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2006
Minor E. Salas
INTERDISCIPLINARIEDAD DE LAS CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS:
¿IMPOSTURA INTELECTUAL O ASPIRACIÓN CIENTÍFICA?
Revista de Ciencias Sociales (Cr), año/vol. III-IV, número 113-114
Universidad de Costa Rica
San José, Costa Rica
pp. 55-69
http://redalyc.uaemex.mx
Rev. Ciencias Sociales 113-114: 55-69 / 2006 (III-IV)
ISSN: 0482-5276
Minor E. Salas*
Estas anticipaciones, estos viajes a la Luna, estas fabricaciones de monstruos
y de gigantes son, para el espíritu científico, verdaderas regresiones infantiles.
A veces divierten, pero jamás instruyen.
Resumen
Abstract
* msalas@derecho.ucr.ac.cr
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1 Por el momento, se va a renunciar a una discusión 2 Nietzsche, F., Die fröhliche Wissenschaft, [La gaya
detallada sobre las diferencias semánticas que pue- ciencia] en: Werke in drei Bänden, editado por Karl
dan existir entre estos conceptos, los cuales van a Schlechta, Hanser, München, Alemania, 1954,
ser tomados en un sentido muy lato. Por interdis- tomo 2, parágrafo 354.
ciplinariedad se entenderá la posible contribución
3 Véase al respecto mi libro: Kritik des strafpro-
de conocimientos que una disciplina haga a otra
zessualen Denkens [crítica del pensamiento
distinta; es decir, a una relación entre diferentes
procesal-penal], Editorial C.H. Beck, München,
campos del saber. En este supuesto, cada una de las
Alemania, 2005, 391 pp., en especial el § 10.
disciplinas conserva su autonomía epistemológica.
Por transdisciplinariedad se entenderá la tras- 4 Para la discusión clásica véase Dilthey, W.,
misión de saberes que cruzan ambos campos del “Introducción a las ciencias del espíritu”, trad. de
conocimiento, cuyo resultado es el nacimiento de Julián Marías y prólogo de José Ortega y Gasset,
una nueva perspectiva o una nueva manera de ver Revista de Occidente, 2. Edición, Madrid, España,
la realidad, influida esta por los conocimientos pri- 1966; Rickert, H., Ciencia Cultural y Ciencia
migenios, pero sin supeditarse totalmente a ellos. Natural, trad. de Manuel García Morente, 4.
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Edición, Espasa-Calpe S.A., Madrid, 1965; para la 5 Bachelard, G., La formación del espíritu científico.
discusión actual: Bunge, M., Buscar la Filosofía en Contribución a un psicoanálisis del conocimiento
las Ciencias Sociales, trad. de Tziviah Aguilar Aks, objetivo, Siglo Veintiuno Editores, Buenos Aires,
Siglo Veintiuno Editores, Madrid, España, 1999. Argentina, 2003, p. 15.
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setenta. En el campo del Derecho es un térmi- mensurabilidad implicaba una imposibilidad radi-
no relativamente desconocido requiriendo, por cal de comunicación racional entre los científicos.
ende, una explicación más pormenorizada. La La transición de un paradigma a otro, o
tesis de la inconmensurabilidad fue desarrollada lo que es similar, la división entre un periodo de
por Thomas Kuhn6 y, posteriormente, con más ciencia normal9 y un periodo revolucionario10
detalle, por Paul Feyerabend7, con el objetivo de trae aparejado un cambio substancial en el len-
describir el problema de la comunicación episte- guaje, en los problemas, en las soluciones y en los
mológica entre teorías o paradigmas contrapues- métodos empleados por la comunidad científica11,
tos8. En la discusión especializada, en el campo lo que impide cualquier diálogo productivo. Esta
de la teoría de la ciencia, hoy día es reconocido transformación puede significar un cambio, ya
que el concepto de inconmensurabilidad atra- no solo en el nivel epistemológico, sino incluso
vesó por varias etapas, de tal suerte que asu- en el plano de la ontología. Hay que recordar la
mió, como mínimo, tres diferentes significados. polémica expresión de Thomas Kuhn al afirmar
En su primera aproximación a la temá- que el cambio de paradigma origina, entre los
tica, la cual es posible rastrear hasta 1962, con miembros de las teorías contrapuestas, un ver-
la aparición de la Estructura de la Revoluciones dadero “cambio de mundo”12 .
