steuder, F. Paris, Armand
Colin, 1952.
la emoción íntima a una concepción mecá-
iii
Zola, I.K. “Culture and symptoms. An anlysis of
iv
patiens´ presenting complainsts” American Cf Le Breton, D. “Anthropologie de la doleur”.
Sociological Rewiew, Nº31, 1966 Métailié, Paris, 1995.

107
Elementos para una Antropología del Dolor: El Aporte de David Le Breton - R. Bustos

nica, donde el dolor es la expresión pura y los estímulos dolorosos, expuestos a todos
simple de una mecánica neuronal y cerebral, los peligros ambientales: los leprosos, por
un hecho puramente sensorial que concier- ejemplo. La función de defensa del dolor está
ne a un conjunto de fibras nerviosas que lle- ausente en ellos. Pero el fenómeno doloro-
van hasta el cerebro un estímulo que se pro- so, para Le Breton, no se agota en esta fun-
cesará en el centro del dolor; el hombre, con ción defensiva del individuo frente a los pe-
toda la complejidad de su historia personal, ligros del medio ambiente. Él se inscribe en
no tiene nada que decir. Para nuestro autor, una presencia mucho mas compleja, más des-
sólo después de Los Estudios sobre la Histe- concertante, imposible de recoger en una
ria, donde Freud y Breur develan la lógica fórmula simplista. Entre el dolor concebido
del inconsciente, se abre una primera brecha como una herramienta virtual al servicio de
en esta interpretación mecánica de los he- la defensa del individuo y éste, se inscribe el
chos corporales, para hacer comprender que dolor con toda la ambivalencia y la comple-
el hombre no es un mero apéndice de una jidad que caracteriza la relación del hombre
actividad autónoma de la actividad neuronal. con su mundo. ¿Reacción de defensa? ¿Con-
Se inicia entonces una segunda historia del tra quién? ¿Contra qué?, se pregunta René
dolor, donde la dimensión afectiva empieza Lerichev, y con razón. No todas las enferme-
a ser considerada. dades comienzan con dolor y muchas veces
De hecho, la investigación contemporá- el dolor es la enfermedad.
nea, producto de la colaboración entre mé-
dicos y científicos sociales, hace justicia a la Antroposemiología del dolor
complejidad del fenómeno doloroso mos-
trando que entre el estímulo que lo provoca La clínica médica y la literatura son fuen-
y el dolor experimentado existen numerosos tes inagotables que nos nutren de la expe-
filtros, que disminuyen o acentúan su inten- riencia del dolor sentido y el dolor sufrido.
sidad. El calor, el frío, los masajes, Un médico fránces, René Leriche, definió
enlentecen, amortiguan o aceleran su pasa- clásicamente la salud como “el silencio de
je. Ciertas condiciones lo inhiben, como la los órganos”. En realidad, el hombre sano se
relajación o la diversión; lo aumentan o lo vive en una armónica unidad física-mental,
difunden, como el miedo o la fatiga. Por lo confiado de sus recursos, y por completo ol-
tanto, no hay dolor sin comprometer la rela- vidado de sus raíces físicas, en un equilibrio
ción del hombre con su entorno, es decir, sin natural que no impone ningún obstáculo en-
una significación afectiva que traduce el des- tre sus proyectos y el mundo circundante. El
lizamiento de un fenómeno fisiológico al cuerpo no le pesa, más bien, se le hace coti-
corazón de la conciencia moral del indivi- dianamente invisible. Cuando aparece el
duo. El dolor vivido no es jamás una pura dolor, el cuerpo se hace extraño: la lesión, el
experiencia sensorial, sino más bien una per- daño de una función, se imponen penosa-
cepción compleja, una manifestación que se mente a la conciencia del individuo, decrece
integra a la experiencia acumulada de vida todo interés por los otros, el individuo se re-
de un individuo y, en este sentido, simultá- pliega. Una paciente nuestra, afectada de una
neamente sentida, evaluada e integrada en Mielitis Transversa, refiere que cuando su
términos de significación y valor. El dolor, dolor perianal se hace particularmente agu-
como experiencia humana, no es un simple do, pierde el apetito, el gusto por vivir, se
hecho de la naturaleza, sino más bien una hace más susceptible, apática, no puede dor-
experiencia altamente simbólica, un hecho mir. Su dolor la induce a una renuncia par-
de la cultura. Pensemos en todos aquellos
v
sujetos privados de su condición de sentir Cit. por Le Breton.

108
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

cial de sí misma, amenaza su identidad, la La depresión y el dolor crónico se alimen-


obliga a recluirse solitaria, para evitar arries- tan mutuamente. Cuando el dolor se hace to-
gar perder su autoestima frente a los otros. tal y los pacientes se sienten sumergidos en
Todo dolor, incluso el más leve, induce una un sufrimiento que los envuelve por entero,
metamorfosis en el sujeto, nos revela nues- como en el caso de las personas afectadas de
tra impotencia y nuestra fragilidad, no tan cánceres o sida, la analgesia farmacológica
sólo altera la relación del hombre con su cuer- plantea dilemas éticos importantes para el
po, sino que invade más allá: contamina la paciente, en tanto se comprometen los últi-
relación total del hombre con su mundo. mos instantes de vida y de relación con sus
La semiología médica nos enseña que seres queridos. Para los médicos no es me-
existen dolores agudos y crónicos. El primero nos difícil: a menudo se plantean dudas en
es transitorio, la ansiedad está generalmente torno a la sub-evaluación de la intensidad del
ausente en tanto la mayoría de estos dolores dolor, el temor a inducir cambios secunda-
se asocian a causas contingentes. Para el niño rios o producir una dependencia de los me-
son experiencias formativas, que le enseñan dicamentos. Pero lo común es ver pacientes
de su vulnerabilidad ante el medio o de la terminales con dosis masivas de analgésicos
fragilidad de su condición. Cuando se hacen que neutralizan la conciencia del sujeto para
un poco más intensos y permanentes, signos que no sufra más; pero el remedio desborda
de un mal insidioso, recurrir al médico es el mal, puesto que se suprime la conciencia
necesario en tanto interlocutor obligado en y la vida de relación. El paciente muere en
nuestro mundo occidental, para que le pon- el sopor, inconsciente de sus últimas horas
ga nombre y lo reduzca. Los dolores agudos de vida, privado de un último contacto con
no afectan mayormente las relaciones socia- sus seres queridos, alimentando así la culpa-
les, más bien despiertan la solidaridad y la bilidad de estos.
protección de los otros. Son pequeños sig-
nos que, incluso, refuerzan el sentimiento del La ambigüedad del dolor y su
valor personal. Los dolores crónicos, en cam- eficacia simbólica
bio, son una penosa carga. Van desde una
sorda presencia hasta reagudizaciones varia- En psiquiatría nos confrontamos a menu-
bles en intensidad, que limitan toda forma do con dolores y quejas somáticas que no
de existencia. A menudo, son un límite al tienen correlación orgánica. Aquí el dolor es
poder médico, en su comprensión y en su signo de un sufrimiento que autoriza social-
curación. Nuestra paciente aquejada de mente la búsqueda de ayuda médica. Las
Mielitis nos dice que su dolor es una expe- enfermedades funcionales, con su dolor y
riencia horrenda, que violenta los límites de sufrimiento, son a menudo un llamado de
su condición humana, inaugurando un modo atención a su soledad o insignificancia. Des-
de vida, prisionera de su dolor. Le Breton pués de Freud, y más allá de la respuesta te-
recuerda a Tolstoi, que en La Muerte de Iván rapéutica inmediata, el médico debe ser ca-
Illitch nos muestra al protagonista atormen- paz de descifrar su mensaje. El dolor como
tado por el dolor, dolor que olvida a veces o síntoma es la pantalla donde se dibujan
imagina alejado para siempre, pero que re- —en el caso de la histeria, por ejemplo— la
aparece súbitamente para atacarlo. La ansie- búsqueda obstinada de amor y reconocimien-
dad que nace de tal estado, el sentimiento de to. En el hipocondriaco, se refleja la viven-
un suplicio que no terminará sino con la cia compleja de un cuerpo cruzado por las
muerte, hace para Iván Illitch, como para experiencias dolorosas, de las cuales el indi-
nuestra paciente, aún más intolerable la ex- viduo es un ingenioso inventor. En la actua-
periencia. lidad es común la presencia de individuos

109
Elementos para una Antropología del Dolor: El Aporte de David Le Breton - R. Bustos

que han sufrido un accidente laboral y que placebos. Hallazgos no menos significativos
persisten con dolores más allá de la convic- cuando la evidencia empírica nos dice que
ción clínica de que no tienen nada orgánico sólo el 75% de los enfermos aquejados de
comprometido. Son “paranoias del cuerpo”, dolores intensos se alivia con morfina. La
como las definió Roa. La sospecha de un tras- eficacia simbólica nos recuerda entonces el
torno psiquiátrico acentúa en ellos la idea de carácter múltiple del dolor, que afecta al
ser víctimas de un desprecio o de una injus- hombre más allá de su pura organicidad.
ticia. Ante una medicina, heredera del dua- Estudios que demuestran lo anterior abun-
lismo cartesiano que separa radicalmente dan en la literatura médica. En pediatría es
cuerpo y hombre, este último vaga dividido conocido el efecto controlador de la apren-
por los diferentes servicios médicos sin que sión y el dolor de los niños sometidos a una
nadie lo escuche y dé respuesta a su padeci- intervención quirúrgica cuando están acom-
miento. La impotencia alimenta su sufri- pañados por sus madres, a las cuales se les
miento, el cual se transforma en un proble- ha explicado y calmado, a su vez, de su pro-
ma de identidad, signo de una buena fe puesta pia ansiedad. El placebo actúa entonces en
en duda. Hay muchos otros ejemplos en psi- el corazón del vínculo social, donde el dolor
quiatría que muestran con elocuencia que el es una caja de resonancia de significaciones
dolor está siempre presente, entreverado en personales y sociales.
los vericuetos de la historia personal. Entre Pero el dolor, desde el punto de vista
un mal de vida y un mal del cuerpo, oscila antropológico, no se agota en lo anterior.
poniendo en relación —a veces sutilmente, La rica relación entre el mal y el dolor, tan
en otras con crueldad y locura, como ocurre cara a toda conciencia religiosa en los re-
en algunos pacientes esquizofrénicos o de- latos bíblicos, ocupa parte importante del
mentes— a la carne y el espíritu. Como he- estudio de Le Breton. No debemos igno-
mos dicho, ninguna ley fisiológica puede dar rar que las culturas religiosas imponen su
enteramente cuenta del dolor, puesto que es marca en los comportamientos y valores
múltiple: garantía de una reivindicación, sus- de los individuos a la manera de un incons-
tituto de amor para paliar la ausencia, modo ciente cultural. No ocurre sólo con el cris-
de expiación, medio de presión, etc. En nu- tianismo, también con otras religiones en
merosos casos, el dolor cumple, evidente- las cuales se constatan zonas de divergen-
mente, una función de soporte de la identi- cias con el catolicismo: la reforma protes-
dad personal. Pero como también el cuerpo tante rompió, por ejemplo, la noción de un
y el dolor no escapan a la condición de cada dolor pleno de gracia y de virtud legitiman-
cosa humana, como algo construido social y do la lucha contra éste. A la inversa, los
culturalmente al interior de infinitas varie- musulmanes no se rebelan frente a la ad-
dades, el dolor del cuerpo y el sufrimiento versidad o el sufrimiento, no se confron-
del hombre no escapan a la eficacia simbóli- tan como el cristiano a la paradoja del jus-
ca del efecto placebo, como una ilustración to sufriente. El dolor como figura del mal,
evidente de que la realidad corporal se que vincula enfermedad y falta, es un cons-
enraíza en el corazón de un mundo simbóli- tante recuerdo de nuestra fragilidad huma-
co y cultural. A la evidencia de este efecto na. La modernidad no escapa a esto; el
de eficacia simbólica descrita por Marcel imaginario del sida nos recuerda en la ac-
Mauss y Claude Levy-Strauss (recordados tualidad lo mismo: que una carne sufrien-
también en la obra monográfica de Le te es una carne en falta. No en vano aque-
Breton) en las sociedades tradicionales, se llos infectados por transfusiones sanguí-
agrega la constatación de que un 35% de los neas se sienten y son percibidos como “ino-
pacientes declara encontrar alivio tomando centes”. Y es que la atribución dada por el

110
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

hombre reviste de sentido a su dolor y le Modernidad y dolor: hacia una


permite mantener intacta la mirada sobre sociedad anestesiada
las cosas, rechazar el miedo, mantener su
identidad. La integración del dolor en una En las épocas pre-modernas, los princi-
cultura que le da sentido y valor es para pios de vida y muerte eran la guía de la vida
los individuos un soporte simbólico que le colectiva. Las divinidades eran las referen-
otorga consistencia a su capacidad de re- cias últimas de la vida y la muerte, del dolor
sistencia: todas las sociedades, al definir y sufrimiento de los hombres; en sus manos
implícitamente una legitimidad para el estaba el destino. Con la modernidad des-
dolor, están indicando lo esperable o lo no aparecen las divinidades y las referencias re-
esperable. El dolor se construye socialmen- ligiosas al orden social. Los principios que
te, se ritualiza socialmente. Así se explica guían a la sociedad emergente son aquellos
la variabilidad de respuestas frente al do- de “orden y caos”. En este nuevo escenario,
lor, su dramatización o su interiorización: la ciencia empieza a ocupar un lugar prepon-
el dolor no es puramente la medida de una derante en la explicación de las leyes del
lesión fisiológica, tal como lo destacára- cosmos. Después de la Revolución France-
mos al comienzo. La fijación del dolor en sa, la medicina hace su aparición como efi-
la opacidad del cuerpo puede ser incluso caz aliada del orden para desterrar al caos,
una defensa profesional, en que el médico de aquella parte del caos que implica dolor,
no renuncia a su privilegio de especialista sufrimiento y muerte. La evolución reciente
de descubrir el origen del dolor. Así, ve- de la medicina es testimonio de un despla-
mos a pacientes circular por diversos ser- zamiento de técnicas que se han difundido
vicios médicos buscando una respuesta prácticamente a todas las sociedades occi-
causal que no llega, terminando presos dentales, tratando de alcanzar este objetivo
como objetos de una relación técnica. En del progreso: desterrar para siempre del do-
el caso de dolores crónicos, ésta se instala lor, el sufrimiento y la muerte, vividos como
como una ilusión compartida, que se ali- ruidos insoportables del funcionamiento
menta de una obstinación recíproca en las socialvi. En lo que atañe al dolor, coincidi-
posibilidades omnipotentes de la medici- mos con Le Breton que dice que la medicina
na. Pero el dolor no desaparece, pues tie- lo ve solamente como un anacronismo, no
ne usos variados, es un material inagota- sólo cruel sino como un equivalente moral
ble y fecundo en manos de la invención de de una tortura. Pero la fantasía de su supre-
individuos-artesanos de su dolor. Unos lo sión total, por parte de la técnica médica, es
eligen para dar testimonio de su fe: el do- otro sueño moderno que no tendría otras con-
lor es una ofrenda; para otros, no religio- secuencias que no fuera también la indife-
sos, es un signo de estatus social. Ocurre a rencia por la vida.
menudo en aquellos a quienes su dolor cró- Precisamente, el gran aporte de la antro-
nico los saca de su medianía social, fami- pología del dolor presentado en esta reseña
liar o laboral, les da una identidad, les per- de la obra de David Le Breton, es humani-
mite negociar con los otros. En fin, el do- zar la medicina para dignificar la vida.
lor es una eficaz herramienta con muchos
fines. En Vigilar y Castigar, Michel
Foucault nos entrega un detallado reper-
torio de los usos sociales del dolor como
suplicio y castigo, evidencia de sus usos vi
Cf. Bustos, R. “Las Enfermedades de la Medicina”
múltiples. Ed. Cesoc-Colegio Médico (reg. Santiago), 1998.

111
LA MUERTE Y EL SUICIDIO EN LA
POESÍA DE R. M. RILKE

Otto Dörr Zegers


Profesor Titular de Psiquiatría de la Universidad de Chile.
Jefe del Servicio A del Hospital Psiquiátrico.

Correspondencia: Dr.Otto Dörr Zegers. Luis Thayer Ojeda 0115, Of.502.


Providencia. Santiago. Chile
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

LA MUERTE Y EL SUICIDIO EN
LA POESÍA DE R. M. RILKEi

Otto Dörr Zegersii

Resumen te consumada, feliz y entusiasta, como sólo


los santos supieron concebirla”. La pregun-
El suicidio sólo se puede comprender des-
ta es entonces qué puede pasar para que al-
de una reflexión previa sobre la muerte. A
guien no espere su muerte propia y destruya
propósito de algunos textos de Hegel, Goethe
con su acto suicida la armonía de la vida y
y Heidegger, el autor recuerda la concepción
de la muerte. La respuesta la da el poeta en
de la muerte no sólo como parte de la vida,
el Réquiem para Wolf von Kalckreuth (1908).
sino como lo que le da sentido. Una idea aná-
El suicida no reconoce en la tierra la posibi-
loga, aunque expresada de un modo muy ori-
lidad de la alegría, como la que a veces se
ginal, es la que sostiene el poeta Rainer Ma-
esconde detrás de los dolores. En segundo
ría Rilke en una carta a su editor en polaco,
lugar, el suicida se apresura a dar a la vida y
W. Hulewicz, del 13 de noviembre de 1925.
a la muerte una interpretación definitiva, sin
El autor intenta investigar más en profundi-
esperar que en el camino se nos devele el
dad el pensamiento del poeta respecto a la
sentido de la existencia. Por último, el joven
muerte, a través de un análisis de la Octava,
suicida de Rilke, que era un poeta, no dejó
Novena y Décima Elegías del Duino (1922),
madurar su obra, quizás porque no compren-
poesías en las cuales el poeta desarrolla su
dió cuál era la esencia de la poesía: que a
concepto de la “muerte propia”, anunciado
través de ella el poeta se transforme en las
en su novela Los Cuadernos de Malte (1910).
palabras que eternizan las cosas.
Para él la vida misma consiste en “aprender
a morir”, en preparar con tiempo “la obra PALABRAS CLAVE: Muerte; Suicidio;
maestra de una muerte noble..., de una muer- Poesía; Vida; Existencia.

i
Leído en las Jornadas sobre “El final de la vida”,
organizadas por el Programa Regional de Bioética
de la Organización Panamericana de la Salud 1999.
ii
Profesor Titular de Psiquiatría de la Universidad de
Chile. Jefe del Servicio A del Hospital Psiquiátrico.

115
La Muerte y el Suicidio en la Poesía de Rainer Maria Rilke - O. Dörr

Resumo Abstract
Só se pode compreender o suicídio me- Suicide can be understood only as a result
diante uma reflexão prévia sobre a morte. A of a previous reflection about death. With
partir de alguns textos de Hegel, Goethe e reference to some texts by Hegel, Goethe and
Heidegger, o autor resgata a concepção de Heidegger, the author proposes a conception
morte como parte integrante e que confere of death, not only as a part of life but also as
sentido à vida. Com uma idéia análoga, ainda ‘that’ that gives meaning to it. A similar idea,
que expressada de maneira diversa, é a que though expressed in a very original way, is
apresenta o poeta Rainer Maria Rilke em uma the one sustained by the poet Rainer Maria
carta à seu editor em polonês, W. Hulewics, Rilke in a letter to his editor in Polish, W.
datada de 13 de novembro de 1925. O autor Hulewicz, of November 13, 1925. The author
do presente texto pretende investigar com tries to study more deeply the poet’s thought
profundidade o pensamento do poeta a concerning death, through the analysis of the
respeito da morte e o faz, através da análise Eighth, Ninth and Tenth Duino Elegies
da Oitava, Nona e Décima Elegias de Duino (1922), poems where Rilke develops his
(1922). Nessas poesias, Rilke apresenta seu concept of the “personal death”, announced
conceito da “morte própria” que anuncia na in his novel, The notes of Malte Laurids
novela Os Cadernos de Malte (1910). Para Brigge (1910). To him, life itself consists of
ele a vida consiste propriamente em “apren- “learning to die”, of preparing in advance
der a morrer”, em preparar com tempo “a “the masterpiece of a noble death..., of a
obra-prima de uma morte nobre... de uma consummate, happy and enthusiastic death,
morte consumada, feliz e com entusiasmo, as only saints were able to conceive it”. Then,
como somente os santos souberam concebê- the question is what could happen to induce
la”. A pergunta que se impõe, portanto, é o someone not to wait for his /her own death
que pode ocorrer com alguém que não aguar- and destroy with a suicidal act the harmony
da sua própria morte e destrua pelo suicídio of life and death?. The poet gives the answer
a harmonia da vida e da morte. A resposta a in the Requiem for Wolf von Kalckreuth
esta pergunta, o poeta apresenta no Requiem (1908). The one committing suicide does not
para Wolf von Kalckreuth (1908). O suicida recognize in earth the possibility of joy, as
não reconhece a possibilidade da alegria es- something that, sometimes, is hidden amid
conder-se atrás de sofrimentos. Em segundo pain. Secondly, the suicide hurries to give
lugar, o suicida se apressa em dar uma life and death a definitive interpretation,
interpretação definitiva sobre a vida e a morte without allowing life —in its own way— to
não permitindo que se desvele o sentido da unveil the meaning of the existence. Finally,
existência. Finalmente, o jovem suicida de Rilke’s suicidal young, who happened to be
Rilke, que era um poeta, não permite que a poet, did not let his work mature, perhaps
amadureça sua obra, quiçá porque não tenha he did not understand what was the essence
apreendido a essência da poesia, já que é of poetry: that the poet transforms himself
através dela que o poeta se transforma, é por in the words that eternalize things.
meio das palavras que os fatos se eternizam. KEY-WORDS: Death; Suicide; Poetry;
Life; Existence.

116
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Résumé consommée, heureuse et passionnée, comme


seulement les saints ont su la conçevoir”.
Le suicide ne peut se comprendre que par
Alors, la question que se pose est celle de
une réflexion préalable sur la mort. L’auteur,
savoir qu’est-ce que peut arriver pour que
à partir de certains textes de Hegel, Goethe
quelqu’un n’attende pas sa propre mort et
et Heidegger, rappele la conception de la
avec un acte suicide détruise l’armonie de la
mort non seulement comme partie de la vie,
vie et de la mort. La réponse est donnée par
mais aussi comme ce que lui en donne du
le poète dans le Réquiem pour Wolf von Kal-
sens. Une idée analogue, même si elle est
ckreuth (1908). Le suicidé ne trouve pas dans
exprimée d’une façon très originale, c’est
la terre la posibilité de la joie, comme celle
celle qu’ exprime le poète Rainer Maria Rilke
que parfois est cachée derrière les
dans une lettre à son éditeur en polonais, W.
souffrances. En second lieu, le suicidé est
Hulewicz, du 13 de Novembre, 1925.
pressé à donner à la vie et à la mort une
L’auteur essaie de chercher la pensée du
interprétation définitive, sans attendre que
poète à propos de la mort, à travers une
dans le chemin se dévoile le sens de
analyse de Octava, Novena y Décima Elegias
l’existence. Finalement, le jeune suicide de
del Duino, (1922), des poésies dans
Rilke n’a pas laissé mûrir son oeuvre, peut-
lesquelles le poète développe son idée de la
être parce qu’il n’a pas compris quelle était
“mort propre”, déjà annoncée dans son
l’essence de la poésie: Ce n’est qu’ à travers
roman, Los Cuadernos de Malta (1910). Pour
celle-ci que le poète se transforme dans des
le poète la vie consiste dans un’ “apprendre
mots qu’ éternisent les choses.
à mourir”, préparer avec du temps “ l’oeuvre
maîtresse d’une morte noble..., d’une mort MOTS CLÉS: Mort; Suicide; Poésie;
Vie; Existence.

