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Título: «El caso de Fer en el Hostal Santo»

ACTO I
Hostal San Patricio situado en mitad de una carretera es lugar de paso para viajeros. La
lluvia azota las ventanas de la sala de recepción, el encargado Martín espera aburrido a
que entren en su Hostal.

El detective Fer y su esposa Margarita entran empapados, a toda prisa buscando


refugio.
Fer (Sacudiéndose el cabello): Buenos noches, aunque eso de buenas es relativo.
Martín asiente con la cabeza.

Fer: ¿Tiene habitaciones?


Martín: Claro, esto es un Hostal.
Fer y Margarita se miran extrañados por un momento.
Fer: Ya… me refería a libres, si tiene habitaciones libres.
Martín: Ah, sí, sí. Ahora mismo solo está mi mujer, un matrimonio y un anciano que
investiga las aves del lugar.
Margarita: ¿Tiene de matrimonio con baño propio?
Martín: No, ninguna habitación tiene baño propio. Hay un baño en la planta para todas
las habitaciones.

Margarita: ¿Y tiene secador?


Martín: No, pero puedo dejarle uno propio, es antiguo pero funciona.
Margarita: Estupendo, muchas gracias.
Fer: Sólo nos quedaremos una noche.

Martín abre el libro de habitaciones y empieza a rellenarlo.


Martin: ¿Nombre?
Fer: ¿Necesita el de los dos?
Martín: Con uno me basta.

Fer: Fernando Díaz Milton.


Martín: Déjeme una identificación.
Fer saca de su cartera su identificación y se la da a Martín. Este se la da Martín que
comienza a rellenar la hoja con los datos de la identificación. De repente el grito de una
mujer se oye a lo lejos. Todos se asustan.
Margarita: ¿Qué ha sido eso?
Martín: No lo sé. Voy a preguntar.

Fer: Le acompaño.
Martin: No, quédese aquí, es mi responsabilidad.
Fer: Disculpe, soy policía.
Martín: ¿Cómo?
Fer: Inspector de policía, creo que es mejor que le acompañe

ACTO II
Pasillo del hostal. La lluvia golpea la ventana del fondo del pasillo. Frente a la puerta
abierta de la habitación está Margarita. Se acercan Juan y Elena, el matrimonio desde
otra habitación y el anciano.

Anciano: ¿Qué ha pasado?


Margarita niega con la cabeza.
Juan: No se sabe nada por lo que parece.
Martin Desde la habitación. Voz en off) No, no, no… Mi pobre mujer, ¿quién ha hecho
esto?, pienso acabar con quien haya hecho esto.
Martín sale corriendo de la habitación y atraviesa el pasillo sin mirar a los demás.
Anciano: Señor Martín…
Fer sale de la habitación y se reúne con los demás.

Fer: Dejen que se vaya.


Elena: Pobre hombre.
Margarita: Y que lo diga, una lástima.
Fer: Antes de que cada uno se vaya a su habitación. Podrían decirme que estaban
haciendo ahora.

Juan: Nosotros estábamos en la habitación, íbamos a acostarnos ya.


Anciano: Usted quien es para preguntar nada, ¿qué se cree que es, Sherlock Holmes?
Además yo repasaba mis apuntes mientras escuchaba la radio. No llegué a escuchar el
grito, oí el todo el alboroto del pasillo y por eso salí a ver.
Fer: Está bien, váyanse a sus habitaciones, los agentes de policía vendrán en un rato,
cuando la lluvia haya amainado. Y tendrán que hablar con ellos.

ACTO III
Sala de estar del Hostal. Martín junto con Margarita, Juan y Elena, y el Anciano; están
sentados unos frente a otros. La lluvia ha cesado.
Martin: En cuanto venga la policía pienso hacer que se lleven al anciano .
Anciano: ¿A mí?

Martín: Sí a usted, tuvo que ser usted quien la mató. ¿Quién sino iba a hacerlo?
Juan: Vamos a tranquilizarnos todos y a esperar que venga la policía, seguro que
entonces todo se resolverá.
Martín: Me da igual la policía, seguro que usted se coló en la habitación de ella y cómo
ella se asustó, usted la mató.
Anciano: Pero, ¿por qué tendría yo que haberlo hecho? Su esposa no me había hecho
nada.
Martín: Entonces, ¿lo hicieron ellos, esta pareja joven?

Margarita: Está hablando por su boca el dolor, Martín. Seguro que todo tiene una
explicación.
Anciano: Sí, que alguno de nosotros la ha tenido que matar, alguno de nosotros ha
matado a una mujer que no conocía de nada en un Hostal al que sólo hemos venido por
una noche, en mitad de la nada.
Martín: Está usted confirmando lo que pensaba, tuvo que ser usted.
Anciano: A ella, yo, no le hice nada, pero a usted me están entrando unas ganas de
ahogarlo…
Martín: ¡¡¡Lo sabía, lo sabía!!!

Entran en la habitación Fer con un policía.


Fer: Relájense todos. Y acompañe al agente.
Martín: Eso, llévense al Anciano este.
Fer: No, Martín, es usted el que tiene que acompañar al Agente.
Martín: ¿Yo?

Fer: Sí, usted. La muerte de su esposa me resultó familiar, los labios verdes son síntoma
claro de un alucinógeno que oprime la faringe asfixiando a la persona que lo toma.
Martín: ¿Y?, ¿qué tiene que ver eso conmigo?
Fer: La mancha en su manga que intenta ocultar, es purpura como el alucinógeno.

Martin: Pero, pero…


Fer: No estropee más la situación y acompañe al Agente.El Agente de policía esposa a
Martín y salen de la habitación.
FIN

7 personajes:
FER- 38 años, astuto e inteligente. Visita con su mujer Margarita el Hostal obligados por
el mal tiempo. Es inspector de policía.
MARGARITA- 35 años, esposa de Fer acompaña a Fer en el viaje y se queda con él en el
Hostal.
MARTIN- 43 años, encargado del Hostal. Vive aburrido con su mujer en el Hostal,
esperando que su vida cambie.
JUAN- 28 años. Cliente del Hostal
ELENA- 26 años. Clienta del Hostal
ANCIANO- 63 años, cliente del hostal, está en este de paso mientras estudia las aves de
la zona.
AGENTE DE POLCÍA

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