Está en la página 1de 30

“AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA NACIONAL”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUMBES


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA PROFESIONAL DEL DERECHO

TEMA:
CASO ZEGARRA MARIN VS PERÚ
CASO VERA ROJAS Y OTROS VS CHILE

ASIGNATURA:
DERECHOS HUMANOS
.
CICLO:
VI

DOCENTE:
Dr. Cesar ayala Ruiz

INTEGRANTES:
IMAN QUIROGA, LUZ AMELIA
BODERO ZARANGO, LUZ
LUNA DIOS, XIOMARA
MARTINEZ LANDACAY, SERGIO

TUMBES– PERÚ

2022
Tabla de contenido
CASO ZEGARRA MARIN VS PERÚ ..........................................................................................................................3
1. INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA Y OBJETO DE LA CONTROVERSIA .............................................3
1.1. Trámite ante la Comisión. ...................................................................................................................3
1.2. Hechos. ....................................................................................................................................................5
1.3. Excepciones preliminares y cuestiones previas ..........................................................................6
1.4. Fondo .......................................................................................................................................................6
1.5. DENUNCIAS PRESENTADAS CONTRA MAGISTRADOS Y FUNCIONARIOS CON
POSTERIORIDAD AL RECURSO DE REVISIÓN ................................................................................................9
1.5.1. Denuncia por la presunta comisión del delito de prevaricato ..................................................9
1.5.2. Denuncia contra el Fiscal Provincial Penal ..................................................................................10
1.6.1. Principio de presunción de inocencia ...........................................................................................10
1.6.2. Principio de garantías judiciales .....................................................................................................10
1.7. INDEMNIZACIÓN COMPENSATORIA .....................................................................................................11
1.7.1. Daño material .......................................................................................................................................11
1.7.2. Daño inmaterial ....................................................................................................................................13
1.7.3. Costas y gastos ...................................................................................................................................13
1.7.4. Reintegro de los gastos al Fondo de Asistencia Legal de Víctimas .....................................14
1.8. PUNTOS RESOLUTIVOS DE LA CORTE ...............................................................................................14
CASO VERA ROJAS Y OTROS VS CHILE ...........................................................................................................16
2. INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA Y OBJETO DE LA CONTROVERSIA ...........................................16
2.1. Trámite ante la Comisión. .................................................................................................................17
2.2. Análisis del caso concreto .......................................................................................................................17
2.3. REPARACIONES .........................................................................................................................................22
2.4. Parte Lesionada ...................................................................................................................................22
2.5. Medidas de restitución y rehabilitación ........................................................................................23
2.6. Consideraciones de la Corte ............................................................................................................24
2.7. Medidas de satisfacción ....................................................................................................................24
2.8. Consideraciones de la Corte ............................................................................................................24
2.9. INDEMNIZACIONES COMPENSATORIAS .............................................................................................25
2.10. Daño material .......................................................................................................................................25
2.11. Daño inmaterial ....................................................................................................................................25
2.12. Consideraciones de la Corte ............................................................................................................25
2.13. Costas y gastos ...................................................................................................................................26
2.14. PUNTOS RESOLUTIVOS DE LA CORTE .......................................................................................27
3. CONCLUSIONES .....................................................................................................................................29
4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ......................................................................................................30

pág. 2
CASO ZEGARRA MARIN VS PERÚ

1. INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA Y OBJETO DE LA CONTROVERSIA


El caso sometido a la Corte. El 22 de agosto de 2014 la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (en adelante “la Comisión” o “la Comisión Interamericana”) sometió el caso Zegarra Marín
contra la República del Perú (en adelante “el Estado” o “Perú”) ante la jurisdicción de esta Corte.
De acuerdo con la Comisión, el caso se relaciona con la presunta violación al principio de
presunción de inocencia y al deber de motivación de las sentencias en perjuicio del señor Agustín
Bladimiro Zegarra Marín (en adelante “Zegarra Marín”), quien fue condenado por la Quinta Sala
Penal de la Corte Superior de Justicia el 8 de noviembre de 1996 por los delitos contra la
administración de justicia (encubrimiento personal), contra la fe pública (falsificación de documentos
en general) y corrupción de funcionarios. Según la Comisión, dicha autoridad judicial fue explícita
en indicar que el único elemento de prueba en contra del señor Zegarra Marín eran las
declaraciones de sus coimputados. Además, la Sala no motivó las razones por las cuales las
pruebas que contradecían directamente las declaraciones de los coimputados no generaban duda
sobre la responsabilidad penal de la víctima. La Comisión consideró que la condena penal de una
persona sobre la base exclusiva de la “factibilidad” de los hechos indicados en la declaración de un
coimputado, debe ser considerada bajo el principio de presunción de inocencia. Asimismo, la
Comisión encontró una manifiesta inversión de la carga de la prueba cuando la Quinta Sala Penal
señaló que “no había surgido prueba de descargo contundente que lo hiciera totalmente inocente
de los ilícitos que se le imputaban”. Adicionalmente, la Comisión consideró que el recurso de nulidad
resuelto no cumplió con el derecho a recurrir el fallo y que ni dicho recurso ni el de revisión
constituyeron recursos efectivos frente a las violaciones al debido proceso generadas en la
sentencia condenatoria de primera instancia. De acuerdo con la Comisión, lo anterior implicó
afectaciones a la presunción de inocencia y al derecho a recurrir del fallo, así como al derecho a la
protección judicial en perjuicio del señor Zegarra Marín.
1.1. Trámite ante la Comisión.
El trámite ante la Comisión fue el siguiente:
a) Petición: El 16 de mayo de 2000 la Comisión recibió una petición presentada por el señor
Agustín Bladimiro Zegarra Marín (en adelante “la presunta víctima”) contra Perú por la
violación de los artículos 5, 7, 8, 9, 10, 11, 24 y 25 de la Convención Americana.
b) Informe de Admisibilidad: El 19 de marzo de 2009 la Comisión emitió el Informe de
Admisibilidad No. 20/09 (en adelante “Informe de Admisibilidad”), en el que concluyó que
tenía competencia para conocer la petición y decidió admitirla sobre la presunta violación de
pág. 3
los artículos 8 y 25 de la Convención, en conexión con las obligaciones establecidas en el
artículo 1.1 del mismo instrumento. La Comisión también declaró que la petición era
inadmisible en cuanto a la presunta violación de los derechos consagrados en los artículos
5, 7, 9, 10, 11 y 24 de la Convención Americana.
c) Informe de Fondo: El 2 de abril de 2014 la Comisión aprobó el Informe de Fondo No. 9/14,
en los términos del artículo 50 de la Convención Americana (en adelante “Informe de Fondo”
o “Informe 9/14”), en el cual llegó a la siguiente conclusión, y formuló varias recomendaciones
al Estado, a saber:

Conclusión: La Comisión concluyó que:


d) El Estado era responsable por la violación de los derechos a la presunción de inocencia y el
derecho a recurrir el fallo y a la protección judicial, establecidos en los artículos 8.1, 8.2 y 25
de la Convención Americana, en relación con las obligaciones estatales establecidas en el
artículo 1.1 del mismo instrumento, en perjuicio del señor Zegarra Marín.

Recomendaciones: En consecuencia, la Comisión hizo al Estado una serie de


recomendaciones:
 Disponer las medidas necesarias para que, en caso de que el señor Zegarra Marín
así lo solicite, se deje sin efecto la sentencia condenatoria y se efectúe una nueva
valoración conforme al principio de presunción de inocencia, acorde a los estándares
establecidos en el presente Informe. De ser el caso y, conforme al resultado de dicha
valoración, el Estado deberá eliminar los antecedentes penales y cualquier otro efecto
de la condena en perjuicio del señor Zegarra Marín; y
 Disponer una reparación integral a favor del señor Zegarra Marín por las violaciones
declaradas en el presente Informe.
e) Notificación al Estado. El Informe de Fondo fue notificado al Estado mediante comunicación
de 22 de mayo de 2014, otorgándosele un plazo de dos meses para informar sobre el
cumplimiento de las recomendaciones.
f) Informe de cumplimiento. El 23 de julio de 2014 el Estado presentó un informe en el cual
indicó que no incurrió en las violaciones declaradas en el Informe de Fondo y, por lo tanto,
que no correspondía revisar la condena ni disponer ningún tipo de reparación.
g) Sometimiento a la Corte. El 22 de agosto de 2014 la Comisión sometió el presente caso a la
jurisdicción de la Corte respecto de la totalidad de los hechos y violaciones de derechos

pág. 4
humanos descritos en el Informe de Fondo, y “por la necesidad de obtención de justicia”.

