Está en la página 1de 1

Transforma

tus objetivos en hábitos

Si cuando te trazas una meta tus hábitos no son compatibles con ella, es poco
probable que la logres. Por esta razón, cada vez que te propongas alcanzar un
objetivo determina qué hábitos deberás implementar. Para eso, haz lo siguiente:

Especialmente para las metas grandes, piensa en aquellas conductas que


1 puedes tener a diario o esas acciones frecuentes que te irán dirigiendo a la
consecución de la meta.

Empieza por hábitos sencillos, nada muy complicado. Con el tiempo podrás
2 sumar dificultad, pero gradualmente: de lo básico a lo avanzado.

3 Sé específico, identifica cuándo, dónde, cómo y cuánto tiempo vas a dedicarle


a ese hábito. No dejes nada abierto o indeterminado.

Elimina los obstáculos, asegúrate de que el tiempo asignado a tu hábito no


4 se cruza con otros compromisos en tu agenda. De esta manera, no dejarás
de ponerlo en práctica por ninguna razón. Además, notifica a las personas
con las que interactúas para que no te interrumpan en esos momentos.

Cuéntale a otras personas acerca de los hábitos que estás practicando y de

5
tus progresos. Esto hará que tu compromiso sea mayor y sea más difícil dejarlo.
Para asegurar un mayor esfuerzo, también puedes hacer una promesa o
apuesta que tenga una consecuencia significativa si fallas.

Comienza con una prueba de 30 días, ya que puede ser abrumador pensar
en grandes cambios en tu rutina sostenidos para siempre en el tiempo. Entre
6 más permanente lo consideres, más tiempo te quedarás atascado sin hacer
ni empezar nada. Encárgate de lograr esos primeros 30 días de éxito y
recargado de confianza programa 30 días más.

7 Felicítate y prémiate por cada logro o éxito que tengas. Busca una
manera de reconocer tu esfuerzo por pequeño que este sea.

También podría gustarte