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Yolanda Postigo Angón

LOS PROCEDIMIENTOS

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Uso estratégico de la información

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26 Los PROCEDIMIENTOS COMO CONTENIDOS ESCOLARES APRENDER A USAR EL CONOCIMIENTO: UNA NECESIDAD EDUCATIVA CRECIENTE 27

gran comprender la diferencia entre las sociedades burguesas y feudales, se utilizarlos y enfrentar a los alumnos a situaciones en las que deban hacer
tratará de conocimientos con un campo de aplicación restringido a las situa­ uso de ellos. Pero antes de ver cuáles son esos procedimientos en el capí­
ciones --{) materias- que se ocupen de esos temas. Pero si, como veremos tulo próximo y de plantear cómo pueden enseñarse desde algunas áreas del
en la segunda parte del libro, Ana y Daniel aprenden a expresarse por es­ currÍCulo (en la segunda parte del libro, capítulos del 3 al 6), conviene que
crito (capítulo 6), a interpretar una gráfica (capítulo 5), a leer un mapa (ca­ nos detengamos un poco para analizar las características de los procedi­
pítulo 4) o incluso a comprobar una hipótesis (capítulo 3) están adquiriendo mientos como contenidos del aprendizaje, lo que les hace diferentes de otros
capacidades que, si se enseñan adecuadamente, tendrán una mayor posibili­ contenidos, sobre todo los más tradicionales, los verbales, porque sólo así
dad de aplicarse --{) en términos de aprendizaje «transferirse»- a tantas y entenderemos algunas de las tribulaciones procedimentales de los Pérez y
tantas situaciones de su vida en las que sean útiles o relevantes. podremos ayudarles, al menos virtualmente, a superarlas.
Escribir, interpretar una gráfica, comprobar una hipótesis, leer y compren­
der un texto, saberse situar en el tiempo y en el espacio. hacer un cálculo o
una operación matemática son capacidades que la escuela debería fijarse 3. La naturaleza de los procedimientos
como objetivo. Adquirir esas capacidades puede hacer de Ana y Daniel como contenidos de aprendizaje
aprendices más estratégicos (Pozo y Monereo. 1999). Aprender a apren­
der va a ser, si no lo es ya, el recurso más eficaz para enfrentarse a la so­ Muchos profesores, y también bastantes alumnos, atribuyen las dificulta­
ciedad del aprendizaje. Los ciudadanos más preparados no serán necesa­ des en usar un conocimiento adquirido -sea para interpretar una gráfica
riamente los que sepan más sobre ámbitos concretos. sino los que tengan sobre el desempleo, para resolver una ecuación en física o para hacer un ba­
mejores capacidades de aprendizaje (aunque, como veremos en la segunda calao al ajoarriero- a una falta de atención e interés para aplicarlo. Según
parte del libro, la única manera eficaz de desarrollar esas capacidades es a esta concepción, bastante extendida (Martín, 1999; Monereo, 1999), saber ha­
través del aprendizaje de contenidos en dominios concretos). 0, por decirlo cer no es sino saber aplicar lo que se sabe decir. Una vez que alguien sabe lo
en palabras de Fernando Savater (1997, págs. 49-50) en otro libro de tÍ­ que tiene que hacer --como en algunos de los casos presentados en páginas
tulo esperanzado, El valor de educar: anteriores- todo lo que tiene que hacer es fijarse bien y tener interés en apli­
carlo. Sin embargo, la psicología cognitiva del aprendizaje ha mostrado que,
«Sin duda la propia habilidad de aprender es una muy distinguida capaci­ aunque en algunos casos las cosas puedan ser asi, los procedimientos, por
dad abierta. la más necesaria y humana quizá de todas ellas. Y cualquier su propia naturaleza como contenidos de aprendizaje, tienen rasgos especí­
plan de enseñanza bien diseñado ha de considerar prioritario este saber que ficos que hay que considerar si queremos enseñarlos eficazmente, como un
nunca acaba y que posibilita todos los demás. cerrados o abiertos, sean los in­ saber hacer3 . No se aprenden ni se enseñan igual que otros contenidos y, por
mediatamente útiles a corto plazo o sean los buscadores de una excelencia que tanto, lo que profesores y alumnos tienen que hacer para lograr superar las
nunca se da por satisfecha. La capacidad de aprender está hecha de muchas dificultades en su aprendizaje es algo distinto del tradicional explicar y
preguntas y de algunas respuestas ... En una palabra, de actividad permanente escuchar.
del alumno y nunca de aceptación pasiva de los conocimientos ya degluti­ Lo que nos dice la psicología cognitiva del aprendizaje es que decir y
dos por el maestro que éste deposita en la cabeza obsecuente. De modo que, hacer son dos formas distintas de conocer el mundo y de actuar sobre él,
como ya antes se ha dicho, lo importante es enseñar a aprender.» que son dos sistemas de conocimiento diferentes, que se aprenden, se en­
señan y se evalúan de forma diferente. Quizá quien ha argumentado más
De modo que, en la sociedad de la información, del conocimiento múl­ sólidamente esta idea es John Anderson (1983) al distinguir entre conoci­
tiple y del aprendizaje continuo, enseñar a los alumnos a aprender y a usar miento declarativo, o saber decir, y conocimiento procedimental, o saber
sus conocimientos requiere reconsiderar los contenidos del cunículo, asu­ hacer (véase la tabla 1.1).
miendo que tan importante como aprender Historia, Biología o Matemáti­
cas es aprender a utilizar sus conocimientos históricos, biológicos o ma­ 3 Un análisis del aprendizaje de procedimientos más detallado que el que se presenta a continuación puede
temáticos en diferentes situaciones y tareas. Y para ello no basta con enseñar encontrarse en E. Gagné ( 1985) Y Pozo ( 1996). En cuanto a su enseñanza recomendamos ColI y Valb
esos conocimientos. Hay que enseñar también procedimientos eficaces para (1992). Monereo el al (1994). Valls (1993).
28 Los PROCEDIMIENTOS COMO CONTENIDOS ESCOLARES APRENDER A USAR EL CONOCIMIENTO: UNA NECESIDAD EDUCATIVA CRECIENTE 29

