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" Yo seré su Dios durante toda su vida; hasta que tengan canas por la
edad. Yo los hice y cuidaré de ustedes; yo los sostendré y los salvaré.
Isaias 46:4
2. Elaborar una nueva escala de valores que subrayen la importancia del ser con
respecto a la acción y a la actividad.
Para descubrir metas propias se recomienda una técnica muy sencilla que se
llama la "técnica de la mecedora".
Es una técnica en la cual uno se imagina que ha llegado al final de su vida y está
sentado en un sillón pensando en cómo vivió la vida y en los logros que
consiguió en ella.
En realidad lo que se necesita para ser feliz es también algo con lo que estar
entusiasmado. Si nuestra vejez carece de propósito y de significado para vivirla,
difícilmente la experimentaremos con satisfacción.
TALLER N°2
Entendiendo el valor y sentido de la vejez
Para entender profundamente el sentido y el valor de la vejez, es preciso abrir la
Biblia. Sólo la luz de la Palabra de Dios, en verdad, nos da la capacidad de
sondear la dimensión más plena de esa época de la vida. Como estímulo para
reexaminar el significado de la tercera edad, sugerimos a continuación algunos
puntos de referencia bíblicos, con observaciones y reflexiones sobre los retos
que ellos representan en la sociedad contemporánea.
Entonces lo primero que le dije fue: Antonio y si ¿abriese usted las persianas?.
Lo hizo, pero de mala gana. De repente la luz del sol penetró, iluminó y calentó
la habitación. Esta era exactamente la misma, pero los objetos recobraron su
color y el aspecto que ofrecía era radicalmente diferente.
Amigos cristianos, a veces actuamos como Antonio, sin ni siquiera darnos
cuenta. Les damos vueltas a pensamientos oscuros, vemos las cosas desde el
lado negativo, pensamos que todo va mal y no podemos hacer nada para
cambiar la situación. En ese caso tenemos que “abrir urgentemente” la ventana
y mirar al cielo, para así dejar penetrar al sol, yendo a Dios mediante la oración y
la lectura de su Palabra.
La primera vez que Josué y Caleb vieron la Tierra Prometida, supieron que sería
de ellos. Así lo había dispuesto Dios, pero el temor se apoderó de los corazones
de los israelitas. El informe negativo dado por los otros espías parecía frustrar
sus sueños. Sin embargo, Josué y Caleb se mantuvieron fieles, creyeron que
regresarían, y tenían la confianza de que la próxima vez que entraran en la tierra
la conquistarían. Esta verdad fue su motivación. Esta verdad los mantuvo
inspirados. Podemos imaginarlos levantándose cada mañana, pensando en la
promesa de Dios. Son muchas las personas que temen soñar porque creen que
sus sueños son demasiado grandes para Dios.
El Señor puso en el corazón de Caleb un sueño al que tendría que responder.
“Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan
bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por
quienes los maltratan.” Lucas 6:27-28
Manténgase riendo. La risa es uno de los mejores remedios para curar la
tristeza, el desánimo y la desilusión. Libera sustancias químicas en el cerebro
que ayudan a levantar el ánimo. Físicamente, nos relaja, y alivia la tensión y el
estrés. La gente se siente naturalmente atraída por las personas cuyos rostros
reflejan amor y regocijo.
“Alcen los ojos y miren a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que
ordena la multitud de estrellas una por una, y llama a cada una por su
nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan poderosa su fuerza, que no falta
ninguna de ellas!” Isaías 40:26
“Por causa del ocio se viene abajo el techo, y por la pereza se desploma la
casa.” Ecl 10:18
Usted puede permanecer joven y productivo, pero para hacerlo tiene que pensar
de la manera correcta.
“Ya han pasado cuarenta y cinco años desde que el SEÑOR hizo la
promesa por medio de Moisés, mientras Israel peregrinaba por el desierto;
aquí estoy este día con mis ochenta y cinco años: ¡el SEÑOR me ha
mantenido con vida! Y todavía mantengo la misma fortaleza que tenía el
día en que Moisés me envió. Para la batalla tengo las mismas energías
que tenía entonces.
Dame, pues, la región montañosa que el SEÑOR me prometió en esa
ocasión. Desde ese día, tú bien sabes que los anaquitas habitan allí, y que
sus ciudades son enormes y fortificadas. Sin embargo, con la ayuda del
SEÑOR los expulsaré de ese territorio, tal como él ha prometido”
Josue 14:10- 12