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Causas de nulidad
El art. 73 CC enumera las causas de nulidad cualquiera que sea la forma de su celebración.
Esas causas de nulidad son aplicables al matrimonio celebrado en forma civil, canónica
o cualquier otra forma religiosa de las admitidas en nuestro derecho. Por otra parte, es
posible decretar la nulidad de un matrimonio ya disuelto por divorcio. También son
causas de nulidad:
- Los defectos sustanciales del poder para contraer matrimonio válidamente,
- La incompetencia de la persona autorizante (sea juez, funcionario, alcalde, notario
o secretario judicial)
- Concurriendo mala fe de ambos cónyuges o ausencia de ejercicio por aquellos de
sus funciones públicamente
- Cualquier defecto de forma cuando ninguno de los cónyuges actúa de buena fe.
Las causas de nulidad pueden exponerse de la siguiente manera:
1. Ausencia de consentimiento. Es nulo el matrimonio celebrado sin consentimiento
(Art. 45.1 y 73.1 CC): matrimonios de complacencia, cuando se incurre en error,
cuando el consentimiento se arranca mediante la violencia física, en el matrimonio
por apoderado, cuando el poder sea nulo o cuando se haya revocado o extinguido
por muerte del poderdante (Art. 55 CC), o la existencia de anomalías psíquicas
que impidan al contrayente la emisión de un libre consentimiento matrimonial
2. Vicios de consentimiento. Se contemplan dos hipótesis: error en la persona y la
coacción o miedo grave.
- Error en la persona: es nulo el matrimonio celebrado por error en la identidad de
la persona del otro contrayente o en aquellas cualidades personales que hubieran
sido determinantes de la prestación del consentimiento (Art. 73.4 CC). El error
puede tener un doble alcance. En primer lugar, puede recaer sobre la identidad del
otro contrayente. Este error tiene lugar cuando se celebra el matrimonio con
persona distinta de aquella con la que se quería contraer, por lo que solo puede
producirse cuando no se conoce al otro contrayente o cuando, aun conociéndolo,
concurren circunstancias que permiten la suplantación, como en el matrimonio
del ciego o por poder.
En segundo lugar, el error sobre las cualidades personales del otro contrayente. El
error debe haberse producido con anterioridad al matrimonio y puede acaecer
positivamente (tener una cualidad que no se desea) o negativamente (carecer de
una cualidad que se desea). El error ha de recaer sobre una cualidad personal de
tal relevancia que, de haberla conocido el contrayente, no hubiera celebrado el
matrimonio. Esta cualidad relevante puede ser física (toxicomanía, enfermedad
crónica o infecciosa, esterilidad, embarazo), profesional (condición sacerdotal).
Psíquica, social o de cualquier otro tipo. La fidelidad de los contrayentes no es
una cualidad que pudiera determinar, en caso de no existir, la nulidad del
matrimonio y que hay error en el marido que se casa en la creencia de que el
embarazo de su esposa es debido a él, cosa que se demostró falsa.
- Coacción o miedo grave: existirá intimidación cuando concurran los requisitos
que se exigen en el art. 1267 y 1268 CC.
Artículo 1267. Hay violencia cuando para arrancar el consentimiento se emplea
una fuerza irresistible.
Hay intimidación cuando se inspira a uno de los contratantes el temor racional y
fundado de sufrir un mal inminente y grave en su persona o bienes, o en la persona
o bienes de su cónyuge, descendientes o ascendientes.
Para calificar la intimidación debe atenderse a la edad y a la condición de la
persona.
El temor de desagradar a las personas a quienes se debe sumisión y respeto no
anulará el contrato.
Artículo 1268. La violencia o intimidación anularán la obligación, aunque se
hayan empleado por un tercero que no intervenga en el contrato.
3. Existencia de impedimentos. Cuando se celebra el matrimonio con uno o varios
impedimentos indispensables o cuando, aun siendo posible la dispensa, esta no se
ha obtenido.
4. Defectos formales. Es nulo el matrimonio contraído sin la intervención del juez,
juez de paz, alcance, secretario judicial, notario o funcionario o sin la de los dos
testigos mayores de edad.
Para evitar la nulidad se contemplan dos hipótesis reguladas en el art. 53 CC:
- Es válido el matrimonio autorizado por funcionario incompetente territorialmente
si al menos uno de los contrayentes ha actuado de buena fe (esto es, desconociendo
la incompetencia territorial de ese funcionario)
- También es válido el matrimonio en el que el nombramiento del funcionario
autorizante no es legítimo, si hay buena fe de al menos de uno de los contrayentes,
y el funcionario ha ejercido públicamente sus funciones.
La acción de nulidad
Qué sujetos están legitimados para ejercerla.
Tienen legitimación activa las personas enumeradas en los arts. 74 a 76 CC.
