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minorías étnicas
Movimientos sociales históricos: son aquellos en los que el pueblo apela contra
Movimientos sociales societales: aquellos que están en contra de una gestión social de
una apuesta cultural que no se reduce a los intereses de la mayoría sino de unos pocos.
Anti movimientos sociales: aquí encontramos aquellos grupos dedicados a las sectas,
Los movimientos sociales no aparecen sin más. Según los investigadores, generalmente un
movimiento social puede aparecer debido a tres factores:
– Cambios en la cultura.
– Desajustes en la sociedad.
– Injusticias sociales.
Cambios en la cultura
Todas las culturas cambian constantemente; las tradiciones se transforman, los valores
evolucionan y aparecen nuevas ideas. Cuando una cultura cambia en gran medida, ciertos
sectores de la sociedad pueden organizarse para provocar un movimiento social.
Algunos de los movimientos sociales más importantes producidos por un cambio en la forma de
pensar han sido la llegada de la democracia, la educación universal o el rechazo hacia los
valores religiosos tradicionales.
Desajustes en la sociedad
Cuando las sociedades cambian no lo hacen de manera uniforme. Mientras que algunas partes
evolucionan rápidamente otras se quedan estancadas, generando situaciones de desigualdad e
injusticia, además de incertidumbre.
Cuando algunos individuos sienten que su manera de vida tradicional ya no se ajusta a las
exigencias de una sociedad moderna, pueden desarrollar la sensación de que están aislados del
resto. Como consecuencia, se sentirán frustrados, confusos, inseguros o incluso enfadados.
Si se producen en una parte importante de la población, estos sentimientos pueden dar pie a la
aparición de un movimiento social.
Injusticias sociales
En ocasiones, un grupo de personas con una característica en común siente que ha sido
oprimido debido a este rasgo. Esta percepción provoca un sentimiento de injusticia, que puede
convertirse en un gran catalizador para los movimientos sociales.
Al contrario de lo que pueda parecer a primera vista, pueden producirse injusticias sociales en
todos los sectores de la sociedad, no solo entre las poblaciones más pobres o desfavorecidas.
Esto se debe a que la sensación de injusticia es fundamentalmente subjetiva.
No existe un consenso universal sobre las características de un movimiento social. Esto se debe
a la gran cantidad de tipos que existen y a las diferencias entre sus objetivos, métodos y
contextos históricos.
Sin embargo, algunos teóricos que han tratado de definir las características más importantes de
los movimientos sociales han destacado las siguientes:
– Acción colectiva.
– Naturaleza temporal.
– Estructura y organización.
Acción colectiva
Los movimientos sociales implican un esfuerzo común de un gran grupo de personas, pero para
que exista un movimiento social este esfuerzo debe prolongarse en el tiempo y ser capaz de
despertar el interés de un grupo cada vez mayor de ciudadanos.
Naturaleza temporal
Todos los movimientos sociales pasan por una serie de fases similares, desde su aparición hasta
que se disuelven. Estas fases son las siguientes: creación, crecimiento del movimiento,
resultados (tanto positivos como negativos) y disolución del mismo.
Por lo tanto, una vez que un movimiento social ha conseguido sus objetivos —o por el
contrario, ha desistido de intentar lograrlos— este tenderá a desaparecer de forma orgánica.
Los movimientos sociales tienen como principal objetivo conseguir un cambio en la sociedad,
ya sea en una parte específica o en el conjunto.
Debido a la naturaleza de los cambios sociales, los movimientos suelen ir en contra de un orden
establecido, que se defenderá a sí mismo para tratar de mantener las costumbres, tradiciones y
formas de pensar contra las que luchan estos movimientos.
Para que surja un movimiento social como tal es necesario que esté respaldado por una
ideología concreta. De otra manera, una manifestación o protesta se trataría tan solo de un
evento aislado, sin ningún tipo de proyección de futuro.
Estructura y organización
Esta característica, aunque rebatida por algunos teóricos, es una parte importante de la mayoría
de los movimientos sociales de la historia.
