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Eji – Oko
Ogunda Ja Meji
I I
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II II
Ogunda Meji fue uno de los más poderosos adivinos tanto en el Cielo como en la
Tierra. El estimaba tener la combinación de la fuerza de Ogún y la inteligencia
de Òrúnmìlà en su trabajo. El fue quien reveló la historia de la segunda
revelación hecha por las divinidades para habitar la Tierra. Obara bodi, uno de
los discípulos de Òrúnmìlà más tarde reveló los detalles del primer intento parta
habitar la Tierra y como fue fundada.
Ogún, la divinidad del hierro y el mayor de las divinidades creado por Dios, fue
también el más fuerte físicamente de las 200 divinidades. El es muy seguido
referido como el camino-buscador, porque el lidereó la segunda misión de
reconocimiento del cielo a la tierra. Nosotros hemos dicho que Ogunda Meji que
tuvo a cuenta los atributos físico de Ogún que Dios le dio a él para iluminar el
sendero para la segunda generación de habitantes en la Tierra. El es conocido
por ser muy centrado, presumido y escasamente consultado por cualquiera para
consejos. Con él se contaba exclusivamente para desarrollar habilidades de
manufactura y fuerza física. Eso explica porque a él nunca le importó ir para
adivinación o a consultar a cualquiera cuando él fue Designados por Dios para
tomar la tarea de establecer los habitantes sobre la Tierra. Tan pronto como el
recibió la instrucción de marchar por parte de Dios de marchar, él procedió
inmediatamente. Dios le dio 400 hombres y mujeres para acompañarlo en al
misión. Al llegar al Tierra no le tomó muchos tiempo descubrir las
consecuencias de no haber hecho las preparaciones adecuadas antes de partir
del cielo.
Dios después invitó a Olókun la divinidad del agua para dirigir una segunda
misión a la Tierra. El también era igualmente orgulloso y lleno de egocentrismo.
A él también le dieron 200 hombre y 200 mujeres para acompañarlo en su
misión. El tampoco hizo ninguna consulta o adivinación con los ancianos del
Cielo antes de partir a la Tierra. Al llegar ahí, él también no tuvo idea de cómo
alimentar a su seguidores, él solamente les decía que tomaran agua cuando
tuvieran hambre. Como el agua no los alimentaba efectivamente, ellos
comenzaron a morir de inanición. Muy pronto él también retornó con sus
sobrevivientes seguidores al Cielo para reportar la fallada misión.
Dios entonces invitó a Òrúnmìlà con 200 hombres y 200 mujeres para fundar a
los habitantes de la Tierra. Òrúnmìlà como él podría tener éxito en una misión
en a cual habían fallado los esfuerzos de los más altos y fuertes divinidades
como Ogún y Olókun. Dios lo persuadió a que hiciera su mayor esfuerzo porque
era necesario despoblar el Cielo estableciendo los habitantes en la Tierra. Su fiel
sirviente Okpele le aconsejó a Òrúnmìlà no declinara la misión porque con
preparaciones adecuadas le convenció de que el éxito le aguardaba.
Tan pronto como Òrúnmìlà se estableció Èsù fue a decirle a Ogún que Òrúnmìlà
estaba viajando ala Tierra a través dela ruta la cual él (Ogún) había establecido.
Ogún inmediatamente fue a bloquear la ruta con palos del bosque. Cuando
Òrúnmìlà partió y llegó ala bosque, ellos no supieron que hacer después. El
envió a la rata a encontrar un camino a través del bosque. Antes de que la rata
regresara Ogún se le apareció a Òrúnmìlà y le cuestionó por su osadía de
proceder a la Tierra sin haberle informado. El sin embargo, explicó que él había
enviado a Èsù para informarle y cuando Ogún recordó que fue Èsù quien de
hecho vino a alertarlo, él rápidamente limpió el bosque para que Òrúnmìlà
procediera con su viaje. Antes de dejarlo Ogún le dijo a Òrúnmìlà que la única
otra obligación que él le debía era alimentar a sus seguidores con las ramitas
como él lo hizo y Òrúnmìlà prometió hacerlo.
Mientras tanto, Èsù también fue a reportar a Olókun que iba a la Tierra para
tener éxito en donde él había fallado. Olókun reaccionó causando un profundo
río para impedir el avance de Òrúnmìlà. Cuando Òrúnmìlà llegó a la Orilla del
río, él apresuró a un pescado para encontrar un pasaje a través del río. Mientras
esperaba que el pez regresara, Olókun se le apareció y le preguntó porque él se
atrevía en embarcarse a un viaje a la Tierra sin antes haber obtenido su
aprobación.
Cuando la asignación fue completada ellos sacaron las semillas para cultivar que
ellos habían traído y plantar en los arbustos que habían cortado. En la
oscuridad, todos ellos se retiraron a dormir en su respectivas chozas. Èsù, a
quien se le había dado un macho cabrio antes de que la misión partiera del Cielo
fue a trabajar al plantío de las semillas y con los animales. Cuando ellos
despertaron al amanecer, ellos descubrieron que toda la siembra no solamente
había germinado sino que habían brotado frutas listas para comerse. Esto incluí
ñame, plátano, maíz, vegetales et. Al mismo tiempo, todas las cosas vivas que
ellos habían traído del Cielo se habían multiplicado por la noche. Ese fue el
primer milagro realizado por Òrúnmìlà sobre la Tierra, como una directa
manifestación de los sacrificios que él hizo antes de dejar el cielo.
Habido diferido a los deseos de sus superiores, Òrúnmìlà les dijo a sus gentes a
alimentar ellos las plantas y animales que abundaron en la colonia. Ellos habían
tenido éxito poniendo el estado para una habitación permanente en tierra que
nada resistió entonces de su vía de tener éxito en tierra, Okpele próximo
propuso a Òrúnmìlà que era tiempo para enviarle a informar a Dios que la tierra
ya era adecuadamente habitable bastante para Ule unírsele. Òrúnmìlà estaba de
acuerdo, pero le dijo que él debe invitar primero que Èsù unirse en tierra antes
de pedirle a Ule. Habido prometido unirlo previamente en cuanto él fuera
invitado, Èsù estaba de acuerdo en acompañar a Okpele a la tierra prontamente.
Òrúnmìlà les pidió a sus seguidores que construyeran una choza para Èsù a la
entrada al establecimiento (colonia) antes de llegar. En cuanto Èsù se estableció
en sus cuartos, Òrúnmìlà le envió un macho cabrío. Él estaba muy contento de
alimente en su comida principal usual que él pensó no estaría disponible en la
tierra.
