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La ciencia está ganando importancia para los ciudadanos españoles. Dos noticias científicas recientes sobre el agua en Marte y la clonación de embriones humanos generaron gran interés público. Los políticos ahora compiten para presentarse como defensores de la investigación científica, ya que su futuro depende de satisfacer las demandas de los votantes. Aunque reconocen su papel, la ciencia rara vez fue una prioridad en el pasado. Invertir en investigación invierte en el bienestar de la sociedad y en generar riqueza
La ciencia está ganando importancia para los ciudadanos españoles. Dos noticias científicas recientes sobre el agua en Marte y la clonación de embriones humanos generaron gran interés público. Los políticos ahora compiten para presentarse como defensores de la investigación científica, ya que su futuro depende de satisfacer las demandas de los votantes. Aunque reconocen su papel, la ciencia rara vez fue una prioridad en el pasado. Invertir en investigación invierte en el bienestar de la sociedad y en generar riqueza
La ciencia está ganando importancia para los ciudadanos españoles. Dos noticias científicas recientes sobre el agua en Marte y la clonación de embriones humanos generaron gran interés público. Los políticos ahora compiten para presentarse como defensores de la investigación científica, ya que su futuro depende de satisfacer las demandas de los votantes. Aunque reconocen su papel, la ciencia rara vez fue una prioridad en el pasado. Invertir en investigación invierte en el bienestar de la sociedad y en generar riqueza
CIENCIA. Desterrar para siempre el “que inventen ellos”.
España sigue estando en el furgón de
cola de la UE en materia de investigación, pero el hecho de que los lideres políticos se enfrenten cada vez más en este terreno es una buena señal de que la ciencia por fín se ha convertido en una cuestión fundamental para los ciudadanos. En las últimas semanas dos noticias científicas han acaparado un extraordinario interés público en nuestro país, generando enormes titulares en las portadas de todos los periódicos y abriendo los informativos en todas las cadenas. primero llegó la confirmación definitiva de la existencia de agua en Marte, lograda por una misión europea con participación española, y poco después cayó el bombazo biomédico de la primera clonación de embriones humanos, realizados por un osado grupo de investigadores coreanos. Los ríos de tinta que han corrido tras el anuncio de estos dos hitos científicos, en un contexto informativo en el que hazañas futbolísticas y los cotilleos de los famosos generalmente suelen predominar por encima de todo lo demás, reflejan un sorprendente hecho sociológicos; la ciencia interesa mucho a los ciudadanos de nuestro pais. No es de extrañar, por lo tanto, que los líderes políticos, cuyo futuro al fin y al cabo siempre depende de su capacidad para satisfacer las exigencias de los votantes, estén empezando a competir cada vez más para presentarse no sólo como los mayores garantes de valores tradicionales como el bienestar y la seguridad, sino también, como ardientes defensores de la investigación científica. Por la ciencia hacia el bienestar dde la sociedad. Todos los políticos reconocen el papel fundamental que el avance científico desempeña en la economía de los paises occidentales. Sin embargo, en el pasado raramente figuró entre las prioridades de sus programas electorales. Y muy raramente han contribuido, cuando están en disposición de hacerlo, a promover las condiciones para hacer de las escasas promesas en investigación y desarrollo una realidad. Según los eurobarómetros, el interés por el bienestar constituye una de las preocupaciones más relevantes de los ciudadanos. Consecuentemente invertir en investigacfión es invertir en bienestar, es invertir en futuro y en generar riqueza, entre otras cosas porque los ciudadanos no nos conformamos con ser puros consumidores de ciencia. Queremos contribuir a su desarrollo, por que ello es patrimonio de los paises dueños de su futuro, club al que ciertamente España aspira a pertenecer.