tas alturas atarse los cordones de los zapatos, pero seguramente no sabría
Información rerbal Conocimiento técnico decir qué hace para atárselos). De hecho, muchas de las cosas que tienen
que aprender a hacer los alumnos con su conocimiento matemático, físico
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Consiste en Saber qué
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Saber cómo
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o histórico, son cosas que sus profesores saben hacer pero no siempre de­
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cir, lo cual, como veremos, tiene que ver con la propia historia del apren­
Es •
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..:I~ Fácil de verbalizar Difícil de verbal izar dizaje de los procedimientos que, al automatizarse por la práctica, resul­
- - . ~~:...-, tan muy difíciles de verbalizar.
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-- Los procedimientos, considerados como «secuencias de acción dirigi­
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Se posee
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- Todo o nada ,
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En parte
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das a la consecución de una meta», según dicen Coll y Valls (1992), son un
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tipo de contenido diferenciado aunque, como veremos en el último apar­


Se adquiere De una vez Gradualmente tado de este capítulo, ello no quiere decir que deban enseñarse de modo in­
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dependiente del resto de los contenidos, sino al contrario, en estrecha co­


Se enseña " Por exposición
,~ Por práctica/ejercicio nexión con ellos. Pero esta amplia definición admite muchos matices si
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diferenciamos entre tipos de procedimientos, ya que incluirían secuencias

