Lo que soy en Cristo

Soy aceptado
Estoy seguro
Soy importante
(2 Corintios 5:17 (RVR1960).
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas” .

Dijo Moisés a Elohim: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El dios de vuestros
padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les
responderé?. Y respondió Elohim a Moisés: Yo Soy el que Soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de
Israel: Yo Soy me envió a vosotros.
Éxodo 3:13-14

Introducción:
Cuando un niño nace existe una prueba de identidad que se llama el acta de nacimiento, este
documento registra y legaliza el origen de una persona. Este importante documento es trascrito
y conservado en una Oficina Civil donde la persona nació. Cuando nacemos en Cristo, el Padre
nos adopta como hijos de Él, nos legaliza y nos inscribe en el Libro de la Vida.

No soy quien pienso que soy, no soy quien piensas que soy, realmente soy quien Dios dice que
soy!

Y Dios dice que mi identidad primaria no es ser un hombre o una mujer, no es ser un marido o
un hijo, o una hija o madre o esposa. Dios dice que mi identidad primaria es ser un hijo de Dios,
y un siervo de Jesucristo.

Si permites que eso se imprima en tu vida, cambiara toda tu perspectiva de la vida.

I. Lo que soy en Cristo

1. Soy un hijo de Dios (Jn 1:12)

12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios;

2. Soy nueva criatura (2 Cor 5:17)

3. Soy un heredero de Dios y Co-heredero con Cristo (Rom 8:17)

17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Romanos 8:17 [RV60]
4. Soy un rey y sacerdote (1 Ped 2:9-10)
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios,para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en
otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

II. Conclusión

Si podemos comprender que lo que somos va mas allá de lo que hacemos o tenemos, y que no
depende de los logros personales, sino del sacrificio de Jesús en la cruz del calvario; entonces
nuestra perspectiva de la vida sería totalmente diferente. Entenderíamos que todo lo que
hacemos y por todo lo que vivimos no se trata de nosotros mismos, sino de Dios y para Dios.