Cuando Okpele vino a verificar si Èsù estaba bien, el último le dijo que pidiera a
Òrúnmìlà perdonarlo a causa de las dificultades iniciales que él creó antes de
que él dejara cielo incitando y Olókun contra él. Òrúnmìlà lo perdono e imploro
a Èsù para quedarse en la tierra para estar escuchando sus anuncios,
prometiendo a siempre alimentarlo.
Después de esperar en vano por Òrúnmìlà faltar y devolver al cielo con sus
seguidores, Olókun decidió en el cielo para devolver a la tierra para averiguar
cómo la misión estaba a distancia. Cuando Olókun llego a la tierra, él se
encontró que Èsù le dijeron que Òrúnmìlà habían tenido éxito haciendo la tierra
habitable. Cuando Olókun llego a Òrúnmìlà, él pidió perdón a causa de los
obstáculos iniciales que él creó para él. Òrúnmìlà le dijo que la disculpa no era
necesaria porque el éxito no está satisfaciendo sin dificultades iniciales.
Òrúnmìlà le dijeron sin embargo a Olókun que estuviera de acuerdo en vivir con
él en la tierra. Él estaba de acuerdo en hacer así pero insistió que él tuviera que
ir al cielo para pedir el Omnipotente Padre permitirle regresar con sus
seguidores. Olókun fue al cielo y Dios lo aclaró devolver a tierra con sus
seguidores.
Cuando oyó que Olókun había salido para unirse a Òrúnmìlà en la tierra, él
decidió ir y ver las cosas para él también. Cuando Okpele vio que deja cielo para
la tierra, él alertó a Òrúnmìlà que inmediatamente les dijo a sus seguidores que
dieran otro macho cabrío a Èsù para evitar cualquier conflicto entre Èsù y .
Cuando llegó, Èsù todavía estaba comiendo su macho cabrío y estaba
demasiado ocupado para incomodarse con Ògún. Él solo se movió Ògún para
seguir a donde Òrúnmìlà vivía. En cuanto Òrúnmìlà vio a Ògún, él siguió sus
rodillas para saludarlo, siendo su hermano mayor.
Ògún retorcido por la apologista Òrúnmìlà para las dificultades iniciales que él
creó para él. Una vez más, Òrúnmìlà explico que la disculpa era escasamente
necesaria porque sin ese problema de la dentición, él no habría llevado puesto
ninguna pista probablemente cómo a alimente a sus seguidores. Òrúnmìlà
persuadió a Ògún entonces para quedarse con él en la tierra, porque sin él
(Ògún) era imposible para cualquier tecnología desarrollarse en la tierra.
Òrúnmìlà explico que él sólo sabia hacer adivinación pero no cómo inventar o
fabricar. Sintiéndose adulado, Ògún estaba de acuerdo en devolver al cielo para
obtener certificado de Dios y regresar con sus seguidores a la tierra
prontamente. Ògún regreso finalmente con sus seguidores.
Estaba en esa fase que Òrúnmìlà le envió finalmente a Okpele que sacara a Ule
del cielo. Cuando Okpele narró el mensaje de Òrúnmìlà a Dios, el Omnipotente
Padre Ule al instante invitado para proceder a la tierra para unirse a Òrúnmìlà.
Èsù fue de nuevo la primer persona que Ule se encontró en llegar a la tierra. Èsù
lo dirigió encontrarse en la choza de Òrúnmìlà. Lejos de desafiar Ule como hizo
Olókun y Ògún, Èsù rezo para Ule que él tendría por siempre más éxito que
todos sus mayores hermanos y sin él, ninguno tendría satisfacción completa en
la tierra.
Él dijo entonces a los tres ir sus caminos separados. Los tres abandonaron el
aposento de Òrúnmìlà. Ellos se habían marchado lejos del apartamento de
Òrúnmìlà cuando Ule repentinamente cayo muerto. En cuanto él cayo muerto,
su cadáver desapareció fuera de vista y en su lugar una constelación de casas,
vestíbulos y viviendas apartamentos aparecieron en la tierra. Así, Ule había
transfigurado en las casas de la morada respetables por todo el haber existido y
habitantes futuros de la tierra para vivir en el.
Olókun también sintió desafió y se convirtió en agua para constituir los océanos,
mares y ríos de esta tierra. Los hombres y mujeres traídas pronto a la tierra por
Òrúnmìlà, Olókun y Ògún empezaron a casarse entre sí y multiplicarse para
extenderse a los cuatro vientos de esta tierra. Es importante recordar que la
fuente libre y las reencarnaciones subsecuentes de los seguidores que
inicialmente vinieron con Òrúnmìlà, Ògún, Olókun y otras divinidades a la
tierra, se volvieron sacerdotes y niños de estas divinidades, hasta el momento y
a eternidad. Aquéllos que viran lejos de las bandadas, o quién no se privilegia
para descubrir a su afín más amable, son los hombres y mujeres que se
encuentran con todos los tipos de dificultades en la tierra.
En esa fase, Okpele salió para el cielo pero dijo a Òrúnmìlà mirar algún día para
él después en la vía a la granja. Él se convirtió en un árbol cuyo fruto se usa
hasta el momento para preparar los Okpele de adivinación instrumentos en el
futuro. Okpele dijo a Òrúnmìlà cómo usar las semillas que él habría producir
adelante para la Adivinación.
El día siguiente que él salió para el bosque para cazar. El tigre tiene dos
idiosincrasias. Cuando cualquier objeto cae detrás, él corre instintivamente lejos
en miedo. Segundo, cuando él salta encima de cualquier-animal que ha matado,
le prohíben que coma el animal. En llegar al bosque también, él vio un antílope
y él lo mató bebiendo su sangre. En cuanto él soltara el antílope para caerse a la
tierra, él oyó el sonido de una rama de árbol detrás del que se cayó el. Aterrado,
él saltó encima del antílope y al instante lo abandonó.
Después de crear las varias especies de las familias de serpiente Dios distribuyo
armas a cada uno de ellas en veneno pero se olvidó de dar nada a la boa que es
llamada Oka en Yoruba y Aru en Bini. La boa empezó a hambrear porque le
faltaron las armas para traer comida para comer. Él fue entonces a Ogunda Meji
por la adivinación para aconsejarle en qué hacer para superar sus dificultades.
La Flecha era uno de los sacerdotes del substituto que viven con Ogunda Meji y
era la Flecha que hizo adivinación para la boa. El nombre lleno de la flecha era:
El Awo le aconsejó que hiciera sacrificio con tres flechas diminutas, kolanuts, y
una gallina.