Científicas, se perfiló un concepto de inconmen- Desde esta perspectiva, el concepto de
surabilidad que involucraba aspectos semánticos, inconmensurabilidad aparecía como un serio
observacionales y metodológicos entre los distin- reto a la racionalidad de la ciencia13 y, en nues-
tos paradigmas. Con el término inconmensura- tro caso, a la racionalidad de la ciencia jurídica;
bilidad se apuntaba, básicamente, a una impo- pues si se admite la tesis de Kuhn, entonces
sibilidad estructural (ontológica) de establecer
parangones o puentes relacionales entre teorías, 9 Se define la ciencia normal como una “investiga-
debido a la ausencia de estándares o reglas neu- ción basada firmemente en una o más realizacio-
trales (metarreglas de decisión) que sirvieran nes científicas pasadas, realizaciones que alguna
para zanjar las diferencias entre dichas teorías. comunidad científica particular reconoce, durante
cierto tiempo, como fundamento para su práctica
Expresado de forma más clara: las teorías cien- posterior”. Kuhn, op. cit., p. 33.
tíficas de distinto cuño y alcance no se pueden
10 Grosso modo, el periodo revolucionario es aquella
comparar ya que no existe un lenguaje común
etapa en el desarrollo científico donde un viejo
que permita tal cosa. Esta situación generó una paradigma es sustituido, en todo o en parte, por
gran preocupación filosófica en ciertos círculos, otro nuevo e incompatible.
especialmente en el interior de la filosofía de la 11 Kuhn nos sugiere que se trata de un grupo rela-
ciencia, pues se sugería que la tesis de la incon- tivamente homogéneo de especialistas en su dis-
ciplina, que comparten una educación y valores
científicos similares. Además, posee [la comuni-
dad] una serie de “reglas de juego”, o alguna base
6 Kuhn, Th., The Structure of Scientific Revolutions, equivalente, para emitir juicios inequívocos sobre
3. Edición, The University of Chicago Press, los temas que le ocupa. Se dedica a resolver pro-
Chicago y Londres, 1996, véase en especial el blemas sobre el comportamiento de la naturaleza
“Postcript” escrito en 1969, p. 174 y ss. en forma detallada, encontrándose, muchas veces,
en cierto aislamiento respecto a otro tipo de pro-
7 Feyerabend, P., Against Method, 3. Edición,
blemas. Las soluciones ofrecidas por la comunidad
Editorial Verso, Londres, New York, 1993, pp. 211-
deben satisfacer, no solo los intereses personales
213 y pp. 262-263.
de sus miembros, sino ser compartidas intersubje-
8 M u y cl a r o e n l a d i s c u s i ó n L u e k e n , G ., tivamente (véase al respecto el capítulo “Progreso
Inkommensurabilität als Problem rationalen a través de las Revoluciones”, Kuhn, Th., op.cit.).
Argumentierens, [Inconmensurabilidad como pro-
12 En particular el capítulo “Las Revoluciones como
blema de la argumentación racional] Frommann
Cambios en el Concepto del Mundo”, donde tam-
Holzboog, 1992; en nuestro medio véase la críti-
bién se entra a explicar en detalle el problema del
ca, muy concreta, de Sokal, A. y Bricmont, J.,
cambio gestáltico.
Imposturas Intelectuales, trad. de Joan Carles
Guix Vilaplana, Paidós Editores, Barcelona, Buenos 13 En especial de las ciencias físicas, las cuales son el
Aires, México, 1999, en especial las páginas 82 y ss. interés central de nuestro autor.
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se cae en la imposibilidad del diálogo racional de la ciencia se vería reducida a una sociología
entre dos teorías distintas. Al no existir la posi- de la ciencia15.