En los movimientos sociales los integrantes se dividen entre cabecillas y seguidores, de tal
forma que hay una cúpula de poder que organiza el movimiento y crea la fundamentación
ideológica que hay detrás de este.
Ocurren cuando un gran número de personas abandona su lugar de origen y se establece en otro
sitio. Esta migración solo se considera un movimiento social si su causa es un descontento
generalizado con una situación en el lugar de origen.
Expresivos
Ocurren cuando un grupo social se siente enfrentado a un sistema opresivo del que no pueden
escapar ni pueden cambiar. En este momento, el grupo trata de ignorar su realidad y centrarse
en modificar su percepción de las cosas.
Utópicos
Tratan de crear un sistema social perfecto, que tan solo ha existido en la imaginación y no en la
realidad. Algunos movimientos socialistas del siglo XIX han sido llamados utópicos, como el
Sarvodaya.
Reformistas
Intentan modificar algunas partes de la sociedad sin transformarla por completo. Este tipo de
movimiento social solo puede existir en una sociedad democrática.
Revolucionarios
Tratan de derrocar los sistemas sociales existentes y reemplazarlos con otros totalmente
distintos. Estos movimientos se dan en sociedades que no permiten un cambio pacífico; por
ejemplo, la creación de la Unión Soviética fue un movimiento revolucionario.
De resistencia
Al contrario que el resto de los tipos de movimiento, los de resistencia tratan de frenar o evitar
un cambio social que ya se está produciendo.
Ejemplos reales de movimiento social
– Feminismo.
– Ecologismo.
Tras un periodo de repliegue y desmovilización motivado por el cruento conflicto armado que
proceso complejo de rearticulación, pues han cambiado también las lógicas organizativas,
Gubernamentales (ONG) que operan con fondos de la cooperación internacional, ambas con
consecuencias directas en las dinámicas políticas de los actores. De este modo, cobran
relevancia nuevos espacios cuya acción y organización responde directamente a este pasado
reciente y a los cambios ocurridos en el mundo del trabajo, la utilización de los recursos
Previamente, conviene señalar que al hablar de movimientos sociales nos referimos a los
“procesos por los cuales los actores colectivos producen la acción, siendo capaces de definirse
en ella a sí mismos y al campo de acción en que operan”. 4 Construyen así su ser social de
a fin de conseguir los objetivos propuestos. Los movimientos articulan también niveles de
organización y liderazgos que les permiten desplegar la protesta, planteando discursos que
cambios suscitados a raíz de las “transiciones democráticas” y los procesos de ajuste estructural
que significaron las reformas neoliberales. Destaca así por un lado, la primacía del modelo
primario exportador pues la presión sobre los recursos naturales da lugar a nuevos “lenguajes de
de la comunidad de vida.5 Por otro lado, vemos que lejos de esperar que las estructuras
político”, lo cual llevó al poder a Evo Morales. Fue también la idea del Partido del Trabajo ( PT)
en Brasil que articuló una serie de organizaciones con el fin de competir de manera electoral.