Él trajo al próximo día los materiales y el Awo uso la gallina a servir Ifá para él.
Con la sangre de la gallina, hojas e Iyerosun, el Awo preparó una porción
medicinal para tragar.
Ese día coincidió con el día que Dios iba a asistir a la reunión de las divinidades
que tradicionalmente empezaron con la ruptura del kolanuts. Dios se olvidó de
llevar cualquier kolanuts cuando él dejó casa. Él fue acompañado por su
sirviente favorito, el conejo que sostuvo su bolsa divina (Akpominijekun o
Agbavboko).
Antes de dejar la boa, Dios presentó al conejo y nunca lo advirtió usar sus armas
en el conejo. Cuando Dios llegó al sitio de una acción de la conferencia, él
descubrió que ellos habían dejado la bolsa divina detrás en el sitio donde él dio
armas a la boa. Dios era renuente al despachar al conejo para traer la bolsa, pero
temía que la boa hambrienta pudiera tentarse para usar las armas
recientemente adquiridas en él. Pero el conejo aseguro a Dios que él recogería la
bolsa discretamente sin provocar la boa.
Cuando el conejo volvió a Dios, él informó que él había sido atacado por la boa.
Dios dijo al conejo que él debe de haber provocado la boa para incurrir en su ira
y debe de haber aconsejado el conejo que verdadero a su proclamación, él (el
conejo) debe devolver a la boa para morirse. El conejo se esforzó regresando al
y se murió en cuanto él llegara allí y la boa lo tragó a. Esta casualidad tranquilizó
que la boa que el arma dada a él por Dios era de hecho eficaz. Él se puso muy
feliz entonces.
Al final de la reunión, Dios tenía que llevar su casa de la bolsa por Él. En llegar
al sitio donde la boa se ponía, él vio la boa que al instante postró para agradecer
al Omnipotente Padre para la ayuda dada a él. Dios lo preguntó sin embargo por
contradecir su orden para no atacar el conejo, su sirviente, y la boa que explicó
cómo él fue provocado por el conejo. Dios le dijo que él fue preparado
perdonarlo en esa ocasión porque él actuó en provocación.
Dios proclamó sin embargo desde aquel momento eso, la boa se moriría en el
mismo día que el ataque y mate cualquier conejo. Dios fijó la ardilla entonces
para estar escribiendo crónicas de la situación de la boa como un recurso de
animales de la advertencia donde la boa estaba rondaba. En cuanto Dios, un
enjambre de ardillas rodeó la boa y empezó a gritarle con las palabras:
Ode es la palabra de Yoruba para el exterior, es decir, fuera del patio de la casa.
Había un tiempo en cielo cuando había hambre y por todas partes se puso torpe.
Las personas se pusieron demasiado hambrientas para comprometerse fuera de
los quehaceres, y la ODE estaba muy enferma. Él manejó ir a Ogunda-méjì por
la adivinación y le aconsejaron que hiciera sacrificio con 200 cestos de pimienta,
y semillas de jengibre, (Ighere en Yoruba o Oziza en Bini), 200 semillas de
pimienta de caimán y un gallo. También le aconsejaron que diera macho cabrío
a Èsù. Las 200 cestos de pimienta eran puestas en el fuego y las personas
corrieron fuera de sus casas trayendo aire fresco del exterior. La vida empezó a
burbujear de nuevo fuera pronto y las personas empezaron a cantar y bailar.
Era que uno de sus seguidores llamado Ala Boun Lofo Kpiriri Kparara que hizo
adivinación para Eji-Oko cuando él sedujo a Epipayemi, la esposa de hermosa
tez del rey de Muerte, ignorantemente. Ala-boun-boun era de hecho la avispa
que advirtió Ejioko para evitar tener algo que ver con una mujer amarilla que
iba a ser la Reina de la Muerte. Le aconsejaron sin embargo que le diera un
macho cabrío a Esu que él se negó a hacer porque él no tenia ninguna intención
de tener algo que ver con una mujer amarilla o el rey Muerte.
No largo después, el rey de Muerte envió su esposa Epipayemi con una bolsa de
dinero a comprar un macho cabrío para él del mercado de Oja-Ajigbomekon
Akira. Al mismo tiempo, Eji-Oko, tenía, en segundo pensamiento, se resolvió
hacer el sacrificio y partir para el mercado para comprarse un macho cabrío
para una ofrenda a Èsù.
Ella no tenía ninguna opción para pasarse la noche con Eji-Oko que le hizo el
amor durante la noche. Ella lo advirtió de las consecuencias de su acción sin
embargo porque ella estaba segura que Eji-Oko no pudiera resistir la ira de su
marido.
La muerte le envió dos mensajero entonces a Eji-Oko para advertirlo que por
seducir a su esposa, él iba venir en siete días cronometrados para tratar con él.
Estaba en ese punto que él recordó lo que la avispa le dijo a la adivinación sobre
el riesgo de seducir a la esposa del rey de Muerte. Sabiendo que él estaba
desvalido ante el castigo que lo espera, él decidió resignarse a él. Él empezó a
lamentar y dejó de comer cualquier comida.
En entrar en la casa, él se puso abajo sentado y exigió ver al rey de Muerte que
porque él había venido a pagarle una visita cuando la Muerte fue dada la
descripción del visitante, él supo que era Eji-Oko que le envió a Osonyin venir y
probarlo. En enojo, la Muerte dio instrucciones para el visitante a ser
aprehendido, ejecutó y mató en pedazos diminutos. Los seguidores de Muerte
tuvieron a Osonyin completamente vencido y mataron en los pedazos diminutos
y trozos. En los órdenes de Muerte, se esparcieron los pedazos del cadáver de
Osonyin a la unión del camino.
Una vez más, ellos mataron y cortaron su cadáver en los pedazos muy diminutos
y lo echaron al río. Cuando ellos devolvieron casa para informar misión lograda,
ellos se encuentran Osonyin de nuevo sentado esta ves humeando por qué era
tan difícil de ver al rey de Muerte. Él preguntó si la Muerte feroz tuvo miedo de
ver una divinidad menor.
No sabiendo que próximo a hacerle, la Muerte les envió a sus mensajeros que le
pidieran a Osonyin que decirle a su hermano que él se había rendido a
Epipayemi a él en paz. Cuando ellos narraron el mensaje a Osonyin, él rugió que
si él fuera no crear un alboroto en cielo, la Muerte debe decirse enviar a uno de
sus mensajeros acompañarlo entregar el mensaje a su hermano. La muerte
concedió inmediatamente y envió a uno de sus guardias personales acompañar
Osonyin para llevar el mensaje a Eji-Oko.
