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Oginda – Meji

Eji – Oko
Ogunda Ja Meji

I I
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I I
II II

Ogunda Meji fue uno de los más poderosos adivinos tanto en el Cielo como en la
Tierra. El estimaba tener la combinación de la fuerza de Ogún y la inteligencia
de Òrúnmìlà en su trabajo. El fue quien reveló la historia de la segunda
revelación hecha por las divinidades para habitar la Tierra. Obara bodi, uno de
los discípulos de Òrúnmìlà más tarde reveló los detalles del primer intento parta
habitar la Tierra y como fue fundada.

Ogún, la divinidad del hierro y el mayor de las divinidades creado por Dios, fue
también el más fuerte físicamente de las 200 divinidades. El es muy seguido
referido como el camino-buscador, porque el lidereó la segunda misión de
reconocimiento del cielo a la tierra. Nosotros hemos dicho que Ogunda Meji que
tuvo a cuenta los atributos físico de Ogún que Dios le dio a él para iluminar el
sendero para la segunda generación de habitantes en la Tierra. El es conocido
por ser muy centrado, presumido y escasamente consultado por cualquiera para
consejos. Con él se contaba exclusivamente para desarrollar habilidades de
manufactura y fuerza física. Eso explica porque a él nunca le importó ir para
adivinación o a consultar a cualquiera cuando él fue Designados por Dios para
tomar la tarea de establecer los habitantes sobre la Tierra. Tan pronto como el
recibió la instrucción de marchar por parte de Dios de marchar, él procedió
inmediatamente. Dios le dio 400 hombres y mujeres para acompañarlo en al
misión. Al llegar al Tierra no le tomó muchos tiempo descubrir las
consecuencias de no haber hecho las preparaciones adecuadas antes de partir
del cielo.

Sus mortales seguidores pronto estuvieron hambrientos y demandaron comida.


Ellos habían llegado al mundo sin nada para comer, él solamente pudo
aconsejarles cortar ramitas de alrededor del bosque para comer. El procesos de
alimentarse con ramitas nos les dio gran satisfacción y muy pronto muchos de
sus seguidores comenzaron a morir de inanición. Preocupado de perder a todos
sus seguidores a causa de la muerte pro inanición él decidió por regresar al Cielo
para reportar la misión imposible al Gran Padre.

Dios después invitó a Olókun la divinidad del agua para dirigir una segunda
misión a la Tierra. El también era igualmente orgulloso y lleno de egocentrismo.
A él también le dieron 200 hombre y 200 mujeres para acompañarlo en su
misión. El tampoco hizo ninguna consulta o adivinación con los ancianos del
Cielo antes de partir a la Tierra. Al llegar ahí, él también no tuvo idea de cómo
alimentar a su seguidores, él solamente les decía que tomaran agua cuando
tuvieran hambre. Como el agua no los alimentaba efectivamente, ellos
comenzaron a morir de inanición. Muy pronto él también retornó con sus
sobrevivientes seguidores al Cielo para reportar la fallada misión.
Dios entonces invitó a Òrúnmìlà con 200 hombres y 200 mujeres para fundar a
los habitantes de la Tierra. Òrúnmìlà como él podría tener éxito en una misión
en a cual habían fallado los esfuerzos de los más altos y fuertes divinidades
como Ogún y Olókun. Dios lo persuadió a que hiciera su mayor esfuerzo porque
era necesario despoblar el Cielo estableciendo los habitantes en la Tierra. Su fiel
sirviente Okpele le aconsejó a Òrúnmìlà no declinara la misión porque con
preparaciones adecuadas le convenció de que el éxito le aguardaba.

Con la palabras de coacción de Okpele, Òrúnmìlà accedió en embarcarse en la


misión pero le pidió a Dios darle la indulgencia para prepararse por unos
cuantos días antes de partir. Òrúnmìlà se acercó a los mayores adivinadores del
Cielo para asistirlo en planear su misión. Ellos le aseguraron que tendría éxito
en fundar la vida sobre la Tierra. Ogunda Meji, uno de sus propios hijos le pidió
6 caracoles y le aconsejó recolectar cada una de todas las plantas conocidas y la
comida de los animales en el cielo para la misión. El también le aconsejó darle
un macho cabrío a Èsù y apelar a Èsù para que lo siguiera a la Tierra en
sumisión. Después de hacer todos los sacrificios prescritos para que él hiciera, él
fue por el último certificado de parte de Dios. Antes de partir el rogó a Dios de
permitir a Ule (Owa en Bini) la divinidad de la morada ir con él. Pero Dios le
dijo que no era su divina intención despachar dos divinidades a la Tierra al
mismo tiempo, porque él había intentado enviar unos después de otro. Dios sin
embargo, aseguró a Òrúnmìlà que si él tenía éxito en la Tierra, él podría enviar a
su sirviente Okpele para regresar al Cielo para traer a Ule para asistirlo. El
entonces partió para la Tierra.

Tan pronto como Òrúnmìlà se estableció Èsù fue a decirle a Ogún que Òrúnmìlà
estaba viajando ala Tierra a través dela ruta la cual él (Ogún) había establecido.
Ogún inmediatamente fue a bloquear la ruta con palos del bosque. Cuando
Òrúnmìlà partió y llegó ala bosque, ellos no supieron que hacer después. El
envió a la rata a encontrar un camino a través del bosque. Antes de que la rata
regresara Ogún se le apareció a Òrúnmìlà y le cuestionó por su osadía de
proceder a la Tierra sin haberle informado. El sin embargo, explicó que él había
enviado a Èsù para informarle y cuando Ogún recordó que fue Èsù quien de
hecho vino a alertarlo, él rápidamente limpió el bosque para que Òrúnmìlà
procediera con su viaje. Antes de dejarlo Ogún le dijo a Òrúnmìlà que la única
otra obligación que él le debía era alimentar a sus seguidores con las ramitas
como él lo hizo y Òrúnmìlà prometió hacerlo.

Mientras tanto, Èsù también fue a reportar a Olókun que iba a la Tierra para
tener éxito en donde él había fallado. Olókun reaccionó causando un profundo
río para impedir el avance de Òrúnmìlà. Cuando Òrúnmìlà llegó a la Orilla del
río, él apresuró a un pescado para encontrar un pasaje a través del río. Mientras
esperaba que el pez regresara, Olókun se le apareció y le preguntó porque él se
atrevía en embarcarse a un viaje a la Tierra sin antes haber obtenido su
aprobación.

Òrúnmìlà explico, que lejos de desairar a Olókun él había despachado a Èsù


para informarle de su misión para la Tierra. Cuando Olókun se dio cuenta de
que Èsù en efecto había llegado a él, él despejó el agua para Òrúnmìlà para
continuar con su viaje. El sin embargo, advirtió a Òrúnmìlà que él tenía la divina
obligación de alimentar a sus seguidores como él lo hizo (con agua). Òrúnmìlà
prometió realizar el consejo de Olókun. Ya sin ningún obstáculo en el camino
Òrúnmìlà procedió su viaje a la tierra.

Al llegar al mundo él rápidamente aconsejó a todos sus seguidores hombres


limpiar los arbustos y construir chozas temporales techadas con tapetes
(Aghen).

Cuando la asignación fue completada ellos sacaron las semillas para cultivar que
ellos habían traído y plantar en los arbustos que habían cortado. En la
oscuridad, todos ellos se retiraron a dormir en su respectivas chozas. Èsù, a
quien se le había dado un macho cabrio antes de que la misión partiera del Cielo
fue a trabajar al plantío de las semillas y con los animales. Cuando ellos
despertaron al amanecer, ellos descubrieron que toda la siembra no solamente
había germinado sino que habían brotado frutas listas para comerse. Esto incluí
ñame, plátano, maíz, vegetales et. Al mismo tiempo, todas las cosas vivas que
ellos habían traído del Cielo se habían multiplicado por la noche. Ese fue el
primer milagro realizado por Òrúnmìlà sobre la Tierra, como una directa
manifestación de los sacrificios que él hizo antes de dejar el cielo.

Cuando sus seguidores pidieron comida entonces antes de embarcar en los


quehaceres del día, él dijo en deferencia a la orden de , cortar ramitas de los
arbustos circundantes para comer. Ellos hicieron como les dijeron. Después de
masticar las ramitas durante mucho tiempo, él les dijo que bebieran agua como
fue mandado para hacer por Olókun. El proceso de morar por las instrucciones
dadas por y Olókun, es llevar a cabo hasta el momento por toda la humanidad,
a través de la rutina del origen del día con el masticar ramitas o cepillado de los
dientes y enjuagando la boca con agua.

Habido diferido a los deseos de sus superiores, Òrúnmìlà les dijo a sus gentes a
alimentar ellos las plantas y animales que abundaron en la colonia. Ellos habían
tenido éxito poniendo el estado para una habitación permanente en tierra que
nada resistió entonces de su vía de tener éxito en tierra, Okpele próximo
propuso a Òrúnmìlà que era tiempo para enviarle a informar a Dios que la tierra
ya era adecuadamente habitable bastante para Ule unírsele. Òrúnmìlà estaba de
acuerdo, pero le dijo que él debe invitar primero que Èsù unirse en tierra antes
de pedirle a Ule. Habido prometido unirlo previamente en cuanto él fuera
invitado, Èsù estaba de acuerdo en acompañar a Okpele a la tierra prontamente.

Òrúnmìlà les pidió a sus seguidores que construyeran una choza para Èsù a la
entrada al establecimiento (colonia) antes de llegar. En cuanto Èsù se estableció
en sus cuartos, Òrúnmìlà le envió un macho cabrío. Él estaba muy contento de
alimente en su comida principal usual que él pensó no estaría disponible en la
tierra.

Cuando Okpele vino a verificar si Èsù estaba bien, el último le dijo que pidiera a
Òrúnmìlà perdonarlo a causa de las dificultades iniciales que él creó antes de
que él dejara cielo incitando y Olókun contra él. Òrúnmìlà lo perdono e imploro
a Èsù para quedarse en la tierra para estar escuchando sus anuncios,
prometiendo a siempre alimentarlo.
Después de esperar en vano por Òrúnmìlà faltar y devolver al cielo con sus
seguidores, Olókun decidió en el cielo para devolver a la tierra para averiguar
cómo la misión estaba a distancia. Cuando Olókun llego a la tierra, él se
encontró que Èsù le dijeron que Òrúnmìlà habían tenido éxito haciendo la tierra
habitable. Cuando Olókun llego a Òrúnmìlà, él pidió perdón a causa de los
obstáculos iniciales que él creó para él. Òrúnmìlà le dijo que la disculpa no era
necesaria porque el éxito no está satisfaciendo sin dificultades iniciales.
Òrúnmìlà le dijeron sin embargo a Olókun que estuviera de acuerdo en vivir con
él en la tierra. Él estaba de acuerdo en hacer así pero insistió que él tuviera que
ir al cielo para pedir el Omnipotente Padre permitirle regresar con sus
seguidores. Olókun fue al cielo y Dios lo aclaró devolver a tierra con sus
seguidores.

Cuando oyó que Olókun había salido para unirse a Òrúnmìlà en la tierra, él
decidió ir y ver las cosas para él también. Cuando Okpele vio que deja cielo para
la tierra, él alertó a Òrúnmìlà que inmediatamente les dijo a sus seguidores que
dieran otro macho cabrío a Èsù para evitar cualquier conflicto entre Èsù y .
Cuando llegó, Èsù todavía estaba comiendo su macho cabrío y estaba
demasiado ocupado para incomodarse con Ògún. Él solo se movió Ògún para
seguir a donde Òrúnmìlà vivía. En cuanto Òrúnmìlà vio a Ògún, él siguió sus
rodillas para saludarlo, siendo su hermano mayor.

