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“Las políticas de la prostitución en los movimientos feminista de principios del siglo XX” Ana
Carolina Galvez Comandini. Revista Izquierdas, Vol. 50, febrero del 2020, págs. 3327-3351.
La hipótesis central del artículo es “el feminismo chileno, tanto las feministas católicas
como las laicas, ricas y pobres, no dieron a la prostitución un espacio relevante dentro de su
movimiento, esta fue más bien una discusión periférica”2 Será en particular la segunda ola
feminista, de carácter laico, la que relegará el tema de la prostitución a un segundo plano, a
solo ser tratada como materia de discusión económica o valórica, y nunca realizándose en
términos de una acción concreta para su abolición o reglamentación3
Objetivos
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b) Delimitar el modo de recepción de las ideas feministas; las convergencias y
divergencias en materia ideológica propugnada por los diversos partidos y
agrupaciones.
Resumen
Más allá del ángulo jurídico del fenómeno, la prostitución escondía un factor económico:
las escasas posibilidades de las mujeres populares de ganarse la vida, basado en un contrato
sexual que las subordina en el matrimonio y la prostitución.4 El discurso médico y de la
autoridad en general solo veía degeneración moral, pero las nacientes agrupaciones
femeninas veían también a unas víctimas de un sistema económico desigual que las llevaba
a la pérdida de su honra. Todos los grupos; obreros, de clase media y de elite, laicos y
católicos, estaban de acuerdo que la prostitución reflejaba el máximo rebajamiento de la
mujer en la sociedad. Los matices estaban en “rescatar” a las que ya habían caído en el
vicio, en “prevenir” su caída o en “transformar” las condiciones de vida que posibilitaban
este rebajamiento5.
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En 1925 se prohibió la prostitución en las casas colectivas y de forma individual, bajo las consignas del
higienismo y el abolicionismo. En la práctica, trasladó la responsabilidad del municipio al gobierno central y
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El feminismo laico tiene dos expresiones; obrero primero, clase media y profesional
después. En 1922 se funda el Partido cívico femenino y en 1935 el MEMCH6 cuyo objetivo
principal es el sufragio universal femenino. Transitaban entre la victimización y el
abolicionismo, contra la prostitución reglamentada en cualquiera de sus formas.
Predominaban las nociones de honor y virtud como código intragenero y entre las clases.
Honor y virtud como pureza social, como sello de clase donde la no preservación del
mismo suponía las dificultades económicas para mantenerles, así como una vivencia
precaria del espacio privado. Las mujeres populares manejaban otros códigos sexuales
respectos de las clase media y de la elite, como la convivencia fuera del matrimonio, y ser
madre con hijos de padres diferentes. Se distinguía, también, la diferencia entre ser pobre y
ser prostituta al igual que de la criminalidad pura.
Había una exigencia por la “Unidad moral”8 la aplicación de los mismos códigos morales a
hombres y mujeres. Suponía la supremacía de la virtuosidad femenina y la inmoralidad
consustancial al hombre, y por lo tanto, responsables los últimos del vicio de la
clandestinizó la actividad amenazando con multas y cárcel. Para 1931 se permite la prostitución individual,
con el fin de evitar la trata.
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En 1935 se fundó el Memch. Tenía una visión más estructural y radical; aborto, igualdad de salario,
divorcio. Criticaban el feminismo católico de la elite y su lógica del rescate benéfico-asistencial.
Contradictorio con el sistema económico que las beneficiaba. Apelaban a las mejoras de las condiciones
sociales para la desaparición de la prostitución. Tenían una línea preventiva y campañas moralizadoras
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El liberalismo político no transformo las condiciones de vida y de reconocimiento social de las prostitutas.
Seguían como una sexualidad abyecta fuera del contrato social. Liberalismo patriarcal. La exclusión fue la
política laica de la prostitución. Para 1936, el Partido cívico femenino abandona la abolición de la prostitución
deja de ser parte del programa.
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prostitución. Responde a un intento de neutralizar políticamente la prostitución,
desplazando la responsabilidad desde las mujeres a los hombres construyendo superioridad
moral. El argumento de la superioridad moral femenina se usaba para ganar espacios
políticos y de poder por parte de los grupos y partidos de interés. Se reafirmaba la idea de
las prostitutas como víctimas, representación de la sexualidad masculina como bestial,
irrefrenable e inmoral.
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La lucha por el voto regional y la participación de las mujeres en la gestión del municipio, es un ejemplo de
lucha política donde vemos la ampliación del rol social de la mujer a partir de la idea del municipio como la
“casa grande”
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El refugio de la Misericordia y el Colegio reformatorio son ejemplo de la perspectiva del “rescate”.
Buscaba separar a las prostitutas de oficio de las víctimas de tratas, niñas y víctimas de algún ataque sexual.
La reformación moral era su objetivo principal.
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relegación a una posición periférica en los horizontes político-ideológicos de los distintos
grupos feministas. Podríamos sintetizar diciendo que el feminismo católico trabajaba en lo
práctico, en lo micro, en lo humano, mientras que el feminismo laico a nivel político,
macro, sin rostro.
Perspectiva historiográfica
Historia del feminismo, que incluye una historia de las mujeres. Lo hace a partir de su
pertinencia en una historia política e historia social al problematizar tanto el ámbito
político-jurídico como aspectos socio-económicos.
Conceptos fundamentales
Preguntas de investigación
Método
Revisión y análisis de fuentes bibliográficas (revistas, publicaciones) “La palanca” “La cruz
blanca” “La alborada”. Estudio de fuentes orales y entrevistas públicas. Comparación en el
orden del discurso de las representaciones y posiciones políticas, de las instituciones y
grupos presentes.
El elemento novedoso del artículo está dado por los matices y realismo con el que relaciona
el tema de la prostitución y el horizonte feminista, desmitificando y relativizando las
“políticas de la prostitución” en términos de caracterizar una serie de vínculos complejos
entre ambas dimensiones, contradictorias incluso si pensamos en la diferencia entre las
lógicas del rescate y la prevención. Su principal limitación podría estar no indagar
mayormente en las representaciones sobre la prostitución en otros sectores y grupos
sociales subalternos, contrastándola con criminales, homosexuales, obreras, etc.