Procesamiento • u Esencialmente controlado
... Esencialmente automático de actividades de naturaleza bien diferente, que los alumnos debelÍan apren­
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der --desde la más simple técnica de medición de la temperatura a la for­
Tabla 1.1. Diferencias entre el aprendizaje de información verbal y la adquisi­mulación de hipótesis sobre la caída de los cuerpos o a la contrastación de
ción de técnicas, a partir de la distinción entre el conocimiento declarativo y pro­modelos sobre el origen del universo-o De hecho, los diferentes tipos de
cedimental establecido por Anderson (1983). procedimientos pueden ser situados a lo largo de un continuo de generali­
dad y complejidad, que iría desde las simples técnicas y destrezas hasta
las estrategias de aprendizaje y razonamiento. Mientras que la técnica viene
Se trataría de dos tipos de conocimiento distintos que, por otra parte, en a ser una rutina automatizada como consecuencia de la práctica repetida,
muchos casos se adquirirían por vías distintas. El conocimiento declara­ las estrategias implican una planificación y una toma de decisiones sobre
tivo es fácilmente verbalizable, puede adquirirse por exposición verbal y los pasos que se van a seguir. El ejemplo del aprendizaje de procedimien­
suele ser consciente. En cambio, el conocimiento procedimental no siempre tos en la actividad física y el deporte ilustra muy bien esta diferencia. Las
se puede verbalizar, se adquiere más eficazmente a través de la acción y se técnicas son las rutinas motoras que aprenden los deportistas por procesos
ejecuta a menudo de modo automático, sin que seamos conscientes de ello. de automatización, las estrategias implican un uso intencional de esas téc­
El conocimiento procedimental es más difícil de evaluar que el conoci­ nicas con el fin de alcanzar determinados objetivos, que típicamente reali­
miento verbal, ya que su dominio es siempre gradual y, por tanto, es más zalÍa el entrenador.
difícil discriminar entre sus diferentes niveles de dominio. Es diferente Las estrategias se componen, por tanto, de técnicas e implican un uso
aprender algo para decirlo que para hacerlo, aunque lo ideal sea relacio­ deliberado de las mismas en función de los objetivos de la tarea. 4 La dife­
nar ambas formas de conocimiento (para ello véase con más detalle Coll, rencia entre una técnica o estrategia casi nunca está en lo que se hace, sino
Pozo, Sarabia y Valls, 1992; Pozo, 1996). Es verdad que hay muchas cosas en cómo se hace. O dicho en otras palabras, un mismo procedimiento (ha­
que sabiéndolas decir no sabemos hacerlas (Inés «sabe» cómo deben or­ cer una gráfica, el resumen de un texto o el bacalao al ajoarriero) puede
ganizarse los grupos, pero no logra hacerlo; sin duda Ana sabe hacer una usarse de modo técnico o estratégico, dependiendo de las condiciones en
regla de tres, pero muchas veces no se da cuenta de que es eso lo que tiene que se haga (Monereo, 1997; Monereo et al., 1994; Pozo y Postigo, 1993).
que hacer), pero también es verdad lo inverso, que sabemos hacer cosas que
nos costaría mucho decir o explicar (Inés toma muchas decisiones en sus 4 Como no queremos aburrir al paciente lector a riesgo de que deje de serlo, esta distinción tan importante
clases que no sabría explicar muy bien; por ejemplo, sabe cuándo debe ter­ está argumentada con detalle en Monereo (1997), Nisbet y Shucksmith (1986), Pérez Cabaní ( 1997) o Pozo
minar un debate o cuándo no están entendiendo los alumnos, pero no sa­ (1996) . Hay otros muchos términos, no siempre bien delimitados, como táctica, estilo, hábito, destreza,
bría explicar cómo lo sabe. Hay ejemplos más triviales: el lector sabrá a es- etc., que aquí, por afán de claridad, reducimos al continuo técnica-estrategia.
30 Los PROCEDIMIENTOS COMO CONTENIDOS ESCOLARES APRENDER A USAR EL CONOCIMIENTO: UNA NECESIDAD EDUCATIVA CRECIENTE 31

En general, el uso estratégico del conocimiento requiere disponer de recur­ para cambiar de marcha sin que se le cale el coche- mientras que en otros
sos cognitivos para ejercer el control más allá de la ejecución de esas téc­ hay un problema estratégico cuando una persona tiene dificultades al adop­
nicas, así como un cierto grado de reflexión consciente o metaconocimiento, tar la secuencia de acciones adecuada para alcanzar una meta determinada,
necesario sobre todo para tres tareas esenciales: por ejemplo, cómo puede Inés manejar a esos grupos difíciles o cómo puede
(a) La selección y planificación de los procedimientos más eficaces en convencer Daniel a sus padres para que le dejen ir de acampada este fin
cada caso. de semana.
(b) El control de su ejecución o puesta en marcha. Estas dificultades técnicas y estratégicas en el uso eficaz de los proce­
(c) La evaluación del éxito o fracaso obtenido tras la aplicación de la es­ dimientos -recurriendo a las fases y momentos del aprendizaje de un pro­
trategia. cedimiento, según Anderson (1995; ver también Pozo, 1996)- pueden de­
Por ejemplo, Daniel, ante la tarea de hacer una gráfica, primero debe ele­ berse a que el alumno, o quien deba aplicar el procedimiento:
gir el tipo de gráfica que más se ajusta a las condiciones del área (si hacer - no sabe lo que hay que hacer, es decir, no tiene el conocimiento ver­
una gráfica de barras o una gráfica de sectores). Cuando la está haciendo balo declarativo de las acciones que hay que realizar;
debe tener en cuenta aspectos técnicos de la misma --como, por ejemplo, - no sabe hacerlo; o sea, no tiene el conocimiento técnico, no puede po­
la escala- y controlar si está respondiendo a las exigencias y, finalmente, ner en marcha la secuencia de acciones, aunque sepa qué es lo que tiene que
debe valorar si lo ha hecho bien antes de que la maestra se lo diga. hacer;
El uso estratégico se diferencia del técnico en que implica una activi­ - no sabe cuándo ni cómo debe hacerlo; esto es, carece del conocimiento
dad deliberada y controlada por parte del alumno. En las cuatro fases que estratégico o condicional para usar de forma autónoma un procedimiento
típicamente se reconocen en la puesta en marcha de una estrategia de apren­ que, sin embargo, domina técnicamente.
dizaje o solución de problemas (fijar metas, elegir una secuencia de acción, Aunque a lo largo de este libro veremos algunos de estos casos en dife­
aplicarla y evaluar el logro de las metas) el alumno debe ejercer un con­ rentes contextos, en la tabla 1.2 ejemplificamos estas dificultades en el
trol consciente de la aplicación de la estrategia (Pozo y Postigo, 1994 a). En uso de los procedimientos mediante los problemas procedimentales que tie­
cambio, en una aplicación rutinaria o meramente técnica o no existe con­ nen los distintos componentes de la familia Pérez.
trol consciente o éste se ejerce desde fuera del alumno por parte del profe­ I
sor, que tradicionalmente es quien establece las metas, elige las secuen­
cias de acción y evalúa los resultados, limitándose el alumno a aplicar la Dificultades técnicas y estratégicas Pmblemas procedimentales
técnica o rutina correspondiente. Como veremos en el próximo apartado, el en el uso de los procedimientos de lafamilia Pére::.
aprendizaje de estrategias requiere transferir el control de las tareas a los
alumnos, modificando notablemente la función didáctica del profesor (M 0­ . .­
Dificultad declarativa:
nereo et al., 1994; Pozo, 1996). Por ejemplo, si Inés está enseñando a sus Ana con su entrevista .
~

