HÁBITOS DE ESTUDIO

Los hábitos de estudio son el conjunto de rutinas que utilizan los estudiantes para adquirir y
aprovechar al máximo los conocimientos escolares. Un hábito se puede adquirir con la práctica
constante y diaria por, al menos, 21 días.

Algunos hábitos escolares son:

- Organizar las actividades haciendo uso de la agenda.

- Al estudiar, dar un tiempo de descanso. Por ejemplo, 25 minutos de estudio sostenido y 5
minutos de descanso. Pueden variar estos intervalos de acuerdo a las características del
estudiante.
- Estar descansado antes de estudiar
- Dormir 8 horas seguidas durante la noche favorece el aprendizaje. (El aprendizaje de todo
el día se consolida durante la fase REM, sueño profundo)
- Alimentarse adecuadamente.
- Tener un lugar ventilado y bien iluminado para estudiar; así mismo, una silla cómoda para
estudiar.
- Cuando se va a estudiar, tener todos los materiales que se van a utilizar cerca. Si se tiene
que estar levantando para un material favorece la distracción y se pierde la atención y/o
concentración que se tenía.
- Observar si la música actúa como un factor que favorece la concentración o la distracción.
Si es el segundo, no es recomendable escucharla durante el estudio.
- Revisar los apuntes, mayormente, de los temas que se tiene mayor dificultad.
- Estudiar las materias que resultan más “complicadas” en los momentos que se tiene
mayor concentración.

Hábitos que NO apoyan el aprendizaje:

- “Estudiar” un día antes, aunque sea hasta la madrugada.

- Copiar tareas y ejercicios
- “Estudiar” en la cama o con el celular a un lado
- No tener notas propias para estudiar los temas
- Postergar la realización de tareas, entre menos tiempo dediquen a realizarla, se sacrifica
más calidad en la tarea y aprendizaje.