La legitimación pasiva corresponde a un cónyuge o ambos contrayentes.
Tienen legitimación para pedir la nulidad del matrimonio los cónyuges, el Ministerio
Fiscal y cualquier persona que tenga interés directo y legítimo en ella.
Existen dos excepciones:
- Nulidad del matrimonio del menor de edad: solo están legitimados para interponer
la demanda de nulidad sus representantes legales y el Ministerio Fiscal. Cuando
el cónyuge que se casó siendo menor de edad y alcance la mayoría de edad, sólo
él podrá ejercer la acción de nulidad
- Nulidad por error, coacción o miedo grave: solo podrán ejercer la acción el
cónyuge que hubiera sufrido el vicio. En ambos supuestos, el Ministerio Fiscal
será parte en el proceso.
El matrimonio putativo.
Para que exista un matrimonio putativo deben concurrir los siguientes requisitos:
- Que exista un mínimo de apariencia objetiva de celebración del matrimonio. No
es necesario que este matrimonio haya sido inscrito en el Registro Civil
- Se requiere una sentencia firma de nulidad matrimonial, siendo irrelevante cual
sea la causa de nulidad.
- Suele exigirse la buena fe en alguno de los contrayentes
Hay buena fe cuando se ignora que existe la causa por la cual el matrimonio celebrado es
posteriormente declarado nulo, basta con que la buena fe exista en el momento de la
celebración del matrimonio. La buena fe se presume que deberá ser destruida por aquel
que alegue mala fe de ese contrayente. Para que se considere que ha habido mala fe de un
contrayente, la sentencia de nulidad deberá declararlo expresamente.
Si existe un matrimonio putativo, los efectos que el matrimonio haya producido desde su
celebración hasta la fecha de la sentencia firma de nulidad se van a mantener respecto de
los hijos si han actuado de buena fe. El matrimonio putativo es un matrimonio nulo, lo
único que la ley mantiene los efectos ya producidos.
Si hay buena fe de los dos cónyuges, los efectos son los siguientes: la situación personal
de cada cónyuge es la de ex cónyuge; ninguno puede solicitar el rembolso de lo aportado
o gastado para atender a las necesidades del otro; se conserva la emancipación legal; se
conserva el cambio de vecindad civil y la nacionalidad; en las donaciones por razón de
matrimonio hechas por un contrayente al otro no se reputarán como incumplimiento de
cargas la anulación del matrimonio; cada cónyuge tiene derecho a obtener del otro la
indemnización prevista en el art. 98 CC.
Respecto a los hijos, no se invalidan los efectos ya producidos, con independencia de que
haya buena fe o mala fe en los contrayentes. Los hijos siguen teniendo la consideración
de matrimoniales. La nulidad no exime a los padres de sus obligaciones para con sus
hijos.
La separación judicial
Requisitos y clases
Hay que decir que cabe la separación el secretario judicial y el notario. La separación ante
un juez cable cuando existen hijos menores no emancipados o con la capacidad
modificada judicialmente que dependan de sus progenitores. También cuando las
separaciones contenciosas y los hijos menores ni incapacitados, pues en tal caso no es
posible la separación ante secretario judicial o notario.
La separación judicial procede cualquiera que sea la forma de celebración del matrimonio
es decir si esto se haya celebrado en forma civil o religiosa.
La acción de separación matrimonial tiene carácter personalísimo, por lo que se extingue
con la muerte de cualquiera de los cónyuges. Sin embargo, si un cónyuge está
incapacitado, su tutor está legitimado para ejercer la acción de separación, pues legarle
tal posibilidad violaría el derecho a la igualdad de los esposos y a la tutela judicial
efectiva.
La separación de mutuo acuerdo
Se decretará judicialmente la separación a petición de ambos cónyuges o de uno con el
consentimiento del otro, una vez haya transcurrido 3 meses desde la celebración del
matrimonio.
para que prospere la acción de separación deben acreditarse 3 requisitos: existencia de un
acuerdo mutuo en la pretensión de separación, por eso la demanda debe interpretar la
conjuntamente los dos cónyuges; transcurso de al menos 3 meses desde la celebración del
matrimonio, aunque el matrimonio debe estar también inscrito, pues en otro caso no podrá
acompañarse a la demanda la certificación de la inscripción del matrimonio en el Registro
Civil. Esta certificación sirve para acreditar que efectivamente ha transcurrido el plazo de
3 meses; junto a la demanda debe presentarse también una propuesta de convenio
regulador de la separación.