No sabe lo que hay que hacer


alumnos a observar con un microscopio debe asegurarse de que dominan
~

ciertas operaciones o técnicas para manejarlo. En cambio, cuando se trata


de que formulen hipótesis sobre lo que observan su función es ayudarles a Dificultad técnica: Daniel con las gráficas ' .
No sabe hacerlo Antonio con la persiana
hacerse preguntas más que darles las respuestas.
Esta distinción entre el uso técnico y el estratégico del conocimiento es
importante, ya que cada uno de estos usos plantea dificultades de aprendi­ Dificultad estratégica: Inés con el trabajo
zaje específicas. De hecho, en este lunes negro de la familia Pérez vemos No sabe cuándo ni cómo hacerlo en grupo de sus alumnos
"
que en algunos casos -Daniel con sus gráficas, Ana con su entrevista, o el
mismo Antonio con su bricolaje- se planteaban problemas técnicos -hay Tabla 1.2. Dificultades en el uso de procedimientos.
una limitación técnica cuando una persona tiene dificultades para realizar
eficazmente una determinada secuencia de acciones, por ejemplo, alguien
que está aprendiendo a conducir y aún carece del dominio técnico suficiente
32 Los PROCEDIMIENTOS COMO CONTENIDOS ESCOLARES APRENDER -\ l'SAR EL CONOCIMIENTO: UNA NECESIDAD EDUCATIVA CRECIENTE 33

