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AMISTADES TOXICAS

La ciencia dice que tener amigos es esencial para muchas cosas, es la clave para ser feliz, ayuda a reducir el estrés y
hasta evita el deterioro cognitivo, además de que pueden ser un apoyo emocional, pero no se trata de ir recogiendo a
cada persona que te topas en el camino sin pensar, el tipo de amigos que tienes es más importante que tener muchos o
que ir sumando más y más a tu grupo.

El problema es que todo tipo de relaciones se pueden volver tóxicas, puedes tener hermanos tóxicos, una pareja tóxica,
un jefe de lo peor o incluso amigos que, en realidad, lo único que hacen es darte dolor de cabeza, estrés, mucho
drama y ganas de esconderte debajo de una piedra hasta que se vayan, pero a veces es difícil darte cuenta de que una
relación no es exactamente sana y que esa es la razón de tu malestar emocional.

Pero no hay que entrar en pánico, las señales están ahí y simplemente hay que conocerlas para poder poner fin al
problema y poder tomar mejores decisiones (como eliminarlos si es necesario).

¿Amistad tóxica? Las señales para identificar

Te sientes mal cuando estás con ellos

Sí, hay personas que son vampiros emocionales y hacen que te sientas drenado emocionalmente y sin ganas de vivir
después de verlos, y eso nunca es buena señal. Las amistades saludables deben ser recíprocas y balanceadas, no está
bien que sea uno quien siempre carga con los problemas del otro, que se crucen los límites constantemente y que la
energía sea siempre negativa.

No sacan tu mejor versión

Si te conviertes en una peor versión de ti mismo cuando estás con alguno de tus amigos, entonces no estás
consiguiendo el efecto deseado. El punto es que te rodees de personas que te lleven a mejorar, que hagan que quieras
esforzarte y crecer. De acuerdo con The Psychology of Friendship, debes terminar amistades que te lleven a caer en
comportamientos destructivos, que te hagan comportarse de forma negativa o peligrosa, ya que eso no te beneficia a ti
ni a nadie.

No hay confianza

Un buen amigo no traiciona tu confianza, no va por ahí contando tus cosas o repitiendo información privada o que
pediste que no contara esta es una clara falta a la confianza, además de que apunta a varias cosas, tal vez no entendió
que la información era privada, pero también es posible que no te respete o que esté usando tu infor

¿Hay amistades que debes eliminar?

Muchos celos

Tus deberían querer verte feliz y encontrar relaciones saludables, hacerte sentir que no necesitas ponerles atención
todo el tiempo y que no pasa nada si sales con otro de vez en cuando. Los celos siempre son una señal de que las cosas
no van bien.

No hay comunicación

O más bien no te escuchan, una amistad tóxica es aquella en la que no puedes hablar y contar tus cosas, donde nada se
habla claramente y todo se convierte en un problema porque no hay canales abiertos y no saben cómo decir las cosas. 

Solo pelean

Es normal que haya problemas, todos los tenemos y surgen por la convivencia, pero, si todo es drama, siempre hay
pleitos y cada encuentro acaba siempre en discusiones, berrinches y estallidos, entonces ya no es algo saludable o que
debas tolerar. 
No hay espacio para ti

¿Siempre están bajo los reflectores o necesitan ser el centro de la conversación y la relación? De vez en cuando, a todos
nos gusta ser e centro de atención, pero debe haber un balance donde todos tengan su tiempo “bajo los reflectores” y
se sientan escuchados y comprendidos. 

¿Qué hacer con una amistad tóxica?

Tienes algunas opciones, hay casos en los que tienes que eliminar a esa persona de tu vida, pero, también hay casos en
los que debes pensar qué es lo que estás dispuesto a tolerar y qué no, para que puedas tener una conversación con esa
persona, exponer tus preocupaciones y buscar un terreno en común donde los dos se puedan sentir bien, comprendidos
y escuchados. Hay casos en los que el tóxico no sabe que lo es y simplemente necesita que se lo digas para cambiar,
pero hay otros en los que el problema es crónico y la única solución es acabar con la relación ahí mismo.

