QUIENES SON LOS SABIOS QUE

DESCUBRIERON AL REY DE LOS JUDIOS

Daniel interpretó precisamente uno de los sueños inquietantes del Rey Nabucodonosor y fue
promovido meritoriamente a Primer Ministro, el cual lo hizo un joven extremadamente rico. Las
Escrituras específicamente declaran que a Daniel le fue multiplicada la riqueza dos veces más:
durante el reinado de Belsasar y nuevamente bajo Darío el Medo. Daniel era uno de los hombres
más ricos del reino. Por más de 60 años, Daniel estuvo a cargo de los “Caldeos”, un grupo de
ASTRÓNOMOS e intelectuales altamente entrenados, entre los cuales había muchos cautivos de
Judea. Durante el curso de su vida, Daniel recibió muchos sueños y visiones acerca de reinos que
venían… y del fin de los tiempos. Cerca del final de su vida, él fue visitado por el Arcángel Gabriel
y le fue dado un conteo del tiempo exacto con respecto a la venida del Mesías, pero se le ordenó
sellar parte de la información. Aparentemente era para él, y solo para él, entender y para actuar
sobre eso. Daniel murió en Babilonia, un eunuco sin herederos a quien él podía dejar su riqueza,
pero no hay duda de que él haya hecho planes cuidadosos para la distribución de su gran tesoro.
Cuando consideramos las Escrituras cuidadosamente y registros históricos del período de tiempo,
vemos que se desarrolla una imagen muy convincente. Muchos de los Judíos, especialmente
aquellos en posiciones de responsabilidad, se quedaron atrás en Babilonia después de que la
cautividad había terminado - el ser más notable Mardoqueo y su sobrina Haddasa (también
conocida como la Reina Ester, que vino a ser la prometida del Rey). Daniel había delegado
naturalmente la ejecución de su testamento a sus compañeros de más confianza, los astrónomos
Caldeos Judíos, a los cuales él había entrenado, y que habían permanecido en Babilonia.
Pero, ¿qué pasó con los bienes de Daniel? Se tomaría cerca de 500 años antes de que cualquier
pista acerca del tesoro de Daniel reapareciera en las páginas de las Escrituras.
Un Mito Tradicional Acerca de la Natividad Pregúntele a la gente en la calle, “¿Cuántos sabios
vinieron a presentarle regalos al Mesías, donde lo encontraron, y como estaba vestido Él?” Como
usted ya sabe, la respuesta común es, “Tres Sabios encontraron a Yeshúa envuelto en pañales
acostado en un pesebre.”
Sin embargo, eso, no es el testimonio de las Escrituras. Leemos en la Versión de la Reina Valera
del relato de Mateo que un número indefinido de Sabios [magis, en el griego, el término común
para astrónomos Caldeos] vinieron a la casa donde encontraron ellos al joven, YESHÚA, viviendo
con su madre Miriam y su padrastro José. En el evangelio de Lucas leemos que solo los pastores
llegaron al pesebre (Mateo 2:11, Lucas 2:8-20). Es absurdo sugerir que un trio solitario cargado de
tesoros cruzara la tórrida arena del desierto sin la protección de una gran caravana armada. No
hubieran sido “Sabios”, sino tontos, por haberse aventurado sin compañía en el desierto. Estos
Sabios eran los descendientes de los astrónomos Caldeos Judíos, a los que se les confió el tesoro
de Daniel. Siguiendo la instrucción de Daniel, los astrónomos miraron el firmamento por más de
500 años, esperando por la Gran Señal en los Cielos que finalmente ocurrió el 1 de Tisri, al final
del cuarto milenio (Apocalipsis 12:1-5). La constelación Betulá [Hebreo], la Virgen (Virgo [Latín])
estaba vestida con la puesta del sol en el momento en que la primera astilla de la luna nueva
apareció debajo de sus pies. En las doce estrellas sobre su cabeza, el planeta Ha Tzadek - el justo
(Júpiter [pagano]) - entró en conjunción con la estrella Ha Maleck, la estrella del rey (Regulis [Latín])