A lo largo de los próximos capítulos, en especial del 3 al 6, intentaremos aplicar las destrezas adquiridas en condiciones estables, sin apenas varia­
presentar diferentes ejemplos de cada una de estas dificultades en el uso de ciones o cambios.
los procedimientos y de las formas en que pueden superarse a través de la Así. aunque el aprendizaje estratégico es, en general. más eficaz y potente.
enseñanza. Veremos con detalle que estas distintas dificultades o caren­ ya que produce resultados más duraderos y transferibles que el aprendizaje
cias (declarativas, técnicas y estrategias) están conectadas entre sí de una técnico (Pozo. 1996), hay ciertas condiciones --cuando la tarea es siempre
forma determinada. De hecho. si el alumno manifiesta una carencia decla­ la misma o cuando hay alguien que tiene el control estratégico- en las
rativa o técnica es muy difícil que pueda ejercer un control estratégico de que la técnica resulta más eficaz. Y además, no es posible aprender de modo
la tarea. Sin duda en esta nueva cultura del aprendizaje esbozada páginas estratégico sin técnicas en las que apoyarse. Por tanto. ambas formas de usar
atrás, la meta de la educación debe estar dirigida a que los alumnos alcan­ el conocimiento están estrechamente ligadas en el aprendizaje y en la ense­
cen un aprendizaje estratégico (Pozo y Monereo, 1999), a que. volviendo ñanza.
a la metáfora anterior, se hagan entrenadores de sí mismos y aprendan a usar
con autonomía sus conocimientos. Pero esta meta no puede lograrse sin
un adecuado dominio técnico: es decir, si los alumnos no logran dominar 4. La enseñanza y el aprendizaje de procedimientos:
eficazmente ciertas rutinas con las que componer o construir sus estrategias. de la técnica a la estrategia
Una vez más, en aprendizaje las diferentes formas de aprender no se opo­
nen entre sí, sino que se ayudan o complementan. La eficacia del uso técnico Como norma general, la enseñanza de procedimientos debería seguir
y estratégico del conocimiento dependerá de las condiciones de la tarea a una secuencia desde el conocimiento técnico, en forma de rutinas más o
la que se enfrente el alumno o aprendiz. Entre esas condiciones que influyen menos automatizadas usadas en situaciones de ejercicio, hasta el uso es­
en la forma -rutinaria o estratégica- en que los alumnos aprenden a usar tratégico de esas técnicas en nuevas combinaciones para enfrentarse a pro­
sus conocimientos, una de la más importantes es el tipo de tareas de apren­ blemas realmente nuevos. En la adquisición de un procedimiento, desde la
dizaje-enseñanza a las que habitualmente se enfrentan: técnica a la estrategia, pueden identificarse cuatro fases, recogidas en la ta­
- Si esas tareas suelen tener un carácter rutinario, si implican una prác­ bla 1.3. Las dos primeras fases parecen más bien dirigidas a promover el
tica repetitiva de un procedimiento previamente enseñado (una vez expli­ uso técnico del procedimiento. mientras que las dos últimas pretenden
cada la regla de tres, realizar diez «problemas» aplicando el cohocimiento fomentar su aplicación en el marco de estrategias más amplias. Obviamente,
adquirido), si consisten en ejercicios, los alumnos tenderán a utilizar sim­ aunque estas cuatro fases respondan a una secuencia de construcción, y por
ples técnicas sobreaprendidas para resolverlos, ya que ese tipo de tareas no tanto debieran orientar la secuenciación de los contenidos procedimentales
requieren apenas planificación ni control, únicamente repetición ciega. en el currículo, no deben entenderse como fases sucesivas, sino que debe
- En cambio, si las tareas tienden a variar en aspectos relevantes, si existir cierto solapamiento e incluso un continuo ir y venir entre ellas, a me­
resultan sorprendentes y en parte impredecibles. si implican una práctica dida que se vayan detectando deficiencias en su aprendizaje. 5 En la segunda
reflexiva, requiriendo del alumno planificar, seleccionar y pensar sobre su parte del libro se presentan diferentes ejemplos de enseñanza de procedi­
propia actividad de aprendizaje, ya que implican situaciones novedosas que mientos basados en esta secuencia, como la interpretación de mapas geo­
requieren también nuevos planteamientos, si las tareas constituyen verda­ gráficos (capítulo 4) o las estrategias de comprensión lectora (capítulo 6),
deros problemas, entonces para resolverlas los alumnos tendrán que habi­ donde el lector puede encontrar ilustraciones concretas de esta forma de
tuarse a afrontarlas de un modo estratégico (Pozo y Postigo, 1994 a). enseñar.
Volviendo al ejemplo del deporte, el fútbol, el ciclismo o las carreras de La primera fase de entrenamiento técnico suele iniciarse con la presenta­
fondo tienen un alto componente estratégico, ya que las condiciones de apli­ ción de unas instrucciones o un modelo de acción. Las instrucciones sirven
cación de las destrezas adquiridas son siempre distintas. Existe un contra­ no sólo para fijar el objetivo de la actividad (la meta a la que se orienta el pro­
rio que las modifica directamente y que hace necesario, por tanto, 10 que cedimiento. según la definición) sino, sobre todo, para especificar con deta­
Monereo et al. (1994) denominan un conocimiento condicional de la situa­ lle la secuencia de pasos o acciones que deben realizarse. Puede presentarse
ción. En cambio. el salto de altura, la halterofilia o las carreras de veloci­
dad son especialidades esencialmente técnicas, ya que en ellas se pueden 5 En este apartado se resumen las ideas expuestas con mayor detalle en Pozo ( 1996. cap. 11)
34 Los PROCEDIMI ENTOS COMO CONTENIDOS ESCOLARES APRENDER A USAR EL CONOCIMIENTO: UNA NECESIDAD EDUCATIVA CRECIENTE 3S

