Valor de

un padre
INTRO
El mundo conflictivo en el que vivimos tiene su origen en la fractura
grave de la imagen paterna, relegándola de su verdadera importancia,
frases como “madre solo hay una, padre puede ser cualquiera”, reflejan
la pobreza y vacío emocional de la paternidad en la sociedad, a través de
este tema abordaremos en una perspectiva diferente en primer lugar la
sanidad que debemos experimentar respeto al tema y, en segundo lugar,
el cómo ser guías de la salud para nuestra familia.
1. SOMOS VASIJAS ROTAS QUE NECESITAMOS QUE
NUESTRO ALFARERO NOS RESTAURE POR COMPLETO

Hay muchas heridas generadas por la

paternidad, frente a este tema hay que
analizarlo desde dos ubicaciones, nosotros
hacia nuestros hijos y de nosotros como hijos
hacia nuestros padres, pues a pesar del
tiempo, de superar obstáculos, podemos
tener o generar heridas que nos inhabilitan
para experimentar salud emocional.
Cuando los niños tienen poco o nulo contacto con sus padres,
pueden tener, en el futuro, algunos problemas como:

• Desconfianza en los demás

• Problemas de conducta
• Problemas emocionales
• Dudas
• Comportamientos compulsivos
• Depresión
• Adultos dependientes en exceso
• Continuo vacío interior
2. VOLVER A LA ZONA CERO
El ser humano tiene capacidades increíbles para
superar obstáculos, algunas personas normalizan y
logran convivir con sus tormentas emocionales,
pero, ¿eso es vivir? La respuesta es ¡no!
Lucas 15:17-20

• Volver a Dios
• Papá Dios reafirma su Amor hacia nosotros
• Cambia nuestra manera de valorarnos
• Nos encontramos con una restructuración de los
pensamientos
3. UN CAMINO

Cristo representa el camino trazado para

poder ser restaurados, y la presencia de
Él en nuestro corazón nos otorga el
acompañamiento necesario para ser
saciados por su amor restaurador, ese
amor que nos lleva a experimentar la
verdad de la paternidad. (Juan 14:6)

• Obediencia
• Más de Él, menos de nosotros
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Juan 14:18
Frente al vacío generado por las experiencias que vivimos, no
encontraremos respuesta a menos que nos dejemos fundir en el abrazo de
amor con nuestro Padre Dios, esto es constante, no puede ser algo puntual
o casual, es necesario retornar a sus brazos de amor y dejarnos tratar por
Él, no podemos ser felices y generar felicidad, a menos, que nos
despojemos de las ideas y creencias que limitan nuestra relación con Dios.

Solo en Él recobramos la valía y podemos entender el valor de la

paternidad, que es un hermoso regalo que Dios nos da para
experimentarla y ejercerla, independientemente de las circunstancias.