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TEMA V.

- EFECTOS DE LA ACEPTACIÓN DE HERENCIA

1.- La cualidad de heredero

Llamamos cualidad de heredero al título que el ordenamiento jurídico atribuye al


sucesor universal una vez que ha adquirido la herencia.

La cualidad de heredero es, por ello, la titularidad básica que tiene una persona sobre el
conjunto patrimonial constituido por la masa hereditario. De esta titularidad dimanan
poderes, cargas y responsabilidades.

Considerando el primer aspecto, se suele afirmar que el heredero es titular de un


derecho subjetivo (el llamado derecho hereditario), que le corresponde sobre la totalidad
de la herencia, si es heredero único, o sobre una parte o cuota ideal del patrimonio
hereditario si concurre con otros herederos.

2.- La acción de petición de herencia


Se trata de cualquier acción dirigida a reclamar bienes de la herencia sobre la base del
derecho sucesorio del heredero demandante, esto es, del reconocimiento de su título de
heredero, que el demandado cuestiona. La acción puede limitarse también a conseguir
una eficacia declarativa: que se reconozca la condición de heredero del demandante.

La causa genérica de la acción de petición de herencia, el reconocimiento del título o


condición de heredero, puede articularse mediante diversas acciones.

Puede articularse a través de una declaración de incapacidad o indignidad para heredar


del demandado, de desheredación injusta o preterición del demandante, de parentesco
preferente para heredar del demandante con respecto al demandado, de una declaración
de herederos, etc.

La legitimación para ejercer la acción corresponde a quien reivindique su condición de


heredero o de coheredero. La legitimación pasiva corresponde a quien niegue la
titularidad hereditaria del actor y tenga bienes de la herencia por cualquier hipotético
título hereditario o son él, o bien sea sujeto pasivo de derechos propios de la herencia.

El demandante deberá probar ser heredero y que los bienes reclamados son de la
herencia y son poseídos por el demandado.
Cuando prospera la acción frente a un poseedor de bienes de la herencia procede la
liquidación de esa situación posesoria. El heredero aparente es poseedor de bienes si
cree que su título de heredero es cierro. Los pagos realizados al heredero aparente para
satisfacer créditos quedarán sometidos a los arts. 1164 y 1895 y ss CC, que establecerán
lo siguiente:

- El pago hecho de buena fe al que estuviere en posesión del crédito, liberará al


deudor.
- Cuando se recibe alguna cosa que no había derecho a cobrar, y que por error ha
sido indebidamente entregada, surge la obligación de restituirla.
- El que acepta un pago indebido, si hubiera procedido de mala fe, deberá abonar
el interés legal cuando se trate de capitales, o los frutos percibidos o debidos
percibir cuando la cosa recibida los produjere. Además responderá de los
menoscabos que la cosa haya sufrido por cualquier causa, y de los perjuicios que
se irrogaren al que la entregó, hasta que la recobre. No se prestará el caso
fortuito cuando hubiese podido afectar del mismo modo a las cosas hallándose
en poder del que las entregó.
- El que de buena fe hubiera aceptado un pago indebido de cosa cierta y
determinada, sólo responderá de las desmejoras o pérdidas de ésta y de sus
accesiones, en cuanto por ellas se hubiese enriquecido. Si la hubiese enajenado,
restituirá el precio o cederá la acción para hacerlo efectivo.
- Queda exento de la obligación de restituir el que, creyendo de buena fe que se
hacía el pago por cuenta de un crédito legítimo y subsistente, hubiese inutilizado
el título, o dejado prescribir la acción, o abandonado las prendas, o cancelado las
garantías de su derecho. El que pagó indebidamente sólo podrá dirigirse contra
el verdadero deudor o los fiadores respecto de los cuales la acción estuviese
viva.
- La prueba del pago incumbe al que pretende haberlo hecho. También corre a su
cargo la del error con que lo realizó, a menos que el demandado negare haber
recibido la cosa que se le reclame. En este caso, justificada por el demandante la
entrega, queda relevado de toda otra prueba. Esto no limita el derecho del
demandado para acreditar que le era debido lo que se supone que recibió.
- Se presume que hubo error en el pago cuando se entregó cosa que nunca se
debió o que ya estaba pagada; pero aquel a quien se pida la devolución puede
probar que la entrega se hizo a título de liberalidad o por otra causa justa.