La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos reiterada en el caso Zegarra


Marín vs. Perú, fue emitido el 15 de febrero de 2017, la cual sanciona al Estado peruano por
vulnerar el derecho a la presunción de inocencia del ciudadano Agustín Bladimiro Zegarra Marín.
Así mismo, en 1996, Zegarra Marín fue condenado por la Quinta Sala Penal de la Corte Superior
de Justicia de Lima por la comisión de los delitos contra la administración de justicia
(encubrimiento personal), contra la fe pública (falsificación de documentos en general) y
corrupción de funcionarios.
La Corte IDH toma a consideración que durante el proceso se vulneraron los derechos a la
presunción de inocencia y a la protección judicial. La única prueba que se utilizó para condenarlo
fue la declaración de los coimputados y además no pudo acceder a un recurso adecuado para
plantear la nulidad del fallo.
1.2. Hechos.
Del 10 de marzo al 28 de septiembre de 1994, el señor Zegarra Marín fue subdirector de
Pasaportes del Servicio de Migración y Naturalización del Perú. Entre agosto de 1994 y octubre
de 1994 se anunció a través de los medios de comunicación la posible existencia de pasaportes
mal tramitados, entre ellos el Sr. Manrique Carreño, quien recibió una orden de arresto por
fraude financiero. Según informes de prensa, se suponía que el pasaporte debía estar firmado
por el señor Zegarra Marín. El 12 de septiembre de 1994 se nombró un fiscal ad hoc para llevar
el caso de Manrique.

La investigación se produce cuando los fiscales culpan a diferentes departamentos de


inmigración como autores de presuntas violaciones relacionadas con el trato pasaporte ilegal.
El 21 de octubre, los fiscales presentaron cargos contra 11 personas, incluido el Sr. Zegarra
Marín. El mismo día, el juez del trigésimo séptimo juzgado penal La Corte Suprema de Justicia
de Lima emitió una orden de aprehensión. La detención fue apelada nuevamente y el 22 de junio
de 1995 fue cancelada por considerar que Los cargos contra el Sr. Zegarra Marín han
desaparecido. Decidido a declararse culpable de la falsificación de sus firmas, recuperó su
libertad 30 de junio de 1995, Zegarra Marín estuvo detenido por más de ocho meses.

El 8 de noviembre de 1996 la Sala Quinta Penal de la Corte Suprema de Justicia dictó sentencia
y es ahí donde se condena al señor Zegarra Marín por obstrucción a la justicia (ocultamiento

pág. 5
personal), contrario a la opinión pública (falsificación general) y corrupción de funcionarios,
condenado a cuatro años de prisión, suspensión condicional al pago de S/. 3000 nuevos soles.
El concepto de daños civiles es una creencia basada en la decisión a los hechos expuestos en
la declaración del coacusado.

Zegarra Marín apeló el sobreseimiento. La primera sesión el 17 de diciembre de 1997 la Sala


Temporal del Tribunal Supremo dictó sentencia, la cual confirmaría la sentencia de primera
instancia y otras sanciones adicionales. Así mismo, el 14 de septiembre de 1998 el señor
Zegarra Marín recurrió al presidente de la Corte Suprema de Justicia para revisión ante el
presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República, el cual fue declarado improcedente.
1.3. Excepciones preliminares y cuestiones previas
El Estado interpuso tres excepciones preliminares, las cuales fueron rechazadas, también afirma
dos "aspectos procesales" que se referían a la determinación de los límites de las controversias,
sobre el primer aspecto procedimental (con sustracción libertad), el tribunal decidió no hacer
ningún pronunciamiento al respecto. La presunta victimización está relacionada con el derecho
a la libertad personal porque no es o se han propuesto recursos internos para buscar una posible
compensación interna después del lanzamiento. En cuanto al segundo aspecto procesal
(formalidad hechos separados), el tribunal concluyó que los hechos alegados se relacionan con
la jubilación no excluyó al señor Zegarra Marín de la lista de méritos Se acepta la jurisdicción de
la corte, la práctica de este país.
1.4. Fondo
Bajo la sospecha de violación del artículo 8 del Tratado de EE. UU. y disputas de acuerdo con
las normas del debido proceso, y el principio de presunción de inocencia y deber de justificar el
juicio en perjuicio de la presunta víctima. Con base en lo anterior, el tribunal resolvió bajo las
siguientes condiciones.
En relación con el alcance del principio de presunción de inocencia, la Corte resaltó que este
principio es un eje rector en el juicio y un estándar fundamental en la apreciación probatoria que
establece límites a la subjetividad y discrecionalidad de la actividad judicial. Así, en un sistema
democrático la apreciación de la prueba debe ser racional, objetiva e imparcial para desvirtuar
la presunción de inocencia y generar certeza de la responsabilidad penal. Respecto del valor
probatorio de las declaraciones de coimputados, la Corte resaltó que las declaraciones de los
coacusados revisten valor indiciario y, por consiguiente, forman parte de la prueba indirecta o
indiciaria, debiendo valorar sus contenidos conforme a los principios de la sana crítica; es decir,

pág. 6
que para alcanzar una condena es necesario que sean varios los indicios y que, entre ellos,
sean serios y precisos, así como concordantes. El coimputado no tiene el deber de presentar
declaraciones dado que realiza un acto sustancial de defensa, a diferencia del testigo.

Respecto de la carga probatoria y la inversión de la misma, la Corte reiteró que la demostración


fehaciente de la culpabilidad constituye un requisito indispensable para la sanción penal, de
modo que la carga de la prueba recae en la parte acusadora y no en el acusado, y que el
acusado no debe demostrar que no ha cometido el delito que se le atribuye, ya que el onus
probandi corresponde a quien acusa y cualquier duda debe ser usada en beneficio del acusado.
En consecuencia, al presumir la culpabilidad del inculpado, requiriendo que sea éste quien
demuestre su inculpabilidad, se vulnera el derecho a la presunción de inocencia. Asimismo,
destacó que la carga de la prueba en procesos penales se sustenta en el órgano del Estado,
por lo que no existe la obligación del acusado de acreditar su inocencia ni de aportar pruebas
de descargo. Es decir, la posibilidad de aportar contraprueba es un derecho de la defensa para
invalidar la hipótesis acusatoria, contradiciéndola mediante contrapruebas o pruebas de
descargo compatibles con hipótesis alternativas contra hipótesis, que a su vez la acusación tiene
la carga de invalidar.

En relación con lo anterior, la Corte encontró que el principio de presunción de inocencia no se


respetó en el caso bajo análisis, toda vez que la sentencia condenatoria del señor Zegarra Marín
invirtió la carga de la prueba al establecer que “no surgió una prueba de descargo contundente
que lo hiciera totalmente inocente de los ilícitos que se le imputaban”. Adicionalmente, la Corte
constató que en la sentencia condenatoria emitida por la Quinta Sala Penal se enunciaron
pruebas de oficio y de descargo que supuestamente podrían haber favorecido al inculpado,
mismas que no fueron analizadas. En este sentido, la Corte determinó que la Quinta Sala Penal
incumplió con su obligación de valorar racional y objetivamente las pruebas de cargo y descargo,
y las pruebas de oficio, así como en su obligación de desvirtuar las hipótesis de inocencia que
surgiera a partir de estas pruebas, a fin de determinar la responsabilidad penal.

En este sentido, la Corte constató que la sentencia condenatoria careció de una debida
motivación, ya que las pruebas de descargo y de oficio sólo fueron enunciadas sin haberse
realizado un análisis de las mismas, ni se señaló la apreciación de las pruebas en las que se
fundó la culpabilidad ni las circunstancias del delito. Además, la Corte observó que de la

pág. 7
sentencia no se desprenden las razones por las cuales los jueces consideraron que los hechos
atribuidos al señor Zegarra Marín se subsumían en las normas penales, por lo que del fallo no
se derivaban las circunstancias de tiempo, modo y lugar de cada uno de los delitos por los que
fue acusado. Finalmente, la Corte estimó que la omisión en la motivación del fallo tuvo un
impacto directo en el ejercicio de los derechos a la defensa y a recurrir el fallo.

En razón de lo anterior, la Corte concluyó que, para efectos del presente caso, el Estado violó
el principio de presunción de inocencia del señor Zegarra Marín y no garantizó la motivación del
fallo. En particular, se le invirtió la carga probatoria, las declaraciones de lo coimputados no
fueron corroboradas ni analizadas con la prueba en su conjunto, a fin de determinar la
responsabilidad penal más allá de toda duda razonable, lo cual además quedó evidenciado con
la falta de motivación de la decisión judicial, vulnerando la obtención de un fallo debidamente
razonado, el cual garantizara la posibilidad de su impugnación. Por tanto, el Estado fue
declarado internacionalmente responsable de la violación de los artículos 8.1 y 8.2 de la
Convención Americana, en perjuicio del señor Zegarra Marín. Respecto de la alegada
vulneración de los artículos 8.2.h y 25, la controversia consistió en analizar, por una parte, el
derecho a recurrir el fallo de primera instancia a través del recurso de nulidad, y, por otra parte,
la idoneidad del recurso de revisión. La Corte estableció que, en aras de resolver las cuestiones
planteadas por el recurrente, resultaba necesario que la Primera Sala de la Corte Suprema
hiciera referencia a las impugnaciones del señor Zegarra Marín, y se pronunciara sobre las
principales cuestiones planteadas. Lo anterior a fin de garantizar la posibilidad de un examen
integral de la sentencia recurrida, a la luz de las características de la doble conformidad. Al
respecto, la Corte recordó que el recurso efectivo implica que el análisis por la autoridad
competente de un recurso judicial no puede reducirse a una mera formalidad, sino que debe
examinar las razones invocadas por el demandante y manifestarse expresamente sobre ellas.