Ògún retorcido por la apologista Òrúnmìlà para las dificultades iniciales que él
creó para él. Una vez más, Òrúnmìlà explico que la disculpa era escasamente
necesaria porque sin ese problema de la dentición, él no habría llevado puesto
ninguna pista probablemente cómo a alimente a sus seguidores. Òrúnmìlà
persuadió a Ògún entonces para quedarse con él en la tierra, porque sin él
(Ògún) era imposible para cualquier tecnología desarrollarse en la tierra.
Òrúnmìlà explico que él sólo sabia hacer adivinación pero no cómo inventar o
fabricar. Sintiéndose adulado, Ògún estaba de acuerdo en devolver al cielo para
obtener certificado de Dios y regresar con sus seguidores a la tierra
prontamente. Ògún regreso finalmente con sus seguidores.

Estaba en esa fase que Òrúnmìlà le envió finalmente a Okpele que sacara a Ule
del cielo. Cuando Okpele narró el mensaje de Òrúnmìlà a Dios, el Omnipotente
Padre Ule al instante invitado para proceder a la tierra para unirse a Òrúnmìlà.
Èsù fue de nuevo la primer persona que Ule se encontró en llegar a la tierra. Èsù
lo dirigió encontrarse en la choza de Òrúnmìlà. Lejos de desafiar Ule como hizo
Olókun y Ògún, Èsù rezo para Ule que él tendría por siempre más éxito que
todos sus mayores hermanos y sin él, ninguno tendría satisfacción completa en
la tierra.

Eso era porque él era característicamente paciente e inofensivo. Cuando Ule se


encontró a Òrúnmìlà, él le pagó respetos por hacer posible para él venir y unirse
en la tierra.
Òrúnmìlà replico proclamando con su instrumento de autoridad (Ase) que:

Cualquier respeto era dado a él, siempre debe extenderse a Ule;


Olókun siempre residirían en agua en vista del río él uso para bloqueaba su
acercamiento a la tierra, pero que él debe ser el distribuir de riqueza y
prosperidad a la humanidad.
Ògún siempre debe ser acostumbrado a realizar grandes logros pero que él
siempre trabajaría inquietamente noche y día y no tendría ninguna paz de
mente.

Él dijo entonces a los tres ir sus caminos separados. Los tres abandonaron el
aposento de Òrúnmìlà. Ellos se habían marchado lejos del apartamento de
Òrúnmìlà cuando Ule repentinamente cayo muerto. En cuanto él cayo muerto,
su cadáver desapareció fuera de vista y en su lugar una constelación de casas,
vestíbulos y viviendas apartamentos aparecieron en la tierra. Así, Ule había
transfigurado en las casas de la morada respetables por todo el haber existido y
habitantes futuros de la tierra para vivir en el.

Òrúnmìlà inmediatamente salió de su choza estera-cubierta y fue a quedarse en


el apartamento proporcionado por Ule. Ògún fue molestado y rechazo a
quedarse en cualquiera de los apartamentos proporcionado por Ule. Él
construyó entonces que su propia casa ruinosa llamada Izegede que es donde él
se queda hasta el momento.

Olókun también sintió desafió y se convirtió en agua para constituir los océanos,
mares y ríos de esta tierra. Los hombres y mujeres traídas pronto a la tierra por
Òrúnmìlà, Olókun y Ògún empezaron a casarse entre sí y multiplicarse para
extenderse a los cuatro vientos de esta tierra. Es importante recordar que la
fuente libre y las reencarnaciones subsecuentes de los seguidores que
inicialmente vinieron con Òrúnmìlà, Ògún, Olókun y otras divinidades a la
tierra, se volvieron sacerdotes y niños de estas divinidades, hasta el momento y
a eternidad. Aquéllos que viran lejos de las bandadas, o quién no se privilegia
para descubrir a su afín más amable, son los hombres y mujeres que se
encuentran con todos los tipos de dificultades en la tierra.

En esa fase, Okpele salió para el cielo pero dijo a Òrúnmìlà mirar algún día para
él después en la vía a la granja. Él se convirtió en un árbol cuyo fruto se usa
hasta el momento para preparar los Okpele de adivinación instrumentos en el
futuro. Okpele dijo a Òrúnmìlà cómo usar las semillas que él habría producir
adelante para la Adivinación.

Los trabajos celestiales de Ogundameji.

En cielo él se llamó Eji-Oko. Él hizo adivinación para el tigre con esta


encantación. - Onoshe muroko nijo to oni oko ode. - cuando el tigre quiso
comenzar a cazar. Él aconsejó el tigre para hacer los sacrificios siguientes: para
dar macho cabrío a Èsù, y para servir Ifá con gallina, pescado y rata, para que él
pudiera ser capaz de cazar con éxito. El sacrificio era necesario para evitar cazar
en vano, o sufrir un retroceso llamado - (Amubo en Yoruba y Osobonomasunu
en Bini).. Él se negó a hacer el sacrificio.

El día siguiente que él salió para el bosque para cazar. El tigre tiene dos
idiosincrasias. Cuando cualquier objeto cae detrás, él corre instintivamente lejos
en miedo. Segundo, cuando él salta encima de cualquier-animal que ha matado,
le prohíben que coma el animal. En llegar al bosque también, él vio un antílope
y él lo mató bebiendo su sangre. En cuanto él soltara el antílope para caerse a la
tierra, él oyó el sonido de una rama de árbol detrás del que se cayó el. Aterrado,
él saltó encima del antílope y al instante lo abandonó.

Luego, él mató un antílope negro llamó Edu en Yoruba y Oguonzaran en Bini.


Una vez más, el manojo pesado de una fruta madura se inclinó del árbol detrás
de el y él saltó encima de la presa, dejándolo detrás. Por este tiempo, el tigre
estaba poniéndose cansado y hambriento no habido comido nada desde
mañana. Cuando el sol estaba a punto de ponerse, él estaba preparando salir
para antes de extenderse, un manojo de frutas de la palma se cayó a la tierra
detrás de él y él saltó de nuevo encima del ciervo y él tenía que abandonarlo. Él
se puso desesperadamente frustrado y salió para casa. Èsù era evidentemente
responsable para su infortunio raro.

En su camino a casa él vio un conejo y lo siguió hasta que conejo entró en su


agujero. Cuando el conejo estaba entrando en el agujero. El tigre se aferró a su
cola y empezó a arrastrarlo. Pero el conejo pegó sus uñas tan firmemente al
agujero que el tigre sólo tuvo éxito en retorcer el extremo más bajo expuesto de
la cola del conejo. El conejo tiró libre entonces en la seguridad de su agujero.
Eso es por qué el extremo más bajo de la cola del conejo es blanco a su día que lo
distingue de otros mamíferos de su tamaño. Esta última casualidad consiguió
que el tigre dibujara una correlación entre su fracaso hacer sacrificio y su
expedición de la caza abortiva.

En conseguir casa, él informó su ventura infructuosa. Para determinar la


veracidad de su historia una patrulla de búsqueda entró en el bosque y
realmente vio y trajo casa que los tres animales matados por el tigre. Los
animales se trajeron a Ogunda Meji, era entonces que él fue a Ogunda Meji para
hacer los sacrificios.

Realizando los sacrificios él persiguió al bosque el próximo día y mató un ciervo


que él trajo a casa sin cualquier incidente. Desde entonces adelante, el tigre se
hizo un cazador hábil y él fue a expresar su gratitud a Ogunda Meji.

Él hizo adivinación para la boa.

Después de crear las varias especies de las familias de serpiente Dios distribuyo
armas a cada uno de ellas en veneno pero se olvidó de dar nada a la boa que es
llamada Oka en Yoruba y Aru en Bini. La boa empezó a hambrear porque le
faltaron las armas para traer comida para comer. Él fue entonces a Ogunda Meji
por la adivinación para aconsejarle en qué hacer para superar sus dificultades.
La Flecha era uno de los sacerdotes del substituto que viven con Ogunda Meji y
era la Flecha que hizo adivinación para la boa. El nombre lleno de la flecha era:

Okofi-doo, oko reyin ya bo olooko -a odafa fun oka, elewu-obobo

Significando - La Flecha con la que la boa mata un animal ingresa a su


estómago. La boa fue descrito como el aterciopelado muda de reptil.

El Awo le aconsejó que hiciera sacrificio con tres flechas diminutas, kolanuts, y
una gallina.
Él trajo al próximo día los materiales y el Awo uso la gallina a servir Ifá para él.
Con la sangre de la gallina, hojas e Iyerosun, el Awo preparó una porción
medicinal para tragar.

También le aconsejaron ir con el kolanuts y servir su cabeza con este por la


orilla del camino. Él fue a abandonar el paquete de kolanuts a un lugar eminente
por la orilla del camino y ocultarse en el arbusto cercano para vigilar cualquiera
que pellizcará el kolanuts.

Él estaba agarrado de las tres flechas. Le aconsejaron contra el riesgo de temple


ingobernable que explica por qué la boa sigue siendo la serpiente más paciente
hasta el momento.

Ese día coincidió con el día que Dios iba a asistir a la reunión de las divinidades
que tradicionalmente empezaron con la ruptura del kolanuts. Dios se olvidó de
llevar cualquier kolanuts cuando él dejó casa. Él fue acompañado por su
sirviente favorito, el conejo que sostuvo su bolsa divina (Akpominijekun o
Agbavboko).

Cuando Dios vio el paquete en el camino, él pidió al conejo recogerlo. Él fue


relevado para ver que contuvo kolanuts que él se olvidó de tomar. Cuando el
kolanuts estaba poniéndose en la bolsa divina, la boa avanzó y se preguntó por
qué Dios también debe tomar su comida cuando él se había olvidado de darle
cualquier veneno. Él se quejó que él había estado hambreando porque le
faltaron las armas con que para luchar su comida.

Dios simpatizó inmediatamente con él y explicó que él no se olvidó de él. Él dijo


que el conejo sacar cualquier cosa que sobra en la bolsa divina, y él saco con un
ASE. La boa había explicado ese Òrúnmìlà prepararon tres flechas para él y Dios
tomó las flechas de él y los bendijo. Después de bendecirlos Dios la boa dirigió
para abrir su boca para tragarlos. Después de tragar las tres flechas, Dios le dijo
que siempre que él viera a cualquier víctima, las flechas saldrían
automáticamente a sus orificios nasales y él debe dispararlos a la víctima. Él no
tiene que correr detrás de la víctima pero esperar en el lugar, para él para
regresar por él. Él debe tragar a la víctima entonces y la flecha devolvería a su
estómago para el uso subsecuente.

Antes de dejar la boa, Dios presentó al conejo y nunca lo advirtió usar sus armas
en el conejo. Cuando Dios llegó al sitio de una acción de la conferencia, él
descubrió que ellos habían dejado la bolsa divina detrás en el sitio donde él dio
armas a la boa. Dios era renuente al despachar al conejo para traer la bolsa, pero
temía que la boa hambrienta pudiera tentarse para usar las armas
recientemente adquiridas en él. Pero el conejo aseguro a Dios que él recogería la
bolsa discretamente sin provocar la boa.

Cuando el conejo llegó allí, él empezó a fastidiar la boa. Él lo acusó de ser


perezoso para permanecer en un sitio, cuando se suponía que él se movía
alrededor en busca de comida. El conejo fastidió la boa atormentándola que él
incluso empezó a arrastrar la cola de la boa; qué la carta prohíbe.
Sobreponiéndose con temple, las flechas en su estómago movidos a sus orificios
nasales y él los golpeó para su casa del conejo que entonces rápidamente
quitando la bolsa divina y corrió para encontrarse al encuentro de Dios.

Cuando el conejo volvió a Dios, él informó que él había sido atacado por la boa.
Dios dijo al conejo que él debe de haber provocado la boa para incurrir en su ira
y debe de haber aconsejado el conejo que verdadero a su proclamación, él (el
conejo) debe devolver a la boa para morirse. El conejo se esforzó regresando al
y se murió en cuanto él llegara allí y la boa lo tragó a. Esta casualidad tranquilizó
que la boa que el arma dada a él por Dios era de hecho eficaz. Él se puso muy
feliz entonces.