La prescripción de la acción tiene un plazo de 30 años. El cómputo del plazo se inicia a


partir de la apertura de la herencia o a partir del momento posterior en que haya
comenzado a poseer el demando.

3.- Responsabilidad del heredero ante las deudas y cargas de la herencia

El art. 1003 CC establece que, por la aceptación pura y simple, o sin beneficio de
inventario, quedará el heredero responsable de todas las cargas de la herencia, no sólo
con los bienes de ésta, sino también con los suyos propios. Quiere decir que, si el activo
no es suficiente para cubrir el pasivo, éste podrá ser satisfecho con cargo a los bienes
propios y particulares del heredero aceptante.

Hay que hacer una serie de matizaciones:

- Responsabilidad por las deudas hereditarias: la responsabilidad del heredero


debe alcanzar a las deudas que el difunto dejase sin satisfacer en el momento de
su fallecimiento, ya que es un sucesor a título universal y ocupa la posición de
este respecto a la totalidad de sus relaciones jurídicas transmisibles.
- Responsabilidad por cargas hereditarias: en el concepto de cargas se incluyen
todas aquellas obligaciones que hubieran nacido con posterioridad al
fallecimiento del causante y que se originan por su muerte o como consecuencia
de la apertura de la sucesión (funerales, gastos invertidos en la conservación,
cuidado y administración de los bienes hereditarios, gastos necesarios para la
entrega de los legados, pensiones alimenticias, etc).

4.- La enajenación de herencia


Si alguno de los herederos vendiere a un extraño su derecho hereditario antes de la
partición, podrán todos o cualquiera de los coherederos subrogarse en lugar del
comprador, reembolsándole el precio de la compra, con tal que lo verifiquen en término
de un mes, a contar desde que esto se les haga saber (art. 1067 CC).

El que venda una herencia sin enumerar las cosas de que se compone, sólo estará
obligado a responder de su cualidad de heredero (art. 1531 CC).
Si el vendedor se hubiese aprovechado de algunos frutos o hubiese percibido alguna
cosa de la herencia que vendiere, deberá abonarlos al comprador si no se hubiese
pactado lo contrario (art. 1533 CC).

El comprador deberá, por su parte, satisfacer al vendedor todo lo que éste haya pagado
por las deudas y cargas de la herencia y por los créditos que tenga contra la misma,
salvo pacto en contrario (art. 1534 CC).

5.- La comunidad hereditaria.


Se denomina comunidad hereditaria a aquella situación en la que se encuentra la
herencia, desde la aceptación hasta su división o adjudicación, como consecuencia de la
existencia de una pluralidad de personas que han sido llamadas simultáneamente a
recibir en la misma una parte alícuota que se proyecta sobre la totalidad del patrimonio
relicto considerado en su conjunto como una totalidad.
La comunidad hereditaria se caracteriza por lo siguiente:
- Es una comunidad universal que no recae sobre bienes particulares y concretos,
sino sobre la herencia globalmente considerada como una unidad
- Se trata de una única comunidad universal a la que se califica como hereditaria
- Presenta un carácter forzoso, porque se constituye con independencia de la
voluntad de los partícipes en la misma y por el simple hecho de la concurrencia
de una pluralidad de heredero que acepta la herencia habiendo sido llamados a
una alícuota de la misma
- Es una comunidad incidental o transitoria porque ningún coheredero podrá ser
obligado a permanecer en la indivisión de la herencia, pudiendo pedir en
cualquier tiempo la partición. Además, la acción de división de la herencia tiene
carácter imprescriptible.
La comunidad hereditaria se regirá por aquellas reglas que provengan del juego de la
autonomía de la voluntad, por lo que habrá que atender a las cláusulas que haya
dispuesto el causante en testamento en primer lugar y, a falta de estas, se estará a lo que
los coherederos hayan acordado sobre la forma de gestionar el patrimonio hereditario
mientras dure la situación de indivisión.
También se observarán las normas que se contienen en el código en relación con la
partición, el pago de las deudas hereditarias, la administración de la herencia y la
enajenación y retracto del derecho hereditario en abstracto.
Son partícipes de la comunidad hereditaria todas las personas que sucedan al causante
en una parte alícuota de la herencia. Lo que determina la participación de la comunidad
hereditaria es el haber sido llamado a una porción abstracta de la herencia que se
proyecta sobre la misma entendida como una unidad.
No todos los herederos podrán tener la consideración de partícipes en la comunidad.
Para ello deberá suceder en una parte alícuota de la herencia.
Los legatarios de parte alícuota (por porcentaje y pertenece al activo) son copartícipes
en la comunidad hereditaria. Su legado representa un derecho que se proyecta sobre una
parte alícuota de la herencia y no sobre bienes concretos y particulares.
El objetivo de la comunidad hereditaria constituye todos aquellos bines y derechos
transmisibles que no se hayan extinguido por la muerte de la persona. Quedan excluidos
de la masa los bienes y derechos atribuidos mediante legados de cosa cierta,
instituciones de heredero o adjudicados a alguno de los sucesores en pago de su cuota.
En cuanto a los bienes hay que reputar incluidos los corporales y materiales como los
incorporales o inmateriales.

