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OBJETIVOS
Adquirir las competencias necesarias para analizar los ensayos por partículas magnéticas.
CONOCIMIENTOS
• Partículas Magnéticas.
• Sistemas de Magnetización.
• Corrientes Magnetizantes.
• Materiales Utilizados.
• Indicaciones Producidas por las Partículas Magnéticas.
• Métodos de Inspección.
• Limitaciones y Precauciones del Ensayo mediante Partículas Magnéticas.
• Desmagnetización.
• Indicaciones.
• Procedimientos del Ensayo por Partículas Magnéticas.
Este método de ensayo solo puede ser usado con materiales magnéticos. Cuando se usa para
inspeccionar uniones de materiales con distintas propiedades magnéticas, nos producirá
indicaciones aunque la unión sea buena.
La sensibilidad de este método depende de factores tales como tamaño y forma de las
discontinuidades, profundidad, orientación, etc.
Magnetismo
La regla general de la atracción y repulsión entre piezas magnetizadas es, polos del mismo signo
se repelen y polos de distinto signo se atraen.
Cuando el hierro se magnetiza, cada molécula es magnetizada de tal forma que todos los polos
norte y sur, se orientan en una dirección, tal como se ve en la siguiente figura.
Con todas las moléculas así magnetizadas, la pieza también tiene entonces un polo norte y un
polo sur, estableciéndose, en la pieza y sus alrededores, un campo de fuerza igual a la suma de
los campos de fuerza individuales de todas las moléculas.
Las líneas de fuerza, del campo magnético establecido, tienen siempre una dirección definida,
abandonan la pieza en el polo norte y se introducen por el polo sur. Además, siempre son
líneas continuas formando su trayectoria en circuito cerrado y nunca se entrecruzan entre
ellas. El espacio que rodea a una pieza magnetizada, en el cual actúan las líneas de fuerza, se
llama campo magnético.
Tipos de Materiales
Los materiales diamagnéticos son repelidos por los campos
Diamagnéticos
magnéticos. Un ejemplo es el bismuto.
lo
Flujo Magnético 1 gauss = l
t
Supongamos que una pieza cilíndrica de acero al carbono, tal como la representada en la figura,
se somete a la acción de un campo magnético cuyas líneas de fuerza están orientadas
longitudinalmente.
Si existe una discontinuidad en la superficie de la pieza cuyo plano sea perpendicular a las líneas
de fuerza, las líneas de fuerza tenderán a salvarla cual un obstáculo, ya que, en general, tendrá
una permeabilidad menor que el acero.
Esto se traduce en una distorsión de las líneas de fuerza tal como indica la citada figura, en la que
vemos como las que están más próximas a la superficie se ven obligadas a salir al exterior
formando lo que llamaremos un “campo de fuga”. La distorsión del campo hace que se eleve
la energía del sistema que resulta más inestable que si no existiese la discontinuidad.
La consecuencia directa de estos fenómenos es que las partículas actúan como detectores del
campo de fuga, cuya imagen aparece en la superficie de la pieza, y que se corresponde
exactamente con la trayectoria superficial de la discontinuidad.
1. Magnetización de la pieza.
2. Aplicación de las partículas magnéticas.
3. Observación y anotación de la presencia de indicaciones.
Si hacemos pasar una corriente por un conductor, creamos un campo magnético cuyas líneas de
fuerza serán círculos con centro en el centro del conductor y perpendiculares a éste. La
intensidad del campo es proporcional a la corriente aplicada.
El campo magnético debe ser orientado de forma que cuando exista una discontinuidad ésta
pueda ser detectada. Si el campo es paralelo a la discontinuidad podemos quedarnos sin
indicación.
Para determinar el sentido de las líneas de fuerza del campo magnético, creado por un conductor
lineal, se suele utilizar la regla de la mano derecha que dice:
Supondremos, en lo que sigue, que el sentido de la corriente eléctrica circulante es del polo
positivo hacia el negativo.
Magnetización Circular
Hay dos formas básicas de utilizar la corriente eléctrica para producir campos magnéticos
circulares:
a. Haciendo circular la corriente por un conductor central situado en el interior de las piezas
huecas a ensayar.
b. Haciendo pasar la corriente directamente, a través de la pieza que quiere ensayarse.
