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“VIOLENCIA DIFUSA”

TEMA

- LLAMAMIENTO A LA CIUDADANÍA PARA RECONOCER LA VIOLENCIA


PSICOLÓGICA COMO ALGO TAN PERJUDICIAL COMO LA VIOLENCIA FÍSICA
DENTRO DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
- Llamamiento a la sociedad para acabar con la violencia de género en la que se incluye la
violencia psicológica.
- Algunas mujeres sufren la violencia doméstica por parte del violento que las maltrata y
también por parte de la gente indiferente que lo justifica.
- Crítica a la postura de la sociedad que oculta y no da importancia a las agresiones y malos
tratos contra las mujeres.
- Crecimiento de los malostratos hacia mujeres y pasividad de muchas personas que lo
justifican.
- El rechazo unánime de la sociedad al maltrato de las mujeres es imprescindible para acabar
con este grave problema.
- La violencia física que sufren algunas mujeres y la violencia indirecta que ejercen algunos
sectores de la sociedad con su indiferencia.
- Denuncia de la violencia de género y crítica a algunos sectores de la sociedad que la
justifican.
- Crítica a la sociedad por su postura al margen frente al maltrato de mujeres.
- La justificación de los malostratos no hace sino agravar la situación de la violencia de
género.
- La gravedad de la violencia de género así como la actitud permisiva hacia ella.
- Existen formas no violentas de agredir a una mujer igual de dañinas.
- Denuncia del elevado número de mujeres víctimas de un maltrato y de la justificación de
los agresores por algunos sectores de la sociedad.
- La pasividad de muchas personas impide la erradicación de la violencia contra la mujer.
- Queja por las numerosas agresiones, denunciadas o no, contra mujeres y la indiferencia
social que existe ante las mismas.
- El mal que genera la indiferencia de la sociedad en el problema de la violencia de género.
- Denuncia de esa agresión no violenta (pero igual de dañina) que reciben las mujeres
maltratadas.
- La gravedad de no reconocer la violencia contra las mujeres.
- La violencia contra las mujeres y la indiferencia o aprobación por algunos sectores de la
población con su violencia psicológica.
- Crítica a la sociedad por permitir con su indiferencia la violencia contra la mujer,
- Crítica a la sociedad por quedarse al margen ante la violencia de género.
- Crítica a todas las caras de la violencia machista y llamada (invitación) a posicionarse
claramente contra ella.
- La violencia contra la mujer es un problema que nos afecta a todos y que hay que
denunciar.
- El peligro que entraña la indiferencia ante la violencia contra la mujer vista como otro tipo
más de agresión.
- El maltrato a la mujer puede venir de agresores físicos y también de los que justifican estas
agresiones.

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- Denuncia ante la violencia de género tanto física como psicológica y llamamiento a la
sociedad para que reaccione.
- Presentación de un tipo de agresión a la mujer diferente, el ciudadano permisivo, y sus
consecuencias negativas en la sociedad.
- Denuncia de esa violencia más sutil, extendida y peligrosa que ejercen aquellos que
justifican el maltrato o restan gravedad al delito.

RESUMEN

La violencia contra la mujer es uno de los peores ejemplos de violencia y sus cifras
son vergonzosas (16000 denuncias). Esto sin tener en cuenta a las mujeres que callan. A
pesar de que el agresor violento es fácil de identificar, existe un problema mucho mayor: el
de la permisividad social, que justifica a los agresores y culpa a las víctimas. Esto afecta a las
víctimas y perpetua esta lacra. La solución pasa por un examen social colectivo en el que se
condene sin tapujos la violencia de género.

La violencia contra las mujeres en España es preocupante como lo demuestran las


miles de denuncias anuales; cifras a las que habría que añadir la incógnita de las víctimas
que callan. Aunque las instituciones pueden identificar los rasgos típicos de los agresores
violentos, encuentran dificultades a la hora de hablar de un maltrato no violento pero que
causa también un grave daño a las mujeres; es la aceptación por una parte de la población
de la agresión, llegando a justificarla. Por ello, es necesario acabar con este tipo de actitudes
que justifican o callan ante la agresión para ayudar de verdad a las mujeres maltratadas.

