Sofía Rubín

EL DINERO CONTROLA AL PERIODISMO

Dicen que el mundo se mueve por el dinero y por dolorosa que sea esta verdad cruda y
desgarradora, es así. Afecta a cada profesión, a la manera en la que vivimos, con quién
nos relacionamos, nuestro estatus... El periodismo está controlado por los magnates
de los medios de comunicación, por los peces gordos, cuyo interés principal es el
beneficio económico.

Y cómo culparlos. El sistema nos ha impuesto está mentalidad. Apuesto a que nadie
rechazaría un gran saco de pasta presente al frente de nuestras narices. Pero hay
agentes que se mueven al paso de su sombra: los freelancers. Estos personajes que
logran llegar a final de mes con dificultad se ven movidos por la pasión, por la esencia
del periodismo.

Nuria Garrido lo afirma: “Soy periodista de guerra porque quiero luchar contra las
injusticias”, lidiando con todos los impedimentos propios de la profesión. Señala el
trato diferenciado al que ha sido sometida por su género y de la desvalorización de su
trabajo al cubrir el conflicto ucraniano.

En general, las víctimas quieren ser visibilizadas. Hay gente muriendo en las calles y las
condiciones dadas a los periodistas justifican la constante atención a los terapeutas.
“Los medios de comunicación desprestigian la profesión”, sostiene la periodista.

Hay un trabajo de fondo tras cada noticia. Estos agentes informativos arriesgan sus
vidas por el periodismo, el cual termina desmereciéndoles: “Me gustaría montar mi
granito de arena a los reportajes”.

La profesión se está volviendo clasista y los que más dinero tienen son los que
controlan el periodismo. La historia pierde humanidad. “Ximo Puig puede que sea el
presidente de la Generalidad Valenciana, pero todo el mundo sabe que Juan Rojas es
quien controla”, explica Núria Garrido.

Tal vez la pasión y la honradez no están directamente relacionados con el éxito y la

riqueza, sino que se ven amenazados por el sistema. Como dice el empresario Robert
Kiyosaki: “El concepto importante que deben aprender es el poder del dinero. Usted
quiere que el dinero trabaje para usted, en vez de trabajar por el dinero”.