Al efectuar un análisis de los principales movimientos sociales en el Perú de hoy, con base en
distinguir dos grandes grupos. Primero los movimientos cuya problemática se enfoca en
sindical (universitarios, docentes, campesinos, médicos, etc.). Por otra parte, las diversas
petrolera, apelan para ello a revaloraciones étnicas y defensa de los recursos con base en una
organización más bien territorial (Cajamarca, Espinar, Islay, etc.). Ambos grupos, surgen o se
Respecto al primer grupo, tenemos aquí diversas organizaciones sindicales vinculadas a alguna
rama del sector público. Es el caso por ejemplo del Sindicato de Trabajadores de la Educación o
la Federación Médica, por anotar algunos de los que más se han movilizado en los últimos años
reclamando mejoras salariales pero también políticas educativas y de salud que los incluyan
como interlocutores. Junto a ellos puede incluirse a los trabajadores de los denominados
laboral de 1992, lo cual precarizó el empleo y recortó derechos como vacaciones y horas extras,
entre otros. Medianas y pequeñas empresas en expansión, como los textiles Topy Top o la
fábrica de bebidas Kola Real, se han valido de esta forma de contrato para incrementar sus
ganancias, con ello deben enfrentar ahora los reclamos del personal. Finalmente, se ubican los
estudiantes universitarios que en diferentes lugares del país protestan ante el abandono en que
durante los años de conflicto armado y posterior pacificación. Si bien a primera vista podía
relacionadas con la continuidad del modelo económico, al poner en debate el papel del Estado y
concretas tanto al marco normativo heredado del fujimorismo, con una legislación laboral
abiertamente favorable a los empresarios, como a las inequidades derivadas de una política
económica que, pese al crecimiento sostenido del PIB, no resuelve problemas de exclusión ni
Tanto los sindicatos mencionados como los estudiantes de las universidades públicas que
protestan podrían ubicarse cercanos a una identidad clasista sindical, más politizada y cercana a
los partidos que hasta fines de la década de los ochenta conformaron el frente electoral
como los partidos políticos de izquierda a los que se encontraban vinculados perdieron bases y
se entramparon en pugnas internas muchas veces con fuerte sesgo ideológico. Contribuyó a
dicha crisis la ausencia de recambio generacional así como el constante desprestigio de los
medios de comunicación y sectores empresariales. No obstante, vale mencionar la renovada
capacidad de movilización de estos sectores y sus esfuerzos por tender puentes con nuevos
grupos de trabajadores como los de servicios, que politizan la lucha por mejoras salariales y
En el segundo grupo se ubican los pueblos indígenas y comunidades afectadas por la industria
extractiva, los mismos que han protagonizado intensas y masivas protestas en puntos tan
disímiles del territorio nacional como Cajamarca, Arequipa, Piura o la Amazonía. Se trata de
diversas poblaciones que organizan la acción colectiva frente al avance de proyectos mineros o
locales como nacionales. Las reivindicaciones de este movimiento se vinculan más bien a la
defensa del territorio como espacio de reproducción de la vida, por lo que presentan un fuerte
énfasis identitario desde lo étnico y comunitario, y señalan a la vez como principal antagonista
primer lugar la Asociación Interétnica de la Selva Peruana ( AIDESEP) que agrupa diferentes
2008 y 2009 contra una serie de decretos que facilitaban la inversión extractiva en la selva. En
Manhattan, el Frente de Defensa de Islay en Arequipa que se opone al proyecto minero Tía
María de la Southern Perú, y el Frente de Defensa de Cajamarca que lidera la lucha contra el
En lo referido a la identidad colectiva articulada por estos grupos, conviene destacar la crítica al
recursos naturales ubicados en los territorios que ocupan y el avance de la lógica del mercado
para comprar, vender y concesionar la tierra y también sus conocimientos. Se expone así un
profundo cuestionamiento a la acción del Estado que, lejos de ser un actor imparcial, favorece,
promueve y defiende esta dinámica de desarrollo al argumentar lo mucho que estas empresas
condiciones de vida, pues persisten altas tasas de pobreza y extrema pobreza. Tal situación de
cuestionan esta forma de “progreso” asociada al neoliberalismo. Si bien persiste todavía una
articulando diversas estrategias organizativas y repertorios de protesta que han logrado detener
el terreno político institucional a fin de lograr puestos de representación que les permitan
análisis de los movimientos vinculados a los denominados conflictos socioambientales tanto por
como por los esfuerzos de desarrollar otras formas de organización y representación política
más ligadas a lo asambleario territorial. Los gremios y sindicatos, han mantenido el vínculo con
candidatos en estos grupos, mientras que los pueblos y comunidades afectados por la expansión
extractiva ensayan otras alianzas y acercamientos con los actores políticos. El énfasis en la
participación y la consulta, tanto como la desconfianza frente a los actores políticos, son algunas
características que marcan esta etapa, la cual da lugar a encuentros y distanciamientos que