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¡Hola! Qué grato es poder contar contigo esta tercera vez en nuestra reunión como familia de Dios,
como siempre, agradecemos tu tiempo y tu esfuerzo dedicado a compartir con nosotros esta
impartición del día de hoy. Espero que hayas sido recibido con un caluroso abrazo y con una sonrisa
sincera apenas entraste a este lugar, procuraremos un rato ameno y a lo sumo edificante en la Palabra
de Dios. Bienvenido.
En nuestra clase anterior estudiamos en la Palabra las tres bases sobre las cuales podemos determinar
primero, cómo Cristo es identificado por el Padre celestial y en segunda medida cómo se identifica el
Señor a sí mismo, las bases mencionadas fueron: el carácter, el nombre y la imagen. Así entonces
nuestro entendimiento se profundizó por medio de las tareas realizadas en casa diariamente.
Lo que nos compete para el día de hoy es establecer los fundamentos de nuestra identidad como
creyentes a nivel individual pero luego desembocando en nuestra identidad como conjunto, aspecto
que veremos en la siguiente impartición. Así como la Palabra se detiene con detalle a identificar y dar
testimonio de quién es Dios así mismo brinda un amplio panorama de nuestra identidad lo cual
ayudará a un fácil entendimiento, las mismas bases estudiadas en la clase anterior se volverán a usar,
pero ahora para la identidad del creyente en Cristo, así que adelante.
2 Corintios 5:20
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro, os
rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
1 Corintios 4:1
Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios
de Dios.
1 Corintios 3:9
En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo
de Dios, son el edificio de Dios.
2 Corintios 3:18.
Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del
Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que
es el Espíritu.
Romanos 8:29
Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la
imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos;
1 Corintios 11:1
Sed imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo.
Efesios 2:11.
Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais
llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.
Antes de adentrarnos a profundidad sobre nuestra identidad en particular debemos hacer una
contextualización previa teniendo en cuenta que a la luz de los pactos hay una forma particular
en la que Dios nos identificó; si hablásemos del antiguo pacto y sus promesas por todos es
sabido que el único pueblo que contaba para Dios era la nación de Israel lo cual generaba una
diferenciación étnica importante en cuanto a los asuntos de Dios porque el plan a desarrollar
bajo esta dispensación estaba exclusivamente a la cabeza del pueblo de Dios.
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En términos técnicos bíblicos el mundo en cuanto a Dios se dividía en dos: Israel y los gentiles
(es decir, todo pueblo que no fuera Israel). Solo en estos primeros existía una identidad para
con el Creador debido a que ellos tenían la exclusividad del acceso a la Palabra de Dios por
medio de los profetas, los pactos y las promesas estaban su nombre, el compromiso irrestricto
de Dios era de protegerlos y sustentarlos, sobre todo que por medio de ellos nacería el
Salvador prometido:
Romanos 9:3-5.
Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que
son mis parientes según la carne; 4que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria,
el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; 5de quienes son los patriarcas, y de
los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los
siglos. Amén.
Ahora bien, que Dios los haya escogido a ellos y no a los gentiles se explica únicamente a través
de la decisión soberana del Rey de gloria y no por asuntos de méritos o ventajas comparativas.
Lo importante de aquí es comprender es que aquel tiempo si no eras judío entonces Dios no
te daba ninguna identidad para con Él. Esto es muy importante enmarcarlo porque para
entender qué somos ahora en Cristo por los méritos de la cruz tenemos que saber que bajo la
legalidad del viejo pacto no éramos nada para con Dios, no teníamos ningún tipo de identidad,
y esto debería ayudarnos a valorar lo que somos ahora en Él; una mayor profundidad de este
aspecto se profundizó con gran detalle en la escuela de romanos realizada el año pasado.
Esta realidad es ampliamente expuesta por autores neotestamentarios como lo fueron Pablo
y Pedro ya que en sus epístolas dirigidas al pueblo creyente gentil recalcaron esta verdad en
sus intentos por establecer la identidad del nuevo creyente del pueblo gentil para preservarlos
de las corrientes de pensamiento judaizantes que abundaban en ese tiempo, no obstante
como veremos a continuación la nueva legalidad del nuevo pacto establece unas nuevas bases
sobre las cuales sentar nuestra identidad en Cristo pues es así que lo nada que éramos para
con Dios en aquel tiempo ahora lo somos todo en Cristo juntamente con el pueblo judío.
Los siguientes son los aspectos importantes para considerar en la construcción de una
identidad de hijo de Dios:
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2. Dios no se refiere a ti como mi cristiano favorito o mi evangélico especial sino como
hijo.
Romanos 8:16
Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos a hijos de Dios
4. el ignorar tu constitución de hijo te hace pasar por alto que portas la genética divina.
Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de
varón, sino de Dios.
1. Nombre literal
Ya se ha explicado en el punto anterior que Dios se no llama hijos, el señor no nos llama
ni cristianos ni evangélicos sino hijos.
La cita bíblica base de este aspecto en 1ra de Corintios 4:1 expresa el gran marco
general de como Dios nos identifica en cuanto a funciones, nos llama colaboradores al
servicio de Dios, esto es superlativo ya que cualquier cosa en la que el Padre nos envíe
a hacer lo haremos desde esta plataforma. Colaborador es aquel que ayuda a llevar
una carga en conjunto, Dios es todopoderoso indiscutiblemente, pero nos ha dado el
privilegio de poder participar en Su obra en Cristo.
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LA CALIDAD DE LA IMAGEN QUE EXPONEMOS ES CRISTO.
(ASPECTO SOCIAL)
Es muy preciso que la cita de 2 Corintios 3:18. Hable de reflejar su gloria como un espejo
cuando hemos hablado en la primera clase a manera ilustrativa que la identidad es
precisamente esto, un espejo. La calidad de la imagen que expresemos de Cristo al mundo está
determinada por el nivel de entendimiento de nuestra identidad en Él, ¿hacia dónde apuntas
tu espejo?:
CONCLUSIÓN
En al ámbito individual hay que trabajar muchos temas en nuestra mente y forma de vivir, construir
una identidad como hijos no es fácil, ser transformados a su imagen no es un proceso instantáneo;
tenemos que definir qué queremos mostrar a las naciones para que Cristo sea visto fielmente.
Gracias por llegar hasta el final de esta impartición, por tu tiempo y esfuerzo, es grata tu compañía.
Te animamos a que sigas adelante en la construcción de tu identidad en Cristo hasta consolidarla.
DESARROLLO EN CASA
Recibirás un documento con una lista de 15 versículos sin organizar habrá 3 para cada día de
la semana, tu tarea consiste en leer el versículo y su contexto o capítulo para que definas cuál
de cada uno de estos versículos habla de carácter, nombre y/o imagen del creyente y explicar
por qué.
Te enviaremos también un ejemplo de una tarea realizada para que te guíes, pero tu respuesta
es única, no hay respuestas buenas ni malas sino tareas hechas y tareas no hechas.