verbalmente, como un listado de instrucciones, o mediante un modelo de cómo El objetivo básico de esta primera fase de enseñanza de un procedimiento
se ejecuta la acción desplegado por el propio profesor o apoyado en mate­ es, por tanto, desmenuzar la secuencia de acciones que debe realizar el
rial audiovisual. Cuanto más compleja sea la secuencia de acciones que debe alumno -sea para diseñar una entrevista, como le sucedía a Ana o para re­
realizarse, más conveniente será apoyar su instrucción en un aprendizaje presentar unos datos en una gráfica, como Daniel-, en sus elementos com­
por modelado. En todo caso, sea mediante instrucciones, modelo o, mejor ponentes, instruyendo explícitamente en su uso. Cuando, como en el caso
aún, mediante ambos, en esta primera fase de entrenamiento se debe des­ de Ana, no se proporcionan esas instrucciones detalladas sobre la secuen­
componer la técnica en las unidades mínimas componentes, atrayendo la aten­ cia de pasos que hay que dar, es muy difícil que el alumno realice eficaz­
ción sobre los elementos relevantes en cada paso y sobre el propio orden se­ mente la tarea si no ha sido previamente entrenado en ella.
cuencial en sí. Ello requiere por parte del maestro o entrenador no sólo hacer Los errores más comunes en esta primera fase de instrucción suelen con­
un análisis de la tarea en cuestión, descomponiéndola en movimientos o se­ sistir precisamente en lafalta de instrucciones claras. En muchos casos los
cuencias de acciones, sino también saber cuáles son los conocimientos (o pro­ pasos que hay que dar están mal explicitados u ordenados, o no tienen en
cedimientos) previos de que disponen ya los aprendices. cuenta lo que ya saben hacer los alumnos, o no queda claro cuándo se han
aplicado correctamente para dar el siguiente paso. Así, la instrucción «se
Entrenamiento Fase Consiste en
despeja la ecuación» o «se rehoga la cebolla» es adecuada sólo cuando los
alumnos o aprendices dominan técnicamente la secuencia de acciones co­
rrespondiente. En caso contrario, será necesario descomponer aún más esa
acción y entrenar los pasos que a su vez componen el procedimiento «des­
la Declarativa o de Proporcionar instrucciones detalladas de la pejar una ecuación» o «rehogar la cebolla». Es lo que le pasa en este lunes
instrucciones secuencia de acciones que debe realizarse.
a Ana cuando su profesora de Lengua le pide que «extraiga las ideas prin­
cipales de un texto». Dado que Ana no sabe hacerlo, la profesora debería
primero enseñarle los pasos que debe dar para lograrlo (a lo cual podría ayu­
Proporcionar la práctica repetitiva necesa­
darle una lectura detenida del capítulo 6 de este libro).
2 a Automatización o ria para que el alumno automatice la se- Suponiendo que las instrucciones sean adecuadas, la segunda fase, la más
consolidación cuencia de acciones que debe realizar, su­ crucial en el entrenamiento técnico, implica la automatización de la técnica
pervisando su ejecución. a través de la práctica repetida. Los alumnos deben poner en práctica re­
petidamente la secuencia bajo la supervisión del profesor. La función de
esta fase es condensar y automatizar la secuencia de acciones en una téc­
b

3" Generalización o Enfrentar al alumno a situaciones cada vez nica o rutina sobreaprendida. Se trata de «componer» o condensar en una
transferencia más nuevas y abiertas, de forma que se vea acción todos los pasos que anteriormente han sido descompuestos o sepa­
del conocimiento obligado a asumir cada vez más decisiones. rados como instrucciones, de forma que, como consecuencia de la prác­
l. tica repetida, el aprendiz acabe ejecutándolos como una sola acción y no
Estratégico como una serie de acciones consecutivas. Esta condensación, o fusión de
varias acciones en una sola supone un importante ahorro de recursos cog­
Promover en el alumno la autonomía en la nitivos y hace posible el uso de esa secuencia en combinación con otras
4" Transferencia
planificación, supervisión y evaluación de (Pozo, 1996). Pero además de condensarse, la técnica se automatiza, pasa
del control
la aplicación de sus procedimientos. de ejecutarse de modo controlado, deliberado, a realizarse de modo auto­
mático, sin que ni siquiera seamos conscientes de los pasos que estamos
.'\ dando. Las rutinas automatizadas se aplican en su mayor parte con el «pi­
Tabla l.3. Fases en el entrenamiento procedimental: de la técnica a la estra­ loto automático».
tegia. Es lo que sucede cuando ya sabemos conducir, utilizar un procesador de
textos o incluso controlar una clase. De ahí que, como veíamos en algún
36 Los PROCEDIMIENTOS COMO CONTENIDOS ESCOLARES
APRENDER A USAR EL CONOCIMIENTO: UNA NECESrDAD EDUCATIVA CRECIENTE 37