Al final de la reunión, Dios tenía que llevar su casa de la bolsa por Él. En llegar
al sitio donde la boa se ponía, él vio la boa que al instante postró para agradecer
al Omnipotente Padre para la ayuda dada a él. Dios lo preguntó sin embargo por
contradecir su orden para no atacar el conejo, su sirviente, y la boa que explicó
cómo él fue provocado por el conejo. Dios le dijo que él fue preparado
perdonarlo en esa ocasión porque él actuó en provocación.

Dios proclamó sin embargo desde aquel momento eso, la boa se moriría en el
mismo día que el ataque y mate cualquier conejo. Dios fijó la ardilla entonces
para estar escribiendo crónicas de la situación de la boa como un recurso de
animales de la advertencia donde la boa estaba rondaba. En cuanto Dios, un
enjambre de ardillas rodeó la boa y empezó a gritarle con las palabras:

Okee reeoo - Elewu Obobo


Waa wooo - Elewu Obobo

Desde ese día, la ardilla se ha vuelto el enemigo amargo de la boa.

Él hizo adivinación para Ode.

Ode es la palabra de Yoruba para el exterior, es decir, fuera del patio de la casa.
Había un tiempo en cielo cuando había hambre y por todas partes se puso torpe.
Las personas se pusieron demasiado hambrientas para comprometerse fuera de
los quehaceres, y la ODE estaba muy enferma. Él manejó ir a Ogunda-méjì por
la adivinación y le aconsejaron que hiciera sacrificio con 200 cestos de pimienta,
y semillas de jengibre, (Ighere en Yoruba o Oziza en Bini), 200 semillas de
pimienta de caimán y un gallo. También le aconsejaron que diera macho cabrío
a Èsù. Las 200 cestos de pimienta eran puestas en el fuego y las personas
corrieron fuera de sus casas trayendo aire fresco del exterior. La vida empezó a
burbujear de nuevo fuera pronto y las personas empezaron a cantar y bailar.

Eji-Oko seduces la esposa de la muerte.

Era que uno de sus seguidores llamado Ala Boun Lofo Kpiriri Kparara que hizo
adivinación para Eji-Oko cuando él sedujo a Epipayemi, la esposa de hermosa
tez del rey de Muerte, ignorantemente. Ala-boun-boun era de hecho la avispa
que advirtió Ejioko para evitar tener algo que ver con una mujer amarilla que
iba a ser la Reina de la Muerte. Le aconsejaron sin embargo que le diera un
macho cabrío a Esu que él se negó a hacer porque él no tenia ninguna intención
de tener algo que ver con una mujer amarilla o el rey Muerte.

No largo después, el rey de Muerte envió su esposa Epipayemi con una bolsa de
dinero a comprar un macho cabrío para él del mercado de Oja-Ajigbomekon
Akira. Al mismo tiempo, Eji-Oko, tenía, en segundo pensamiento, se resolvió
hacer el sacrificio y partir para el mercado para comprarse un macho cabrío
para una ofrenda a Èsù.

Cuando Epipayemi llegó al mercado, ella compró el macho cabrío y varios


condimentos de cocción, y los guardó en su establo para buscar otras cosas en el
mercado.
Entretanto, Eji-Oko llegó al mercado y descubrió que el único macho cabrío en
el mercado era el atado a en el establo de Epipayemi. Él se aferró al macho
cabrío con la determinación que él lo compraría de quienquiera lo poseyera.
Pronto después, Epipayemi llegó a su establo para encontrarse a un hombre que
sostenía a su macho cabrío. Ella era irresistiblemente bonita. Ella le dijo a Eji-
oko que ella poseyó el macho cabrío porque su marido, el rey de Muerte, le
había enviado que lo comprara del mercado.

Inspirado de este descubrimiento, Eji-Oko tomó el macho cabrío fuertemente de


ella y salió con él para casa. Indomablemente, la mujer se aferró a su soga y se
esforzó con Eji-Oko hasta que ellos llegaran a su casa. En llegar a su casa, él uso
el macho cabrío a ofrecer sacrificio a Èsù y profesó amor a Epipayemi. Era la
ahora de anochecer y se había puesto demasiado tarde para Epipayemi devolver
casa.

Ella no tenía ninguna opción para pasarse la noche con Eji-Oko que le hizo el
amor durante la noche. Ella lo advirtió de las consecuencias de su acción sin
embargo porque ella estaba segura que Eji-Oko no pudiera resistir la ira de su
marido.

La mañana siguiente cuando Epipayemi no devolvió casa, la Muerte empezó a


inquirir de las personas que fueron al mercado el día anterior que su esposa no
devolvió casa. Ellos explicaron a él que ellos vieron ser uno de los niños de
Òrúnmìlà.

La muerte le envió dos mensajero entonces a Eji-Oko para advertirlo que por
seducir a su esposa, él iba venir en siete días cronometrados para tratar con él.

Estaba en ese punto que él recordó lo que la avispa le dijo a la adivinación sobre
el riesgo de seducir a la esposa del rey de Muerte. Sabiendo que él estaba
desvalido ante el castigo que lo espera, él decidió resignarse a él. Él empezó a
lamentar y dejó de comer cualquier comida.

En el quinto día, Osonyin, una divinidad del hermano de Òrúnmìlà decidió


visitar Eji-Oko. En llegar a la casa de EjiOko, él se lo encontró en solitario que
esperaba la muerte. Osonyin le dijo tirar valor despierto y asegurarlo. Él ofreció
ir y confrontar a Muerte.
Osonyin le pidió el vestido a Eji-Oko con él transfiguraba, así como su vara de
adivinación (Uroke) y su gorra. Él llevó el vestido y la gorra, sosteniendo la vara
en su mano. Cuando Osonyin llegó a la casa de muerte, él reconoció la casa
rápidamente porque se fregado diario con sangre humana.

En entrar en la casa, él se puso abajo sentado y exigió ver al rey de Muerte que
porque él había venido a pagarle una visita cuando la Muerte fue dada la
descripción del visitante, él supo que era Eji-Oko que le envió a Osonyin venir y
probarlo. En enojo, la Muerte dio instrucciones para el visitante a ser
aprehendido, ejecutó y mató en pedazos diminutos. Los seguidores de Muerte
tuvieron a Osonyin completamente vencido y mataron en los pedazos diminutos
y trozos. En los órdenes de Muerte, se esparcieron los pedazos del cadáver de
Osonyin a la unión del camino.

Cuando sus ejecutores de la justicia volvieron a la casa Osonyin estaba


sentándose complacientemente esperando por ellos. En cuanto ellos lo vieron, él
insistió que ellos no deban perder su tiempo porque él vino a ver al rey de
Muerte. Empuñados con miedo y asombro, los mensajeros informaron a la
Muerte que el visitante regresaba en la casa ante ellos después de que ellos
habían matado y lo habían cortado en pedazos. La muerte pidió que ellos lo
mataran de nuevo y tiraran sus pedazos en el río a alimentaban los peces.

Una vez más, ellos mataron y cortaron su cadáver en los pedazos muy diminutos
y lo echaron al río. Cuando ellos devolvieron casa para informar misión lograda,
ellos se encuentran Osonyin de nuevo sentado esta ves humeando por qué era
tan difícil de ver al rey de Muerte. Él preguntó si la Muerte feroz tuvo miedo de
ver una divinidad menor.

Cuando ellos informaron su resurrección misteriosa a la muerte, él les dijo que


lo cortaran una vez más, cocinaran los pedazos completamente y los tiraran en
el incinerador ser quemado en cenizas. Ellos hicieron cuando ellos fueron
dirigidos, pero antes de que ellos volvieran a la casa, Osonyin estaba esperando
una vez más por ellos sentado rabioso que él iba a tirar la verja de Muerte si él
continua para negarse a verlo.

No sabiendo que próximo a hacerle, la Muerte les envió a sus mensajeros que le
pidieran a Osonyin que decirle a su hermano que él se había rendido a
Epipayemi a él en paz. Cuando ellos narraron el mensaje a Osonyin, él rugió que
si él fuera no crear un alboroto en cielo, la Muerte debe decirse enviar a uno de
sus mensajeros acompañarlo entregar el mensaje a su hermano. La muerte
concedió inmediatamente y envió a uno de sus guardias personales acompañar
Osonyin para llevar el mensaje a Eji-Oko.

Osonyin también envió un mensaje a Muerte que insiste que él debe le traer
kolanuts. Los kolanuts se enviaron rápidamente a él pero Osonyin insistió que la
Muerte deba de haber salido para partirlos por él. La muerte salió para partir los
kolanuts dándole un pedazo a Osonyin, mientras él comió un pedazo. Osonyin
se fue a casa con los pedazos restantes agradeciendo Muerte su hospitalidad
conveniente.
Regresando a casa, Eji-Oko era corto de palabras cual expresar su gratitud a
Osonyin para su logro incomparable. Eji-Oko invitó la avispa que hizo
adivinación para él a cantar en alabanza de él entrar a agasajar y cenar.

Ala bound bound lofo kpiriri kparara. y Osonyin agregó el estribillo:


Esemi luku kpaa, Odidi made luku kpaaa Odidimode

Significando; Este no es mi ego que la Muerte mató pero la imagen de barro de


mí que esa Muerte mató porque Osonyin desapareció a menudo que cuando los
verdugos de Muerte estaban matándolo con eso, Eji-Oko se aferró a Epipayemi
como su esposa.

La segunda esposa de Ejioko.

Él hizo adivinación para el gallo y el loro ellos dos estaban buscando a las
esposas para casarse. Él les aconsejó que dieran un macho cabrío a Èsù para que
el hábito de excretar de paso en sus cama-cuartos no los privara del honor de
casarse a las esposas respetables. Ellos dos defendieron que el sacrificio era
innecesario que desde que era su tradición para pasar derroche dondequiera
que ellos durmieron.

Había también una doncella bonita que fue a él para la adivinación en cómo
conseguir que un marido responsable para casarse. Le aconsejaron que hiciera
sacrificio para evitar el infortunio de comprometer en dos matrimonios
abortivos antes de poner abajo en un tercero. Ella pensó que era innecesario
hacer el sacrificio porque sus buenos ojos y nativa inteligencia era bastante para
verla a través de cualquier dificultad.

No largo después ella se encontró al gallo que era muy buen visto. Ella se cayó
en seguida para él y estaba de acuerdo en casarse con el. Ella pasó a su casa sin
cualquier retraso. Así, una pareja que los dos se negaron a hacer sacrificio, se
había casado en desafío del consejo del sacerdote de Ifá. La mañana siguiente
que la novia descubrió que su marido había tirado basura en su cama con
excrementos. La mujer fue hastiada completamente. Las personas empezaron a
ridiculizarla por casarse a un marido que descargó inmediatamente excrete en
su cama. Ella no podría resistir la turbación, y así, salió el gallo tan rápidamente
como ella se lo casó.

Un poco después, ella se encontró el loro, otra persona muy guapa. Ella se
enamoró inmediatamente y estaba de acuerdo en casarse con el. Cuando ella
preparó la primera comida, el loro le dijo que ellos tendrían que comer sus
comidas separadamente. Ella era curiosa averiguar por qué el marido impuso
semejante embargo en ella. Cuando ella preparó el loro al abeto de maíz, él sólo
comió el núcleo suave del maíz y abandonado el resto. Los sobrantes tiraron
basura al cuarto entero.

