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Danza Somática
Danza Somática
La mandíbula superior se conecta a las cuencas de los ojos y crece profundamente en el cráneo. El
tamaño, la forma y la ubicación de este hueso determinan directamente la posición de la nariz, los
ojos, los pómulos, el paladar, los dientes superiores y la mandíbula inferior. La maloclusión
complicada, los diferentes tamaños de ojos, el tabique desviado pueden ser el resultado del
desplazamiento de la mandíbula superior.
Si este hueso se mueve hacia atrás, bloqueará el movimiento hacia adelante de la mandíbula y
esto provocará el apiñamiento de los dientes inferiores. Desde el punto de vista cosmético, una
mandíbula apretada es sinónimo de mentón caído, mejillas y mejillas de bulldog poco atractivas
(foto 3).
La mejor manera de entender cómo se relaciona esta información con usted es mirar su foto de
perfil.
Son los pómulos los que en gran medida hacen que la cara sea atractiva. El maxilar correctamente
avanzado afecta directamente la ubicación de los pómulos. Estos huesos están conectados a las
cuencas de los ojos, y su posición correcta brinda suficiente soporte para los ojos, evitando que
caigan hacia adentro.
La posición del maxilar superior es tan importante que afecta nuestra postura y la estructura de
nuestro cuerpo en general.
Pero, ¿qué fuerza hace que la mandíbula superior sobresalga hacia adelante? La fuerza impulsora
que cambia nuestra estructura craneofacial es la fuerza que actúa sobre la mandíbula desde el
interior por el músculo más fuerte de nuestro cuerpo: ¡la lengua!
Continúa en el carrusel de fotos. ¡Desliza la primera foto a la izquierda!
¡Salud!💚
@patakara_original.ru
Danza Somática®
Está diseñado para habitar el cuerpo y descubrir su funcionamiento a través de dinámicas en torno
al movimiento, la conciencia sensorial, la atención, la danza y el silencio.
Moverte de la misma manera, bailar siempre de la misma manera te lleva a que repitas tu pasado
una y otra vez. Nuestros hábitos de movimiento, pensamiento, emoción y percepción del entorno
trabajan dentro de un mismo equipo, no se pueden separar.
La educación somática es un camino integral que permite que el Ser humano se descubra en su
propio movimiento y llegue a transformarse promoviendo su propio bienestar psico-físico.
“Soma”: vida, consciente, corporal. Relativo al cuerpo vivo y experiencial. El cuerpo no está
separado de la mente, es el cuerpo-mente.
"El propósito de mi método es que el cuerpo esté organizado para moverse con un mínimo
esfuerzo y máxima eficacia, no a través de la fuerza muscular, sino de un mayor conocimiento de
su funcionamiento."
Moshé Feldenkrais
lo posible fácil
y lo fácil elegante."
Moshé Feldenkrais
Descansa dijo, descanso de qué pensé yo. Cuál fue mi sorpresa cuando noté que la pierna derecha
había crecido. Sin esfuerzo, sin forzarme. No lo podía creer, sin hacer estiramientos. Seguimos la
lección y fui notando como mi cuerpo iba cambiando, cómo si yo fuera un tipo de arcilla blanda y
moldeable.
Cuando nos pusimos de pie, me sentía más larga, ligera, el exceso de mi curva lumbar había
desaparecido. Estaba increíblemente sombrada. Llevaba muchos años intentando llevar mi cuerpo
a ese estado desde la tensión, el esfuerzo, los estiramientos, y resulta que había una manera
mucho más fácil de lograrlo.
Comenzamos a improvisar, ahí fue cuando decidí que yo iba a profundizar en este método. Bailaba
sin esfuerzo, ligera, conseguía girar, saltar, desplazarme de una manera mucho más eficiente y
mucho más placentera.