Osonyin también envió un mensaje a Muerte que insiste que él debe le traer
kolanuts. Los kolanuts se enviaron rápidamente a él pero Osonyin insistió que la
Muerte deba de haber salido para partirlos por él. La muerte salió para partir los
kolanuts dándole un pedazo a Osonyin, mientras él comió un pedazo. Osonyin
se fue a casa con los pedazos restantes agradeciendo Muerte su hospitalidad
conveniente.
Regresando a casa, Eji-Oko era corto de palabras cual expresar su gratitud a
Osonyin para su logro incomparable. Eji-Oko invitó la avispa que hizo
adivinación para él a cantar en alabanza de él entrar a agasajar y cenar.
Él hizo adivinación para el gallo y el loro ellos dos estaban buscando a las
esposas para casarse. Él les aconsejó que dieran un macho cabrío a Èsù para que
el hábito de excretar de paso en sus cama-cuartos no los privara del honor de
casarse a las esposas respetables. Ellos dos defendieron que el sacrificio era
innecesario que desde que era su tradición para pasar derroche dondequiera
que ellos durmieron.
Había también una doncella bonita que fue a él para la adivinación en cómo
conseguir que un marido responsable para casarse. Le aconsejaron que hiciera
sacrificio para evitar el infortunio de comprometer en dos matrimonios
abortivos antes de poner abajo en un tercero. Ella pensó que era innecesario
hacer el sacrificio porque sus buenos ojos y nativa inteligencia era bastante para
verla a través de cualquier dificultad.
No largo después ella se encontró al gallo que era muy buen visto. Ella se cayó
en seguida para él y estaba de acuerdo en casarse con el. Ella pasó a su casa sin
cualquier retraso. Así, una pareja que los dos se negaron a hacer sacrificio, se
había casado en desafío del consejo del sacerdote de Ifá. La mañana siguiente
que la novia descubrió que su marido había tirado basura en su cama con
excrementos. La mujer fue hastiada completamente. Las personas empezaron a
ridiculizarla por casarse a un marido que descargó inmediatamente excrete en
su cama. Ella no podría resistir la turbación, y así, salió el gallo tan rápidamente
como ella se lo casó.
Un poco después, ella se encontró el loro, otra persona muy guapa. Ella se
enamoró inmediatamente y estaba de acuerdo en casarse con el. Cuando ella
preparó la primera comida, el loro le dijo que ellos tendrían que comer sus
comidas separadamente. Ella era curiosa averiguar por qué el marido impuso
semejante embargo en ella. Cuando ella preparó el loro al abeto de maíz, él sólo
comió el núcleo suave del maíz y abandonado el resto. Los sobrantes tiraron
basura al cuarto entero.
En una segunda ocasión después de servirle una comida, ella fue a esconderse
para mirar al loro estos hábitos de comer. Ella vio que él estaba comiendo con
sus pies y estaba esparciendo los remanentes de la comida alrededor de él.
Cuando ella confrontó el loro después para preguntarle que por qué él estaba
esparciendo su comida alrededor de él, el loro contestó esa vida era tan corta
que no era su hábito para comer el material tosco de cualquier comida.
Preguntado que por qué él comió con sus pies, él explicó que era así la
costumbre de sus personas para hacerlo. Una vez más, ella consideró la
situación demasiado para ella y durante la segundo vez. Ella dejó el loro. La
predicción del sacerdote de Ifá había manifestado tan rápidamente.
En esa fase, ella decidió ir de nuevo por la adivinación - y le dijeron que diera
macho cabrío a Èsù y a un carnero al Ifá de su padre. Ella dio macho cabrío a
Èsù pero no podría permitirse el lujo de comprar un carnero para Ifá. Le habían
dicho que para establecerse, ella tendría que casarse a un sacerdote de Ifá.
Al mismo tiempo, Ejioko soñó que él iba a casarse a una segunda esposa. Él
consultó Ifá, y sus propio Odu salió. Él invitó a sus substituto Uroke y Orofa a
interpretat la importancia para él. Ellos le dijeron que una mujer estaba
viniendo a él y que ella era una princesa. Le dijeron que diera macho cabrío al
Èsù y a un carnero a Ifá. Él hizo el día siguiente los sacrificios.
Cuando ella consiguió al pueblo de Itoko, ella oyó Awos haciendo adivinación y
pegando la tierra con el cuchillo divino, (Aja en Yoruba y Aza en Bini), y
cantando canciones de encantación. Ella sacó su bolsa para comer la comida
dentro. Cuando ella empezó a comer, Èsù estiró sus manos hacia ella y toda la
comida que ella estaba comiendo se pegó en su garganta. Cuando ella estaba
empezando a ahogar, ella corrió por ayuda en la casa de Ejioko. Cuando ella
llego dentro, ella hizo señas para agua. Ellos dieron su agua con la taza de agua
de Ifá y Èsù soltó sus manos rápidamente de su garganta y ella saludó Ifá al
instante por tocar su cabeza a la tierra.
Ellos hicieron adivinación para ella y le dijo que ella era una princesa. Ellos
también le dijeron que ella había tenido dos matrimonios abortivos y había
estado preparando para un tercero. Le dijeron que su padre tenía su propio Ifá
al que le aconsejaron previamente a la adivinación ofrecer un carnero, pero no
lo hubo hecho. Ellos le dijeron que ella hizo un sacrificio a Èsù pero no a Ifá y
ella confirmó sus revelaciones, ellos insistieron sin embargo que ella todavía
tuviera que servir Ifá con un carnero antes de que ella deba establecerse.
También le dijeron, que ella pasó desecho humana en el arbusto por la orilla del
camino sólo antes de que ella llegara al pueblo del Itoko. Ellos descubrieron que
la enfermedad que ella sufrió antes de entrar en la casa era porque Òrúnmìlà ya
se molestó con ella por el excremento que entrego en la boa que iba a ser usado
para servirlo, y cubriendo el caracol con el que él iba a refrescar para su vida,
con las hojas que ella limpio su ano. Ella no supo sobre estos descubrimientos
pero ofreció ir y mostrar a los Awos el sitio donde ella se alivió.