En una segunda ocasión después de servirle una comida, ella fue a esconderse
para mirar al loro estos hábitos de comer. Ella vio que él estaba comiendo con
sus pies y estaba esparciendo los remanentes de la comida alrededor de él.
Cuando ella confrontó el loro después para preguntarle que por qué él estaba
esparciendo su comida alrededor de él, el loro contestó esa vida era tan corta
que no era su hábito para comer el material tosco de cualquier comida.
Preguntado que por qué él comió con sus pies, él explicó que era así la
costumbre de sus personas para hacerlo. Una vez más, ella consideró la
situación demasiado para ella y durante la segundo vez. Ella dejó el loro. La
predicción del sacerdote de Ifá había manifestado tan rápidamente.

En esa fase, ella decidió ir de nuevo por la adivinación - y le dijeron que diera
macho cabrío a Èsù y a un carnero al Ifá de su padre. Ella dio macho cabrío a
Èsù pero no podría permitirse el lujo de comprar un carnero para Ifá. Le habían
dicho que para establecerse, ella tendría que casarse a un sacerdote de Ifá.

Al mismo tiempo, Ejioko soñó que él iba a casarse a una segunda esposa. Él
consultó Ifá, y sus propio Odu salió. Él invitó a sus substituto Uroke y Orofa a
interpretat la importancia para él. Ellos le dijeron que una mujer estaba
viniendo a él y que ella era una princesa. Le dijeron que diera macho cabrío al
Èsù y a un carnero a Ifá. Él hizo el día siguiente los sacrificios.

A algún tiempo, la Princesa dejó la casa de su padre para un destino


desconocido a consultar dos Awos llamados Elemmo Ugo y Osoro Ugomugo.
Ella dejó casa con una bolsa que contiene Eko, Akara, Ekuru, y Adun.
Simplemente antes de que ella consiguiera al pueblo de Itoko que donde Ejioko
vivió, ella se sentía como aliviarse. Desconocido a ella, ella pasó excretar encima
de una boa paciente que estaba estando en la tierra y la hoja con las que ella
limpió su ano cayo en un caracol cercas. Después de aliviarse, ella continuó en
su jornada. Los Dos Awos había ido a visitar Ejioko.

Cuando ella consiguió al pueblo de Itoko, ella oyó Awos haciendo adivinación y
pegando la tierra con el cuchillo divino, (Aja en Yoruba y Aza en Bini), y
cantando canciones de encantación. Ella sacó su bolsa para comer la comida
dentro. Cuando ella empezó a comer, Èsù estiró sus manos hacia ella y toda la
comida que ella estaba comiendo se pegó en su garganta. Cuando ella estaba
empezando a ahogar, ella corrió por ayuda en la casa de Ejioko. Cuando ella
llego dentro, ella hizo señas para agua. Ellos dieron su agua con la taza de agua
de Ifá y Èsù soltó sus manos rápidamente de su garganta y ella saludó Ifá al
instante por tocar su cabeza a la tierra.

Ellos hicieron adivinación para ella y le dijo que ella era una princesa. Ellos
también le dijeron que ella había tenido dos matrimonios abortivos y había
estado preparando para un tercero. Le dijeron que su padre tenía su propio Ifá
al que le aconsejaron previamente a la adivinación ofrecer un carnero, pero no
lo hubo hecho. Ellos le dijeron que ella hizo un sacrificio a Èsù pero no a Ifá y
ella confirmó sus revelaciones, ellos insistieron sin embargo que ella todavía
tuviera que servir Ifá con un carnero antes de que ella deba establecerse.

También le dijeron, que ella pasó desecho humana en el arbusto por la orilla del
camino sólo antes de que ella llegara al pueblo del Itoko. Ellos descubrieron que
la enfermedad que ella sufrió antes de entrar en la casa era porque Òrúnmìlà ya
se molestó con ella por el excremento que entrego en la boa que iba a ser usado
para servirlo, y cubriendo el caracol con el que él iba a refrescar para su vida,
con las hojas que ella limpio su ano. Ella no supo sobre estos descubrimientos
pero ofreció ir y mostrar a los Awos el sitio donde ella se alivió.

Cuando ellos llegaron al lugar, ellos observaron bajo la que la boa todavía estaba
quedando el excrete que ella descargó y llevo más allá lejos de una disposición
del caracol bajo las hojas que ella limpiaba su ano. The two things were brought
home to be used to serve Ifá. Antes de que la comida usara para el sacrificio se
cocinó, ya era oscuro. La princesa fue dado ñame machacado para comer. Ella
unió Ejioko después para servir su cabeza con la boa. Ella se pasó la noche con
Ejioko. Pronto después ella extrañó su menstruación y se puso embarazada. Ella
dio a luz a un niño hembra que fue nombrado Ayo.

Cuando este ODU sale para una solterona a la adivinación, deben decirle que
haga sacrificio para que no ella se case a dos maridos antes de establecerse con
un tercero. Si ella ya está casada que deben decirle que ella o está en la casa de
un tercer marido o está preparando para abandonarlo, pero debe hacer
sacrificio.

Ejioko escapa del cielo a la tierra.

Cuando finalmente hizo a su mente escapar al mundo, él no vino como los otros
al comedero del útero(vientre). Él se escapó del cielo a la tierra con sus
posesiones. Él fue por la adivinación a sacerdote de Ifá llamado. Olori ire
Oyinkpin nigba kara ofun orisa loorun. Él estaba preparando ir a Dios para
coleccionar la bandera de su ángel guardián. Le dijeron que hiciera sacrificio
con un cerdo, una cabra, un ovejas, un carnero, una vaca masculina, una tortuga
masculina y una tortuga hembra, un pato y un "drake". Después de hacer el
sacrificio, él dejó para el palacio divino de Dios.

Él llegó al palacio cuando Dios estaba tomando su desayuno que se prohíbe para
cualquiera para ver a Dios comer y Ejioko no supo que Dios estaba teniendo su
comida. Dios le pasó una bandera pequeña del ángel guardián de Ejioko, pero él
ignoró el pequeño y prefirió robar la bandera más grande que él vio allí, y salió.
El uno que escogió pertenecía al ángel de un Rey.

En cuanto él coleccionara la bandera más grande, él embarcó rápidamente en la


jornada larga a tierra. Él ya estaba subiendo la sexta colina principal de la tierra,
cuando Dios comprendió que Ejioko y salió con bandera mal (errónea). Dios le
envió a un mensajero que lo volviera a llamar.

Antes de que el mensajero pudiera localizarlo, él ya había entrado en el mundo.


El mensajero regresó informar a Dios que Ejioko había escapado al mundo, así,
él salio para prosperar inmensamente en tierra. Antes de dejar el cielo, él había
sido advertido por los Awos para no permitirse ponerse temperamental. Le
aconsejaron que para él prosperar él debe aprender a ser paciente e incluso -
templar, para evitar el riesgo de ser rodeado por personas mal-dispuestas.
Él hace adivinación para Oyi.

En cuanto él llego al mundo, la primera persona para la que él trabajó era una
mujer llamada Oyi. Abemale Ekokan, Aboju regu gegun, adifa fan Oyi tolo ile
igba. La mujer se había casado a varios maridos sin tener cualquier niño.
Cuando ella estaba preparando casarse a un sacerdote de Ifá llamado igba, ella
se encontró Ejioko que hizo adivinación para ella. Él le aconsejó que hiciera
sacrificio con 20 ratas, 20 peces, 1 paloma, 1 macho cabrío, 1 gallo y una gallina.
Los huevos encontrados en los intestinos de la gallina donde preparaba
medicina para ella. Ella era la hija de Orisa-Nla de Itakpa.

Ella hizo el sacrificio y dejó para un pueblo que donde ella se encontró que un
sacerdote de Ifá llamó Igba y se casó con el. Ella se puso embarazada el mes
siguiente. Ella dio a luz un juego de gemelos. En general, ella tenía dos juegos de
gemelos. Después de producir a cuatro niños para Igba, ella lo dejó, dejando
atrás a los niños para encontrar a otro marido porque el hombre se sentía que él
tenía bastantes niños.

Ella fue de nuevo por la adivinación y fue hacer sacrificio con un par de 20 cosas
diferentes, ella hizo el sacrificio y salió para el pueblo de Ewi-Ado donde ella se
casó a un hombre Oke Ila que no tenía ninguna esposa. Ella se puso embarazada
pronto y entregó tres juegos de gemelos durante este segundo matrimonio.
Cuando el hombre propuso que ellos habían tenido bastantes niños, ella lo
abandonó de nuevo en busca de otro marido.

Una vez más, ella fue por la adivinación y le dijeron que hiciera sacrificio con un
pagó de 40 materiales del diferentes. Después de realizar el sacrificio ella viajó a
Ijero donde ella se casó en un pueblo llamó Ikoro, sobre tres millas del pueblo
de Ijero ella tenía cuatro juegos de gemelos para el nuevo marido a Iroko. Ella
era de suave cutis, pero ninguno de sus niños había tomado su cutis.

Entretanto uno de los cuatro niños que ella tenía para el primer marido
persuadió a su padre para ir con él en busca de su madre. Al mismo tiempo, el
marido de Ikoro le dijo que él no estaba interesado en tener más niños. Ella
insistió que ella quisiera a más niños y cuando el marido no movería, ella lo dejó
para Ijebu.

A Ijebu ella fue de nuevo por la adivinación e hizo sacrificio. Después de esto
ella se encontró a otro marido para quien ella tenía seis juegos de gemelos. Una
vez más una riña sucedió cuando el hombre se negó a casarse por miedo de
moverse con esfuerzo a más niños. Las otras esposas de todo el hombre lo
habían dejado porque ellos no tenían niños. En cuanto ellos vieran Oyi que tiene
niños para él, todas regresaron a él.

Pero Oyi estaba de nuevo en el movimiento, esta ves a Abeokuta, cuando ella
estaba llegando a Abeokuta, ella se encontró a un cazador que estaba
devolviendo del bosque con 5 animales diferentes. Ella oyó por casualidad al
cazador que lamenta en lágrimas que aunque él había matado cinco animales en
el bosque, él no tenía ninguna esposa en la casa que hubiera de preparar la
carne. Oyi estaba de acuerdo en ir con él a su casa al instante. Cuando el marido
hizo adivinación para su nueva esposa encontró, le dijeron que la mujer lo
dejaría si él asumiera a una segunda esposa. Con esa advertencia, el hombre no
contempló teniendo otra esposa porque Oyi tenía siete juegos de gemelos
incluso para él en su vejez. Ella era ahora muy vieja y vivió en Abeokuta al final
de su vida. Cuando sale para la adivinación para una mujer estéril, deben decirle
que haga sacrificio pero que ella tendría muchos niños para varios maridos.

Ejioko se establece en la tierra.

Poco después llegando en tierra, él decidió ir por la adivinación con tres Awos
llamó. Ugun sorire sorire okpari, Akala Igbo sorire sorire, ogbijojoso-run, made
sorire. Cuando él llegó a su casa, él se encontró Alamiyo, el Cazador De cabeza
de Itoko que también vino por la adivinación.

Se aconsejaron a ambos, el cazador y Ogunda-méjì que hicieran sacrificio contra


el problema de ingratitud desde beneficiarios de su generosidad. Ogunda-méjì
fue aconsejado para dar una cabra negra a su Ifá y a un macho cabrío a Èsù. Él
hizo el sacrificio. Por otro lado, el cazador fue dicho ofrecer macho cabrío a Èsù
y servir Ògún con perro, tortuga y gallo. Él no hizo el sacrificio.

El cazador era muy hábil en su profesión que explica por qué él no lo consideró
necesario realizar cualquier sacrificio. Varios años después, el cazador tenía un
sueño que lo asustó y él fue por la adivinación. Le recordaron de nuevo el
sacrificio que le habían aconsejado antes que hiciera. Él insistió que él no
necesitara la ayuda de cualquier sacrificio. Los próximos Awos que él se acercó
se llamaban. Orire sumi sisee and Mada bo la tise orire, won difa fun Alamiyo
tiishe Olori ode nile illa Orangun. Él era llamado Alamiyo y él era la cabeza de
los cazadores en pueblo de Illa Orangun. Ellos lo advirtieron que si él no
realizara que el sacrificio, su bondad y benevolencia acortarían su vida. Este
tiempo, le dijeron dar 3 machos cabrío a Èsù, una cabra a Òrúnmìlà, una cabra a
su cabeza, un perro, gallo, tortuga a Ògún y 6 huevos y un conejo a los
superiores de la noche. Él todavía no realizó ninguno de los sacrificios.