Bailo porque es lo más difícil que he hecho en mi vida. Cuestiona mis propias limitaciones y mi
propia habilidad para aprender. En la práctica del movimiento puedo examinar mi experiencia de
ideas, y al bailar practico el ser en todo mí ser. Mi movimiento me revela. Mi cuerpo manifiesta
mis ideas. Para mí es la sensación que experimento cuando bailo que hace que la danza valga la
pena. La libertad que emerge a través de la práctica directa de mi propio ser cinestésico en el
mundo.
Como bailarina de danza contemporánea independiente, a lo largo de todos estos años, he ido
desarrollando una manera particular de moverme que podría ser percibida como la acumulación
de diversos factores, incluidos los enfoques de formación, las huellas de movimiento que han
dejado los distintos procesos coreográficos en los que he participado y mi estructura anatómica.
El filósofo y educador somático, Thomas Hanna, introdujo el término “Somatics” como “el campo
que estudia el soma: es decir, el cuerpo percibido desde el punto de vista de la primera persona”
(Hanna, 1986). La educación somática implica aumentar la conciencia y la comunicación para
permitir una relación más eficiente e integrada entre la mente y el cuerpo. “Es ‘somática’ en el
sentido de que el aprendizaje ocurre dentro del individuo como un proceso internalizado” (Hanna,
1990).
Tanto la exploración, como los procesos internos proporcionados por las prácticas somáticas
fueron y son importantes para abordar ideas como cambio, elección y exploración de nuevos
descubrimientos. Todas estas nuevas ideas sobre cómo involucrarme en mi práctica de danza
tanto como alumna, intérprete-creadora, y posteriormente Profesora de Danza, me han permitido
estar abierta a la reorganización y transformación de mis conocimientos, siendo un aporte muy
significativo a la hora de desarrollar herramientas para abordar procesos creativos, en clases de
danza y en la performance.
Por medio del estudio de las prácticas somáticas somos capaces de cambiar patrones
neuromusculares, para que podamos comenzar a aprender de nuevo, para ser conscientes de
nuestros cuerpos. Es un proceso difícil, a veces tedioso y árido. Requiere paciencia y
perseverancia, pero puede ser fructífero y muy esclarecedor.
Mi primera experiencia en las prácticas somáticas fue muy reveladora, porque empecé a entender
la relación entre mi mente y mi cuerpo mientras me movía. Descubrí lo importante que es tener
un compromiso mental durante el movimiento. El cuerpo y la mente crean un enfoque de
exploración que es muy beneficioso para la creatividad, porque ayuda con el difícil proceso de
dejar ir todas las ideas y movimientos que están preestablecidos en mi cuerpo. Me ayuda a
abrirme a nuevas posibilidades y me permite aceptarlas.
La educación somática considera la experiencia esencial para el aprendizaje y esto es apoyado por
la responsabilidad compartida entre el estudiante y el profesor al construir un proceso de
aprendizaje.
La conciencia somática aplicada a la danza puede proporcionar objetivos sensoriales que apoyen
un movimiento más completo y más eficiente, ayudando así a un sentido más integrado de la
conectividad de todo el cuerpo. Se puede argumentar que muchas técnicas de danza podrían
hacer esto, aunque quizás sea más fácilmente aplicable a las clases que dirigen la atención de los
estudiantes hacia un enfoque experiencial y experimental del movimiento de su propio cuerpo:
técnicas que no necesariamente tienen requisitos para un resultado estético específico del
material de movimiento.
Por otra parte, las prácticas somáticas nos permiten tomar conciencia del hábito, una forma
particular de desplazamiento, de manera que pueda introducirse un sustituto o una alternativa.
Cuando ambas opciones quedan claras, se puede hacer una elección. Es entonces cuando tenemos
un punto de referencia interno para el desempeño futuro a través del entrenamiento de la auto-
regulación de nuestras opciones de movimiento. La conciencia somática puede ayudarnos a notar
y clarificar nuestras propias decisiones en colaboración con el profesor y/o coreógrafo.
Dr. Moshe Feldenkrais (1904-1984), pionero educador somático que creó el método Feldenkrais
usaba la palabra “conciencia” “para denotar conciencia-de, más conocimiento” (Feldenkrais,
1981).
