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Este documento presenta tres situaciones comunes y los pensamientos automáticos negativos que suelen surgir en ellas, contrastando esos pensamientos con alternativos más asertivos que reconocen los derechos individuales. En cada caso, se describe una situación problema, el pensamiento negativo habitual y uno alternativo que enfatiza el derecho a expresar desacuerdo, a no adivinar las expectativas de los demás y a decidir sobre las propias pertenencias.
Este documento presenta tres situaciones comunes y los pensamientos automáticos negativos que suelen surgir en ellas, contrastando esos pensamientos con alternativos más asertivos que reconocen los derechos individuales. En cada caso, se describe una situación problema, el pensamiento negativo habitual y uno alternativo que enfatiza el derecho a expresar desacuerdo, a no adivinar las expectativas de los demás y a decidir sobre las propias pertenencias.
Este documento presenta tres situaciones comunes y los pensamientos automáticos negativos que suelen surgir en ellas, contrastando esos pensamientos con alternativos más asertivos que reconocen los derechos individuales. En cada caso, se describe una situación problema, el pensamiento negativo habitual y uno alternativo que enfatiza el derecho a expresar desacuerdo, a no adivinar las expectativas de los demás y a decidir sobre las propias pertenencias.
Mi jefe me pide que Tengo que hacerlo, de lo Tengo derecho a manifestar
haga un trabajo que no contrario se enfadará mi disconformidad. Tengo me corresponde conmigo y me echará a la derecho a señalar que no es calle mi competencia. Además, no tengo ninguna evidencia de que me vaya a echar. Tengo derecho a no hacerlo
Mi pareja se enfada Tenía que haberlo No soy capaz de adivinar los
porque no he adivinado pensado. No valgo nada pensamientos de las que quería salir a cenar como novio/a personas. Tengo derecho a no saber lo que los demás están esperando
Un amigo me pide Si le digo que no, se va a Tengo derecho a oponerme
prestado el coche y no enfadar y va a pensar a la petición. El coche es me atrevo a decirle que que soy un mal amigo mío y solo yo puedo decidir no si se lo dejo o no. Además, el hecho de prestarle el coche no tiene nada que ver con nuestra amistad