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Colombia por ser uno de los países que está dentro del contexto de países en vía de
desarrollo, se encuentra profundamente comprometido con la internacionalización de su
economía, ¿qué tan fuerte es la economía Colombia? para poder acceder a los mercados
internacionales, la cual depende en su gran mayoría de la exportaciones de materias primas,
productos minerales como carbón y níquel, un poco de petróleo, flores y textiles, será que
podemos ser competitivos ante países que producen bienes de capital y productos más
baratos y de mejor calidad.
Dentro de las ventajas que tendría Colombia por estar insertada dentro del contexto de una
economía globalizada están, la firma de tratados internacionales de libre comercio, crecería
el sector exportador e importador del país, generación de empleo, crecería el PIB del país,
mayor inversión extranjera, adecuación de la maya vial, ampliación y construcción de
puertos y aeropuertos, producción limpia, producción verde, mayor demanda de bienes y
servicios por parte de la población, aumento del ingreso per cápita, mayor adquisición de
bienes de capital.
Son esas nuevas oportunidades las que debemos aprovechar para poder insertarnos con
mayor fortalezas en el nuevo contexto que se está dando en las economías globalizadas.
Toma relevancia para la actual crisis en que vivimos la implementación del estado de
bienestar, basado en las teorías del keynesianismo cuyas principales características son.
Se fabrican en serie productos útiles de los que se carece y se generalizan los sistemas de
crédito gracia a los altos interés, esto conllevo a un clima de consenso social, basado en un
capitalismo de control estatal, lo cual aseguro el crecimiento económico, aumento la
productividad y un crecimiento en los países.
Las principales causas de que el sistema colapsara fueron según el historiador Juan Torres.
La entrada en crisis del aparato productivo, por consecuencia de la saturación de los
mercados, la indisciplina, la relajación laborar y la caída de la productividad en el ámbito
empresarial. Además la crisis financiera como consecuencia del endeudamiento general y el
exceso de circulante, lo cual acabo con el clima de confianza que tenía la economía. Otra
causa fue la caída de la productividad se generalizo un nerviosismo por la conservación de
los puestos de trabajo y el salario, con lo cual se rompió la hermandad armonía que había
en el contexto social de la población.
No podemos dejar de lado los esfuerzos que hace el sector educativo del país a través de
sus universidades y el SENA en la búsqueda de convertir a sus educando en empresarios,
como una forma de poder crear su propia fuente de empleo y la generación de bienes y
servicios con calidad.
Ante la crisis económica mundial se deben redoblar esfuerzos para poder sostenernos en
una economía cada día más globalizada, recordemos si no hay mercados y clientes se nos
quiebran las empresa y el país, hay que desarrollar estrategias y políticas para poder
acceder a los mercados, por lo cual se hace imperioso la firma del TLC y el Tratado de
Libre Comercio con la Unión europea. Además el estado debe implementar una política que
conduzca a la construcción de obras de envergadura que demanda la internacionalización
de la economía, como son ampliación de la maya vial del país, construcción de nuevos
puertos, ampliación de sus aeropuertos, preparación de su recurso humano, solo de esta
forma podremos sostenernos en el contexto global.
A lo largo de los años cincuenta y sesenta se alcanzar una situación social y económica que
se ha conocido como Estado del Bienestar y cuyas características más importantes son:
Mientras que las empresas podían realizar su producción gracias al consumo masivo, se
hacía necesario que los gobiernos se hicieran cargo a su vez del consumo colectivo y
especialmente de una parte del salario en forma de salario social (educación, sanidad,
enseñanza,...) que es gravoso para el capital privado pero cuya disposición es
imprescindible para garantizar el ritmo de crecimiento y la contribución efectiva del trabajo
a la producción.
Esa fue entonces la causa directa del nacimiento y expansión de un sector público que
garantizaba la acumulación (haciéndose cargo de la inversión más costosa para el capital
privado) y que favorecía, al mismo tiempo, la satisfacción y el clima adecuado de paz
social.
Una segunda característica, fue que las líneas de producción se organizan para hacer frente
a una demanda de esas características, es decir de consumo generalizado y masivo. La
producción de mercancías era una producción de grandes cantidades, de productos en serie,
estandarizados y sin apenas diferenciación porque se destinaban a satisfacer la necesidad de
un equipamiento hasta ese momento inexistente. Los productos eran útiles y demandados
por sí mismos, dada la carencia previa de todos ellos. La calidad, por lo tanto, no era un
requisito adicional especialmente necesario, como tampoco lo era la incorporación de
valores añadidos por causa del diseño o la especificidad. La mejor publicidad de los
mismos era su propia existencia y todo ello -unido a la amplitud de las series- abarataba
considerablemente la producción y la distribución.
En tercer lugar, hay que tener en cuenta que, a pesar de la bonanza económica y de que el
clima de paz social permitía la rentabilización de la producción y las alzas salariales, los
ingresos del día nunca estaban en condiciones de permitir la adquisición de equipamientos
duraderos de manera permanente. Y esto es extensivo tanto a las economías domésticas
como a las propias empresas. En su virtud se desarrolló un amplísimo y generalizado
sistema de crédito especialmente de crédito al consumo que incentivó el endeudamiento
gracias a que la estabilidad económica permitía mantener una política de tipos de interés
muy atractivos.
Por otro lado, se puede establecer que la principal razón que propició la crisis del estado de
bienestar fue la de la producción, como consecuencia de la saturación de los mercados, de
la indisciplina, relajación laboral y de la caída de la productividad. También la crisis
financiera, la cual tuvo un exceso de dinero en circulación y del endeudamiento
generalizado, que se convirtieron en la amenaza al desaparecer el clima de confianza
económica.