En este sentido, la Corte constató que la Primera Sala Penal Transitoria resolvió el recurso de
nulidad, planteado por el señor Zegarra Marín durante la audiencia celebrada el 8 de noviembre
de 1996, limitándose a confirmar las consideraciones de la sentencia condenatoria de primera
instancia, sin pronunciarse sobre los argumentos principales presentados por el recurrente. La
Corte estimó que, en vista que la instancia recursiva no garantizó en la práctica una revisión
integral de la sentencia condenatoria, en el caso concreto este recurso careció de eficacia. En
consecuencia, concluyó que el Estado violó el derecho a recurrir el fallo ante juez o tribunal

pág. 8
superior, dispuesto en el artículo 8.2 (h), así como del artículo 25 de la Convención, en tanto
que no contó con un recurso efectivo que tutelara los derechos vulnerados.

En relación con la idoneidad del recurso de revisión, la Corte consideró que, al momento de los
hechos, este recurso no era el mecanismo previsto por el ordenamiento peruano para impugnar
en lo general la sentencia condenatoria, pues consistía en un recurso extraordinario que operaba
bajo causales taxativas, y el reclamo del señor Zegarra Marín no se ajustaba a las mismas, por
lo que no consistía en el recurso adecuado para el caso concreto. En virtud lo anterior, no resultó
procedente analizar la efectividad del recurso de revisión, por lo que el Estado no fue encontrado
responsable por la violación del artículo 25.1 de la Convención. Finalmente, en referencia a la
alegada violación del artículo 2 de la Convención Americana, en relación con los recursos en
análisis, la Corte estimó que dicho alegato de los representantes fue elaborado de manera
extemporánea, por lo que no se pronunció al respecto.

1.5. DENUNCIAS PRESENTADAS CONTRA MAGISTRADOS Y FUNCIONARIOS CON


POSTERIORIDAD AL RECURSO DE REVISIÓN
1.5.1. Denuncia por la presunta comisión del delito de prevaricato
El señor Zegarra Marín interpuso denuncia por los delitos de prevaricato, fraude procesal y
falsedad genérica contra los tres Vocales de la Quinta Sala Penal. El 9 de junio de 2003 la
Fiscalía Suprema de Control Interno del Ministerio Público emitió un informe en el cual señaló
que se encontraron indicios de la comisión del delito de prevaricato, regulado en el artículo 418
del Código Penal. El informe concluyó que existían indicios de que la sentencia condenatoria de
8 de noviembre de 1996 se había sustentado en hechos falsos y pruebas inexistentes, y habría
contravenido lo dispuesto por diversas normas legales, entre ellas los artículo 2 parágrafo e)
inciso 24 (principio de presunción de inocencia) y 139, inciso 5 (deber de motivación) de la
Constitución Política; el artículo 8.2 de la Convención Americana, y el artículo 285 del Código
de Procedimientos Penales (condenar con base en pruebas que acrediten la culpabilidad). El
29 de octubre de 2003 la Fiscal de la Nación declaró infundada la denuncia por el delito de
prevaricato interpuesta por el señor Zegarra Marín. El 9 de enero de 2004 el señor Zegarra
Marín interpuso una demanda de amparo109 contra la Fiscal de la Nación con el fin de que se
declarara la nulidad de la Resolución dictada y se expidiera una nueva decisión, de conformidad
con la opinión vertida en el informe de la Fiscalía Suprema. Esta Corte no cuenta con información
respecto al trámite que se dio a esta demanda a nivel interno.

pág. 9
1.5.2. Denuncia contra el Fiscal Provincial Penal
El 20 de abril de 2015 el señor Zegarra Marín interpuso una queja en contra del Fiscal Provincial
Tony Washington García Cano ante la Oficina Desconcentrada de Control Interno de Lima del
Ministerio Público, debido a presuntas irregularidades en su actuación como Fiscal Ad-Hoc en
las investigaciones efectuadas desde el año 1994 en virtud de la emisión irregular de
pasaportes.

El 16 de diciembre de 2015 la Oficina Desconcentrada de Control Interno declaró improcedente


por caducidad la queja interpuesta por el señor Zegarra Marín, al haber transcurrido más de 30
días hábiles, plazo establecido conforme al Reglamento de Organización y Funciones de la
Fiscalía Suprema de Control Interno. Asimismo, dicha entidad ordenó el archivo definitivo de la
queja interpuesta.
1.6. RESOLUCIÓN DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Podemos visualizar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos dos fundamentos
destacados en su fallo:
1.6.1. Principio de presunción de inocencia
Llega a la conclusión que se vulneró el principio de presunción de inocencia con relación al
deber de motivar las resoluciones judiciales y el derecho a obtener un fallo razonado,
establecidos en los artículos 8.1 y 8.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
en relación con el artículo 1.1 de la misma.
Las declaraciones de los coimputados bastaron para condenar al señor Zegarra Marín si tener
en cuenta las pruebas en su conjunto. Pese a que la pericia evidenciaba que él no había firmado
dichos pasaportes. Además, no existió una debida motivación adecuada para establecer que el
señor Zegarra Marín era culpable. Esto paso tanto en primera como en segunda instancia, de
ese modo, queda demostrado la vulneración al principio de presunción de inocencia.
Al respecto, el Tribunal reitera que “la demostración fehaciente de la culpabilidad constituye un
requisito indispensable para la sanción penal, de modo que la carga de la prueba recae en la
parte acusadora y no en el acusado” (supra párr. 123). En este sentido, “el acusado no debe
demostrar que no ha cometido el delito que se le atribuye, ya que el onus probandi corresponde
a quien acusa” y cualquier duda debe ser usada en beneficio del acusado.
1.6.2. Principio de garantías judiciales
Se infringió la violación del derecho a las garantías judiciales, en particular del derecho a recurrir

pág. 10
el fallo ante juez o tribunal superior, dispuesto en el artículo 8.2 (h) de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, así como del artículo 25.1 de la misma por la falta de protección
judicial.
En su fundamento 181 la Corte establece: En virtud de ello, esta Corte nota que la Primera Sala
Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia se limitó a confirmar las consideraciones de
la sentencia condenatoria sin pronunciarse sobre los argumentos principales presentados por el
recurrente. En particular, los relativos, inter alia, a que: i) se le exigió que presentara pruebas de
descargo contundentes, cuando era el órgano judicial el que tenía la obligación de demostrar su
culpabilidad con pruebas admitidas en el proceso e idóneas; ii) no se valoró el peritaje de
grafotecnia de la División de Criminalística de la Policía Nacional que demostraba que él no
había firmado los pasaportes expedidos fraudulentamente, y iii) no se fundamentó el valor
probatorio de las declaraciones de su coimputado, tomando en cuenta las contradicciones
reiteradas durante el proceso penal.
La Corte fundamenta que la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de
la República a la cual apeló el señor Zegarra Marín su condena, no garantizó en la práctica una
revisión integral de la sentencia por lo se vio afectado su derecho.

Asimismo, la Corte determinó que el Estado no es responsable por la violación del derecho a la
protección judicial, establecido en el artículo 25.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, respecto del recurso de revisión.
El recurso de revisión previsto en el artículo 361, de acuerdo con lo estipulado en el Código de
Procedimiento Penales no era el adecuado para interponer en este caso pues no se ajustaba a
lo requerido por el señor Zegarra Marín.
1.7. INDEMNIZACIÓN COMPENSATORIA
1.7.1. Daño material
La Comisión no solicitó medida específica al respecto.
Los representantes señalaron que ante la ausencia de documentación que acredite la totalidad
y diversidad del daño, su proyección debe estimarse racionalmente en equidad, teniendo en
cuenta las circunstancias del caso. Solicitaron por concepto de daño emergente los gastos
relacionados con los traslados, trámites, medicamentos, la comida que a diario le llevaba su
esposa al centro penitenciario y las necesidades básicas de sus hijas. Señalaron que al señor
Zegarra Marín se le impuso de manera arbitraria e ilegal el retiro por renovación, ya que el haber
sido sometido a detención no justificaba que lo pasaran a retiro. Esto implicó que se truncara su

pág. 11
carrera policial y con ello el reconocimiento salarial que le hubiese correspondido de no haberse
ejecutado dicho retiro. Sostuvieron que de no habérsele pasado a retiro injustamente, se le
hubiese ascendido a Coronel activo, tomando en consideración que la víctima se encontraba
incluida en el Cuadro de Mérito de Oficiales de la Policía Nacional para ascenso, por lo que
solicitaron una indemnización compensatoria por US$ 400,106.74 dólares. Para llegar a esta
suma señalaron que la víctima recibió una pensión de 1,170 soles (correspondiente a un
Comandante retirado) en lugar de la remuneración mensual tasada de 5,580 soles que le
hubiese correspondido como Coronel activo desde 1995 y por los 17 años que le quedaban de
servicio activo. Este cálculo resulta en 899,640 soles, que al tipo de cambio de 2,2485 soles el
dólar resulta en los US$ 400,106.74 (cuatrocientos mil ciento seis dólares y setenta y cuatro
centavos de dólar de los Estados Unidos de América) solicitados.