117
La Muerte y el Suicidio en la Poesía de Rainer Maria Rilke - O. Dörr

El suicidio significa interrumpir violen- así suspendida sobre el abismo, es imposi-


tamente ese proceso natural que es el morir. ble. En las elegías... la vida se hace otra vez
La muerte es el fin de la vida, pero no al modo posible... (pues) la aceptación de la vida y
de un terminar cualquiera, como termina un de la muerte se nos muestra como una mis-
camino o una melodía, por cuanto la muerte ma cosa... la muerte es el lado de la vida
pertenece a la vida. No hay vida sin muerte, apartado y no iluminado por nosotros. Te-
porque ésta nos da, entre otras cosas, la po- nemos que hacer el intento de alcanzar la
sibilidad del tiempo. El tiempo se constitu- máxima conciencia de nuestra existencia,
ye desde la finitud, desde la muerte, y su ca- la que está domiciliada en ambos ámbitos
rácter central es la transitoriedad. Y, como ilimitados y se nutre de ambos inagotable-
dice Heidegger (1), “la muerte es la más pro- mente... No hay ni un allende ni un aquen-
pia (auténtica) posibilidad de la existencia... de, sino la gran unidad en la cual también
Es (justamente) el ser-relativamente-a-la- habitan los seres que lo superan, los ánge-
muerte el que abre a la existencia su más les...”. Y más adelante, en la misma carta,
propio poder-ser.” Este concepto de la muerte explica con mayor detalle lo que quiere de-
como parte esencial de la vida ya lo encon- cir con su concepto de la unidad de la vida
tramos en el principio Stirb-Werde de Goethe y de la muerte: “...Nosotros, los de aquí y
(2), que podría traducirse como “morir para ahora, no estamos ni un momento satisfe-
llegar a ser” y también en todo el pensamien- chos en este mundo temporal, pero tampo-
to dialéctico de Hegel (3). Recordemos ese co estamos atados a él, sino que pasamos
famoso pasaje de la Introducción a la permanentemente hacia el mundo anterior,
Fenomenología del Espíritu: “El botón des- hacia nuestro origen, como también hacia
aparece con el surgimiento de la flor y se el mundo ulterior, el de aquellos que ven-
podría decir que aquél es negado por ésta; drán después de nosotros. En aquel máxi-
del mismo modo el fruto transforma a la flor mo ‘mundo abierto’ existen todos... (Aquí)
en una falsa existencia de la planta, pues no me estoy refiriendo (estrictamente) al
aparece en lugar de la flor como la verdade- sentido cristiano... Con una conciencia pu-
ra planta...”, etc. ramente terrena, profundamente terrena,
Dicho con otras palabras, la muerte del beatamente terrena, hay que introducir lo
botón significa la vida de la flor, la muerte aquí visto y tocado en un círculo más am-
de la flor significa la vida del fruto y así su- plio, en el más amplio posible. No en un
cesivamente. Vida y muerte se entrelazan ‘más allá’, cuya sombra oscurece la tierra,
inextricablemente. Habría algo así como una sino en una totalidad, en lo entero...”. Por
muerte inmanente a la vida y que sería como último, el poeta le explica a su editor cuál
su elemento transformador, eso que permi- es, mientras vivimos, nuestra relación con
te, en un sentido dialéctico, el paso a una el resto de las cosas de este mundo, que
nueva síntesis. comparten con nosotros la provisionalidad,
pero que desconocen la muerte: “La natu-
Algo semejante encontramos en uno de
raleza, las cosas de nuestro trato cotidiano
los poetas que más se ha preocupado del
y de nuestro uso son, mientras estamos aquí
tema de la muerte: Rainer Maria Rilke. En
en la tierra, nuestra propiedad y nuestra
una carta del 13 de noviembre de 1925 a su
amistad; ellas son consabidoras de nuestra
editor en polaco, Wietold Hulewicz (4),
alegría y de nuestra miseria y ya fueron los
—quien le había preguntado sobre el senti-
confidentes de nuestros antepasados. Así,
do último de las Elegías del Duino, uno de
no sólo no hay que descalificar y degradar
los grandes monumentos de la poesía uni-
lo de aquí, sino que precisamente por su
versal— Rilke escribe: “...Las elegías con-
provisionalidad... estas apariencias y estas
ducen a la demostración de que esta vida,

118
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

cosas tienen que ser comprendidas y trans- “Tierra, ¿no es esto lo que tú quieres: re-
formadas por nosotros... ¿Transformarlas?, surgir en nosotros
sí, porque nuestra tarea es ésta, impregnar- invisible? ¿No es tu sueño ser invisible
nos de esta tierra provisional y caduca tan alguna vez?
profundamente, tan dolientemente, tan apa-
¡Tierra! ¡Invisible! ¿cuál, si no metamor-
sionadamente, que su esencia resurja otra
fosis, es tu apremiante misión?...”
vez en nosotros, invisible. Somos las abe-
jas de lo invisible… Las elegías nos mues- Con esta hermosa misión el hombre puede
tran a nosotros en esta tarea, en la tarea de ir tranquilo al encuentro de la muerte, que, por
este constante transformar lo amado, visi- lo demás, sólo él conoce. Es cierto que este
ble y tangible, en la oscilación y la agita- conocimiento es la fuente última de la angus-
ción invisibles de nuestra naturaleza; y esto tia —dolorosa emoción que lo acompaña du-
va a introducir nuevas formas de vibración rante casi toda su existencia— pero puede que
en... el universo…” (op. cit., p. 374 ss.). constituya también su mayor grandeza. Ni los
animales ni los ángeles conocen la muerte. “El
Nos hemos detenido un momento en este
animal libre (de la muerte) / tiene tras sí su ocaso
impresionante texto de Rilke y escrito, como
/ y ante sí a Dios y, cuando camina, entonces /
toda carta, “al correr de la pluma”, porque
lo hace hacia la eternidad, así como manan las
creemos encontrar en él no sólo una visión
fuentes”, como dice el poeta en la Octava Ele-
positiva de la muerte, sino, y sobre todo, una
gía. Mientras los ángeles tampoco saben de ella,
suerte de llamado a una misión de vida que
porque viven “en el torbellino de su (perma-
sería ineludible: el amar las cosas y, a través
nente) retorno a sí mismos” (Segunda Elegía).
de la palabra, eternizarlas. Para las citas de
¿Qué puede ocurrir para que alguien no espere
los textos poéticos emplearemos una traduc-
su muerte propia y destruya con su acto suici-
ción del alemán hecha recientemente por
da la armonía de la vida y de la muerte? Una
nosotros (5). Y así el poeta nos dice en la
posibilidad es pensar que el suicida olvida que
Novena Elegía (6):
el dolor es “nuestro follaje / invernal y peren-
“...y estas cosas ne, nuestro verdor oscuro del sentido, / una de
que viven de la muerte comprenden que las estaciones del año secreto, mas no sólo tiem-
tú las elogies; ellas, las fugaces, po, / sino lugar, poblado, campamento, suelo,
confían en que nosotros, los más efíme- residencia”. Es decir, el dolor lo es todo y es
ros, seamos capaces de salvarlas. tan consubstancial a la vida humana, que es de
las pocas cosas que legítimamente podemos
¡Ellas quieren que las transformemos del
llevarnos al más allá. Rilke expresa maravillo-
todo en un corazón invisible
samente este pensamiento en la Novena Ele-
—oh infinitamente— en nosotros!, quien- gía, cuando dice:
quiera que seamos al final...”
“...¿qué se lleva uno hacia el más allá?
Y las cosas están ahí esperando que no- No el mirar, aquí
sotros, los humanos, procedamos a transfor-
lentamente aprendido, y nada de lo que
marlas, a hacerlas invisibles, pero no sólo a
aquí ocurrió. Nada.
la casa, el cántaro o el manantial, como dice
el poeta un poco antes, al descubrir que nues- Pero sí los dolores. Sobre todo la pesa-
tra primera misión en la tierra es el dar un dumbre,
nombre a las cosas, sino a todas las cosas, también la larga experiencia del amor: es
más aún, a la tierra entera, algo que mani- decir,
fiesta expresamente en el verso siguiente: todo lo inefable...”

119
La Muerte y el Suicidio en la Poesía de Rainer Maria Rilke - O. Dörr

Nuestra misión es salvar las cosas a tra- de la existencia y cómo no debemos adelan-
vés de la palabra, darles un sentido, eterni- tarnos a darle una interpretación definitiva,
zarlas. Pero de todo lo que hemos vivido en como la que resulta de un acto como el sui-
esta tierra, lo único que podemos llevarnos cidio, el poeta se conduele de que no haya
hacia el más allá, para que así nos acompañe habido alguien en las cercanías del joven
eternamente, es para el poeta un extraño ba- suicida que le hubiese podido hacer cambiar
gaje, compuesto sólo de dos elementos: el su decisión:
sufrimiento y el amor. El acto de suicidarse “Si una mujer hubiese puesto su mano
significa entonces desconocer el valor del su- ligera
frimiento y el sentido del amor. Rilke se re-
sobre el comienzo aún delicado de esta
firió expresamente al tema del suicidio en el
ira;
Réquiem para el Poeta Wolf von Kalckreuth
(7). Intentaremos resumir algunas de las si hubiera habido alguien, que estando
ideas sobre el tema que se desprenden de este ocupado,
maravilloso poema. No se conocen las razo- ocupado en lo más íntimo, te hubiese en-
nes que tuvo el joven poeta para suicidarse, contrado
pero Rilke le reprocha a lo largo de todo el quedamente cuando tú, mudo, saliste a
réquiem el que no haya sido capaz de perse- consumar la acción;
verar, esperando que le llegase su propia si tu camino hubiera conducido
muerte. Porque Rilke no estaba en contra de
cerca de un taller despierto,
la muerte de los jóvenes; por el contrario, en
la muerte prematura del héroe y en el pro- donde hay hombres martillando, donde
fundo misterio que encierra la muerte infan- el día se realiza
til él cree encontrar un camino legítimo para simplemente...”
el hombre elegido. Pero el suicidio lo per- Ahora, dada su muerte prematura, muy
turba profundamente. El primer reproche que pocas cosas dejó el joven conde: sólo algu-
le hace a Kalckreuth es el no haber recono- nos poemas imperfectos (“somos espectado-
cido en la tierra la posibilidad de la alegría, res sólo de los poemas que hacia abajo traen /
la que a veces se esconde detrás de los dolo- las palabras que tú escogiste”), pero en ellos
res; más aún, en el momento menos pensado Rilke reconoce al menos dos virtudes: una es
el sufrimiento se invierte, dando paso al con- la inspiración, venida casi directamente del
suelo y aún a la felicidad: mundo angélico (“a menudo un comienzo se
“Lo que no esperaste fue que el peso te imponía como un todo / un comienzo que
se hiciese del todo insoportable: es en- tú repetías como una orden”); la otra es que el
tonces cuando éste joven poeta, a través de sus poemas llegó a
“ver”, a “reconocer la renuncia y en la muer-
se invierte de repente y es tan pesado por
te tu progreso”. Aquí Rilke acepta por prime-
ser tan verdadero.
ra vez la posibilidad de que la muerte del jo-
Ves, éste fue quizás tu momento más cer- ven poeta haya tenido un sentido.
cano;
Hacia el final del réquiem Rilke trata de
tal vez él se acomodaba la guirnalda en definir en apretadas palabras lo que debe ser
el cabello la esencia de la vida poética. Ésta debe ali-
ante la puerta que tú le cerraste brusca- mentarse fundamentalmente de los siguien-
mente.” tes ingredientes (“tres formas abiertas”): los
Luego de una serie de consideraciones sentimientos verdaderos, el mirar (que mira
sobre lo poco que sabemos sobre el misterio y ve, pero que “no desea nada”) y “la muerte
trabajada”, esa muerte propia que tanto nos

120
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

necesita. La verdadera poesía debe ser un no tome parte, una muerte consumada, fe-
trabajo de la propia vida y de la propia muerte liz y entusiasta como sólo los santos supie-
y yo agregaría que quizás toda vida humana, ron concebirla...”.
no sólo la vida poética, debería consistir en No sé si estas reflexiones puedan servir
lo mismo. El poeta adolescente no dejó bro- de algo a quien ya se encuentra con una en-
tar la vida, con todo lo que ella puede rega- fermedad terminal en las proximidades de
larnos, pero tampoco fue capaz de esperar la muerte, pero quizás si la lucidez de este
su propia muerte. Y entonces Rilke retoma gran poeta nos pueda ayudar a nosotros, a
el tema de la esencia de la poesía, anunciado los médicos llamados a asistir a estos enfer-
ya en las Cartas de un joven poeta, diciendo mos; pues, aun cuando todavía no seamos
que éstos, en lugar de quejarse, deberían “de- “terminales”, desde que fuimos conscientes
cir” (cosas esenciales), que en lugar de juz- de lo que significa nuestra profesión, hemos
gar tanto sus sentimientos deberían “darles tenido que acostumbrarnos a la idea de que
forma”; que deberían, por último, transfor- pertenece esencialmente a nuestra condición
marse ellos mismos en palabras (“como el humana el vivir desahuciados.
cantero de una catedral / que con obstina-
ción se convierte en la serenidad de la pie-
dra”). Y esto habría sido la salvación del Con- Referencias:
de Kalckreuth, pero él no la vio, a pesar de 1. Heidegger M. Sein und Zeit [1927]. Tübingen:
haberla tenido en sus manos. Habría basta- Max Niemayer Verlag; 1963.
do que hubiera comprendido la esencia de la 2. Goethe JF. Werke Briefe und Gespräche.
poesía. Pero ahora todo esto son palabras Gedenkausgabe Band XVII: Naturwissen-
vanas. No sea que el adolescente al escuchar- schaftliche Schriften. Zürich und Stuttgart:
las se avergüence entre los muertos y que Artemis Verlag; 1966.
las lamentaciones de los vivos agraven sus 3. Hegel G F. Phänomenologie des Geistes.
sentimientos de culpa. Y el réquiem termina Hamburg: Felix Meiner Verlag; 1952.
con una recomendación a asumir el destino 4. Rilke RM. Briefe 2. Band [1919-1926].
con todas sus consecuencias, incluyendo los Frankfurt am Main: Insel Verlag; 1999.
errores, pues: “¿Quién habla de victorias? El 5. Dörr-Zegers, O. Traducción, Prólogo, Notas
resistir lo es todo”. y Comentarios. En: Rilke RM. Diez elegías,
El tema que nos ha reunido es “El fin de tres réquiem y una canción de amor. Madrid:
Editorial Visor. En prensa.
la vida”. Y el fin de la vida es la muerte en
un doble sentido: como término de nuestra 6. Rilke R M. Duineser Elegien. In: Sämtliche
Werke. Band I. Frankfurt am Main: Insel
existencia en este mundo, pero al mismo
Verlag; 1955.
tiempo, como lo que le da el sentido. En el
libro Cartas a una amiga veneciana (8) 7. Rilke R M. Requiem für Wolf Graf von Kal-
ckreuth. In: Sämtliche Werke. Band I.
Rilke afirma: “Hay que aprender a morir.
Frankfurt am Main: Insel Verlag; 1955.
En eso consiste la vida, en preparar con
8. Rilke R M. Cartas a una amiga veneciana.
tiempo la obra maestra de una muerte no-
Madrid: Hiperión; 1993.
ble y suprema, una muerte en la que el azar

121
INTERFACES
LA CONSIDERACIÓN DE LOS NUEVOS
DERECHOS HUMANOS EN LA LEGISLACIÓN
SOBRE REPRODUCCIÓN ASISTIDA

Juan José Puerto


Departamento de Derecho Privado, Universidad de Salamanca. España.

Correspondencia: Dr. Juan José Puerto. C/ Concejo - 17- 1º B,


Salamanca, 37002, España. E- mail: juanjopuerto@hotmail.com
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

LA CONSIDERACIÓN DE LOS NUEVOS


DERECHOS HUMANOS EN LA LEGISLACIÓN
SOBRE REPRODUCCIÓN ASISTIDA

Juan José Puerto

Resumen Resumo
Coincidiendo con la aplicación en masa de Concomitantemente com a aplicação em lar-
las técnicas biomédicas de reproducción huma- ga escala de técnicas biomédicas de reprodução
na a mediados de los años ochenta, el mundo humana em meados dos anos oitenta, o mundo
del Derecho empezó a movilizarse para regular do Direito começou a movimentar-se para le-
estas nuevas tecnologías. Las legislaciones que gislar sobre essas novas tecnologias. As leis ela-
se realizaron en estos años, respondieron al prin- boradas nesses anos responderam ao princípio
cipio de salvaguarda de los Derechos Funda- da salvaguarda dos direitos fundamentais do ser
mentales del Ser Humano, que en ese momento humano, que nesse momento a doutrina jurídi-
la doctrina jurídica mayoritaria identificaba des- ca majoritária identificava com uma perspecti-
de una perspectiva individualista con derechos va individualista e direitos sócio-econômicos
socio-económicos individuales (Derechos Hu- próprios (direitos humanos de segunda geração)
manos de 2ª Generación) y que encumbraron el e que superestimavam o princípio da autodeter-
principio de autodeterminación. Todo esto se tra- minação. Tudo isto traduziu-se em legislações
dujo en legislaciones que superpusieron el inte- que impuseram o interesse dos pais sobre os di-
rés de los padres sobre los derechos del embrión reitos do embrião e das futuras gerações.
y de su futuro hijo.
Já nos anos noventa, a evolução do pensa-
Ya en los noventa, la evolución en el pensa- mento político-constitucional permitiu desen-
miento político-constitucional ha desarrollado los volver os direitos humanos das futuras gera-
Derechos Humanos de las futuras generaciones ções (direitos humanos de terceira geração)
(Derechos Humanos de 3ª Generación), que rom- que rompe com o individualismo prévio le-
pen el individualismo anterior con la entrada en vando em consideração novos valores como
consideración de nuevos valores como el a ecologia, o respeito à natureza e seus recur-
ecologismo, el respeto a la naturaleza y a sus re- sos, etc...
cursos, etc. Jurídicamente se va a demandar la
aplicación del llamado Principio de responsabi- Juridicamente começa-se a impor o
lidad en la utilización de las nuevas tecnologías, chamado Princípio da Responsabilidade
así como el Principio de precaución, que justifi- quando da utilização de novas tecnologias,
can la existencia de una legislación que propug- assim como o Princípio da Precaução, que pro-
na un equilibrio en los derechos e intereses de poem uma legislação que defenda o equilíbrio
todos los intervinientes en los tratamientos de re- entre os direitos e interesses de todos os parti-
producción asistida (incluido el futuro hijo). Este cipantes envolvidos nas técnicas de reprodução
giro en la doctrina de los derechos fundamenta- assistida (incluindo, é óbvio, o futuro ser). Esta
les tiene sus consecuencias prácticas en múlti- nova apreciação de doutrina dos direitos fun-
ples cuestiones relativas a la regulación de estas damentais tem suas consequências práticas em
técnicas reproductivas (congelación de embrio- inúmeras questões relativas à regulamentação
nes, donación de gametos, fecundaciones post- dessas técnicas reprodutivas (congelação de
mortem, consentimiento informado, ...etc.). embriões, doações de gametas, fecundação
PALABRAS CLAVE: Derechos Huma- post-mortem, consentimento informado, etc...)
nos; Legislación; Reproducción asistida; Em-
brión; Crioconservación.

127
La Consideración de los Nuevos Derechos Humanos en la Legislación sobre Reproducción Asistida - J. Puerto

Abstract Résumé
Coincidental with a large-scale Nous coïncidons avec l’application en
application of human reproductive masse des techniques de reproduction
biomedical techniques in the middle eighties, humaine au milieu des années quatre-vingts,
the world of Law reacted by setting up rules le monde du droit a comencé à se déplacer
for these new technologies. Legislation pour régulariser ces nouvelles technologies.
proposed in those years responded to the Les législations, qu’ont été achèvées dans ces
principle of safeguarding Human Being’s années, au début ont répondu au principe de
fundamental Rights, which by then, were sauvegarde des droits fundamentaux de l’être
viewed —by the predominant juridical humain, étant donné qu’à ce moment là la
doctrine— from an individualistic doctrine juridique majoritaire identifiait
perspective with individual social-economic depuis une perspective individualiste avec
rights (2nd Generation Human Rights ) that droits socio-économiques individuals, (Droits
overestimated the principle of self- Humains de 2ème Génération) et que ceux-ci
determination. All this resulted in laws ont élévé le principe d’auto-détermination.
favouring parents interests over embryo’s Tout çela est traduit en législations qu’ont
and future generations’ rights. superposés l’intérêt des parents sur les droits
Placed in the nineties, the evolution of de l’embryon et sur leur futur garçon.
political-constitutional thinking has Déjà dans les années quatre-vingt dix,
contributed to the development of the future l’évolution dans la pensée politique-
generations’ Human Rights (3rd Generation constitutionnelle a dévelopé les Droits
Human Rights), putting an end to previous Humains des futures générations (Droits
individualism by taking into consideration Humains de 3ème Génération), qu’ont brisé
new values such as ecologism, respect to l’individualisme précédant avec l’intégration
nature and its resources, and so forth. The de nouveaux valeurs comme l’écologisme,
Principle of responsibility as well as the le respect à la nature et à leur resources...etc.
Principle of precaution in the application of Juridiquèment, on va se démander
brand new technologies will be juridically l’application du principe de responsabilité
demanded; principles that justify the existence dans l’utilisation de nouvelles technologies
of a legislation intended to promote a balance et du principe de précaution que justifient
between rights and interests of each one of l’existence d’une législation que défend un
the participants in assisted reproduction équilibre dans les droits et les intérêts de tous
treatments (including son-to-be). les interventionnistes dans les traitements de
This shift in the doctrine of fundamental réproduction assistée (inclut le futur garçon).
rights translates into practical consequences Ce changement dans la doctrine des droits
in a variety of issues related to the regulation fundamentaux a ses conséquences pratiques
of these reproductive techniques ( embryo dans plusiers questions relatives à la
cryopreservation, germ cells donors, régulation de cettes techniques réproductives
posthumous reproduction, informed consent, (congélation d’embryons, donation de
and so forth). gamètes, fécondations post-morten,
KEY-WORDS: Human Rights; consentement informé, etc.
Legislation; Assisted reproduction; Embryo; MOTS CLÉS: Droits Humains;
Cryopreservation. Législation; Réproduction assistée;
Embryon; Cryopréservation.

128
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Introducción can los problemas legales en torno a estas


técnicas y proliferan los casos judiciales en
Años atrás quizá nadie hubiera podido ima-
torno a problemáticas socialmente nuevas
ginar los grandes avances realizados en mate-
como las madres de alquiler, la custodia de
ria de reproducción artificial: transferencias
los embriones congelados, etc.
intratubáricas, micro-inseminación... etc., son
hoy técnicas cotidianamente utilizadas por la Ante estos problemas, ciertos juristas (1)
ciencia para la superación del gran problema se opusieron, en un principio, a la regulación
humano de la imposibilidad de tener hijos. Pa- legal de estas técnicas reproductivas, encon-
rece que nuestra civilización occidental ha re- trando suficiente la aplicación de los Princi-
cibido una serie de soluciones técnicas a la in- pios Generales del Derecho (derivados del con-
fertilidad, de manera que ante cada imposibili- cepto de Equidad) para resolver con Justicia
dad de obtener de forma natural un hijo, se res- los casos que pudieran plantearse, afirmando
ponde con la introducción de una sofisticada que una tal regulación no iba a servir sino para
técnica biomédica. En definitiva, las nuevas institucionalizar estas prácticas, creando una
técnicas de reproducción humana son una con- dinámica que podría desbordar con gran faci-
secuencia más de esa tendencia general de lidad las cautelas y previsiones de la ley, apo-
nuestra sociedad a responder con la tecnología yadas forzosamente en múltiples supuestos, en
a las situaciones de crisis, tecnología que au- pretendidas intenciones, mucho más fáciles de
menta nuestro poder sobre la naturaleza, pero disfrazar que de justificar.
también nuestra responsabilidad sobre ella. Sin embargo, progresivamente se va a
No cabe duda de que esta temática goza ir palpando la necesidad de regular legal-
permanentemente de una gran actualidad e mente y de una forma sistemática la apli-
interés no sólo en la doctrina científica sino cación de estas nuevas tecnologías
también en la opinión pública en general, biomédicas como respuesta del mundo del
incluso ya hay quien afirma que el fin del Derecho a una realidad social incipiente.
siglo XX se ha visto revolucionado por las Se va imponiendo el concepto de la nece-
telecomunicaciones y la informática, pero sidad de su regulación para acabar con ese
que el siglo XXI será, sin duda, el siglo de la vacío normativo y poder guiar la utiliza-
genética y la biotecnología, y de nosotros ción de estos medios tecnológicos hacia un
depende que sea un aporte beneficioso para aporte positivo para el conjunto de la so-
la sociedad o que sea un nuevo factor de in- ciedad. Pero los Proyectos legales sobre
justicia y desigualdad social. reproducción asistida humana tienen siem-
pre un largo trámite que ha durado varios
años y ha sido un proceso polémico y com-
¿Legislar? plicado por la materia y por los valores que
En 1978, nacía la primera niña obtenida se ven implicados (la vida, la intimidad, la
por fecundación in vitro con transferencia de dignidad humana, la libertad), proceso que
embriones (FIV-TE). Pocos años más tarde, no siempre ha servido para aprobar final-
en 1984, nace un bebé obtenido a partir de mente una Ley. Así, por ejemplo, Argenti-
un óvulo de donante y poco después otro de na vio su primer Proyecto de Ley en 1993,
un embrión previamente congelado. A partir después han pasado más de una docena de
de la década de los ochenta, se suceden con proyectos de todo signo y tendencia y aún
velocidad vertiginosa los avances científicos no se ha aprobado ninguno en el Senado
en el campo de la reproducción humana, es- argentino; la Comisión de Salud del Sena-
pecialmente tras la aplicación generalizada do chileno elaboró un Proyecto sobre Pro-
de la FIV-TE, así como también se multipli- tección de los embriones humanos en 1997,
que acabó archivándose ese mismo año.

129
La Consideración de los Nuevos Derechos Humanos en la Legislación sobre Reproducción Asistida - J. Puerto

Evolución en los derechos humanos tre el interés de los padres y los derechos del
hijo que está por nacer, instancias morales
a) Derechos humanos de 2ª generación
como la Declaración de la Iglesia Evangélica
Si nos situamos a mediados de los años de Alemania sobre las Cuestiones de Bioética
ochenta, observaremos una doctrina jurídi- (2) o la Iglesia Católica en la Instrucción
ca que pretende regular estas técnicas Vaticana Donum Vitae, sobre el respeto de la
biomédicas y toma como base para ello el vida humana naciente y la dignidad de la pro-
respeto de los derechos humanos, que en ese creación, de 1987 (3), así como otras institu-
momento se identifican con los llamados ciones civiles como el Parlamento Europeo
“Derechos Humanos de segunda genera- en su Resolución sobre la fecundación artifi-
ción”, esencialmente derechos socio-econó- cial in vivo e in vitro, adoptada en 1989 (4) o
micos individuales, esto es, que suponían la la ley alemana de 1991 que regula más estric-
exaltación del Principio de autodetermina- tamente la reproducción asistida y ya se de-
ción del individuo. En estos años, existe un nomina ley sobre “protección del embrión”
horizonte de sobrevaloración de las posibi- (Embryonenachutzgesetz).
lidades técnicas en el que la reproducción Este giro en la doctrina jurídica se va a ir
artificial se presenta como una opción con- imponiendo conforme se vayan asentando y
creta al alcance de nuestra mano, de hecho, aceptando los llamados “Derechos Humanos
como una oferta más del mercado. de tercera generación”, que rompen el indi-
En este contexto se desarrollan leyes de vidualismo anterior con la entrada en consi-
reproducción asistida con marcado carácter deración de los derechos de las generacio-
individualista y en las que se da una mayor nes futuras, el ecologismo, el respeto a la na-
preponderancia al interés y derechos del pa- turaleza y a sus recursos, etc. Jurídicamente
dre y de la madre en base al principio de au- se va a demandar la aplicación del llamado
todeterminación, y una menor consideración Principio de responsabilidad en la utilización
y protección al embrión humano. Así, leyes de las nuevas tecnologías, para que no se ten-
surgidas en este contexto histórico como la gan en cuenta sólo los efectos inmediatos de
Ley española de Reproducción Asistida de éstas, sino también sus consecuencias en el
1988, basándose en dos sentencias sobre la futuro, así como el Principio de precaución,
legalización del aborto, una del Tribunal que justifica la existencia de una legislación
Constitucional de la República Federal Ale- restrictiva sobre la biotecnología para que la
mana de 1975 y otra del Tribunal Constitu- sociedad sea capaz de mantener el control
cional español de 1985, y acusando la in- sobre ellas, puesto que la propia realidad
fluencia de los trabajos británicos de la Co- social nos muestra lo difícil que resulta re-
misión Warnock, adopta el término vocar este tipo de legislaciones dando “mar-
“preembrión” para designar al óvulo fecun- cha atrás”.
dado que no ha llegado a los 14 días, y al A mediados de los noventa, la sociedad
que se considera carente de vida humana, comienza a preocuparse ante el doble uso que
mientras que el término “embrión” identifi- puede hacerse de estas técnicas, especial-
cará la existencia de dignidad humana a par- mente si se las combina con prácticas
tir del día 14 a contar desde la concepción. eugenésicas (clonación, selección genética)
y se empieza a ser consciente de que, si bien
b) Derechos humanos de 3ª generación es cierto que debe respetarse la libertad fun-
damental de investigación científica, sin
Sin embargo, diversas instancias sociales embargo, una práctica científica inadecuada
van a empezar a crear un punto de inflexión y y fuera de cualquier control ético o jurídico
a demandar la existencia de un equilibrio en- podría poner en peligro la dignidad humana