Si enrollamos un alambre conductor formando una bobina, las líneas de fuerza que se forman
alrededor de cada una de las espiras, al circular la corriente eléctrica por el conductor, se
combinan entre sí y dan lugar a un campo resultante cuyas líneas de fuerza van según la
dirección longitudinal del eje de la bobina, como se aprecia en la siguiente figura.
La longitud efectiva, del campo magnético inducido en una pieza mediante una bobina, es
de 15 a 22 cm a cada lado de la bobina, dependiendo de la permeabilidad del material
magnetizado y del valor de la intensidad de la corriente eléctrica utilizada. El uso eficaz de
esta regla debe basarse en la experiencia obtenida de su aplicación. La distancia se mide a partir
del centro de la bobina, ver figura.
Cuando la pieza a ensayar sea de dimensiones tales que no pueda ser introducida en el interior de
una bobina, se arrollará a su alrededor un cable que hará las veces de la bobina.
El yugo empleado para magnetizar es una pieza metálica en forma de “u” alrededor de la cual se
ha enrollado un conductor formando una bobina. Cuando se hace pasar la corriente por la bobina
se crea entre los polos del yugo un campo magnético longitudinal.
La magnetización será distinta en función de que la corriente utilizada sea alterna o continua.
Corriente
Alterna
Figuras 1 y 2
Figuras 3 y 4
El valor de la corriente necesaria para magnetizar longitudinalmente mediante una sola bobina
viene dado por la fórmula:
45000
Amperios - vuelta
LD
Donde:
• L = Longitud de la pieza.
• D = Diámetro o espesor de la pieza.
Las partículas que se emplean, en el ensayo mediante partículas magnéticas, son de materiales
ferromagnéticos cuidadosamente seleccionados, con un tamaño, forma y permeabilidad
magnética apropiada. Estas partículas prácticamente no retienen magnetismo residual.
Las partículas magnéticas son de una elevada permeabilidad para que puedan ser atraídas y
retenidas por las distorsiones más leves que el campo magnético pueda experimentar. También
poseen una baja retentividad que les permite perder el magnetismo adquirido con gran
facilidad y hace que puedan ser retiradas de la pieza sin dificultad cuando no son atraídas por las
discontinuidades que puedan existir. El ciclo de histéresis de esta clase de partículas es muy
estrecho.
Las partículas se clasifican, de acuerdo con la forma en que se emplean, en secas y húmedas.
Método Húmedo
Cuando existe una discontinuidad, y por lo tanto una distorsión del campo magnético, las
partículas son atraídas hacia las zonas en que la distorsión se produce, indicándonos la existencia
de la discontinuidad. Las partículas fluorescentes son extraordinariamente fáciles de ver
utilizando una luz casi invisible denominada “luz negra”.
El número de las partículas que existen en el baño en suspensión se denomina concentración del
baño. Conseguir una concentración adecuada es de la mayor importancia para el desarrollo
correcto del ensayo.
La concentración del baño debe verificarse diariamente, o por lo menos antes de realizar el
ensayo si éste no se efectúa a diario. Para conseguir la concentración adecuada deben seguirse las
instrucciones dadas por el fabricante.
Método Seco
En el método seco, las partículas empleadas son de similares características a las que se emplean
en el método húmedo, excepto que su aplicación es en forma de polvo seco, espolvoreando
con ellas la zona a inspeccionar. Se emplean, igualmente, de color negro, rojo o fluorescente.
En la siguiente figura se comparan en un gráfico las facilidades de cada uno de los métodos para
detectar defectos subsuperficiales. Este gráfico está obtenido a partir de ensayos realizados sobre
un trozo de redondo hueco de acero, al que se le habían practicado diferentes orificios a distintas
profundidades. Los ensayos se realizaron utilizando un conductor central y tomando nota de los
valores mínimos de corriente necesarios para que los diferentes orificios originasen indicaciones
“legibles.”
A la vista del gráfico se desprende que las partículas secas son más sensibles que las
húmedas, independientemente del tipo de corriente empleada, y que el método seco con
c.c.m.o. es el que produce mayor penetración del campo magnético en la pieza a ensayar.
Cuando la acumulación de partículas es producida por una causa distinta a aquellas que ejercen
las discontinuidades, se denomina indicación no relevante. Estas pueden originarse por:
Una de las causas más comunes que producen indicaciones no relevantes es debida a la
constricción que las líneas de fuerza se ven obligadas a realizar debido a la configuración de la
pieza.