La separación contenciosa
El desacuerdo se produce en relación al contenido del convenio regulador, no le queda
otra solución, aquel que esté interesado en la separación, que acudirá a la separación
contenciosa. Se decretará judicialmente la separación a petición de uno solo de los
cónyuges, una vez transcurridos 3 meses desde la celebración del matrimonio.
la separación contenciosa exige la concurrencia de 3 requisitos: la voluntad unilateral de
un cónyuge de separarse; a la demanda debe acompañarse una propuesta de medidas
relativas a los efectos de la separación. se trata de las medidas contenidas en los artículos
91 y siguientes CC. Lo que no impide que el demandante solicite las medidas
provisionales previas a la demanda; Deben haber transcurrido al menos 3 meses desde la
celebración del matrimonio, salvo que se acredite la existencia de un riesgo para la vida,
la integridad física, la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del
cónyuge demandante o de los hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del
matrimonio.
Efectos de la separación.
El artículo 83 CC establecer dos efectos qué van a producir la sentencia de separación:
- la sentencia o decreto de separación o el otorgamiento de la escritura pública el
convenio regulador que la determine producen la suspensión de la vida en común
de los casados.
- la sentencia de separación cesa la posibilidad de vincular bienes del otro cónyuge
en el ejercicio de la potestad doméstica. de las deudas contraídas por un cónyuge
en el ejercicio de la potestad doméstica van a responder en primer lugar los bienes
comunes de los dos cónyuges los del cónyuge que contrajo la obligación, y
subsidiariamente, los del cónyuge no deudor.
En relación a los deberes conyugales, Tras la separación legal subsisten el deber de
respeto mutuo y el de actuar en interés de la familia; también el deber de socorro y ayuda
mutua. los cónyuges siguen teniendo el derecho recíproco a la prestación de alimentos.
Se extingue el deber de fidelidad, y el deber de compartir las responsabilidades
domésticas y el cuidado de ascendientes no de descendientes.
los efectos de la separación se producen desde la firmeza de la sentencia o desde el
otorgamiento de la escritura pública.
La separación produce otros efectos: la desaparición de la presunción de paternidad
matrimonial; la innecesaridad Del consentimiento del marido para someterse la mujer a
las técnicas de reproducción asistida; la modalización del ejercicio de la patria protestad;
la innecesaria edad de asentir a la adopción que realice el otro cónyuge; entre otros.
En el ámbito patrimonial la sentencia produce otros efectos: la extinción para el
alimentista del derecho de alimentos si la si la separación se decretó por alguna de las
causas que dan lugar a la desheredación, y la facultad de revocar las donaciones realizadas
por razón de matrimonio. En relación al derecho sucesorio, el cónyuge supérstite separado
pierde su derecho a legítima, pierde el derecho a ser llamado en la sucesión intestada, y
pierde el derecho de pre de tracción sobre las ropas, mobiliario y enseres del ajuar
doméstico.
La separación de hechos
Se diferencia de la separación legal en que no hay una sentencia, decreto o escritura
pública que declare la separación.
Supone el cese efectivo de la convivencia, que requiere de dos elementos: uno objetivo,
que es la separación física y, sobre todo, otro subjetivo, que es la voluntad de no compartir
el proyecto de vida en común que implica el matrimonio.
La separación de hecho puede ser de dos tipos: de mutuo acuerdo o provocada
unilateralmente con uno de los cónyuges.
Cuando la separación de hecho es de mutuo acuerdo, es habitual que los cónyuges
plasmen documentalmente los efectos que desean que la misma produzca. Un cónyuge
podrá reclamar a otro derecho de alimentos y ambos podrán pactar sobre la cantidad que
en tal concepto han de abonarse. También podrán pactar a qué cónyuge se atribuye la
guardia y custodia de los hijos, ya que a ese cónyuge le corresponderá el ejercicio de la
patria potestad.
El convenio puede modificar el régimen económico matrimonial, siempre que se haga en
escritura pública, cómo se exige para las capitulaciones matrimoniales.
LA DISOLUCIÓN DEL MATRIMONIO
Supone la extinción sobrevenida del matrimonio.
El matrimonio se disuelve, sea cual fuere la forma y el tiempo de su celebración, por la
muerte o la declaración de fallecimiento de uno de los cónyuges y por el divorcio.
Tiene un triple contenido: enumera las tres causas de disolución del matrimonio, estas
causas de disolución opera tanto si el matrimonio se ha celebrado en forma civil o
religiosa, y se aplica con independencia de que el matrimonio se haya celebrado antes o
después de la entrada en Vigo de la Ley 30/1981.
De las tres causas de disolución contempladas en el art. 85 CC hay que ocuparse de las
dos primeras:
- La muerte. Se extingue el matrimonio con la muerte, y el cónyuge que sobrevive,
si lo desea, podrá contraer un nuevo matrimonio, sin que concurra el impedimento
de vínculo.