El Estado observó que los representantes no realizaron una correcta determinación de sus
gastos, sino que los mencionaron de manera general sin proveer las pruebas que los sustentan.
En relación al lucro cesante y al supuesto retiro injustificado por renovación y sus
consecuencias, subrayó que no son procedentes las pretensiones de los representantes, ya que
el Estado sí garantizó a la presunta víctima acceder a recursos impugnatorios que le hubieran
permitido corregir los supuestos daños que sufrió, sin embargo su presentación fue
extemporánea, tal como lo señaló la Comisión en el Informe de Admisibilidad del caso. Señaló
que el señor Zegarra Marín se acogió a la Ley que autoriza la reincorporación de los oficiales,
técnicos y suboficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú, con lo que se
le reconocieron los años de servicio desde que fue llamado a retiro por renovación e impugnó
las sumas alegadas por los representantes, señalando que recibe actualmente la suma de
3,734.54 soles entre remuneraciones pensionables y no pensionables.
La Corte ha desarrollado el concepto de daño material y los supuestos en que corresponde
indemnizarlos. En particular, la Corte ha desarrollado en su jurisprudencia el concepto de daño
material y ha establecido que supone “la pérdida o detrimento de los ingresos de las víctimas,
los gastos efectuados con motivo de los hechos y las consecuencias de carácter pecuniario que
tengan un nexo causal con los hechos del caso. En razón de ello, la Corte determinará la
pertinencia de otorgar reparaciones pecuniarias y los montos respectivos debidos en este caso.

En cuanto al daño emergente, esta Corte considera que los representantes no aportaron
prueba ni antecedente alguno que permita estimar racionalmente el monto de los gastos en que

pág. 12
incurrió la familia debido a que la víctima estaba detenida. Por esta razón, no se otorgará
indemnización por daño emergente.

En cuanto al lucro cesante o pérdida de ingreso, esta Corte estableció en excepciones


preliminares que la solicitud de consideración del pase a retiro por renovación y cuadro de mérito
se encontraban fuera del marco fáctico y por ende fuera del objeto del caso (supra párr. 56).
Respecto del ascenso truncado, la prueba acompañada se compone de declaraciones de la
familia en que expresan que tenían la convicción de que el señor Zegarra Marín sería ascendido.
De lo anterior no se desprenden elementos de prueba suficiente que permitan determinar que
de no haber ocurrido las violaciones establecidas en la presente Sentencia, el señor Zegarra
Marín hubiese sido ascendido al grado de Coronel en el año 1995. Por tanto, no existe nexo
causal con los hechos marco del proceso ante esta Corte ni con las violaciones acreditas, por
lo que no corresponde indemnizar el lucro cesante solicitado.
1.7.2. Daño inmaterial
La Comisión recomendó disponer una reparación integral a favor del señor Zegarra Marín por
las violaciones declaradas en el Informe de Fondo. En la audiencia, la Comisión consideró que
el presente caso era oportuno para precisar los criterios del lucro cesante respecto del daño a
la vida en relación que mencionaron los representantes en sus alegatos finales escritos.

Los representantes alegaron que, con motivo de las arbitrariedades que cometieron los
operadores de justicia, ocurrieron graves amenazas para él y su familia. Asimismo, fue víctima
de agresiones físicas y psicológicas mientras estuvo privado de la libertad, y sufrió el efecto
estigmatizador de la condena. Con motivo de lo anterior, los representantes solicitaron como
indemnización el monto de 30,000 dólares para el señor Zegarra Marín.
1.7.3. Costas y gastos
Los representantes solicitaron que se ordene al Estado resarcir todos los gastos y costas en
que hayan incurrido la presunta víctima y sus representantes, tanto en los procedimientos
tramitados en el ámbito local como ante la Comisión y la Corte Interamericana. Señalaron que
ante la ausencia de documentación que acredite la totalidad y diversidad del daño, su proyección
debe estimarse racionalmente en equidad, por lo que solicitaron, por un lado, US$3,207 (tres
mil doscientos siete dólares) por concepto de los pasajes de avión del señor Zegarra Marín y
dos de sus hijas, para trasladarse a la ciudad de Washington D.C. con motivo de la audiencia
del presente caso ante la Comisión Interamericana y, por otro, US$ 591 (quinientos noventa y

pág. 13
un dólares) por concepto de hospedaje en Washington D.C. en ocasión de la audiencia en
mención. Asimismo, manifestaron que la defensa y asesoramiento a nivel interno e internacional
tuvo un costo de US$ 55,000 (cincuenta y cinco mil dólares).

El Estado solicitó a la Corte desestimar la pretensión relativa al sustento de gastos procesales


en la jurisdicción nacional ya que el señor Zegarra Marín señaló haber recibido patrocinio jurídico
por parte del Estudio Jurídico “Romero-Bueno”, desde el año 1994, a pesar de que en esa fecha
dicho Estudio Jurídico no existía todavía, sino hasta el 2002195. En contra, consta en el
expediente que otros abogados representaron a la víctima durante el procedimiento nacional,
por lo que la boleta presentada no constituye un recibo de honorarios. Asimismo, el Estado
señaló que los gastos incurridos por la familia de la víctima, tales como pasajes de avión y
hospedaje no corresponden ser indemnizados.
1.7.4. Reintegro de los gastos al Fondo de Asistencia Legal de Víctimas
Los representantes solicitaron acogerse al Fondo de Asistencia de la Corte. Mediante
Resolución de la Presidencia de 17 de diciembre de 2015, se dispuso que la asistencia
económica estaría asignada para cubrir los gastos correspondientes al viaje realizado o por
realizarse de uno de los defensores interamericanos al Estado de Perú para entrevistarse con
la presunta víctima, así como gastos de viaje y estadía necesarios para que los dos defensores
interamericanos, la presunta víctima y el perito asistieran a la audiencia pública, así como los
relativos a la formalización y envío de las declaraciones de las dos testigos, Nelly Raquel Zegarra
y Carmen del Socorro Villar Guerra de Zegarra, que se rindieron ante fedatario público.

Mediante nota de Secretaría de la Corte de 10 de agosto de 2016, se remitió un informe al


Estado sobre las erogaciones efectuadas en aplicación del Fondo de Asistencia en el presente
caso, las cuales ascendieron a la suma de USD $8,523.10 (ocho mil quinientos veintitrés dólares
de los Estados Unidos de América con diez centavos) y, según lo dispuesto en el artículo 5 del
Reglamento de la Corte sobre el Funcionamiento del referido Fondo, se otorgó un plazo para
que Perú presentara las observaciones que estimara pertinentes. El Estado presentó sus
observaciones el 19 de agosto de 2016.
1.8. PUNTOS RESOLUTIVOS DE LA CORTE
Por tanto, LA CORTE DECIDE,
Por unanimidad,
1. Desestimar por extemporáneas las excepciones preliminares interpuestas por el Estado

pág. 14
relativas a la alegada falta de agotamiento de los recursos internos, así como al alegado
vencimiento del plazo de seis meses para interponer la petición, en los términos de los párrafos
20 a 24 y 28 a 29 de la presente Sentencia.

2. Desestimar la objeción interpuesta por el Estado referente a la alegada cuarta instancia, en


los términos de los párrafos 33 a 36 de la presente Sentencia.

3. Admitir la objeción planteada por el Estado relativa a la privación de libertad, en los términos
de los párrafos 41 a 48 de la presente Sentencia.

4. Declarar la inadmisibilidad de los hechos relacionados con el pase a retiro y cuadro de mérito,
en los términos de los párrafos 52 a 56 de la presente Sentencia.

DECLARA,
Por unanimidad, que:
5. El Estado es responsable por la violación del derecho a las garantías judiciales, en particular
del principio de presunción de inocencia en relación con el deber de motivar las resoluciones
judiciales y el derecho a obtener un fallo razonado, establecidos en los artículos 8.1 y 8.2 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con el artículo.

De la misma, en perjuicio de Agustín Bladimiro Zegarra Marín, en los términos de los párrafos
119 a 159 de la presente Sentencia.

6. El Estado es responsable por la violación del derecho a las garantías judiciales, en particular
del derecho a recurrir el fallo ante juez o tribunal superior, dispuesto en el artículo 8.2 (h) de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, así como del artículo 25.1 de la misma por
la falta de protección judicial, en perjuicio de Agustín Bladimiro Zegarra Marín, en los términos
de los párrafos 168 a 182 de la presente Sentencia.