bilidad de una comunicación, la comparación Un segundo momento en el análisis del
entre teorías resulta imposible y, por lo tanto, tema, llevó a Kuhn a circunscribir la noción
la elección entre ellas queda reducida a un nivel de inconmensurabilidad teorética a un nivel
irracional, arbitrario o de gustos personales semántico y ya no ontológico. Sostener que
de los científicos o juristas. Adicionalmente, dos teorías son inconmensurables es sostener
la irracionalidad se filtra en otro sentido, pues que no comparten un lenguaje común o que
al aceptarse la ruptura epistémica y de diálo- sus conceptos básicos no tienen un sentido que
go entre las dos aproximaciones teoréticas, sea común a ambas. En esta fase de transición,
entonces se admite, igualmente, la ruptura en el problema de la inexistencia de un algoritmo
el desarrollo del saber. El conocimiento avanza neutral se mantiene, únicamente que la con-
mediante “saltos” cualitativos y cada uno de clusión que se extrae al respecto no es ya la
estos “saltos” es incompatible con los preceden- transformación total en la realidad (“cambio del
tes. La historia de la ciencia resulta, entonces, mundo”), sino más bien la imposibilidad de una
fragmentaria y discontinua. traducción exacta o perfecta entre los lenguajes
En síntesis: la inconmensurabilidad en o métodos de las distintas teorías.
su primer sentido (ontológico) emerge como Así, el problema de la traducción se con-
un subproducto complejo de la relación y cam- vierte en el eje de mayor interés durante todo
bio entre dos paradigmas opuestos. Al no exis- este periodo, lo que conduce a Kuhn, en el
tir un algoritmo neutral o una metarregla de ámbito de la ciencia, a dibujar un paralelismo
decisión para optar entre la teoría o paradigma entre su tesis de la inconmensurabilidad y la
anterior y el nuevo paradigma, entonces la tesis de Willard van Orman Quine relativa a la
elección entre ellos es oscura y queda sujeta al “indeterminación de la traducción”16.
arbitrio de quien pueda imponer su voluntad El problema de la “indeterminación de la
sobre los demás miembros de la comunidad traducción” tiene que ver, esencialmente, con el
científica. La inconmensurabilidad involucra, problema de la referencia empírica (designata)
en esta primera etapa, tres aspectos esenciales: de las categorías científicas en discusión. Al
la imposibilidad de observación y existencia de existir una imposibilidad material de localizar
teoremas neutrales, los cambios radicales en el siempre el referente de los términos científicos,
aparato conceptual y metodológico y los cam- en virtud de los permanentes e inevitables cam-
bios en “el mundo” de los científicos y de lo bios históricos, ideológicos y paradigmáticos,
que se acepta o no como una prueba empírica entonces la cuestión de la intraducibilidad de
confutable. esos términos parece inevitable. Kuhn ha sido
Se ha dicho que esta primera aproxima- al respecto bastante claro:
ción a la temática adolece de algunos proble-
mas, particularmente por su grado de genera-
lidad y abstracción, así como por lo drástico de 15 Compárese las críticas de Socal y Bricmont a la
sus afirmaciones14. Si se admitiera la hipótesis “sociología de la ciencia”, op. cit., páginas 95 y ss.
de la inconmensurabilidad en sentido fuerte, tal 16 H. C. Sanky nos ha resumido la tesis de Quine
y como ha sido expuesta, entonces las teorías sobre la indeterminación de la traducción de la
de la ciencia (y para nuestro caso de las ciencias siguiente forma: “Quine’s thesis, in brief, is that
sociales y jurídicas), se verían reducidas, prácti- ‘manuals for translating one languaje into another
camente, al capricho de sus cultores. La teoría can be set up in divergent ways, all compatible with
the totality of speech dispositions, yet incompatible
with one another,” en su obra: Incommensurability
Thesis, Editorial Avebury, 1994, capítulo 1, p. 23.
14 Prueba de lo externado son las múltiples críticas a Kuhn, por su parte, nos dice: “Briefly put, what
que se vería sometida esta perspectiva y que haría the participants in a communication breakdown
que después Kuhn fuera avanzando hacia tesis can do is recognize the each other as members of
más mesuradas (“modestas” como él les llamó) y different language communities and then become
realistas como veremos infra. translators”, op. cit. página 202.
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24 El hecho que admitamos la importancia capital del Wissenschaft, Frankfurt am Main, Alemania, 1984,
lenguaje en la mentalidad científica no significa, proposición 5.6.
de modo alguno, que justifiquemos la utilización
26 Referencias detalladas en: Borsche, T., Klassiker
de una jerga pedante e incomprensible en las disci-
der Sprachphilosophie. Von Platon bis Noam
plinas científicas.
Chomsky [Clásicos de la Filosofía del lenguaje.
25 Wittgenstein, L., Tractatus Logico-Philosophicus, De Platón a Noam Chomsky], C. H. Beck Verlag,
en: Werkausgabe Band 1, Suhrkamp Taschenbuch Múnich, Alemania, pp. 77 y ss.