130
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

(5). La Carta encíclica de Juan Pablo II Estatuto jurídico del embrión


“Evangelium vitae” de 1995, va más allá y
a) Dignidad humana del embrión
señala que la ley civil ha de estar, por tanto,
en conformidad con la razón y la ley natu- La definición del estatuto jurídico del
ral, pues de otro modo estaría privada total- embrión y la protección de la vida humana
mente de auténtica validez jurídica, siendo es, tal y como hemos visto, uno de los pun-
posible en estos casos el ejercicio de la obje- tos fundamentales de la evolución y del es-
ción de conciencia (6). tudio jurídico de estas técnicas reproducti-
La transmisión de la vida humana no se vas. Las legislaciones que hemos denomi-
va a constituir en un acto absoluto en sí mis- nado de corte “individualista” de finales de
mo que pueda ser obtenido en cualquier for- los ochenta consideraron que no había dig-
ma y bajo cualquier circunstancia, ni el De- nidad humana hasta pasados 14 días de la
recho puede dejar de ordenar y dar respues- concepción. Leyes como la española van a
ta a esta realidad social. No será posible acep- basar esta distinción en que es ese el mo-
tar sin más estas nuevas técnicas reproducti- mento en el que se va a implantar el cigoto
vas escudándose en el lado amable de su fi- en el útero; mientras que otras como la uru-
nalidad (obtener un bebé) sin deternerse a guaya fundamentan esta distinción en que el
considerar la problemática médica, jurídica, “preembrión” pasa a ser embrión cuando
ético-moral o psicológica que encierran mu- aparece la cresta neural o inicio del sistema
chos de estos procedimientos. nervioso central (8-9 semanas después de la
última menstruación de la madre).
De esta forma, en los procesos legislati-
vos de los distintos países que se vienen plan- Sin embargo, estas legislaciones utiliza-
teando la legislación de las técnicas ron conceptos y expresiones excesivamente
biomédicas de reproducción humana, han vagas, demasiado genéricas y carentes de uni-
surgido una serie de puntos o cuestiones que formidad, tales como formas biológicas, ma-
resultan especialmente sensibles o de espe- terial biológico, material reproductivo, mate-
cial interés social y que a continuación nos rial reproductor, material embriológico, feto,
proponemos analizar someramente a la luz embrión, preembrión, concepti, criatura con-
de esta evolución de los Derechos Humanos cebida, etc. Según el planteamiento de estas
Fundamentales. Con este fin, añadiremos el legislaciones en las que se observa un menor
tratamiento que han recibido estos temas en nivel de protección de la dignidad humana del
las instancias jurídicas iberoamericanas, así embrión, como las distintas fases del desa-
como en otras legislaciones y textos inter- rrollo humano son embriológicamente
nacionales, utilizando en no pocas ocasio- diferenciables, su valoración ética y su pro-
nes como referencia la Ley española nº 35/ tección jurídica también deberá serlo. Sin
88 sobre Técnicas de Reproducción Asisti- embargo, ya en aquella época de los ochenta,
da de 22 de noviembre de 1988, que, siendo los términos “preembrión” o “conceptus”,
una de las leyes pioneras en el mundo y lle- además de no contar con una completa acep-
vando más de diez años en vigor, nos permi- tación entre la doctrina científica, se conside-
te estudiarla con una perspectiva suficiente ran eufemismos de “cosmética o de maqui-
para observar sus resultados prácticos y la llaje jurídico”, que también fueron definidos
evolución de los conceptos jurídicos y como una subdivisión arbitraria de la vida
bioéticos desde entonces hasta nuestros días. prenatal acuñada por razones de política pú-
blica (7). A pesar de todo ello, la sentencia nº
116/1999 (Publicada en el BOE de 08-07-
1999, con nº de registro 376/1989) del Tribu-
nal Constitucional español, que declara in-

131
La Consideración de los Nuevos Derechos Humanos en la Legislación sobre Reproducción Asistida - J. Puerto

constitucionales algunas disposiciones de la ble descendencia”. La primera deducción


Ley 35/88, señala que los no nacidos no pue- legal en la lectura de este apartado es que si
den considerarse en nuestro ordenamiento el objeto de la ley es la lucha contra la infer-
constitucional como titulares del derecho fun- tilidad humana, esa lucha no se erige como
damental a la vida que garantiza el art. 15 de un fin absoluto, sino que tiene ciertos lími-
la Constitución o a la dignidad humana que tes, ya que el interés jurídico de la defensa
recoge el art. 10.1 (Fundamentos jurídicos nn. de la vida humana, de su salud e integridad
5y 11), y que los preembriones in vitro no es prioritario sobre cualquier otro, tanto en
gozan de una protección equiparable a la de el caso de la salud e integridad de la madre,
los ya transferidos al útero materno (Funda- como del futuro hijo. Estas disposiciones
mento jurídico nº 12). atribuyen al facultativo un gran poder de
Actualmente y a la luz de los Principios decisión, puesto que es él quien va a evaluar
de responsabilidad y de precaución, así como las posibilidades de éxito del tratamiento, por
de los valores de los llamados Derechos Hu- lo que sería aconsejable que la propia prác-
manos de Tercera Generación, se considera tica médica impusiese la necesidad de que
que las técnicas biomédicas de reproducción sean varios los especialistas que intervengan
han de estar orientadas hacia la creación de en la evaluación de las posibilidades de éxi-
vida y la defensa de la dignidad de la persona to del tratamiento en aquellos casos más pro-
y, jurídicamente, a la par de leyes que regulen blemáticos.
la reproducción artificial, se ha de definir un Numerosas instancias morales se han pro-
estatuto jurídico del embrión humano, pues nunciado sobre el reconocimiento de la dig-
el zigoto se constituye en una realidad posee- nidad humana del embrión desde el momento
dora de un genoma humano propio a la que el de la fecundación, exigiendo el respeto so-
derecho ha de responder con un cierto tipo de bre su patrimonio cromosómico y genético,
garantías, no pudiéndosele abandonar a su como las citadas Declaración de la Iglesia
suerte ni hacerlo sujeto merecedor de una pro- Evangélica de Alemania sobre las Cuestio-
tección de segunda clase (8), ya que el con- nes de Bioética (2), la Instrucción Donum
cepto de vida humana, como valor jurídico, vitae (3) o la Carta encíclica “Evangelium
ha de ser siempre interpretado de la forma más vitae” (6). El Parlamento Europeo en su Re-
amplia posible. No caben interpretaciones solución sobre la fecundación artificial de
restrictivas de un valor que es la base del res- 1989, se declara “consciente de la necesidad
to de los derechos humanos. Así, la mera po- de proteger la vida humana desde el momen-
sibilidad de que, por ejemplo, ese embrión de to de la fecundación”; la Ley alemana re-
menos de 14 días pueda dividirse de forma chazó el término “preembrión” y el Proyec-
espontánea y natural, dando origen a geme- to de Ley de Fecundación Asistida aproba-
los monocigóticos, nos obliga, en virtud del do por la Cámara de Diputados italiana el 26
principio de precaución, a brindarle todo tipo de mayo de 1999 establece que el embrión
de protección. creado in vitro tiene “personalidad” desde
Incluso las leyes más individualistas, el momento de la fecundación.
como la española o la británica, así como el En Iberoamérica, por ejemplo, las Consti-
tardío Proyecto uruguayo, parecen admitir tuciones de Chile (artículo 19.1), Ecuador (ar-
(contradictoriamente) estos principios cuan- tículo 25.3), Perú (artículo 2.1) y Venezuela
do se refieren a que los tratamientos de re- (artículos 58 y 74) aseguran el derecho a la
producción asistida únicamente deberan lle- vida a todas las personas, entendiéndose esta
varse a cabo cuando se cuente con “posibili- protección también aplicable a la vida que está
dades razonables de éxito y no supongan ries- por nacer y desde el momento de su concep-
go grave para la salud de la madre o la posi- ción. Además, la Convención Americana de

132
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Derechos Humanos de Costa Rica de 1969, la imposibilidad de obtener un número sufi-


que, como tal, tiene carácter de Tratado Inter- ciente de preembriones necesario para ase-
nacional y que ha sido introducida en el orde- gurar, con arreglo a los conocimientos
namiento jurídico de los países iberoameri- biomédicos actuales, el éxito probable de la
canos firmantes, establece que toda persona técnica de reproducción asistida que se está
tiene derecho a que se respete su vida y, en utilizando (Fundamento Jurídico nº 11).
general, a partir del momento de la concep- Debiera siempre tenerse en cuenta la po-
ción. Uruguay, por ejemplo, la introdujo en sibilidad de la limitación del número de em-
su ordenamiento jurídico el 8 de marzo de briones transferibles, ya que los avances mé-
1985 (Ley nº 15.737), sin embargo el Proyec- dicos en reproducción asistida serán tales
to de Ley aprobado por su Senado en 1999, cuanto cada vez se necesiten menos para ob-
contradice notoriamente el espíritu de esa Ley- tener embarazos de forma más eficiente, que
Tratado Internacional. aseguren mayores posibilidades de éxito sin
provocar riesgos para la madre o para los pro-
b) Transferencia de embriones pios embriones. Por otra parte es muy positi-
vo que se obligue a registrar en la historia
Algunas legislaciones (Proyecto de Uru- médica el número de embriones transferidos
guay, Méjico, España, Francia, Austria) no en orden a verificar la seriedad y eficiencia
establecen un número máximo de embrio- en el tratamiento de los embriones por parte
nes a transferir al útero ni un plazo taxativo de los centros de reproducción asistida.
para hacerlo al considerarlo inconveniente y
En aras a la consecución de un mayor
posible fuente de dificultades para adaptar-
número de éxitos en la implantación del
se a los cambios y avances futuros que pue-
zigoto en el útero materno, surgen técnicas
da tener la tecnología médica, establecién-
que suponen una notable prolongación del
dose como único límite el que subjetivamen-
tiempo que el embrión permanece fuera del
te estime apropiado el equipo médico para
cuerpo de la madre; técnicas como el
asegurar un equilibrio entre las posibilida-
coculture o co-cultivo, en el que se implanta
des razonables de embarazo y el evitar la
el embrión obtenido de forma extracorpórea
multigestación. Pero la limitación de embrio-
a la mujer una semana después de haberlo
nes transferibles, es la opción de una buena
formado, cuando ya se encuentra en la etapa
parte de las legislaciones internacionales.
de blastocito (9)(10)(11). Leyes como la es-
Parece ser tres el número de embriones cien-
pañola prohíben, expresamente, mantener
tíficamente recomendado para transferirse en
fuera del cuerpo de la madre los ovocitos
cada ciclo de reprodución artificial y es éste
creados in vitro por un tiempo superior a 14
el límite que han tomado legislaciones como
días, pero otras, aunque prohíben expresa-
las de Alemania, Dinamarca, Suecia, Reino
mente la ectogénesis (gestaciones fuera del
Unido, Hungría, Singapur y el Proyecto de
cuerpo humano) no determinan específica-
Ley de Fecundación Asistida aprobado por
mente ningún límite máximo temporal para
la Cámara de Diputados italiana en 1999.
mantener los embriones desarrollándose fue-
Otros países han establecido límites mayo-
ra del claustro materno.
res, como Costa Rica, que prohíbe la fertili-
zación de más de 6 embriones por ciclo, o
Brasil y Arabia Saudí que permiten hasta 4 c) Crioconservación de embriones
embriones.
Hay legislaciones que no establecen nin-
Sin embargo, la sentencia del Tribunal gún plazo máximo de congelación de los
Constitucional español nº 116/1999, consi- embriones, en base a que no existe riesgo
dera que de la Constitución no se desprende para ellos cuando la congelación se prolon-

133
La Consideración de los Nuevos Derechos Humanos en la Legislación sobre Reproducción Asistida - J. Puerto

ga, sin embargo esta situación provoca una de 1999 prohibiría la congelación de embrio-
clara indefinición y no legislar de forma cla- nes desde el momento de entrada en vigor de
ra, basada en criterios de prudencia, puede la Ley. También el Decreto de 1995 de Costa
originar en pocos años situaciones como la Rica establece que todos deben ser transferi-
vivida actualmente en España, donde se per- dos a la madre, prohibiendo la preservación
mite la crioconservación de embriones du- de embriones para transferirlos en otros ci-
rante un período de 5 años, aunque la Comi- clos posteriores.
sión Nacional de Reproducción Humana La sentencia 116/99 del Tribunal Consti-
Asistida amplía el plazo máximo de mante- tucional español considera como “un hecho
nimiento de embriones crioconservados has- científicamente inevitable la eventual exis-
ta la edad en la que la madre alcanzará la tencia de preembriones sobrantes”, por lo que
menopausia, estimada con arreglo al crite- considera que la crioconservación es el úni-
rio científico comúnmente aceptado en tor- co remedio para mejor utilizar los preembrio-
no a los 50 años, con dos años de margen nes ya existentes, y evitar así fecundaciones
por encima o debajo de la citada cifra. Sin innecesarias (Fundamento jurídico nº 11).
embargo, nadie es capaz de decir nítidamente
qué hacer con estos embriones una vez pa-
sado este plazo temporal, por lo que quedan d) Adopción embrionaria
a disposición de los Bancos que los custo- La adopción de embriones suele ser le-
dien y las clínicas de reproducción artificial galmente denominada “donación”, por par-
españolas acumulan ya unos 25.000 embrio- te de quien los entrega, aunque creo que es
nes congelados, un número que debe llevar- más apropiado enfocar la cuestión desde la
nos a la reflexión (12). Aunque legalmente “adopción embrionaria” por parte de quien
podría llegar a ser posible eliminarlos, ética, los recibe, que nos remite a un instituto jurí-
jurídica y moralmente, esta práctica resulta dico, el de la paternidad legal, más apropia-
reprobable. do a estos casos que no la donación (que sí
Otras instancias legislativas se han decan- resulta apropiada para el caso de la entrega
tado por la promoción de la congelación de de gametos).
gametos (en la cual se ha avanzado especta- Nunca debe utilizarse la adopción
cularmente) para su posterior utilización en embrionaria con el fin de legitimizar prácticas
fecundaciones, evitando de esta forma la crea- comerciales con embriones humanos. Se la ha
ción de “stocks” de embriones humanos con- de considerar un hecho positivo como posible
gelados. La Resolución del Parlamento Eu- solución para los embriones congelados y aban-
ropeo de 1989 reconoce el valor de la vida y donados por sus padres biológicos o en situa-
el derecho a la protección de la persona, por ciones como la acontecida en 1996 en el Reino
lo que expresa “su preocupación por el “de- Unido, donde 4.000 embriones obtenidos por
rroche” de embriones que la fecundación in fecundación artificial y posteriormente conge-
vitro puede comportar y propone el uso de lados, que habían sido abandonados por 910
técnicas y metodologías que eliminen ese ries- parejas en los depósitos del Ente Británico de
go” (4). La crioconservación o congelación Embriología Humana y de Fertilización
de embriones humanos, con el grave riesgo (EFEA), iban a ser destruidos al haber trans-
que supone para sus vidas, es considerada por currido el plazo legal de cinco años previsto
el Parlamento Europeo como una ofensa a los por la legislación británica para mantenerlos
seres humanos, que han de ser respetados en criogenizados. Ante esta situación, existieron
sí mismos y no ser reducidos a un simple va- iniciativas como la de una asociación llamada
lor instrumental en beneficio de terceros. En “Centro de Ayuda a la Vida”, puesta en mar-
esta misma línea, el Proyecto de Ley italiano cha por médicos de la región italiana de Massa

134
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Carrara, que pidió mujeres que voluntariamente previamente autorizado por el Ministerio de
se ofrecieran como madres adoptivas de estos Sanidad, tras el visto bueno del Comité del
embriones, obteniendo más de un centenar de Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa
voluntarias en esa región de Italia. Rica y, además, el donante sólo puede ceder
sus gametos una sola vez si con su aporte se
logra el nacimiento de un bebé, a dichos efec-
e) Experimentación con embriones tos se le inscribe en un registro especial (sis-
Normalmente se autoriza la manipulación tema idéntico al de Taiwán).
del embrión con propósitos terapéuticos y, La limitación del número de hijos que
también normalmente bajo la previa apro- pueden nacer de un mismo donante tiene
bación y vigilancia de un Comité de Ética como finalidad evitar el peligro de consan-
Médica, para evitar desviaciones del senti- guinidad. Sin embargo, llama la atención que
do de “Terapéutica”. El Convenio europeo un país como Uruguay, de poco más de 3
para la protección de los derechos humanos millones de habitantes, limita a 6 el número
y la dignidad del ser humano respecto a las de hijos por donante, tal y como lo hace la
aplicaciones de la biología y la medicina de Ley española, que le sirve de referencia, pero
1997, auspiciado por el Consejo de Europa, que regula estas técnicas en un país de casi
fue firmado por veinte países, prohíbe ade- 40 millones de habitantes.
más la creación de embriones humanos con Respecto al anonimato de los donantes
fines de investigación y exige una protec- de gametos, éste queda normalmente prote-
ción adecuada de los embriones en aquellos gido, siendo sólo posible romperlo en cir-
países que permiten la investigación en téc- cunstancias excepcionales como el supues-
nicas de reproducción asistida. La autoriza- to de existencia de un peligro para la vida
ción de la experimentación en embriones no del hijo. Este principio no es una norma uná-
viables está permitida en algunos países y la nime, pues la ley sueca sobre la Insemina-
autorización para experimentar con embrio- ción de 1984 otorga la posibilidad al “hijo”
nes de hasta 14 días, aunque sean viables, va de conocer la identidad de su padre biológi-
a depender del estatuto jurídico que se haya co (el “donante”) una vez haya cumplido 18
dado al embrión. Otros países (Alemania, años y sea mayor de edad. Se afirma que si
Irlanda, Polonia, Noruega, Costa Rica, Is- estas donaciones de gametos no fueran se-
rael...) optan por no permitir la investigación cretas, se limitaría mucho la posibilidad de
en embriones. llevar adelante estas técnicas ya que dismi-
nuiría significativamente el número de do-
Donación de gametos nantes y sería inviable seguir adelante con
ellas; pero también es cierto que la Declara-
La donación de gametos se encuentra ge- ción Universal de los Derechos del Niño de
neralizada en la práctica y admitida en las las Naciones Unidas no acepta la discrimi-
legislaciones iberoamericanas e internacio- nación de ningún niño, brindándole una pro-
nales. El Proyecto uruguayo lo regula de for- tección especial contra toda forma de aban-
ma idéntica a la establecida en la Ley 35/88 dono y contra prácticas que pueden fomen-
española, autorizándola pero estableciéndo- tar la discriminación, cualquiera que sea su
se una serie de garantías mínimas como el índole, y el anonimato en las donaciones po-
no permitirse que de un mismo donante naz- dría suponer un caso de discriminación res-
can más de 6 hijos o su carácter (en princi- pecto al resto de los niños al verse obligado
pio) anónimo, revocable, formal (por un a desconocer la identidad de su padre o ma-
acuerdo escrito) y gratuito. La Ley de Costa dre biológica. Además, los artículos 7º y 8º
Rica sólo las autoriza tras un procedimiento de la Convención sobre los Derechos del

135
La Consideración de los Nuevos Derechos Humanos en la Legislación sobre Reproducción Asistida - J. Puerto

Niño, aseguran al niño el derecho a conocer El tener un padre no es garantía de que se


a sus procreadores. En España, una buena y vaya a criar al niño en un ambiente sano y
prestigiosa parte de la doctrina jurídica con- que vaya a estar adecuadamente atendido.
cluye que, cuando las Constituciones occi- Se puede objetar que el hecho de que un niño
dentales garantizan la investigación de la se críe sin padre tampoco garantiza ese tal
paternidad genética, están permitiendo al hijo ambiente sano y sí asegura la falta de la re-
conocer la identidad del donante, igual que ferencia paterna.
el adoptado puede conocer a sus padres bio- Que las mujeres solas y fértiles pueden
lógicos, aunque de dicho conocimiento no engendrar vida teniendo relaciones sexuales
resultarían responsabilidades legales deriva- sin que nadie pueda prohibírselo y que las
das de la filiación, ni patrimoniales (13)(14). solas y estériles estarían discriminadas ya que
Actualmente se ha de tener en cuenta que pueden tener relaciones sexuales pero no
la utilización de semen de donante tiende a pueden ejercer su derecho a la reproducción,
reducirse, pues las técnicas de microinyección sin que haya razones de interés público por
espermática son ampliamente utilizadas en los las que se le puedan negar a la mujer soltera
casos de infecundidad masculina grave, sien- estéril los derechos que tiene una mujer que
do la más conocida la llamada ICSI vive en pareja. Sin embargo, es discutible
(Intracytoplasmic Sperm Injection), en la que hasta qué punto existe un derecho fundamen-
se extraen óvulos del cuerpo de la mujer y tal a tener hijos (el llamado ius filii), puesto
cada óvulo es fertilizado en laboratorio que estas técnicas reproductivas no son te-
microinyectándole un solo espermatozoide rapéuticas (no eliminan las causas de la in-
(15). También existen técnicas en las que ni fertilidad) y si tal derecho humano existiera,
siquiera son necesarios los espermatozoides nada impediría a una mujer exigir al Estado
para conseguir fecundar un óvulo, ya que éste que le diera descendencia por cualquier me-
se va a fecundar microinyectándole un dio y a cualquier precio, por ejemplo, a tra-
espermátide, es decir, la célula germinal mas- vés de una clonación si fuera necesaria o
culina que cuando madura da lugar a un es- cuando la mujer fuera ya menopáusica o in-
permatozoide, pero que ya cuenta con
cluso manifiestamente anciana o hubiera
cromosomas haploides. Sin embargo, estas
quedado viuda y quisiera usar el semen de
técnicas están contraindicadas en casos de
su marido muerto hace años. Sí podemos
anomalía cromosómica o genética severa en
defender la existencia de un derecho a desa-
el varón (16)(17).
rrollar con libertad la vida sexual de la pare-
ja, pero la existencia del ius filii o de la ferti-
Los pacientes lidad como derecho fundamental sería con-
traria a la dignidad del hijo pues se le trata-
a) La mujer sola
ría como un objeto de propiedad, suscepti-
Uno de los puntos más debatidos durante ble de apropiación, en vez de como un suje-
los respectivos procesos legislativos y que to con vida y dignidad propia, como un va-
socialmente resulta más controvertido, es la lor en sí mismo. En definitiva, se convertiría
posibilidad de facultar a mujeres solas su ac- a un ser humano en objeto de un derecho
ceso a estas técnicas reproductivas. En este subjetivo de otro ser humano, es decir, en
debate ha de tenerse en cuenta el principio de una cosa (1) (8).
responsabilidad, que nos obligaría a tener en Que ya existe socialmente el caso del niño
cuenta, como uno de los factores determinan- que nace en un hogar incompleto al existir
tes, el futuro social y familiar del niño. En madres solteras. Pero cabe objetar que ésta es
distintas ocasiones se ha argumentado que: una cuestión que efectivamente ya está en la
sociedad y eso no quiere decir que la propia

136
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

ley tenga además que crear o alentar este tipo con una regulación de esta institución jurí-
de situaciones. La falta del padre no es un dica (el concubinato o la unión de hecho he-
valor social que la ley deba fomentar o prote- terosexual) o no está aún definida, ni descri-
ger. Sí se deben proteger las realidades socia- ta, ni reconocida legalmente.
les en las que una mujer se ve compelida, por
otras circunstancias, a sacar adelante a un hijo
b) Examen psicológico previo
ella sola, ya que, efectivamente, el niño pue-
de estar perfectamente criado en este tipo de Normalmente se descuida la regulación
unidad familiar, pero el rol del padre en la edu- del examen previo de adecuación psicológi-
cación del hijo también resulta importante y ca que deben pasar los pacientes. El hecho
ha de proporcionársele al niño siempre que de recurrir a estos medios técnicos de repro-
fuera posible. ducción no es aceptable para algunas pare-
Se dice que ya se permite la adopción de jas para las que representa una carga psico-
niños por parte de mujeres solas, pero, una vez lógica excesiva y que se ven incapaces de
más, estamos ante una situación de desamparo sobrellevar (18)(19)(20). El Parlamento eu-
de un menor que está ahí, que ya se ha produ- ropeo ya se había mostrado especialmente
cido y a la que hay que dar solución o buscar exigente en esta cuestión cuando afirmó que
alternativas. La ley no debe fomentar estas si- “la fecundación heteróloga intracorporal o
tuaciones de desamparo y falta del padre. in vitro no es deseable; ello vale tanto para
la donación de semen y de óvulos como para
Normalmente se excluyen las parejas ho-
su crioconservación” y pide que “en el caso
mosexuales como posibles receptoras de es-
de que este principio no sea acogido por cual-
tas técnicas, ya que, a pesar de que no se debe
quiera de los Estados miembros”, las pare-
investigar ni perseguir las conductas sexua-
jas que vayan a recibir un tratamiento
les de los ciudadanos, estas situaciones tam-
heterólogo emitan un consentimiento debi-
poco se estiman acordes con un núcleo fa-
damente informado y sean previamente so-
miliar adecuado para recibir a un niño.
metidas a un “juicio de idoneidad en el que
Aunque no suele permitirse el acceso a se aplique, por analogía, lo previsto en las
estas técnicas a las mujeres solas, aunque respectivas leyes sobre la adopción”(4).
algunas legislaciones como las de España,
Este examen nos ayudaría a detectar pare-
Reino Unido, Sudáfrica o Dinamarca (exclu-
jas a las que la dureza del tratamiento, la du-
ye expresamente a las lesbianas) parecen
ración de la infertilidad o cualquier otro fac-
permitirlas al no mencionar ningún requisi-
tor, les pueda llevar a situaciones de gran ten-
to de pareja en las usuarias de estas técnicas.
sión emocional, ansiedad o patologías psiquiá-
Otros países insisten en la necesidad de un
tricas; situaciones bajo las cuales una técnica
matrimonio civil o religioso (Costa Rica,
de reproducción asistida no debe nunca lle-
Taiwán, Turquía, Egipto, Arabia Saudí),
varse a cabo al verse disminuida o anulada en
mientras que la mayoría de las legislaciones
el paciente su voluntariedad/libertad, su co-
exigen que la pareja usuaria de estas técni-
nocimiento, o incluso su percepción de la rea-
cas esté unida en matrimonio o al menos en
lidad, en un grado tal que no nos encontre-
una unión heterosexual fehaciente (Brasil,
mos ante un verdadero acto consciente, libre
Méjico, Francia, Alemania, Israel, Austria,
y jurídicamente válido. Toda la información
Suecia). En este último caso el problema está
recogida de los pacientes por medio de este
en determinar si esa unión de hecho hetero-
reconocimiento psico-físico será incluida en
sexual es estable o no como para brindar al
una historia clínica que deberá ser tratada con
niño un ambiente familiar propicio, especial-
absoluta confidencialidad y contará con la
mente en los países en los que no se cuenta
garantía del secreto profesional.