Entretanto, él dejó casa en una expedición de caza con su instrumento de caza


un bumerang (Ekpede en Bini o Akatapo en Yoruba).. Al anochecer él llego al
pueblo de Ipogun. Las personas de Ipogun tenian un largo problema de
amenaza causado por un pájaro misterioso que venía al pueblo y salia en un
sendero de muertes humanas detrás de él. El pájaro se llama Agbe en Yoruba o
Unkhiokhio en Bini. Siempre que gritara "kpogun" tres veces habría salir y
pronto después 20 personas se morirían en el pueblo. El pájaro había desafiado
la habilidad de los cazadores conocidos más mejores de alrededor. En la última
ocasión ellos ofrecieron un macho cabrío a Èsù que los aseguró que el cazador
mataría el pájaro iba a viajar por él al pueblo.

Cuando Alamiyo se despertó la próxima mañana, él fue invitado por el jefe De


cabeza del pueblo, y dijo sobre el problema del pájaro misterioso. Cuando ellos
se sentaban fuera de la casa del jefe que discute el asunto materia, el pájaro
surgió una vez más. Gritó "Pagun" una vez, pero antes de gritar el segundo
tiempo. Alamiyo tomó objetivo y tiro, este murió. Las noticias pronto
extendieron alrededor y trajo alivio general y regocijando al pueblo.
Mientras las personas todavía estaban regocijando, Èsù fue a incitar a los
hombres jóvenes del pueblo para protestar a los superiores alrededor para
expulsar Alamiyo del pueblo en la tierra que un cazador que pudo matar tal
pájaro misterioso con uno disparó no perdone el pueblo entero si cualquiera se
atrevió a ofenderlo en el futuro. El jefe de cabeza apreció las objeciones
levantadas por las juventudes y sometió a sus deseos, expulso a Alamiyo del
pueblo de Ipogun que él simplemente había entregado de una larga calamidad
duradera(vigente, en pie).

Perplejo por el giro de eventos, Alamiyo fue al próximo pueblo llamó Iyinta
donde él fue invitado a resolver una era de un problema viejo de un pájaro
misterioso que traía muertes de masa periódicamente al pueblo de nuevo. En
cuanto entrara en el pueblo, estaría de pie a la entrada al pueblo y grito
"Pogbon" tres tiempo después del que treinta personas se morirían. Cuando
estaban diciéndole sobre la calamidad endémica, el pájaro llegó y tomó posición
en el árbol de vida (Akpoko o Ikhinmwin) a la entrada al pueblo. Alamiyo esperó
por el pájaro para gritar "Pogbon" dos veces antes de tomar objetivo. Él disparó
al pájaro y se cayó a la tierra, muerto. Una vez más, el pueblo entero regocijó y
cantó en alabanza del cazador que realizó el hecho milagroso.

Pronto después sin embargo, Èsù fomento a las personas del pueblo de nuevo
contra él y él salió fuera del pueblo. Él ya estaba empezando a pagar el precio de
su obstinación.

Él viajó al lado del pueblo de Iye, donde él se saludó con alivio y esperanza
porque ellos habían oído lo que él hizo en los dos lugares que él había visitado
previamente. Él estaba seguro que ellos no iban a reembolsarlo con el tipo de
ingratitud mostrado a él en los lugares primeros que él visitó. Ellos le dijeron de
un ciervos (Agbonrin en Yoruba y Erhue en Bini) qué de vez en cuando visitaba
el pueblo para estar de pie encima de una colina al tiro "Palura" que llevó a la
muerte de 40 personas y la destrucción de varios edificios. No largo después, el
ciervo tomo posición en la colina y en cuanto abriera su boca para gritar
"Palura", fue disparado muerto por Alamiyo.

Él pensó establecerse en el pueblo de Iye, pero mientras los regocijo eran el


sitio, Èsù genero el rumor que Alamiyo fue el que enviaba el ciervo al pueblo que
explicó que por qué él era el único cazador en que tuvo éxito líbrandose de él.
Como si esa incitación no fuera bastante, los Èsù se convirtieron en un visitante
de Ilu Ipogun y Iyinta y les preguntó si él disparó al ciervo sin mirarlo y si la
flecha devolviera a él. Ellos confirmaron que la misma cosa pasó a Iye. Él
preguntó si no era posible para semejante hombre destruir una población entera
de un lugar. Con que el visitante / Èsù empezó una canción de guerra con la que
ellos lo expulsaron del pueblo de. Iye - koude jere, koude jere, koude jere.

Después de expulsado del pueblo de Iye, él decidió esconder su bumerang para


ocultar su profesión. Él también era adivino. Él tomó entonces la practica de
arte de Awo que él también hizo muy bien. Esta ves, él se escabullo
calladamente en el pueblo de Ijesha. Pero él no fue reconocido aunque él tuvo
éxito en llegar a casarse con la hija del Owa de Ijesha. La princesa tenía cuatro
niños para él. Su esposa había tenido simplemente el cuarto niño cuando la
guerra rompió fuera entre Oyo y Ijesha. El ejército invasor de Oyo estaba
repartiendo un soplo devastando en las personas de Ijesha. El Owa de Ijesha
congregó a sus personas y les dijo que comprometieran en adivinación de masa
en cómo verificar la amenaza del Ejército invasor.

A la recolección, los Èsù transfiguraron en un sacerdote de Ifá visitante que


descubrió al pueblo de Ijesha que presenta en su medio, pero desconocido a
ellos, era el cazador famoso de Itoko que realizó maravillas en Ipogun, Iyinta e
Iye. El hombre anunció que el cazador había cancelado su profesión e identidad
desde la llegada a Ijesha a causa de la ingratitud, mostrado a él en esos lugares.
El Èsù-volver-Awo también anunció que el hombre con "Iyo" el sufijo su
nombre y se casó a una princesa, era el único que, con su arma misteriosa,
podría verificar el adelanto de las tropas de Oyo. Cuando todos los ojos se
volvieron a la dirección de Alamiyo, el visitante agregó que el hombre tenía un
problema que lo siguió toda el camino del cielo y había persistido
subsecuentemente en la tierra. Él se había negado a hacer el sacrificio prescrito
para él obstinadamente. Si él tuviera éxito haciéndolo, él se volvería la persona
más famosa en Ijesha. Si él continuara negándose a hacerlo, él terminaría
comprometiendo suicidio enterrándose vivo.

Con estas revelaciones Alamiyo se levantó y el Awo visitante le dijo, después de


que él estaba de acuerdo que él siempre no hubo hecho los sacrificios que el
sacrificio había multiplicado. Le exigieron entonces que diera 3 machos cabrío a
Èsù una cabra a Ifá, una cabra a su cabeza, 2 perros, 2 tortugas y 2 gallos a
Ògún, y un conejo, gallina y huevos a los superiores de la noche.

Alamiyo entonces en lágrimas que él hecho hace mucho favor a la humanidad, y


se había reembolsado con tanta ingratitud, que él no consideró que estuvo bajo
cualquier obligación continuar siendo caritativo a cualquiera. En esta fase, las
mujeres del pueblo que había perdido muchos de sus maridos a la guerra,
ofrecidas contribuir dinero para comprar los materiales para el sacrificio. Los
sacrificios fueron hechos al instante, y en la mañana siguiente, él trajo fuera su
bumerang de donde él lo había guardado, lo cepilló, cerrado sus ojos y tiro tres
flechas en la dirección del ejército invasor. Cada tiro mató 200 soldados de Oyo
y las tres flechas devueltas a él. Cuando el ejército de Oyo vio cómo su fuerza
eran vacias por un asaltador inadvertido los aterrorizo y tomó a sus talones en
miedo. La paz devolvió inmediatamente a Ilesha. Pronto después el Rey de
Ilesha se murió y desde que él tenía sólo una hija, Alamiyo que era el marido de
la única princesa, como coronó el Owa de Ibokun Ijesha. Él fue el que le dio el
nombre de Ibokun a Ilesha - significando, donde uno se cansó de hacer favores.
Él finalmente regosijo y cantó en alabanza de sus Awos. Su reino era muy
pacífico y próspero.

Ogunda-Meji cura la esterilidad de las esposas de Olofen.

El rey de Ife estaba angustiado que sus tres esposas habían estado embarazadas
por mucho pero no podrían entregar. Él había buscado la ayuda de todos los
sacerdotes de Ifá alrededor a ningún provecho. Entretanto, él oyó hablar de
sacerdote de Ifá llamado Ogundameji que estaba viviendo exclusivamente en un
pueblo en el camino de Ijesha llamó Ilu-Ogun. Le obligaron a que se retirara al
pueblo cuando él se declaró persona no grata en el pueblo de Itoko donde él
había vivido desde el comienzo del mundo. Su éxito como un sacerdote de Ifá se
había aclamado alrededor pero él también incurrió él la enemistad de los más
mayores Awos que Vivian Itoko antes que él.

Él había preparado un jabón de buena suerte antes para el rey de Ife que él
normalmente usó con sus tres cazadores. El jabón ayudó que sus cazadores
volvieran del bosque con presas buenas, pero no podría ayudar a sus esposas a
ser entregadas de sus embarazos.

Sus tres cazadores fueron llamados:

Orisi Taasi
Oriisi Taasi and
Atama Taasi.

Un día, los tres fueron al bosque en una expedición de caza. El primer cazador
disparó a un elefante en el bosque y vino al pueblo para morirse en el patio del
rey. Cuando el elefante fue matado, un niño humano vivo se encontró dentro de
su estómago que lleva una corona en su cabeza y cuentas en sus miembros.

El segundo cazador disparó un búfalo en el bosque y vino al palacio para


morirse en la mismo lugar. Cuando fue matado, un plato cerrado de madera con
dos compartimientos de16 Ifá semillas en ambos lados, fueron encontrados
dentro de sus intestinos.

El tercer cazador disparó a un ciervos en el bosque que también vino a morirse


en la mismo sitio. Cuando fue matado, su estómago produjo una jícara que
contienen una vara mágica (ase).

El rey fue confundido obviamente. Él se preguntó qué mensaje fue llevado por
estos desarrollos extraños. El rey sacó su propio Ifá y lo sonó y Ogunda-Meji era
el Odù que aparecía. Él le envió mensajes a todo el Awos en su dominio venir a
ese punto y interpretar la importancia de estos eventos y los odu que aparecían.

Todos intentaron pero fallaron al interpretar el significado de las ocurrencias


extrañas. Cuando todos fallaron uno después de otro, ellos eran encadenados y
encarcelados en la celda del palacio. Todos los sacerdotes de Ifá conocidos en el
reino habían sido de igual manera tratados y allí no quedaba ninguno. El rey
recordó al Awo que preparó el jabón de buena suerte para él entonces, aunque
nadie parecía acordarse de él. Sin embargo algunas personas informaron que el
único Awo restante en el reino era Ogunda-meji que estaba viviendo en
aislamiento en el camino de Ijesha, en un pueblo llamado Ilu Ogun. El rey pidió
rápidamente que el hombre deba traerse al palacio sin cualquier retraso.

