Está en la página 1de 4

MEREZCO Magdalena S.

Blesa (Puerto Lumbreras,


Murcia, 1970-)

Merezco un abrazo conforme amanezca.


Y si cerrara la noche por siempre, merezco un abrazo
con todas las fuerzas.

Merezco la risa más amplia del mundo, estrenar la vida


cada vez que llegas.
Merezco el «te quiero» más noble que encuentres
escrito en colores de pronto en mi puerta, y un beso
infinito, y un cuento bonito para que me duerma.

Merezco tus manos trenzando las mías.


Merezco que lleguen a un sitio mis días, merezco que el
mundo detenga su guerra. Levanten su copa, inventen
un brindis por mí, que merezco que el mundo me quiera.
INSTRUCCIONES A MIS HIJOS ¡Cantad!
Que cantando la vida es más bella
Jamás un conato de daros la vuelta Y jamás, os hablo desde donde nazca
Jamás una huida, por muchos que sean El último soplo de vida que tenga…
Jamás ningún miedo, y si acaso os diera,
Jamás os lo noten, que no se den cuenta Jamás una huida,
Jamás un “me rindo”, si no tenéis fuerzas Por muchos que sean…
Aunque fuese a gatas, llegad a la meta
TE NECESITAS
Que nadie os acuse… ¡miradme a la cara! No te das la importancia que mereces,
Que nadie os acuse de dejar a medias un sueño y vas dejando que la vida pase,
imposible… y para ti no hay tiempo casi nunca,
(Si es que los hubiera) y nunca te regalas un detalle.
Yo no los conozco,
Y mira que llevo yo sueños a cuestas Y corres, por la prisa de los otros,
y llegas a tu vida siempre tarde,
Jamás, y os lo digo como una sentencia, ¡miradme y va pasando el tiempo, y va pasando,
a la cara! y vas envejeciendo en el paisaje.
Jamás en la vida paséis por el lado de cualquier
persona sin una sonrisa Y no se te pregunta por tu risa,
No hay nadie en el mundo que no la merezca que se fue diluyendo con la tarde.
Hacedle la vida más fácil, ¡miradme! Y siempre los demás, y para cuándo
A cada ser vivo que habite la tierra una cita contigo en cualquier parte.
Jamás se os olvide que en el mundo hay guerra Te necesitas más de lo que piensas
Por pasar de largo sin gloria ni pena delante de un y nunca te detienes a escucharte,
hombre y tienes tantas cosas que decirte,
Y no preguntarnos qué sueño le inquieta pero no te pareces importante.
Qué historia le empuja, Qué pena lo envuelve,
Qué miedo le para, Qué madre lo tuvo, Y siempre tú después, y siempre luego,
Qué abrazo le falta, Qué rabia le ronda, y siempre, para ti, más adelante.
Qué envidia lo apresa… Y siempre tú detrás, y siempre nunca,
y el tiempo, que se va sin esperarte.
Jamás, y os los digo faltándome fuerzas,
Si el mundo se para, Queda contigo en un lugar hermoso,
Os quedéis sentados viendo la manera de que otro lleva una flor para identificarte,
lo empuje: remangaos el alma, y cuéntate la historia de tu vida,
Sed palanca y rueda, ya verás como vas a enamorarte.
Tirad de la vida vuestra y de quien sea,
Que os falte camino… Porque no hay como tú nadie en el mundo,
porque en el mundo, como tú, no hay nadie.
Perded la pelea contra los enanos Y siempre los demás, y siempre luego,
¡No sed los primeros, y vas envejeciendo en el paisaje.
Que os ganen los hombres que no tienen piernas!
No sabedlo todo, Y nunca tus asuntos lo primero,
Dejad que contesten los que menos sepan y déjalo pasar que no hace falta,
y acaso el mes que viene, si se puede.
Las manos bien grandes, Y el tiempo, que te agacha la mirada.
Las puertas abiertas,
Anchos los abrazos, fuera las fronteras Y tú, cuando los años lo permitan,
y tú, cuando esta crisis un día pase,
¡Hablad un idioma claro, que se entienda y tú cuando se pueda en otra vida,
Si estrecháis la mano, hacedlo con fuerza y tú nunca jamás de los jamases.
Mirando a los ojos, Dejando una huella. Y el tic tac del reloj en tu muñeca,
Prestad vuestra vida, Regaladla entera! y vas envejeciendo en el paisaje.
Que a nadie le falte ni una gota de ella
Poesía en Té

PASE LO QUE PASE


Pase lo que pase me veréis erguida,
celebrando un lunes sin ningún motivo,
dándome un abrazo con todas mis fuerzas,
ganando una guerra mundial al destino.

Pase lo que pase, seguiré adelante.


Si se acaba el mundo, pintaré un camino.
Me veréis amable, pase lo que pase, tatuando
esperanzas, en troncos de pino.
Me veréis soñando futuros hermosos, escribiendo
cuentos, a orillas de un río.

Pase lo que pase, me veréis serena,


disparando abrazos contra el enemigo.
Inventando estrellas en cielos desiertos.
Frecuentando lluvias, rescatando olvidos.
Remendando penas y amasando versos,
fulminando rabias, calentando fríos.

Pase lo que pase, me veréis sembrando sonrisas


abiertas en campos baldíos.
Me veréis cruzando desiertos eternos,
cimentando el suelo de los espejismos.

Me veréis remando con el agua en contra,


hasta el nacimiento de mi yo más íntimo.

Pase lo que pase, tomaré mi mano, porque tengo


ganas de salir conmigo.
Pase lo que pase, me veréis erguida…me veréis de
gala sin ningún motivo,
celebrando el viento, celebrando el agua…
danzando en mi pecho con cada latido.

A mi Julia querida,
a mi niña del alma,
yo que siempre manejo
un sinfín de palabras,
hoy no encuentro ninguna,
no es ninguna adecuada.
Hoy me sobran los verbos,
los pronombres, los nombres,
hoy me sobran las tildes
y me sobran las pausas.
Solo quiero callarme
ante tanta dulzura,
solo quiero mirarte
fíjamente a la cara.
Observar la grandeza
de tus ojos marrones,
cuando miran absortos
a la luna callada.
Hoy no traigo ni epítetos,
ni hipérbaton ni anáforas,
ni sé si esto es un verso,
ni sé cómo se llama.
Solo soy una madre
que no encuentra metáforas
delante de una hija (hermana añorada)
que tuvo en sus entrañas.
Hoy no encuentro ironías,
ni oxímoron, ni nada.
Hoy cumple quince años
la luna en tu mirada.
Hoy, mi mejor poema
para ti, son mis lágrimas.

También podría gustarte