7. El Estado no es responsable por la violación del derecho a la protección judicial, establecido


en el artículo 25.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, respecto del recurso
de revisión, en los términos de los párrafos 183 a 189 de la presente Sentencia.

pág. 15
Y DISPONE,
Por unanimidad, que:
8. Esta Sentencia constituye, por sí misma, una forma de reparación.
9. El Estado debe, dentro del plazo de un año a partir de la notificación de esta Sentencia, dejar
sin efectos la sentencia condenatoria y eliminar los antecedes penales de la víctima, de
conformidad con lo establecido en los párrafos 200 a 202 de la presente Sentencia.

10. El Estado debe realizar las publicaciones indicadas en el párrafo 205 e informar a esta Corte
de tales publicaciones, conforme lo indicado en el párrafo 206 de esta Sentencia.
11. El Estado debe pagar las cantidades fijadas en los párrafos 226 y 231 de la presente
Sentencia, por concepto de compensación por daño inmaterial y por el reintegro de costas y
gastos, en los términos de los referidos párrafos y de lo previsto en los párrafos 238 a 243 de
esta Sentencia.
12. El Estado debe reintegrar al Fondo de Asistencia Legal de Víctimas de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos la cantidad erogada durante la tramitación del presente
caso, en los términos del párrafo 237 de esta Sentencia.
13. El Estado debe, dentro del plazo de un año contado a partir de la notificación de esta
Sentencia, rendir al Tribunal un informe sobre las medidas adoptadas para cumplir con la misma,
sin perjuicio de lo establecido en el párrafo 206 de la presente Sentencia.
14. La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en ejercicio de sus
atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y dará por concluido el presente caso una vez que el Estado haya dado
cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.

CASO VERA ROJAS Y OTROS VS CHILE

2. INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA Y OBJETO DE LA CONTROVERSIA


El caso sometido a la Corte. El 8 de noviembre de 2019, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (en adelante “la Comisión Interamericana” o “la Comisión”) sometió a la jurisdicción de la
Corte el caso “Martina Rebeca Vera Rojas” contra la República de Chile (en adelante “el Estado” o
“Chile”). La Comisión señaló que la controversia versa sobre las alegadas violaciones de derechos
humanos cometidas por la falta de regulación, control y sistemas de reclamación adecuados para
la fiscalización de la decisión de la aseguradora de salud (Isapre MasVida) respecto del

pág. 16
levantamiento del régimen de “hospitalización domiciliaria” que la niña Martina Rebeca Vera Rojas
(en adelante “Martina”, “Martina Vera” o “la presunta víctima”), diagnosticada con el síndrome de
Leigh, requería de modo esencial para su supervivencia. La Comisión consideró que la falta de
protección del Estado a la salud de Martina Vera, así como las decisiones adoptadas por la
Superintendencia de Salud y la Corte Suprema de Justicia, que conocieron de las acciones
interpuestas por parte de sus padres, constituyeron violaciones a los derechos a la salud, seguridad
social, vida, garantías judiciales, protección judicial, y especial protección de la niñez, en perjuicio
de Martina Vera. Asimismo, la Comisión concluyó la violación al derecho a la integridad personal
de los padres de Martina, Carolina Andrea del Pilar Rojas Farías y Ramiro Álvaro Vera Luza.
2.1. Trámite ante la Comisión.
El trámite ante la Comisión fue el siguiente:
a) Petición: El 4 de noviembre de 2011, la Comisión recibió la petición inicial, presentada por
Karinna Fernández Neira, Boris Paredes Bustos, Carolina Andrea del Pilar Rojas Farias y
Ramiro Álvarez Vera Luza (en adelante “las representantes”).
b) Informes de Admisibilidad y de Fondo. El 4 de noviembre de 2016 y el 5 de octubre de
2018 la Comisión aprobó, respectivamente, el Informe de Admisibilidad No. 44/16 (en
adelante “Informe de Admisibilidad”) y el Informe de Fondo No. 107/18 (en adelante “Informe
de Fondo”). En el Informe de Fondo llegó a conclusiones y formuló recomendaciones al
Estado.
2.2. Análisis del caso concreto
La Corte recuerda que Martina Vera Rojas es una niña que padece el síndrome de Leigh, la
cual es una patología mitocondrial y neurodegenerativa que produce una pérdida aguda de
habilidades psicomotoras. Debido a su enfermedad, Martina tiene una afectación
multisistémica, que altera gravemente sus capacidades cognitivas, sus funciones motoras,
le ha generado atrofia en las extremidades, rigidez auditiva, y escasa capacidad auditiva y
de contacto social, entre otras afectaciones a sus capacidades físicas y mentales, incluidos
episodios de epilepsia.
En virtud de ello, Martina requiere de una constante atención médica multidisciplinaria y una
terapia de rehabilitación. Estos tratamientos, aunque no sean curativos, permiten prolongar
la vida de Martina, retrasando el proceso degenerativo de la enfermedad. En este escenario,
los padres de Martina contrataron un seguro de salud con una cobertura especial para
enfermedades catastróficas, por lo que pudo ser sometida a un régimen de hospitalización
domiciliaria desde el 28 de noviembre de 2007, que le permitiera tener la atención médica
pág. 17
para su enfermedad.
Asimismo, la Corte recuerda que el 13 de octubre de 2010, la Isapre Mas Vida le comunicó
al padre de Martina Vera Rojas que, en aplicación de la Circular IF/No. 7 de la
Superintendencia de Salud, la cobertura médica del CAEC para el RHD, aplicable a Martina
desde el 28 de noviembre de 2007, y que permitía recibir atención hospitalaria en su
domicilio, no sería aplicable a partir del 28 de octubre de 2010. Asimismo, se le informó que,
en caso de que Martina experimentara complicaciones médicas que requieran internación
hospitalaria, estas serían atendidas en el Hospital de Arica. Ante esta decisión, el señor Vera
Rojas presentó un reclamo ante la Superintendencia de Salud, la cual envió los antecedentes
a la Isapre, la que a su vez negó el reclamo. La familia de Martina presentó un recurso de
protección, el cual fue resuelto en última instancia por la Corte Suprema de Justicia,
rechazando el mismo. En razón de esta decisión, los padres de Martina, a través de un fondo
de la empresa donde trabajaba Ramiro Vera, cubrieron el costo de la hospitalización
domiciliaria.

Por otro lado, la señora Carolina Rojas formuló una denuncia ante la Superintendencia de
Salud el 23 de diciembre de 2011, la cual fue resuelta el 19 de abril de 2012 a través de una
decisión arbitral, confirmada el 23 de agosto de 2012, en virtud de la cual se ordenó la
reinstalación del RHD para Martina Vera, y se ordenó el pago de los gastos devengados en
el período en que se suspendió dicha cobertura. A partir de entonces, la cobertura del CAEC
ha sido cubierta por la Isapre. Asimismo, el Tribunal recuerda que la última viñeta del númeral
10 “De la hospitalización domiciliaria CAEC”, establecida en la Circular No. 7, y aplicada en
el caso de Martina, fue modificada mediante la circular IF/282 de 26 de enero de 2017, en la
cual se dispuso la eliminación de la expresión “tratamientos de enfermedades crónicas”.
Dicha circular señala que “la exclusión de la CAEC de la hospitalización domiciliaria para
tratamiento de enfermedades crónicas no podrá ser aplicada a los contratos ya vigentes, y
tampoco a aquellos que inicien su vigencia en forma posterior”.

. El Tribunal recuerda que la integridad personal y la vida se hallan directa e inmediatamente


vinculadas con la atención a la salud humana, por lo que la falta de atención médica
adecuada puede conllevar la vulneración de los artículos 4, 5 y 26 de la Convención. En ese
sentido, dado que la salud es un bien público cuya protección está a cargo de los Estados,
estos tienen la obligación de prevenir que terceros interfieran indebidamente en el goce de

pág. 18
los derechos a la vida, a la integridad personal, a la salud, a la seguridad social, y a los
derechos de los niños y niñas, los cuales son particularmente vulnerables cuando se
encuentran bajo un tratamiento que requiere cuidados paleativos y de rehabilitación ante la
presencia de una enfermedad progresiva que conlleva una discapacidad para quien la
padece. En consecuencia, los Estados tienen el deber de garantizar su prestación, al igual
que la de regular y fiscalizar la actividad de las empresas privadas de servicios de salud,
incluidos los servicios de las aseguradoras, en tanto su actuación se encuentra en la esfera
de un servicio de naturaleza pública, por lo que actúa a nombre del Estado (supra párrs. 81
a 92).
En el presente caso, de conformidad con los alegatos planteados por la Comisión y las
representantes, el Tribunal procederá a analizar si el Estado cumplió con su deber de regular
los servicios de las aseguradoras. En ese sentido, en primer lugar, la Corte considera que la
disposición de la Circular No. 7, la cual permitía la exclusión de enfermedades catastróficas
del RHD cuando éstas eran calificadas como “enfermedades crónicas”, carecía de elementos
objetivos que permitieran distinguir con claridad aquellas enfermedades que se encontraban
cubiertas en esta causa. Esto es así puesto que la determinación sobre la naturaleza
“crónica” de una enfermedad es una categoría que hace referencia a su duración y
progresión, lo cual permite una amplia discrecionalidad respecto a las enfermedades que se
califican como tales, y que, por lo tanto, pueden ser excluidas de la cobertura. La ambigüedad
de la disposición plantea un problema de previsibilidad y claridad para los contratantes del
CAEC respecto de la atención de sus enfermedades, además de producir inseguridad
jurídica respecto al alcance de sus prestaciones en materia de salud.
En segundo lugar, en el caso concreto, el Tribunal advierte que los problemas regulatorios
de la Circular No. 7 permitieron que la Isapre MasVida, mediante la carta enviada el 13 de
octubre de 2010 al señor Vera Luza, retirara el RHD sin otra consideración excepto que el
estado de Martina Vera era “progresivo e irrecuperable” y, por lo tanto, que se encontraba
excluida por tratarse de una enfermedad “crónica”. El Tribunal constata que la decisión de la
Isapre se basó en el peritaje médico del Dr. Rodrigo Vargas Saavedra, quien calificó el estado
de la enfermedad como “progresivo e irrecuperable”, más nunca se calificó como
“crónica”185. Posteriormente, el Dr. Oscar Darrigrande señaló que constituye un error
conceptual equiparar una enfermedad progresiva con una enfermedad crónica, pues la
progresividad implica una variación de la enfermedad que requería una atención médica
domiciliaria186. En este sentido, la Corte considera que la ambigüedad de la norma, y la

