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TRABAJO INDIVIDUAL
Título: Una mirada hacia el patrimonio cultural del Centro Histórico de Lima: El
impacto del Plan Piloto de Lima entre los años 1940 y 1970 en la conservación
de su arquitectura religiosa y civil
Horario: 0694
Comisión: D
SEMESTRE 2022-2
Una mirada hacia el patrimonio cultural del Centro Histórico de Lima: El impacto del Plan Piloto de Lima entre los
años 1940 y 1970 en la conservación de su arquitectura religiosa y civil
Luis Angel Soto Bellido
Sumilla (abstract):
Esquema de contenido:
Introducción
1. Estado de la cuestión.
2. Marco de referencia.
3. Capítulo de análisis.
3.2. Impacto social de los planes de urbanización modernos en los habitantes de Lima
Centro
Conclusiones.
Bibliografía
1. Estado de la cuestión
El presente trabajo tiene como objetivo analizar de qué forma los planes de urbanización
desarrollados en el Centro Histórico de Lima generaron un impacto negativo en la
conservación del patrimonio cultural arquitectónico religioso y civil a través de, por un lado,
los ensanches de avenidas principales y, por otro lado, la creación de una “ciudad moderna”.
Por tal motivo, esta investigación se enfocará en el análisis del impacto de los planes
urbanos en la arquitectura religiosa como en la civil, debido a que son los tipos de
monumentos que resultaron más afectados a partir de las planificaciones urbanas
modernistas a mediados del siglo XX. Cabe resaltar que se han encontrado diversas fuentes
que han hablado de temas relacionados con respecto a las ideas centrales de la
investigación, por lo que se explicarán las fuentes que guardan mayor relación con los
temas principales del trabajo.
Con respecto al marco de referencia, se han encontrado artículos de revistas y e-books que
son referentes al tema en cuestión, sobre todo porque las definiciones que contienen son
específicas y relacionadas con el marco de esta investigación, la cual busca hablar sobre los
monumentos históricos (viviendas, hospitales, colegios, iglesias, etc.) y, en cuanto al marco
histórico, nos aporta información sobre cómo es que fueron afectadas estas edificaciones
por la llegada de una arquitectura moderna, la cual arraigó consigo un urbanismo
modernista en el Centro Histórico de la capital.
arquitectónica, resaltando las diferencias que buscaba marcar este movimiento con el estilo
clásico.
En el marco histórico, se han empleado investigaciones previas que narran tres etapas
importantes en Lima Centro, las cuales son entre 1920 y 1940 previo a la llegada de la
arquitectura moderna en el Perú; el cambio de visión en la arquitectura peruana entre 1940
a 1960 tras la difusión del movimiento moderno dentro de la arquitectura y el urbanismo; y,
finalmente, en la década de 1970. Los estudios de Martucelli (2000), Quispe (2017) y
Hamann (2015) nos explican las primeras reformas urbanas en la ciudad durante el gobierno
de Augusto Leguía y la “Patria Nueva”, en donde aportan el desarrollo y evolución histórica
de la ciudad en los primeros años del siglo XX. Para la llegada de la arquitectura moderna
en la década de 1940, el libro de la Municipalidad Metropolitana de Lima (2018) nos
introduce los cambios urbanísticos que sufrió el casco histórico de la ciudad a partir de los
planes urbanos modernistas que modificaron el panorama urbano del CHL a través de, por
un lado, los ensanches de avenidas principales y, por otro lado, la búsqueda de una “ciudad
moderna”.
Con respecto al capítulo de análisis, este se encuentra dividido en tres apartados, en base al
tipo de impactos que se generaron en el CHL: en primer lugar, el impacto arquitectónico; en
segundo lugar, el social; y, en tercer lugar, las consecuencias a nivel urbano de las
planificaciones del urbanismo moderno.
Para el impacto a nivel arquitectónico, los textos de Ortiz (1992), CIDAP et al (2011) y del
Ministerio de Cultura (s/f), son las fuentes principales empleadas para poder explicar los
planes de urbanización gestionados por la Municipalidad de Lima y, así como realizar un
análisis de algunos de ellos, principalmente el Plan Piloto de Lima (PPL), además de otras
planificaciones como el Plan de Desarrollo Metropolitano (Plan Met) y el Plan del Centro de
Lima como planes urbanísticos posteriores.