→ La violencia machista es un grave problema social actualmente. El número de casos


es escandaloso pero también ha crecido el número de mujeres que lo denuncian. Ahora
bien, el maltrato físico y sus ejecutores son fáciles de reconocer, pero es el maltrato
psicológico el que supone un verdadero reto haciendo en algunos casos que la mujer se
sienta culpable. La sociedad tiene que lograr identificar este maltrato psicológico para
finalmente acabar con la violencia de género.

Una de las peores violencias hoy en día es la que ataca a la mujer. Sin duda, solo el
número de denuncias puestas en España es alarmante y vergonzoso. Sin embargo, y a pesar
de que las instituciones sepan definir el tipo de agresor violento, existe otro tipo de agresor
mucho más difícil de identificar: el que, al justificar la violencia machista y quitarle
importancia, colabora para que esta perdure y no se le dé la suficiente importancia. Por esa
razón, mientras la sociedad no destape a estos agresores no violentos no se podrá avanzar
con rapidez en la erradicación de la violencia machista.

La violencia contra la mujer es una lacra social de la sociedad actual que afecta a
miles de mujeres hoy en día. A pesar de que cada vez aumenta el número de denuncias por
este motivo (lo que significa que ahora las mujeres lo denuncian) siguen siendo muchas las
que por miedo y, sobre todo, por culpa de los hombres que hacen comentarios machistas, se
sienten culpables y responsables de esa situación que viven y no lo denuncian, lo que hace
muy difícil erradicar este tipo de violencia.

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COMPRENSIÓN LECTORA

Comenta la expresión “las mujeres, espectadoras privilegiadas”

Naturalmente que esta expresión no hay que entenderla en sentido estricto sino bajo
el prisma de la ironía. ¿Cómo una persona (la autora) que dirige el instituto social de la mujer
y que es defensora acérrima de las mujeres va a hacer una afirmación así? Justamente
quiere decir lo contrario, que se debería acabar con esta posición “privilegiada” que viven
las mujeres de sufrir en sus propias carnes la violencia machista, que según dice el texto es
“una de las peores manifestaciones de la violencia con mayúsculas –también de las más
ruines–“. Con esta expresión irónica trata de darnos su opinión sobre el tema y la ironía es
un “arma” muy eficaz para, si no nos habíamos dado cuenta de lo que está sucediendo, que
lo hagamos ahora. Se debería acabar para las mujeres eso de estar expectantes a ver qué
hacen los hombres y que en algunos casos solo es agredir mujeres. Así, habla de las mujeres
porque está claro que ellas son las víctimas de la violencia de género. Mujeres que pueden
ser amigas, familiares o ellas mismas. Espectadoras porque son las que viven en primera
persona las consecuencias de la violencia machista y siempre les toca a ellas. Y privilegiadas
porque está claro que los hombres (por lo general) no la padecen y no tienen ese
“privilegio”. Entiéndase todo esto último en sentido irónico pues un “privilegio” es siempre
algo positivo y en este caso no tiene nada de positivo, sino al contrario de negativo: las
mujeres son las víctimas y los hombres los culpables agresores.
Se puede interpretar también como que las mujeres son siempre las espectadoras de
lo que hagan los hombres que son los causantes del problema y por ello las mujeres esperan
a que los hombres cambien y dejen de no hacer nada sino esperar.
Así pues, es una expresión irónica con la que la autora, una mujer, quiere decir que
los hombres no sufren este tipo de violencia, ya que no tienen ese “privilegio” de sufrir este
tipo de agresiones sexistas mientras que las mujeres sí. Una expresión que dicha así
resultaría ofensiva para las mujeres y de ahí la ironía empleada.

OPINIÓN PERSONAL

“¿La violencia psicológica te parece igual de dañina que la violencia física?”