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Esta circunstancia es para las modernas Es a partir de esta concepción que Whorf
ciencias naturales [y sociales] de una apela por la tolerancia intercultural en el campo
tremenda importancia. Ella nos dice que de la etnolingüística, lo que viene a significar
ningún individuo es completamente libre no solo una oposición abierta a cualquier forma
de describir la realidad de una manera de colonialismo lingüístico, sino también un
neutra, sino que, incluso en los momen- llamado a la humildad en el campo de las cien-
tos en que se sienta más libre, estará cias. Whorf incluso llevó su tesis al extremo de
limitado a determinadas interpretaciones sostener que la moderna especialización lin-
[de esa realidad]29. güística en las diferentes disciplinas del saber
humano es, en realidad, un obstáculo para el
De esta forma Whorf se adelantó, por desarrollo científico. El mundo científico se ha
varios años, a los resultados a que arribaría la transformado en una especie de Torre de Babel,
moderna discusión hermenéutica de Gadamer de tal suerte que se manejan ahí casi tantos
y Heidegger. lenguajes como científicos hay, lo que impide la
Es importante mencionar que para comprensión de totalidades llenas de sentido.
Whorf existe una igual justificación de todos los
sistemas lingüísticos, de tal suerte que ningún Similares ideas a las expuestas por
lenguaje o idioma es más importante o supe- Whorf fueron luego tematizadas por Ludwig
rior a otro cualquiera. Cada lenguaje tiene su Wittgenstein con los conceptos de “forma de vida”
propia función en la representación del mundo y “juegos del lenguaje”31. Según la concepción del
respectivo. La realidad se despliega como un filósofo austriaco cada lenguaje constituye, en
“mosaico” de estructuras y capas lingüísticas última instancia, una forma de vida de la respec-
que son estudiadas por las diferentes disciplinas tiva comunidad científica. “Imaginarse un len-
del saber humano. A este respecto Whorf tiene guaje, nos dice Wittgenstein, significa imaginarse
una bellísima metáfora, la cual reza así: una forma de vida”32. El problema se presenta en
cuanto se reconoce que cada “juego del lenguaje”
Es como si mirásemos fijamente a una lleva implícito una determinada “gramática” (esto
pared completamente recubierta de es, un conjunto muy especializado de reglas sin-
pequeños y finos mosaicos. Después
observamos como esos mosaicos consti- 30 Ibid., p. 49.
tuyen la base para un delicado, pero aún 31 Wittgenstein, L., Philosophische Untersuchungen,
desdibujado, ramillete de flores. Mientras [Inve st igacione s Filosóf ic a s] Werk au sga be
prestamos mayor atención, percibimos Band 1, Suhrkamp Taschenbuch Wissenschaft,
entre los ramos de flores algunos espa- Frankfurt am Main, Alemania, 1984, Nro. 19,
23, 241 entre otros. Respecto a la discusión de
cios vacíos ordenados en forma de espi-
fondo sobre ambos conceptos véase: Grewendorf,
rales. Luego, descubrimos que esas espi- G., Sprache als Organ. Sprache als Lebensform;
rales constituyen, en realidad, letras que, [Lenguaje como Órgano. Lenguaje como Forma de
si son puestas en el orden correcto, inte- vida.] Lütterfelds, W./Roser, A., Der Konflikt der
gran determinadas palabras y que estas Lebensformen in Wittgensteins Philosophie der
Sprache. [El conflicto de las formas de vida en la
están, unas tras otras, formando largas
filosofía del lenguaje en Wittgenstein.] No obstante,
listas, que sirven a su vez para registrar tengo la impresión de que algunos de los recientes
y clasificar distintos objetos del mundo trabajos en la materia contribuyen más bien a
oscurecer la discusión que a aclararla.