137
La Consideración de los Nuevos Derechos Humanos en la Legislación sobre Reproducción Asistida - J. Puerto

Se ha alegado que este examen previo de sólo de forma verbal o escrita, es conveniente
adecuación es contrario al derecho a la inti- que conste en el posterior documento de
midad y un caso de abuso y discriminación aceptación del tratamiento todos los extre-
de las parejas infértiles, pero este examen se mos sobre los que han sido informados los
realiza tradicionalmente a las parejas que futuros pacientes.
quieren adoptar un niño, sin que nadie lo
considere contrario a la intimidad, ni un abu-
d) Consentimiento
so, ni una discriminación, sino una medida
necesaria para la salvaguarda del bienestar El consentimiento dado para la realiza-
del niño. En Austria la Ley Federal número ción de estas técnicas reproductivas no sue-
275/1992, sobre reproducción clínicamente le exigirse que sea de “fe pública”, sino so-
asistida ya ha establecido la obligación del lamente la expresión de un consentimiento
centro médico en el que se realicen estas téc- “libre, consciente y formal”, que no pasa de
nicas de proporcionar a sus pacientes aseso- ser una mera frase bien intencionada, pero
ramiento y ayuda psicológica, e incluso (si nada más (14). En Austria la Ley Federal
los pacientes no se niegan a recibirla) trata- sobre reproducción clínicamente asistida
miento psicoterapéutico. exige un consentimiento por escrito que,
necesariamente, debe formalizarse en una
declaración judicial o acta notarial. Esta fir-
c) Información
ma ante un funcionario público protege me-
Normalmente las leyes de reproducción jor los derechos de los pacientes y también
asistida tratan genéricamente los aspectos del equipo médico, garantizándose que el
que deben cubrir la información al paciente consentimiento prestado es, efectivamente,
y únicamente se señala que ha de abarcar las un consentimiento informado y, además, se
consideraciones de carácter biológico, jurí- eliminan otros supuestos invalidantes del
dico, ético o económico relacionadas con consentimiento (violencia, engaño, dolo o
estas técnicas y los posibles riesgos para la mala fe).
descendencia y el embarazo. Si bien también La realización de un tratamiento de fe-
es frecuente que esta materia se desarrolle cundidad sin el consentimiento de la paciente
posteriormente mediante una reglamentación se encuentra recogido como delito en países
por medio de Decreto del Ministerio de Sa- como España, donde está penado en el Có-
lud Pública o Sanidad competente. digo Penal y es castigado con prisión de dos
Este derecho a la información del paciente a seis años, e inhabilitación especial para
se complementa con la obligación del pro- empleo o cargo público, profesión u oficio
fesional médico de comunicar los beneficios por tiempo de uno a cuatro años. También
y riesgos que ofrece el tratamiento en un len- Alemania considera delictivo este supuesto,
guaje suficiente y adecuado. El Código Pe- castigándolo con penas de hasta tres años de
nal portugués (art.159) establece que el con- cárcel o pena de multa.
sentimiento del paciente sólo será eficaz
cuando el cliente haya sido “esclarecido”
Maternidad de alquiler
sobre la índole, alcance, envergadura y po-
sibles consecuencias de la intervención o del La inmensa mayoría de las legislaciones
tratamiento. Existe la obligación del centro internacionales prohíben la existencia de
médico de informar al usuario del tratamiento madres de alquiler, pues, desde un plano éti-
de fertilidad y a su cónyuge o pareja por me- co, no es posible contratar por dinero el vien-
dio de personal cualificado. Aunque no sue- tre de una mujer (madre gestante) para lle-
le especificarse si esta información se dará var a cabo embarazos obtenidos in vitro, con

138
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

uno o ambos gametos de terceros progenito- Prohibiciones


res. Un contrato de estas características de-
Normalmente, las leyes relativas a repro-
grada la dignidad humana del futuro bebé y
ducción asistida humana, en un intento de
la de la propia maternidad, convirtiéndolos
universalidad, de cubrir todos los aspectos
en meras cosas, en otras ofertas más del
relativos a estas técnicas, incluyen ciertas
mercado (21) La filiación de los hijos naci-
conductas tipificadas penalmente. De este
dos por estas técnicas debe ser determinada
modo, se abarcan no sólo sanciones admi-
por el parto, de este modo no importa qué
nistrativas, sino también cláusulas penales
tipo de documento legal se haya firmado, ya
que castigan como delictivas conductas
que, de todos modos, la madre será aquella
como creación de seres humanos por
que da a luz al bebé. Sorprendentemente, aún
clonación u otros procedimientos dirigidos
restan algunas legislaciones (Brasil, Hungría,
a la selección de raza, la manipulación de
Israel, Holanda, Suráfrica y Reino Unido)
genes humanos de manera que altere el
que contemplan casos en las que estarían
genotipo (elección de sexo) con finalidad
permitidos estos contratos.
distinta a la eliminación o disminución de
taras o enfermedades graves, etc. Las técni-
Fecundación post-mortem cas clónicas, sea cual sea su finalidad, son
unánimemente rechazadas en las legislacio-
En los casos en los que se prohíbe la in-
nes internacionales de reproducción asistida
seminación y la fecundación de óvulos con
en sus aplicación a los seres humanos, al
semen del marido o concubino fallecido,
considerarse un atentado contra sus derechos
suelen aducirse razones filosóficas y de éti-
más elementales de igualdad, individualidad,
ca médica, para evitar situaciones macabras,
dignidad y libertad.
y por cuestiones sucesorias, ya que la mujer
superstite pasaría a gobernar el número de Los Proyectos de Ley 1993/11 y 1997/11
su descendencia arbitrando los derechos del Senado chileno prohíben la clonación hu-
sucesorios de los restantes hijos. mana y establecen sanciones penales para
quienes practicaran la elección artificial de
El Proyecto de Ley 1997/11 del Senado
sexo, la transformación artificial de células
chileno prohíbe la fecundación post-mortem.
reproductoras humanas, la hibridación o mu-
En Alemania se considera como delito puni-
tación, la ectogénesis y la fecundación post-
ble, mientras que el Proyecto del Senado uru-
mortem. Algunos países, como España, no han
guayo señala que no se podrá determinar le-
incluido únicamente estas prohibiciones en la
galmente la filiación del hijo nacido respec-
Ley de Reproducción Asistida, sino que tam-
to del marido o concubino fallecido a menos
bién las han introducido en el Código penal
que el “material reproductor” no se halle en
de 1995 bajo un epígrafe común: Delitos re-
el útero de la mujer en la fecha de la muerte
lativos a la manipulación genética.
del varón o cuando el nacimiento se produ-
jera después de los 300 días de su falleci-
miento. La Ley española autoriza la fecun- Conclusión
dación post mortem, matizando que el cón-
En definitiva, respecto a las técnicas
yuge fallecido no será legalmente el padre a
biomédicas de reproducción humana, la rea-
menos que se usen sus gametos en una téc-
lidad social nos muestra cómo, una vez rea-
nica reproductiva en la viuda antes de los 6
lizadas clínicamente, se convierten en un he-
meses inmediatamente posteriores a su fa-
cho social difícilmente reversible y dado lo
llecimiento.
duro que resulta revocar este tipo de legisla-
ciones dando “marcha atrás”, es necesario

139
La Consideración de los Nuevos Derechos Humanos en la Legislación sobre Reproducción Asistida - J. Puerto

regularlas en base a unas consideraciones éti- 9. Ménézo YJR, Guérin IF, Czyba JC.
cas, jurídicas y políticas que obedezcan siem- Improvement of human early embryo
pre a la búsqueda de un equilibrio entre el development in vitro by coculture on
principio de la inviolabilidad de los derechos monolayers of Vero cells. Biology of
Reproduction 1990; 42: 301-6.
humanos fundamentales, encarnados en el
derecho a la vida, a la dignidad humana, a la 10. Gardner DK, Vella P, Lane M, Wagley L,
Schlenker T, Schoolcraft WB. Culture and
integridad física y psíquica, a la libertad, y
transfer of human blastocysts increases
el establecimiento de normas de un alto ni-
implantation rates and reduces the need for
vel de exigencia basadas en los principios multiple embryo transfers. Fertil Steril 1998;
de responsabilidad y precaución, para que 69: 84-8.
se garanticen las posibilidades de control de 11. Meldrum DR. Blastocyst transfer: a natural
estas técnicas y permitan a la sociedad estar evolution. Fertil Steril 1999; 72: 216-7.
en una posición que permita excluir abusos, 12. Comisión Nacional de Reproducción Huma-
salvaguardando los intereses y derechos de na. Informe anual. Madrid: Ministerio de
los padres, pero también los de su hijo, así Sanidad y Consumo; 1998.
como teniendo en cuenta las consecuencias 13. Lledó Yagüe F. La ley sobre las técnicas de
sociales de los actos científicos que se van a reproducción humana asistida. Anuario de
desarrollar. Derecho Civil 1988; 4: 1241.
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Referencias bilidad médica. 2da ed. Granada: Editorial
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140
BIOÉTICA HERMENÉUTICA

Raúl Villarroel
Facultad de Filosofía y Humanidades
Universidad de Chile

Correspondencia: Prof. Raúl Villarroel. Ignacio Carrera Pinto 1025, Ñuñoa.


E-mail: rvillarr@uchile.cl
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

BIOÉTICA HERMENÉUTICA

Raúl Villarroel

Resumen Resumo
Intentando sortear las dificultades que en Tentando apreender as dificuldades que
la reflexión filosófica se plantean a la a reflexão filosófica apresenta à revitalização
revitalización de un proyecto que busque ha- de um projeto que busque compatibilizar as
cer converger la ostensible diversidad de cri- expressivas diversidades de critérios morais
terios morales característica de la época ac- característicos de nossa época, apresenta-se
tual, se aborda una particular comprensión de uma nova compreensão da bioética à partir
la bioética a partir de claves hermenéuticas. de instrumentos da hermenêutica. Desse
De este modo se pretende exceder legítima- modo pretende-se ultrapassar as dificuldades
mente el conjunto de dificultades ocasiona- geradas pela tensão e descontinuidade que
das por la tensión y la discontinuidad que se foram produzidas pelo desenvolvimento
ha producido entre el desarrollo cognoscitivo cognoscitivo e moral da humanidade nos
y el desarrollo moral de la humanidad en dos âmbitos da saúde e do meio ambiente. Para
ámbitos significativos: el de la salud y el del tanto busca-se transitar desde os limites do
medio ambiente. Para ello se busca transitar sistema acabado do reducionismo científico
desde el sistema acabado y definitivo del até as fronteiras da interpretação diferencial,
reduccionismo cientificista al borde diferen- onde ambas as dimensões são avaliadas
cial interpretativo, donde ambas dimensiones através de uma condição intrinsicamente
enunciadas son atestiguadas, más bien, desde problematizada, conjectural e imprevisível,
una condición intrínsecamente problemática, sempre questionando qualquer tipo de
conjetural e imprevisible, siempre reticente a limitação interpretativa.
cualquier encapsulamiento univocista.
PALABRAS CLAVE: Bioética, Herme-
néutica, Interpretación, Eticismo, Salud,
Medio ambiente, Texto, Ética, Tecnociencia.

143
Bioética Hermenéutica - R. Villarroel

Abstract Résumé
Trying to overcome difficulties posed by Dans le texte que suit nous tâchons
philosophical reflection to the revitalization d’aborder la bioéthique dans une particulière
of a project for achieving convergence compréhension grâce à des clés
among the diversity of moral criteria — herméneutiques; tout en essayant d’esquiver
typical of our epoch— a peculiar les difficultés que posse, dans le cadre d’une
understanding of Bioethics, based on réflexion philosophique, la mise au jour d’un
hermeneutical clues, is proposed. By so projet qui doit permettre la convergence des
doing, we pretend to surpass in a legitimate diversités de jugements moraux,
way the totality of difficulties caused by the caractéristique de notre temps. En agissant
tension and discontinuity between cognitive ainsi on prétend dépasser de façon légitime
and moral developments in two significant les difficulttés provoquées par la tension et
areas: health and environment. For achieving la discontinuité qui s’est produit entre le
this aim we propose to pass along from the devélopement cognitif et le devélopement
complete and definitive system of moral de l’humanité dans deux sujets
scientificistic reduccionism to the significatifs: celui de la santé et celui de
differencial interpretative border, where both l’environnement. Pour y arriver on tente de
dimensions are visualized rather from an passer du système achevé et définitif du
intrinsically problematic condition, reductionnisme scientifique au domaine de
conjectural and unforeseeable, permanently l’interprétation où les deux dimensions
reticent to whatever interpretative restriction. ennoncées sont explicitées dans leur
KEY-WORDS: Bioethics; Hermeneutics; condition intrinsèquement problématique,
Interpretation; Ethicism; Health; conjecturale et imprevisible, toujours réticent
Environment; Text; Ethics; Technoscience. à n’importe quel enfermenent univoque.
MOTS CLÉS: Éthique; Bioétique;
Hermenéutique; Interprétation; Éthicisme;
Santé; Environnement; Texte; Technoscience.

144
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Introducción tros días —conjuntamente con sus logros in-


negables— sus extremos y sus excesos.
“Si en otros tiempos la medicina mono-
polizó las ciencias de la vida, hoy no es así, Desde aquí ya se puede asumir que la
y por tanto sería un error reducir el ámbito bioética se localiza en la encrucijada contem-
de la bioética al de la ética médica, o con- poránea donde convergen y se problematizan
vertirla en mera deontología profesional. dificultades de índole moral derivadas de la
intervención técnica sobre la vida (en sus
Se trata, a mi parecer, de mucho más, de
múltiples expresiones) y el medio ambiente
la ética civil propia de las sociedades occi-
que de manera global la sustenta. Como se
dentales en estas tortuosas postrimerías del
sabe, hoy en día es posible constatar una pro-
segundo milenio.”
funda crisis planetaria de dimensiones políti-
“Fundamentos de Bioética”. cas, económicas y espirituales, que afecta en
Diego Gracia. su totalidad a la vida de las personas. De he-
cho, la salud, el entorno, nuestra relación con
La idea central del texto que a continua- los semejantes, son asuntos sobre los que la
ción se presenta tiene que ver con una re- crisis repercute de manera más incisiva, al
flexión que intenta explicar y comprender fi- punto de convertirse en la peor amenaza que
losóficamente el discurso bioético. Busca con la humanidad haya debido enfrentar. Incluso,
ello proyectar la posición que más propia- ni siquiera considerando el inminente peligro
mente le correspondería ocupar en el con- de un desastre nuclear, el solo riesgo de ca-
texto de una sociedad secularizada como la tástrofe para el ecosistema global y la subse-
presente; así llamada “moderna” y organi- cuente evolución de la vida en el planeta es
zada en torno al predominio de una cosmo- en sí un fenómeno aterrador.
visión tecnocientífica característica y Pensando en estos hechos —y en su fi-
definitoria de su identidad. Aunque acá será liación teórica interdisciplinaria— se piensa
reconocida en función de los parámetros teó- que la bioética puede, por una parte, realizar
ricos que enuncian y describen su crisis fun- un aporte decisivo en cuanto a la necesidad
damental, la del quiebre de las estructuras de hacer surgir un nuevo modo de aproxi-
matrices que le dieron sustento filosófico y mación a los problemas fundamentales de
la de la deslegitimación creciente del con- nuestro tiempo, y contribuir, por otra, tanto
junto de prácticas heterogéneas que la han en la búsqueda de criterios de solución para
venido caracterizando desde hace siglos. ellos como en la preparación de un nuevo
En virtud de lo anterior, esta reflexión se arraigo para lo humano en los tiempos veni-
sitúa en la dimensión de los problemas referi- deros. Se trata así de proponer delimitacio-
dos a la fundamentación bioética, según la nes conceptuales desde las cuales la bioética
modalidad que se ha hecho habitual hasta pueda configurarse como una perspectiva de
nuestros días para clasificar sus ámbitos de articulación coherente y sistemática entre la
pertinencia. Lo que se pretende abordar son comprensión técnica del mundo contempo-
los conceptos y perspectivas filosóficas que ráneo y la particular comprensión ética que
puedan intervenir a modo de referencias de- puede hacerse presente tras la constatación
cisivas para la expectativa de legitimidad que de la crisis disolutiva de los referentes filo-
tiene la reflexión bioética actual. Sobre todo sóficos fundamentales de la modernidad.
respecto de aquellas referencias teóricas que Esta reflexión intenta proponer una orien-
convergen en la meditación acerca de nuestro tación de tipo hermenéutico para el análisis
tiempo, como un tiempo signado por el desa- de los problemas y discursos particulares que
rrollo de un proyecto que ha mostrado en nues- convergen en ella, y concebir a la interpreta-

145
Bioética Hermenéutica - R. Villarroel

ción como la operación de sentido que puede ciencia ética referida a los problemas
dar más propiamente cuenta en el presente de medioambientales, demográficos, etc.; con-
los complejos problemas relativos a la expe- siderando, además, que este tipo de proble-
riencia humana en el contexto de la sociedad mas constituyen sólo la parte visible de una
actual. De esta manera, se intenta adherir a dificultad más profunda relativa a las mane-
aquella definición de la bioética que la mues- ras de vivir y de ser-en-sociedad en este pla-
tra como un principio regulador y guía para neta. En efecto, en tal sentido se entenderá
la deliberación y la acción en nuestro tiempo, que la bioética puede contribuir decisivamen-
concibiéndola como una perspectiva carente te en la búsqueda de respuestas generales y/
de pretensiones de hegemonía fundamenta- o específicas para un amplio haz de situa-
lista en el plano moral, al tiempo que abierta ciones conflictivas ocasionadas por el pro-
a un diálogo interepistémico amplio, capaz de pio despliegue técnico —en relación con mu-
diseñar y orientar, tanto la investigación como chos aspectos inmediatos, concretos o con-
el conjunto de prácticas tecnocientíficas a la tingentes que las actuales coordenadas so-
luz del consenso plural de todos los actores y ciales, políticas y económicas del mundo
discursos involucrados. establecen—, si es capaz de promover en
Así se quiere pensar, entonces, que la todos los ámbitos posibles de la interacción
bioética puede llegar a constituirse en una humana —particularmente en aquellos en
apertura auspiciosa para el próximo siglo en que se concentran decisiones fundamenta-
el plano de la explicación y la comprensión les— una especial sensibilidad moral que
de los problemas fundamentales que aque- haga posible la contención de sus efectos y
jan a la humanidad finisecular, en la medida consecuencias devastadoras. Esto, natural-
que, por su propia e inédita modalidad de mente, precisará del desarrollo de una ma-
aproximación a los hechos, representa un nera de abordar los problemas que, no es-
punto de flexión hasta ahora desconocido en tando transida por el mero cálculo técnico,
el pensamiento. Una posibilidad de esta na- prescinda de ciertas posiciones dominantes
turaleza sólo puede resultar factible a partir de la subjetividad que han caracterizado al
del reconocimiento del conjunto de transfor- pensamiento moderno.
maciones a que ha dado lugar la, así llama- En esta perspectiva, la interpretación —
da, “disposición técnica del mundo” en to- como se ha señalado— emerge entendida en
dos los ámbitos de la experiencia. Ello im- cuanto evento de naturaleza dialógica, que
plica, necesariamente, llevar a cabo un in- permite a los diversos interlocutores poner-
tento de ampliar el alcance de las preocupa- se en juego en condiciones de igualdad y
ciones bioéticas más allá de las estrictas fron- comprenderse en la medida en que son com-
teras de las ciencias biomédicas, en lo refe- prendidos en un horizonte ontológico no me-
rente al ámbito sanitario en general y a la tafísico, del que en verdad no “disponen”,
relación médico-paciente en particular —las sino que, más bien, los dispone a ellos como
que, aun ocupando un lugar de importancia tales. Por eso se propondrá que la posibili-
en la problemática, no agotan el espectro de dad de articulación coherente de un pensa-
hechos conflictivos que pueden ser aborda- miento bioético pueda ser remitida a una di-
dos con identidad de método y propósito—, mensión de orden retórico, de ajuste de las
hasta dar cuenta de otras esferas problemá- diversidades, de reconstrucción de la discon-
ticas en que se hacen manifiestas dificulta- tinuidad y la dispersión entre los diferentes
des semejantes, como son, por ejemplo, las actores, como reunión de una multiplicidad
relaciones entre la especie humana y el resto de discursos (científicos, filosóficos, políti-
de las especies naturales, o las problemáti- cos, económicos, religiosos, etc.) y que to-
cas pretensiones de articulación de una con- das estas formas simbólicas puedan consi-

146
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

derarse como lugares pertinentes para una Asimismo, se puede reconocer que el pen-
posible experiencia moral. samiento hermenéutico contribuye de mane-
En lo sucesivo, se tendrá en cuenta la pre- ra importante en esa suerte de revitalización
sencia persistente y constatable de la herme- de la moral (“rehabilitación de la filosofía
néutica en la cultura actual, la que, inspirada práctica”, tal vez) que aparece como una de
originalmente en filósofos como las características más sobresalientes de las
Schleiermacher y Dilthey, se desarrolla hoy en últimas décadas en el mundo y que le aporta
diversas direcciones, abarcando o influyendo al encuadre bioético una condición propicia
en sentido amplio a muchas posiciones filo- para su desarrollo, en cuanto se llega a en-
sóficas, hasta llegar a constituir por lo tanto un tender que puede representar un recurso va-
marco de fundamentación filosófica amplio que liosísimo para encontrar un fundamento dis-
se considera, en este caso, pertinente para la tinto de la fuerza a la resolución de las con-
definición de bioética que acá se propone. No troversias y el disenso. Habría que convenir
obstante, se comprende que su patente actuali- en este sentido que quien quiera resolver con-
dad entraña también riesgos teóricos de impor- frontaciones morales sin recurrir a dispositi-
tancia y plantea problemas y exigencias al pen- vos estratégicos o coactivos, con autoridad
samiento actual —y también a esta reflexión— de base, tendrá que admitir el acuerdo entre
que son relativos, por una parte, a evitar que las partes, la legitimidad del otro o la vali-
una bioética inspirada en estas propuestas se dez de todo interlocutor, y, en definitiva, el
convierta en una simple apología de la multi- abandono de toda pretensión de hegemonía
plicidad irreductible de los universos cultura- con respecto a la categoría de la verdad o de
les que se abren en nuestra época y, por otra, a una concepción concreta y particular acerca
evitar que pueda llegar a recaer en una suerte de la vida buena, como los medios exclusi-
de nueva proposición metafísica de vos para alcanzar la resolución de las dispu-
reconfiguración de viejos esquemas; es decir, tas entre “extraños morales”. De tal manera,
en una simple ideología de recambio, en un un reconocimiento del carácter irrebasable
proyecto moral meramente cosmético, coinci- o insuperable de la argumentación parece ser
dente con una suerte de lugar común de la difícil de evitar, al menos si lo que se preten-
moralidad en nuestro tiempo. de es avanzar responsablemente hacia una
condición diversa de vida para el hombre.
El horizonte teórico en el que esta re-
flexión busca situarse resulta estar orienta- En este sentido, una nueva comprensión
do éticamente por cuanto reivindica el alcan- del conjunto de problemas asociados a la sa-
ce de legitimidad de ámbitos que son lud y al medio ambiente deberá basarse en
irreductibles a la competencia del método la comprensión de las relaciones y depen-
científico-positivo, y se dirige preferente- dencias recíprocas y esenciales de todos los
mente hacia un intento de esclarecimiento fenómenos. Una visión semejante —como
de lo que se podría entender como una re- la que la bioética puede llegar a encarnar hoy
composición de la subjetividad tanto indivi- en día— trasciende los límites disciplinarios
dual como colectiva acontecida en el marco y las rígidas categorías conceptuales de los
de un entrecruzamiento de prácticas innova- saberes establecidos. Actualmente no hay, al
doras referidas al modus vivendi del presen- parecer, estructura conceptual o institucio-
te. Y en ese sentido, se configura como una nal alguna que esté firmemente arraigada
instancia que asume los aspectos centrales como para penetrar con profundidad las nue-
de la tradición crítica de una metafísica que vas condiciones paradigmáticas de la reali-
se representa en nuestro tiempo por el dad. Una disposición muy diferente a la co-
cientificismo y la categoría particular de lo nocida está emergiendo en medio de estos
que se ha dado en llamar el “saber-poder”. tiempos turbulentos y buscando gradualmen-

147
Bioética Hermenéutica - R. Villarroel

te alcanzar diferentes modos de pensar y or- nes y todas ellas no surgen sino de una
ganizar los hechos de la existencia. Aunque complejísima interacción de los múltiples
no sea posible determinar para ninguna de aspectos físicos, psicológicos y sociales de
ellos una condición de privilegio o suprema- la naturaleza humana, podemos llegar a con-
cía en cuanto a sus diversas aproximaciones venir en que la concentración habitual de la
al tejido polinivelado y recíprocamente re- práctica sanitaria desarrollada hasta la fecha
lacionado de la realidad.i sobre fragmentos cada vez más diminutos del
Es claro que la problemática general de organismo tiende inevitablemente a perder
la salud, por ejemplo, en la era de la ciencia de vista la humanidad integral del paciente,
y de la técnica, reviste un extraordinario in- con lo que la salud queda de inmediato re-
terés en este sentido (otro tanto ocurre con ducida a una mera función mecánica. El
los fenómenos medioambientales), porque modelo biomédico reduccionista, todavía
no existe otro terreno en el cual los progre- predominante en la comprensión del hecho
sos de la investigación moderna avancen tan- de la salud, por su profunda inspiración
to hacia el campo de tensiones de las políti- cartesianaii, ha conminado a los médicos a
cas sociales como en éste; los dominios de centrarse en esta supuesta “máquina” del
la ciencia siempre se proyectan sobre la vida cuerpo y a olvidar los aspectos psicológicos
cotidiana y cuando de lo que se trata es de la y socioambientales de la enfermedad. De
aplicación del conocimiento científico a aquí se desprende la necesidad de reformular
nuestra salud y a todos los aspectos vincula- —mejor si es hermenéuticamente— un pen-
dos con ella debemos necesariamente con- samiento que contribuya a desvincular la ta-
venir en que tales circunstancias problemá- rea médica del perfil manipulador que le con-
ticas pueden ser abordadas desde muy diver- fiere su exclusiva reducción a práctica me-
sos puntos de vista y enfoques considerando cánica correctora de disfunciones orgánicas
su comprensión integral, y no exclusiva o específicas. Se necesita, de hecho, una con-
excluyentemente desde la perspectiva cien- cepción de salud mucho más extensa, que
tífico-positiva —sustentada en el paradigma incluya sus ámbitos individuales, sociales y
cartesiano del conocimiento—, que es la que ecológicos; que tenga una visión integral de
parece ser, de modo habitual, más decisiva. los seres vivientes y, por ende, una visión
integral de éstos con su entorno.
En cuanto a esto mismo, dado que, evi-
dentemente, la salud tiene varias dimensio- El “cientificismo” médico ha sumido en el
olvido, prácticamente, al “arte de curar”, que
i
Incluso en el propio corazón de la ciencia contem- es un aspecto esencial de la medicina, porque
poránea, el denominado enfoque “bootstrap” de contribuye a desencadenar la respuesta coor-
la física, propuesto a comienzos de la década de dinada del organismo a las tensiones ambien-
los 60 por Geoffrey Chew, marca una orientación
a la misma necesidad de rebajar la validez de cier-
tales que lo influyen. Esta manera de compren-
tos conceptos privilegiados que tradicionalmente der el fenómeno de la curación involucra toda
han mantenido un dominio de la experiencia cien- una conceptualización que escapa a la posibi-
tífica. Según se conoce, la física siempre buscó
encontrar los constituyentes últimos de la mate-
ii
ria. El principio filosófico del bootstrap rechaza Durante el desarrollo histórico de la ciencia en Oc-
la concepción física tradicional de los bloques de cidente se puede constatar un marcado paralelismo
materia fundamentales y tampoco acepta ningún entre la biología y la medicina. Por ello, resulta com-
tipo de entidades básicas; es decir, no acepta cons- pletamente comprensible que una visión mecanicista
tantes o ecuaciones fundamentales. Concibe al uni- de la vida, originalmente surgida en el campo de la
verso como una red dinámica de fenómenos rela- biología, haya dado fisonomía a la actitud médica
cionados entre sí y cree que la naturaleza debe ante la salud y la enfermedad. El paradigma carte-
concebirse, en estos términos, sólo en virtud de su siano que influyó al pensamiento médico dio, final-
autoconsistencia. mente, con el así denominado “modelo biomédico”.

