Últimamente me ha resonado mucho películas que he visto y libros que he leído,
que se adelantaron a nuestro tiempo, y me asombra como algunas mentes brillantes perciben mucho antes el rumbo que el mundo toma con el tiempo desde el análisis profundo desde diversos ángulos se predice el comportamiento humano individual y comunal. Y como decidimos cerrar los ojos y mirar hacia lo que queremos creer, aunque la evidencia nos dice otra verdad. Eyes Wide Shut es la última película dirigida por Stanley Kubrick en 1999, fue “censurada” y catalogada como un thriller psicológico y sensual. La película aborda desde mi punto de vista mucho de lo que estamos viviendo, sectas diversas que en sus rituales sacrifican (en muchos niveles), los temas de jerarquías, pertenencia, grupos sociales, selectividad, economía y beneficios individuales sin empatía hacia los afectados se reflejan, los secretos, mentiras, y verdades a medias y a conveniencia se hacen evidentes. Los sueños y fantasías sexuales se exploran en estas fiestas, se accionan y se perciben las emociones y los conflictos de los personajes principales. Básicamente se reflejan los valores actuales de la sociedad líquida de Bauman, incluyendo las sectas, rituales y la temática masónica. Aldous Huxley en Un Mundo Feliz, novela publicada por primera vez en 1932 que anticipa el desarrollo en tecnología reproductiva, cultivos humanos e hipnopedia (proceso de aprendizaje a través del sueño que padecen los niños), manejo de las emociones a través de drogas y la automatización (lavado de cerebro), con lo que se cambia radicalmente la sociedad y la manera de vivir. La guerra y la pobreza han sido erradicadas, y todos supuestamente son permanentemente felices. La paradoja es que todas estas cosas se han alcanzado tras eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, el avance de la ciencia, la literatura, la religión, la filosofía y el amor, los valores y basicamente lo que nos hace SER HUMANOS. El condicionamiento consumista para aparentar ser algo que no eres es evidente hoy, los valores han cambiado radicalmente donde el poder, la manipulación y el dinero han tomado un rol principal, desgraciadamente no se ha cumplido con la erradicación de la guerra y la pobraza de Un Mundo Feliz. La serie de Netflix El Juego del Calamar, escrita y dirigida por Hwang Dong-hyuk, también refleja lo que muchas personas (456) endeudadas y desesperadas, son invitadas a participar en un juego de supervivencia sediento de sangre donde tienen la oportunidad de ganar 45.6 mil millones de wones coreanos ($39 millones de dólares) si triunfan una serie de seis juegos. El concurso consta de juegos de la infancia (intensos y peligrosos) con los que los participantes crecieron jugando. Pero existe un paralelismo del juego de niños inocentes con el peligro al que se exponen y todas las impresionanates muertes violentas a las que se exponen los jugadores, pero continúan jugando. Lo que queda claro es que la presión social, económica, el cambio de valores de los jugadores se ponen a prueba y el dinero, la necesidad de ser reconocidos y de salir de la pobreza impera sobre todo lo demás. ¿En qué nos estamos convirtiendo? ¿Quiénes somos? ¿Somos felices? ¿En qué mundo queremos vivir y críar a nuestros hijos? ¿Qué ejemplo estamos dando? ¿Estamos dispuestos a terminar con el planeta? ¿Estamos viviendo a modo de supervivencia? Muchas preguntas a responder para elegir como queremos vivir el tiempo que habitemos en este planeta. La elección es propia y las consecuencias con las que vivimos están conectadas con lo que hacemos o dejamos de hacer. Nosotros rearreglamos las mentiras y la llamamos verdad, viendo un nuevo patrón de una vieja idea como Revelación y el Mundo. Tony Morrison Contacto: lilianafischer@hotmail.com YouTube: https://www.youtube.com/channel/UC4L22pPBEBMXwIH5fnBHKIw Facebook: https://www.facebook.com/introspect.arte.7/ https://www.facebook.com/Psic%C3%B3loga-Liliana-Fischer-enfoque-psicoanal %C3%ADtico-y-arteterapia-963373327103855 Celular: 8711817896