Cuando ellos llegaron al lugar, ellos observaron bajo la que la boa todavía estaba
quedando el excrete que ella descargó y llevo más allá lejos de una disposición
del caracol bajo las hojas que ella limpiaba su ano. The two things were brought
home to be used to serve Ifá. Antes de que la comida usara para el sacrificio se
cocinó, ya era oscuro. La princesa fue dado ñame machacado para comer. Ella
unió Ejioko después para servir su cabeza con la boa. Ella se pasó la noche con
Ejioko. Pronto después ella extrañó su menstruación y se puso embarazada. Ella
dio a luz a un niño hembra que fue nombrado Ayo.
Cuando este ODU sale para una solterona a la adivinación, deben decirle que
haga sacrificio para que no ella se case a dos maridos antes de establecerse con
un tercero. Si ella ya está casada que deben decirle que ella o está en la casa de
un tercer marido o está preparando para abandonarlo, pero debe hacer
sacrificio.
Cuando finalmente hizo a su mente escapar al mundo, él no vino como los otros
al comedero del útero(vientre). Él se escapó del cielo a la tierra con sus
posesiones. Él fue por la adivinación a sacerdote de Ifá llamado. Olori ire
Oyinkpin nigba kara ofun orisa loorun. Él estaba preparando ir a Dios para
coleccionar la bandera de su ángel guardián. Le dijeron que hiciera sacrificio
con un cerdo, una cabra, un ovejas, un carnero, una vaca masculina, una tortuga
masculina y una tortuga hembra, un pato y un "drake". Después de hacer el
sacrificio, él dejó para el palacio divino de Dios.
Él llegó al palacio cuando Dios estaba tomando su desayuno que se prohíbe para
cualquiera para ver a Dios comer y Ejioko no supo que Dios estaba teniendo su
comida. Dios le pasó una bandera pequeña del ángel guardián de Ejioko, pero él
ignoró el pequeño y prefirió robar la bandera más grande que él vio allí, y salió.
El uno que escogió pertenecía al ángel de un Rey.
En cuanto él llego al mundo, la primera persona para la que él trabajó era una
mujer llamada Oyi. Abemale Ekokan, Aboju regu gegun, adifa fan Oyi tolo ile
igba. La mujer se había casado a varios maridos sin tener cualquier niño.
Cuando ella estaba preparando casarse a un sacerdote de Ifá llamado igba, ella
se encontró Ejioko que hizo adivinación para ella. Él le aconsejó que hiciera
sacrificio con 20 ratas, 20 peces, 1 paloma, 1 macho cabrío, 1 gallo y una gallina.
Los huevos encontrados en los intestinos de la gallina donde preparaba
medicina para ella. Ella era la hija de Orisa-Nla de Itakpa.
Ella hizo el sacrificio y dejó para un pueblo que donde ella se encontró que un
sacerdote de Ifá llamó Igba y se casó con el. Ella se puso embarazada el mes
siguiente. Ella dio a luz un juego de gemelos. En general, ella tenía dos juegos de
gemelos. Después de producir a cuatro niños para Igba, ella lo dejó, dejando
atrás a los niños para encontrar a otro marido porque el hombre se sentía que él
tenía bastantes niños.
Ella fue de nuevo por la adivinación y fue hacer sacrificio con un par de 20 cosas
diferentes, ella hizo el sacrificio y salió para el pueblo de Ewi-Ado donde ella se
casó a un hombre Oke Ila que no tenía ninguna esposa. Ella se puso embarazada
pronto y entregó tres juegos de gemelos durante este segundo matrimonio.
Cuando el hombre propuso que ellos habían tenido bastantes niños, ella lo
abandonó de nuevo en busca de otro marido.
Una vez más, ella fue por la adivinación y le dijeron que hiciera sacrificio con un
pagó de 40 materiales del diferentes. Después de realizar el sacrificio ella viajó a
Ijero donde ella se casó en un pueblo llamó Ikoro, sobre tres millas del pueblo
de Ijero ella tenía cuatro juegos de gemelos para el nuevo marido a Iroko. Ella
era de suave cutis, pero ninguno de sus niños había tomado su cutis.
Entretanto uno de los cuatro niños que ella tenía para el primer marido
persuadió a su padre para ir con él en busca de su madre. Al mismo tiempo, el
marido de Ikoro le dijo que él no estaba interesado en tener más niños. Ella
insistió que ella quisiera a más niños y cuando el marido no movería, ella lo dejó
para Ijebu.
A Ijebu ella fue de nuevo por la adivinación e hizo sacrificio. Después de esto
ella se encontró a otro marido para quien ella tenía seis juegos de gemelos. Una
vez más una riña sucedió cuando el hombre se negó a casarse por miedo de
moverse con esfuerzo a más niños. Las otras esposas de todo el hombre lo
habían dejado porque ellos no tenían niños. En cuanto ellos vieran Oyi que tiene
niños para él, todas regresaron a él.
Pero Oyi estaba de nuevo en el movimiento, esta ves a Abeokuta, cuando ella
estaba llegando a Abeokuta, ella se encontró a un cazador que estaba
devolviendo del bosque con 5 animales diferentes. Ella oyó por casualidad al
cazador que lamenta en lágrimas que aunque él había matado cinco animales en
el bosque, él no tenía ninguna esposa en la casa que hubiera de preparar la
carne. Oyi estaba de acuerdo en ir con él a su casa al instante. Cuando el marido
hizo adivinación para su nueva esposa encontró, le dijeron que la mujer lo
dejaría si él asumiera a una segunda esposa. Con esa advertencia, el hombre no
contempló teniendo otra esposa porque Oyi tenía siete juegos de gemelos
incluso para él en su vejez. Ella era ahora muy vieja y vivió en Abeokuta al final
de su vida. Cuando sale para la adivinación para una mujer estéril, deben decirle
que haga sacrificio pero que ella tendría muchos niños para varios maridos.
Poco después llegando en tierra, él decidió ir por la adivinación con tres Awos
llamó. Ugun sorire sorire okpari, Akala Igbo sorire sorire, ogbijojoso-run, made
sorire. Cuando él llegó a su casa, él se encontró Alamiyo, el Cazador De cabeza
de Itoko que también vino por la adivinación.
El cazador era muy hábil en su profesión que explica por qué él no lo consideró
necesario realizar cualquier sacrificio. Varios años después, el cazador tenía un
sueño que lo asustó y él fue por la adivinación. Le recordaron de nuevo el
sacrificio que le habían aconsejado antes que hiciera. Él insistió que él no
necesitara la ayuda de cualquier sacrificio. Los próximos Awos que él se acercó
se llamaban. Orire sumi sisee and Mada bo la tise orire, won difa fun Alamiyo
tiishe Olori ode nile illa Orangun. Él era llamado Alamiyo y él era la cabeza de
los cazadores en pueblo de Illa Orangun. Ellos lo advirtieron que si él no
realizara que el sacrificio, su bondad y benevolencia acortarían su vida. Este
tiempo, le dijeron dar 3 machos cabrío a Èsù, una cabra a Òrúnmìlà, una cabra a
su cabeza, un perro, gallo, tortuga a Ògún y 6 huevos y un conejo a los
superiores de la noche. Él todavía no realizó ninguno de los sacrificios.