- La declaración de fallecimiento. El momento de la disolución es aquel en el que
la resolución que contiene la declaración de fallecimiento es firme. Extinguido el
matrimonio, cualquiera de los dos ex cónyuges pueden volver a contraer
matrimonio, entre sí o con terceros.
EL DIVORCIO
Concepto y caracteres
A diferencia de la separación, que no extingue el vínculo matrimonial, el divorcio
extingue este vínculo.
El divorcio solo puede tener lugar por sentencia que así lo declare (Art. 89 CC).
Se suprimen las causas del divorcio, por lo que el cónyuge que demande el divorcio no
tendrá que alegar causa alguna, y ni el demandado podrá oponerse a la petición por
motivos materiales, ni el juez podrá rechazarla salvo por motivos procesales. El divorcio
tampoco se concibe ya como una segunda fase, posterior a una previa separación. Ahora
separación y divorcio se configuran como dos opciones independientes.
En ambos casos cabe el divorcio ante el Secretario judicial o el notario.
MEDIDAS DEFINITIVAS
Son las que van a regir desde que adquiere firmeza la sentencia de nulidad, separación y
divorcio. Hasta esa fecha van a regir las medidas previas y provisionales o
provisionalísimas. Las medidas definitivas pueden establecerlas los cónyuges, de mutuo
acuerdo, en el convenio regulador, o el juez en la sentencia.
El convenio regulador
Negocio jurídico familiar que tiene carácter mixto, que contiene las medidas definitivas
que se aplicarán tras la sentencia o escritura pública de nulidad, separación o divorcio,
supliendo la función que debería realizar el juez si no existiera el convenio.
Los cónyuges deben presentar al juez o secretario judicial un convenio regulador cuando
la demanda de separación o divorcio se inicie de mutuo acuerdo o cuando de mutuo
acuerdo pretenda obtener la separación o divorcio ante notario. También hay otros dos
casos en donde también cabe el convenio regulador:
- En las demandas de separación o divorcio que se inician como contenciosas, si
los cónyuges quieren que se conviertan en consensuales deben entregar al juez
una propuesta de convenio regulador
- A la demanda de nulidad matrimonial también puede acompañarse convenio
regulador.
Los elementos del convenio regulador son los siguientes:
- Sujetos. Sólo pueden otorgarlo los cónyuges. No se exige el consentimiento de
los hijos, pero en la separación y divorcio ante secretario judicial o notario los
hijos mayores o menores emancipados deberán prestar su consentimiento respecto
de las medidas que les afecten.
- Forma. Que esté redactado por escrito
- Tiempo de presentación. Si hay demanda de separación o divorcio conjunta o de
mutuo acuerdo, deberá presentarse junto con la demanda. Si el procedimiento es
contencioso y se pretende continuar como consensual, deberá presentarse el
convenio regulador durante la tramitación de aquel proceso. Si se trata de una
demanda de nulidad, podrá presentarse junto a la demanda o en la vista del juicio.
En caso de separación o divorcio ante notario no está claro si los cónyuges deben
presentar su propuesta de convenio regulador o pueden servirse de la ayuda del
notario para elaborarlo
El art. 90.1 CC establece el contenido, que es el siguiente: el convenio regulador a que se
refieren los artículos 81, 82, 83, 86 y 87 deberá contiene los siguientes extremos:
a) El cuidado de los hijos sujetos a la patria potestad de ambos, el ejercicio de ésta y, en
su caso, el régimen de comunicación y estancia de los hijos con el progenitor que no viva
habitualmente con ellos.
b) Si se considera necesario, el régimen de visitas y comunicación de los nietos con sus
abuelos, teniendo en cuenta, siempre, el interés de aquéllos.
c) La atribución del uso de la vivienda y ajuar familiar.
d) La contribución a las cargas del matrimonio y alimentos, así como sus bases de
actualización y garantías en su caso.
e) La liquidación, cuando proceda, del régimen económico del matrimonio.
f) La pensión que conforme al artículo 97 correspondiere satisfacer, en su caso, a uno de
los cónyuges.
Los cónyuges o el juez podrán establecer cualquier tipo de garantía que asegure el
cumplimiento del convenio.
Para que el convenio regulador produzca efectos es necesario que sea aprobado por el
juez, que lo aprobará, salvo que sea dañoso para los hijos o gravemente perjudicial para
uno de los cónyuges.
El juez dictará la aprobación en la sentencia, salvo que este declare la separación o
divorcio, pero no apruebe alguno de los puntos del convenio, en donde el juez dará un
plazo de 10 días para que propongan un nuevo convenio sobre los puntos no aprobados y
después resolverá mediante auto. El convenio produce efectos desde que es aprobado
judicialmente.
Si el convenio se formaliza ante secretario judicial o notario, y ven que puede ser dañoso
o gravemente perjudicial para uno de los cónyuges o para los hijos mayores o menores
emancipados, lo advertirán a los otorgantes y darán por terminado el expediente.