148
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

lidad de formulación exacta requerida por la En la actualidad suele pensarse que el des-
estructura de las ciencias médicas contempo- encanto o el marcado escepticismo que im-
ráneas. En ella concurren poderosamente cri- pide unificar criterios morales obedece a la
terios diversos, holísticos más bien, que abar- tensión y discontinuidad que se ha venido
can al cuerpo y la mente del paciente, a su pro- generando entre el desarrollo cognoscitivo
pia autoimagen tanto como a su dependencia y el desarrollo moral de la humanidad. Esta
del entorno físico y social; su relación con el tensión representa un desafío para el pensa-
cosmos, con sus divinidades; en fin, criterios miento actual pues induce a considerar que
nunca limitados de manera exclusiva a los fe- a estas alturas lo que está en juego es la defi-
nómenos físico-químicos como en el caso de nición y la preparación de un nuevo arraigo
la concepción biomédica. para lo humano, que pueda ofrecer contra-
Ahora, por último, considerando una con- peso a las dificultades derivadas del habitar
vicción de marcada presencia en el pensa- técnico moderno.
miento contemporáneo, según la cual los pro- Ahora bien, existen por lo menos dos
blemas bioéticos se plantean en los actuales grandes dificultades para acometer filosófi-
escenarios definidos por la fragmentación camente semejante tarea. Primero, porque el
moral acontecida como consecuencia de la di- pensar filosófico actualmente ya no puede
solución progresiva de la fe y de todos los cumplir con su antigua aspiración de ser el
cambios significativos que han tenido lugar instrumento apropiado de intervención o
en el espacio de las convicciones éticas y transformación de la realidad. Y, en segun-
ontológicas de Occidente, se aspira a la posi- do término, por la dificultad que existe para
bilidad de que la bioética, concebida desde validar un fundamento que sea capaz de so-
una apertura comprensiva de orientación her- breponerse a la impronta de la crítica al hu-
menéutica, implique como único imperativo manismo y a la ética desplegada por una cier-
el ejercicio de la interpretación (en este caso ta corriente de la reflexión contemporánea.
en el sentido de una “traducción”), para con- A pesar de ello, igualmente, hoy en día
ducir los discursos particulares o específicos, se levantan propuestas que lo intentan y que
las diversas esferas del interés y los ámbitos podrían ser consideradas como la expresión
de racionalidad autónomos y escindidos en- de una suerte de revitalización del pensa-
tre sí —los de la ética y la medicina, los de la miento ético en el mundo. Parece evidente
ética y la política, los de la ética y la econo- que un interés de este tipo gana espacios con
mía, por ejemplo—, a una relocalización en mucha rapidez en una multiplicidad de ám-
el contexto de una base común de valores que bitos de la acción humana. Al parecer, una
puedan ser efectivamente compartidos por una nueva utopía de la moral se estaría institu-
comunidad histórica viviente que se expresa yendo; en tanto el refuerzo del ideal de la
mediante su lengua y que reconoce en ésta un responsabilidad, que es el rasgo más visible
horizonte de referencia, como ideal regulati- de esta circunstancia, obedece o coincide con
vo de una comunidad de vida que está siem- el venir a menos de una particular represen-
pre en proyecto, en vías de realización. tación determinista del progreso y la felici-
dad, que no es sino aquella prometida por la
“Queda claro que existen dos medidas: ciencia y la técnica.
la una, en manos de la ciencia; En consecuencia, si resulta ser de interés
la otra, en el todo de nuestro estar-en el para nosotros el visualizar a la bioética como
mundo”. una de aquellas expresiones concretas del re-
nacer ético de nuestros días, con una supuesta
Hans-Georg Gadamer.
plena capacidad de hacerse cargo de las de-
El estado oculto de la salud.

149
Bioética Hermenéutica - R. Villarroel

licadas cuestiones que surgen como produc- guras centrales: la de la deuda o el deber
to de la eclosión tecnológica en curso, habrá absoluto. Así se destacaron la obligación y
que reconocer que, primeramente, dicho re- los deberes, toda una normatividad discipli-
surgimiento de la ética en la actualidad se naria que conculcó el despliegue individual
identifica con una cierta peculiaridad de ca- en nombre de una cierta unidad moral que
rácter, que, en verdad, lo hace muy diferente se consideró necesaria para la cohesión so-
de todo lo conocido al respecto y, en segun- cial. Sin embargo, una lógica nueva vino a
do lugar, que es necesario explicitar los as- poner término a esta fase centrada en el de-
pectos centrales de dicha particularidad para ber incondicional. Así, todo indica que, des-
comprender las delimitaciones específicas de mediados del presente siglo, la humani-
dentro de las cuales la bioética tendría senti- dad ha entrado en una época distinta —
do y, a la vez, posibilidad de validarse como Lipovetsky la entiende como una época del
una suerte de paradigma de comprensión de posdeber (2)—. Ahora son los imperativos
la realidad actual, según lo ha señalado del bienestar subjetivo, expresados en mo-
Gilbert Hottois (1). En este caso, lo que debe dalidades de ética mínima, antes que los de
ser necesariamente reconocido antes que cualquier sacrificio, los que configuran la
todo es el hecho puntual de que la aparien- particular experiencia ética del presente. La
cia moral de la sociedad contemporánea tran- sociedad actual no consagra la grandeza
sita de forma contradictoria entre dos extre- moral a una renuncia al sí mismo. Esta nue-
mos muy diferentes: por un lado, hacia esta va ética de la responsabilidad —así la que-
reactivación innegable de la moral que avan- remos entender hoy en día— se plantea como
za sobre una multiplicidad de dominios de objetivo poner límites al incremento progre-
la vida humana y, por otro, hacia la crecien- sivo de una lógica individualista, mediante
te descomposición social que gangrena el or- la legitimación de nuevas obligaciones co-
den establecido y para la cual huelgan ma- lectivas, en particular, aquellas que buscan
yores descripciones en este momento. conciliar el futuro con el presente.
¿De qué se trata, entonces? Se trataría de El problema es que, en nuestra época,
reconocer que se ha abierto una nueva fase hacer retroceder al individualismo irrespon-
en la historia de la ética; que no marca ni sable es difícil pues ya no se cuenta con
define precisamente su “renacimiento”, sino modelo alguno al que se le pueda otorgar
más bien sólo una diferencia en cuanto a la total credibilidad. Así, entonces, es como la
modalidad con que los valores se inscriben ética llega a covertirse en un “peligroso re-
en el contexto social, o la entrada en un ám- medio clave”; dado que no quedan referen-
bito de moralidad donde los valores se en- tes ideológicos capaces de alentar una sali-
carnan de manera distinta. Por lo tanto, no da. De tal modo, el eticismo que caracteriza
hay vuelta alguna a etapas anteriores de la a las virtuosas proclamas del presente po-
cual se pueda dar testimonio en la actuali- dría constituir a la larga un recurso meramen-
dad. Esta nueva dimensión de la moral, a te cosmético, edulcorante, incapaz, en defi-
pesar de que, de hecho, sigue nutriéndose del nitiva, de modificar el amargo panorama del
ideario humanista, en realidad no adhiere a presente. ¿Quién asegura que la bioética no
ninguna moral específica anterior. Ni a las es una expresión más de esto mismo?
religiosas ni a las laicas, moderno-ilustradas. Cabría, en consecuencia, legítimamen-
La secularización ética que se había ve- te, dudar de la posibilidad de considerar con
nido cumpliendo desde el siglo XVII hasta seriedad a la bioética —que es nuestro ver-
la primera mitad del nuestro, a pesar de ha- dadero interés— como un paradigma apro-
ber buscado emanciparse del espíritu religio- piado para enfrentar la presente tensión en-
so, de todas formas conservó una de sus fi- tre ética y tecnociencia con una radicalidad

150
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

que conduzca, efectivamente, al centro de tos discursos alarmistas y catastrofistas re-


la cuestión referente a su sentido más ple- feridos a una supuesta “deshumanización”
no, cuando ella inevitablemente se sitúa en actualmente en marcha, y para la convicción
el marco de esta suerte de “reduccionismo analgésica de que un pasado histórico de
ético” característico de la actualidad que se prácticas paternalistas y abusivas se encuen-
presenta al estilo de una especie de pana- tra completamente superado mediante este
cea insuperable. Lo cierto es que tanto en- discurso supuestamente renovador.
tusiasmo ético como el que puede apreciar- Concluyentemente, entonces, la bioética
se en la actualidad, de ningún modo es si- requiere una comprensión diferente que la
nónimo de verdadera competencia moral que las precedentes aproximaciones pueden
para enfrentar los riesgos y abordar los pro- tener de ella. Eso es, precisamente, lo que
blemas teóricos y prácticos que experimenta mueve a esta investigación al atrevimiento
la época. Grandilocuentes declaraciones de sostener que resulta factible —como se
seguidas de acciones estériles sólo podrían intentará explicitar— concebir la bioética en
llegar a depararnos más frustración y, con- relación con una perspectiva de naturaleza
secuentemente, un creciente desaliento. No hermenéutica, avanzando en la dirección de
puede ser, por lo mismo, que una simple situar como eje central de la argumentación
apología del altruismo y la generosidad, respectiva, la noción de interpretación, que
como la que subyace al efecto ético del que se considerará en lo sucesivo desde la pers-
hemos venido haciendo mención, constitu- pectiva de su dialogicidad esencial, la que, a
ya el núcleo fundamental del agenciamiento su vez, se piensa que posibilita una experien-
requerido, porque, mientras el discurso cia moral de diferente filiación y proyección.
eticista se solaza en su retórica neoindivi-
Ahora bien, para comprender esta com-
dualista, los problemas permanecerán intac-
pleja proposición hay que señalar un ante-
tos y agobiando cada vez más a las genera-
cedente decisivo y que tiene que ver con el
ciones presentes y futuras.
hecho de que, en oposición al proyecto filo-
Ahora bien, tampoco se trata, como casi sófico prácticamente unánime de la
naturalmente puede entenderse, de la resti- fundamentación, el de la tradición histórica
tución de los imperativos maximalistas o de pensamiento metafísico —condición ori-
absolutistas del deber, de la ética categórica ginaria del cientificismo positivista moder-
—menos en un mundo donde la fragmenta- no, digamos—, desde las primeras décadas
ción de los referentes unitarios y la disolu- de nuestro siglo han venido apareciendo
ción de los sistemas valorativos son hechos planteamientos nuevos, que marcan un ver-
indesmentibles—, porque ello conduciría di- dadero cambio de paradigmas. Están, entre
rectamente a tratar de poner en relevancia otras, las obras de Heidegger, Gadamer o
máxima una especie de “virtuismo” extre- Ricoeur como ejemplo de la emergencia y
mo, fóbico con respecto a la ciencia; que, la vigencia del pensamiento hermenéutico en
como toda expresión fundamentalista, con- cuanto quiebre radical de dicha filosofía
denaría prejuiciosa e intransigentemente metafísica; y decimos radical porque no sólo
cualquier forma de desarrollo y experimen- se han limitado a discutir la validez de las
tación en el ámbito del saber. Ni una ni otra distintas soluciones propuestas anteriormente
perspectiva pueden dar suficiente legitimi- sino que, de manera frontal, discuten la legi-
dad ni coherencia al discurso bioético en el timidad misma del proyecto de búsqueda de
presente. Así entendidas las cosas, así vis- un fundamento último, operando, en defini-
lumbrada esta situación aporética, la bioética tiva, como instancia deconstructiva de la
no resulta ser más que un terreno fértil para autocomprensión objetivista de las ciencias.
la proliferación de la insensatez vacía de cier-

151
Bioética Hermenéutica - R. Villarroel

Un lugar especial en este panorama tiene hermenéuticamente el discurso científico que


la obra de Paul Ricoeur, en la medida en que la fundamenta. En ella podría vislumbrarse,
en su paso de la fenomenología a la herme- probablemente, una disposición más bien
néutica, más que una simple negativa a la diversa a la habitual en relación con la com-
posibilidad de una fundamentación última en prensión del estatuto ontológico de la salud
la filosofía, se puede advertir una dimensión y la enfermedad. Según esto, entonces, la pre-
crítica —con la que cree superar las limita- suposición de una estructura de objetividad
ciones de la propuesta de Heidegger y en la cual el ser de la enfermedad se agota y
Gadamer—, articulada en lo que él denomi- la enunciación de una multiplicidad visible
na su “teoría del texto” (3) y que le permiti- de síntomas donde ésta adquiere sentido —
ría establecer una mediación entre la expli- que son recursos habituales sobre los que el
cación (científica) y la comprensión (herme- saber médico cobra cuerpo— no hacen sino
néutica). Esta teoría del texto se convierte extender un orden particular de verdad en el
finalmente para Ricoeur en un modelo ge- que se ha desplegado tautológicamente un
neral para el estudio de la acción humana en conjunto técnico y conceptual que se
cuanto acción significativa, porque ésta es autoasigna un valor fundamental al elaborar
concebida como una obra abierta, abierta a sobre el individuo un discurso de estructura
cualquiera que pueda leer, y por lo mismo, científica.
siempre dotada de un significado en suspen- Contrariamente, podríamos anticipar que
so y resistiendo a cualquier pretensión de la mirada hermenéutica es capaz de ver en la
encapsulamiento unívoco. Justamente, por enfermedad (o la salud) las condiciones de
abrir nuevas referencias, y recibir una nueva posibilidad que nos permiten practicar una
pertinencia de ellas, los hechos humanos es- aproximación a su sentido más esencial, en
tán siempre esperando nuevas interpretacio- términos de acción significativa. ¿Qué po-
nes que decidan su significado. “En la mis- dría significar esto? Por ahora, digamos sim-
ma forma en que un texto se desprende de plemente que su comprensión o importan-
su autor —además— una acción se despren- cia, por ejemplo, podrían ir más allá de la
de de su agente y desarrolla consecuencias sola pertinencia a la situación inicial esta-
que le son propias”. Una acción se constitu- blecida a partir de la puesta en visibilidad
ye en un fenómeno social porque nuestros del conjunto de síntomas por la que es abor-
hechos se nos escapan y ejercen efectos que dada, involucrando otras circunstancias que
no nos propusimos. Una acción significati- explicitaremos luego. O que su propia ma-
va es una acción cuya importancia va más nifestación abre todo un mundo que está alo-
allá de la pertinencia a su situación inicial. jado en su esencia y que resiste a ser objeto
Así, se puede llegar a vincular esta compren- exclusivo de la cuantificación matemática,
sión de la acción como texto con la situa- abriéndose mejor a la intuición de ciertos
ción particular de una práctica sanitaria que, remanentes de la significación que duermen
orientada por una vocación bioética, conci- en la palabra acotada del lenguaje de la cien-
ba hermenéuticamente el discurso científico cia. Su significado, entonces —como acción
que la fundamenta. Ello podría implicar una significativa—, estará siempre “en suspen-
diferente comprensión del estatuto ontoló- so”, abriendo nuevas referencias, esperando
gico de la salud y la enfermedad. nuevas interpretaciones que contribuyan al
Pues bien, sustentándonos en lo que aca- esclarecimiento de su sentido, en estado de
bamos de señalar, hagamos el intento de apertura a cualquiera que “pueda leer”, an-
analogar estas mismas nociones a la situa- tes que cerrado en torno al saber específico
ción particular de una práctica sanitaria que o a la interpretación privilegiada de una cien-
mediante una vocación bioética concibe cia positiva.

152
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Según Gadamer (4), la salud producida la ciencia y del profesional sanitario que no
por el médico como consecuencia de su arte, reconozca que, a pesar del aval de su saber
no constituye propiamente una obra como técnico, el único órgano develador de que
lo sería la resultante de la producción impli- dispone como lector para acceder a ese “tex-
cada en la habilidad representada por el sen- to” que constituye el paciente —si es que
tido de la techne griega. No se trataría de aceptamos la analogía planteada anterior-
algo nuevo, inexistente hasta la ocasión en mente— es su propia realidad personal; por
que interviene el médico. Se trata, en ver- lo cual no puede sino admitir que frente a la
dad, de la recuperación o del restablecimien- situación de su contraparte, el enfermo, no
to de algo que existe de antemano: la salud existe una interpretación única, mejor que
de quien se encuentra enfermo. las demás posibles: único es sólo el pacien-
Por ello, situada en el contexto de la no- te, cada uno en su total diversidad, la inter-
ción de naturaleza delimitada por las cien- pretación de sus circunstancias es siempre
cias naturales modernas, la praxis médica se múltiple. En suma, ya sea que se trate de res-
aleja del carácter de arte porque el tipo de tablecer la salud que ha dejado de existir, o
saber establecido por tales ciencias no se su- de cuidar la que ya existe, siempre estará en
bordina a lo propiamente natural, sino que, juego la interpretación abierta de las condi-
por el contrario, transforma o suplanta a la ciones, porque ellas, a su vez, siempre pue-
naturaleza en una construcción humana ra- den ser representadas en nuevos contextos.
cional (una “contrarrealidad artificial”). La De todo esto estamos hablando cuando in-
actividad médica, sentida en estos términos, tentamos homologar la teoría del texto a la
tiende a consistir en un puro dominio de ha- comprensión esencial del arte de curar. La cla-
bilidades, o en la mera construcción planifi- ve conceptual “El paciente como texto” enun-
cada de intervenciones exitosas en cuanto su cia una disposición peculiar del pensar en la
programación racional puede llegar a tornar que se busca transitar desde el sistema acaba-
cada vez más calculadamente dominables los do y definitivo del reduccionismo cientificista
fenómenos. Sin embargo, la medicina pue- que toca al ser del hombre como objeto de un
de diferir notablemente de otras ciencias en saber positivo o exacto, al borde diferencial
cuanto al carácter esencial que puede reco- hermenéutico —basado en el pensar
nocerse en el arte de curar cuando se define interpretativo— donde lo humano es atesti-
en relación con una concepción de la natu- guado desde su intrínseca condición proble-
raleza como constituida por una inefabilidad mática, inconclusa, conjetural e imprevisible,
esencial irreductible a cualquier cuantifica- reticente a cualquier cierre conceptual. Pues,
ción o problematización artificial. el hecho de que el paciente sea visto como un
Parece ser, más bien, que la ciencia y la texto es sinónimo de que en su ser de enfer-
práctica de este arte de curar que nos ocupa mo pueden emerger palabras que deben ser
se despliega y transcurre, mucho más que en extraídas del silencio, palabras cuyo decir es
la proliferación de las técnicas y los saberes siempre múltiple y están a la espera de nue-
específicos, en medio del estrecho corredor vas interpretaciones que decidan su signifi-
que deslinda el ámbito de este conocimiento cación, palabras que, además, estarán abier-
propio de las ciencias que avanza sobre la tas a los muchos que puedan leerlas, a todas
naturaleza para dominarla y el inefable mis- las instancias sociales que pueden proveer, en
terio de la realidad mental y espiritual de lo mayor o menor medida, salud.
humano que enfrenta la enfermedad; es de- De esta manera, la intervención médica
cir, aquel complejo espectro de asuntos in- se ajusta al espacio de reconocimiento de la
herentes a la experiencia humana, que resul- compleja multidimensionalidad de lo huma-
tan ser inabordables para las pretensiones de no, inaprehensible para cualquier esfuerzo

153
Bioética Hermenéutica - R. Villarroel

explicativo que no contemple su vastedad y vos de la investigación y desarrollo científi-


pluralidad. No hay, en consecuencia, alter- cos, como de los de la modalidad de produc-
nativa a la consideración hermenéutica de la ción de los bienes materiales e inmateriales
instancia médica; el verdadero arte de curar del presente. Resulta, entonces, de crucial
—reiteramos— entiende al paciente en su importancia visualizar ahora el modo como
condición de texto, de realidad abierta y se vivirá en lo sucesivo en el planeta, en me-
multívoca; así su práctica se enmarca en las dio de las transformaciones y aceleraciones
delimitaciones de la acción significativa — técnicas que afectan a la sociedad progresi-
cuya importancia no radica en el apego vamente y en circunstancias de un crecimiento
irrestricto a los marcos rígidos de la situa- demográfico que se vislumbra, de todas for-
ción original que le da forma; es decir a la mas, problemático.
voluntad reductivista tecnocientífica que Por tanto, meditar en función de una res-
pone a lo probable físicamente como lo úni- titución de la co-pertenencia originaria de
co relevante— y así escapa a los fantasmas hombre y naturaleza, más allá del imperati-
del paternalismo social y la violencia vo tecnocientífico de control y dominación
epistemológica. La pérdida de la salud no de las fuerzas naturales, es una decisiva ta-
constituye de ningún modo un acontecimien- rea del presente. Es preciso enfatizar una con-
to aislable dentro de variables únicamente creta vecindad de Hombre y Naturaleza. Ello
médico-biológicas; es, ante todo, un proce- implica el reconocimiento de que ambos
so que se da en medio del tejido histórico- existen en un frente-a-frente, que cada uno
vital del individuo y su entorno social. Todo concurre inevitablemente a la proximidad del
esto por una parte. otro, que el hombre “no es esencialmente
Por otra, habría que reconocer que existe ajeno al cosmos que lo rodea”, como dice
también otro aspecto importante de la bioética Hottois al explicitar su concepto de “solida-
que se puede mencionar. Aquél que busca ridad antropocósmica”.
poner de relevancia un vínculo esencial entre En efecto, nos interesa en este momento
el hombre y la naturaleza, aquél de las pre- dar con las luces que nos orienten hacia una
ocupaciones medioambientales, ecológicas — comprensión del entorno vital en sentido
o “ecosóficas”, como las denomina Guattari hermenéutico y poder formular algo así como
(5)—. Sobre todo ahora, que el planeta vive ciertas “condiciones de posibilidad” de una
un período de intensas mutaciones tecnocien- ética para tales circunstancias; vale decir, al-
tíficas, producto de las cuales se han venido gunas prescripciones fundamentales —aun-
produciendo inestabilidades ecológicas que que no de acción efectiva— que la validen
amenazan a muy corto plazo la vida sobre su como una propuesta bioética legítima y dis-
superficie. tinta de la alternativa ecológica propiamen-
Porque cada vez resulta más evidente que te tal, ya que deben reconocerse tanto su ori-
existe una total incapacidad en las esferas de gen distinto y su diversidad de intereses
decisión política y en las instancias ejecuti- como su condición paradigmática de com-
vas de primer nivel mundial para ofrecer otro prensión y acercamiento respecto de los
tipo de soluciones a los problemas del pre- múltiples problemas del presente. Intentare-
sente que no sean las que emanan de un crite- mos, por ello, elaborar una apología del me-
rio tecnocrático y economicista. Lo que lleva dio ambiente que se sustente en una lectura
a suponer que sólo entrecruzamientos ético- de la naturaleza como texto, asumiendo para
políticos o ético-económicos harían posible esto la proposición ricoeuriana según la cual
una clarificación conveniente para esta deli- “la noción de texto puede ser tomada en un
cada situación. Sin duda, ello atraviesa por sentido analógico [considerando que] la Edad
una radical reorientación tanto de los objeti- Media ya pudo hablar de una interpretatio

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

naturae, a favor de la metáfora del libro de que la centralidad de la hermenéutica dependa


la naturaleza” (6). Por lo cual, si la noción principalmente de su alejamiento del cierre
de texto puede ser ampliada, entonces, tam- característico del subjetivismo metafísico re-
bién puede serlo la hermenéutica misma, mo- presentado por el cientificismo, y, en nuestro
vilizando argumentos semejantes a los que caso, por su encarnación en la disposición téc-
empleamos con anterioridad, ahora, a la in- nica de la naturaleza. Cierre que se manifiesta
telección de este nuevo objeto del análisis. en su pretensión de que la experiencia acon-
Es claro que la “comprensión” técnico- tezca como reflejo de un sujeto que se quiere
científica moderna del medio ambiente, su transparente.
traducción en términos manipulables me- Una ética hermenéutica, luego, no corres-
diante la disposición de la naturaleza en ca- ponderá a ninguna descripción “neutral” de
lidad de “recursos” o stocks, así como el ca- objetividades sino más a bien a un evento
rácter excluyente de su actitud y el antropo- trans-apropiador en el que las partes (sujeto-
centrismo avasallador que se oculta detrás objeto, texto-lector, hombre-naturaleza, etc.)
de ella, corresponde en esta analogía texto- se ponen en juego por igual y del cual salen
naturaleza que pretendemos establecer, al modificadas y en el que se comprenden en
desconocimiento más absoluto y radical que cuanto son comprendidas dentro de un hori-
se pueda concebir de la emergencia de un zonte más amplio del que no disponen sino
sentido nuevo para el sujeto humano. La que las dispone. La actitud hermenéutica pro-
comprensión tecnocientífica rehúye atender picia una ética que trasciende la mera descrip-
al sentido y el mundo que la naturaleza des- ción y avanza hacia una particular modalidad
pliega a partir de sí y clausura, por tanto, la de prescripción, que no se inscribe ni en el
salida hacia el reconocimiento de la propia modelo de prescriptividad universalista de la
dependencia humana con respecto a lo otro ética tradicional “univocista” —oclusiva res-
que el medio ambiente representa. La pecto de la alteridad—, ni en la equivocidad
apercepción del hombre técnico transcurre absoluta, apologética de la fragmentación que,
al margen del reconocimiento de una rela- a su modo, también opera como un cierre para
ción que oscila entre el alejamiento y la la ética, sino en un tipo de prescriptividad más
proximidad con respecto a su medio natural. bien analógica, algo así como “de término
Por su carácter esencialmente subjetivo, el medio” y prudencial (7) en cuanto se orienta
mundo natural, el conjunto de los seres vi- por el reconocimiento y la consideración del
vientes no-humanos, asimismo como los se- otro que limita y determina el alcance de la
res inanimados, se le develan en una distan- prescripción misma. La hermenéutica es diá-
cia meramente “objetiva” que le impide com- logo, que debe ejercerse efectivamente más
prender comprendiéndose al interior de lo allá de posiciones puramente descriptivistas
comprendido, no logrando por eso una com- que soslayen el problema de la relación entre
prensión radical de ese texto-naturaleza que “observador” y “observado”.
lo determina y al cual se debe, ni una inter- Como la hermenéutica es diálogo, por
pretación de éste que sea, en rigor, una inter- tanto, conduce a una configuración dialógica
pretación lúcida de sí mismo. de la ética que apunta al logro de un referen-
Ahora, nos parece que se puede pensar que te que transite de la dimensión poética a la
una comprensión concebida en estos términos argumentativa, que se instale como un ter-
hermenéuticos puede llegar a propiciar una éti- cero, como un medium que alienta la posibi-
ca abierta de la experiencia humana, pero no lidad de comprensión y relación con el otro,
en una apertura que tiende a disolverse en una de identificación simpatética con la alteri-
simple apología de la diversidad irreductible dad, que avale, en definitiva, la consolida-
de las opciones morales. Es plausible suponer ción de una humanidad no más “sujeta”.