La palabra tóxico significa "venenoso". Las relaciones tóxicas son aquellas que envenenan nuestra paz y nuestra
capacidad de disfrutar de otra persona. Una relación tóxica nos dejará agotados, frustrados y, en algunos casos,
deprimidos. Las relaciones tóxicas pueden afectar las relaciones de negocios, los equipos deportivos y, por supuesto, las
familias. Es normal que haya cierta falta de armonía en una relación; sin embargo, algunas personas inyectan veneno en
todas las relaciones, imposibilitando que haya una relación saludable. Ésas son las personas tóxicas, y la Biblia nos da
algunos consejos para lidiar con ellas.

Siempre habrá personas con las que no nos sintamos a gusto, pero no por ello son tóxicas. Podemos ser polos opuestos
en ideología con alguien, pero podemos mantener una buena relación. Las personas de diferentes tendencias políticas
pueden disfrutar de la compañía del otro, los aficionados de equipos deportivos rivales pueden tener una relación
amistosa, y los cristianos pueden interactuar de forma saludable con los no cristianos. Sin embargo, cuando una persona
es tóxica, no es capaz de mantener una relación sana con nadie. Sólo los que están dispuestos a sufrir las exigencias
egoístas de la persona tóxica pueden soportar una relación de este tipo durante mucho tiempo.

Hay varios factores que determinan si una relación o una persona es tóxica o no:

1. La relación es completamente unilateral a favor de la persona tóxica. Las personas tóxicas son increíblemente
narcisistas y sólo pueden pensar en sí mismas y en lo que quieren en ese momento. Esto es una violación directa de
Filipenses 2:3-4, que dice: "Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a
los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los
otros". Las personas tóxicas pueden fingir que hacen algo por los demás, aunque siempre hay un motivo oculto que les
beneficiará.

2. Hay un continuo drama en las relaciones tóxicas. Irónicamente, las personas tóxicas por lo general son las que
proclaman para que todos oigan lo mucho que "odian el drama". Sin embargo, ellas lo provocan dondequiera que vayan.
Aparentemente, les encanta. No pueden ir del punto A al punto B de forma sencilla y directa. Son una constante maraña
de excusas, mentiras, inventos y situaciones absurdas con las que cansan a cualquiera a su alrededor. Les gusta
complicar situaciones que de otro modo serían sencillas ya que así mantienen la atención centrada en ellas.

3. Siempre tienen razón. Siempre. Las personas tóxicas miran con desprecio a cualquiera que se atreva a corregirles o a
estar en desacuerdo con ellos. Enmascaran su orgullo extremo con una falsa humildad, pero rara vez hay un verdadero
arrepentimiento porque no creen estar equivocados. La culpa es de los demás. Proverbios 16:18 dice: "Antes del
quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu". La altivez domina a las personas tóxicas,
incluso cuando tratan de ocultarla tras la autocompasión o la humillación. Si estás en una relación tóxica, con frecuencia
la "destrucción" que la persona tóxica se ha ganado debido al orgullo también recae sobre ti.
4. Otros le temen a las confrontaciones o interacciones con una persona tóxica. Pueden parecer encantadores a los ojos
de los demás, pero los que se relacionan con una persona tóxica conocen la verdadera historia. Cada interacción, por
muy inocente que sea al principio, termina con una puñalada. Todos los demás se quedan con las secuelas mientras la
persona tóxica desaparece aparentemente tranquila. Si te sientes ansioso al pensar en otra interacción con alguien en tu
vida, sin que tengas la culpa, puede que estés en una relación tóxica.