Para el impacto urbano, tenemos, por un lado, a Ludeña (2021), quien en Ciudad y
arquitectura de la República. Encuadres 1821-202, aporta el desarrollo de los planeamientos
2. Marco de referencia
misma y su importancia como capital virreinal, resaltando la influencia que tuvo en el resto
del continente […]» (2018, p. 14)
El reconocimiento del patrimonio edificado como signo de identidad y como soporte de la memoria
histórica obliga a las sociedades democráticas a dar cabida en él a las construcciones más
relevantes de clases sociales como los labradores, los obreros industriales o la burguesía urbana,
[…] que les representasen, a diferencia de las aristocracias, laicas o religiosas, promotoras de los
grandes “monumentos” que perpetuaron la memoria de su dominio (2013, s.p.).
Por ello, la valoración que tiene una población con respecto a su patrimonio arquitectónico le
permite dar un mayor estatus e importancia a su trascendencia en la historia, tanto a nivel
social y cultural.
Los ensanches de avenidas han sido una de las características más resaltantes del
urbanismo de Lima del siglo XX. También llamada como expansión urbana, Bonilla, E et.
al. definen este tipo de urbanización como «[…] el inicio de la demolición de las murallas de
Lima y la apertura de avenidas para conducir automóviles desde el centro hasta los pueblos
y balnearios» (2009, p. 370). Asimismo, estos ensanches de avenidas y expansiones
urbanas permitieron la urbanización y conurbación de la capital y el puerto. Cuando se
diseñaban estas expansiones previo a su construcción, se buscaba reemplazar las
estrechas calles del Centro Histórico que contrastaban con las secciones anchas y amplias
de las nuevas calles pensadas para la circulación de automóviles que incluían avenidas con
La arquitectura moderna fue una de las corrientes arquitectónicas más importantes durante
el siglo XX, la cual tuvo un gran impacto a nivel global y, sobre todo, a países de América
Latina, como Perú, que buscaron adaptar este estilo internacional. Según Abad et. al., la
arquitectura moderna «se caracterizaba fundamentalmente por la no disociación entre forma
y valores socio morales y que pretendía crear una nueva estética para un nuevo mundo
tecnológico.» (2014, p. 33). En otras palabras, era una corriente arquitectónica que surgía
por la existencia de una industrialización y globalización mundial, en la cual surgen nuevas
necesidades, tipos de espacios, usos, entre otros más, a través de una “nueva arquitectura”
que recurra a los nuevos materiales, sistemas constructivos y espacios que requiere esta
nueva época. De igual manera, Tournikiotis comenta que este movimiento se trata de una
experiencia anti historicista que surge como una actitud radical a manera de repulsa del
pasado (2001, p. 7), por lo que, inicialmente, la arquitectura moderna rechazaba todo
aquello que pudiera recordar la arquitectura clásica que la consideraban como “obsoleta”.
Durante el inicio del siglo XX, existe una diferenciación entre lo clásico y lo moderno: «las
contradicciones radicales entre el historicismo y el Movimiento Moderno, o bien entre la
arquitectura heterónoma y la autónoma, derivan de esta actitud negativa y polémica ante el
pasado» (Tournikiotis: 2001, p. 46). Asimismo, este cambio de visión en la arquitectura
moderna se debe al racionalismo y abstracción presentes en el movimiento modernista.
Como dice Martucelli en su libro, «la modernidad sustenta su arquitectura en algo que
supuestamente la ha acompañado a lo largo de su historia: su categoría de disciplina
A inicios del siglo XX, la ciudad de Lima se encontraba en una situación crítica debido a que
«[…] las calles y plazas no estaban pavimentadas ni asfaltadas; solo algunas contaban con
piedra rodada de río. Además, Lima era una ciudad sin servicios de agua potable, desagüe
ni depósitos de basura. Esto generaba la propagación de enfermedades mortales las
enfermedades venéreas y las tíficas» (Quispe: 2017, p. 95), por lo que uno de los aspectos
más importantes a evaluar en los futuros planes urbanos era la higienización de la ciudad.