29 Ibid., p. 12. 32 Wittgenstein, L., op.cit. B., Nro. 19.
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tácticas, semánticas y pragmáticas) que pueden la cual, el desarrollo de los organismos está
ser independientes (inconmensurables) de otras condicionado por el ambiente 35. En el ámbito
“gramáticas” alternativas. Dicho metafóricamen- de las ciencias sociales, esto es, de la sociolo-
te: uno no puede jugar fútbol con las reglas del gía, esta concepción fue difundida por Niklas
ajedrez. ¡Hacerlo es exponerse a ser hospitalizado Luhmann; en el campo del Derecho, su prin-
o a ser tomado por un mentecato! cipal cultor es Günther Teubner. Este último,
caracteriza la autopoiesis a partir de tres
atributos básicos: La capacidad de los siste-
3. El problema de un sistema jurídico mas de reproducir sus propios componentes;
cerrado la capacidad de estos sistemas de conservar
dichos componentes y; finalmente, la capa-
El último de los obstáculos epistemoló- cidad de la auto-descripción (conocida como
gicos mencionados arriba (respecto a la comu- “reflexibidad”)36 .
nicación entre las ciencias) se ha desarrollado En una relación muy estrecha con
bajo el sonoro slogan de la autopoiesis. Aunque la noción de autopoiesis están otros concep-
muchas ideas de este debate resultan induda- tos tales como autoreferencia (Selbstreferenz),
blemente sugerentes, también hay que recono- ref lexibidad (Ref lexion), auto -orga niza-
cer que el lenguaje en que tiene lugar la dis- ción (Selbstorganisation) y auto-control
cusión es, prácticamente, impenetrable33. Si la (Selbststeuerung). Esta indiscriminación ter-
pedantería que allí se refleja es producto de una minológica no contribuye, tal y como ya se dijo
carencia de humildad intelectual o si más bien supra, a la claridad en la discusión. Para nuestros
se trata de dificultades legítimas para la clara efectos, no es necesario repasar detalladamente
presentación de los problemas, es un tema que las semejanzas o diferencias que, supuesta o
no tiene porqué discutirse aquí34. realmente, existen entre todos estas nociones.
El concepto de autopoiesis se deriva Podemos, por ahora, conformarnos con un tra-
del griego autós (por sí mismo) y poiesis tamiento muy grueso del problema y señalar que
(creación o génesis) y apunta, por ende, a entre los conceptos indicados existen, por así
la capacidad de reproducirse a sí mismo. La decirlo, determinados “parecidos de familia”. Es,
moderna teoría de la autopoiesis fue desarro- por supuesto, plausible teóricamente que entre
llada por dos biólogos chilenos (Humberto nociones como autorreferencia y autopoiesis
Maturana y Francisco Varela) como una con- existan diferencias sutiles y hasta importantes,
cepción alternativa y crítica frente a la teoría de tal suerte que sea preciso distinguir entre
tradicional de la evolución de Darwin, según ambas. Pero, para el objetivo aquí perseguido, se
puede prescindir de esas diferencias.
33 Ejemplos de esto son no solo conceptos como
“Autopoiesis”, “Hiperciclo” y “ultraciclo”, “auto- La pregunta clave, para nuestros efectos
referencialidad”, “autoobservación”, sino también es, más bien: ¿qué significa el fenómeno de
cadenas terminológicas tales como: “computations la autopoiesis para el Derecho? Si se intenta
of computations of computations” o “comunicación contestar esta pregunta de una manera con-
por comunicación”.
creta, prescindiendo de finezas semánticas o
34 Por ahora, nos conformamos con la aguda observa- de distinciones superfluas, entonces es posi-
ción realizada por Karl Popper al respecto: “Todo ble derivar un cuadro como el siguiente: El
intelectual tiene una responsabilidad muy especial.
Él tuvo el privilegio y la oportunidad de estudiar y,
35 Sobre los detalles de la discusión biológica es evi-
por ello, le debe a sus conciudadanos (o a la socie-
dente que no podemos analizarla aquí, pues, en
dad) una presentación clara y sencilla de sus estu-
primer lugar, no tenemos el conocimiento para
dios. Lo peor de todo — el pecado capital contra el
ello y, en segundo lugar, no es directamente rela-
espíritu— se da cuando los intelectuales buscan
vante para lo que se expondrá de seguido.
jugar a los grandes profetas ante el prójimo o de
impresionarle con filosofías propias del oráculo”. 36 Véase aquí y en lo que sigue: Teubner, G., Recht als
Popper, K., en su libro: Auf der Suche nach einer autopoietisches System, [El Derecho como sistema
besseren Welt, [A la búsqueda de un mundo mejor] autopoético] Editorial Suhrkamp, Frankfurt am
Editorial Piper, München, 1984, p. 100. Main, 1989, p. 34-35.
