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"Juventud redimida"

Apreciado joven lector, me place aprovechar la oportunidad para llamar tu


atención sobre una breve e importante reflexión que se encuentra en la Biblia.
Medita: "Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los
días malos y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos
contentamiento" ( Eclesiastés 12:1 ).
Para algunos, la juventud es la primavera de la vida en la que nuestros
senderos se cubren de flores que emanan el perfume, lozanía y belleza que son
características de esa etapa de la vida.
Pero, para otros la juventud no tan solo es pletórica de belleza, fuerza y
dinamismo; está también llena de problemas, peligros y frustraciones. Teniendo en
cuenta esta verdad, Salomón, el escritor sagrado, sabiamente advierte: "Acuérdate
de tu Creador en los días de tu juventud...¨
Jesucristo redime las energías físicas de la juventud.
El joven se siente fuerte, dinámico, e independiente, y es ahí que bien puede
acontecer que en vez de aprovechar su energía, y su juventud, venga a perderla o
desperdiciarla.
Ninguno puede negar las exhuberancias físicas con que está dotado el joven,
tanto que, muchas veces, no sabe lo que debe hacer con ellas. Energía, que bien
encaminada, sería una bendición para la sociedad y para sí mismo. Pero
desgraciadamente, ha sido tan mal utilizada por muchos jóvenes en nuestros
días. ¡Cuánta fuerza desperdiciada! ¡Qué tristeza! Jóvenes desperdiciando sus
energías físicas en el camino del mal y del pecado. ¿Cuántas vidas jóvenes
terminan prematuramente por el mal ejercicio en la administración del cuerpo?
Jesucristo quiere dar a todo joven un objetivo noble, elevado y sublime para sus
energías físicas. ¡Acuérdate de Jesucristo!, amado joven.
Jesucristo redime las posibilidades intelectuales de la juventud.
Muchos jóvenes viven en un mundo de ideas; son amantes de nuevas ideas;
procuran ideas positivas. Pero, a veces quedan como barcos a la deriva. En esta
situación de inestabilidad, al joven que no tiene un punto de apoyo, que no
encuentra ningún fundamento sólido, le es muy fácil caer en el camino del pecado.
Vemos con tristeza como los valores intelectuales de la juventud se ven
comprometidos en la defensa del materialismo, vicios y desvíos morales. Y así, se
van perdiendo estos valores. Sin embargo, Jesucristo quiere y puede redimir sus
posibilidades intelectuales. Cree y acepta a Jesucristo y después toda tu
capacidad te será aumentada. Jamás te sentirás avergonzado de haber tomado
esa decisión.
Jesucristo redime las reservas morales de la juventud.
La juventud es la edad de las pasiones violentas. Vemos como nuestra
naturaleza moral se extravía en diversas pasiones. En ese extravío de deseos
insaciables, de pasiones desmedidas, corremos el riesgo de comprometer
seriamente nuestro futuro, truncando nuestras brillantes aspiraciones y
posibilidades. En esta situación necesitamos de un poder superior, que controle
nuestras flaquezas y pasiones para un fin útil y elevado. Pensemos en Jesús.
¡Qué joven extraordinario era Jesús! Su personalidad, su carácter intachable, su
vida juvenil, sin compromiso con el pecado, de tal manera que podía desafiar:
"¿Quién de vosotros me redarguye de pecado?" (Juan 8:46 )
Jesús debería constituir el modelo de la vida moral de todo joven. Él quiere
salvar a la juventud para las actividades de Su Reino eterno. ¡Qué feliz es uno al
conocer a Jesús aun desde tierna edad y servirle en la juventud entregándose en
sus manos! ¡Qué felices se sienten aquellos jóvenes que entregan sus vidas a
Jesucristo y tienen redimida toda su exhuberancia física, todo su potencial
intelectual, dando a su vida moral un sentido puro. Tienen a Jesús como el Señor
de sus vidas, el mejor modelo. Cuando el esplendor de la juventud decaiga, no se
apagarán las luces de sus ideales elevados, conocimiento y sabiduría. Cuando
"vengan los días malos", se sentirán siempre rejuvenecidos, vigorosos y firmes
sobre sus pies. Con razón decía Isaías: "Los muchachos se fatigan y se cansan,
los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas
fuerzas; levantarán alas como las águilas, correrán, y no se cansarán; caminarán y
no se fatigarán." (Isaías 40: 30-31).
Joven amigo, ¿quieres que tus energías físicas, tus posibilidades
intelectuales, tus reservas morales sean redimidas por Jesucristo? Son muchos
los jóvenes que medio de oír la Palabra, creer, arrepentirse y bautizarse han
aceptado vivir libres de las consecuencias del pecado. ¡Tú puedes hacer lo mismo!
"El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado." (Marcos 16:16). Escríbenos o llámanos confiadamente. Para los
miembros de la iglesia de Cristo será un placer charlar más contigo sobre estos
temas. Dios te bendiga .

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