Esto también es mencionado por Hamann, quien reafirma esta situación de la ciudad: «En
1919, […], Lima era una ciudad muy atrasada en el aspecto urbano. Los servicios sanitarios
de agua potable, desagüe, pavimentación e incineración de basura no existían o eran
defectuosos. […] Los servicios de alumbrado eléctrico, tracción y fuerza eran deficientes»
(2015, p. 72). Asimismo, cabe mencionar que se estaba generando una mayor producción
En 1919, Augusto B. Leguía asume la presidencia del Perú, con lo cual empiezan nuevas
reformas urbanas para la ciudad y el CHL. En efecto, «la modernidad comienza a asomar en
la sociedad peruana en los años 20 de este siglo […] cuando comienza a asomar la lógica
de la sociedad civil como socialmente significativa» (Martucelli: 2000, p. 49); es decir, se
genera una nueva visión con respecto a los problemas urbanos del centro de Lima, como
falta de alcantarillados, que desencadenan en problemáticas de carácter social, lo cual
genera un enfoque más público a las propuestas y cambios urbanísticos en esta etapa.
Cabe resaltar que esta etapa, que abarca entre la década de 1920 y 1940, está marcada por
la búsqueda de una arquitectura peruana, capaz de participar a la redefinición de la
peruanidad (Martucelli: 2000, p. 50), lo cual se evidencia en la arquitectura de la época,
prevaleciendo estilos más pegados a la corriente clásica, como edificios con elementos del
Art Nouveau y fachadas historicistas. Por esta modernidad, se empezó a dejar de lado la
influencia española en las construcciones y diseños urbanos, ya que se adoptaron modelos
franceses e ingleses al crearse plazas y boulevards, lo cual transformó el panorama
arquitectónico y urbano de Lima (Hamann: 2015, p. 63)
Con el objetivo de expandir el centro de Lima, el gobierno de Leguía diseñó una nueva
planificación urbana, en la que se realizaron diferentes propuestas urbanas, donde se
priorizó la aplicación de medidas sanitarias. En efecto, Quispe afirma:
“Durante el oncenio de Leguía (1919-1930), la ciudad se expandió tanto al sur como hacia el oeste a
través de la creación de las nuevas avenidas: la avenida Piérola (hoy avenida Brasil); la avenida Leguía
(hoy avenida Arequipa) y la avenida El Progreso (hoy avenida Venezuela, siendo las dos últimas
construidas en 1921 y 1924, respectivamente” (Municipalidad de Lima 2018)
“La ciudad de Lima aún conservaba su centralidad y se enfrentaba a dos principales problemas: El
tráfico vehicular, ya que para el año 1930 circulaban ya más de 10000 autos en la ciudad, y por otro
lado, la tugurización de la vivienda del Centro Histórico” (Municipalidad de Lima 2018)
En nuestro país, la arquitectura moderna llegó con cierto retraso, tal cual menciona Campos,
quien establece que «el Movimiento Moderno en el Perú se manifestó entre 1945 y 1965,
periodo en el que arquitectos peruanos que habían estudiado en el extranjero y arquitectos
extranjeros que llegaron al Perú ejercieron su profesión influenciados por la nueva
arquitectura del siglo XX [...]» (2000, p. 65), inspirados de las nuevas corrientes artísticas
europeas de la Bauhaus y De Stijl, junto a los estándares arquitectónicos establecidos por el
Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM).
Durante estos años, «[…] el antiguo núcleo de la ciudad virreinal fue víctima de drásticas
transformaciones, principalmente el ensanche de varios de los estrechos jirones del centro
de Lima para dar paso a las nuevas avenidas» (Municipalidad Metropolitana de Lima 2018,
p. 53), inspirados en los planes urbanos modernistas. Estas medidas afectaron al desarrollo
urbano de Lima al buscar la apertura de grandes vías, la modernización de la ciudad y la
reconstrucción nacional con la aplicación de una nueva arquitectura en el Centro Histórico
de Lima (Campos: 2000, p. 65), motivos por los cuales se fue alterando progresivamente el
panorama del casco histórico.
Tras la llegada tardía de la arquitectura moderna al Perú, «este segundo periodo fue
marcado por la fuerte impronta de la que tal vez haya sido la sola “verdadera” escuela
arquitectónica en el Perú del siglo XX, a saber, la tradición moderna» (Martucelli: 2000, p.