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Derecho de toda sociedad tiene —como meca- que allí se prescriban obligatoriamente. Por esta
nismo de control social— un atributo muy vía, se llega a la “norma superior”, la cual no
especial; a saber, su capacidad de producir, está sometida a ninguna otra norma más básica.
transformar o anular sus propios instrumen- Kelsen habló aquí de una “norma fundamental”
tos de generación, todo ello de una manera (Grundnorm)38 y Herbert Hart de una “regla de
bastante autónoma o independiente de otras reconocimiento” (Rule of Recognition)39. Que en
formas del control social. Cuando se quiere este campo nos encontramos frente a un funda-
crear Derecho (sea esto por medio de la legis- mento metajurídico, esto es, metafísico, resulta
lación ordinaria o judicial), se deben también evidente, tal y como reiteradamente se le criticó
seguir determinadas reglas jurídicas. No se a la tradición positivista. Sobre este punto no es
pueden crear o transformar normas jurídicas, necesario profundizar.
en un ordenamiento cualquiera, mediante un La cuestión central permanece siendo,
acto ex nihilo. Se cae aquí, por ende, en una empero, la siguiente: ¿Es esta apelación a la
cierta circularidad: para crear Derecho hay que “norma fundamental” o la “regla de recono-
tener, a priori, Derecho. Es el Derecho mismo cimiento” una solución para el problema de
(i.e. las instancias competentes) quienes deter- la circularidad del Derecho? Los defensores
minan los procedimientos o mecanismos con de la teoría autopoiética opinan que no. Toda
los cuales se crea, se transforma o se deroga el norma superior —incluso una norma divina
Derecho. De esta manera, dicen los seguidores como la que postularía un seguidor del Derecho
de la autopoiesis, es necesario “juridizar” cual- natural— debe recurrir a medios terrenales de
quier componente extrajurídico, previo a que interpretación y, por esta vía, se llega de nuevo
este sea incorporado o aceptado en el sistema a un círculo vicioso. Este resultado concuerda,
del Derecho positivo. Teubner resume el núcleo cabalmente, con la concepción expuesta arriba
básico de la teoría autopoiética del Derecho en según la cual el Derecho representa una “gramá-
los siguientes términos: tica” o “forma de vida” con su propia dinámica y
lógica interna.
La teoría de los sistemas auto-referencia- Hasta este punto, los argumentos de la
les parte de que ciertos sistemas obtienen teoría autopoiética parecen ser congruentes
su unidad e identidad sobre la base de lógicamente. La pregunta es, empero, ¿lo son?
que son capaces de determinar sus pro- ¿Es el Derecho realmente inmune frente a las
pias operaciones y procedimientos. Esto determinaciones e influencias de la realidad
es, que dichos sistemas pueden generar meta- o extrajurídica? ¿Está el Derecho remitido
una continua auto-regulación y repro- a su propia dinámica cuando se trata de cimen-
ducción de una manera totalmente dife- tar su organización, creación, transformación y
renciada de su ambiente; es decir, de una derogación? Es decir, ¿es el Derecho realmen-
forma tal que las operaciones del sistema te autopoiético? ¿Qué hay de las influencias,
reproducen, circularmente, sus elemen- por ejemplo, de la política y de la economía?
tos, su estructura, sus procesos, sus lími- ¿Resultan ellas lógicamente imposibles?
tes y su unidad 37. Nosotros opinamos que la concepción
autopoiética del Derecho reposa en un grave
Uno puede intentar escapar a la circulari- malentendido. Ella parte (aunque sea implíci-
dad normativa apuntada, recurriendo a la jerar- tamente) de una presunción falsa; a saber, que
quía de las normas, tal y como se presenta esta los sistemas jurídicos constituyen estructuras
en la tradición positivista de Hans Kelsen. Se
podría argumentar de la siguiente manera: para 38 En: Kelsen, H., Introducción a la teoría pura
aplicar, reformar o derogar el Derecho vigente del Derecho, prólogo y traducción de Emilio O.