Es muy importante saber, para la correcta interpretación del ensayo, cuando la indicación que
aparece es debida a una discontinuidad o no.
Las indicaciones no relevantes son generalmente difusas, no muy bien definidas y suelen
ser uniformes en dirección y tamaño. Aunque suele ser fácil identificarlas, es posible que
enmascaren o no dejen ver otras indicaciones debidas a discontinuidades, por ello se debe
procurar eliminarlas en lo posible.
Otro tipo de indicación no relevante, es aquel producido al poner en contacto una pieza
magnetizada con otra de material ferromagnético. A causa de ello, el campo establecido en la
pieza magnetizada se distorsiona, permaneciendo esta distorsión una vez separadas las piezas y
produciéndose, por lo tanto, una indicación en el área que ha experimentado la distorsión. Estas
indicaciones pueden aparecer en cualquier parte de la pieza y pueden tener cualquier
dirección y aspecto. Este efecto se conoce con el nombre de “escritura magnética” y se
representa en la siguiente figura.
Vamos a ver ahora las diferentes formas de realizar el ensayo mediante partículas magnéticas
para obtener las indicaciones que nos digan si la pieza ensayada está o no libre de
discontinuidades superficiales o próximas a la superficie. Es necesario advertir de nuevo que la
limpieza de las superficies de las piezas a ensayar es de la mayor importancia, una superficie
con grasa, óxido, suciedad, etc. puede producir indicaciones no relevantes o falsas,
enmascarando las verdaderas.
Ya hemos visto que las partículas húmedas van en suspensión en un baño de agua o aceite. El
baño portador de las partículas es el que se vierte sobre la superficie a ensayar.
De esta forma tendremos la seguridad de que cuando apliquemos la corriente habrá partículas
sobre la pieza. Si se aplicase el baño después de la aplicación de la corriente magnetizante, o
durante la aplicación de la misma, la fuerza del propio baño al ser aplicado, puede barrer
ligeramente algunas de las partículas retenidas en posibles indicaciones.
El paso segundo debe hacerse de forma que las partículas alcancen la superficie magnetizada
suavemente, en forma de una nube ligera, de esta forma las partículas pueden ser atraídas con
mayor facilidad a las zonas donde se pueda producir una indicación.
No hay que olvidar que el campo magnético residual es siempre más débil que el existente
mientras actuaba la corriente magnetizante.
Por ello son más sensibles los métodos en que se utiliza el campo continuo que el que emplea
el campo residual.
La principal limitación es, por lo tanto, que los materiales no magnéticos no pueden ser
ensayados por este método.
Otra limitación es la profundidad a la cual las discontinuidades pueden detectarse. Como regla
general se puede decir que aquellas discontinuidades a más de 6 mm de la superficie no
pueden ser detectadas. Este valor variará dependiendo de la permeabilidad del material, tipo y
orientación de la discontinuidad, valor y tipo de la corriente magnetizante empleada, etc.
Cuando se ensaya mediante electrodos o yugo con partículas secas, si el contacto entre los
electrodos y la pieza no es bueno, puede producirse un chisporroteo y unos destellos que pueden
dañar seriamente la visión o la piel. Este fenómeno es más frecuente cuando se emplean valores
altos de corriente o equipos de soldadura como fuentes de energía, trabajando en estas
condiciones debe tenerse la precaución de comprobar que no existen, en las inmediaciones,
vapores o gases combustibles y los operarios deben utilizar gafas protectoras.
Los aceites y pastas, que se emplean con las partículas húmedas, pueden ocasionar irritaciones y
agrietamientos de la piel, cuando la piel está expuesta a ellos de forma continua.
Las partículas secas no son tóxicas por regla general, pero debe evitarse el respirarlas en valores
excesivos.
Las lámparas de luz negra, utilizadas en el ensayo con partículas fluorescentes, no causan daños
permanentes en la visión o en la piel, siempre que se empleen los adecuados filtros.
Tal como se ha visto anteriormente, en las piezas magnetizadas queda un campo magnético
residual, de mayor o menor intensidad que, por diversas razones, puede ser aconsejable su
eliminación total.