50); en otras palabras, durante estos años, se instauró una nueva arquitectura que fue
implementaba por los arquitectos de la época, en la cual buscaron establecer una “tradición
modernista” peruana. En efecto, como menciona Martucelli, la tradición moderna en el Perú
buscaba transmitir a través de la arquitectura el deseo de modernidad que se planteaba en
el país desde hace tiempo, ya que la búsqueda de una definición moderna del Perú cobra
importancia por encima de cualquier otra voluntad de inscripción desde el pasado de una
identidad nacional (2000, p. 50). Por ello, se puede afirmar que existe un abandono de la
identidad nacional por entrar en la globalización mundial a través de una arquitectura de
corriente internacional y modernista. Como se puede evidenciar, en búsqueda de asemejar
e imitar a las grandes potencias mundiales, la arquitectura en el Perú trató de negar su
identidad y peruanidad para encajar en los estándares de los países de primer mundo.
Algunas de las características que empleaba este International Style pertenecen a la primera
etapa de la arquitectura moderna, la cual «propone un manejo formal purista, caracterizada
por la necesidad de expresar los valores universales del lenguaje arquitectónico a partir del
edificio» (Montetrusque: 2013, p. 45), además de incorporar un nuevo lenguaje
arquitectónico con la introducción de formas, composición, organización, detalles, texturas y
nuevos materiales (Campos: 2000, p. 66). Sin embargo, debido a que se buscaba mantener
los lineamientos y normativas modernistas, Montetrusque añade que «la relevancia de la
arquitectura es básicamente disciplinar, apuntando a la desterritorialización y por lo tanto a
sus posibilidades compositivas dentro del estilo internacional» (2013, p. 46). Como
menciona Kahatt, «esta versión planetaria de la Modernidad, vaciada de todo contenido, […]
se convirtió en un pobre manual de uso y/o recetario del “estilo internacional”» (2004, p. 55);
por ello, la arquitectura moderna en el Perú se impuso como una corriente que no guardaba
una relación con el entorno preexistente de la ciudad de Lima.
Tras los cambios generados en el tejido urbano del CHL con la llegada de la arquitectura
moderna, se genera una tercera etapa que adquiere relevancia en la década de 1970, la
cual, según Martucelli, «está marcada por la invasión descontrolada del contexto urbano en
el seno de la producción arquitectónica» (2000, p. 50), por lo que Lima se convierte en un
reflejo de las tensiones cultural y sociales internas del país. Esto es debido a la deterioración
del panorama urbano de Lima, sobre todo del Centro Histórico, el cual fue modificado a
partir de las planificaciones urbanas y la construcción de edificios de arquitectura
internacional o International Style entre las casonas coloniales del entorno preexistente de
Lima Centro.
En efecto, debido a diversos factores sociales y culturales en la ciudad, «la arquitectura del
periodo será, entonces, tremendamente dispersa, debido al incremento importante del
número de arquitectos en el país, la profusión de formaciones académicas con influencias
cada vez más heterogéneas, así como el crecimiento descontrolado de la masa urbana»
(Martucelli: 2000, p. 51). Esto ocurría dentro del desborde urbano de Lima en el que la
arquitectura y el paisaje urbano eran temas de último plano y no eran considerados para el
debate ni reflexiones dentro del contexto de la ciudad (Kahatt: 2004, p. 57).
Bibliografía:
Abad, N., et al (2014). Atlas de Teoría y Arquitectura. Universidad Iberoamericana, (1), 1-51.
https://issuu.com/teoriadelaarquitecturaunibe/docs/atlas_de_teor__a_y_arquitectura._vo_0e
8e2100b0dfbb/38.
Bonilla, E., Fuentes, C., García, J., Guzmán, M., Martucelli, E., Negro, S., Villamón, J.,
Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Ricardo Palma. (2009). Lima y el Callao:
guía de arquitectura y paisaje. Lima: Universidad Ricardo Palma
Quispe, F. (2017). La gran Lima y la planificación urbana de 1926. Revista A, (9), 94-99.
https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/arquitectura/article/download/22317/21582/
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