Rabasa, Editora Nacional, México, 1974, pp. 80 y
de menor jerarquía, se deben emplear normas de
ss.
mayor jerarquía, respetando los procedimientos
39 Consultar: Hart, H.L.A., The concept of Law,
37 Teubner, G., op.cit., p. 23. Oxford University Press, Oxford, 1961, pp. 97 y ss.
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estables de organización40; esto es, que siempre estructural del sistema se muestra, con claridad,
resulta necesario acudir al Derecho para crear, cuán contingentes e inestables son, en realidad,
modificar o derogar más Derecho. Si se parte de todos los ordenamientos jurídicos.
un presupuesto ontológico tal, o sea de una base En tercer lugar, es cierto que los siste-
invariable normativamente hablando, entonces mas jurídicos contienen mecanismos de auto-
es seguro que se concluya, tal y como lo hace el regulación y auto-control. Este es, precisamen-
enfoque autopoiético, que el Derecho se auto- te, la función del Derecho procesal: indicar los
reproduce sistemáticamente. Esta conclusión es procedimientos que deben seguirse para regu-
incorrecta y ello por las siguientes razones: lar, de una manera relativamente previsible, las
Primero, porque no es el “Derecho” —en relaciones jurídicas y sociales. Este presupuesto
cuanto entidad abstracta y metafísica— el que no convierte, sin embargo, al sistema jurídico
se reproduce a sí mismo (cualquier cosa que en una “prisión cerrada”, cual si se tratase de
esto signifique), sino que la reproducción nor- una mónada leibniziana sin puertas ni ventanas
mativa opera a través de personas concretas de ninguna especie. Una concepción tal no es
(legisladores, jueces), quienes imprimen a este, más que un postulado metafísico que resulta
y de forma inevitable, un carácter ideológico. El refutado, en la práctica, por cada acción judicial
carácter auto-reproductivo del Derecho (como y por cada decisión jurídica.
ente abstracto) es, visto bien el asunto, o una
metáfora simplista o una forma de auto-engaño.
Segundo, existen épocas, tales como 4. Resultado general (y conclusión
periodos revolucionarios o de cambios políticos y nuestra)
económicos radicales, en los cuales no se recurre
precisamente al Derecho para imponer la volun- Hasta este punto fueron analizados
tad normativa. Los medios más frecuentes, en tres impedimentos teoréticos (u “obstáculos
estos periodos, son más bien la fuerza bruta, la epistemológicos”) que hablan, radicalmente,
coacción y hasta el terror. Durante estas fases en contra del trabajo conjunto entre las dis-
revolucionarias se puede hablar más bien de un tintas disciplinas (sean estas de las cien-
estado-de-tábula-raza, donde las reglas y direc- cias sociales o naturales). Sobre esta base
trices del sistema jurídico tradicional quedan sin resultará claro, al menos eso espero, que
efecto. Se busca, por ejemplo, estatuir una nueva hablar sobre la inter- o transdisciplinariedad
constitución política con nuevos valores o mon- no resulta sencillo y que, por lo tanto, hay
tar el ordenamiento jurídico emergente sobre que ser más prudentes y comedidos a la hora
una ideología política radicalmente diferente de emprender “sermones” a favor de la coop-
a la existente. En estos supuestos, la presunta eración entre los científicos de las distintas
circularidad del Derecho resulta rota de manera ramas del conocimiento.
evidente, pues no se recurre a ningún Derecho En primer lugar, nos ocupamos del
para crear o modificar el ordenamiento jurídico problema de la inconmensurabilidad. Aquí se
emergente. Es cierto que tales revoluciones no determinó que entre distintas teorías —o mejor
suceden con frecuencia pero, ellas demuestran dicho, entre distintos paradigmas— existe un
que la concepción autopoiética no explica satis- abismo lógico cuyo origen viene dado por un
factoriamente los periodos de crisis en el ordena- cambio radical en la perspectiva desde la que
miento jurídico. En estas épocas de inestabilidad se observaban determinados fenómenos. Este
cambio radical origina una imposibilidad teo-
40 El término “estable” se usa acá en un sentido muy rética de comunicación entre los paradigmas
particular. No significa que la corriente autopoié- concurrentes y se da, por lo general, después
tica niegue el cambio, cosa que, probablemente, de una revolución científica o tecnológica. En
no hace. Se apunta a que la noción de autopoiesis
segundo lugar, se expuso la tesis del determinis-
parte de un sistema jurídico en alguna medida
“dado de por sí”; es decir, a una realidad ontológica mo lingüístico, según la cual el uso de un len-
existente y no en proceso de construcción a partir guaje y su respectiva “gramática” determinan,
de elementos exógenos. en un alto porcentaje, nuestra concepción de
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68 Minor E. Salas
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Interdisciplinariedad de las Ciencias Sociales y Jurídicas 69
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