pág. 19
ausencia de previsión de otras condiciones regulatorias que permitieran mantener el RHD,
como lo son las consecuencias que tendría su suspensión en la salud, la integridad personal
y la vida, así como las condiciones especiales de vulnerabilidad, permitió el equiparamiento
de una enfermedad progresiva con una enfermedad crónica, y la subsecuente exclusión del
RHD para el tratamiento médico de Martina, quien es una niña que sufre una discapacidad.
En ese sentido, la Corte advierte que los problemas regulatorios de la Circular No. 7
permitieron que la aseguradora adoptara una decisión que, además de excluir el RHD a favor
de Martina, lo cual conllevaba un riesgo para su salud, su integridad personal y su vida,
obligaba a Martina a continuar con su tratamiento médico en condiciones que no eran
adecuadas para su estado de salud, y las necesidades especiales que surgían en virtud de
su condición como niña con discapacidad, afectando así las posibilidades de una existencia
digna. El cese de la hospitalización domiciliaria hubiera puesto en peligro la accesibilidad de
la atención de la salud. Esto es así ya que los centros de salud de Arica, que eran aquellos
a los que tendría acceso geográfico para continuar con su tratamiento tras la decisión de la
Isapre, no ofrecían las condiciones necesarias para su atención médica, por lo que la familia
tendría que desplazarse a otro hospital a gran distancia, además de que los gastos
aparejados a la falta de cobertura del RHD afectarían las posibilidades de su familia para
poder acceder a dicha atención189. En este sentido, la Corte recuerda que, conforme al
requisito de accesibilidad, los tratamientos de rehabilitación y cuidados paliativos pediátricos
deben privilegiar, en la medida de lo posible, la atención domiciliaria, o en un lugar cercano
al domicilio de la niña o el niño.

Asimismo, la decisión de la Isapre puso en peligro la aceptabilidad de los servicios de salud,


pues Martina se vería obligada a desplazarse para recibir tratamientos médicos en un
ambiente que no resultaba adecuado, considerando las necesidades que tenía como niña
con discapacidad. De esta forma, el Tribunal considera que, conforme a los criterios antes
señalados, y en atención al interés superior de la niña, que constituye un mandato de
priorización de los derechos, la mejor forma de cuidar y atender una niña con discapacidad
es dentro de su entorno familiar, lo que en el presente caso resultaba fundamental tanto
desde la perspectiva del derecho a la salud de Martina, como del cumplimiento de la
obligación de apoyar a su familia a cargo del cuidado. La Corte recuerda que, tal como lo ha
señalado el Comité de los Derechos del Niño, “la mejor forma de cuidar y atender al niño con
discapacidad es dentro de su propio entorno familiar cuando la familia tenga medios

pág. 20
suficientes”.
Adicionalmente, el Tribunal recuerda que, conforme al requisito de la calidad en la atención
a la salud, los establecimientos, bienes y servicios de salud deben ser apropiados desde el
punto de vista científico y médico y ser de buena calidad. Esto debe incluir la atención médica
adecuada, que en el caso de Martina era la hospitalización domiciliaria. Al respecto, el perito
Oscar Darrigrande manifestó, durante la audiencia pública, que los cuidados paliativos y de
rehabilitación requerían, para su mayor eficiencia y eficacia, que se realizaran en el domicilio
de Martina por un grupo estable de profesionales, que tuviera lugar en el ambiente que se
produce en el espacio familiar191. De igual forma, como fue señalado anteriormente, los
centros de salud de Arica, además de no contar con las condiciones adecuadas para brindar
una atención médica adecuada respecto a los cuidados paliativos y de rehabilitación que
necesita, constituían un riesgo para la salud, la integridad y la vida de Martina debido al
riesgo de que adquiriera infecciones respiratorias, dado que vive con una traqueotomía y una
gastrostomía.
Por otro lado, el Tribunal advierte que el presente caso plantea una cuestión de regresividad
en términos del artículo 26 de la Convención. La Corte constata que, previo a la adopción de
la Circular No. 7, la CAEC se encontraba regulada por la Circular No. 059 de 29 de febrero
de 2000193. Esta circular no excluía el tratamiento de enfermedades crónicas de la cobertura
del CAEC. Sin embargo, con la adopción de la Circular No. 7 se introdujo dicha causal de
exclusión de cobertura. En ese sentido, en tanto dicha causal estableció una distinción
arbitraria y discriminatoria, cuestión que fue señalada por el propio Estado en la introducción
de la Circular No. IF/282 de 26 de enero de 2017 (supra párr. 69), que implicó una restricción
a los derechos a la salud y la seguridad social, el Tribunal considera que se trata de una
medida deliberadamente regresiva que no encuentra justificación en el contexto de las
obligaciones internacionales del Estado respecto de sus obligaciones de desarrollo
progresivo de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.
En consideración con todo lo anterior, este Tribunal concluye que el Estado incumplió con su
deber de regulación de los servicios de salud a través de la disposición de la Circular No. 7
de 1 de julio de 2005 y, por ende, sus obligaciones de protección de los derechos. Esta
disposición permitió la exclusión de la cobertura del RHD de Martina Vera mediante la
decisión de la Isapre MasVida, la cual era necesaria para su adecuado tratamiento médico,
más aun considerando su condición de niña con discapacidad. La decisión de la aseguradora
privada, resultado del incumplimiento del deber de regulación del Estado, puso en riesgo los

pág. 21
derechos a la vida, la vida digna, la integridad personal, la niñez, la salud y la seguridad
social, en relación con la obligación de garantizar los derechos sin discriminación y el deber
de adoptar disposiciones de derecho interno, en perjuicio de Martina Vera, protegidos por los
artículos 4, 5, 19 y 26 de la Convención Americana, en relación con los artículos 1.1 y 2 del
mismo instrumento. Asimismo, la existencia de dicha norma constituyó un incumplimiento de
las obligaciones de desarrollo progresivo del Estado en términos del artículo 26 de la
Convención Americana.
2.3. REPARACIONES
Sobre la base de lo dispuesto en el artículo 63.1 de la Convención Americana, la Corte ha
indicado que toda violación de una obligación internacional que haya producido daño
comporta el deber de repararlo adecuadamente, y que esa disposición recoge una norma
consuetudinaria que constituye uno de los principios fundamentales del Derecho
Internacional contemporáneo sobre responsabilidad de un Estado. Además, este Tribunal ha
establecido que las reparaciones deben tener un nexo causal con los hechos del caso, las
violaciones declaradas, los daños acreditados, así como las medidas solicitadas para reparar
los daños respectivos. Por tanto, la Corte deberá analizar dicha concurrencia para
pronunciarse debidamente y conforme a derecho.
En consecuencia, sin perjuicio de cualquier forma de reparación que se acuerde
posteriormente entre el Estado y la víctima, y de acuerdo con las consideraciones expuestas
sobre el fondo y las violaciones a la Convención declaradas en la presente Sentencia, el
Tribunal procederá a analizar las pretensiones presentadas por la Comisión y las
representantes de las víctimas, así como las observaciones del Estado a las mismas, a la luz
de los criterios fijados en su jurisprudencia en relación con la naturaleza y alcance de la
obligación de reparar, con el objeto de disponer las medidas dirigidas a reparar los daños
ocasionados.
2.4. Parte Lesionada
Este Tribunal considera parte lesionada, en los términos del artículo 63.1 de la Convención,
a quien ha sido declarada víctima de la violación de algún derecho reconocido en la misma.
Por lo tanto, esta Corte considera como “parte lesionada” a Martina Vera Rojas, Carolina
Andrea del Pilar Rojas Farías y Ramiro Álvaro Vera Luza, quienes en su carácter de víctimas
de las violaciones declaradas en el Capítulo VIII, serán considerados beneficiarios de las
reparaciones que la Corte ordene.

pág. 22
2.5. Medidas de restitución y rehabilitación
Solicitudes de la Comisión y de las partes
La Comisión solicitó que el Estado asegure la vigencia del régimen de hospitalización
domiciliaria a favor de Martina, tomando en cuenta los estándares internacionales y su interés
superior como niña con discapacidad, y disponga de las medidas pertinentes para la
rehabilitación física y mental de Ramiro Vera y Carolina Rojas, de modo concertado.