que está entre los pies de la constelación de Ariel [Hebreo] (Leo [Latin]) el León de Juda. En el
primer día del mes de Tisri, en Yom Teruah - el Día de Trompetas - este alineamiento celeste único,
anunció la venida del nacimiento del Maleck-Tzadek, el Rey de reyes justo, el León de la tribu de
Juda, que iba a gobernar todas las naciones con vara de hierro. Daniel había hecho provisión para
el Mesías, y dio instrucciones a los Caldeos en relación con la gran señal en los cielos que
anunciaría su nacimiento.
Ahora, 500 años más tarde, los ejecutores del testamento de Daniel trajeron su caravana cargados
de tesoros a las puertas de la ciudad de Jerusalén con la proclamación, “Hemos venido a adorarle
a Él, que ha nacido el Rey de los Judíos”. Herodes los envió al pueblo vecino de Beit Lejem, donde
el profeta Miqueas dijo que el Mashíaj nacería (Miqueas 5:2).
Rudi-mentaria Explicación YESHÚA en realidad nació en el primer día de la Fiesta de Sukot, el
decimoquinto día del séptimo mes del calendario bíblico, el cual ocurre siempre en otoño. Su
nacimiento fue un cumplimiento intermedio de la Fiesta de Sukkot [en Hebreo]. Yoseph tenía que
vivir en una sukka, ó tabernáculo, durante todos los 7 días de la fiesta. Miriam, su esposa
embarazada, no tenía que vivir en la sukka, pero el alojamiento en Belén estaba completamente
reservado, así que ella acompañó a su esposo en la sukka en el primer día de la Fiesta de Sukkot,
y dio a luz a su primogénito ahí… en la sukka. Ese es el momento donde “la Palabra se hizo carne
y habitó en sukka [ó en tabernáculo] entre nosotros”. En la versión Reina Valera de la Biblia,
habitar en tabernáculo fue traducida como “habitar” entre nosotros (Jn 1:14)
Antes de que Herodes enviara a los Caldeos astrónomos a Beit Lejem, se reunió de manera
privada con ellos, para pedirles que regresaran a él con información concerniente al paradero del
niño. Después que los Caldeos entregaron el tesoro de Daniel al Mesías, se les advirtió en una
visión a salir en secreto de Israel. Herodes se puso furioso de que los astrónomos habían ignorado
su petición, así que ordenó que todos los niños varones en todo el país de la colina de Beit Lejem
debían de ser asesinados - todos aquellos que eran “menores de dos años conforme al tiempo
que había inquirido de los Sabios” (Mateo 2:16). Pero para este tiempo, Yoseph y Miriam y el niño,
YESHÚA, estaban bien en su camino a Egipto. La misma noche que los astrónomos Caldeos habían
entregado el tesoro de Daniel, a Yoseph se le ordenó en una visión tomar al niño y a su madre, y
huir a Egipto. Piense acerca de esto: Yoseph era tan pobre que solo podía ofrecer el sacrificio de
un hombre pobre de dos palominas en la dedicación del niño, la cual ocurrió 40 días después de
su nacimiento. ¡Él aún no estaba en posesión del oro, incienso, ó mirra (Lucas 2:22-24)! Pero, en
la misma noche que Yoseph y su familia tuvieron que escapar a Egipto, la provisión para su vuelo
y sostenimiento llegó en entrega especial. La provisión había sido hecho 500 años antes y fue
preparada justo para el momento que se necesitaba. El Todopoderoso es el maestro del drama -
cuando pareciera que no hay esperanza, ¡Su salvación se manifiesta al final! La verdad siempre es
más emocionante que las tradiciones y los cuentos de hadas ficticios basados en la ignorancia de
las Escrituras. Deje su mentalidad Gentil Occidental detrás en lo que exploramos las Escrituras del
Nuevo Pacto desde una perspectiva Judía ó Hebrea. ¡Este es el cambio de paradigma por el cual
usted ha estado esperando toda una vida!

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Shalom: Am Israel Jai

Editor

Moshé Ben Israel

Compañero de Labores en Mashíaj Yeshúa Nuestro Adonái.