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LA VOCACIÓN DE ABRAHAM:

Dios dijo a Abram: «Deja tu país, a los de tu raza y a la familia de tu padre, y anda
a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación y te bendeciré; voy a
engrandecer tu nombre, y tú serás una bendición. Bendeciré a quienes te
bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. En ti serán bendecidas todas las
razas de la tierra.» Partió Abram, tal como se lo había dicho Dios, y Lot se fue
también con él. Abram tenía setenta y cinco años de edad cuando salió de
Jarán. .Abram tomó a su esposa Saray y a Lot, hijo de su hermano, con toda la
fortuna que había acumulado y el personal que había adquirido en Jarán, y se
pusieron en marcha hacia la tierra de Canaán. Entraron en Canaán, y Abram
atravesó el país hasta llegar al lugar sagrado de Siquem, al árbol de Moré. En
aquel tiempo los cananeos ocupaban el país. Dios se apareció a Abram y le dijo:
«Le daré esta tierra a tu descendencia.» A consecuencia de esto, Abram edificó
un altar a Dios que se le había aparecido. Desde allí pasó a la montaña, al oriente
de Betel, y plantó su tienda de campaña, teniendo Betel al oeste y Hay al oriente.
También aquí edificó un altar a Dios e invocó su Nombre. Luego Abram avanzó
por etapas hacia el país de Negueb."

LA LLAMADA:

En el capítulo 12 del libro del Génesis, la historia se enfoca en una familia en


particular: Abram y su descendencia.

Dios llama a Abrám: (Génesis 12:1-3) Y el Señor dijo a Abram: Vete de tu tierra,
de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. (2)
Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás
bendición. (3) Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y
en ti serán benditas todas las familias de la tierra.

La palabra “vete”, se podría significar “vete de ti mismo”. Es como si Dios le


estuviere diciendo que debía irse de todo lo que le era conocido y familiar hasta
ese momento.

¿De qué debe irse?

 De su tierra
 De su parentela
 De la casa de su padre
 De lo que había estado haciendo hasta entonces
 Debía desligarse y apartarse de lo que le era familiar hasta ese momento.
Abram debía dejar atrás la idolatría y todo lo que le era familiar. Eso estaba claro.
Pero, ¿a dónde debía ir? Eso no lo sabía, pues Dios no se lo había revelado.
Todo lo que sabía es que iría a un lugar que el Señor le iba a mostrar.

Muchas veces el Señor trabaja así con nosotros. Nos pide que demos un paso,
pero no nos revela más que esa tarea. Lo hace para que aprendamos a confiar en
Él, y no en los planes mismos. El resultado de la obediencia es siempre
bendición.

En la llamada Dios le prometió varias cosas a Abram si él obedecía y dejaba todo


para seguirlo a Él (Gen. 12:1-3):

 Haré de ti una nación grande


 Te bendeciré
 Engrandeceré tu nombre
 Serás bendición.
 Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré.
 En ti serán benditas todas las familias de la tierra.

Aunque Dios apartó a Abram y su descendencia de entre todas las familias del
mundo, lo hizo con el propósito de bendecir a todos al final.

LA RESPUESTA

Abram respondió al llamado de Dios (Gen. 12:4) Partió Abram, tal como se lo
había dicho Dios, y Lot se fue también con él. Abram tenía setenta y cinco años de
edad cuando salió de Jarán.

Abram no era joven. Ya era anciano, que podría faltar poco para terminar su vida,
pero para los ojos de Dios, allí comenzaba su vida. El Señor le dio cien años más
de vida; pero no sólo eso sino un propósito de vida enorme, que trascendería las
generaciones. Abram dejó todo para empezar de nuevo.

Abraham pone su confianza en la guía de Dios, confió en la promesa de que Dios


engrandecería su nombre, estuvo dispuesto a ir a donde Dios lo guiara,

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