El Método Feldenkrais, postula que con la conciencia interna uno puede entender sus límites y su
potencial en movimiento. Mediante el desarrollo de la conciencia interna se busca aumentar la
comodidad y la gama de movimiento, mejorar la flexibilidad y la coordinación, y producir
habilidades motoras eficientes. Para iniciar el desarrollo de la conciencia, los estudiantes de
Feldenkrais son dirigidos hacia dónde llevar su atención, dónde notar ciertas sensaciones y dónde
notar el cambio o las diferencias. Moshe Feldenkrais declara:
“… Si haces algo y no sabes lo que estás haciendo, entonces es incorrecto para ti. Si usted sabe lo
que está haciendo, entonces lo que haga es correcto para usted. Como seres humanos, tenemos la
habilidad peculiar que otros animales no tienen, y eso es saber lo que estamos haciendo. Así es
como tenemos libertad de elección”.
(Feldenkrais, 1981)
Es la conciencia la que nos permite escuchar los mensajes internos de nuestros cuerpos y por lo
tanto nos permite tener algún control sobre ellos. Además, puede ampliar nuestro campo de
percepción y permitirnos habitar físicamente nuestros cuerpos. Puede darnos el potencial para
una gama diversa de movimiento, fuera de los patrones habituales. La intención detrás del énfasis
en desarrollar la conciencia a través del movimiento es abrir nuestra experiencia: para darnos una
mirada en la posibilidad de la transformación, el mundo de las nuevas elecciones.
Para comenzar el desarrollo de, o para mejorar mi sentido de la conciencia, intento dirigirme hacia
dónde llama mi atención, dónde observar ciertas sensaciones, y dónde notar cambios o
diferencias. En los procesos de aprendizaje que he participado intento que ocurran no sólo con el
movimiento, sino con la conciencia del proceso de movimiento. Es esta experiencia de conciencia
encarnada fundamental para mí, y que intento aplicar en mi práctica tanto como profesora de
danza, coreógrafa e intérprete en los procesos creativos.
La Ley de Weber-Fechner o Ley de la diferencia mínima perceptible, S.XIX, fue la primera ley de la
psicofísica. Una de las contribuciones más importantes en este ámbito científico. Las leyes de la
psicofísica establecen relaciones entre estímulos y la forma en que uno los percibe.
Esta ley establece una relación cuantitativa entre la magnitud de un estímulo físico (sonido, luz,
actividad muscular, etc.) y el cambio necesario que se debe producir en dicho estímulo para que
una persona perciba la diferencia.
Las relaciones entre percepción y estímulo cambian según cuál sea este:
Imagínate que estás sentad@ en una habitación con 180 velas encendidas. Si de repente una se
apaga serías capaz de percibir que hay menos luz. Pero si estuvieses en una habitación con 200
velas encendidas y se apaga una no tendrías la percepción de menos luz.
Ahora imagínate cargando una mochila por la montaña de 10kg. Si añades una botella de agua de
500ml serías capaz de percibir el aumento de peso. Pero si la botella de agua es inferior a 250ml
no sentirías diferencia alguna.
Esto nos indica que cuanto mayor es la magnitud o intensidad de un estímulo, mayor tiene que ser
el cambio para sentir la diferencia y, lo contrario, a menor intensidad o magnitud de un estímulo el
cambio que se necesita para percibir diferencias será menor.
Para poder sentir es necesario, en primera instancia, reducir el esfuerzo físico. Es necesario reducir
la tensión ya que un movimiento eficaz es aquel que se realiza utilizando la fuerza
inteligentemente y no mediante un esfuerzo inútil. No se trata de una relajación profunda si no de
usar la fuerza de manera controlada, dirigida, organizada en la acción.
Esto te permite diferenciar con precisión todo lo que haces y así autorregularte y autorganizarte
mejor. Tomar consciencia de tus hábitos y al mismo tiempo vas descubriendo nuevas posibilidades
más eficientes y cómodas de moverte y accionar en el mundo.