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CAPÍTULO 2 DE LA ERA DE LA INFORMACIÓN CARLOS ARMANDO LÓPEZ GONZÁLEZ

Manuel Castells GRUPO 1

“En las dos últimas décadas ha surgido una economía a escala mundial”

Desde el último cuarto del siglo XX a la fecha, el mercado internacional ha


comenzado a abrirse, haciendo más dependientes, unas de otras, las economías
de cada país.

La revolución tecnológica ha logrado hacerse un hueco en la economía mundial,


ya que, dependiendo de su poder tecnológico y su capacidad de producción, un
país puede determinar la calidad y el nivel de vida de sus habitantes.

Así la revolución tecnológica dio paso a un “nuevo modelo económico” que


Castells observa que está caracterizado por dos cualidades: es “global” e
“informacional”, ya que depende de la capacidad para aplicar información a través
del conocimiento.

“Las empresas no son motivadas por la productividad, sino por la


rentabilidad”

Para toda empresa y nación, la productividad es sinónimo de riqueza, además, la


tecnología es el factor primordial que conlleva a ésta. Sin embargo, para lograr la
productividad y en su defecto, la riqueza, se necesita principalmente que las
empresas logren rentabilidad, lo cual no es proceso sencillo. Para comenzar a
abrir el mercado, muchas empresas buscan apoyo en alguna institución ya
consagrada y en sectores previamente seleccionados. Si bien, al principio es duro
lograr la rentabilidad, los resultados subsecuentes llegan a ser muy buenos, para
esto y para conseguir una mayor movilidad a nivel mundial, las empresas
necesitan valerse de las tecnologías de la información, que ayudadas por la
apertura del mercado, favorecen a la creación de una economía plena y rentable.

“El proceso crearon y modelaron una nueva economía global, que puede ser
el riesgo más importante del capitalismo informacional”.

Las condiciones para un mercado libre y justo han quedado atrás, debido a que en
el nuevo modelo económico los mercados son interdependientes, lo que hace casi
imposible que un país haga una política económica propia. Hemos entrado a un
nuevo sistema de producción basado en alianzas y en la cooperación de las
grandes empresas, esto logra hacer que las cadenas de producción logren tener
una gestión flexible y apoyados en las tecnologías de la información logren crear
una unión, producción y distribución personalizada y adaptada a las exigencias del
cliente y del mercado.

Pese a estar en una economía mundial, aún no hemos dado el paso a la


economía global, en gran parte a que paradójicamente muchos mercados se
cierran para fomentar sus propios intereses (China y Japón), gracias a que en
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parte, a que muchos productos tecnológicos son fáciles de copiar y manipular, lo


que podría poner en riesgo la posición que ocupa una nación en el mercado
respecto de otra.

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