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EL CASTILLO DE LAS EMOCIONES

Narradora: En un pueblo muy lejano llamado EMOTICON,


había una casa donde vivían algunas emociones.

La ira era una de ellas, quien siempre tenía cara de enojo.

La ira: ¡grrrrrr tengo acá unos bloques!!! Y es el único


juguete que tengo y me aburre grrrrr, ¿Qué hago con
esto? Grrrrrrr jugare con ellos grrrrrrrr.

Narradora: El miedo se caracterizaba porque su rostro reflejaba mucho


susto.

El miedo: Tengo mucho miedo a los insectos, y más a las arañas. ¡que
susto me da todo esto!!

Narradora: La tristeza en cambio, tenía lágrimas en sus ojos

La tristeza: Hoy estoy muy apenada. Buuuuuuu buuuuuuu. Extraño a mi


mamá.

Narradora: Otra de las emociones era la calma, quien con su tranquilidad


demostraba ser una buena amiga de la alegría, la cual siempre se la pasaba
sonriendo.

La calma: Amiga alegría hoy me siento muy tranquila, y mira. que hermosa
mañana (y respira profundo).

Alegría: siiii……… jajajajja que hermoso está la mañana, dónde todos


podremos reírnos mucho.

Narradora: Un día como era costumbre, la ira estaba enojada, pues la


alegría en medio de sus saltos por la casa, había destruido la torre de
bloque que estaba construyendo.

Alegría: lalalalalalallalal ( feliz, cantando, sonriendo derrumba los bloques)

La ira: Porque tenías que pasar por acá grrrrr lo destruiste todo.¡Que cólera
me das!

Narradora: La ira se fue muy molesta a la habitación de la calma, ya que


habían tirado su torre de bloques.

La ira: Mira lo que me hizo la alegría, derrumbo todo lo que construí con
esfuerzo grrrrr.
La calma: Ira tranquilízate, respiremos contando 5 veces, así te
tranquilizarás, ahora sí y que te parece si tú y yo podemos construir
nuevamente la torre que derrumbo la alegría. Todo tiene solución lo verás.

Narradora: La calma, tan paciente como siempre, escuchó a su amiga la ira y


mediante una de sus respiraciones, logró que estuviese menos enojada.
Luego apareció el miedo desesperado y corriendo al cuarto de la calma.

El miedo: ¡ahahahhahahah! encontré unos bichos raros en el jardín,


alguien que me ayude, ¡auxilio! ¡socorro! ¡Estos bichos me van a comer!

La calma: Miedo cálmate y vamos a respirar 5 veces, ahora escucha, eso


bichitos son animalitos de la naturaleza y no te comerán.

Narradora: L a calma con su voz y utilizando la respiración logró tranquilizar


al miedo.

Habían pasado varios minutos, cuando entró a la habitación la tristeza en un


mar de lágrimas pues el perro se había llevado su peluche preferido.

La tristeza: buuu…bu… mi peluche se llevó el perro y ahora donde lo


escondió. No podré encontrarlo. buuu buu….

Narradora: La calma, le permitió desahogarse y expresar lo que le había


sucedido con su peluche favorito.

La calma: Tristeza tranquila respiramos 5 veces, ¡muy bien estas calmada?


Ahora juntas buscaremos tu peluche y podrás jugar con ella.

Narradora: Después de sentirse escuchada, la tristeza logró estar más


tranquila junto a la calma.

La calma, vio que ya todos estaban tranquilos y les propuso buscar una
solución a lo que les estaba pasando y acompañó a cada una de las emociones.

Primero se acercó al miedo.

La calma: Muy bien amigo veo que te calmaste, que te parece si vamos al
jardín a ver el bichito que te asusto.

Mira miedo estos son bichitos que les gusta salir en la estación de la
primavera y no tienes por qué asustarte.
El miedo: Gracias calma me siento más tranquilo.

Narradora:

Después, acompaño a la tristeza en la búsqueda de su peluche, el cual fue


encontrado cerca de un árbol de manzanas que estaba alrededor de la casa.

La calma: ¡Mira tristeza, ya vez que si encontramos tu peluche que se había


llevado el perro!

La tristeza: Si amiga calma, ahora sé que llorando no solucionamos nada .

Narradora: Finalmente, la ira expresó que podía ir con la calma a buscar a


su amiga alegría, para expresarle su enojo por haberle destruido sus torres
de bloque.

La ira: Amiga calma como estoy tranquila iré a conversar con mi amiga la
alegría y decirle como me siento.

Finalmente, la calma se fue con la ira y buscaron a la alegría, quien en medio


de tantos saltos de su euforia ni siquiera se había dado cuenta que le había
destruido la torre de su amiga la ira.

La ira: amiga la alegría sentí mucho enojo al ver mis bloques tirados;

Alegría: amiga ira te pido disculpa por lo que cause. Vine tan alegre que no
me di cuenta que estaban tus juguetes ahí. ¡Lo siento! Y te ayudaré a
construir nuevamente tu torre de bloques.

Narradora: Para reparar su daño, la alegría con una sonrisa en su rostro le


construyó nuevamente la torre de bloques.

Ese día, todas las emociones del castillo descubrieron que cada una de ellas
es importante, y que ante cualquier situación de miedo, enojo o tristeza
siempre debemos buscar a la calma; quin nos ayuda a tranquilizar, buscar
soluciones, reparar daños y dibujar sonrisas de alegría en nuestro rostro.

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