5. Las personas tóxicas disfrutan haciéndose las víctimas. A las personas tóxicas les pasa de todo, y el mundo debería
darse por enterado. Piensan que no se les debe responsabilizar porque no fue su culpa, aunque sí lo fue. Prácticamente,
la autocompasión brota de ellos, aunque la enmascaren bajo una fachada de fortaleza. Les gusta aparecer como
mártires e incluso crearán situaciones para que los vean como tales. Los que se relacionan con una persona tóxica suelen
acabar pareciendo los malos. Los de fuera suelen juzgar en silencio a los amigos o familiares que son "intolerantes" con
esta pobre víctima, lo cual crea división e incomprensión en las relaciones secundarias.

6. Las personas tóxicas mienten. Si sus bocas se mueven, las personas tóxicas probablemente están mintiendo. Mienten
mucho más fácilmente de lo que dicen la verdad y son tan convincentes que incluso los que saben más se cuestionan sus
propias apreciaciones. Las personas tóxicas justifican sus mentiras diciéndose a sí mismas que no tenían otra opción.
Cuando son sorprendidos con las manos en la masa en una mentira, pueden fingir remordimiento, pero todo el tiempo
pueden estar ocultando una docena de más mentiras que nadie todavía ha descubierto. Las Escrituras tienen palabras
duras para los mentirosos. Dios no tolera a los mentirosos, y no se deja engañar por ninguna de sus excusas (Apocalipsis
21:8). Proverbios 6:16-19 enumera siete cosas que el Señor odia, y la mentira está en la lista dos veces.

El rey Saúl es un ejemplo de una persona tóxica. Comenzó bien, pero el poder, el orgullo y los celos paralizaron su alma.
Sus terribles celos hacia el joven David se manifestaron en una confusa gama de estados de ánimo. En un momento Saúl
estaba tranquilo y disfrutaba de la música de David; y al siguiente intentaba matarlo (1 Samuel 19:9-10). Saúl parecía
mostrar remordimiento, pero pronto volvía a perseguir a David (1 Samuel 24:16-17; 26:2, 21). Después, Saúl violó una
orden estricta del Señor con el fin de que la gente pensara bien de él (1 Samuel 15). Ese pecado le costó a Saúl su reino.

Hemos sido llamados a la paz (Colosenses 3:15), sin embargo, una relación tóxica destruye la paz. Algunas personas son
tan abusivas que no nos permiten buscar o negociar la paz en ningún aspecto. Cuando la relación continuamente está
cargada de dramas innecesarios, cuando sientes temor por la próxima pelea, cuando no puedes creer nada de lo que
esta persona dice, o cuando alguien está destruyendo tu reputación y tranquilidad, entonces es tiempo de crear
distancia en la relación.

El Salmo 1 da instrucciones específicas sobre cómo mantenerse alejado de los perversos. Somos bendecidos cuando no
buscamos amistades con ellos ni escuchamos sus consejos. Las personas tóxicas entran en esa categoría. No se
contentan con destruir sus propias vidas; tienen que llevarse a otros también. Es bueno recordar que no se puede
cambiar a una persona tóxica, especialmente desde dentro de una relación tóxica. No se puede ayudar a las personas
tóxicas a menos que estén dispuestas a ser ayudadas.

Las personas complacientes son las víctimas más frecuentes de las relaciones tóxicas porque quieren agradar a la
persona tóxica. No obstante, hay momentos en los que lo más inteligente es cerrar la puerta a una relación (Proverbios
22:24-25). Si estás casado con una persona tóxica que ha convertido tu relación en un matrimonio tóxico, entonces
quizás convenga una separación, además de una consejería matrimonial orientada. Si no estás casado, entonces es hora
de decir adiós. En toda situación que implique una relación tóxica, presenta el asunto a Dios en oración. Clama para
"recibir misericordia y encontrar gracia" que te ayude en el momento de necesidad (Hebreos 4:16). "Echad toda vuestra
ansiedad sobre él, porque él cuida de vosotros" (1 Pedro 5:7). Pídele constantemente al Señor que cambie el corazón de
la persona causante de la toxicidad. En Él hay esperanza y sanidad.

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