Deberá tener un mínimo de 120 palabras y un máximo de 200

1) La violencia, sea del tipo que sea, es algo que siempre ha estado y seguirá estando
fuera de lugar. Con esta afirmación estamos todos de acuerdo; llegar a la violencia significa
el haber acabado con todo posible entendimiento y el recurrir a lo último es claudicar
aceptando que no tenemos más argumentos para seguir luchando sin llegar a la fuerza. En el
caso que nos ocupa, la violencia de género, como bien dice el texto se trata de una de las
peores manifestaciones de violencia ya que se ejercita siempre hacia seres queridos y hablar
de distintos tipos de violencia aquí, en este caso, merece la pena ya que hay muchísima
gente que ejerce esa violencia psicológica sin darse cuenta o la justifica o no la considera
peligrosa y es tan negativa o más que la violencia física. Al final esta violencia psicológica va
haciendo que las mujeres se sientan culpables y merecedoras de un castigo al mismo tiempo
que los verdaderos culpables se sienten impunes por esto mismo. Esto es algo que de ningún
modo debemos aceptar. Nadie puede hacer justicia por su cuenta y riesgo. Esos comentarios

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van minando poco a poco a la persona a la que van dirigidos y pueden hacer más daño
incluso que unos golpes físicos para los cuales muchas veces hay fácil remedio. Pero todos
sabemos que los trastornos psicológicos tienen peor solución. En el fondo, todo se reduce a
un problema de educación, de respeto hacia el compañero-a sentimental. Hoy en día nadie
es superior a nadie y el respeto es la piedra angular de toda relación sentimental. Teniendo
esto en cuenta, es posible que este problema poco a poco deje de existir en una sociedad
avanzada con una igualdad total entre hombres y mujeres. (293 palabras)

2) Aunque en primera instancia la violencia física pueda parecer más dañina que la
psicológica lo cierto es que no. Una persona sufre más y tiene más agravantes cuando sufre
violencia psicológica. El bulling es un claro ejemplo de esto; el atacante intimida y
menosprecia al agredido repetidamente durante un periodo de tiempo y le produce
inseguridades y miedos. Estos miedos e inseguridades también conocidos como traumas te
condicionan a la hora de establecer relaciones con otras personas pudiendo producirte
rechazo hacia los demás. Cosa que un maltrato físico en gran medida no te lo produce. Otro
ejemplo es la marginación social, que te excluyan y te hagan ver que estás siendo excluido es
algo muy perjudicial y que afecta mucho a las personas. (123)

3) En esta época en la que vivimos, de avances tecnológicos, económicos y sociales,


resulta incomprensible que las mujeres sigan siendo víctimas tanto físicas como psicológicas
de la violencia. Ahora bien, la violencia física, que parece la peor al ser la más visible e
identificable está a kilómetros de distancia de la violencia psicológica. Una violencia física, en
un momento puntual por un enfado, puede durar un par de días; sin embargo, la psicológica
permanece para toda la vida. Los agresores de este tipo de violencia no son reconocidos
como agresores y las propias mujeres muchas veces no son conscientes de que están
sufriendo por culpa de ellos (o lo saben pero no se atreven a decirlo). El machacar durante
años psicológicamente a una mujer resulta indiscutiblemente peor y más peligroso, por la
propia dificultad de identificarlo que la violencia física. (140)

4) A simple vista y desde fuera (sin tener ese “lugar privilegiado” de tantas mujeres)
puede parecer que la violencia física, que causa tanto dolor y sangre, es mucho peor que la
psicológica, que no podemos ver. Es totalmente innegable que la violencia física,
especialmente de género, es injustificable y terrible. Sin embargo, la psicológica no se puede
dejar de lado, ya que es igual o peor.
Después de una agresión física, quedan lesiones, cicatrices, que sanan más o menos,
pero las víctimas de violencia psicológica se ven afectadas más profundamente en su propia
persona. Se pueden llegar incluso a sentir culpables de aquello por lo que se les agrede,
inferiores, discriminadas… Esta degradación personal que sufren cala más hondo y tiene
consecuencias hasta más negativas y a más largo plazo, porque, a veces, es más difícil olvidar
que curar las heridas.
Por otro lado, no debemos olvidar que la violencia psicológica es, en muchos casos,
constante a través de comentarios, malos tratos, discriminación, falta de respeto… todo el
tiempo tanto en el trabajo, como en casa. Esa inexorabilidad, que parece no parar nunca,

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crea una impotencia muy grande en las víctimas y genera un miedo terrible que en muchos
casos les conduce a lo peor, que es no pedir ayuda y callar. (212)