ejemplo anterior. con mucha frecuencia sepamos hacer cosas que ya no sa­ el tiempo en educación ni se gana ni se pierde. se invierte en un fondo de
bemos decir. porque la representación verbal. declarativa. que inicialmente conocimientos a muy largo plazo.
tuvimos. en forma de instrucciones o modelo, acaba por olvidarse o ser muy Cuando el alumno dispone ya de ciertas técnicas suficientemente domi­
difícil de recuperar por falta de uso. En esos casos la ejecución controlada, nadas para una tarea, puede comenzar a usarlas dentro de un plan estraté­
deliberada. de la técnica suele ser incluso menos eficaz que su realización gico. Esa es la función de la tercera y cuarta fase del entrenamiento pro­
automática, ya que la automatización comporta importantes beneficios cog­ cedimental, recogidas en la tabla 1.3 .. que de hecho pueden aplicarse
nitivos para un sistema de capacidades limitadas como el nuestro. Permite conjuntamente. La aplicación de los procedimientos aprendidos a nuevas
hacer las cosas más rápidamente. con menos errores y. sobre todo. liberando tareas y contextos traerá consigo una progresiva reflexión sobre los éxitos
recursos cognitivos para hacer otras muchas tareas a la vez. Así se pueden y fracasos en esa aplicación. La función de esa des contextualización o uso
usar las técnicas para alcanzar otras metas deliberadas. es decir. combinar­ cada vez más variado de las técnicas aprendidas es no sólo facilitar su trans­
las como parte de una estrategia. Tradicionalmente este entrenamiento téc­ ferencia o uso en situaciones nuevas, lo que es en sí ya muy importante, sino
nico. entendido como la conversión de ciertas tareas en rutinas sobrea­ sobre todo promover en los alumnos una reflexión consciente sobre su uso,
prendidas. ha sido una parte esencial -quizás demasiado esencial- del a fin de que vayan comprendiendo cuáles son las condiciones mejores para
aprendizaje escolar. En muchas ocasiones se ha asumido esa automatización su aplicación, las dificultades que plantean y los resultados que producen.
como un fin en sí misma. en Jugar de convertirse. como debiera. en un me­ En suma, se trata de que al usar las técnicas ante verdaderos proble­
dio. un recurso instrumental que tiene que ser utilizado con mesura para al­ mas, y no sólo con ejercicios repetitivos y reiterativos, los alumnos vayan
canzar otras metas más relevantes. ó asumiendo por sí mismos aquellas fases en la aplicación de una estrategia
La función del profesor durante esta fase es muy distinta de la anterior, y que, como veíamos en el apartado anterior. requieren una toma de decisio­
de su tradicional papel de «explicar»: se trata de supervisar el ejercicio de nes y una reflexión consciente, en fonna de planificación, supervisión o con­
la práctica, corrigiendo errores técnicos y proporcionando no sólo refuerzos trol y evaluación de la ejecución. Es necesario enfrentar al alumno a ta­
sino sobre todo información para corregir los errores cometidos. Dado que reas cada vez más abiertas y al mismo tiempo dejarle cada vez más «solo
ese proceso es lento y gradual. es importante proporcionar al alumno la can­ ante el problema», para que vaya asumiendo el control estratégico. En otras
tidad de práctica necesaria y supervisar su ejecución. El error más frecuente palabras. se trata de que el profesor, que en las primeras fases del entrena­
en esta fase de la enseñanza de un procedimiento suele consistir precisa­ miento procedimental es quien asume las decisiones de planificación, su­
mente en no programar una práctica suficiente -ya que «se pierde mucho pervisión y evaluación, transfiera progresivamente el control de las tareas
tiempo»- y limitarse a «explicar» al alumno lo que hay que hacer. con al­ a los propios alumnos, haciendo que lo que éstos antes sólo eran capaces de
gunos ejemplos o modelos -fase de instrucciones- derivando la práctica lograr con su ayuda, ahora logren hacerlo por sí solos.
a trabajo personal del alumno, corno «deberes» para hacer en casa. con 10 Se trataría, por tanto, de intervenir en la zona de desarrollo próximo del
que no se asegura la práctica suficiente y. además, en caso de que ésta se re­ alumno, siguiendo la terminología de Vygostki (1978). En pocos casos se
alice (y la haga el alumno y no su madre. su abuelo o su hermano mayor ve tan clara como en el entrenamiento de estrategias la idea de que la fun­
en una entrañable manifestación de solidaridad familiar y de aprendizaje co­ ción última de todo profesor -y su verdadero éxito educativo- consiste
operativo). no habrá una supervisión que asegure la corrección de errores en hacerse cada vez menos necesario. porque el alumno ya va logrando ha­
en su aplicación. Conceder un mayor peso a los contenidos procedimenta­ cer solo lo que antes únicamente podía hacer con ayuda del profesor. El error
les en el currículo implica. de modo inevitable. concederles también más más común en esta fase es no dejar al alumno andar solo, sin ayudas ni apo­
tiempo en el aula. tiempo que aunque se pierde para otras tareas. se gana yos o, lo que viene a ser lo mismo. pero en otra versión un poco más per­
para el uso estratégico de la información y el conocimiento. Digamos que ~ersa, pedirle que ande solo sin haberle entrenado antes a hacerlo. Ésa es la
Idea última que debe guiar la educación, de acuerdo con el principio de trans­
ferencia de) control, como un proceso de interiorización de la cultura (re­
6 Sobre los beneficio, pero también las miseria, del «conocImiento automático>, en los escenariO!. de apren­ presentado gráficamente en la figura 1.2).
dizaje habituales véase Pozo ( 1996). Una VCl más. no e, ni bueno ni malo. sino muy útil si se usa de modo
efical y en las dosis adecuadas.
38 Los PROCEDIMIENTOS COMO CONTENIDOS ESCOLARES
APRENDER A USAR EL CONOCIMIENTO: UNA NECESIDAD EDUCATIVA CRECIENTE 39

PROPORCIÓN DE RESPONSABILIDAD sólo pueden aprenderse desde esos otros contenidos y para esos otros con­
EN LA REALIZACIÓN DE LA TAREA tenidos. Conviene, por tanto, antes de analizar con detalle en el próximo ca­

TODA EL MAESTRO
I I
COMPARTIDA
I
TODA EL APRENDIZ
pítulo cuáles son los procedimientos que los alumnos deben aprender para
hacer un mejor uso de sus conocimientos, situar los procedimientos en el
currículo, a partir de su relación con los contenidos verbales y las actitudes.

