• Cristo fundó la Iglesia. No tiene como fin ganar
dinero; ni democracia o dictadura, porque no tiene fines políticos; tampoco es un sindicato, ni una cooperativa, ni una banda de música. • Los cuatro evangelistas MATEO, MARCOS , LUCAS, y JUAN, narran que Jesús le dio la potestad a Pedro de dirigir la Iglesia; Tu eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia (Mateo 16:13-20). • Todos debemos servir a la Iglesia a través de nuestros hermanos y mediante nuestra santificación personal. SOMOS LA IGLESIA • La Iglesia fundada por Jesucristo no es solamente una familia visible. En ella hay una vida interior, invisible, divina, que comunica el mismo Jesucristo. • Dios nuestro Señor hizo al hombre a su imagen y semejanza, dándole un alma espiritual e inmortal, capaz de conocerlo y amarlo y alcanzar una felicidad proporcionada a su naturaleza. Pero, en su amor infinito, Dios ha querido llamarnos a más altos destinos. Quiso darnos la dignidad de hijos suyos, y hacernos participantes de su gloria. Para esto nos une a Él en la persona divina de su Hijo hecho hombre, Jesucristo, de cuyo Cuerpo Místico somos miembros vivos SOMOS LA IGLESIA • Pero nos falta conocer Y PROFUNDIZAR estos conceptos para unirnos con Cristo. Sin conocerlo nos podemos alejar de él. Pero al conocerlo lo amamos más. Cada uno de nosotros es una célula del Cuerpo Místico de Cristo. Con nuestra virtud colaboramos a su vitalidad. Con nuestros pecados, además de convertirnos en células muertas, entorpecemos la vida de las otras células, nuestros hermanos. Somos células cancerosas LA GRACIA DE DIOS, es un Don a la Iglesia • Sigue el camino del cielo el que vive en gracia de Dios. Sigue el camino del infierno el que vive en pecado mortal. Si queremos ir al cielo, debemos seguir el camino del cielo. • Sin la gracia de Dios toda nuestra vida es inútil para el cielo. Dice San Agustín que como el ojo no puede ver sin el auxilio de la luz, el hombre no puede obrar sobrenaturalmente sin el auxilio de la gracia divina. LA GRACIA DE DIOS, es un Don a la Iglesia • Con la gracia suficiente el hombre podría obrar el bien, si quisiera. La gracia suficiente se convierte en eficaz cuando el hombre colabora. • Dijo San Agustín: «Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti». Dios ha querido darnos el cielo y quiere que ninguno se pierda. Jesús instituyo los Sacramentos para otorgarnos su gracia. . .