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Análisis Rima XXIX

En este texto se analizará la Rima XXIX del autor Gustavo Adolfo Bécquer. Éste fue un
escritor y narrador español del siglo XIX y uno de los representantes del Romanticismo.
Su obra más prolífica fueron las Rimas, de las cuales el poema analizado en cuestión
forma parte.
El Romanticismo fue una corriente literaria surgida en Alemania a finales del siglo
XVIII. Este movimiento se basaba en el Idealismo y tenía como sentimientos
predominantes la frustración, la angustia y el resentimiento ante una realidad no ideal.
El Romanticismo se dividió en dos corrientes: el Romaticismo Social y el
Romanticismo Sentimental. Este último (en el cual se destacó Becquer) se caracterizaba
por un exceso de subjetividad y egocentrismo, a través del cual el autor manifestaba sus
sentimientos (de ahí el nombre de la corriente). Los sentimientos predominantes eran la
frustración, la angustia y el resentimiento, acompañados de un vacío existencial. El
romántico no tiene matices a la hora de analizar o describir una situación (todo es bueno
o malo), y vive en la búsqueda permanente de la libertad. Al chocar con una realidad
indeseada, el romántico se evade de la misma.
La Rima XXIX es una rima romántica ya que presenta ciertos rasgos propios de esta
corriente, como lo son el exceso de subjetividad y la evasión del yo lírico.
El exceso de subjetividad y el egocentrismo se presentan a lo largo de todo el poema, a
través del uso de la primera persona y ciertas exaltaciones del yo lírico (“yo dije
trémulo”).
Además, se identifica a lo largo de todo el poema una evasión de la realidad por parte
del yo lírico en el sentido del tiempo, ya que todo el texto trata sobre un recuerdo feliz,
en donde el amor se le era correspondido y no era frustrante (“sonó un beso”, en el
poema el yo lírico se encuentra junto a una mujer a la que ama y es amado por la
misma).

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