Eso coincidió con el día que Ogundameji estaba sirviendo a su cabeza. Cuando
los mensajeros estaban cruzando el río para encontrarse con Ogundameji, ellos
hallaron las tres crecidas princesas de Ife, lavando su ropa en el río. Las
muchachas habían crecido a edad casadera pero había jurado que ellas se
casarían a sólo el hombre o los hombres que tuvieron éxito sabiendo sus
nombres. Ellos eran sólo conocidas como, y callaron, princesas. Los dos
mensajeros reales los saludaron y continuaron en su jornada.
En llegar al pueblo de Ogundameji, ellos descubrieron que él había servido
simplemente su cabeza y sopa y había ñame machacado estaba preparándose.
Ellos entregaron el mensaje real que el rey lo queria inmediatamente en Ife.
Pronto después, ellos se levantaron para devolver a Ife, pero su organizador
insistió que ellos deban comer del ñame machacado antes de salir. Ellos se
sentaban para disfrutar la comida al volumen de su corazón. Después de comer,
él les dio vino de palma fresco para beber y finalmente les dio kolanuts como
una señal de respeto.

Después de disfrutar su hospitalidad, ellos se resolvieron para decirle por qué él


fue invitado por el rey, asi que la fuerza no termine en cadenas como todo los
otros Awos invitados ante él. Primero, ellos le dieron los nombres de las tres
hijas del Rey Que sólo había jurado casarse al hombre que conoció sus nombres.
Ellos le dijeron que si él quisiera casarse a las nuevas esposas, él podría tener las
tres muchachas por pronunciar sus nombres como: Iboru, Iboye, Ibosise. Esta
casualidad explica por qué Òrúnmìlà no prohíbe casarse más de una esposa de
la misma casa o familia.

Luego, ellos descubrieron lo que el rey quería que él hiciera qué era al
interpretar la importancia de los descubrimientos extraños en los intestinos de
los tres animales matados por los tres cazadores reales en el mismo día. Desde
que ellos mismos no supieron el significado, él fue prevenido para preparar
desenredar el enigma que había desafiado la competencia de todos los Awos a lo
largo del reino de Ife, y quién era ya encarcelados en cadenas. Ellos lo
advirtieron guardar su confianza. Él les agradeció que le hubiera dicho tanto
cuando ellos hicieron y les pidió que le dijeran al rey que él estaba sirviendo su
cabeza, pero habría de cumplir al día siguiente.

En cuanto ellos salieran, él sacó sus semillas de adivinación y consulto Ifá. Le


dijeron dar un macho cabrío a Èsù y viajar con kolanuts y plátanos maduros
para su jornada. También le aconsejaron que fuera generoso a cualquiera que
viniera por el camino porque la solución a los enigmas se daría a él camino a Ife.
Él hizo cuando le dijeron.

Él salió para Ife muy temprano la próxima mañana. En cuanto él entrara en el


último estiramiento de bosque ante Ife, él se encontró a mujer vieja que se sentó
por el lado del camino. La mujer estaba pareciendo infeliz y hambrienta. Ella lo
llamó y rogó para comida porque ella no había comido durante los últimos tres
días. Él le dio los plátanos maduros y agua de su bolsa. Después de comer y
beber, él dio su kolanut para guardar con ella, así como el resto del plátano
maduro en su bolsa. La mujer vieja le agradeció. Cuando él estaba a punto de
salir del lugar de la mujer vieja, ella le preguntó adonde él iba y él contestó que
él se había invitado para una misión al palacio del rey a Ife.

La mujer le dijo que la victoria y el éxito lo esperaban en Ife. Ella le dijo que él se
invitó al Ife a:

1. Revelar por qué las tres esposas de Olofen que habían estado durante mucho
tiempo embarazadas todavía no habían entregado.
2. La importancia del Elefante, Búfalo y Ciervo que fueron disparados
respectivamente por Orisi Tasi, Orisi Taasi, y Atama Taasi, pero que vino a
morirse en el patio del palacio.

3. El mensaje llevado por los tres objetos misteriosos encontrados en los


intestinos de los tres animales; y

4. Si el escogía casarse a las nuevas esposas, revelar los nombres de los tres
crecidos a las hijas de Olofen.

Ella lo advirtió que el primer hecho que realizaría en el palacio sería librarse de
una bruja vieja que a menudo se sentaba a la entrada al palacio del rey y quién
tenía el poder para cubrir la memoria y conocimiento de todo los Awos que
vienen al palacio que explicó por qué otros Awos que invitó ante él había fallado.
La mujer vieja le aconsejó que pidiera la ejecución de esa mujer antes del
caminar cerca del reino.

Su próxima actuación sería pedir el descargo de todo el Awos encarcelado y


proclamar que se prohibía ofrecer cualquier Awo en cadena o encarcelar, porque
cualquier pueblo donde un Awo se puso en cadenas siempre estaría en tumulto.
Después de esto, él fuera entrar en el palacio. Las primeras personas para
recibirlo serían las tres hijas del rey. Ellos lo saludarían en sus rodillas y él debe
contestar llamándolos por sus nombres, Iboru, Iboye y Ibosese.

En cuanto él se encontrara a Olofen, él pediría la interpretación al Odu-Ifá que


estaba en la bandeja de Ifá decirle por qué tres esposas embarazadas no habían
entregado a más de tres años. Él debe empezar revelando al rey que sus tres
esposas no estaban en absoluto embarazadas. Uno de ellos tenía un hormiga-
cúmulo, (Odidimade en Yoruba y Ulelefe en Bini) en su estómago. La segunda
uno tenía un hormiga-montículo(colina) en su estómago, mientras el tercera
tenía ñame de agua en su estómago.

Él debe mover para descubrir la casualidad de los animales y los hallazgos


extraños en su estómago entonces. Él iba hacerlo diciendo que el rey tenía tres
cazadores que él permitió usar para cazar, el jabón que se esperaba que él usara
exclusivamente. Era el uso exitoso del jabón por cazar que hecho al rey del
bosque abastecer sus úteros de las esposas con estos materiales desde que él
prefirió animales del bosque a los niños humanos. Lo próximo a decir era que
los Elefantes, Búfalo y Ciervo que vinieron a morirse en su patio, después de que
les dispararon en el bosque, fue la última advertencia del rey del bosque, que
bastante era suficiente.

Finalmente él iba a interpretar el concurso de los intestinos de los animales


como sigue:

El niño humano que lleva una corona y cuentas, encontradas en el estómago del
Elefante era un mensaje que el tiempo estaba acercándose cuando él ya no
tendría superiores en su dominio para aconsejarlo excepto las personas jóvenes.
La importancia del plato encontrado en el estómago del búfalo era un mensaje
de Dios que Òrúnmìlà es la divinidad que él siempre debe consultar para revelar
el futuro a él y

La jícara con Ase encontraron en el estómago del ciervo significado que ningún
Oba reinaría de nuevo en su reino que sería tan famoso como el Olofen.

Cuando él postró para agradecer a la mujer vieja, él no podría verla de nuevo


que ella se había evaporado en aire delgado. Él procedió entonces en la jornada
y pronto llegó al palacio.

Cuando él llegó al palacio, la sucesión de eventos fue invertida ligeramente. Las


tres muchachas estaban fuera de las paredes del palacio que extienden su ropa
para secar. En cuanto él los viera que él los saludó con un aire familiar llamando
en sus nombres uno después el otro. Él los saludó uno por uno con mañana
buena Iboru, mañana buena Iboye y mañana buena Ibosise. Ellos rápidamente
dejaron la ropa ellas estaban extendiendo fuera y lo abrazaron con las palabras
que por fin ellos tenían un marido. Ellas le ofrecieron inmediatamente
matrimonio y cuando él les dijo que él tenía una asignación en el palacio del
Rey, ellas le dijeron que ellas eran las hijas del Rey y lo seguirían para proclamar
a su padre como su marido.

Cuando él llegó a la entrada al palacio de Olofen, él estaba parado fuera y le dijo


al Oba que saliera. Él proclamó que la mayor mujer que se sentaba a la entrada
debe ser en seguida apaleada a la muerte, porque ella estaba a favor
singularmente responsable de todo los infortunios que asedian al Rey y reino en
recientes tiempos. La mujer fue golpeada al instante a la muerte y se arrastró
lejos.

Después de esto, él caminó con el Rey en la cámara interna del palacio, donde
Olofen le mostró el Odu-Ifá que aparecía en adivinación que pasó para ser su
propio Ifá. Él le dijo entonces a Olofen que él tenía dieciséis Awos encerrados
con llave a en la celda del palacio por no poder traducir el Odu. Él le dijo que no
era debido a la falta de habilidad por parte de los Awos, pero el resultado del
hechizo malo lanzado en ellos por la bruja-mujer que simplemente había sido
ejecutada. Ella se sentaba a la entrada para teñir de negro fuera todo el
conocimiento, memoria y engriseaba la habilidad de cualquier Awo que caminó
por su pasó. Eso es por qué esos Awos habían olvidado de qué decir cuando ellos
entraron en el palacio. Él le dijo al rey que se prohibía para cerrar con llave a un
sacerdote de Ifá y que él debe soltarlos en seguida.

El rey pidió inmediatamente que todos los Awos debían desencadenarse y deben
traerse a la cámara exterior del palacio. Después de esto, él miraba el odù-ifá de
nuevo en el suelo y les pidió a los cazadores reales llamarlos: -

(Orisi Taasi que había disparado un elefante recientemente en el bosque que


vino a morirse en el patio del palacio, y llevando a un niño humano, llevando
una corona en su cabeza, y cuentas en sus miembros. Cuando el cazador surgió
para identificarse, él se volvió a Olofen y le dijo que la importancia de ese evento
era que a menos que él hizo sacrificio, el tiempo era inminente cuando todos los
superiores de su dominio se morirían en giros que lo dejan ser rodeado por
jovenzuelos.

Oriisi Taasi - quién en el mismo tiro del día un búfalo en el bosque que vino al
patio del palacio para morirse en la mismo sitio y llevando un plato de Ifá con
32 semillas en su estómago. Él se volvió al Rey y le dijo que era un mensaje de
Òrúnmìlà que él siempre debe consultar Ifá para resolver todos sus problemas.
Por adivinar con esas semillas, él encontraría siempre la solución a todos sus
problemas.

Atama Atasi - quién también el tiro un ciervos en el bosque que vino al palacio
para morirse en la mismo sitio y llevando un ASE que se amolda (Oghoriboje en
Yoruba y Ekhuae en Bini). Todavía dirigiéndose al rey, él dijo que significó que
ningún otro rey después de él emparejaría su fama, influencia y autoridad.

Él preguntó al Rey entonces por permitir el jabón de buena suerte preparado


para él ser usado para cazar por sus tres cazadores. Él agregó que el Rey del
bosque envió a los tres animales advertirlo dejar de robar con medicina. Él
exclamó si el Rey no supo que era porque él prefirió animales que a los niños
que sus esposas habían dejado de tener niños, e incluso las tres quién estaban
embarazadas tenía su estomago convirtiéndose en un hormiga-montón, un
hormiga-montículo (colina) y ñame de agua. Él descubrió que en cuanto él
dejara de usar el jabón para cazar, sus esposas darían a luz a los niños humanos
normales.

Ogunda-Meji se dio una ovación de pie y llevado en hombro alto en una ronda
en procesión del pueblo. Él se proclamó el sacerdote de Ifá más hábil que Ife
había visto en recientes tiempos. Atrás en el palacio, él le dijo al Rey que para
devolver la paz a Ife, él tenía que aplacar los Awos encarcelado compensando
cada uno de ellos con una cabra. El Rey estaba de acuerdo sin náuseas. En
apreciación por su salvación, todo los Awos rindieron sus cabras a Ogunda-Meji,
pero él rechazó aceptarlas. Él dijo el para servir su Ifá con ella pero matando la
cabra ellos perseguían decir que era él, Ogunda-Meji que mató la cabra y no
ellos. Ésa se ha vuelto la tradición de Ifá hasta el momento, con que, después de
matar cualquier animal a Òrúnmìlà, la persona que lo mata dirá. Eesemi
lookpaa, Ogunda jameji loonkpa. y toca el ofrecimiento matado con el cuchillo.