Las representantes solicitaron, como medidas de restitución, que: a) el régimen de


hospitalización domiciliaria de Martina se mantenga mientras lo requiera, en las condiciones
en que se encuentra actualmente y aquellas que puede necesitar en un futuro, para lo cual
solicitan que el Estado suscriba un acto jurídico, que brinde seguridad sobre el cumplimiento
de la medida, y que garantice que el RHD no sea terminado unilateralmente por la Isapre; b)
el Estado brinde el mismo nivel de atención médica en caso del fallecimiento de sus padres,
del despido, enfermedad o disminución del salario del padre o cualquier otra circunstancia
que le imposibilite cotizar su plan de salud con la Isapre o pagar el deducible de la cobertura
especial para enfermedades catastróficas , o en caso de quiebra de la Isapre en cuestión; y
c) otorgue una silla de ruedas neurológica que cumpla con los requerimientos para los
traslados de Martina; d) como medida de rehabilitación, las representantes solicitaron que el
Estado brinde atención adecuada para los padecimientos físicos y psicológicos de los padres
de Martina, en consenso con ellos, incluyendo medicamentos, transporte y gastos
relacionados.

El Estado alegó que no hay antecedentes de hecho ni de derecho que comprometan su


responsabilidad internacional, sino que ha adoptado las medidas necesarias para reparar a
las víctimas. En tal sentido, reiteró que este caso carece de objeto, por lo que la Corte no
debe pronunciarse sobre las reparaciones costas y gastos. El Estado sostuvo que, en caso
de que el Tribunal determine que ha incurrido en alguna violación de derechos humanos, las
medidas de reparación solicitadas por las representantes y por la Comisión deben ser
rechazadas, en tanto las vulneraciones ya fueron reparadas. Respecto a las medidas
solicitadas por la Comisión, el Estado indicó que la concerniente a la reparación integral ya
ha sido cumplida, que las representantes señalaron que el daño material ya fue restituido, y
que si bien los aspectos relacionados con el aseguramiento del régimen domiciliario de la
niña Martina y la rehabilitación de los señores Vera Rojas están pendientes, estas no han

pág. 23
podido ser avanzadas por la decisión de la Comisión de someter el caso a la Corte.
2.6. Consideraciones de la Corte
Este Tribunal concluyó que el Estado es responsable por la violación de los derechos a la
vida, la vida digna, la integridad personal, la niñez, la salud y la seguridad social, en relación
con la obligación de garantizar los derechos sin discriminación, y el deber de adoptar
disposiciones de derecho interno, en perjuicio de Martina Vera Rojas. Asimismo, determinó
que los padres de Martina sufrieron efectos psicológicos y físicos, afectando así a todo el
núcleo familiar, y en esa medida constituyeron violaciones al derecho a su integridad
personal. En este punto, el Tribunal destaca que los efectos físicos sufridos por el señor Vera
Luza, quien es el sustento económico de la familia Vera Rojas, le produjeron una
discapacidad visual que incluso ha afectado su posibilidad de acudir a trabajar.
2.7. Medidas de satisfacción
Solicitudes de la Comisión y de las partes
Las representantes solicitaron que: a) la publicación de la sentencia en su totalidad en el
Diario Oficial, y la publicación de su resumen oficial en dos diarios de amplia circulación
nacional, así como la publicación, en un plazo de seis meses a partir de la notificación, de la
integralidad de la sentencia en los sitios web oficiales de la Superintendencia de Salud, del
Poder Judicial y la Isapre Mas Vida; y b) la publicación en un sitio web de la Superintendencia
de un enlace que conduzca al historial judicial del caso de Martina, incluyendo al menos las
sentencias del proceso de arbitraje, los informes de admisibilidad y fondo de la Comisión. La
Comisión y el Estado no se refirieron específicamente a esta medida.
2.8. Consideraciones de la Corte
La Corte dispone, como lo ha hecho en otros casos229, que el Estado publique, en el plazo
de seis meses, contado a partir de la notificación de la presente Sentencia, en un tamaño de
letra legible y adecuado, lo siguiente: a) el resumen oficial de la presente Sentencia
elaborado por la Corte, por una sola vez, en el Diario Oficial, y en un diario de circulación
nacional, y b) la presente Sentencia en su integridad, disponible por un período de un año,
en el sitio web oficial de la Superintendencia de Salud, el Poder Judicial y la Isapre Mas Vida.
La publicación en la Superintendencia de Salud deberá incluir el historial judicial del caso de
Martina Vera, incluyendo al menos las sentencias del proceso de arbitraje, y los informes de
admisibilidad y fondo de la Comisión. El Estado deberá informar de forma inmediata a este
Tribunal una vez proceda a realizar cada una de las publicaciones dispuestas,
independientemente del plazo de un año para presentar su primer informe, dispuesto en el

pág. 24
punto resolutivo 13 de la presente Sentencia.

2.9. INDEMNIZACIONES COMPENSATORIAS


Solicitudes de la Comisión y de las partes
2.10. Daño material
179. La Comisión solicitó que el Estado reparara integralmente las violaciones de derechos
declaradas en el informe de Fondo, incluyendo el aspecto material e inmaterial. Respecto al
daño material, las representantes indicaron que por “excepcionales condiciones” las
presuntas víctimas no experimentaron daños materiales como consecuencia de la decisión
de la Isapre de retirar el régimen de hospitalización domiciliaria. El Estado indicó que lo
concerniente a la reparación integral ya ha sido cumplido, y que el daño material ya fue
restituido.
2.11. Daño inmaterial
La Comisión solicitó que el Estado reparara integralmente las violaciones de derechos
declaradas en el Informe de Fondo, incluyendo el aspecto material e inmaterial. Las
representantes En cuanto al daño inmaterial, las representantes indicaron que los padres de
Martina adolecen de un “profundo daño psicológico” como consecuencia de los hechos del
caso, por lo que solicitaron el pago de USD $150,000.00. El Estado sostuvo que no procede
el pago de una indemnización porque las afectaciones a los derechos de la niña Martina
fueron producto de la actuación de un sujeto privado, por lo que los peticionarios tienen a su
disposición la acción de indemnización contra la Isapre, la cual aún no ha sido agotada.
Adicionalmente, el Estado indicó que no hay “antecedentes objetivos” que justifiquen el alto
monto de la indemnización solicitada, que las reparaciones deben respetar el principio de
que no debe haber enriquecimiento para las víctimas.
2.12. Consideraciones de la Corte
181. La jurisprudencia internacional ha establecido que la sentencia constituye per se una
forma de reparación231. 230. No obstante, este Tribunal ha desarrollado el concepto de daño
inmaterial y ha establecido que este puede comprender tanto los sufrimientos y las aflicciones
causados a las víctimas directas y a sus allegados, el menoscabo de valores muy
significativos para las personas, así como las alteraciones, de carácter no pecuniario, en las
condiciones de existencia de las víctimas o sus familiares.
Por ello, considerando las circunstancias del presente caso, los sufrimientos que las
violaciones cometidas causaron a las víctimas, así como las restantes consecuencias de

pág. 25
orden inmaterial que éstas sufrieron, la Corte estima pertinente fijar, en equidad, por
concepto de daño inmaterial, una indemnización equivalente a USD $30.000 (treinta mil
dólares de los Estados Unidos de América) para Martina Vera Rojas, la cual deberá ser
entregada al padre y la madre de la víctima. Asimismo, la Corte estima pertinente fijar por
concepto de indemnización por daño inmaterial un monto total de USD $25.000 (veinticinco
mil dólares de los Estados Unidos de América) para Carolina Andrea del Pilar Rojas Farías
y Ramiro Álvaro Vera Luza. Este monto deberá ser entregado en partes iguales a cada uno
de ellos (es decir, cada uno recibirá USD $12,500). En relación con el daño material, dado
que los gastos en que incurrió la familia Vera Rojas mientras estuvo suspendido el RHD ya
fueron restituidos, la Corte considera que no es procedente una medida de indemnización.
2.13. Costas y gastos
Las representantes solicitaron que les sean reembolsados los honorarios por concepto de la
representación legal voluntaria de las presuntas víctimas de septiembre de 2011 a abril de
2017 y de julio de 2019 hasta la actualidad por parte de la señora Karinna Fernández, y de
abril de 2017 hasta la fecha por parte de la señora Magdalena Garcés, así como los gastos
de transporte de Arica a Santiago, los cuales ascienden a USD $1.909, y los gastos por
concepto de gestiones legales. De igual manera, los solicitantes solicitaron el reembolso de
los gastos futuros que podrían presentarse por concepto de la tramitación del caso ante la
Corte, para lo cual indicaron presentarán oportunamente los comprobantes actualizados.