Los acuerdos entre los cónyuges no homologados judicialmente ni aprobados por el
secretario judicial o notario no pueden calificarse como convenio regulador.
El convenio regulador judicialmente aprobado podrá ser modificado en el futuro por
acuerdo de los cónyuges, homologado judicialmente por resolución judicial a solicitud
del Ministerio Fiscal o de uno de los cónyuges. El procedimiento de modificación de
medidas definitivas se lleva a cabo a través de los arts. 770 o 777 LEC. Las medidas
incluidas en convenios aprobados por el secretario judicial o en escritura pública notarial
solo podrán ser modificadas por un nuevo acuerdo por el secretario judicial o una nueva
escritura pública, por lo que no cabe pedir al juez su modificación.
Solo cabe modificación cuando así lo aconsejen as nuevas necesidades de los hijos o el
cambio de las circunstancias de los cónyuges.
Artículo 93. El Juez, en todo caso, determinará la contribución de cada progenitor para
satisfacer los alimentos y adoptará las medidas convenientes para asegurar la efectividad
y acomodación de las prestaciones a las circunstancias económicas y necesidades de los
hijos en cada momento.
Si convivieran en el domicilio familiar hijos mayores de edad o emancipados que
carecieran de ingresos propios, el Juez, en la misma resolución, fijará los alimentos que
sean debidos conforme a los artículos 142 y siguientes de este Código.
Artículo 94. El progenitor que no tenga consigo a los hijos menores o incapacitados
gozará del derecho de visitarlos, comunicar con ellos y tenerlos en su compañía. El Juez
determinará el tiempo, modo y lugar del ejercicio de este derecho, que podrá limitar o
suspender si se dieren graves circunstancias que así lo aconsejen o se incumplieren grave
o reiteradamente los deberes impuestos por la resolución judicial.
Igualmente podrá determinar, previa audiencia de los padres y de los abuelos, que deberán
prestar su consentimiento, el derecho de comunicación y visita de los nietos con los
abuelos, conforme al artículo 160 de este Código, teniendo siempre presente el interés del
menor
No se aplica este precepto cuando los dos cónyuges son de mala fe, la mala fe deviene
por una sentencia de nulidad y no puede ser objeto de discusión.
Para determinar la cuantía, este artículo 98 nos remite a las circunstancias del 97. El
código no determina si la indemnización ha de pagarse de una sola vez o si se hará
mediante pagos periódicos, aunque se inclina más por la primera.
TEMA V. EL MATRIMONIO Y SU ECONOMÍA
Los bienes de los cónyuges están sujetos al levantamiento de las cargas del
matrimonio (hipoteca, comida, gastos de los hijos…) (art. 1318.1º parr CC).
Son cargas matrimoniales los gastos derivados de los cónyuges, de los hijos
comunes y de los no comunes que convivían en el domicilio familiar. Cuando uno
de los cónyuges incumple su deber de contribuir al levantamiento de las cargas, el
ordenamiento jurídico permite que reclame al otro la intervención judicial
conforme al régimen económico (art. 1318.2º parr CC)
Las litis expensas son aquellas en el que los cónyuges tienen reconocido este
derecho tanto en los litigios que sostengan entre ellos, siempre que no haya mala
fe ni temeridad, como con tercero, por lo que los gastos ocasionados en estos
litigios se sufragarán con el caudal común y con los bienes propios del otro
cónyuge cuando su posición económica impida obtener el beneficio de la justicia
gratuita (Art. 1318.3 CC)
Ejemplo de las litis expensas: Marido que pone los cuernos a su mujer y ésta no
tiene dinero para poder divorciarse, a la mujer le deniegan la justicia gratuita
porque el marido tiene mucho dinero, pues en este caso, al no tener recursos
propios, el marido tiene que sufragar esos gastos.
Lugar elegido por los cónyuges para desarrollar su vida familiar y presenta los
caracteres de habitabilidad, habitualidad y carácter familiar. Queda incluida la
vivienda en donde se desarrolle una actividad profesional, excepto los garajes y
los locales destinados exclusivamente a uso profesional. Para disponer de la
vivienda habitual y de los muebles de uso ordinario de la familia será necesario el
consentimiento de ambos cónyuges o autorización judicial. Los actos de
disposición sobre los que tiene que versar el sobre consentimiento sobre la
vivienda son los relativos a la venta, constitución de derechos reales, etc. El
tercero de buena fe que adquiera la vivienda habitual está protegido frente a la
eventual anulación del acto (Art. 1320 CC).
Ej: el apartamento que es mío y lo quiero vender, pero en esa venta necesariamente
debe aparecer el consentimiento del otro cónyuge al ser vivienda familiar. En el
caso de que lo venda y lo vende, el contrato sería anulable y siempre hay un límite,
que el tercero de buena fe.