Perplejo por el giro de eventos, Alamiyo fue al próximo pueblo llamó Iyinta
donde él fue invitado a resolver una era de un problema viejo de un pájaro
misterioso que traía muertes de masa periódicamente al pueblo de nuevo. En
cuanto entrara en el pueblo, estaría de pie a la entrada al pueblo y grito
"Pogbon" tres tiempo después del que treinta personas se morirían. Cuando
estaban diciéndole sobre la calamidad endémica, el pájaro llegó y tomó posición
en el árbol de vida (Akpoko o Ikhinmwin) a la entrada al pueblo. Alamiyo esperó
por el pájaro para gritar "Pogbon" dos veces antes de tomar objetivo. Él disparó
al pájaro y se cayó a la tierra, muerto. Una vez más, el pueblo entero regocijó y
cantó en alabanza del cazador que realizó el hecho milagroso.
Pronto después sin embargo, Èsù fomento a las personas del pueblo de nuevo
contra él y él salió fuera del pueblo. Él ya estaba empezando a pagar el precio de
su obstinación.
Él viajó al lado del pueblo de Iye, donde él se saludó con alivio y esperanza
porque ellos habían oído lo que él hizo en los dos lugares que él había visitado
previamente. Él estaba seguro que ellos no iban a reembolsarlo con el tipo de
ingratitud mostrado a él en los lugares primeros que él visitó. Ellos le dijeron de
un ciervos (Agbonrin en Yoruba y Erhue en Bini) qué de vez en cuando visitaba
el pueblo para estar de pie encima de una colina al tiro "Palura" que llevó a la
muerte de 40 personas y la destrucción de varios edificios. No largo después, el
ciervo tomo posición en la colina y en cuanto abriera su boca para gritar
"Palura", fue disparado muerto por Alamiyo.
El rey de Ife estaba angustiado que sus tres esposas habían estado embarazadas
por mucho pero no podrían entregar. Él había buscado la ayuda de todos los
sacerdotes de Ifá alrededor a ningún provecho. Entretanto, él oyó hablar de
sacerdote de Ifá llamado Ogundameji que estaba viviendo exclusivamente en un
pueblo en el camino de Ijesha llamó Ilu-Ogun. Le obligaron a que se retirara al
pueblo cuando él se declaró persona no grata en el pueblo de Itoko donde él
había vivido desde el comienzo del mundo. Su éxito como un sacerdote de Ifá se
había aclamado alrededor pero él también incurrió él la enemistad de los más
mayores Awos que Vivian Itoko antes que él.
Él había preparado un jabón de buena suerte antes para el rey de Ife que él
normalmente usó con sus tres cazadores. El jabón ayudó que sus cazadores
volvieran del bosque con presas buenas, pero no podría ayudar a sus esposas a
ser entregadas de sus embarazos.
Orisi Taasi
Oriisi Taasi and
Atama Taasi.
Un día, los tres fueron al bosque en una expedición de caza. El primer cazador
disparó a un elefante en el bosque y vino al pueblo para morirse en el patio del
rey. Cuando el elefante fue matado, un niño humano vivo se encontró dentro de
su estómago que lleva una corona en su cabeza y cuentas en sus miembros.
El rey fue confundido obviamente. Él se preguntó qué mensaje fue llevado por
estos desarrollos extraños. El rey sacó su propio Ifá y lo sonó y Ogunda-Meji era
el Odù que aparecía. Él le envió mensajes a todo el Awos en su dominio venir a
ese punto y interpretar la importancia de estos eventos y los odu que aparecían.
Eso coincidió con el día que Ogundameji estaba sirviendo a su cabeza. Cuando
los mensajeros estaban cruzando el río para encontrarse con Ogundameji, ellos
hallaron las tres crecidas princesas de Ife, lavando su ropa en el río. Las
muchachas habían crecido a edad casadera pero había jurado que ellas se
casarían a sólo el hombre o los hombres que tuvieron éxito sabiendo sus
nombres. Ellos eran sólo conocidas como, y callaron, princesas. Los dos
mensajeros reales los saludaron y continuaron en su jornada.
En llegar al pueblo de Ogundameji, ellos descubrieron que él había servido
simplemente su cabeza y sopa y había ñame machacado estaba preparándose.
Ellos entregaron el mensaje real que el rey lo queria inmediatamente en Ife.
Pronto después, ellos se levantaron para devolver a Ife, pero su organizador
insistió que ellos deban comer del ñame machacado antes de salir. Ellos se
sentaban para disfrutar la comida al volumen de su corazón. Después de comer,
él les dio vino de palma fresco para beber y finalmente les dio kolanuts como
una señal de respeto.
Luego, ellos descubrieron lo que el rey quería que él hiciera qué era al
interpretar la importancia de los descubrimientos extraños en los intestinos de
los tres animales matados por los tres cazadores reales en el mismo día. Desde
que ellos mismos no supieron el significado, él fue prevenido para preparar
desenredar el enigma que había desafiado la competencia de todos los Awos a lo
largo del reino de Ife, y quién era ya encarcelados en cadenas. Ellos lo
advirtieron guardar su confianza. Él les agradeció que le hubiera dicho tanto
cuando ellos hicieron y les pidió que le dijeran al rey que él estaba sirviendo su
cabeza, pero habría de cumplir al día siguiente.
La mujer le dijo que la victoria y el éxito lo esperaban en Ife. Ella le dijo que él se
invitó al Ife a:
1. Revelar por qué las tres esposas de Olofen que habían estado durante mucho
tiempo embarazadas todavía no habían entregado.
2. La importancia del Elefante, Búfalo y Ciervo que fueron disparados
respectivamente por Orisi Tasi, Orisi Taasi, y Atama Taasi, pero que vino a
morirse en el patio del palacio.
4. Si el escogía casarse a las nuevas esposas, revelar los nombres de los tres
crecidos a las hijas de Olofen.
Ella lo advirtió que el primer hecho que realizaría en el palacio sería librarse de
una bruja vieja que a menudo se sentaba a la entrada al palacio del rey y quién
tenía el poder para cubrir la memoria y conocimiento de todo los Awos que
vienen al palacio que explicó por qué otros Awos que invitó ante él había fallado.