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Bioética Hermenéutica - R. Villarroel

En una bioética hermenéutica, la quico del sujeto implicado en el cambio que


fundamentación de una instancia prescriptiva lo conduce de su concepción en cuanto lec-
en los términos que se ha señalado anterior- tor privilegiado o intérprete excluyente de
mente, capaz de constituirse en una orienta- la supuesta objetividad del “texto” natural, a
ción razonable y prudencial para el proceso la concepción hermenéutica de sujeto dis-
deliberativo y la acción referida a la crisis puesto a dejarse apropiar por el “mundo” del
medioambiental del presente, se debe apre- texto —al margen de explicaciones objeti-
ciar como una cuestión posible de acometer vas y localizaciones de superioridad—,
y sostener, si y sólo si, en una concepción de muestra que una ética medioambiental debe
realidad en la que estén incluidos como ser, más que una contabilidad de datos y pro-
interlocutores válidos o potenciales del hom- yecciones cuantitativas de “explotabilidad”
bre todos los posibles participantes de un diá- posible para no “agotar” las subsistencias,
logo moral en el que se ha dislocado la cen- la comprensión de esa íntima y polifónica
tralidad de lo humano, y aunque ello no ha relación de transferencia existencial que
quedado exactamente remitido a una perife- entrecruza los diversos sentidos y las múlti-
ria insignificante, tampoco permanece en el ples sensibilidades de lo vivo que no son
lugar de “señorío” en el que la tradición lo admitidas en el enunciado científico-técni-
ha puesto desde el relato bíblico del Génesis co. Porque la determinación de los focos de
hasta nuestros días, porque hay en el presen- vida parciales, de aquello que puede dar con-
te una evidente fractura de la racionalidad sistencia enunciativa o soporte de reconoci-
subjetivista, porque hay una insostenibilidad miento en calidad de existente a la multipli-
del paradigma del sujeto moderno y la razón cidad de lo viviente, no depende exclusiva-
monológica que lo impide. El fenómeno de mente de una pura descripción objetiva sino
la crisis del humanismo que fuera detectado de una suerte de narración cuya primera fun-
en nuestra época así lo indica y, al menos en ción no es engendrar una explicación racio-
algún sentido, implica esta pérdida de ran- nal sino una convergencia de acontecimien-
go, esta diseminación de la jerarquía tos; porque, además, debe entenderse que tras
antropocentrista; la misma que se puede con- la diversidad de los entes no está dado nin-
siderar responsable de las contingencias gún zócalo ontológico sino un plano
desesperanzadoras y riesgosas que se cier- reticulado de interfaces múltiples.
nen sobre el presente y la cotidianeidad, que Al mismo tiempo, en una bioética herme-
se han trasuntado en la vigencia del indivi- néutica la actitud adecuada en función del
dualismo irresponsable imperante y entorno no puede ser vista ni como un retiro
violentador, directamente e indirectamente, ni como una renuncia a salirle al encuentro
del planeta aquí y ahora. en una relación de cercanía. Porque éste no
Una bioética hermenéutica, entonces, no es percibido en el sentido de un “todo indife-
concebirá su tarea como un asunto de pres- renciado”, al estilo de una unidad mística ante
cripción normativa para la administración la cual sólo es válida la pretensión de la auto-
más racional y depurada de los “recursos”, realización en el sentido específico en que la
por ejemplo, porque ello dejaría todo donde ha entendido la ecología profunda; es decir,
mismo; ya que el sustrato de racionalidad como un holismo que termina siendo excesi-
tecnocientífica permanece intacto en una vo en la medida que no reconoce que las enti-
concepción de este tipo, pues así no deja de dades naturales no son exactamente lo mis-
seguir siendo instrumental y antropocéntrica mo y no pueden ser consideradas, tampoco,
y, por tanto, incapaz de impedir que el hom- exactamente de igual manera. Una muestra
bre continúe “pavoneándose” como Señor de de ello puede encontrarse fácilmente si, por
la tierra. Por el contrario, el reajuste jerár- ejemplo, pensamos en que a pesar del hecho

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

reconocido por la medicina de que somos Todos estos deslindes teóricos que ponen
simbióticamente habitados por organismos a nuestra propuesta más allá (aunque no en
residentes microscópicos —vale decir, como total oposición) de las éticas medioambienta-
si fuéramos una sola vida—, cada organismo les descritas con anterioridad, hacen que el
reconoce inconscientemente la diferencia fun- modelo hermenéutico de la comprensión
damental entre sí mismo y el otro y responde enmarque el desarrollo de una bioética referi-
inmunológicamente cuando su identidad da a la acción humana desplegada en el mun-
como individuo ha sido violada. Por ello, una do circundante, dentro de las exigencias for-
prescripción medioambiental hermenéutica males planteadas, que, creemos, contribuyen
instará al reconocimiento de la individualidad a darle la solidez y legitimidad que requiere
en la medida que ella se entienda en mutua para sostener su pretensión paradigmática y
solidaridad con otras formas vivientes a las su aspiración de ser expresión valedera de
que se vincula y de las que también depende comprensión de los problemas de nuestro
y que redefinen su propio estatuto vital a tra- tiempo y clave de aproximación y distancia-
vés de ese particular vínculo. miento hacia lo inefable, hacia lo irreductible
Por otra parte, tampoco a una bioética her- de la naturaleza que nos alberga.
menéutica se le puede concebir como aval de
una acción emancipante respecto de la supuesta Referencias
e idéntica desmedrada situación genérica de la
mujer y la naturaleza que el ecofeminismo quie- 1. Hottois G. El paradigma bioético. Barcelo-
na: Anthropos; 1991.
re enarbolar como estrategia político-concep-
tual, porque más bien la existencia virtual de 2. Lipovetsky G. El crepúsculo del deber. Bar-
celona: Anagrama; 1996.
dicha situación queda incluida como elemento
de una condición marginalizante, irrespetuosa 3. Ricoeur P. Hermenéutica y acción: de la her-
y avasalladora generalizada que acontece, in- menéutica del texto a la teoría de la acción.
Buenos Aires: Docencia; 1995.
cluso, intergenéricamente al interior de la mis-
ma realidad masculina, que no se desea bajo 4. Gadamer HG. El estado oculto de la salud.
Barcelona: Gedisa; 1996.
ninguna expresión, y que la aproximación her-
menéutica (de la analogía texto-naturaleza) 5. Guattari F. Las tres ecologías. Valencia. En
permite dejar atrás. Asimismo, su tarea se ale- prensa 1990.
ja de toda consideración ética que haga tabula 6. Beuchot M. Tratado de hermenéutica
rasa de la diversidad y la diferencia gradual de analógica. México: UNAM; 1997.
la sensibilidad que otorga un criterio de base 7. Vattimo G. Ética de la interpretación. Barce-
para ponderar sensatamente el estatuto moral lona: Paidós; 1991: 59-62
que pudiera tener cada individuo viviente.

157
RECENSIONES
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

RECENSIONES

Edelstein, W. y Nunner-Winkler, G. Basta leer las obras de sus grandes maes-


(Editores), Moral im sozialen Kontext. tros. Todavía Tylor y Frazer pueden ser sor-
Suhrkamp Taschenbuch, Frankfurt prendidos dando por supuesto que lo “oc-
am Main, 2000. 506 págs. cidental” es lo “correcto” y tratando a los
indígenas como versiones degradadas de lo
La contextualización del juicio moral es humano. Se relegó al pintoresquismo mu-
un asunto delicado. Bajo este concepto debe- cho de lo que se aprendía en tierras remo-
mos entender una adecuación de las catego- tas. Se descalifica hoy como “creencia” lo
rías de pensamiento a las condiciones fácticas que no calza con los esquemas de pensa-
del grupo o de la sociedad en que se aplican. miento “científico”. Mueven a risa las con-
No significa renunciar a principios universa- vicciones y percepciones de algunos gru-
les ni relativizar la norma moral. Sin embar- pos. Para entender y reflexionar se necesita
go, el terreno es escabroso, toda vez que tan- depurar. Y esta depuración necesaria pasa
to el vulgo ilustrado como el vulgo corriente por un entrenamiento en modos de mirar y
desearían ver las cosas en blanco y negro. de aprehender que las diversas ciencias so-
La relevancia del tema se manifiesta con ciales (esas “nuevas humanidades” de la
frecuencia. Por ejemplo, uno de los miem- modernidad) han puesto a punto.
bros de la Comisión que dio origen al famo- Este libro ilustra una forma fructífera de
so Informe Belmont, recuerda que en gene- diálogo entre filósofos y científicos socia-
ral había acuerdo en torno a casos concretos les. Las hay probablemente más elocuentes
sobre lo que procedía hacer. No bien se o más claras. Pero la que aquí se presenta es
explicitaban los motivos por los cuales los útil. Los editores destacan algunos rasgos de
miembros escogían un curso de acción, la modernización que a su juicio justifican
afloraban las diferencias. Esto quiere decir el diálogo interdisciplinar. Entre tales rasgos
que a semejantes conductas pueden subyacer mencionan expresamente la secularización,
muy distintos motivos y muy diferentes emo- el avance tecnocientífico, la globalización,
ciones. Sin conocer esos fundamentos táci- la individuación y el pluralismo. Cada uno
tos del actuar es difícil siquiera comprender afecta de modo directo o indirecto tanto la
la pertinencia de un determinado concepto justificación racional de los actos (base de
moral. Imaginar solamente qué motivación la ética) como la aplicación de los princi-
social puede subyacer a una práctica tan poco pios a las situaciones concretas (base del jui-
aceptable como la infibulación o la cio moral). Por ejemplo, la secularización
clitoridectomía que se practica en algunas obliga a pensar en responsabilidad más que
regiones de África ya supone un esfuerzo en convicciones al momento de valorar las
inusual. Lo corriente es que se reaccione con creencias, el pluralismo pone en jaque la idea
prejuicios, con emociones, con rechazos. de una jerarquía única de los valores, la glo-
Las ciencias sociales, especialmente la balización esconde el peligro de no ser sino
antropología y la etnología, han hecho un otra forma de hegemonía encubierta.
largo camino de depuración de prejuicios.

161
Recensiones - F. Lolas

En la primera parte del libro se abordan te- Manzanera, M., Fundamentación del
mas filosóficos pertinentes a una definición de derecho en la filosofía de la nostridad.
la moral. La segunda trata de los problemas de BIOS 4. Instituto de Bioética,
su aplicación. La tercera analiza el influjo del Universidad Católica Boliviana,
contexto sobre las diferencias de comporta-
Cochabamba, Bolivia, 1999. 78 págs.
miento y la cuarta afronta la tríada moral, au-
tonomía, identidad. En esta variedad de con- Este opúsculo del Doctor en Teología y
tribuciones, algunas son más legibles que otras. Licenciado en Filosofía, Derecho y Econo-
Especial interés reviste la fundamentación de mía Miguel Manzanera es recomendable por
Axel Honneth de una moral basada en el “re- varios motivos. En primer lugar, es una ex-
conocimiento” (Anerkennung), que supera la posición sencilla pero rigurosa de algunas
deontología kantiana y la teleología aristotélica doctrinas sobre el origen del derecho. Tam-
en el marco de una realidad dialógica. En la bién presenta, de modo accesible, algunas
tradición de la ética del discurso, especialmen- consideraciones sobre las dimensiones polí-
te en Habermas, no se solía prestar mucha aten- ticas y éticas del derecho. Y, finalmente, ofre-
ción a los problemas de aplicación sino más ce una perspectiva sobre el tema de la
bien a la fundamentación racional. En otras “nostridad”, que el autor califica de tenden-
contribuciones de este volumen se analiza esta cia hacia la constitución de grupos.
situación y se proponen líneas argumentales Especial relieve adquiere esta contribución
de considerable valor. para el estudio de las relaciones entre bioética
En el campo de los “usos de la moral” y derecho desde una perspectiva particular, la
(no confundir con empleo o aplicaciones, cristiana, defendida como la más justa y natu-
sólo pensar en formas de ser), es útil distin- ral con argumentos convincentes.
guir entre los discursos privados, los profe- Se trata, sin duda, de un texto introducto-
sionales o técnicos y los públicos. La norma rio de gran valor didáctico.
se refracta y matiza en cada uno de estos
“medios”. No pierde su carácter. Cambia su
Fernando Lolas Stepke
fisonomía. El contexto es aquello que cuali-
fica de modo eminente el juicio y dificulta
la imaginación moral. Es la antigua “circuns-
tancia” del casuismo clásico elevada al ran-
go de variable técnica en el análisis prácti-
co. Para que eso se consume y sirva, es me-
nester el “armamentarium” metódico de las
nuevas humanidades junto al de las humani-
dades antiguas. De esa fusión cabe esperar
una razonable forma de bioética, que evite
el ser un mero cómputo de algoritmos mora-
les o una abstrusa conversación sobre temas
ajenos a lo cotidiano.
Sería de esperar que algunos artículos de
este libro fueran traducidos prontamente a la
lengua española.

Fernando Lolas Stepke

162
SUPLEMENTO

RADIOGRAFÍA BIOÉTICA DE UN PAÍS


Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

RADIOGRAFÍA BIOÉTICA DE BRASIL

Volnei Garrafa*

En marzo de 1997, el entonces presiden- genuine difference to the health of their


te de la International Association of Bioethics nation and the quality of their environment”.
(IAB) Alastair Campbell, visitó Brasil por El viaje a Brasil reforzó todavía más la con-
invitación de la Sociedad Brasileña de vicción de Campbell de luchar por el retor-
Bioética. Inicialmente se presentó en el II no de la bioética a los rumbos inicialmente
Congreso Brasileño de Bioética, celebrado trazados por Van Rensselaer Potter, en 1971,
en Brasilia, “capital arquitecturalmente pro- y reforzados por el mismo autor en 1988, o
yectada y pieza representativa del diseño ar- sea, a los objetivos de una BIOÉTICA GLO-
tístico”, según sus palabras. En seguida co- BAL.
noció São Paulo, donde participó en un Se- Así como las contradicciones citadas en
minario Internacional de Bioética Clínica, el párrafo anterior, los principales temas de
desarrollado en el Hospital Público de la agenda bioética para el siglo XXI siguen
Heliópolis, la principal villa miseria del ma- referidos a dos puntos históricamente
yor centro poblacional e industrial de Amé- equidistantes: aquellos relacionados con la
rica del Sur. Al volver a Gran Bretaña, escri- ingeniería genética, por el lado de las situa-
bió un emocionado editorial en el IAB News ciones que llamo emergentes (o de “límites”,
relatando lo que había visto y sentido en el “fronteras”, según dice Giovanni
viaje. Uno de los párrafos decía lo siguiente: Berlinguer); y los otros, derivados de las
“When I left Brazil after a too short visit, it agudas desigualdades sociales verificadas en
was with a sense of gratitude to my hosts, el planeta, por el lado de las situaciones per-
not just for their friendship and outstanding sistentes (o “cotidianas”). De esa manera,
hospitality, but for the realisation of how so igual a lo que sucede en escala mundial, en
differently I now perceived the nature of Brasil ese fenómeno paradójico también se
Bioethics. I had glimpsed what it must be like reproduce, y con tintas fuertes. En el caso de
to sustain a public health service with la “Bioética Global”, específicamente, el
minimal resources and massive problems of tema es de singular importancia para Brasil,
poverty. I had seen something of the pues los intereses del país son grandes en
environmental challenges of massive los campos del equilibrio ambiental y de la
urbanization without adequate infrastructure biodiversidad. Nada menos que el 22% de
to sustain it. In the midst of this I met people las variedades vegetales del planeta se en-
determined to find a Bioethics that makes a cuentra en el país, mientras que un gramo de
selva húmeda amazónica contiene aproxima-
* Volnei Garrafa es profesor titular coordinador del damente diez mil microorganismos.
Núcleo de Estudios e Investigaciones en Bioética
y docente del Programa de Posgrado en Ciencias ¡Para quien no está acostumbrado con
de la Salud/maestría y doctorado (área de concen- Brasil no es nada fácil entenderlo! Son
tración – Bioética) de la Universidad de Brasilia; aproximadamente 8.5 millones de kilóme-
vicepresidente de la Sociedad Brasileña de tros cuadrados de tierras planas y fértiles; 170
Bioética; miembro titular de la Comisión Nacio-
nal de Ética en Investigación, del Ministerio de millones de habitantes nacidos de un mesti-
Salud Pública/Brasil. zaje extraordinario; 9º PIB (Producto Inter-

165
Radiografía Bioética de un País; Brasil - V. Garrafa

no Bruto) del mundo. Al lado de eso, sin histórica para su desarrollo. Por el contra-
embargo, sus indicadores sociales están en- rio, algunos episodios puntuales fueron acon-
tre los más críticos de América Latina y la teciendo y al mismo tiempo causando reper-
distribución de la riqueza es una de las peo- cusiones positivas en el sentido de la divul-
res del planeta (el 47% de las riquezas se en- gación y diseminación de la disciplina. A
cuentra en las manos del 10% más rico, so- principios de 1993, por ejemplo, se creó la
brando solamente un 0.8% para el 10% más revista semestral Bioética, con un Consejo
pobre de la población). Mientras mueren más Editorial regular, patrocinada por el Conse-
de 100 niños de cada 1000 nacidos vivos en jo Federal de Medicina y con sede en Brasi-
algunas áreas de las regiones carentes del lia. Dicha revista fue indexada en 1998
norte y nordeste, en el sur y sudeste el índice (LILACS) y mantiene su periodicidad hasta
llega muy cerca del ejemplar número 10. Así, la fecha, a pesar de que el grupo vencedor
el Brasil del año 2000 es un país que vive, de las recientes elecciones en la principal en-
antagónicamente, con un pie en el siglo XIX tidad médica del País esté proponiendo mo-
y otro en el siglo XXI. Al lado de maravillas dificaciones en la revista hacia intereses
como trasplantes múltiples de órganos; deontológicos más específicos de la clase
secuenciaciones pioneras del genoma de tu- médica, patrocinadora de la misma. Otra re-
mores malignos de diferentes tipos y áreas vista científica brasileña indexada y que ha
anatómicas, o intervenciones quirúrgicas estado publicando de forma regular y cre-
correctivas intrauterinas en corazones de ciente artículos sobre bioética, es O Mundo
fetos, coexisten millones de familias aban- da Saúde, patrocinada por el Centro Univer-
donadas a su propia suerte por los campos o sitario São Camilo, de los padres camilianos
periferias de las grandes ciudades. de São Paulo, y que se mantiene valiente-
Entre conquistas y problemas, las profun- mente desde los años 80.
das contradicciones citadas y las innumera- En 1995 fue fundada la Sociedad Brasi-
bles consecuencias derivadas de las mismas leña de Bioética (SBB), que hoy congrega
forman parte inseparable de la misión de los más de 300 asociados y ha promovido tres
estudiosos e investigadores brasileños que Congresos nacionales: en 1996 (São Paulo),
han decidido seguir los caminos de la 1998 (Brasilia) y en julio/2000 (Porto Ale-
BIOÉTICA. La contradictoria realidad del gre). La entidad cuenta actualmente con sec-
país, por lo tanto, además de exigir ejerci- ciones regionales en varios Estados. Su di-
cios intelectuales y prácticos durísimos a sus rección se elige por el voto directo de todos
“bioeticistas”, agudiza todavía más los con- los asociados y tiene un mandato de tres años.
flictos verificados entre individual y colec- A partir de 1999 empezó a publicar periódi-
tivo, autonomía y justicia, participación y camente un Boletín oficial que incluye in-
omisión, beneficencia y equidad, caridad y formaciones generales con un denso conte-
solidaridad, límite y control, libertad y res- nido científico, y ya ha recibido artículos ori-
ponsabilidad... ginales de polémicos estudiosos internacio-
nales, como H.T. Engelhardt Jr. y John
Harris, entre otros. Vale la pena realzar que
Breves referencias históricas
la SBB es asociada a la FELAIBE (Federa-
La Bioética brasileña es tardía, habiendo ción Latinoamericana y del Caribe de Insti-
surgido de forma orgánica solamente en los tuciones de Bioética) y a la IAB (Internatio-
años 90. Antes, ocurrieron algunas iniciati- nal Association of Bioethics). A propósito,
vas, pocas y aisladas, sin registros significa- es oportuno dar la noticia de que el 4º Con-
tivos. No existe, por otro lado, un punto de greso de Bioética de América Latina y el
partida o momento específico de referencia Caribe, y el Sixth World Congress of

166
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Bioethics, paralelamente al Feminist dense. En la medida en que se fueron implan-


Approaches to Bioethics, ya tiene agenda tando grupos de investigación y núcleos de
confirmada para la capital del país, Brasilia, estudios en las universidades y en otras insti-
en noviembre de 2002, con el patrocinio de tuciones, sin embargo, ese panorama empezó
la SBB y apoyo de las organizaciones her- a cambiar. Aunque la mayoría de los centros
manas antes mencionadas. que se dedican a la bioética aún sigan básica-
En 1996, el Consejo Nacional de Salud, mente la teoría de los cuatro principios, en
organismo vinculado al Ministerio de Salud los últimos cuatro años empezaron a surgir
Pública de Brasil, creó la Comisión Nacio- nuevas propuestas alternativas a las corrien-
nal de Ética en Investigación (CONEP), en- tes bioéticas tradicionales. Entre otras, se pue-
cargada de regular y controlar las investiga- den mencionar la “Bioética en la perspectiva
ciones desarrolladas con seres humanos en de la teología de la liberación”, la “Bioética
el territorio nacional. Antes de ese episodio dura” o “Bioética fuerte” (hard bioethics), la
ya existía en Brasil una legislación federal “Bioética crítica de inspiración feminista”, la
con relación al tema que, sin embargo, no “Bioética feminista y antirracista” y la
era debidamente cumplida. Después de la “Bioética de la reflexión autónoma”. Segura-
creación de la CONEP el asunto empezó a mente existe un largo camino teórico por ser
ser encarado con el rigor necesario y hoy construido y recorrido por las propuestas arri-
Brasil cuenta con más de 300 Comités de ba mencionadas, pero es interesante verificar
Ética en Investigación (hospitalarios, univer- que todas ellas coinciden en relación al res-
sitarios, etc.) funcionando regularmente. En peto por el pluralismo moral y la defensa de
lo que se refiere al aspecto formal y público, los intereses de los más frágiles y/o vulnera-
conviene destacar, además, la existencia de bles. Esta constatación demuestra que la “nue-
una Comisión Técnica Nacional de va bioética brasileña” tiene en la
Bioseguridad (CTNBio), vinculada al Minis- contextualización de la realidad del país su
terio de Ciencia y Tecnología, que fue en- mayor fuente de inspiración.
cargada por el gobierno de analizar, mediar Entre los principales centros académicos
y regular las cuestiones referentes a los or- de reflexión bioética en Brasil no se puede
ganismos genéticamente modificados, inclu- dejar de citar los siguientes, en el sentido
yendo los temas de las patentes, alimentos geográfico sur-norte del país: Núcleo
transgénicos, clonación y otros asuntos afi- Interinstitucional de Bioética del Hospital de
nes. De manera aislada, diversos hospitales Clínicas de la Universidad Federal y la
y universidades han empezado a crear Co- Pontificia Universidad Católica, con su Hos-
mités Institucionales de Bioética; los ejem- pital Universitario, en Porto Alegre, además
plos pioneros fueron los hospitales de Clíni- de la Universidad del Rio dos Sinos, en São
cas de Porto Alegre y de São Paulo, además Leopoldo, Estado de Rio Grande do Sul;
del Instituto Nacional del Cáncer, de Río de Núcleo de Bioética de la Universidad del
Janeiro. Por otro lado, ya se discute en el país Estado de Londrina, Paraná; Instituto Oscar
la creación de una futura y amplia Comisión Freire, de la Facultad de Medicina de la Uni-
Nacional de Bioética. versidad de São Paulo; Núcleo de Estudio e
Investigación en Bioética del Centro Univer-
sitario São Camilo y el Instituto Alfonsianum
Panorama actual de la Bioética en
de Ética, en el Estado de São Paulo; Núcleo
Brasil de Estudios e Investigaciones en Bioética de
En sus primeros años de vida, la bioética la Universidad de Brasilia y ANIS —Insti-
brasileña tomó como referencia conceptual la tuto de Bioética, Derechos Humanos y Gé-
llamada “corriente principialista” estadouni- nero— ambos en Brasilia, Distrito Federal;

167
Radiografía Bioética de un País; Brasil - V. Garrafa

Red de Información sobre Bioética (Bioética Bioética entre sus “áreas de concentración”,
y Teoría Feminista y Antirracista) y Univer- suceden no sólo en sectores más próximos
sidad Católica de Minas Gerais, en Belo Ho- de las ciencias de la salud, como psicología,
rizonte, Estado de Minas Gerais; Núcleo de antropología, comunicación social, biología
Ética Aplicada y Bioética de la Fundación o sociología, sino también en campos que
Oswaldo Cruz y la Universidad del Estado sorprenden por lo inusitado, como educación
de Río de Janeiro, en el Estado de Río de artística, química y otros.
Janeiro; Núcleo de Bioética de la Universi- Las carreras más involucradas cuantitati-
dad del Estado de Feira de Santana, en el vamente con la Bioética en Brasil son la Me-
Estado de Bahía; Núcleo de Bioética de dicina y el Derecho. Sin embargo, contradic-
Pernambuco, en la ciudad de Recife; Facul- toriamente, a pesar de ser las dos áreas que
tad de Medicina de la Universidad Federal han mostrado más avances, también son aque-
de Piauí, en Teresina. llas en que las resistencias son mayores: del
Además de los centros arriba menciona- lado de la Medicina, principalmente debido a
dos, es imposible definir el número exacto la confusión que un gran número de profeso-
de variadas disciplinas relacionadas con la res y profesionales hacen entre la bioética y
Bioética y ofrecidas todos los semestres en la ética profesional legalista y codificada; con
los cientos de Universidades Públicas (fede- relación al Derecho, el problema se presenta
rales, de los Estados, municipales y comu- por el hecho de que algunos grupos insisten
nitarias) y Privadas (religiosas o laicas), ade- en utilizar el neologismo “bioderecho” en vez
más de Facultades aisladas en nivel de gra- de la expresión usual que se refiere a la
duación y posgrado. De la misma manera, “Bioética y Derecho”. Como la Bioética no
es grande la cantidad de eventos de las más surgió para dar respuestas acabadas a los con-
diferentes especialidades y entidades cientí- flictos, con base en el respeto a la seculariza-
ficas que programan conferencias, mesas re- ción y al pluralismo moral, el “bioderecho”
dondas, cursos de corta duración y paneles, trata de resolver todas las cuestiones por el
enfocando la Bioética a partir de los más di- sesgo estrictamente jurídico, lo que empobre-
versos ángulos e intereses. En muchas de ce irreversiblemente la propuesta original de
estas ocasiones, no obstante, la atención de la bioética al priorizar el legalismo y el estre-
los congresistas es dirigida equivocadamen- chamiento de las discusiones en perjuicio de
te hacia áreas de interés específico, y las dis- la legitimidad y amplitud que el verdadero
cusiones acaban recayendo exclusivamente estatuto epistemológico de la disciplina ge-
sobre los campos de la relación profesional- nerosamente proporciona.
paciente y de la ética profesional y sus códi- Para terminar, es importante mencionar
gos deontológicos. que, además del crecimiento cuantitativo y
Un aspecto positivo, por otro lado, se re- cualitativo de los artículos publicados sobre
fiere al creciente número de monografías de Bioética en las revistas académicas brasile-
cursos de especialización (360 horas/clase ñas, está aumentando el número y mejoran-
por lo menos, de acuerdo con la legislación do la calidad de los libros relacionados con
del país), disertaciones de maestría y tesis la disciplina y producidos en Brasil en los
de doctorado, que utilizan la Bioética como últimos cinco años. Las editoras comercia-
herramienta metodológica para desarrollo y/ les empiezan a interesarse por el tema, ya
o comprobación de sus hipótesis. Estas in- que el mismo se está difundiendo rápidamen-
vestigaciones, además de aquellas natural- te por medio de los eventos científicos y,
mente desarrolladas en los propios progra- principalmente, por las universidades y ór-
mas de posgrado formales que tienen la ganos públicos.