Sujetos
Son los futuros contrayentes o los cónyuges. El menor no emancipado que con arreglo a
la ley pueda casarse podrá otorgar capitulaciones. El art. 1329 CC permite al menor no
emancipado otorgar capitulaciones libremente, pero recurre a un complemento de
capacidad: el concurso y el consentimiento de los padres, o del tutor, bajo sanción de
anulabilidad de las capitulaciones. Si el menor no emancipado podía bajo ciertos
requisitos contraer matrimonio, deberá también tener capacidad para otorgar
capitulaciones matrimoniales. Tras la reforma, queda suprimida la dispensa de la menor
edad, esto quiere decir, que el menor no emancipado no podrá contraer matrimonio,
quedando sin sentido la capacidad para otorgar capitulaciones que le reconoce el art. 1329
CC. Sobre el menor emancipado, puede decirse que podrá otorgar capitulaciones sin otros
límites que los señalados en el art. 323 CC.
El art. 1330 CC se refiere a la capacidad para otorgar capitulaciones del declarado incapaz
por sentencia. Se exige la asistencia de sus padres, tutor o curador. El incapacitado otorga
personalmente las capitulaciones en su nombre. La asistencia debe interpretarse como un
asentimiento que completa la limitada capacidad del otorgante. Su ausencia da lugar a la
anulabilidad de las capitulaciones.
Forma ad solemnitatem
Las capitulaciones deben constar en escritura pública como forma de validez de las
mismas, pues es un requisito bajo la sanción de nulidad absoluta.
Modificación y publicidad
Las capitulaciones pueden otorgarse tanto antes como después de la celebración del
matrimonio. El art. 1334 CC declara la ineficacia de las capitulaciones matrimoniales
prenupciales transcurrido un año desde su otorgamiento sin que se haya celebrado el
matrimonio. Se trata de un supuesto de ineficacia por caducidad.
La ineficacia de las capitulaciones es automática como consecuencia de su accesoriedad
con respecto al matrimonio. La celebración del matrimonio con posterioridad a ese plazo
no produce la convalidación. Antes del año quedan sin efecto las capitulaciones en caso
de fallecimiento o si existe un impedimento indispensable.
Artículo 1327. Para su validez, las capitulaciones habrán de constar en escritura pública.
Artículo 1328. Será nula cualquier estipulación contraria a las Leyes o a las buenas
costumbres o limitativa de la igualdad de derechos que corresponda a cada cónyuge.
Artículo 1329. El menor no emancipado que con arreglo a la Ley pueda casarse podrá
otorgar capitulaciones, pero necesitará el concurso y consentimiento de sus padres o tutor,
salvo que se limite a pactar el régimen de separación o el de participación.
Artículo 1331. Para que sea válida la modificación de las capitulaciones matrimoniales
deberá realizarse con la asistencia y concurso de las personas que en éstas intervinieron
como otorgantes si vivieren y la modificación afectare a derechos concedidos por tales
personas.
Artículo 1335. La invalidez de las capitulaciones matrimoniales se regirá por las reglas
generales de los contratos. Las consecuencias de la anulación no perjudicarán a terceros
de buena fe.
Son donaciones propter nuptias tanto los regalos de boda como las donaciones destinadas
económicamente a proporcionar la base patrimonial del matrimonio. Se encuentran
subordinadas al matrimonio futuro.
Régimen jurídico
Según el art. 1337 CC las donaciones por razón de matrimonio se rigen por las reglas
ordinarias. No se exigen especiales requisitos para la validez de la donación por lo que
pueden aparecer contenidas en capitulaciones o fuera de ellas.
Donante puede ser cualquiera, uno de los cónyuges o un tercero. Donatario será
necesariamente uno de los futuros esposos o ambos.
La capacidad del donante extraño se rige por las reglas generales de la donación ordinaria.
El art. 1338 CC altera esa regla que el donante sea uno de los futuros esposos, ya que
permite al menor no emancipado que con arreglo a la Ley pueda casarse realizar
donaciones por razón de su matrimonio, es decir, al otro futuro esposo, necesitando la
autorización de sus padres, o del tutor en su caso.
Efectos
Donación conjunta
El art. 1339 CC establece que los bienes donados conjuntamente a los esposos
pertenecerán a ambos en pro indiviso ordinario y por partes iguales, salvo que se haya
dispuesto otra cosa. La inexistencia de matrimonio en ese momento supone que el bien
donado pertenecerá con carácter privativo a ambos cónyuges, ya que no existe aún entre
los donatarios ningún tipo de masa patrimonial. La posterior celebración del matrimonio
no afectará a la calificación jurídica de lo donado.