La mujer vieja le aconsejó que pidiera la ejecución de esa mujer antes del
caminar cerca del reino.
El niño humano que lleva una corona y cuentas, encontradas en el estómago del
Elefante era un mensaje que el tiempo estaba acercándose cuando él ya no
tendría superiores en su dominio para aconsejarlo excepto las personas jóvenes.
La importancia del plato encontrado en el estómago del búfalo era un mensaje
de Dios que Òrúnmìlà es la divinidad que él siempre debe consultar para revelar
el futuro a él y
La jícara con Ase encontraron en el estómago del ciervo significado que ningún
Oba reinaría de nuevo en su reino que sería tan famoso como el Olofen.
Después de esto, él caminó con el Rey en la cámara interna del palacio, donde
Olofen le mostró el Odu-Ifá que aparecía en adivinación que pasó para ser su
propio Ifá. Él le dijo entonces a Olofen que él tenía dieciséis Awos encerrados
con llave a en la celda del palacio por no poder traducir el Odu. Él le dijo que no
era debido a la falta de habilidad por parte de los Awos, pero el resultado del
hechizo malo lanzado en ellos por la bruja-mujer que simplemente había sido
ejecutada. Ella se sentaba a la entrada para teñir de negro fuera todo el
conocimiento, memoria y engriseaba la habilidad de cualquier Awo que caminó
por su pasó. Eso es por qué esos Awos habían olvidado de qué decir cuando ellos
entraron en el palacio. Él le dijo al rey que se prohibía para cerrar con llave a un
sacerdote de Ifá y que él debe soltarlos en seguida.
El rey pidió inmediatamente que todos los Awos debían desencadenarse y deben
traerse a la cámara exterior del palacio. Después de esto, él miraba el odù-ifá de
nuevo en el suelo y les pidió a los cazadores reales llamarlos: -
Oriisi Taasi - quién en el mismo tiro del día un búfalo en el bosque que vino al
patio del palacio para morirse en la mismo sitio y llevando un plato de Ifá con
32 semillas en su estómago. Él se volvió al Rey y le dijo que era un mensaje de
Òrúnmìlà que él siempre debe consultar Ifá para resolver todos sus problemas.
Por adivinar con esas semillas, él encontraría siempre la solución a todos sus
problemas.
Atama Atasi - quién también el tiro un ciervos en el bosque que vino al palacio
para morirse en la mismo sitio y llevando un ASE que se amolda (Oghoriboje en
Yoruba y Ekhuae en Bini). Todavía dirigiéndose al rey, él dijo que significó que
ningún otro rey después de él emparejaría su fama, influencia y autoridad.
Ogunda-Meji se dio una ovación de pie y llevado en hombro alto en una ronda
en procesión del pueblo. Él se proclamó el sacerdote de Ifá más hábil que Ife
había visto en recientes tiempos. Atrás en el palacio, él le dijo al Rey que para
devolver la paz a Ife, él tenía que aplacar los Awos encarcelado compensando
cada uno de ellos con una cabra. El Rey estaba de acuerdo sin náuseas. En
apreciación por su salvación, todo los Awos rindieron sus cabras a Ogunda-Meji,
pero él rechazó aceptarlas. Él dijo el para servir su Ifá con ella pero matando la
cabra ellos perseguían decir que era él, Ogunda-Meji que mató la cabra y no
ellos. Ésa se ha vuelto la tradición de Ifá hasta el momento, con que, después de
matar cualquier animal a Òrúnmìlà, la persona que lo mata dirá. Eesemi
lookpaa, Ogunda jameji loonkpa. y toca el ofrecimiento matado con el cuchillo.
El gato del arbusto, Ogbo que fue soltado por Aguofenla en lugar de matarse
cuando le aconsejaron que hiciera, también lo visitó. Ogbo le preguntó cómo le
vino su nueva prosperidad encontrada y él traicionó a su bienhechor
descubriendo que el milagro fue realizado por el conejo. Ogbo fue a informar la
casualidad al Rey que convocó Aguofenla a su palacio para la explicación
rápidamente. El Rey tenido observa el robo en esta tesorería y él estaba ahora
seguro que Aguofenla era el culpable.
Él tomo su baño, se puso elegante, y salió para el palacio. Cuando él iba que el
veneno contenido en las flechas de la boa lo superó y él movió sin sentido para
dejar el alma ala lugar donde la boa le disparó.
Entretanto, la corte del palacio fue sentada y todos los ojos estaban en el reloj
para la llegada de Ogbo. Detrás de esperar en vano por tiempo largo, alguien
vino a informar que Ogbo cayo muerto en su camino al palacio. El rey concluyó
entonces que los antepasados y divinidades habían entregado su propio juicio y
él fue preparado morar por su decisión. Él comentó que Ogbo se murió porque
él debe de haber mentido. Aguofenla fue absuelto entonces y se exonero. Estaba
en esa fase que Aguofenla cantó en alabanza de Ogunda-Meji, el conejo y la boa.
En su elogio él proclamó que el sacrificio manifestado para aquéllos que los
realizaron, pero que nadie debe ignorar el consejo de un adivino, como él hizo
no matando Ogbo la tercera víctima de su trampa. Él siguió:
Quien podría creer alguna vez que uno podría ayudar el elefante.
Que el gusano de tierra pudiera salvar la boa constrictor para las
mandíbulas de muerte.
El conejo y la boa son en su vida los grandes bienhechores.
De hecho un giro bueno merece otro.
Como uno giro malo engendra otro.
Había dos amigos que era socios en el negocio de pesca. Uno de ellos llamado
Oni que tenía el estanque de peces mientras el otro llamado Ooni tenía que
capturar o envolver (empacar) para agarrar peces.
Él entonces uso un machete para dividir el pez en dos mitades iguales desde que
murió el rabo. Dando mitad a uno a cada uno de ellos. Ellos dos estaban
satisfechos. Eso es donde él consiguió su apodo de Ogunda-ja-eja-méjì o para
abreviar, Ogunda-ja-méjì que es Ogunda que dividió un pez en dos mitades
iguales.
En esta fase de su vida, Ogundameji decidió que era tiempo para retirarse de la
práctica activa. Él se había puesto tan próspero y famoso que él tenía varios
substituto Awos de trabajo para él. Después del incidente del estanque de peces
él decidió que el habría sólo adivinar después de esto para el rey. Si nadie más
viniera a él. Él dirigió a sus seguidores a divinos para él. Estos secundarios eran
sin embargo igualmente hábiles en arte de Ifá y práctica.