Entretanto, el rey decidió agradecer Ogunda-Meji con una canción:


Ojudu loon shawo Alara
Ota Legbeje loon shawo Ijero,
Okon shosho ata mode loon daun looni,
Okpe - mo dami dami dami, orere, oo
Orere dami dami dami orereoo
Dami dami dami orere ami dami dami orere
Dami lowo uku,
Orere dami dami dami oo orere
Dami lowo ojojo,
Orere dami dami dami orere,
Igbese orun mi, ose arin.
El Rey lo premió con regalos suficientes además de desposar a sus tres hijas que
lo habían proclamado su marido. Él también se hizo el Baalogun de Ife, el
próximos Jefe, titular al Rey.

Él hace adivinación para Aguofenla (el cazador de la trinchera).

El cazador de la trinchera excavaba hoyos voluminosos para los animales


contagiosos. Cuando cualquier animal entró en el hoyo excavado, no podría
subir fuera. El próximo día, él venia y capturaba la víctima. Era un negocio
prolífico para él y él hacía adivinación y sacrificaba todos los años. El hoyo se
llama Ofen en yoruba y Uye en Bini.

En este año en particular, el fue a Ogunda-Meji adivinara para él , para tener un


año de la caza exitoso. Le pidieron que diera un macho cabrío a Èsù, pero soltar
las primeras dos capturas después del sacrificio y matar la tercera captura. Él
hizo el sacrificio y excavó el hoyo para el próximo año de caza. La primera
víctima era la boa (Oka o Aru) qué él sacó y puso libre. Después soltarlo, la boa
miro atrás y prometió devolver un día en dobles buenos. Aguofenla se preguntó
cómo una boa pudiera ser en alguna vez usada a él.

El día siguiente, el hoyo capturo un conejo que él soltó de nuevo. El conejo


también miraba atrás puesto libre y prometió devolver el giro bueno algún día.
Él dijo al conejo ir su camino porque él no pudiera imaginar cómo el conejo
pudiera ser de cualquier uso a el.

El próximo día, el hoyo capturo un gato de arbusto, (Ogbo o Abon), en lugar de


matarlo cuando le aconsejaron que hiciera, él lo soltó él porque él esperó algo
más grande. Después de que el hoyo no capturo nada más. Entretanto, él
empezó a sufrir perdida.

Después de algún tiempo, el conejo visitó Aguofenla y encontró su casa desnuda


y repleto con penuria. El conejo decidió ayudarle abrir un agujero de la casa de
Aguofenla a la tesorería del Rey dentro del palacio. A través del agujero, el
conejo pudo vaciar la tesorería del rey en la casa de Aguofenla. Muy pronto él se
puso muy adinerado y su casa empezó a prosperar con afluencia.

El gato del arbusto, Ogbo que fue soltado por Aguofenla en lugar de matarse
cuando le aconsejaron que hiciera, también lo visitó. Ogbo le preguntó cómo le
vino su nueva prosperidad encontrada y él traicionó a su bienhechor
descubriendo que el milagro fue realizado por el conejo. Ogbo fue a informar la
casualidad al Rey que convocó Aguofenla a su palacio para la explicación
rápidamente. El Rey tenido observa el robo en esta tesorería y él estaba ahora
seguro que Aguofenla era el culpable.

Después de entrevistar Aguofenla que negó el cargo, el rey prometió


confrontarlo con demostrar en siete días cronometrados durante el cual Ogbo
sería presentado para confirmar sus alegaciones. Aguofenla lloró a casa en
aflicción, sabiendo que la multa ineludible era la muerte. En su camino a casa él
se encontró la boa que le dijo que no preocupara porque la situación presentó la
oportunidad para devolver lo bueno más temprano hecho a él.
En día siete, Ogbo, él vino tapado, deseo recoger un poco de vino atrás del
arbusto antes de ir al palacio. La boa había tomado posición, ocultando su cola
en el camino que Ogbo iba a pisar al árbol de palma, entretanto. En cuanto
Ogbo camino en la cola de la boa, el último tiro sus flechas a él al instante.
Cuando él pidió a la boa soltar sus flechas de su cuerpo que él dijo que era
demasiado tarde desde Ogbo supo que se prohibió para cualquiera para tocar su
cola. Él todavía fue a coleccionar su vino y dio prisa a casa para preparar para el
palacio la sesión judicial.

Él tomo su baño, se puso elegante, y salió para el palacio. Cuando él iba que el
veneno contenido en las flechas de la boa lo superó y él movió sin sentido para
dejar el alma ala lugar donde la boa le disparó.

Entretanto, la corte del palacio fue sentada y todos los ojos estaban en el reloj
para la llegada de Ogbo. Detrás de esperar en vano por tiempo largo, alguien
vino a informar que Ogbo cayo muerto en su camino al palacio. El rey concluyó
entonces que los antepasados y divinidades habían entregado su propio juicio y
él fue preparado morar por su decisión. Él comentó que Ogbo se murió porque
él debe de haber mentido. Aguofenla fue absuelto entonces y se exonero. Estaba
en esa fase que Aguofenla cantó en alabanza de Ogunda-Meji, el conejo y la boa.
En su elogio él proclamó que el sacrificio manifestado para aquéllos que los
realizaron, pero que nadie debe ignorar el consejo de un adivino, como él hizo
no matando Ogbo la tercera víctima de su trampa. Él siguió:

 Quien podría creer alguna vez que uno podría ayudar el elefante.
 Que el gusano de tierra pudiera salvar la boa constrictor para las
mandíbulas de muerte.
 El conejo y la boa son en su vida los grandes bienhechores.
 De hecho un giro bueno merece otro.
 Como uno giro malo engendra otro.

Él también hizo adivinación para dos pescadores:

Cómo Ogundameji consiguió el sobrenombre de Ogunda-Ja-Meji

Había dos amigos que era socios en el negocio de pesca. Uno de ellos llamado
Oni que tenía el estanque de peces mientras el otro llamado Ooni tenía que
capturar o envolver (empacar) para agarrar peces.

Oni Nubu, Enugha


Ooni Nugba, Enubu

Ellos dos fueron por la adivinación a Ogundameji y él aconsejó para dar un


macho cabrío a Èsù. Ellos lo hicieron. Después de esto, ellos fueron al estanque,
pero agarraron un sólo un pez grande. Oni que el dueño del estanque insistió en
tomar el pez porque él poseyó el estanque. Ooni que el dueño del embarque
sostuvo que sin su instrumento, ellos no habrían cogido el pez. Él también
insistió que él tenia derecho por guardar los peces. Una riña se aseguró. Al
mismo tiempo Ogundameji fue alertado por Èsù para ir a la dirección del
estanque. Él se encontró a los dos amigos que luchaban y él pudo establecer la
cosa con ellos declarando que ellos dos tenían derecho a una porción de la
captura.

Él entonces uso un machete para dividir el pez en dos mitades iguales desde que
murió el rabo. Dando mitad a uno a cada uno de ellos. Ellos dos estaban
satisfechos. Eso es donde él consiguió su apodo de Ogunda-ja-eja-méjì o para
abreviar, Ogunda-ja-méjì que es Ogunda que dividió un pez en dos mitades
iguales.

Su substituto toman sobre adivinación para el príncipe de la


corona de Reino de Benín:

En esta fase de su vida, Ogundameji decidió que era tiempo para retirarse de la
práctica activa. Él se había puesto tan próspero y famoso que él tenía varios
substituto Awos de trabajo para él. Después del incidente del estanque de peces
él decidió que el habría sólo adivinar después de esto para el rey. Si nadie más
viniera a él. Él dirigió a sus seguidores a divinos para él. Estos secundarios eran
sin embargo igualmente hábiles en arte de Ifá y práctica.

Entre los tales substituto eran los siguiente:


Abe kekere mu loode Iyango;
Epon olude wole dere dere dere;
Taa bi ta Awo omode
Irele bi irele, Awo agba Iagba
Abugbegbe sorun Awo ajero kin Osa:
Ajaa ku, mu pri lugbogbo;
Adiye ku, oko ose méjì si eyin tioriwo tioriwo;
Awon lo difa fun Aganmurere;
Tiinshe omo oy oba ado ajuwaleke;

El cuchillo pequeño se usa para todos los quehaceres menores


Los testículos grandes que estiran a la tierra;
El sacerdote de Ifá joven es un agudo(afilado, punzante) como pimienta;
Paciencia y calma son los atributos del sacerdote de Ifá experimentado;
El sacerdote con un tumor de cabeza es el adivino de Alara;
El sacerdote con tumor de cuello es el adivino de Aero;
El perro muerto deposito su cabeza en el garrote corto usado para golpearlo a
muerte;
La gallina agonizante usó sus dos pies para excavarlo detrás.

Éstos son el substituto Awos de Ogundameji que hizo adivinación para


Aganmurere el heredero al trono del Benin Kingdo donde el rey se adorna con
muertos. Ellos aconsejaron al heredero evidente servir Ògún con un perro, un
gallo y tortuga a causa de una guerra inminente. También le dijeron que sirviera
la divinidad de la tierra con una ovejas, y para servir a su ángel guardián con
una cabra blanca para tener un reino pacífico.
Entretanto, las personas de Taakpa, una provincia del reino de Benin, se
rebelaron contra el trono de Benin. Aganmurere permitió las tropas invasoras
que dominaran a las personas de Taalpa. Las tropas de Bini eran victoriosas y
Aganmurere ascendió como consecuencia al trono de su padre y se volvió el
Orongun o Orogbua de Ado.

Él tenía un reino bastante pacífico porque ninguna guerra se luchó en la tierra


de Benin durante su reino. Él también se acreditó con extender el imperio de
Edo a Eko, Isidahome (o Dahomey) Iga o Ga en la Costa del Oro viejo, y el oeste
del Congo, etc de Itogo.. Él también fue informado para haber de llevar sal de
Benin para Isidahome.

Después en su vida, él invitó a Ogundameji y sus substitutos a la Dificultad


donde él expresó su gratitud con regalos detallados a ellos.

Él ayuda a las personas de Oyo en su guerra con Ilesha:

Un día, mientras viviendo en Oyo, él tenía un sueño que lo asustó. Él invitó tres
de sus substitutos a hacer adivinación en los sueños:

Ekun lu uki Oyo


Ooko lu uki Ijesha
Aikiki le eruse ale ano looyo oohun
Odafafun Òrúnmìlà, Uku elegidigbe gidide .

Ekun es el saludo tradicional en Oyo;


Ooki es el saludo tradicional de Ijesha;
Un saludo que refleja una accion malo hecho el día anterior no da la alegría.

Éstos son los nombres de los substituto que hicieron adivinación para
Ogundameji cuando, como la espada de Damocles, el peligro de muerte en masa
estaba colgando encima del mundo. El rey de Muerte había puesto en lista a los
hombres fuertes de la tierra para un tipo cruel de destrucción en masa. El tres
Awos le aconsejó a Ogundameji que hiciera sacrificio con una cabra del arbusto
entera (Edu en Yoruba y Ogunziran en Bini) gallo y 5k en 21 lugares(sitio,
paraje). También le aconsejaron que diera macho cabrío a Èsù. Él era usar la
piel de la cabra del arbusto para hacer un tambor grande y darle un gallo a
Ògún.

Como consecuencia, guerra rompio fuera entre Oyo y Ijesha que causaron un
toque de 24 horas a ser impuesto en Oyo, nadie fue permitido salir. Se puso
necesario sin embargo para hacer adivinación para el Alaafin de Oyo, pero nadie
se atrevió a salir. Èsù fueron a Ogundameji en su capacidad como un adivino
real y le dijeron que fuera al palacio a adivinar para el rey. Él fue asustado para
ir también pero Èsù lo persuadieron golpear el tambor que el solo había hecho
anteriormente con la piel de cabra de arbusto a al palacio.