El Estado solicitó el rechazo de las pretensiones de las representantes en relación con los
gastos y costas, y señaló que, en caso de un fallo condenatorio, solo podrá solicitársele el
reembolso de los gastos debidamente acreditados. Agregó que el monto por concepto de
transporte desde Arica a Santiago no debe ser tomando en cuenta porque se acredita la
relación de los pasajes de avión con los hechos del caso, el monto de los mismos es ilegible
y la señora María Farías, uno de cuyos pasajes se anexa al escrito de solicitudes,
argumentos y pruebas, no forma parte del proceso.

La Corte reitera que, conforme a su jurisprudencia232, las costas y gastos hacen parte del
concepto de reparación, toda vez que la actividad desplegada por las víctimas con el fin de
obtener justicia, tanto a nivel nacional como internacional, implica erogaciones que deben
ser compensadas cuando la responsabilidad internacional del Estado es declarada mediante
una sentencia condenatoria. En cuanto al reembolso de las costas y gastos, corresponde al

pág. 26
Tribunal apreciar prudentemente su alcance, el cual comprende los gastos generados ante
las autoridades de la jurisdicción interna, así como los generados en el curso del proceso
ante el Sistema Interamericano, teniendo en cuenta las circunstancias del caso concreto y la
naturaleza de la jurisdicción internacional de protección de los derechos humanos. Esta
apreciación puede ser realizada con base en el principio de equidad y tomando en cuenta
los gastos señalados por las partes, siempre que su quantum sea razonable.
2.14. PUNTOS RESOLUTIVOS DE LA CORTE
Por tanto, LA CORTE DECIDE,
Por unanimidad:
1. Desestimar la excepción preliminar por falta de agotamiento de los recursos internos, de
conformidad con los párrafos 22 a 23 de esta Sentencia.
2. Desestimar la excepción preliminar relativa a la improcedencia de la denuncia de la
peticionaria por falta de objeto, de conformidad con los párrafos 27 a 28 de esta
Sentencia.
3. Desestimar la excepción preliminar relativa a la incompetencia de la Corte para conocer
violaciones al artículo 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de
conformidad con los párrafos 32 a 35 de esta Sentencia.
DECLARA,
Por unanimidad, que:
4. El Estado es responsable por la violación de los derechos a derechos a la vida, la vida
digna, la integridad personal, la niñez, la salud y la seguridad social, en relación con la
obligación de garantizar los derechos sin discriminación, y el deber de adoptar disposiciones
de derecho interno, establecidos en los artículos 4.1, 5.1, 19 y 26 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en relación con los artículos 1.1 y 2 del mismo
instrumento, en perjuicio de Martina Vera Rojas, en los términos de los párrafos 80 a 149 de
la presente Sentencia.
5. El Estado es responsable por la violación del derecho a la integridad personal, reconocido
en el artículo 5.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con la
obligación garantizar dicho derecho, consagrada en el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio
de Carolina Andrea del Pilar Rojas Farías y Ramiro Álvaro Vera Luza, en los términos de los
párrafos 153 a 157 de la presente Sentencia.
Y DISPONE
Por unanimidad, que:

pág. 27
6. Esta Sentencia constituye, por sí misma, una forma de reparación.
7. El Estado, en un plazo de seis meses, suscribirá un acto jurídico que lo comprometa a
garantizar el tratamiento médico de Martina Vera, en los términos del párrafo 165 de la
presente Sentencia.
8. El Estado, en un plazo de seis meses, entregará a Martina Vera, a través de sus padres,
una silla de ruedas neurológica, en los términos del párrafo 166 de la presente Sentencia.
9. El Estado garantizará, a través de sus instituciones de salud, tratamiento médico y
psicológico y/o psiquiátrico a los padres de Martina Vera, en los términos fijados en el párrafo
167 de la presente Sentencia.
10. El Estado realizará las publicaciones indicadas en el párrafo 169 de la presente
Sentencia.
11. El Estado adoptará las medidas legislativas o de otro carácter para que la Defensoría de
la Niñez participe en los procesos ante la Superintendencia de Salud, o en los procesos
judiciales, en los que se pudieran ver afectados los derechos de niños o niñas por
actuaciones de las aseguradoras privadas, en términos del párrafo 171 de la presente
Sentencia.
12. El Estado pagará las cantidades fijadas en los párrafos 182 y 186 de la presente
Sentencia por concepto de indemnización por daño inmaterial, y por el reintegro de costas y
gastos, en los términos de los párrafos 187 a 192 de la presente Sentencia.
13. El Estado, dentro del plazo de un año contado a partir de la notificación de esta Sentencia,
rendirá al Tribunal un informe sobre las medidas adoptadas para cumplir con la misma, sin
perjuicio de lo establecido en el párrafo 169 de la presente Sentencia.
14. La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en ejercicio de sus
atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y dará por concluido el presente caso una vez que el Estado haya dado
cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.
Los jueces Humberto Antonio Sierra Porto y Ricardo Pérez Manrique dieron a conocer sus
votos individuales concurrentes.
Redactada en español en San José, Costa Rica a través de una sesión virtual, el 1 de octubre
de 2021.

pág. 28
3. CONCLUSIONES

 En el caso Zegarra Marin VS Perú el estado fue responsable por violar los derechos a las
garantías judiciales se le invirtió la carga probatoria, las declaraciones de lo coimputados no
fueron corroboradas ni analizadas con la prueba en su conjunto, a fin de determinar la
responsabilidad penal más allá de toda duda razonable, lo cual además quedó evidenciado
con la falta de motivación de la decisión judicial, vulnerando la obtención de un fallo
debidamente razonado, el cual garantizara la posibilidad de su impugnación.

 En el caso Zegarra Marin VS Perú el estado fue declarado internacionalmente responsable


de la violación de los artículos 8.1 y 8.2 de la Convención Americana, en perjuicio del señor
Zegarra Marín, quien a su vez tuvo que pagar una reparación para resarcir los daños en su
contra.

 En el caso Vera Rojas y otros vs Chile que el Estado es responsable por la violación de los
derechos a la vida, la vida digna, la integridad personal, la niñez, la salud y la seguridad
social, en relación con la obligación de garantizar los derechos sin discriminación, y el deber
de adoptar disposiciones de derecho interno, en perjuicio de Martina Vera Rojas. Asimismo,
determinó que los padres de Martina sufrieron efectos psicológicos y físicos, afectando así a
todo el núcleo familiar, y en esa medida constituyeron violaciones al derecho a su integridad
personal.

 En el caso Vera Rojas y otros vs Chile que el Estado repare el daño causado por la violación
del derecho a la integridad personal, reconocido en el artículo 5.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en relación con la obligación garantizar dicho derecho.

pág. 29
4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Referencias
HUMANOS, C. I. (01 de OCTUBRE de 2021). CASO VERA ROJAS Y OTROS VS. CHILE. la Corte
Interamericana, 81. Recuperado el 11 de OCTUBRE de 2022

Cfr. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de 1987.
Serie C No. 1, párr. 85, y Caso I.V. Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de noviembre de 2016. Serie C No. 329, párr. 30.

Cfr. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4, párr.
61, y Caso Valencia Hinojosa y otra Vs. Ecuador. Excepciones

Cfr.Caso “Cinco Pensionistas” Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de febrero de 2003.
Serie C No. 98, párr. 155, y Caso I.V. Vs. Bolivia, supra, párr. 48.

Cfr. Reportaje de fecha 11 de septiembre de 1994 presentado en el Programa “La Revista Dominical” de Canal
4 TV (Anexo 10 del Escrito de Contestación del Estado, folio 1568). Del minuto 0:28 a 2:51 del reportaje
enviado por el Estado, una agente de la DEA. (Expediente de prueba folios 1400-1401).

Cfr. Dictamen Pericial de Grafotecnia No. 709/96 emitido por la División de Criminalística de la PNP el 1 de
marzo de 1996 a solicitud del Trigésimo Juzgado Penal de Lima (anexo alegatos finales del Estado, folio
3373).

87 Cfr. Acusación Fiscal, Expediente No. 987-94, emitida por la Quinta Fiscalía Superior en lo Penal de Lima,
2 de mayo de 1996, recepcionada por la Quinta Sala Penal al día siguiente (expediente de anexos al Informe
de Fondo, folios 71, 74, 77, 78 y 79).

HUMANOS, C. I. (17 de febrero de 2017). CASO ZEGARRA MARÍN VS. PERÚ. la Corte Interamericana,
66. Recuperado el 11 de OCTUBRE de 2022.

Cfr. Caso Vera Rojas y otros Vs. Chile. Convocatoria a audiencia. Resolución de la Presidenta de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos de 4 de diciembre de 2020. Disponible en:
http://www.corteidh.or.cr/docs/asuntos/vera_rojas_4_12_2020.pdf

pág. 30

También podría gustarte