5. Los procedimientos en el currículo


INSTRUCCION PRÁCTICA
MODELADO PRÁCTICA GUIADA O APLICACIÓN
DEMOSTRACIÓN
Etc. No es casual que la necesidad social de disponer de capacidades flexibles
Ejercicios Problemas
~.
y transferibles de aprendizaje, que esas demandas de la nueva cultura del
;
aprendizaje, vengan de la mano de ciertos cambios en la forma de concebir
el currículo y en la investigación sobre la forma en que aprenden los alumnos
y en que se les puede enseñar de manera más eficaz. Esas nuevas demandas
pueden encontrar en parte respuesta en la investigación psicopedagógica so­
bre el aprendizaje llevada a cabo durante las últimas décadas. Tras la larga
glaciación conductista, en la que se negaba la necesidad de actuar sobre los
procesos psicológicos internos de los alumnos, actualmente se concibe al
Figura 1.2. Representación esquemática del proceso de transferencia del con­
aprendiz como un procesador activo de información, que construye y reela­
trol o responsabilidad del aprendizaje de los maestros a los aprendices, que im­
bora su propio conocimiento en vez de recibir pasivamente información. 7
plica un cambio en el tipo de tareas, desde los ejercicios a los problemas (adap­
En el ámbito más cercano al aula, las nuevas propuestas de currículo tien­
tado de Coll y Solé, 1990).
den a destacar la importancia de los contenidos procedimentales como parte
constitutiva de cada una de las áreas o materias, de forma que hoy ya casi es
lugar común asumir que los alumnos, además de aprender Matemáticas, Len­
La secuencia de construcción del conocimiento procedimental que aca­ gua o Historia, tienen que aprender a aprender y a hacer Matemáticas, Lengua
bamos de describir no debe ser tomada como algo rígido o inflexible, de o Historia. Sin embargo, una cosa es asumir esta idea o propósito general, y
aplicación lineal, ya que, como apuntábamos antes, las fases que hemos se­ otra muy distinta llevarla a cabo, ya que implica cambios profundos en la or­
ñalado posiblemente se solapan y se reconstruyen unas sobre otras. No hay ganización de los contenidos de la materia, en los criterios de evaluación, en
que esperar a que una técnica esté completamente dominada para comen­
la propia estructura del currículo y, lo que parece aún más difícil, en la men­
zar a integrarla en el conocimiento estratégico. Ni tampoco la práctica re­ talidad o teorías implícitas de muchos profesores sobre su función profesional
petida, los ejercicios, deben carecer de significado, sino que las diferentes y la forma de desarrollarla. 8
fases pueden y deben solaparse entre sÍ. Se trata más bien de un criterio para
En definitiva, a pesar de las resistencias que todo cambio genera, podría­
la secuenciación, útil tanto en el diseño de las propias situaciones de apren­ mos decir que hay un triple impulso hacia el cambio educativo en esta
dizaje y enseñanza como en la organización de los contenidos en el currí­
culo. Tampoco se trata de «programar» la enseñanza de procedimientos de 7 Sobre la evolución de esta investigación psicológica acerca de las estrategias de aprendizaje, véase de modo
modo desvinculado o independiente del resto de los contenidos. El hecho resumido Pozo y Monereo (1999), o de forma algo más extensa Monereo (1998). Sobre la evol ución de las
de que veamos la necesidad de enseñar específicamente a usar el conoci­ propias teorías psicológicas del aprendizaje, la glaciación conductista, el lento deshielo cognitivo y los
miento, y que para ello tengamos que entrenar procedimientos concretos cambios climáticos producidos por el constructivismo. véase Pozo ( 1989).

para hacer de ellos un uso tanto técnico como estratégico, no significa que 8 Martín (1999) Y Monereo (1999) analizan esa mentalidad y destacan algunas de las dificultades más co­
los contenidos procedimentales -el saber hacer- puedan aprenderse al munes para aceptar esta nueva cultura educativa. Pozo el al ( 1999) estudian las teorías implícitas de los
profesores sobre el aprendizaje y los cambios que deben producirse en las mismas para adecuarse a esa
margen del resto de los contenidos, verbales y actitudinales. Al contrario, nueva Cultura del aprendizaje.

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