Saneamiento
El art. 1340 CC establece una responsabilidad especial para el donante de bienes por razón
de matrimonio en el caso de evicción o vicios ocultos. El que prometa por razón de
matrimonio estará obligado a saneamiento por evicción o vicios ocultos si lo hubiera
efectuado con mala fe, que implica un conocimiento por el donante de las causas que
determinan la evicción o los vicios ocultos sin la advertencia al donatario.
El saneamiento supone el deber de indemnizar por los perjuicios que se han causado.
El art. 1341. I CC se refiere a las donaciones por razón de matrimonio de bienes presentes
de un futuro esposo al otro. Son bienes presentes los que existen en el patrimonio del
donante en el momento en que se efectúa la donación.
El art. 1341. II CC si que admite la donación de bienes futuros. Por bienes futuros ha de
entenderse aquellos que el donante deje a su muerte. Las condiciones son:
- Se tratará de donaciones que hagan entre sí los futuros esposos antes del
matrimonio
- Deberán hacerse en capitulaciones matrimoniales
- Solo para el caso de muerte
- En la medida marcada por las disposiciones referentes a la sucesión testada
Ineficacia
Para las donaciones hechas por terceros, en el art. 1343. II CC considera que la nulidad
del matrimonio equivale a un incumplimiento de cargas con independencia de la buena o
mala fe del donatario. También equivalen a un incumplimiento de cargas la separación y
el divorcio si la cusa de la ruptura es imputable al donatario según la sentencia.
Tras la reforma desaparece el viejo sistema causal quedando eliminadas las cusas en base
a las cuales se podía solicitar la separación y el divorcio. El cónyuge que pida la
separación o el divorcio no tendrá que alegar causa alguna por lo que la sentencia de
separación o de divorcio no contendrá la declaración de imputabilidad exigida por el art.
1343. II CC.
El art. 1343. III CC establece que la nulidad del matrimonio da lugar a la revocación si
existe mala fe en el donatario. La nulidad del matrimonio se reputará incumplimiento de
cargas. La separación y el divorcio, imputables según la sentencia al cónyuge donatario,
dan lugar a la revocación por considerarse formas de ingratitud.
Artículo 1336. Son donaciones por razón de matrimonio las que cualquier persona hace,
antes de celebrarse, en consideración al mismo y en favor de uno o de los dos esposos.
Artículo 1337. Estas donaciones se rigen por las reglas ordinarias en cuanto no se
modifiquen por los artículos siguientes.
Artículo 1338. El menor no emancipado que con arreglo a la Ley pueda casarse, también
puede en capitulaciones matrimoniales o fuera de ellas hacer donaciones por razón de su
matrimonio, con la autorización de sus padres o del tutor. Para aceptarlas, se estará a lo
dispuesto en el título II del libro III de este Código.
Artículo 1339. Los bienes donados conjuntamente a los esposos pertenecerán a ambos en
pro indiviso ordinario y por partes iguales, salvo que el donante haya dispuesto otra cosa.
Artículo 1340. El que diere o prometiere por razón de matrimonio sólo estará obligado a
saneamiento por evicción o vicios ocultos si hubiere actuado con mala fe.
Artículo 1341. Por razón de matrimonio los futuros esposos podrán donarse bienes
presentes. Igualmente podrán donarse antes del matrimonio en capitulaciones bienes
futuros, sólo para el caso de muerte, y en la medida marcada por las disposiciones
referentes a la sucesión testada. Artículo 1342. Quedarán sin efecto las donaciones por
razón de matrimonio si no llegara a contraerse en el plazo de un año.
Artículo 1343. Estas donaciones serán revocables por las causas comunes, excepto la
supervivencia o superveniencia de hijos. En las otorgadas por terceros, se reputará
incumplimiento de cargas, además de cualesquiera otras específicas a que pudiera haberse
subordinado la donación, la anulación del matrimonio por cualquier causa, la separación
y el divorcio si al cónyuge donatario le fueren imputables, según la sentencia, los hechos
que los causaron. En las otorgadas por los contrayentes, se reputará incumplimiento de
cargas, además de las específicas, la anulación del matrimonio si el donatario hubiere
obrado de mala fe. Se estimará ingratitud además de los supuestos legales, el que el
donatario incurra en causa de desheredación del artículo 855 o le sea imputable, según la
sentencia, la causa de separación o divorcio.
TEMA VI.- LA SOCIEDAD LEGAL DE GANACIALES
1. NOCIONES GENERALES.
La sociedad de gananciales coexiste con los patrimonios privativos de los cónyuges. Este
régimen es un régimen de comunidad limitada, es posible que entre las tres masas
patrimoniales se realicen transmisiones patrimoniales o se generen relaciones de crédito-
deuda.
