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Métodos[editar]
Taxidermia en mamíferos[editar]
Se procede de manera inmediata luego del fallecimiento del animal, a retirar la piel. Se realiza
con ayuda de un escalpelo o un cuchillo muy afilado, extrayendo la piel de una pieza. Para ello
se hace un corte en la parte trasera del animal para que luego, en la obra ya terminada, no se
noten las costuras y así no pierda lo atractivo y artístico. En las áreas de mayor pelaje es
posible hacer los cortes ya que estos quedan ocultos mientras que la piel queda natural.
Esta piel se limpia superficialmente y se sala bien, extendiendo la sal por la cara del pelo y por
el cuero. (El fin de salar la piel es extraer el agua que se encuentra retenida en ella y formar
un medio supersalino que haga imposible la descomposición de la piel por parte de los
microorganismos) Una vez seca se procederá a la rehidratación de la piel y se procederá al
curtido de esta en tres procesos:
Taxidermia en aves[editar]
Similar a la de los mamíferos, aunque hay que tener especial cuidado con mantener limpias
las plumas de los fluidos del propio animal.
Cráneos y colmillos[editar]
Muchas veces, los taxidermistas reciben el encargo de preparar un cráneo como trofeo. Para
ello, lo primero que se hace es limpiar el cráneo de toda la carne, pues normalmente viene
toda la cabeza, o sin la piel pero con carne. Para realizar el encargo se cuece la cabeza y
cuando la carne esté blanda se descarna dejando la parte ósea completamente limpia de
restos orgánicos.
A continuación viene el blanqueo, que se consigue mientras el hueso esté caliente, regándolo
con agua oxigenada. Es muy importante eliminar también toda la grasa que haya podido
quedar, porque, de no hacerlo así, el hueso amarillearía y, con el paso del tiempo, se quedaría
muy feo. Una vez que el cráneo está blanqueado se seca muy bien y se procede a su lijado.
Esta operación es muy meticulosa y se lleva a cabo pasando de lijas gruesas a lijas más finas.
El lijado debe ser muy bueno porque cuanto mejor sea la calidad de este, mejor será luego el
pulido de la pieza. Este es el siguiente paso y se realiza con pastas y gratas (rodillos de trapo)
de pulir. Después de pulido lo abrillantaremos con algodón y procederemos a su posterior
montaje que podrá ser "de frontal" (se corta el cráneo en su base) o "de cráneo"(se pone el
cráneo entero).
Para trabajar los colmillos se deben separar de la cabeza con lo cual debemos poner la propia
cabeza a cocer para después extraerlo cortando por la mandíbulas y tirando de él, empujando
en sentido contrario a su forma normal de crecimiento. Otra manera es la "maceración" que
consiste en meter la cabeza en agua, esperando su descomposición y, tirando de ella, sale el
colmillo, pero esta manera es más lenta, costosa y huele mal. Después de limpiar los colmillos
y de secarlos muy bien , se rellenan para evitar que al dilatar o contraer, estos se pudieran
rajar o saliesen posibles aberturas. Aquí entran en juego los "casquillos" que son abrazaderas
que se colocan a lo largo del cuerno, dejando espacio entre ellos y sirven también para que no
se abra (si no se ponen, el colmillo duraría poco) pudiendo ser estos de alpaca y plata (la
soldadura en estos dos casos se realizaría con plata), o de oro (con lo cual la soldadura se
realizaría con oro).
Tanto en el caso de los colmillos como en el de los cráneos, para su presentación se colocan
en una tabla preparada anteriormente, y se suele insertar una inscripción con la fecha de su
caza.
Otras técnicas[editar]
Por otro lado, existe una técnica basada en congelar en seco al animal llamada liofilización.
Aunque solo es relativamente efectivo llevarlo a cabo con aves y reptiles, es un método algo
más rápido y sencillo que el tradicional aunque el resultado no es mejor que el de una buena
taxidermia.
Otra rama de la taxidermia es la llamada criptotaxidermia. Dicha práctica consiste en
reproducir, a través de las técnicas usadas en la taxidermia, animales que actualmente no
existen, criaturas mitológicas o demás seres inexistentes.
Taxidermistas notables[editar]
John Hancock
Carl Akeley
Charles Willson Peale
Jules Verreaux
Jeffrey Dahmer