Derecho de los copartícipes sobre la masa hereditaria


Los partícipes tienen las facultades y derechos que se describen a continuación:
- Uso y disfrute (art. 394 CC): Cada partícipe podrá servirse de las cosas
comunes, siempre que disponga de ellas conforme a su destino y de manera que
no perjudique el interés de la comunidad, ni impida a los copartícipes utilizarlas
según su derecho. Cada heredero tiene derecho a usar y a utilizar los bienes que
integran la masa indivisa cumpliendo con una triple acción: el uso de los bienes
tiene que ser acorde con el destino, el copartícipe poseedor debe abstenerse de
llevar a cabo una utilización de los bienes que sea perjudicial para el interés de
la comunidad y el uso que cada coheredero haga de los bienes hereditarios no
puede excluir a los demás de su derecho correlativo
- Actos de administración: a falta de disposiciones testamentarias cualquiera de
los coherederos o legatarios de parte alícuota podrá instar la administración
judicial de la herencia solicitando la intervención del caudal hereditario al
tiempo de promover su división judicial. Si no hay lugar a la administración
testamentaria, regirán las normas respecto la comunidad de bienes ordinaria y su
art. 398 CC, en virtud del cual los coherederos necesitarán el acuerdo de la
mayoría de los partícipes para llevar a cabo actos de administración sobre el
patrimonio relicto.
- Actos de administración: los partícipes en la comunidad no tienen derecho
alguno sobre los bines y cosas particulares, sino que su cuota se proyecta sobre
la herencia considerada globalmente en su unidad. Para realizar estos actos se
necesita el consentimiento unánime de todos y cada uno de los coherederos.
En cuanto a los efectos de los actos de disposición, si alguno de los herederos
vendiere a un extraño su derecho hereditario antes de la partición, podrán todos
o cualquiera de los coherederos subrogarse en lugar del comprador,
reembolsándole el precio de la compra, con tal que lo verifiquen en término de
un mes, a contar desde que esto se les haga saber. Es decir, que cuando uno de
los partícipes en la comunidad venda su cuota a una persona que carezca de tal
condición, los restantes copartícipes tendrán derecho de retracto sobre la misma.

Derechos de los acreedores sobre la comunidad hereditaria. La responsabilidad de los


coherederos.
Si el copartícipe hubiera aceptado la herencia a beneficio de inventario, al mantenerse
separado su patrimonio personal y el patrimonio constitutivo de una comunidad
hereditaria, los acreedores solo podrían cobrar con cargo a este último.
Si el coheredero hubiese aceptado la herencia puta y simplemente, al confundirse su
patrimonio personal con el patrimonio hereditario indiviso, los acreedores podrían
intentar el cobro dirigiéndose contra ambos.
La jurisprudencia se ha manifestado reiteradamente a favor del carácter solidario de la
responsabilidad preparticional de los coherederos, por lo que los acreedores podrían
dirigirse aislada e indistintamente contra cualquiera de ellos para exigir la totalidad del
importe. Podrá reclamar de los restantes coherederos su parte proporcional.

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