Se aplica por defecto este régimen cuando no se estipulan capitulaciones o estas son
ineficaces.
Así, los cónyuges no pueden disponer individualmente de su cuota sobre un bien sino
únicamente de la parte que posean sobre el patrimonio global y solo con efectos mortis
causa.
A esto habría que añadir lo dispuesto en el articulo 1374 CC, en el caso de disolución de
la sociedad a instancia del cónyuge no deudo por embargo de bienes comunes por deudas
privativas del otro, se le aplicara la separación de bienes salvo que en 3 meses el deudor
optase en documento público por comenzar una nueva sociedad de gananciales. Puede
suceder que en capitulaciones se estipule el régimen de sociedad de gananciales. Si se
pretende establecer este régimen económico y ya se está en otro régimen, se han de
otorgar nuevas capitulaciones para modificar el régimen y establecer gananciales.
Este último párrafo, quiere decir que en los supuestos 4 y 8, los bienes seguirán
considerándose privativos aunque se compren con bienes comunes, pero habrá un derecho
de reembolso que se calcula en el momento en que la sociedad se disuelve.
2.° Los frutos, rentas o intereses que produzcan tanto los bienes privativos como los
gananciales: como inversiones en bolsa, los beneficios son gananciales, intereses,
rendimientos, frutos de bienes privativos o gananciales, son de carácter ganancial.
3.° Los adquiridos a título oneroso a costa del caudal común, bien se haga la
adquisición para la comunidad, bien para uno solo de los esposos: la atribución de un
bien a un determinado patrimonio en gananciales, tiene como regla la naturaleza de los
fondos invertidos en su adquisición, no que figure un nombre u otro. La adquisición
individual de los bienes durante la vigencia de la sociedad no determina el carácter
privativo de esas cosas a favor del cónyuge adquiriente.
4.° Los adquiridos por derecho de retracto de carácter ganancial, aun cuando lo
fueran con fondos privativos, en cuyo caso la sociedad será deudora del cónyuge por
el valor satisfecho: el bien adquirido en el ejercicio de un derecho de retracto de carácter
ganancial tendrá esa misma naturaleza aunque el dinero invertido procediera de
patrimonio privativo de uno de los cónyuges. Se deberá ejercitar el derecho de reembolso
al otro cónyuge en virtud del artículo 1358 CC.
REGLAS ESPECIALES:
Imaginemos que soy socia de una SA, titular de 10 acciones en el BBVA con
derecho de suscripción preferente, si hay ampliaciones, el BBVA me propone
comprar 2 acciones nuevas, son privativas esas 2 acciones nuevas porque era
titular de las 10 antes de contraer matrimonio. Se adquieren nuevas como
consecuencia del ejercicio del derecho de suscripción preferente, pero tienen la
misma naturaleza que las iniciales. No se pretende perjudicar al socio en la
sociedad anónima.
Si utilizo fondos gananciales para comprar las 2 privativas serian privativas con
derecho de reembolso, tendré que abonar a la sociedad la cantidad
correspondiente.
Si quiero comprar 2 más, tendrían carácter ganancial. Las dos primeras son
privativas mientras que las 2 últimas que pretendo adquirir serian gananciales.
➢ Artículo 1353 CC, los bienes donados o dejados en testamento a los cónyuges
conjuntamente y sin especial designación de partes, constante la sociedad, se
entenderán gananciales, siempre que la liberalidad fuera aceptada por
ambos y el donante o testador no hubiere dispuesto lo contrario.
Los bienes comprados a plazos por uno de los cónyuges antes de comenzar la
sociedad tendrán siempre carácter privativo, aun cuando la totalidad o parte
del precio aplazado se satisfaga con dinero ganancial. Se exceptúan la
vivienda y ajuar familiares, respecto de los cuales se aplicará el artículo
1.354.
Imaginemos que los cónyuges deciden hacer una casa invirtiendo fondos
gananciales en una parcela de uno de los cónyuges (privativo). De acuerdo con
este artículo se tendría que calificar la nueva casa como privativo aunque la
sociedad de gananciales tuviera derecho a un reembolso por el dinero invertido.
Si se prueba que el bien ha sido adquirido con dinero de carácter privativo de uno de los
cónyuges se habrá probado su naturaleza privativa y destruida la presunción de carácter
consorcial.
Si un cónyuge puede confesar que un bien es privativo del otro, también podrá confesar
que el bien es consorcial, menos gravoso para el confesante.
La confesión sobre el carácter ganancial de un bien o derecho se caracteriza por ser una
declaración unilateral que vincula y perjudica al confesante. Produce además efect0s
jurídicos entre los cónyuges y para desvirtuarlos se necesita el consentimiento del otro
cónyuge o de la resolución judicial que acredite la naturaleza privativa del bien adquirido.