Cantando con los nombres de los Awos que hizo adivinación para él, él cantó y
tamborileó al palacio. Por tiempo que él hizo al palacio las hostilidades habían
acabado con el retiro del Ejército invasor de Ijesha. Paz y la tranquilidad
devolvió entonces a Oyo.

Ogunda-Meji salió para el cielo.

justo como él vino al mundo sin atravesar el útero hembra, él salió para el cielo
a una vejez madura sin pasar la tumba. Como ya indicó, el rey de Muerte había
ideado un esquema cruel para eliminar los Awos fuerte en tierra. Ellos fueron
invitaron a el cielo uno después de otro venir y curar al rey de Muerte que estaba
"enfermo".. Siguiendo el extremo de la guerra de Ijesha-Oyo, él tenía un sueño
en el que él se encontró en cielo pero no podría devolver a la tierra, él invitó dos
de sus substituto más hábiles llamados:

Uroke mi lawo ligonrin, ati


Oroke milawo le etureye

Para hacer adivinación a interpretar el sueño. Ellos le dijeron que el rey de


Muerte estaba enviándole un mensaje para venir al cielo a adivinar para él. Ellos
le dijeron que la tarea que él iba a ser invitado a realizar era un tedioso y ardua,
pero que desde que ninguna tarea era imposible para Òrúnmìlà, él lo
sobreviviría si él hiciera las preparaciones adecuadas. Le dijeron que diera un
macho cabrío a Èsù en casa y también dar un macho cabrío pequeño incluyendo
Akara, Eko, Ewo (Obobo en Bini) agua y algodonan de lana. A Èsù en el bosque.

Él tuvo que realizar el segundo sacrificio del bosque en su camino al cielo. Él


hizo el primer sacrificio en casa y se preparó para su viaje al cielo para
encontrarse al rey de Muerte. El día siguiente, él fue visitado por dos hombres
vestidos con el uniforme de los caballeros de cielo. Él no supo cómo ellos
llegaron a su casa. Él apenas los encontró en su cuarto sentados. Ellos le dijeron
que él fue requerido por el rey de Muerte venir y curarlo en el cielo. Él ofreció
entretenerlos(agasajar, abrigar) pero ellos se negaron porque ellos estaban bajo
los órdenes de no comer o beber de cualquiera que ellos visitaban. Él les
preguntó cómo él iba a viajar al cielo y ellos le dijeron que se suponía que él
sabía qué hacer. Con eso, ellos desaparecieron fuera de vista.

Para viajar al cielo, él tenía que llevar su vestido místico con el que él podría
desaparecer. En cuanto él se preparo totalmente, él entró en su cuarto del
misterio y al instante, él se encontró en la última verja del cielo.

Antes de entrar en el cielo, él entró en el bosque para hacer el segundo sacrificio.


Cuando él se estableció a un lugar en el bosque para hacer el sacrificio, él vio a
una mujer vieja con sus miembros pegados a la tierra, y sus ojos que
desprendían fuera líquido ofensivo como si al punto de muerte. Otras personas
la veían y pasaban por ella, pero él detuvo para ayudarla.

Él llego a sus manos y pies soltando de la saeta con ellos atados a la tierra, y sacó
la lana de algodón del sacrificio para limpiar sus ojos. Ya que la mujer tuvo
obviamente hambre, él le dio el Eko y Akara para comer y el agua para beber. La
mujer le pidió el macho cabrío en su bolsillo y él se lo dio.
Él continuó entonces en su jornada satisfecha que él había servido a Èsù del
bosque. Antes de llegar a la casa del rey de muerte, él se encontró a una
muchacha bonita que le preguntó si él la reconoció. Le preguntó si él no vio a
una mujer vieja en el bosque. La muchacha mintió que la mujer era su madre,
pero era de hecho, ahora transfigurada en esta muchacha guapa. Ella le
preguntó donde él iba y él contestó que él iba a contestar una invitación del rey
de muerte. Ella descubrió que ella era la madre del Rey de Muerte y él fue
sobresaltado.

Ella le dijo que el Rey de Muerte no estaba en absoluto enfermo y que él quiso
destruir todo el Awos hábil en tierra meramente, porque ellos estaban agotando
su fuente de buen suministro salvando a los seres humanos moribundos. Ella
agregó que ella iba a ayudarlo a causa del giro bueno que él hizo a las personas
incluyéndose ella.

Ella descubrió que todas las mañanas, el Rey de Muerte estaba en el hábito de
tocar en el vestido de su esposa, eso es, el vestido de enfermedad (Enfermedad
era la esposa del rey de Muerte) qué le haría parecer como si él estaba a punto
de morirse. El vestido normalmente se ató a la parte de atrás de su pierna. Se
habían invitado varios Doctores previamente a curarlo pero ellos habían
fallados. Ninguno de ellos pudo sobrevivir el ensayo preliminar por el que la
Muerte probó sus capacidades. Les exigieron que pegaran una lanza (Okpaorere
en Yoruba y Osogan en Bini) en el suelo de la cámara interna del Rey de Muerte.
Desconocido a ellos, el suelo estaba rayado con piedras. Cuando la lanza no
pudiera atravesar la tierra los Awos se ataron para la ejecución. Ella descubrió
que treinta Awos de la tierra ya se había atado de esa manera.

Ella lo aconsejó que para poder pegar la lanza al suelo, él tenía que golpearlo la
boca del desagüe de agua de la cámara interna que era el único sitio suave en el
cuarto. Él reconocería el lugar por la presencia de una rana gigante en esa ligar.
Él no debe tener miedo de pegarle a la rana, porque desaparecería en cuanto él
apuntara para golpear. Si él no viera la rana, él se encontraría a una mujer vieja
que se sienta y lana de algodón que hila, con su pie que cubre el sitio suave. Él
no debe tener miedo de pegar su pie, porque ella lo quitaría cuando él lleve su
objetivo.

Finalmente ella le dio las advertencias siguientes:

 Él no debe partir el kolanut malo a ser presentado a él antes de ver al rey


de muerte;
 Él debe insistir solo en ver al Rey de Muerte
 Él debe exigir liberar los 30 Awos en cadenas antes de aceptar cualquier
premio; y
 Él no debe aceptar ningún regalo físico porque la policía celestial no le
permitiría llevárselos. Ella le dio entonces un jícara (calabash) pequeña
de su cabeza que él podría golpear en la tierra para tomar cualquier cosa
que dieran a él. Él debe acostumbrar la jícara desaparecerla atrás a su
casa.
Él comprendió así a la manifestación del sacrificio que él había hecho, había
ningún modo para que a él podría venir esta información vital por otra parte.
Antes de que la muchacha desapareciera, ella prometió que ella siempre vendría
a su rescate en los momentos críticos durante su hazaña.

Por consiguiente, sin mucha aprehensión él procedió a la casa del Rey de


Muerte donde él fue dado la bienvenida por los caballeros de la escuadra de
Muerte. En cuanto él se introdujera, ellos le dijeron que él la tradición era para
él pegar una lanza a la tierra antes de tomar su asiento. Él se dirigió a la cámara
interna donde los tambores estaban golpeando y él empezó a bailar a la melodía
de la música con la lanza en mano. Él bailó alrededor del cuarto y sin cualquier
advertencia, él sobresaltó a la mujer vieja que se sentaba en el desagüe de agua y
por acción del reflejo ella quitó su pie de la boca del desagüe y él pegó la lanza
en el sitio correcto en que se aferró al suelo. Él ganó el aplauso y alabanza de
todos aquéllos que estaban presentes.

Le fue dado un kolanut entonces para darle la bienvenida. Él recordó la


advertencia de la muchacha e insistió que antes de disfrutar cualquier función,
él tuviera que ver primero quién lo invitó a realizar la tarea para la que él fue
invitado. Él exigió ver al rey de Muerte exclusivamente.

Le permitieron entonces ver al rey de Muerte exclusivamente. La muerte lo


reconoció como el hombre que le sedujo la esposa varios años antes, y lo alabó
por escaparse con ella. Él también lo oró curarlo de su alimento aparentemente
incurable. Ogundameji se rió alegremente y saludó al rey de Muerte. Él le dijo
que él estaba consciente que él tenía que dar golpecitos a la deuda que él debió a
la muerte al final, pero que él no iba a hacer así con términos del rey de Muerte.
Él se estableció al negocio serio y que Muerte estaba fingiendo enfermedad solo
llevando el vestido de su esposa y que nada era malo con él.

Ogundameji se arrodillaba para desabrochar el vestido de los talones del rey de


Muerte entonces y con eso, él quitó el vestido de enfermedad y la Muerte miró
aclamado y cordial. Ogundameji amenazó quemar el vestido, pero la Muerte
negó en la tierra que perteneció de verdad a su esposa. Pero el rey de Muerte lo
advirtió no regalar su secreto a cualquiera en cielo.

Después de esto, Ogundameji vino al exterior - la cámara con el rey de Muerte lo


habida curado al parecer. Él fue alabado de nuevo y fue aplaudido por el
organizador celestial como el rey de Muerte condujo a su asiento en el trono.

Antes de tomar su asiento, Ogundameji golpeó su cabeza y había un rugido


fuerte que agitó las tierras de cielo y todos le pidieron que ablandara. Él exigió el
descargo inmediato de todos los 30 Awos que fueron puestos en cadenas ante él
entonces. Sabiendo lo que Ogundameji era capaz de hacer, la Muerte pidió el
descargo de los 30 Awos de la tierra rápidamente, pero desde que ellos se
negaron a hacer sacrificio antes de dejar tierra, ellos no podrían devolver a la
tierra por mucho tiempo mas.

La muerte le dio varios regalos sabiendo que era imposible para él llevárselos
del cielo. Después de completar arreglos para su regreso a casa, el circundo con
los regalos que le fueron dados y puso fuera la jícara que la muchacha dio a él.
Él roció el contenido en todos los regalos y él les dijo, incluso los 30 Awos para
preparar para casa. Con esa encantación todos desaparecieron y estaban al
instante en el cuarto gallinas ponedoras de la casa de Ogundameji en la tierra.

Todo los Awos le agradeció y siempre prometieron recordarlo en cualquier cosa


que ellos hicieran. Algunos cuentos tienen que Ogundameji no volvió del cielo
porque él prefirió permanecer allí. El cuento que se dio al escritor es que él
retorno pero se murió pronto después de una muerte normal.

Antes de finalmente dejar la tierra, él les dijo a sus niños que ellos siempre
deben hacer favores, aunque ellos siempre se reembolsarían con ingratitud. Él
les aconsejó que no permitieran ese problema detenerlos de conducta
humanitaria, porque con tal de que ellos pudieran operar como discípulos fieles
de Òrúnmìlà, la benevolencia siempre les traería la salvación y prosperidad. Él
agregó esa ingratitud hecha a ellos por sus beneficiarios ellos los premiaran en
múltiples, del Dios Omnipotente.

Sus últimas palabras en su cama de muerte están contenidas en el poema


siguiente:

Oroo (una planta sin las hojas) era tan benévolo;


Que quedaba sin las hojas
Pero es la única planta que sobrevive todas las condiciones climáticas.
Igeregere o Afuma (una planta que crece en otros árboles) era tan benévolo;
Que no tiene ninguna raíz en la tierra;
Pero se coronó el rey de todas las plantas.
La tierra hace tanto favor al mundo,
Que su importancia ni siquiera no se aprecia;
Pero él es el heredero final del universo,
El sol es tan benévolo;
Que él es maldito y alabado por sus beneficiarios;
Pero él vive para siempre.
Sus niños siempre serían más prósperos;
Que aquéllos que muestran ingratitud entonces.
Así como un ladrón nunca puede prosperar;
Tanto como la víctima de su robo.

Finalmente, él les dijo a sus niños que no tomar cazar de cualquier clase como
una profesión, siendo para los animales, pájaros y reptiles en el bosque, o para
pesca en el agua. Con esas palabras de consejo, él transcurrió en el gran más
allá.

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