168
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Consideraciones finales y seguridad para que la bioética del país empe-


zara a buscar respuestas para los propios sue-
La contradictoria realidad social ha obliga-
ños (y pesadillas...).
do a la “Bioética brasileña” a buscar alternati-
vas a las teorías bioéticas tradicionales. Aun-
que el principialismo haya sido el resorte pro- Bibliografía
pulsor de la disciplina en el país y todavía ejer- ANIS – Instituto de Bioética, Direitos Hu-
za una cierta hegemonía en el contexto acadé- manos e Gênero. Bioética [editorial]. Revista de
mico nacional, ha empezado a esbozarse un Bioética e Gênero 1999 Oct 2; 1(1).
movimiento de reacción intelectual a la simple Campbell, A. The president’s column. Interna-
importación descontextualizada de las propues- tional Association of Bioethics News 1998; 7: 1-2.
tas o “paquetes” éticos importados, sin crítica Diniz D, Guilhem DB, Garrafa, V. Bioethics
alguna, de los países más desarrollados. Las in Brazil. Bioethics 1999; 13 (3-4): 244-248.
propuestas teóricas brasileñas a la Bioética aún Dos Anjos M.F. Medical ethics in the
están en construcción y no deben entenderse developing world: a liberation theology
como una “afrenta” o “desobediencia científi- perspective. The Journal of Medicine and
ca” a las teorías tradicionalmente constituidas, Philosophy 1996; 21: 629-637.
sino como un intento de búsqueda contextua- Dos Anjos M.F. Bioética abrangência e dina-
lizada de respuestas morales adecuadas a los mismo. O Mundo da Saúde 1997; 21 (1): 04-12.
problemas específicos verificados en la reali- Dos Anjos, M.F. Notes on Bioethics in Brazil.
dad del País. La verdadera efervescencia cons- Biomedical Ethics. Newsletter of European
tatada en este momento histórico de la Bioética Network for Biomedical Ethics (Univ. Tübingen)
desarrollada en Brasil, que —como se dijo al 2000; 5 (1): 42-45.
principio del artículo— es tardía, a pesar de Garrafa V, Oselka G, Diniz D. Public health,
estar sucediendo de forma aún no orgánica, es bioethics and equity. Bioética 1997; 5 (1): 27-33.
el fruto fecundo de un proceso dinámico que Garrafa, V. Bioethics, health and citizenship.
trata de recuperar el tiempo perdido. En este O Mundo da Saúde 1999; 23 (5): 263-269.
sentido, es imprescindible el estímulo e inter- Garrafa, V. Bioethical reflections on science,
cambio con los países vecinos de la comuni- health care and citizenship. Bioética 1999; 7 (1):
dad latinoamericana, con el objetivo de cons- 13-20.
truir concretamente relaciones más próximas Garrafa V, Diniz D, Guilhem DB. Bioethical
y factibles en la búsqueda de soluciones co- language and its dialects and idiolects. Cadernos
munes o aproximadas a problemas que muchas de Saúde Pública 1999; 15 Supl. 1: 35-42.
veces son parecidos. Garrafa V. Bioética fuerte: una perspectiva
Quien tal vez haya interpretado mejor la im- periférica a las teorías bioéticas tradicionales. Con-
portancia de la Bioética para el Brasil del año ferencia en el 3er Congreso de Bioética de América
Latina y del Caribe; mayo 2000; Panamá.
2000 es el teólogo Márcio Fabri dos Anjos, que
recientemente produjo un valioso ensayo so- Pessini L. Bioética no Brasil. Iniciativas
bre el tema a partir de lo que él llama “contex- Institucionais. O Mundo da Saúde 1998; 22 (3):
188-190.
to cultural y humanitario”. Según el autor “how
Brazil in the midst of many social inequalities, Pessini L, Barchifontaine CP. Bioética: do
principialismo à busca de uma pespectiva latino-
finds in reflection on bioethics an important
americana. In: Costa SI, Garrafa V, Oselka G.
place to develop critiques and concrete (edits). Iniciação à Bioética. Brasil: Conselho
proposals for creating and securing a better Federal de Medicina; 1998; 81-98.
future. Bioethical perspectives are important
Pessini L. Bioethics; a horizon of hope for a new
in Brazil and for Brazil”. Las generosas pala- time. O Mundo da Saúde 1999; 23 (5): 259-262.
bras del humanista Alastair Campbell fueron
Segre M. Editorial. Boletim da Sociedade
proféticas. Sus reflexiones sirvieron de estímulo Brasileira de Bioética 1 1999 Nov; (2): 01-02.

169
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

RADIOGRAFIA BIOÉTICA DE UM PAÍS - BRASIL

Volnei Garrafa*

Em março de 1997, o então presidente the health of their nation and the quality of
da International Association of Bioethics their environment”. A viagem ao Brasil
(IAB), Alastair Campbell, visitou o Brasil a reforçou ainda mais a convicção de Campbell
convite da Sociedade Brasileira de Bioética. em lutar pelo retorno da bioética aos rumos
Inicialmente, apresentou-se no II Congresso inicialmente traçados por Van Rensselaer
Brasileiro de Bioética, realizado em Brasília, Potter em 1971 e reforçados pelo mesmo
“capital arquiteturalmente projetada e peça autor em 1988, ou seja, aos objetivos de uma
representativa do desenho artístico”, segun- BIOÉTICA GLOBAL.
do suas palavras. Em seguida, conheceu São Assim como as contradições menciona-
Paulo, onde participou de um Seminário In- das no parágrafo acima, os principais temas
ternacional de Bioética Clínica desenvolvido da pauta bioética para o século XXI
no Hospital Público de Heliópolis, a princi- continuam referidos a dois pontos
pal favela do maior centro populacional e historicamente eqüidistantes: aqueles rela-
industrial da América do Sul. Regressando à cionados com a engenharia genética, pelo
Grã-Bretanha, escreveu um emocionado edi- lado das situações que chamo de emergen-
torial no IAB News relatando o que havia tes (ou de “limites”, ”fronteiras”, no dizer
visto e sentido na viagem. Um dos parágrafos de Berlinguer); e, os outros, derivados das
dizia o seguinte: “When I left Brazil after a agudas desigualdades sociais verificadas no
too short visit, it was with a sense of gratitude planeta, pelo lado das situações persistentes
to my hosts, not just for their friendship and (ou “cotidianas”). Desse modo, igualmente
outstanding hospitality, but for the ao que acontece em escala mundial, no Bra-
realisation of how so differently I now sil esse paradoxal fenômeno também se
perceive the nature of Bioethics. I had reproduz; e com tintas fortes. No caso da
glimpsed what it must be like to sustain a “Bioética Global”, especificamente, o tema
public health service with minimal resources é de singular importância para o Brasil, pois
and massive problems of poverty. I had seen os interesses do País são grandes nos cam-
something of the environmental challenges pos do equilíbrio ambiental e da
of massive urbanization without adequate biodiversidade. Nada menos que 22% das
infrastructure to sustain it. In the midst of variedades vegetais do planeta são encontra-
this I met people determined to find a das no país, enquanto 1 grama de floresta
Bioethics that makes a genuine difference to úmida amazônica contém centenas de varie-
dades de microorganismo.
*
Volnei Garrafa é professor titular, coordenador do Para quem não está acostumado com o
Núcleo de Estudos e Pesquisas em Bioética e do-
cente do Programa de Pós-Graduação em Ciências
Brasil, não é nada fácil entendê-lo! São
da Saúde/mestrado e doutorado (área de aproximadamente 8,5 milhões de
concentração - Bioética) da Universidade de quilômetros quadrados de terras planas e
Brasília; vice-presidente da Sociedade Brasileira de férteis, 170 milhões de habitantes nascidos
Bioética; membro titular da Comissão Nacional de
de uma miscigenação racial extraordinária,
Ética em Pesquisa do Ministério da Saúde/Brasil.
9o. PIB (Produto Interno Bruto) do mundo.

171
Radiografia Bioética de um País; Brasil - V. Garrafa

Ao lado disso, no entanto, seus indicadores episódios isolados foram acontecendo e ao


sociais estão entre os mais críticos da Amé- mesmo tempo ocasionando repercussões
rica Latina e a distribuição da renda é uma positivas no sentido da divulgação e
das piores do planeta (47% das riquezas disseminação da disciplina. No início de
encontra-se nas mãos dos 10% mais ricos, 1993, por exemplo, foi criada a revista se-
restando apenas 0,8% para os 10% mais po- mestral Bioética, com Conselho Editorial
bres da população). Enquanto morrem mais regular, patrocinada pelo Conselho Federal
de 100 crianças em cada 1000 nascidas vi- de Medicina e com sede em Brasília. A refe-
vas em algumas áreas das regiões carentes rida revista foi indexada em 1998 (LILACS)
do norte e nordeste, no sul e sudeste se e mantém sua periodicidade até o momento,
aproxima exemplarmente de 10. Assim, o apesar do grupo vencedor das recentes
Brasil do ano 2000 é um país que vive, eleições na principal entidade médica do País
paradoxalmente, com um pé no século XIX estar propondo alterações na revista em
e o outro no século XXI. Ao lado de direção a interesses deontológicos mais es-
maravilhas como transplantes múltiplos de pecíficos da classe médica, patrocinadora da
órgãos, seqüenciamentos pioneiros do mesma. Outra revista científica brasileira
genoma de tumores malignos de diferentes indexada, e que vem publicando de forma
tipos e áreas anatômicas, ou intervenções regular e crescente artigos sobre bioética, é
cirúrgicas corretivas intra-uterinas em O Mundo da Saúde, patrocinada pelo Cen-
corações de fetos, convive com milhões de tro Universitário São Camilo, dos padres
famílias abandonadas à própria sorte pelos Camilianos de São Paulo, e que se mantém
campos ou periferias das grandes cidades. bravamente desde os anos 80.
Entre conquistas e problemas, as profun- Em 1995 foi fundada a Sociedade
das contradições acima mencionadas e as Brasileira de Bioética (SBB), que hoje con-
inúmeras conseqüências delas decorrentes, grega mais de 300 associados e já promoveu
fazem parte inseparável da missão dos estu- três Congressos nacionais: em 1996 (São
diosos e pesquisadores brasileiros que Paulo), 1998 (Brasília) e em julho/2000 (Por-
decidiram seguir os caminhos da BIOÉTICA. to Alegre). A entidade conta atualmente com
A contraditória realidade do país, portanto, seções regionais em diversos estados. Sua
além de exigir exercícios intelectuais e diretoria é eleita pelo voto direto de todos
práticos duríssimos aos seus “bioeticistas”, associados e tem mandato de três anos. De
agudiza ainda mais os conflitos constatados 1999 para cá, começou a publicar
entre individual e coletivo, autonomia e periodicamente um Boletim oficial que
justiça, participação e omissão, beneficência permeia informações gerais com denso
e eqüidade, caridade e solidariedade, limite e conteúdo científico, já tendo recebido artigos
controle, liberdade e responsabilidade... originais de polêmicos estudiosos
internacionais como Engelhardt e Harris, en-
tre outros. Vale a pena ressaltar que a SBB é
Breves referências históricas
associada à FELAIBE (Federação Latinoame-
A bioética brasileira é tardia, tendo sur- ricana e do Caribe de Instituições de Bioética)
gido de forma orgânica somente nos anos 90. e à IAB (International Association of
Anteriormente, algumas poucas iniciativas Bioethics). A propósito, é oportuno noticiar
isoladas haviam acontecido, sem registros que o 4º. Congresso de Bioética da América
significativos. Não existe, por outro lado, um Latina e do Caribe e o Sixth World Congress
ponto de partida ou momento específico de of Bioethics, paralelamente ao Feminist
referência histórica para o seu Approaches to Bioethics, já tem agenda con-
desenvolvimento. Pelo contrário, alguns firmada para a capital do país, Brasília, em

172
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

novembro de 2002, com o patrocínio da SBB maioria dos centros que se dedicam à bioética
e apoio das co-irmãs internacionais acima ainda sigam basicamente a teoria dos quatro
mencionadas. princípios, a partir de 1998 iniciou o
Em 1996, o Conselho Nacional de Saúde, surgimento de novas propostas alternativas
organismo ligado ao Ministério da Saúde às correntes bioéticas tradicionais. Entre
brasileiro, criou o Conselho Nacional de Éti- outras, podem ser mencionadas a “bioética
ca em Pesquisa (CONEP), encarregado de na perspectiva da teologia da libertação”, a
regular e controlar as investigações “bioética dura” ou “bioética forte” (hard
desenvolvidas com seres humanos no bioethics), a “bioética crítica de inspiração
território nacional. Anteriormente a esse feminista”, a “bioética feminista e anti-ra-
episódio, já havia no Brasil uma legislação cista” e a “bioética da reflexão autônoma”.
federal com relação ao tema, que no entanto Com certeza, existe um longo caminho teó-
não era devidamente cumprida. Após a rico a ser construído e percorrido pelas
criação da CONEP, o assunto passou a ser propostas acima mencionadas, mas é
encarado com o rigor requerido e hoje o Bra- interessante verificar que todas elas
sil dispõe de mais de 300 Comitês de Ética coincidem com relação ao respeito ao plura-
em Pesquisa (hospitalares, universitários, lismo moral e à defesa dos interesses dos
etc.) funcionando regularmente. No que se mais frágeis e/ou vulneráveis. Esta
refere ao aspecto formal e público, cabe ainda constatação demonstra que a “nova bioética
ressaltar a existência de uma Comissão Téc- brasileira” tem na contextualização da
nica Nacional de Biosegurança (CTNBio), realidade do país sua maior fonte de
ligada ao Ministério de Ciência e Tecnologia, inspiração.
que foi incumbida pelo governo de analisar, Entre os principais centros acadêmicos de
mediar e regular questões referentes aos or- reflexão bioética no Brasil, não se pode
ganismos geneticamente modificados, deixar de mencionar os seguintes no sentido
incluindo os temas das patentes, alimentos geográfico sul-norte do país: Núcleo
transgênicos, clonagem e outros assuntos Interinstitucional de Bioética do Hospital de
correlatos. De forma isolada, diversos Clínicas da Universidade Federal e a
hospitais e universidades começam a criar Pontifícia Universidade Católica, com seu
Comitês Institucionais de Bioética; os Hospital Universitário, em Porto Alegre,
exemplos pioneiros foram os Hospitais de além da Universidade do Rio dos Sinos, em
Clínicas de Porto Alegre e de São Paulo, além São Leopoldo, estado do Rio Grande do Sul;
do Instituto Nacional do Câncer, do Rio de Núcleo de Bioética da Universidade Estadual
Janeiro. Por outro lado, já existem discussões de Londrina, Paraná; Instituto Oscar Freire
no país com relação à criação de uma futura da Faculdade de Medicina da Universidade
e ampla Comissão Nacional de Bioética. de São Paulo, Núcleo de Estudo e Pesquisa
em Bioética da Centro Universitário São
Camilo e o Instituto Alfonsianum de Ética,
Panorama atual da bioética no Brasil
no estado de São Paulo; Núcleo de Estudos
Nos seus primeiros anos de vida, a e Pesquisas em Bioética da Universidade de
bioética brasileira tomou como referência Brasília e ANIS - Instituto de Bioética,
conceitual a chamada “corrente Direitos Humanos e Gênero, ambos em
principialista” estadunidense. Na medida em Brasília, Distrito Federal; Rede de
que foram sendo implantados grupos de pes- Informação Sobre Bioética (Bioética e Teoria
quisa e núcleos de estudos nas universida- Feminista e Anti-Racista) e Universidade
des e em outras instituições, no entanto, este Católica de Minas Gerais, em Belo Horizon-
panorama começou a mudar. Embora a te, estado de Minas Gerais; Núcleo de Ética

173
Radiografia Bioética de um País; Brasil - V. Garrafa

Aplicada e Bioética da Fundação Oswaldo As carreiras mais envolvidas


Cruz e a Universidade Estadual do Rio de quantitativamente com a Bioética no Brasil
Janeiro, no estado do Rio de Janeiro; Nú- são a Medicina e o Direito. Contudo,
cleo de Bioética da Universidade Estadual contraditoriamente, apesar de serem as duas
de Feira de Santana, no estado da Bahia; áreas que mais têm mostrado avanços, são
Núcleo de Bioética de Pernambuco, na também aquelas onde as resistências são
cidade de Recife; Faculdade de Medicina da também maiores: no lado da Medicina, prin-
Universidade Federal do Piauí, em Teresina. cipalmente pela confusão que grande núme-
Além dos centros acima mencionados, é ro de professores e profissionais fazem entre
impossível definir o número exato de variadas a bioética e a ética profissional, legalista e co-
disciplinas relacionadas com a Bioética e dificada; com relação ao Direito, o problema
oferecidas todos os semestres nas centenas de acontece pelo fato de alguns grupos insistirem
Universidades Públicas (federais, estaduais, em utilizar o neologismo “biodireito” ao invés
municipais e comunitárias) e Privadas (religio- da expressão usual que se refere à “Bioética e
sas ou laicas), além de Faculdades isoladas, em Direito”. Como a Bioética não surgiu para dar
nível de graduação e pós-graduação. Da mesma respostas acabadas aos conflitos, com base no
forma, é grande a quantidade de eventos das respeito à secularização e ao pluralismo mo-
mais diferentes especialidades e entidades cien- ral, o “biodireito” tenta resolver todas as
tíficas que programam conferências, mesas questões pelo viés estritamente jurídico, o que
redondas, cursos de curta duração e painéis, empobrece irreversivelmente a proposta ori-
enfocando a Bioética a partir dos mais diferen- ginal da bioética ao priorizar o legalismo e o
tes ângulos e interesses. Em muitas destas estreitamento das discussões em prejuízo da
ocasiões, no entanto, a atenção dos legitimidade e amplitude que o verdadeiro es-
congressistas é direcionada erroneamente para tatuto epistemológico da disciplina generosa-
áreas de interesse específico e as discussões mente proporciona.
acabam recaindo exclusivamente sobre os cam- Finalizando, é importante mencionar que,
pos da relação profissional-paciente e da ética além do crescimento qualitativo e
profissional e seus códigos deontológicos. quantitativo dos artigos publicados sobre
Um aspecto positivo, e que não pode Bioética nas revistas acadêmicas brasileiras,
deixar de ser mencionado, refere-se ao vem igualmente aumentando o número e
crescente número de monografias de cursos melhorando a qualidade dos livros relacio-
nados com a Bioética e produzidos no Bra-
de especialização (360 horas/aula no mínimo,
sil nos últimos cinco anos. As editoras
de acordo com a legislação do país),
comerciais começam a interessar-se pelo
dissertações de mestrado e teses de doutorado,
assunto uma vez que o mesmo está se
que utilizam a Bioética como ferramenta
difundindo rapidamente por meio dos even-
metodológica para desenvolvimento e/ou
tos científicos e, principalmente, pelas uni-
comprovação de suas hipóteses. Estas pesqui- versidades e organismos públicos.
sas, além daquelas naturalmente
desenvolvidas nos próprios programas de pós-
graduação formais que possuem a Bioética Considerações finais
entre suas “áreas de concentração”, acontecem A contraditória realidade social tem
não somente em setores mais próximos às obrigado a “bioética brasileira” a procurar pers-
ciências da saúde, como a psicologia, pectivas alternativas às teorias bioéticas
antropologia, comunicação social, biologia ou tradicionais. Embora o principialismo tenha
sociologia, mas também em campos que sido a mola propulsora da disciplina no País e
surpreendem pelo inusitado, como educação ainda exerça uma certa hegemonia no contex-
artística, química e outras. to acadêmico nacional, começa a esboçar-se

174
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

um movimento de reação intelectual à simples Bibliografia


importação descontextualizada das propostas
ANIS – Instituto de Bioética, Direitos Hu-
ou “pacotes” éticos importados acríticamente
manos e Gênero. Bioética [editorial]. Revista de
dos países mais desenvolvidos. As propostas Bioética e Gênero 1999 Oct 2; 1(1).
teóricas brasileiras à bioética estão ainda em
Campbell, A. The president’s column. Interna-
construção e não devem ser entendidas como
tional Association of Bioethics News 1998; 7: 1-2.
uma “afronta” ou “desobediência científica” às
teorias tradicionalmente constituídas, mas Diniz D, Guilhem DB, Garrafa, V. Bioethics
in Brazil. Bioethics 1999; 13 (3-4): 244-248.
como uma tentativa de busca contextualizada
de respostas morais adequadas aos problemas Dos Anjos M.F. Medical ethics in the
específicos constatados na realidade do País. developing world: a liberation theology
A verdadeira efervescência constatada neste perspective. The Journal of Medicine and
Philosophy 1996; 21: 629-637.
momento histórico da bioética desenvolvida no
Brasil, que - como foi dito no início do artigo - Dos Anjos M.F. Bioética abrangência e dina-
é tardia, apesar de estar acontecendo de forma mismo. O Mundo da Saúde 1997; 21 (1): 04-12.
ainda não orgânica, é o fruto fecundo de um Dos Anjos, M.F. Notes on Bioethics in Brazil.
processo dinâmico que procura recuperar o Biomedical Ethics. Newsletter of European
tempo perdido. Neste sentido, é imprescindível Network for Biomedical Ethics (Univ. Tübingen)
o estímulo e intercâmbio com os países 2000; 5 (1): 42-45.
vizinhos da comunidade latino-americana, Garrafa V, Oselka G, Diniz D. Public health,
objetivando a construção concreta de relações bioethics and equity. Bioética 1997; 5 (1): 27-33.
mais próximas e factíveis na busca de soluções Garrafa, V. Bioethics, health and citizenship.
comuns ou aproximadas a problemas que são O Mundo da Saúde 1999; 23 (5): 263-269.
muitas vezes parecidos. Garrafa, V. Bioethical reflections on science, health
Quem provavelmente melhor tenha inter- care and citizenship. Bioética 1999; 7 (1): 13-20.
pretado a importância da Bioética para o Garrafa V, Diniz D, Guilhem DB. Bioethical
Brasil do ano 2000 é o teólogo Márcio Fabri language and its dialects and idiolects. Cadernos
dos Anjos, que recentemente produziu um de Saúde Pública 1999; 15 Supl. 1: 35-42.
precioso ensaio sobre o tema a partir do que Garrafa V. Bioética fuerte: una perspectiva
ele chama de “contexto cultural e periférica a las teorías bioéticas tradicionales. Con-
humanitário”. Segundo o autor “how Brazil, ferencia en el 3er Congreso de Bioética de América
in the midst of many social inequalities, finds Latina y del Caribe; mayo 2000; Panamá.
in reflection on bioethics an important pla- Pessini L. Bioética no Brasil. Iniciativas
ce to develop critiques and concrete Institucionais. O Mundo da Saúde 1998; 22 (3):
proposals for creating and securing a better 188-190.
future. Bioethical perspectives are important Pessini L, Barchifontaine CP. Bioética: do
in Brazil and for Brazil”. As generosas principialismo à busca de uma pespectiva latino-
palavras do humanista Alastair Campbell americana. In: Costa SI, Garrafa V, Oselka G.
foram proféticas. Suas reflexões serviram (edits). Iniciação à Bioética. Brasil: Conselho
como estímulo e segurança para que a Federal de Medicina; 1998; 81-98.
bioética do país começasse a buscar respostas Pessini L. Bioethics; a horizon of hope for a new
para os próprios sonhos (ou pesadelos...). time. O Mundo da Saúde 1999; 23 (5): 259-262.
Segre M. Editorial. Boletim da Sociedade
Brasileira de Bioética 1 1999 Nov; (2): 01-02.

