CONFERENCIA LITERATURA CONTEMPORÁNEA COLOMBIANA

Relatoría de la exposición sobre Andres Caicedo

Autores:

• Tania Gabriela Bravo Rojas

• Yuri Isabel Tapia Morales

Lengua castellana

2022
El análisis del escritor Colombiano Luis Andrés Caicedo se trata sobre su vida,
lo que nos deja como aprendizaje, la importancia que tienen sus obras y como
llego a tener éxito en el campo de la literatura, cine y teatro. Su gusto por ellos
y sus fracasos al intentar ser un escritor reconocido el cual viaja a los Angeles
y luego a Nueva York con la ilusión de vender dos guiones de largometraje
pero no tuvo éxito, después da inicio a la elaboración de su novela ¡Que viva la
música!. Andrés Caicedo intento suicidarse en dos ocasiones sin éxito, al final
termina con su vida consumiendo 60 pastillas de secobarbita.

“Tú, no te preocupes. Muérete antes que tus padres

para librarlos de la espantosa visión de tu vejez. Y
encuéntrame allí donde todo es gris y no se sufre.”

Andrés Caicedo
Andrés Caicedo fue hijo de Carlos Alberto Caicedo Arboleda y Nellie Estela, nació en
Santiago de Cali en el año 1951. El escritor vallecaucano Andrés Caicedo tuvo tres
hermanos mayores, empezó sus estudios en el Colegio del Pilar, institución a la cual
ingresó luego de su paso por el Colegio Pío XII, pero tiempo después fue transferido a
el Colegio Calasanz de Medellín; en esa institución escribiría su primer cuento, titulado
“El Silencio”. Años después regreso a Santiago de Cali y continuo sus estudios en el
Colegio Calasanz Después pasó al Colegio San Juan Berchmans (institución que
marcaría mucho su universo literario), de donde fue expulsado, para después pasar a la
institución de San Luis, del cual también lo expulsaron por mala conducta, para
terminar graduándose como bachiller del Colegio Camacho Perea.

Para luego redactar los relatos “Por esa razón yo regreso a mi localidad”, “Vacío”, “Los
mensajeros”, “Besacalles”, “De arriba a debajo de izquierda a derecha”, “El
espectador”, “Felices amistades”, y “¿Lulita que no desea abrir la puerta?”.
En 1971 acomoda y lidera La noche de los asesinos, de José Triana; en aquel mismo
año redacta el relato “Antígona”. Un año después redacta los relatos “Patricialinda”,
“Calibanismo”, “Destinitos fatales”, “Angelita y Miguel Ángel”, y “El atravesado”. En
1972 redacta y pone en escena la obra El océano, habituación de una obra de Harold
Pinter inspirada, paralelamente en Moby Dick de Herman Melville y Narración de
Arthur Gordon Pym de Edgar Allan Poe. En sus archivos póstumos reposa una versión
teatral de la novela La urbe y los perros de Mario Vargas Llosa titulada Los héroes al
inicio.
Con su amigo Carlos Mayolo aspira llevar al cine, sin triunfo, un guion de “Angelita y
Miguel Ángel” en 1972. Los relatos “El pretendiente”, “Angelita y Miguel Ángel”, y
“La época de la ciénaga” van a ser publicados de forma póstuma, bajo el título
Angelitos empantanados o historias para jovencitos.
Es justamente en la sala del Teatro, bajo el cómplice apoyo de Enrique Buenaventura,
Andrés funda el Cine Club de Cali. Que Después va a ser trasladado al Teatro Alameda,
y al final al de San Fernando, uno de los barrios más conocidos de la metrópoli.
Su sed de entendimiento por la historia del séptimo arte, lo llevó a recorrer varias
peliculas, tanto del cine americano como del europeo.
Recordemos que simultáneamente a su actividad como director del Cine-Club (junto a
Luis Ospina, Hernando Guerrero y Ramiro Arbeláez) Caicedo se encargó además de la
dirección de la revista “Ojo al Cine”, en la que al desarrollar su tarea de critico debia
recrear el film que habla degustado en la butaca, poniendo a prueba asi el arte de su
escritura; tal ha sido su dedicación a esa publicación, que alcanzó transformarse en la
revista de critica cinematográfica especializada más relevante de Colombia.

Después de un frustrado intento por llevar al cine su guión de Angelita y Miguel Angel,
codirigido por Carlos Mayolo (1972), Andrés prosiguió tenazmente con su trabajo
literario.
En 1973, Andrés viaja a Los Ángeles y después a Nueva York con la ilusión de
venderle a Roger Corman 2 guiones de largometrajes que había escrito. Su organización
no tuvo triunfo y Corman jamás alcanzó tener los guiones en sus manos. En esta nación
Andrés comenzaría a redactar su exclusiva novela, ¡Que viva la música!, e inicia la
redacción de un diario que pretendía transformar en novela, titulado Rápido: memorias
de una Cinesífilis; además, tuvo la posibilidad de entrevistar al director de cine Sergio
Leone.
En aquel mismo año surge el primer número de Ojo al cine, revista especializada que se
transformaría en una de las más relevantes de Colombia. Ojo al cine publicaría 5
números. Además viaja nuevamente a los Estados Unidos, esta vez para asistir al
Festival de Cine de Nueva York.
Fiel a la iniciativa de que vivir bastante más de 25 años era una insensatez, Andrés
intento suicidarse 2 veces en 1976. Entrega a Colcultura el manuscrito final de ¡Que
viva la música!, del cual alcanzaría a recibir un ejemplar editado el 4 de marzo de 1977;
aquel mismo día come intencionalmente 60 pastillas de Secobarbital, acto que termina
con su historia.
Con el paso de los años, Andrés Caicedo se convirtió en un autor de culto, con extenso
reconocimiento tanto nacional como universal.
De no haber tomado la elección de fallecer a los 25 años, sentado ante su máquina de
redactar, aquel 4 de marzo de 1977, Andrés Caicedo hubiera celebrado 66 de realidad.

Andrés Caicedo es un escritor que murió joven y no le fue fácil llegar a ser
reconocido ante la sociedad y con los años, sus obras y su gran talento para
escribir nos enseñanza a no rendirnos que podemos seguir adelante a pesar de
todo ya que a el lo expulsaban varias veces de las instituciones y además de eso
logro validar su bachillerato aunque intentaba ser un escritor reconocido al
principio fracaso pero no se rindió siguió adelante con su sueño podemos poner
como ejemplo que el publico 37 libros participo en la construcción de varios
guiones.

Sus grandes ejemplares literarios son muy importantes ya que tratan diferentes
tipos de temáticas las cuales son algo real, descarnado, abrumador, que no solo
son historias que al terminar de leer sus manuscritos se olvidan sino que
permanecen por muchos más años en nosotros, también nos cuenta sobre sus
experiencias las cuales son las drogas la sexualidad la homosexualidad y muchos
otros temas también podemos contar un poquito sobre la novela que viva la
Música la cual es una invitación a una fiesta sin fin en donde el autor deja caer el
mundo hasta el fondo con felicidad y entera dicha.