5) La violencia psicológica es igual o más dañina que la física, también es la más común
hoy en día. ¿Quién no ha escuchado alguna vez frases como la que dice la autora del texto
“algo habrá hecho”? La violencia física causa daños muy grandes tanto en la mujer agredida
(lesiones, heridas…) como en la relación con el hombre. Estas lesiones son inmediatas, a
corto plazo. Sin embargo, la violencia psicológica deja secuelas para mucho tiempo.
Comentarios como el mencionado en el texto no solo hieren a la mujer sino que también
condicionan la manera con la que piensan sobre sí mismas y sobre el problema que están
viviendo. Afortunadamente, podemos parar esto y acabar con este problema de una vez por
todas. Una posible solución sería educar a los niños de forma que aprendan a respetar a las
mujeres desde el principio. Sea cual sea la solución debe imponerse ya, pues este problema
es actual y puede ir a peor. (160)

6) Todo tipo de violencia es mala y es dañina, pero si ya la violencia física es ejercida


aprovechándote de tus mayores dotes físicas que las del agredido, entonces es deleznable.
Esto es lo que les ocurre a numerosas mujeres en España que sufren violencia física y
psicológica. Respondiendo a la pregunta diría que la violencia psicológica es igual o más
dañina que la física. El porqué es el siguiente: en las heridas y secuelas físicas el daño
ocasionado es, por lo general, pasajero, puede que brutal pero remediable. Mientras que el
daño psicológico, es más difícil de olvidar y de recuperarse debido a que el dolor persiste en
la mente de las víctimas por siempre y en muchos casos sin que nadie se dé cuenta. Es por
esto que otro factor que le hace más perjudicial a la violencia psicológica es que se puede
esconder de manera que nadie de tu entorno se percate y pueda intervenir ayudándote. Es
un dolor que se sufre en silencio. Por esta razón, el daño psicológico resulta más perjudicial
que el físico. (178)

7) La violencia psicológica es más dañina que la violencia física. Esta última deja marcas
visibles y puede verse claramente (heridas, cicatrices, huesos rotos…). Sin embargo, la
violencia psicológica no deja este tipo de marcas y es muy difícil de detectar. Además, puede
derivar en problemas psicológicos graves como ansiedad, depresión… Y a no ser que la
víctima quiera hablar de las agresiones que ha sufrido, no podemos saber qué le ocurre a
una mujer que sufre violencia psicológica, puesto que las huellas que deja son “invisibles”.
Otro punto que hay que tener en cuenta es el dolor que provoca la violencia psicológica. Así,
el dolor que provoca la violencia física es temporal y no suele durar más de algunos días; sin
embargo, el psicológico también es temporal, pero puede llegar a tardar años en
desaparecer y también convertirse en algo permanente. (141)

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ARGUMENTOS A FAVOR DE LA VIOLENCIA PSICOLÓGICA
COMO MÁS DAÑINA QUE LA VIOLENCIA FÍSICA

- Ataca a la intimidad de la persona; a lo más profundo de la persona.

- Es más dura de llevar porque es una erosión continua sin descanso.

- Más difícil de detectar. A no ser que la víctima quiera hablar no podemos saber qué le
ocurre puesto que las huellas que deja son “invisibles”.

- Más difícil de demostrar ante la policía…

- Deja más secuelas, más daños a largo plazo.

- Tiene una solución más difícil. Es más difícil de atacar.

- Es más fácil de cometer (por ejemplo a través del móvil).

- Tiene graves consecuencias: ya no puedes confiar en nadie y tienes que esconderte de la


gente. El miedo que ocasiona: si nos caemos de una moto nos hacemos daño, pero
posiblemente no volvamos a conducir por el miedo psicológico.

- Destroza la autoestima y las ganas de vivir de las mujeres.

- Produce también un dolor más duradero.

- También produce más inquietud (ver a una víctima que sufre maltrato psicológico) en los
allegados de las víctimas.

- Por lo general, la violencia psicológica es también un problema más “aceptado” por la


sociedad actual pues no causa el mismo impacto que unas heridas físicas.

- La violencia física termina convirtiéndose en violencia psicológica.

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