Un día, mientras viviendo en Oyo, él tenía un sueño que lo asustó. Él invitó tres
de sus substitutos a hacer adivinación en los sueños:
Éstos son los nombres de los substituto que hicieron adivinación para
Ogundameji cuando, como la espada de Damocles, el peligro de muerte en masa
estaba colgando encima del mundo. El rey de Muerte había puesto en lista a los
hombres fuertes de la tierra para un tipo cruel de destrucción en masa. El tres
Awos le aconsejó a Ogundameji que hiciera sacrificio con una cabra del arbusto
entera (Edu en Yoruba y Ogunziran en Bini) gallo y 5k en 21 lugares(sitio,
paraje). También le aconsejaron que diera macho cabrío a Èsù. Él era usar la
piel de la cabra del arbusto para hacer un tambor grande y darle un gallo a
Ògún.
Como consecuencia, guerra rompio fuera entre Oyo y Ijesha que causaron un
toque de 24 horas a ser impuesto en Oyo, nadie fue permitido salir. Se puso
necesario sin embargo para hacer adivinación para el Alaafin de Oyo, pero nadie
se atrevió a salir. Èsù fueron a Ogundameji en su capacidad como un adivino
real y le dijeron que fuera al palacio a adivinar para el rey. Él fue asustado para
ir también pero Èsù lo persuadieron golpear el tambor que el solo había hecho
anteriormente con la piel de cabra de arbusto a al palacio.
Cantando con los nombres de los Awos que hizo adivinación para él, él cantó y
tamborileó al palacio. Por tiempo que él hizo al palacio las hostilidades habían
acabado con el retiro del Ejército invasor de Ijesha. Paz y la tranquilidad
devolvió entonces a Oyo.
justo como él vino al mundo sin atravesar el útero hembra, él salió para el cielo
a una vejez madura sin pasar la tumba. Como ya indicó, el rey de Muerte había
ideado un esquema cruel para eliminar los Awos fuerte en tierra. Ellos fueron
invitaron a el cielo uno después de otro venir y curar al rey de Muerte que estaba
"enfermo".. Siguiendo el extremo de la guerra de Ijesha-Oyo, él tenía un sueño
en el que él se encontró en cielo pero no podría devolver a la tierra, él invitó dos
de sus substituto más hábiles llamados:
Para viajar al cielo, él tenía que llevar su vestido místico con el que él podría
desaparecer. En cuanto él se preparo totalmente, él entró en su cuarto del
misterio y al instante, él se encontró en la última verja del cielo.
Él llego a sus manos y pies soltando de la saeta con ellos atados a la tierra, y sacó
la lana de algodón del sacrificio para limpiar sus ojos. Ya que la mujer tuvo
obviamente hambre, él le dio el Eko y Akara para comer y el agua para beber. La
mujer le pidió el macho cabrío en su bolsillo y él se lo dio.
Él continuó entonces en su jornada satisfecha que él había servido a Èsù del
bosque. Antes de llegar a la casa del rey de muerte, él se encontró a una
muchacha bonita que le preguntó si él la reconoció. Le preguntó si él no vio a
una mujer vieja en el bosque. La muchacha mintió que la mujer era su madre,
pero era de hecho, ahora transfigurada en esta muchacha guapa. Ella le
preguntó donde él iba y él contestó que él iba a contestar una invitación del rey
de muerte. Ella descubrió que ella era la madre del Rey de Muerte y él fue
sobresaltado.
Ella le dijo que el Rey de Muerte no estaba en absoluto enfermo y que él quiso
destruir todo el Awos hábil en tierra meramente, porque ellos estaban agotando
su fuente de buen suministro salvando a los seres humanos moribundos. Ella
agregó que ella iba a ayudarlo a causa del giro bueno que él hizo a las personas
incluyéndose ella.
Ella descubrió que todas las mañanas, el Rey de Muerte estaba en el hábito de
tocar en el vestido de su esposa, eso es, el vestido de enfermedad (Enfermedad
era la esposa del rey de Muerte) qué le haría parecer como si él estaba a punto
de morirse. El vestido normalmente se ató a la parte de atrás de su pierna. Se
habían invitado varios Doctores previamente a curarlo pero ellos habían
fallados. Ninguno de ellos pudo sobrevivir el ensayo preliminar por el que la
Muerte probó sus capacidades. Les exigieron que pegaran una lanza (Okpaorere
en Yoruba y Osogan en Bini) en el suelo de la cámara interna del Rey de Muerte.
Desconocido a ellos, el suelo estaba rayado con piedras. Cuando la lanza no
pudiera atravesar la tierra los Awos se ataron para la ejecución. Ella descubrió
que treinta Awos de la tierra ya se había atado de esa manera.
Ella lo aconsejó que para poder pegar la lanza al suelo, él tenía que golpearlo la
boca del desagüe de agua de la cámara interna que era el único sitio suave en el
cuarto. Él reconocería el lugar por la presencia de una rana gigante en esa ligar.
Él no debe tener miedo de pegarle a la rana, porque desaparecería en cuanto él
apuntara para golpear. Si él no viera la rana, él se encontraría a una mujer vieja
que se sienta y lana de algodón que hila, con su pie que cubre el sitio suave. Él
no debe tener miedo de pegar su pie, porque ella lo quitaría cuando él lleve su
objetivo.
La muerte le dio varios regalos sabiendo que era imposible para él llevárselos
del cielo. Después de completar arreglos para su regreso a casa, el circundo con
los regalos que le fueron dados y puso fuera la jícara que la muchacha dio a él.
Él roció el contenido en todos los regalos y él les dijo, incluso los 30 Awos para
preparar para casa. Con esa encantación todos desaparecieron y estaban al
instante en el cuarto gallinas ponedoras de la casa de Ogundameji en la tierra.
Antes de finalmente dejar la tierra, él les dijo a sus niños que ellos siempre
deben hacer favores, aunque ellos siempre se reembolsarían con ingratitud. Él
les aconsejó que no permitieran ese problema detenerlos de conducta
humanitaria, porque con tal de que ellos pudieran operar como discípulos fieles
de Òrúnmìlà, la benevolencia siempre les traería la salvación y prosperidad. Él
agregó esa ingratitud hecha a ellos por sus beneficiarios ellos los premiaran en
múltiples, del Dios Omnipotente.
Finalmente, él les dijo a sus niños que no tomar cazar de cualquier clase como
una profesión, siendo para los animales, pájaros y reptiles en el bosque, o para
pesca en el agua. Con esas palabras de consejo, él transcurrió en el gran más
allá.