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“LEJANA- JULIO CORTAZAR”

 “Lejana" es la historia de dos mujeres que son una sola, o de una mujer desdoblada
en dos.
 Es un relato fantástico que tiene como tema central "el otro yo".
 Alina Reyes, la protagonista, escribe en su diario íntimo las experiencias que tiene
cuando la siente a ella, a su otra parte, a la otra Alina Reyes, la que no es
afortunada, la que sufre lejana y no la deja dormir por las noches.
 La odia, pero en el fondo la compadece y se siente culpable, porque ella tiene todas
las comodidades del mundo mientras en otra parte, la otra desafortunada es
maltratada.
 Como es habitual en Cortázar, esta obra tiene un ritmo marcado. La situación
avanza con un paso creciente, en este caso se ve en el hecho de que las entradas del
diario de Alina cada vez son más cercanas entre sí.
 La primera un 12 de enero, la segunda el 20, la siguiente el 25 de ese mes y luego la
noche de ese mismo día.
 Alina Reyes va desarrollando simpatía por la otra, comienza a imaginar una posible
comunicación, quizás hasta un encuentro.
 Alina Reyes sabe, o siente, que la otra está en Budapest, tiene la imagen de la
mendiga cruzando un puente luego de una plaza, el frío y la nieve en los zapatos.
Decida ir a buscarla. Se casa con Luís María, un aristócrata con quién tenía relación,
y sin mucho esfuerzo lo convence de viajar hasta Budapest, aunque nunca le da
ninguna explicación.
 En las últimas palabras de su diario, Alina afirma que irá a encontrar a la otra, para
finalmente cerrar el asunto, para curarse y vivir feliz el resto de su vida. Con la
esperanza de terminar con todo y seguir adelante. Entonces la voz del narrador
cambia a la tercera persona omnisiente, para contar el trágico final: la inversión.
"En el centro del puente desolado la harapienta mujer de pelo negro y lacio
esperaba con algo fijo y ávido en la cara sinuosa, en el pliegue de las manos un
poco cerradas pero ya tendiéndose. Alina [...] estuvo junto a ella y alargó también
las manos, negándose a pensar, y la mujer del puente se apretó contra su pecho y
las dos se abrazaron rígidas y calladas en el puente, con el río trizado golpeando
en los pilares.
[...] Cerró los ojos en la fusión total, rehuyendo las sensaciones de fuera, la luz
crepuscular; repentinamente tan cansada, pero segura de su victoria, sin
celebrarlo por tan suyo y por fin.
[...] Al abrir los ojos (tal vez gritaba ya) vio que se habían separado. Ahora sí gritó.
De frío, porque la nieve le estaba entrando por los zapatos rotos, porque yéndose
camino de la plaza iba Alina Reyes lindísima en su sastre gris, el pelo un poco
suelto contra el viento, sin dar vuelta la cara y yéndose.
 ¿Qué peor final que perderlo todo, quedarse con lo peor y ver como aquella a quien
una vez miraba desde arriba ahora la dejaba abandonada con su infortunio, con su
sufrimiento, que ya conocía, que ya había sentido?

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