Vemos qué tipo de campo residual tendremos en una pieza que haya sido magnetizada en más de
una dirección. La combinación de un campo circular residual con un campo longitudinal residual
de menos intensidad nos da un campo residual, combinación del circular y longitudinal. La
combinación de un campo circular residual con un campo longitudinal residual de mayor
intensidad nos da como resultado un campo longitudinal residual, tal como se ve en la siguiente
figura.
En la figura que hay a continuación vemos que las líneas de fuerza, de los campos magnéticos
circulares establecidos en las piezas, están contenidas en ellas, mientras que las líneas de fuerza
de los campos magnéticos longitudinales siguen una trayectoria tal que abandonan la pieza, en
uno de sus extremos, y vuelven a entrar por el otro. A la vista de esto se comprende la facilidad
de detectar la existencia de campos residuales cuando las piezas han sido magnetizadas
longitudinalmente. Por ello, cuando sabemos que una pieza haya sido magnetizada
circularmente y queremos eliminar el campo magnético residual, lo mejor es magnetizarla
longitudinalmente para, a continuación, proceder a su desmagnetización. De esta forma
siempre conoceremos la existencia o no de un magnetismo residual.
Y así sucesivamente hasta la eliminación total del magnetismo residual. Como se ve, cada vez
que el campo magnético es invertido y reducida su intensidad, el campo magnético residual
queda reducido.
Procedimientos de Desmagnetización
Cuando se emplea c.a. de 50 ciclos, la corriente se invierte a razón de 100 veces por segundo
automáticamente y la dirección del campo magnético por ella creado también se invierte con la
misma razón. Por ello, para desmagnetizar una pieza sometida a este tipo de corriente, sólo
necesitamos ir reduciendo paulatinamente la intensidad del campo residual. Empleando c.c.
necesitamos además invertir, por alguno de los métodos expuestos, la dirección del campo
residual.
Sabemos que la c.c. es más penetrante que la c.a. por lo tanto, la desmagnetización mediante
c.c. es mayor que la que se obtiene con c.a. además la experiencia demuestra que el mayor
grado de desmagnetización se consigue cuando el campo se invierte a razón de una vez por
segundo, por lo tanto, cuando sea necesario un elevado grado de desmagnetización se efectuará
ésta empleando corriente continua.
Los materiales con baja permeabilidad requieren que los pasos de desmagnetización sean de
menor cuantía que los que se emplean en materiales de permeabilidad elevada, es decir a menor
permeabilidad mayor número de pasos habrá que dar durante la desmagnetización. Como
regla general, los pasos a dar suelen estar comprendidos entre 10 y 30.
Indicadores de Campo
Los indicadores de campo son aparatos que comparan la intensidad de un campo magnético
exterior con la de un campo de intensidad fija, situado en el interior del aparato.
Se utilizan más para situar las zonas donde las líneas de fuerza abandonan la pieza, que para
medir la intensidad del campo y también para comprobar la efectividad de la desmagnetización.
• La situación de la discontinuidad:
− Indicaciones superficiales: suelen ser claras y perfectamente definidas.
− Indicaciones subsuperficiales: suelen ser difusas y no muy definidas.
• El origen de la discontinuidad.
• El período de la vida de la pieza o componente en el cual se ha originado la discontinuidad:
− Indicaciones originadas por discontinuidades inherentes: son todas aquéllas debidas a
discontinuidades formadas en el período de la colada del lingote original. Los tipos más
comunes son: inclusiones, segregaciones, porosidad, etc.
− Indicaciones originadas por discontinuidades en proceso: son todas aquéllas originadas
por discontinuidades producidas en las operaciones de formado y fabricación (fundición,
forja, curvado, mecanizado, amolado, tratamiento térmico, etc.). Los tipos más comunes
son: grietas, porosidad, rechupes, pliegues y grietas de forja, laminaciones, etc.).
• Indicaciones originadas por discontinuidades aparecidas en el servicio del componente.
El tipo más común lo componen las grietas de fatiga.
Para el registro de las indicaciones obtenidas por partículas magnéticas se puede recurrir a la
fotografía directa, bien sea en blanco y negro o en color, aunque también pueden usarse otros
procedimientos más económicos, tales como:
• Recubrir la pieza con una laca transparente que proteja la indicación contra roces o
deterioros.
• Pasar la indicación (una vez perfectamente seca) a un papel adhesivo transparente o de color
claro.
En los procedimientos de ensayo por partículas magnéticas habrá que diferenciar entre elementos
esenciales genéricos y elementos esenciales específicos.
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