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-LA PENA DE LA OPERA-

Después de una catastrófica guerra entre naciones, un excombatiente y no muy


conocido arquitecto, llegaba con mucha dicha a recibir a su hermosa familia
después de un largo tiempo de no verlos, sus hijos contentos le cantaban a su
padre hermosas melodías y le recitaban bellas estrofas, ciertamente esa felicidad
duro muy poco tiempo, ya que las oportunidades de trabajo en Nueva Gales del
Sur eran escasas para un arquitecto sin experiencia, el anhelaba desde pequeño
ser reconocido mundialmente por una obra maestra elaborada por el mismo para
que así el pudiera sacar adelante a los que ama.
En el fondo él quería que su hija Lin brillara por su talento al cantar bellos
versos, componer preciosas estrofas y tener el mismo talento que él, crear obras
decorativas abstractas, él no quería que fuera como su padre. Para él era muy
triste llegar a su casa sin dinero y sin comida, esta situación se volvió constante
durante un tiempo. Un día alcoholizado y harto de seguir en la misma situación,
este recurrió a métodos fuera de lo común, el tentador de hombres rondaba por
las costas de Sídney, este al verlo tenía un aspecto temible, el cual hacia que las
olas de mar dejaran de menearse, y una tormenta de sangre apareciera de la
nada. El maligno al ver a este hombre agobiado le propuso un trato, con la
intención ayudarlo para que se volviera en el arquitecto más reconocido
mundialmente de ese tiempo, para ello él tenía que darle el alma de la persona
que más amaba en el mundo, su hija.
Al principio este se negó, pero al ver que ya no iba a ser abrumado por la
pobreza y cumpliría finalmente su sueño, el tentado accedió. Fue así como un
grito de su esposa se escuchó a lo lejos, un cuerpo sin vida yacía en la cama.
Toda la familia estaba de luto, pero no había tiempo para el dolor.
Casi de inmediato el arquitecto le llegó un dote muy sagaz, ya que tuvo la
inteligencia que siempre había anhelado y la sabiduría de un arquitecto nato, su
nombre entonces empezó a ser muy escuchado por el pueblo, llegando a los
oídos de grandes compañías, que lo describían como un genio, para enmendar
en cierta forma su pena decidió plasmar el talento que tenía su hija en su obra
maestra, haciendo así la primera Opera de Sídney, donde la música, el canto y
el arte se hacían presentes, le decidió dar forma de velas de barco al techado ya
que le recordaba a las velas de los barcos, en los que se subía para ir al campo
de batalla.
La obra comenzó su proceso de construcción, tenía una vista de un rascacielos
brillante, medía 183 metros de largo y 115 metros de ancho, resultó un desafío,
tanto desde el punto de vista de diseño como desde el punto de vista técnico,
pero eso no le impedía ser capaz de concretarlo, o al menos eso creía él. Todo
iba acorde al plan, pero para el aún le era difícil no sentir culpa por la muerte
de su hija, los años pasaron, la opera seguía en proceso y un viejo senil ya no
podía más con el pecado que cargaba desde hace años, por la pena ,recurrió
nuevamente con el maligno, arrepentido de lo que había hecho, este decidió
hacer un nuevo trato con él para purgar su pecado, el mal presente le propuso
regresar el alma de su hija a cambio de que él le diera la suya, también que uno
de sus hijos ocupe su lugar en la construcción de la ópera y trabaje para servirle
a él. El trato se hizo, su hija regreso al mundo de los vivos, y el arquitecto dejo
la obra ya que estaba padeciendo lentamente de una enfermedad dolorosa e
incurable, hasta el fin de sus días, en cambio su hijo mayor Kim arquitecto al
igual que su padre se llevó el crédito y reconocimiento del mundo entero por su
obra en el año 1973.
En las costas de Sídney Australia, a altas horas de la noche, un barco de almas
condenadas suele pasar merodeando la ópera, se dice que en ese barco está el
alma del arquitecto, que solamente pasa para poder observar su obra maestra
concluida.

NTEGRANTES
Keyla Morales Duran
José Adolfo Pérez Landa
Litzy Daniela Ibarra Vargas
Luis Adrián Soriano Nava
Kassandra Guadalupe de Jesús Galván

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