175
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

A BIOETHICAL RADIOGRAPH OF BRAZIL

Volnei Garrafa*

In March of 1997, the then president of the health of their nation and the quality of
the International Association of Bioethics their environment”. The trip to Brazil
(IAB), Alastair Campbell, visited Brazil at strengthened even more Campbell’s
the invitation of the Brazilian Society of conviction to fight for a return of bioethics
Bioethics. First, he attended the 2nd Brazilian to the paths initially outlined by Van
Congress of Bioethics, held in Brasilia, “the Rensselaer Potter in 1971 and reinforced by
architecturally projected capital and a the same author in 1988, that is, a return to
representative piece of artistic design,” in his the objectives of a GLOBAL BIOETHICS.
own words. Then, he visited São Paulo, Like the contradictions mentioned in the
where he participated in an International paragraph above, the main topics on the
Seminar of Clinical Bioethics held at the bioethics agenda for the 21st century continue
Public Hospital of Heliópolis, the main slum related to two points historically equidistant:
of the largest and most industrial center of those related to genetic engineering, involving
South America. On his return to Great situations I call emergent (or involving
Britain, Campbell wrote a passionate edito- “limits”, “frontiers”, in the words of Giovanni
rial in the IAB News relating what he had Berlinguer); and, the others, derived from the
seen and felt during the trip. One of the acute social inequalities verified on the planet,
paragraphs read as follows: “When I left along the lines of persistent situations (or
Brazil after a too short visit, it was with a “day-to-day”). In this manner, this paradoxical
sense of gratitude to my hosts, not just for phenomenon propagates in Brazil like it does
their friendship and outstanding hospitality, on a global scale; and with strong tones. In
but for the realisation of how very differently the case of “Global Bioethics” specifically,
I now perceived the nature of Bioethics. I had the topic is of singular importance for Brazil,
glimpsed what it must be like to sustain a because the country’s interests are great in the
public health service with minimal resources fields of environmental equilibrium and
and massive problems of poverty. I had seen biodiversity. No less than 22% of the planet’s
something of the environmental challenges vegetable varieties can be found in Brazil,
of massive urbanization without adequate while one gram of humid Amazon rainforest
infrastructure to sustain it. In the midst of contains hundreds of varieties of
this I met people determined to find a microorganisms.
Bioethics that makes a genuine difference to
For those who are not used to Brazil, it’s
quite difficult to understand it! The country
* Volnei Garrafa is a full professor, coordinator of
has approximately 8.5 million square
the Nucleus of Studies and Researches in Bioethics
and professor of the Post-Graduate Program in Health kilometers of flat and fertile lands, 170
Sciences/ both for master and doctorate degrees (in million inhabitants born out of an
the area of specialization in Bioethics) at the extraordinary racial miscegenation, the 9th
University of Brasilia; vice-president of the Brazilian largest GDP (Gross Domestic Product) of the
Society of Bioethics; full member of the National
Commission of Ethics in Research of the Ministry of world. At the same time, however, its social
Health/Brazil. indicators are among the most critical of

177
A Bioethical Radiograph of Brazil - V. Garrafa

Latin America and its distribution of income the same time, leading to positive repercussions
is one of the worst of the planet (47% of the in the sense of divulging and disseminating the
nation’s wealth in the hands of the 10% discipline. At the beginning of 1993, for
richest, with only 0.8% of wealth shared by example, the biannual journal called Bioética
the 10% poorest of the population). While was created, with a regular Editorial Council,
more than 100 infants die for every 1,000 sponsored by the Federal Council of Medicine
live births in some destitute regions of the and with its headquarters in Brasilia. The
north and northeast, in the south and referred publication was indexed in 1998
southeast this rate nears 10 in an exemplary (LILACS) and has maintained its periodicity
fashion. Therefore, Brazil of the year 2000 up to now, though the group that won recent
is a country that lives, antagonistically, with elections in the main medical entity of Brazil
one foot in the 19th century and another in is proposing changes in the publication in the
the 21st century. Alongside marvels like direction of more specific deontological issues
multiple organ transplants, pioneering of interest to the medical class, the sponsor of
sequencing of the genome of malignant the journal. Another indexed Brazilian
tumors of various kinds and of diverse periodical, which has been publishing articles
anatomical areas, or intra-uterine corrective on Bioethics in a regular and increasing manner,
surgical interventions in the hearts of fetuses, is the O Mundo da Saúde (The World of
the country has millions of families Health), sponsored by the Centro Universitário
abandoned to their own fate living in rural São Camilo, of the Camilian priests of São
regions or in the outskirts of great cities. Paulo, and which has been bravely supporting
Among conquests and problems, the itself since the 1980s.
profound contradictions mentioned above and The Brazilian Society of Bioethics
the numerous consequences resulting from (Sociedade Brasileira de Bioética - SBB) was
them are an inseparable part of the mission of founded in 1995, and nowadays it has more
Brazilian scholars and researchers who than 300 associate members and has
decided to follow the paths of BIOETHICS. sponsored three national congresses: one in
The country’s contradictory reality, therefore, 1996 (in São Paulo - 100 participants); another
besides demanding very hard intellectual and in 1998 (in Brasília - 200 participants); and
practical exercises on the part of their one in July of 2000 (in Porto Alegre - 400
“bioethicists”, enhances even more the participants). The entity currently has regio-
conflicts verified between individual and nal chapters in various states. Its board of
collective, autonomy and justice, participation directors is elected through direct vote by all
and omission, beneficence and equity, charity members and remains in office for a 3-year
and solidarity, limit and control, liberty and term. From 1999 onwards, it began
responsibility... periodically publishing an official Bulletin that
permeates general information with dense
scientific content, having received original
Brief historical references
articles by controversial international scholars,
Brazilian bioethics is late in coming, having such as H.T. Engelhardt Jr. and John Harris,
emerged in an organic fashion only in the among others. It’s worth noting that the SBB
1990s. Previously, only a few isolated is affiliated to FELAIBE (Latin American and
initiatives had occurred, without significant Caribbean Association of Bioethical
registers. There isn’t, on the other hand, a Institutions) and to IAB (International
starting point or specific moment of historical Association of Bioethics). In fact, it would be
reference for its development. On the contrary, fitting to mention that it has been confirmed
some isolated incidents were occurring and, at that the 4th Latin American and Caribbean

178
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Congress of Bioethics and the Sixth World Current panorama of bioethics in


Congress of Bioethics, concurrently with the Brazil
Feminist Approaches to Bioethics, will be held
in Brazil’s capital city, Brasilia, in November In its first years of existence, Brazilian
of 2002, sponsored by SBB and with the bioethics embraced as a conceptual reference
support of the international sister entities the so-called American “principlist current”.
mentioned above. However, as research groups and study
nucleuses began being implemented in
In 1996, the National Council of Health, universities and other institutions —with the
a body linked to the Brazilian Ministry of University of Brasilia being a pioneer in this
Health, instituted the National Council of area— this panorama began to change.
Ethics in Research (CONEP), which was put Though the majority of the centers dedicated
in charge of regulating and controlling to the study of Bioethics still basically follow
research and testing carried out on human the theory of the 4 principles, new alternative
beings on Brazilian territory. Before this proposals to traditional bioethical currents
occurred, Brazil already had a federal began to emerge in 1998. Among them, the
legislation regarding this manner that, following ones could be mentioned: the
however, was not duly enforced. After the “Bioethics in the perspective of liberation
creation of CONEP, the matter began being theology”, “hard bioethics”, “critical
viewed with the severity required and, bioethics of feminist inspiration”, “feminist
nowadays, Brazil has more than 300 and anti-racist bioethics” and “bioethics of
Committees of Research Ethics that operate autonomous reflection”. Certainly, there is a
regularly in hospitals, universities, etc. In long theoretical path to be constructed and
regards to the official and public aspect, I traveled by the proposals mentioned above,
should also point out the existence of a but it’s interesting to note that they all coin-
National Technical Commission of cide concerning the respect for moral
Biosecurity (Comissão Técnica Nacional de pluralism and the protection of the interests
Biosegurança - CTNBio), linked to the of more fragile and/or vulnerable people.This
Ministry of Science and Technology, which observation shows that the contextualization
was entrusted by the government to analyze, of the country’s reality serves as the greatest
measure and regulate matters regarding source of inspiration for the “new Brazilian
genetically modified organisms, including Bioethics”.
the issues of patenting, transgenic crops,
cloning and other correlated matters. In an Among the main academic centers of
isolated manner, various hospitals and Bioethical reflection in Brazil, the following
universities began to establish Institutional should be mentioned, in the geographic
Committees of Bioethics; with the pioneering direction of south to north: the Interinstitutional
examples being the Hospitais de Clínicas of Nucleus of Bioethics of the Hospital de Clíni-
Porto Alegre and São Paulo, as well as the cas of the Federal University and the Catholic
National Cancer Institute of Rio de Janeiro. Pontifical University, with its University Hos-
On the other hand, there is already a debate pital, in Porto Alegre, as well as the University
underway in the country regarding the of Rio dos Sinos, in the town of São Leopoldo,
institution of a future and broad National in the southernmost state of Rio Grande do Sul;
Commission of Bioethics. With regard to the Bioethics Nucleus of the State University
this, I should mention that the current Vice of Londrina, in the southern state of Paraná;
President of Brazil, Marco Maciel, has the Oscar Freire Institute of the Medical School
shown interest in this matter since he was a of the University of São Paulo, the Nucleus of
Federal Senator. Study and Research in Bioethics of the Centro

179
A Bioethical Radiograph of Brazil - V. Garrafa

Universitário São Camilo and the Alfonsianum methodological tool for the development and/
Institute of Ethics, in the state of São Paulo; or verification of their hypotheses. These
the Nucleus of Studies and Researches in studies, as well as those that are naturally
Bioethics of the University of Brasilia and the developed by official post-graduate programs
Institute of Bioethics, Human Rights and that include Bioethics among “their areas of
Gender (ANIS), both in Brasilia, the Federal study”, are carried out not only in sectors closer
District; the Information Network on Bioethics to health sciences — such as psychology,
(Bioethics and Feminist and Anti-Racist anthropology, social communication, biology
Theory) and the Catholic University of Minas or sociology —, but also in fields one would
Gerais, in Belo Horizonte, capital of the state not usually associate to bioethics — such as
of Minas Gerais; the Nucleus of Applied Ethics art education, chemistry and others.
and Bioethics of the Oswaldo Cruz Founda- The careers most involved with Bioethics
tion and the State University of Rio de Janeiro, in a quantitative sense in Brazil are Medicine
in the state of Rio de Janeiro; the Bioethics and Law. However, though they are the two
Nucleus of the State University of Feira de areas that have shown most advancement, they
Santana, in the northeastern state of Bahia; the are, contradictorily, the two areas where
Nucleus of Bioethics of Pernambuco, in the resistance is also greater. In Medicine, this is
capital city of Recife; the Medical School of mainly due to the confusion that a great
the Federal University of Piauí, in the capital number of professors and professionals make
city of this northeastern state, Teresina. between Bioethics and professional, legalistic
Beyond the centers listed above, it is and codified ethics. In relation to Law, the
impossible to establish the exact number of problem occurs due to the fact that some
the various disciplines related to Bioethics groups insist on using “biolaw” neologism
that are taught each semester in the hundreds instead of the customary expressions related
of public universities (federal, state, muni- to “Bioethics and Law”. Since Bioethics did
cipal and community) and private not emerge to provide full-fledged answers
universities (religious or secular), as well as for conflicts, based on respect for
isolated colleges, on the graduate and post- secularization and moral pluralism, “biolaw”
graduate levels. Likewise, there is a great tries to resolve all issues through strictly le-
number of events of the most varied disci- gal means, which irreversibly debilitates the
plines and scientific entities that schedule original proposal of bioethics by giving
conferences, roundtable, courses of short priority to legalism and by narrowing the
duration and discussion panels, focusing on discussion to the detriment of the legitimacy
Bioethics from the most diverse angles and and amplitude that the true epistemological
interests. In many of these occasions, statute of the discipline generously provides.
however, the attention of congress To finalize, it’s important to mention that,
participants is directed erroneously towards besides the qualitative and quantitative leap
areas of specific interests, and the discussion forward provided by articles on Bioethics
ends up centering exclusively on the fields published in Brazilian academic journals, the
of doctor-patient relation and of professional number of books produced in Brazil
ethics and its deontological codes of conduct. addressing Bioethics has increased in the last
A positive aspect, on the other hand, is the 5 years, as has their quality. Commercial
growing number of monographs of publishing houses are becoming interested in
specialization courses (360 classroom/hours in the topic since it is being spread rapidly by
the minimum, in accordance to the country’s means of scientific events and, especially, by
legislation), master’s degree dissertations and universities and government agencies.
doctorate theses that utilize Bioethics as a

180
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Final considerations protection in order to allow the country’s


Bioethics to begin to dream its own dreams
The contradictory social reality has forced
(and nightmares...).
“Brazilian Bioethics” to search for alternative
perspectives to traditional bioethical theories.
Although principlism was the springboard of Bibliography
the discipline in Brazil and still exerts a certain ANIS – Instituto de Bioética, Direitos Hu-
hegemony in the national academic context, manos e Gênero. Bioética [editorial]. Revista de
there has emerged a movement of intellectual Bioética e Gênero 1999 Oct 2; 1(1).
reaction to the simple discontextualized Campbell, A. The president’s column. Interna-
importation of proposals or ethical “packages” tional Association of Bioethics News 1998; 7: 1-2.
imported indiscriminately from more Diniz D, Guilhem DB, Garrafa, V. Bioethics
developed nations. The Brazilian theoretical in Brazil. Bioethics 1999; 13 (3-4): 244-248.
proposals to Bioethics are still under Dos Anjos M.F. Medical ethics in the
construction and should not be viewed as an developing world: a liberation theology
“affront” or “scientific disobedience” to perspective. The Journal of Medicine and
traditionally constituted theories, but as a heroic Philosophy 1996; 21: 629-637.
attempt for a contextualized search for moral Dos Anjos M.F. Bioética abrangência e dina-
answers appropriate to the specific problems mismo. O Mundo da Saúde 1997; 21 (1): 04-12.
verified in the nation’s reality. The true Dos Anjos, M.F. Notes on Bioethics in Brazil.
effervescence observed in this historical Biomedical Ethics. Newsletter of European
moment of the Bioethics under development Network for Biomedical Ethics (Univ. Tübingen)
in Brazil, which —as was said in the beginning 2000; 5 (1): 42-45.
of the article— is late in coming, though it’s Garrafa V, Oselka G, Diniz D. Public health,
occurring in a manner not yet organic, is the bioethics and equity. Bioética 1997; 5 (1): 27-33.
fertile fruit of a dynamic process that attempts Garrafa, V. Bioethics, health and citizenship.
to make up for lost time. In this sense, incentive O Mundo da Saúde 1999; 23 (5): 263-269.
and interchange with neighboring nations of Garrafa, V. Bioethical reflections on science, health
the Latin American community becomes vi- care and citizenship. Bioética 1999; 7 (1): 13-20.
tal, aimed at the concrete construction of closer Garrafa V, Diniz D, Guilhem DB. Bioethical
and more feasible relations in search of language and its dialects and idiolects. Cadernos
common or proximate solutions to problems de Saúde Pública 1999; 15 Supl. 1: 35-42.
that are many times similar. Garrafa V. Bioética fuerte: una perspectiva
The person who probably best interpreted periférica a las teorías bioéticas tradicionales. Con-
the importance of Bioethics for Brazil in the ferencia en el 3er Congreso de Bioética de América
year 2000 is theologian Márcio Fabri dos Latina y del Caribe; mayo 2000; Panamá.
Anjos, who recently wrote a valuable essay Pessini L. Bioética no Brasil. Iniciativas
on the topic based on what he called a “cul- Institucionais. O Mundo da Saúde 1998; 22 (3):
tural and humanitarian context”. The author 188-190.
speaks of “how Brazil, in the midst of many Pessini L, Barchifontaine CP. Bioética: do
social inequalities, finds in reflection on principialismo à busca de uma pespectiva latino-
americana. In: Costa SI, Garrafa V, Oselka G.
bioethics an important place to develop cri-
(edits). Iniciação à Bioética. Brasil: Conselho
tiques and concrete proposals for creating Federal de Medicina; 1998; 81-98.
and securing a better future. Bioethical
Pessini L. Bioethics; a horizon of hope for a new
perspectives are important in Brazil and for
time. O Mundo da Saúde 1999; 23 (5): 259-262.
Brazil”. The generous words of humanist
Segre M. Editorial. Boletim da Sociedade
Alastair Campbell were prophetic. His
Brasileira de Bioética 1 1999 Nov; (2): 01-02.
reflections served as an impetus and

181
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

GUÍA DE EXIGENCIAS PARA LOS MANUSCRITOS


(Extractadas de las “Instrucciones a los Autores”)

Debe ser revisada por el autor responsable, marcando su aprobación en cada casillero que
corresponda. Los co-autores deben identificarse y firmar la página del reverso. Ambos docu-
mentos deben ser entregados junto con el manuscrito.

Este trabajo (o partes importantes de él) es inédito y no se enviará a otras revistas


mientras se espera la decisión de los editores de Acta Bioethica.
El texto está escrito a doble espacio, en hojas tamaño carta.
Respeta el límite máximo de longitud permitido por esta Revista: 20 páginas
Incluye un resumen de hasta 200 palabras, en castellano y en inglés.
Las citas bibliográficas se presentan con el formato internacional exigido por la re-
vista. (Estilo de Vancouver.)
Incluye como citas bibliográficas sólo material publicado en revistas de circulación
amplia, o en libros. Los resúmenes de trabajos presentados en congresos u otras re-
uniones científicas pueden incluirse como citas bibliográficas únicamente cuando están
publicados en revistas de circulación amplia.
El manuscrito fue organizado de acuerdo a las “Instrucciones a los autores”.
Se indican números telefónicos y de fax del autor que mantendrá contacto con Acta
Bioethica.

Nombre y firma del autor que mantendrá contacto con Acta Bioethica.

Teléfonos: Fax:

183
Guía de Exigencias para los Manuscritos

RESPONSABILIDAD DE AUTORÍA

Cada co-autor debe firmar esta declaración, que se exigirá junto con el manuscrito y la
“Guía de Exigencias para los Manuscritos”.

Título del Manuscrito:

Declaración: Certifico que he contribuido directamente al contenido intelectual de este


manuscrito, a la génesis y análisis de sus datos, por lo cual estoy en condiciones de hacerme
públicamente responsable de él y acepto que mi nombre figure en la lista de autores.

Nombre y Firma de los Co-autores Fecha de Firma

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

INSTRUCCIONES A LOS AUTORES

Los trabajos enviados a Acta Bioethica deberán ajustarse a las siguientes instrucciones, prepa-
radas considerando el estilo y naturaleza de la Revista y los “Requisitos Uniformes Para Manuscri-
tos Enviados a Revistas Biomédicas” ( Estilo de Vancouver), establecidos por el International
Committee of Medical Journal Editors (Annals of Internal Medicine 1997; 126:36-47):

1. Requisitos Técnicos
• El trabajo será escrito a doble espacio, en hojas tamaño carta (21,5 x 27,5 cm), dejando un
margen de 2,5 cm en los cuatro bordes.
• Todas las páginas deben ser numeradas en el ángulo superior derecho, empezando por la
página del título.
• La extensión del texto no debe sobrepasar las 20 páginas.
• Debe enviarse el original, acompañado de una copia para PC, en diskette de 3,5”, de pre-
ferencia en Word Perfect 6.0.
• Deben entregarse 2 ejemplares idénticos de todo el texto, con sus correspondientes refe-
rencias.
• Conserve copias de todo el material enviado.

1.1 Especificaciones tipográficas


• FUENTE: Times New Roman
• TÍTULOS: mayúsculas, negrita, centrado, 13 pt.
• AUTOR: mayúscula inicial y minúsculas, regular, marginado derecha, 13 pt.
• CUERPO DEL TEXTO: 11 pt.
• REFERENCIAS: 10 pt.
• NOTAS PIE DE PÁGINA: 09 pt.
• SUBTÍTULOS DE PRIMERA CATEGORÍA: mayúscula inicial y minúsculas, negritas, marginado a
la izquierda, 11 pt.
• SUBTÍTULOS DE SEGUNDA CATEGORÍA: mayúscula inicial y minúsculas, cursiva negrita, margi-
nado a la izquierda, 11 pt.
• SUBTÍTULOS DE TERCERA CATEGORÍA: mayúscula inicial y minúsculas, cursiva regular, margi-
nado a la izquierda, 11 pt.

185
Guía de Exigencias para los Manuscritos

2. Esquema Estructural del Trabajo


2.1. Página Titular
La primera página del manuscrito contendrá: 1) El título del trabajo, que debe ser conciso
pero informativo sobre el contenido central de la publicación; 2) El o los autores, identificán-
dolos con su nombre de pila, apellido paterno e inicial del materno; 3) Nombre de la o las
Secciones, Departamentos, Servicios e Instituciones a las que debe darse crédito por la ejecu-
ción del trabajo; 4) Nombre y dirección del autor con quien establecer correspondencia o
solicitar separatas, incluyendo número de Fax y Correo Electrónico.
Cada una de las secciones siguientes (2.2 a 2.8) debe iniciarse en una página nueva.

2.2. Resumen y Palabras-clave


La segunda página incluirá un resumen de no más de 200 palabras que describa los propó-
sitos del estudio o investigación, metodología empleada y las conclusiones más importantes.
Al final del resumen los autores deberán agregar e identificar como tales, de tres a diez
“palabras-clave” o frases cortas, que ayuden a los indizadores a clasificar el artículo, las cua-
les se publicarán junto con el resumen. Utilice para este propósito los términos enlistados en
el Medical Subject Headings (MeSH) del Index Medicus; en el caso de términos de reciente
aparición que todavía no figuren en los MeSH, pueden usarse las expresiones actuales. Con-
sultar siguiente Web page:

• http://www.nlm.nih.gov/mesh/meshhome.html

Se recomienda a los autores proporcionar su propia traducción del resumen al inglés


(abstract), el cual también debe consignar listado de palabras-clave (key-words). Acta Bioethica
realizará dicha traducción para quienes no puedan proporcionarla.

2.3. Introducción
Exprese el propósito del artículo y resuma el fundamento lógico del estudio u observación.
Mencione las referencias estrictamente pertinentes, sin hacer una revisión extensa del tema.
No incluya datos ni conclusiones del trabajo que está dando a conocer.

2.4. Metodología
Detalle los métodos, técnicas y procedimientos seguidos para recoger u organizar la infor-
mación.

2.5. Resultados
En trabajos de contenido empírico, resuma los resultados en tablas o gráficos, sin duplicar,
reiterar o analizar la información entregada.

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

2.6. Conclusión
Establezca el nexo de las conclusiones con los objetivos del estudio, evitando hacer afir-
maciones generales y extraer conclusiones que no estén completamente respaldadas por los
datos presentados. Las recomendaciones, cuando sea apropiado, pueden incluirse.

2.7. Agradecimientos
Exprese su agradecimiento sólo a personas e instituciones que hicieron contribuciones
sustantivas a su trabajo, como apéndice del texto.

2.8. Referencias
• Las referencias deberán enumerarse consecutivamente siguiendo el orden en que se mencio-
nan por primera vez en el texto (Sistema de orden de mención [Citation-order system]).
Identifíquelas mediante numerales arábigos, colocados entre paréntesis al final de la frase o
párrafo en que se las alude. Se repetirá este número las veces que se cite la misma referencia.
• Emplee el estilo de los ejemplos descritos en el punto 3, los cuales están basados en el
formato que la U.S. National Library of Medicine (NLM) usa en el Index Medicus.
• Al referenciar revistas científicas cítelas por su nombre completo (no abreviado). (Ver:
National Library of Medicine. List of journals indexed. Full title listing. Index Medicus
1998: 111-190.)
• Absténgase de utilizar resúmenes como referencias.
• Las referencias de artículos aceptados pero aún en trámite de publicación deberán designarse
como “en prensa” o “próximamente a ser publicados”; los autores obtendrán autorización
por escrito para citar tales artículos y comprobar que han sido aceptados para publicación.
• El estilo de los “Requisitos Uniformes” (Estilo de Vancouver) se basa en su mayor parte en
un estilo estándar ANSI (Americam National Standards Institute) adaptado por la NLM
para sus bases de datos.

3. Artículos de Revistas Científicas


3.1. Artículo estándar de revista
Apellido e inicial del nombre del o los autores, en altas y bajas. Mencione todos los autores
cuando sean seis o menos; si son siete o más, incluya los seis primeros y agregue “et al”.
Parkin DM, Clayton D, Black RJ, Masuyer E, Friedl HP, Ivanov E, et al. Childhood
leukaemia after Chernobyl: 5 year follow-up. British Journal of Cancer 1996; 73: 1006-12.

3.2. Autor corporativo


The Cardiac Society of Australia and New Zealand. Clinical exercise stress testing, Safety
and performance guidelines. Medical Journal of Australia 1996; 164: 282-84.

187
Guía de Exigencias para los Manuscritos

4. Libros y otras Monografías


4.1. Individuos como autores
Ringsven MK, Bond D. Gerontology and leadership skills for nurses. 2nd. ed. Albany(NY):
Delmar Publishers; 1996.

4.2. Directores (editores) o compiladores como autores


Norman IJ, Redfern SJ, (eds). Mental health for elderly people. NewYork: Churchill
Livingstone; 1996.

4.3. Capítulo de libro


Phillips SJ, Whistnant JP. Hypertension and stroke. In: Laragh JH, Brenner BM, (eds).
Hypertension: pathophysiology, diagnosis and manangement. 2nd. ed. New York: Raven Press;
1995. p. 465-78.

5. Material Electrónico
5.1. Artículo de revista en formato electrónico
Morse SS. Factors on the emergence of infectious diseases. Emerg Infect Dis [serial online]
1995 Jan-Mar [cited 1996 Jun 5]; 1 (1): [24 screens]. Available from: URL: http://www.cdc.gov/
ncidod/EID/eid.htm.
Para otros tipos de publicaciones, no incluidos en este listado básico, remítase a los ejem-
plos dados en el Annals of Internal Medicine 1997; 126: 36-47.
Las mayoría de las revistas científicas han publicado los “Requisitos Uniformes para Ma-
nuscritos Enviados a Revistas Biomédicas”, del Comité Internacional de Editores de Revistas
Médicas (CIERM); en la actualidad varios sitios de Internet incluyen dicho documento.
Consultar las siguientes Web pages:

• http://www.adm.org.mx/biblioteca/req.html
• http://www.nlm.nih.gov
• http://www.infmed.com.ar/REQUISPUB.htm
• http://www.ijhp.org/manuscript.htm
• http://www.etikkom.no/NEM/REK/vancouv.htm
• http://www.facs.org/about_college/acsdept/jacs/manureq

6. Separatas
Deben ser solicitadas por escrito a Acta Bioethica, después de recibir la comunicación
oficial de aceptación del trabajo. Su costo debe ser asumido por el autor.

188
Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

7. Guía de Exigencias para los Manuscritos y Declaración de Responsabilidad


de Autoría
Ambos documentos deben ser entregados junto con el manuscrito.

NOTA: Para la elaboración del presente documento el Departamento de Publicaciones y


Diseminación del Programa Regional de Bioética OPS/OMS consultó las siguientes fuentes
bibliográficas:

• Organización Panamericana de la Salud. Manual de estilo OPS. Washington, DC: OPS;


1995. (Documento PAHO/WHO STAND/ 95.1)
• International Committee of Medical Journal Editors. Uniform requirements for manuscripts
submitted to biomedical journals. Annals of Internal Medicine 1997; 126: 36-47.
• Day R. Cómo escribir y publicar trabajos científicos. Washington, DC: Organización Pa-
namericana de la Salud; 1990. (Publicación Científica 526)
• Sociedad Médica de Santiago. Revista Médica de Chile 1998; 126: 875-887.
• National Library of Medicine. List of journals indexed. Full title listing. Index Medicus
1998: 111-190.

Y los siguientes Websites:

• http://www.adm.org.mx/biblioteca/req.html
• http://www.nlm.nih.gov
• http://www.infmed.com.ar/REQUISPUB.htm
• http://www.ijhp.org/manuscript.htm
• http://www.etikkom.no/NEM/REK/vancouv.htm
• http://www.facs.org/about_college/acsdept/jacs/manureq

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